Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

sábado, 22 de octubre de 2022

¿Qué fue primero, la infraestructura o el desarrollo?

 Hay experiencias de inversión extranjera en la infraestructura nacional con buenos resultados, parece necesario volver a retomar de forma innovadora esas experiencias y hacerlo rápido.




Si usted toma la doble vía de Rancho Boyeros (Ave. Independencia) en dirección a La Habana, en las cuatro esquinas donde comienza/termina la carretera que va hacia Managua y avanza por ella unos cuatrocientos metros, tendrá que detenerse o notará que la guagua se detiene ante el primer gran bache, luego unos cien metros más adelante, volverá a notar lo mismo y otros cien metros después ocurrirá igual. Grandes baches detienen la marcha hasta de los peatones, preocupados estos por las salpicaduras que puedan provenir de las aguas acumuladas en ellos. Es entonces y sólo entonces, que todos los que usamos ese vía de comunicación nos acordamos de esa magnifica obra de infraestructura construida muchos años atrás que enlaza los suburbios con el centro de la capital. Cuando pasamos esos obstáculos, pues sencillamente no volvemos a pensar en ella.

Las carreteras, los puentes, los puertos, los aeropuertos, las comunicaciones, los sistemas eléctricos, los de gas, agua, alcantarillado y otras más, todos ellos son parte de lo que genéricamente y de un tiempo acá se ha denominado infraestructura. Lo que resulta llamativo es que casi siempre nos acordamos de la importancia y lo necesaria de la infraestructura cuando los servicios asociados a ella fallan o faltan. Si nos falta el agua por varios días, si no podemos llegar a un lugar por falta del servicio de ómnibus, trenes o aviones, si se nos inunda el barrio porque los sistema de evacuación de aguas pluviales está en ruinas, o cuando quienes tienen un auto pierden los yoquis o la barra de la dirección o algún que otro amortiguador en un hueco asesino, entonces nos acordamos de la infraestructura, de la falta que nos hace, de cuan necesario resulta para nuestra “calidad de vida”, incluso para sentirnos prósperos.

Durante mucho tiempo, la infraestructura apenas si tuvo algún espacio en los estudios del desarrollo y del crecimiento económico. Luego ganó presencia y personalidad propia y hoy es prácticamente imposible hablar de desarrollo y crecimiento sin al menos mencionarla.

En nuestro país la infraestructura es uno de los “ejes estratégicos” definidos hace ya algún tiempo para avanzar hacia aquella visión descrita hace casi diez años —y que a mi entender debería ser validada y actualizada nuevamente, entre otras cosas, porque el contexto y el país han experimentado cambios profundos en todos los ámbitos.


No creo que haya alguna duda en cuanto al carácter articulador del desarrollo que la infraestructura tiene ni tampoco sobre la creciente importancia que los servicios de infraestructura y su calidad alcanzan en esas aspiraciones.


Pero los recursos son siempre escasos, tanto los humanos y los materiales, como los financieros, incluso en aquellos países que han disfrutado de bonanzas económicas importantes por un tiempo prolongado. La competencia por los recursos es tan común como la internalización de las fallas de infraestructura.1 Ocurre también que la inversión en infraestructura es difícil de afrontar, por el volumen de recursos que demanda, porque muchas veces el retorno de la inversión demora más allá de lo conveniente y porque los modelos de negocios no siempre pueden responder a la vez al interés de los inversionistas y al propósito de los gobiernos que promueven los proyectos.

Lamentablemente no disponemos de cifras públicas que nos permitan un análisis más documentado sobre el comportamiento de la inversión en infraestructura en nuestro país. Usando como proxi lo que aparece en el Anuario Estadístico de Cuba hasta el 2021, resulta evidente la caída de la inversión en estos sectores.2


Aun tomando con cautela estos datos y aceptando una subvaloración de la inversión en infraestructura, es significativo el deterioro que se aprecia tanto en la participación de la inversión en infraestructura en la inversión total, así como en su participación en el PIB.

En un estudio de la Corporación Andina de Fomento- Banco Latinoamericano de Desarrollo3se afirmaba que América Latina demandaba alrededor del 5% del PIB invertido en infraestructura para asegurar los servicios que garanticen un desarrollo sostenible.

El esfuerzo que el país debe hacer si se pretende que la infraestructura cumpla el rol que se le definió en los ejes estratégicos es inconmensurable. Multiplicando por cuatro veces lo invertido en esta rama en el 2021 se alcanzaría cuando más una participación en el PIB del 2%. Asumiendo que toda esa inversión se realice con un óptimo de eficiencia, todavía se estaría lejos de alcanzar a proveer los servicios de infraestructura necesarios que demanda el crecimiento económico y nuestras aspiraciones de desarrollo (algo que se conoce como brecha vertical).

El desarrollo y el crecimiento demandan energía. En el caso de la infraestructura eléctrica, en especial en lo referido a las plantas de generación hay deudas acumuladas que parecen insalvables. No se cumplió la idea de sustituir las grandes plantas termoeléctricas por la generación con gas acompañante y hasta el momento, de las 17 plantas bioeléctricas planeadas por Azcuba hace más de un lustro solo una ha logrado concretarse y está en funcionamiento, por lo que la aspiración de aportar al sistema electroenergético cubano el 14% de la energía parece muy lejos de poder cumplirse.

Anticipar la provisión de esos servicios sólo con el esfuerzo y los recursos nacionales y desde el sector estatal, parece que no es posible a juzgar por las tensiones presupuestarias y los exiguos ingresos externos provenientes del sector exportador. Hay experiencias de inversión extranjera en la infraestructura nacional con buenos resultados, existe la posibilidad de fomentar modelos de asociación público-privadas que ayuden en el empeño. Si bien es cierto que no estamos en la misma situación parece necesario volver a retomar de forma innovadora esas experiencias y hacerlo rápido.

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1 Solo a modo de ilustración, el día de la famosa “generación cero” le costo al país en términos de producto bruto interno a precios corrientes 1 493 747 945,2 pesos, esto es el equivalente de un día sin producir nada (el PIB del 2021 fue de 545 218 000 000 estimado a precios corrientes).

2 Pero estas cifras deben tomarse con cautela pues es probable que existan otras inversiones en objetivos de infraestructura que no estén contabilizadas como tal.

3 “La infraestructura en el desarrollo integral de América Latina” del Banco de Desarrollo de América Latina-Corporación Andina de Fomento (Barbero, 2018)

Pinar del Río cumple su palabra de hacer campaña tabacalera (+ Video). Comentario HHC

Las posturas de los pocos canteros que se salvaron y las de las bandejas de los semilleros tecnificados que se pudieron proteger han permitido cubrir los primeros campos

Ante la necesidad de reducir áreas, se han priorizado las vegas comprometidas con la exportación. Foto: Ronald Suárez Rivas

Pinar del Río.-Con una voluntad a prueba de tempestades, los campesinos pinareños emprenden las siembras del mejor tabaco del mundo.

A poco más de tres semanas de que el huracán Ian atravesara Vueltabajo, ocasionando lo que se considera el peor golpe que haya sufrido la infraestructura tabacalera a lo largo de su historia, el hecho confirma la intención de hacer campaña, de los hombres y las mujeres que sustentan el principal rubro exportable de la agricultura cubana.

Las posturas de los pocos canteros que se salvaron y las de las bandejas de los semilleros tecnificados que se pudieron proteger en construcciones seguras, han permitido cubrir los primeros campos de una cosecha que ya no tendrá la dimensión que se había previsto.

Víctor Fidel Hernández Pérez, delegado provincial de la Agricultura, precisa que de unas 11 200 hectáreas planificadas en un principio, hoy la aspiración es llegar a alrededor de las 6 300.

La destrucción de más de 10 000 casas de cura (secado) –de 12 000 que tiene el territorio–, a tan poco tiempo del inicio de la cosecha, impide aspirar a más.

Ante esta realidad, el funcionario señala que ha habido que establecer prioridades, atendiendo a las demandas para la exportación en 2023.

«La intención es sembrar las 900 hectáreas, de tabaco tapado que se habían previsto y todo el tabaco Virginia comprometido con la fábrica de cigarrillos ubicada en la Zona Especial de Desarrollo Mariel.

«También pretendemos mantener el mismo nivel de tabaco burley, y el de las vegas finas de primera.

«Pudieran incorporarse otras áreas de aquellos lugares donde la infraestructura no tuvo tanta afectación, pero estas que mencionamos son las que no se deben dejar de sembrar», advirtió.

Geográficamente, ello implica concentrar los esfuerzos en lo que se conoce como el macizo tabacalero de Vueltabajo, el cual abarca los municipios de Pinar del Río, San Juan y Martínez, San Luis y Consolación del Sur.

VOLUNTAD A PRUEBA DE HURACANES

Sin apartar la vista del tractor que va dejando al mismo tiempo tres surcos uniformes de plantas, Joel Hernández Acosta, director de la Empresa de Tabaco consolareña, asegura que, si la entidad ha podido iniciar campaña en octubre –aprovechando la etapa óptima del cultivo–, ha sido gracias a la decisión de «evacuar» los semilleros tecnificados hacia construcciones sólidas.

La medida les ha permitido disponer de más de 8 200 bandejas de posturas que se resguardaron del huracán, con las que se cubrirán unas 60 hectáreas del Virginia.

Por la zona conocida como el Punto de Santa Clara inició la siembra en tierra consolareña, con una secuencia que no se detendrá hasta alcanzar unas mil hectáreas de todos los tipos de tabaco.

Dicen los entendidos que siempre, tras un ciclón, se logran excelentes cosechas.

«Parece que es porque se limpia el ambiente de las enfermedades», argumenta el productor Héctor Luis Prieto, a quien su condición de Hombre Habano lo convierte en toda una autoridad.

Sin embargo, la principal incertidumbre hoy no está en el atraso en el cronograma de siembra, debido a la pérdida de miles de canteros de semilleros que provocó Ian, sino en la infraestructura necesaria para secar miles de toneladas de hojas, que se encuentra en el suelo.

En Consolación del Sur, por ejemplo, las 2 450 casas de cura tuvieron afectaciones, y de ellas, 2 412 clasifican como derrumbe total.

VEGUEROS CONTRA EL TIEMPO

En toda la provincia se calcula que, para respaldar la campaña, es preciso volver a levantar 6 200 de esas edificaciones.

En este sentido, el delegado de la Agricultura comenta que se ha estado trabajando en rescatar toda la madera que pueda volver a utilizarse.

Solo la reconstrucción de las casas de cura que se emplearán en esta cosecha (en una segunda etapa se trabajará en las demás que se afectaron) demandará más de 170 000 metros cúbicos.

«La indicación es acopiar todo lo posible de lo que se cayó, uno de los puntos neurálgicos de la recuperación», añadió Víctor Fidel Hernández, quien señaló que, en cuanto a los elementos de techo, se ha conveniado una parte con la industria militar y otra se está importando.

Afirmó que también se gestiona la adquisición de unas 600 toneladas de puntillas, y que ya las empresas forestales comenzaron la entrega de horcones a los tabacaleros.

«Todo eso lo estamos haciendo de manera urgente, de forma tal que a finales de este mes comencemos a contar con los recursos necesarios».

Aunque se trabaja duro y en varios frentes a la vez, el directivo reconoce que la situación es muy tensa.

«La recuperación de las casas de cura debe hacerse en un tiempo récord que ya está caminando. Desde que se echa el semillero hasta que se recogen las hojas, pasan un poco más de cien días, que es el plazo que tenemos para ensartar el tabaco en las casas que hoy están destruidas».

La proteína tiene que llegar a la mesa

 

Hoy se buscan estrategias para incrementar la masa ganadera de Turiguanó que llegó a tener más de 12 mil cabezas, reducidas hoy a 4200. Fotos: Katia

La petición se hizo sin merodeos: “yo no quiero ver resultados, ya esos están, llévenme adonde haya problemas y vamos a impulsar soluciones”, decía este viernes Yoan Sarduy Alonso, presidente del Grupo Empresarial Ganadero (GEGAN), y no faltaron lugares en Ciego de Ávila para complacerlo.

De ahí que la Empresa Genética de Turiguanó fuera un punto obligado y la realidad la mejor demostración, pues estando dentro de su centro de elaboración, un apagón volvió a poner en jaque a la industria donde cinco neveras de congelación y dos de mantenimiento preservan la carne que se mueve, fundamentalmente, al turismo del país.

La ausencia de un grupo electrógeno limita, pero todavía, con las condiciones que tienen, pueden hacer mucho por diversificar sus producciones, aseguró Liván Izquierdo Alonso, miembro del Comité Central del Partido y primer secretario en la provincia, quien acompañara al especialista en ganadería.

¿Qué los frena entonces?, preguntó Yoan Sarduy, instándolos a revertir el estado actual de las cosas, porque “estamos gestionando una crisis, pero no podemos dejar de desarrollarnos, porque si no nos desarrollamos, no salimos entonces”. Las iniciativas pasan por adentrarse en las importaciones directas sin que los intermediarios que hoy ralentizan muchos de los negocios, les pospongan las soluciones.

 mataderoEn el matadero y centro de elaboración, las alternativas no siempre dependen de las inversiones. Así quedó demostrado

Porque si las cintas estuvieran, se pudieran hacer más cortes y más rápido, y entonces el matadero, en vez de 20 reses por día, pudiera sacrificar 40 y se incrementaban las ventas al turismo que hoy, como casi siempre, mantienen la demanda insatisfecha, a pesar de que para la Genética de Turiguanó se logran utilidades en lo que va de año por un millón 330 000.00 pesos, y las ventas en frontera y online alcanzan los 614 000.00 MLC. El punto es que todo eso se pudiera multiplicar y hoy podría estar en riesgo de dividirse.

Y esa es solo la “repercusión” de un hecho en particular. Fuera de allí, en los potreros de la Genética, se da su tropiezo inicial. Las 4200 cabezas de ganado no tienen asegurada toda la comida del año. La sequía marchita el follaje a su pasto y las Santa Gertrudis habituadas (y hechas) para comer bien, no dispondrán de heno, pues la Genética tampoco dispone de maquinaria para procesar el verdor de los campos que, contra todo pronóstico, sí pudieron ser fertilizados.

¿Entonces? Posibles contrataciones con unidades camagüeyanas pudieran ser provechosas para todos. “Aquellas prestan servicio y ganan por eso, y ustedes acopian comida”, les dijo el presidente del Grupo, quien ya gestionaba el intercambio.

Otras mediaciones tendrían lugar durante el recorrido de integrantes del GEGAN por diferentes áreas del territorio avileño. La avicultura, el ganado menor y la porcicultura tuvieron una jornada para detenerse en lo que los ata; pero, sobre todo, para proponerse “transformar la realidad, porque la proteína tiene que llegar a la mesa. No podemos seguir haciendo planes para el 2030. Tenemos que chequear el desarrollo semana a semana, mes por mes, y buscar alternativas”, apuntó Liván Izquierdo Alonso, en las conclusiones del encuentro al que Invasor dedicará otros reportes.