Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

domingo, 16 de noviembre de 2025

El regreso de las cañoneras


El pretexto de la guerra contra el narcoterrorismo oculta la intención de producir un cambio de régimen. Para lograrlo, la Casa Blanca estudia un conjunto de opciones que tienen como base la guerra psicológica, sustentada en la ostentación de una fuerza naval que diariamente exhibe su capacidad letal sobre barcazas desarmadas.


Por Jorge Elbaum, Pagina 12

El mayor general del Cuerpo de Marines Smedley Butler fue uno de los tres militares más condecorados de la historia de los Estados Unidos. Fue galardonado con dos medallas de honor, la más alta condecoración concedida a un militar por heroísmo en combate. Luego de su retiro, en 1931, publicó un texto titulado La guerra es un latrocinio. Y cuatro años después, en noviembre de 1935, un artículo en el New York Times titulado "Puede que le haya dado algunas pistas a Al Capone“. En esta columna, Butler declaraba “haber servido durante 30 años y cuatro meses en los Marines. Tengo el sentimiento de haber actuado durante todo ese tiempo de bandido, altamente calificado, al servicio de las grandes empresas de Wall Street y sus banqueros (…) En una palabra, he sido un pandillero al servicio del capitalismo (…) Fui premiado con honores, medallas y ascensos. Pero cuando miro hacia atrás, considero que podría haber dado algunas sugerencias a Al Capone. Él, como gánster, operó en tres distritos de una ciudad. Yo, como Marine, operé en tres continentes.”

La geopolítica se consolidó como disciplina, apelando a reminiscencias históricas. Sus analistas están permanentemente en diálogo con los sucesos del pasado: los imitan, los rechazan o los adaptan. Pero siempre tienen en cuenta los antecedentes para acomodar sus enseñanzas al presente. En la actualidad, Estados Unidos está actualizando esas referencias. Mientras se impacienta por redefinir la configuración de América Latina y el Caribe, rechaza aceptar que se han producido profundos cambios estructurales en la región, producto de su debilitamiento económico relativo. Desde los inicios del siglo XIX, la Doctrina Monroe apeló primero a la diplomacia de las cañoneras y luego al método del Gran Garrote. Ambos dispositivos se combinaron, tiempo después, para dar lugar a la Doctrina de la Seguridad Nacional y la desaparición de personas como práctica del terrorismo de Estado.

Su objetivo estratégico ha sido –desde hace dos siglos– controlar a los gobiernos de la región con el objeto de acceder, sin regulaciones previas, a sus recursos naturales. Ahora le ha sumado la necesidad de impedir la cooperación simétrica con los integrantes de los BRICS+. Para lograr estos dos objetivos, necesita impedir cualquier atisbo de manejos soberanos, sean estos de contenido político, comercial o productivo. La ofensiva militar contra Venezuela, los hundimientos de barcazas en el Pacífico colombiano, el injerencismo en las elecciones argentinas, las operaciones encubiertas en Honduras, Chile y Colombia –para imponer futuros presidentes obsecuentes como Javier Milei– y las criminalización política contra líderes populares (Fernando Lugo, Manuel Zelaya, Jorge Glass, Pedro Castillo, Evo Morales, Lula, Cristina Kirchner, Julio de Vido) son parte de un mismo esquema de intervención sobre el subcontinente. Esto supone un intento brutal por reconfigurar la región para incorporarla en una única esfera de influencia contrapuesta al Sur Global, liderada por la República Popular China y la Federación Rusa. Beijing se constituye en el antagonista prioritario por haberse transformado en la fábrica global más productiva y competitiva. Moscú, por negarse a someterse a los 32 países integrantes de la OTAN.

En este marco, el caso de la República Bolivariana de Venezuela aparece clave en la ofensiva de Washington. Por un lado, porque las reservas petroleras de Caracas son las más vastas a nivel global, y las gasíferas ocupan el octavo puesto a nivel mundial. Según los cálculos de la Agencia Federal de Información Energética, a los Estados Unidos les quedan doce años de reservas de gas probadas, al nivel del consumo anual actual. El otro factor que impulsa la guerra psicológica y la intimidación militar se vincula con el pernicioso ejemplo chavista de defender su soberanía con unas Fuerzas Armadas Bolivarianas que se mantienen fieles al mandato antimperialista transmitido por Hugo Chávez. El tercer elemento remite al incremento de las relaciones de Caracas con los BRICS+, que dejan fuera a Washington como potencial socio del presente y futuro crecimiento de Venezuela. Para garantizarse el control político —y el acceso a sus recursos—, Washington insiste en quebrar al chavismo, porque se ha convertido en un faro de soberanía regional para el resto del subcontinente. Un mal ejemplo.

El pretexto de la guerra contra el narcoterrorismo oculta la intención de producir un cambio de régimen. Para lograrlo, la Casa Blanca estudia un conjunto de opciones que tienen como base la guerra psicológica, sustentada en la ostentación de una fuerza naval que diariamente exhibe su capacidad letal sobre barcazas desarmadas. Ese desfile de poderío bélico incluye la ostentación intimidatoria del portaaviones considerado como el más poderoso del mundo, el Gerald Ford, poco rentable para un enfrentamiento contra potenciales narcotraficantes desplegados al este y al oeste de Panamá. La difusión mediática cotidiana de los bombardeos cumple con el cometido de ir haciendo admisible y natural la militarización.

A partir de ese despliegue, el menú de Marco Rubio incluye siete opciones concatenadas, alternadas y/o superpuestas: (a) La generación de un Golpe de Estado interno, impulsado y financiado por las operaciones encubiertas de la CIA, que Trump autorizó un mes atrás. (b) La creación de una situación de conmoción social interna que habilite una intervención militar humanitaria. (c) Atentar contra la vida del presidente Nicolás Maduro o alguno de los altos mandos de las Fuerzas Armadas Bolivarianas, para legitimar un vacío de poder. (d) Intentar el secuestro de algunos de esos funcionarios apelando a la Fuerza Delta del Ejército o al Equipo 6 de SEAL de la Marina. (e) El ataque con misiles a sitios estratégicos y/o instalaciones militares, similar a los llevados a cabo contra la República Islámica de Irán en junio último. (f) La invasión limitada, destinada al control de pozos petroleros, aeropuertos o radares, como en los casos de Libia y Siria. (g) La invasión extendida, que requeriría más de 150 mil uniformados estadounidenses. Esta última alternativa supondría el establecimiento de un conflicto en un territorio de casi un millón de kilómetros cuadrados que habilitaría una guerra irregular, una profunda conmoción en Latinoamérica y una perturbación global imprevisible.

El Rubio menú de posibilidades, además, omite el análisis de las capacidades bolivarianas, sobre todo las conocidas como “la resistencia popular prolongada y la ofensiva de defensa militar y policial”, destinadas a desplegarse en una organización reticular de veinte mil posiciones de combate dispuestas en el territorio venezolano. Hace más de tres décadas, Noam Chomsky escribió: “… la única forma de que Estados Unidos ataque a un enemigo mucho más débil es construyendo una enorme ofensiva propagandística que lo exponga como el mal absoluto, e incluso como una amenaza a nuestra supervivencia misma”. Se refería a Irak, pero para la lógica imperial los nombres de los países pueden intercambiarse.

Opiniones acerca del papel del Toque , la tasa de cambio y el mercado cambiario en Cuba

Joaquin Benavides Rodriguez

Compañeros y amigos:

Solución:

Que el Banco Central establezca una tasa oficial y que la respalde. Es la única forma, no solo que desaparezca, también de que pueda declararse ilegal.

La única forma de regular legalmente el mercado de divisas es estableciendo por el Banco Central una tasa oficial cada día.

El Toque ha organizado un negocio millonario ilegal en divisas, porque el Banco Central y la Dirección de la economia no han sido capaces de hacerlo, a pesar de que se lleva años advirtiéndoles.

En una economia como la cubana hay pocas cosas más importantes que establecer una tasa oficial de cambio, respaldarla y publicarla todos los días.

Hagamos en esto, y en otras cosas de la economia lo que hay que hacer; démosle la prioridad requerida y podremos avanzar más rápido de lo que algunos piensan en la solucion de los problemas de la economia.

El enemigo se aprovecha de nuestros errores, y debemos aprender a no cometerlos.

Saludos,


Fidel Vascós González

La tasa de cambio única y flotante del dólar es el precio del dólar medido en CUP y se forma como el precio de cualquier producto en base a la relación oferta- demanda. En mi opinión no hay condiciones en la economía cubana hoy para poner a flotar la tasa única del dólar. Las dificultades para ello, son las siguientes:

- los bancos no tienen suficientes dólares para vendérselos libremente en CUP a quienes acudan a comprarlos;
- el BCC ha declarado que tampoco tiene suficientes CUP y son muy caros imprimirlos;
- si se pone esa tasa flotante sería muy superior a 24x1y el CUP sufriría una brutal devaluacion que dispararía la inflación;
- se afectaría gravemente la capacidad de compra de la población, sobre todo los millones de personas vulnerables;
- para evitar esto último habría que incrementar salarios y jubilaciones a la misma tasa de la tasa de cambio del dólar;
- la respuesta productiva y de exportación de las empresas no sería inmediata debido al obsoleto sistema de planificación centralizada de asignación de recursos vigente;
- habría graves consecuencias políticas y sociales en la población.

La única forma que yo veo para iniciar un proceso que en el mediano plazo conduzca a tener una tasa única flotante del dólar es mediante un Programa integral y aplicado paulatinamente y por etapas que abandone la planificación centralizada de asignación de recursos; establezca el mercado como regulador de la economía; libere a las empresas de las trabas que limitan su libertad de gestión para producir, exportar e importar; se facilite la creación de nuevas cooperativas y empresas no estatales; se transformen las empresas estatales y se conviertan en empresas públicas con emisión de acciones donde los trabajadores decidan de manera vinculante el plan de negocios de la empresa, su ejecución y control y elijan a los principales dirigentes empresariales. Comprendo que es muy complejo este Programa pero mientras más lo demore el gobierno en diseñarlo y aplicarlo, peores serán las condiciones para hacerlo.

El gobierno no puede reprimir penalmente el mercado cambiario informal declarándolo ilegal. La solución del mercado cambiario es económica y no penal.

Joaquin Benavides

Vascos, pienso que para prohibir la publicación de la tasa del toque, lo que pienso que tratara de hacer el gobierno, y las autoridades que regulan la prensa, tendrán que publicar la legal que establezca el banco central. Aunque el mercado no actúa en toda la economía, si funciona en el comercio minorista. Alguna referencia tendrá que tener la población, porque el comercio privado no puede operar sin precios de mercado.

El gobierno le abrió fuego al Toque sin un sustituto legal. Y ese tendría que ser las tasas de cambio oficiales publicadas diariamente por el Banco Central, al menos en las oficinas de cambio. Ya está economía no creo que pueda funcionar sin conocer diariamente el valor del peso en relación con las principales monedas internacionales que circulan en el País. No conozco si el Gobierno tiene suficiente liquidez en dólares para abrir ese mercado, pero una vez que ha dado el paso denunciando el Toque, esta obligado a asumirlo. Ha cometido muchos errores pero no creo que haya cometido este sin pensar en las consecuencias. Si fuera ese, lo que no creo,sería suficiente para que el Gobierno de Marrero no pueda sostenerse.
El Programa de Gobierno que ha publicado contempla entre las tareas principales organizar el Mercado cambiario. Y no se puede organizar sin tasa de cambio. Al denunciar la tasa del Toque en la práctica elimino esa referencia para la oficial, lo que obliga al Banco en establecer la oficial y darle respaldo. No tiene otra alternativa. Eso se calcula y deben tener hecho ese cálculo y asegurado el dinero.
Ni siquiera el mercado de los BRICS funcionaria sin tasa de cambio para que las empresas estatales y privadas puedan comerciar a partir del 2026. Eso va a suponer que el mercado comience a operar primeramente en la agricultura pero cada empresa estatal cuando se enfrente a ese mercado de los BRICS tendrá que negociar precios a partir de la tasa oficial del Banco. El Gobierno no tendrá alternativa frente a esa realidad. Para eso será que esta convocado el IX Congreso del Partido en abril. No veo otra alternativa al mercado también del dinero. Y ese mercado se basa en el precio del dinero que es la tasa de cambio. Tendremos que adentrarnos en un periodo de mucho debate, que supondrá, estoy convencido un cambio fundamental en la economía cubana, que nos incorporara a todos en una economía donde el mercado irá estableciendo sus leyes. No veo otra vía para salvar a la Revolución y poder mantener a raya a los americanos. Deben estar esperando que nos equivoquemos. Y no nos podremos equivocar. No tendríamos derecho a ello.
Un abrazo,

Jorge Tomas Barrera

En varias oportunidades he comentado que el primer paso sobre el tema cambiario debe ser darle a cadeca, u otra entidad que se cree, autonomía total sobre el establecimiento de un tipo de cambio flexible, a través del cual se COMPREN divisas a un tipo de cambio que compita inicialmente con el toque. Deberá declararse, y cumplirse, que se venderá solo lo que se compre, y la venta se hará en pequeños lotes subastados de forma pública.

Este mecanismo permitiría que paulatinamente la compra y venta de divisas se haga de forma legal, lo que sin dudas motivará su incremento, y que no se requieran divisas para ponerlo en funcionamiento.

Las tasas de cambio que se definan por esta vía no estarían sujetas a la manipulación que obviamente hoy en día hace el toque, no serían obligatorias para el resto de la economía, pero si pudieran ser un referente para los precios de los productos importados que se comercian por las mipymes.

Julio Carranza

Así es Joaquín, en economía no hay magia y si dejas un espacio vacío alguien lo ocupa. Una tasa oficial y respaldarla!!, si la estableces y no la respaldas es igual que si nada o peor. El abordaje ha de ser integral
Un fuerte abrazo!!


De acuerdo Vascos, pero lo menos importante de lo que expresa Joaquín es lo de la ilegalidad, lo esencial, como el dice, es establecer un mercado cambiario oficial, regularlo y respaldarlo, si eso se hace bien, el mercado ilegal pasaría a ser marginal. Abrazo

Ariel Terrero

La aceptación acrítica del discurso oficial cubano sobre El Toque llevaría a preguntarme: ¿por qué José Jasán Nieves no hace las maletas ahora mismo y vuela a abrir una consultoría financiera en Wall Street? Con la capacidad que las autoridades de Cuba le asignan a ese medio digital para influir y distorsionar el mercado cambiario cubano, el director de El Toque podría especular de lo lindo en la Bolsa de Nueva York, moviendo millones de dólares que le reportarían ganancias diarias cientos de veces más jugosas que el pago que recibe hoy desde Estados Unidos.

Con El Toque y sus mediciones de la tasa de cambio en Cuba asistimos a un fenómeno en que puedo distinguir cinco dimensiones diferentes: la económica, la técnica, la periodística, la política y la ética. Aunque estrechamente interconectadas, conviene separarlas para hilar un análisis sensato.

Lo económico:

Buscar culpas del comportamiento del mercado cambiario informal en la actuación de un medio de prensa aislado resulta, en mi opinión, grotesco, carente de sostén económico alguno. La manipulación de estos mercados en cualquier país requiere de intervenciones demasiado costosas de agentes económicos poderosos—un banco central o un conglomerado financiero global—para conseguir reacciones de las tasas en los mercados, reacciones, además, que suelen durar poco tiempo. Soros miraría con envidia a José Jasán de resultar creíbles las capacidades atribuidas a El Toque.
La devaluación intensiva del humilde peso cubano, y de su fantasmal alter ego digital, el MLC, es la síntesis de una inflación que responde a causas estructurales entre las que se alinean la crisis económica, el desangramiento de las reservas nacionales en moneda dura, el desabastecimiento agudo de los mercados internos, el deterioro del mercado laboral y de los salarios y el cierre del acceso a los mercados crediticios internacionales por la puñetera y sibilina inclusión de Cuba en la lista estadounidense de países patrocinadores del terrorismo.
Ante la complejidad y multicausalidad evidente del conflicto resulta desatinado achacar culpas de la inflación a un agente aislado, sea un medio de prensa o el propio gobierno cubano, como intenta sembrar la matriz ideológica cocinada en el Norte y en la que participa también El Toque.

Lo técnico:

El observatorio financiero que El Toque presenta como joya técnica para hacer mediciones de las tasas de cambio en Cuba es un equipo demasiado pequeño para pulsar con precisión los mercados a todo lo largo del país. Requeriría de un capital tecnológico y profesional equivalente al de una empresa financiera, para medir diariamente los flujos de precios en un entorno comercial minorista y mayorista fragmentado en extremo por las causas enumeradas anteriormente y por la simultánea circulación de varias monedas y la heterogeneidad de actores estatales, privados y cooperativos. Es la opacidad del mercado a la que se han referido los expertos desde hace más de diez años.

Aunque el equipo de El Toque se esfuerza por avalar la metodología que emplea, admite que los datos para sus análisis los extrae de las redes sociales, una fuente poco fiable. No es la medición real de un mercado digitalizado, según confiesa. Tampoco conozco que el sistema de El Toque haya recibido validación o acreditación técnica para proponerse a sí mismo como referencia de algo tan enredado e importante como el mercado cambiario de un país. 

Sin desconocer que se han convertido en referencia ante el déficit de información similar, un simple recorrido y diálogo con los mercados internos enseña diferencias cotidianas entre lo que dice El Toque y la tasa que los vendedores aplican cuando hacen conversiones de moneda con sus consumidores. 

Lo periodístico:

No me caben dudas, sin embargo, del punto periodístico o de comunicación que El Toque supo anotarse: vio un vacío informativo clave y lo ocupó. Se convirtió de esta manera en un medio de comunicación de referencia, legitimando por carambola otros de sus discursos mediáticos y políticos. 

El Banco Central de Cuba (BCC) se ha mostrado incapaz de crear un mercado cambiario flexible, en lugar del inoperante sistema monetario y cambiario con varias monedas y tasas de cambio rígidas, inepto consecuentemente para aportar la información que urge a la población. Esta demanda de información crece en relación simétrica con la incertidumbre económica, pero las autoridades han seguido aferradas a tasas oficiales que andan por un lado mientras el mercado real—mal llamado informal—anda por otro. La promesa de crear un mercado cambiario “funcional y transparente”, que reitera el BCC en estos días, está en pie oficialmente desde hace más de tres años. Sigamos esperando.

El Toque supo aprovechar ese nicho informativo para atraer convenientemente públicos y, de paso, capitales contantes y sonantes. 

Lo político:

José Jasán Nieves ha reconocido públicamente su cooperación con la Embajada de EEUU en La Habana, así como el origen estadounidense de parte importante de sus ingresos, aunque jura y perjura bizantinamente que eso no influye en su línea editorial. Quiere el director de El Toque que creamos a estas alturas de la historia que el gobierno de EEUU—sea desde el Departamento de Estado o de la National Endowment for Democracy (NED)—va a ceder voluntariamente cientos de miles de dólares sin interés político. Obviamente, al cartel de “medio independiente” no le conviene la evidencia de filiación económica y política. José Jasán acepta que coopera con las iniciativas subversivas de la Embajada de EEUU en Cuba, pero según se colige de la defensa que hace de sus maniobras, lo hace santamente, sin compromiso político alguno. 

El primer signo de su militancia política es aceptar alianzas con un país que desde hace más de 60 años adoptó una postura declaradamente hostil contra Cuba, con agresiones terroristas, iniciativas legislativas para sostener el bloqueo económico y una guerra mediática en que toma parte El Toque, por más que José Jasán diga y repita el estribillo de que son un “medio independiente”.

Lo ético:

El director de El Toque no tendría ningún éxito en Wall Street. El negocio lo encontró en Cuba. Con proceder éticamente cuestionable hizo de la medición de las tasas de cambio un recurso con dos caras: la ideológica, para sostener una matriz de opinión enfocada contra el gobierno cubano, matriz que minimiza consciente y convenientemente el daño de la política de EEUU contra Cuba, y la económica, como mina de El Toque para atraer los capitales de la cooperación estadounidense. Es un rejuego de negocio y política, donde la ética periodística y la consideración al público consumidor quedan muy mal paradas.

No hace falta sobredimensionar la presunta nocividad económica de la gestión de El Toque y de sus tasas. Ciertamente, por la imprecisión presumible en sus datos puede agravar la opacidad del mercado, pero dudo de la capacidad de ese medio para influir en las tendencias de precios del mismo. Abundan, en cambio, los motivos políticos y éticos para condenarlo.

Fidel Vascos

Por la intensidad de las noticias periodísticas de los últimos días parece que el gobierno implantará de inmediato un tasa de cambio oficial, única y flotante del dólar con el CUP para toda la economía cubana. Al respecto hay que tener en cuenta que hoy hay varias tasas de cambio. 

La más importante para el aumento de la producción y las exportaciones es la que se aplica para las empresas estatales de 24 CUP X 1 USD, o sea, si la empresa exporta 1 USD en su contabilidad se anotan 24 CUP de exportaciones y el USD pasa a la cuenta centralizada del Estado. Cuando la empresa necesita importar materia prima por valor de 1 USD tiene que pedírselo al Estado y comprarlo con 24 CUP o algo más. Esta es la tasa que si se modifica devaluando el CUP, por ejemplo, 300 CUP X 1 USD, disparará la inflación en esa misma proporción si no se introducen subsidios del Presupuesto. 

Para tomar esta decisión habría en paralelo que elaborar un Programa integral que incluya, entre otras medidas, elevar los salarios estatales y las jubilaciones en la misma proporción que la tasa de cambio para no afectar a la población. Si esta tasa no se modifica y el gobierno sólo implanta una tasa oficial y única para el mercado minorista informal significaría declarar oficialmente otra tasa en este mercado como ilegal sujeta a persecución penal lo que estaría dirigido a obstaculizar la circulación monetaria hoy informal con la consecuencia de una posible reducción de la oferta minorista en ese mercado. Así las cosas, parece que en pocos días sabremos cuál será la decisión del gobierno.