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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

lunes, 1 de abril de 2024

Removiendo Restricciones Presupuestarias Blandas en Cuba: Hacia una Reforma Productiva Real


Por Ricardo González
      Ricardo Torres

Introducción

Las reformas en economías de planificación central (EPC) enfrentan numerosos desafíos que se derivan de la naturaleza misma del modelo económico. La necesidad de aumentar la eficiencia y la productividad chocan con los incentivos que enfrentan los decisores y los actores económicos.

Un ejemplo clásico de estas contradicciones es el de las Restricciones Presupuestarias Blandas (RPB). Las manifestaciones asociadas a este problema se observan en todas las economías, aunque en grados diferentes. En las EPC este síndrome constituye factor primordial para analizar la escasez crónica y la supervivencia de empresas inviables. Autores pioneros en esta literatura como J. Kornai relacionaron las RPB con la organización vertical de la toma de decisiones y el paternalismo que esta genera. La reforma de la empresa estatal ha ganado protagonismo en el debate sobre la economía cubana en los últimos años. Este artículo discute el concepto, su manifestación en el modelo económico cubano y la relevancia para la discusión actual.

Las restricciones presupuestarias blandas, ¿de qué estamos hablando?

Como norma, las empresas enfrentan una restricción presupuestaria que se origina a partir de que deben cubrir todos sus gastos con sus ingresos y patrimonio inicial. La restricción es “dura” si la empresa solo puede gastar tanto dinero como tiene (Bergara, Ponce y Zipitría, 2003)[1]. O sea, debe cubrir sus gastos con los ingresos de sus ventas. En caso contrario, no recibe apoyo de ninguna organización externa para cubrir el déficit, y está obligada a enfrentarlo ya sea reestructurando sus operaciones o cesando sus operaciones (Kornai, Miskin y Roland, 2003). Ello no niega que la entidad puede usar créditos, pero se entiende que los bancos usan criterios uniformes y conservadores para otorgar préstamos, y lo hacen estrictamente como un adelanto de las ventas futuras (Bergara, Ponce y Zipitría, 2003).

La “dureza” de la restricción se aprecia en dos dimensiones fundamentales: si las dificultades financieras crónicas conducen a la empresa a la bancarrota; y si la empresa se expande sobre la base de sus propios recursos, o, paralelamente tiene unos balances tales que, ante acreedores conservadores, es capaz de asegurar un préstamo para inversiones.

Por el contrario, la restricción es “blanda” si existen organizaciones externas a la empresa que están dispuestas a cubrir todo o parte del déficit que esta puede generar de forma sistemática. Esto se refiere al rescate persistente de empresas en situación patrimonial comprometida por parte de un ente externo, como el Estado, los bancos, instituciones de gobiernos, o incluso los proveedores (Kornai, Miskin y Roland, 2003).

Los motivos para justificar esta práctica son variados. Desde el punto de vista de la empresa en pérdida, este motivo es evidente, garantizar su supervivencia. Para los que están en condiciones para ofrecer asistencia, se reconocen motivos variados tales como: una organización externa (banco o propietario) puede ofrecer asistencia a una empresa en problemas por razones de interés económico propio. En caso de no hacerlo, podría incurrir en pérdidas significativas derivadas de inversiones previas; los funcionarios estatales sienten responsabilidad y apego por la entidad, y se comportan de forma protectora (paternalismo); políticos o funcionarios pueden tratar de ofrecer ayuda a la organización en problemas para aumentar las probabilidades de reelección o promoción; el colapso de una entidad muy importante puede desencadenar un efecto en cadena que termina afectando a demasiadas áreas de la economía; incluso puede deberse a manifestaciones de corrupción (Kornai, Miskin y Roland, 2003). Una forma común de “rescatar” a la organización en problemas incluye su absorción por otra empresa, generalmente del mismo sector.

Si la restricción se expresa y es percibida como dura, se constituye en un requisito ex- ante, que moldea las expectativas de los administradores. Estas no se forman de manera aislada en el corto plazo, sino que se estructuran sobre la base de la experiencia adquirida en un período de tiempo suficientemente largo. Cuando la mayoría de los administradores están convencidos de que la salud financiera de la empresa no determina su futuro, entonces se afirma que la restricción es blanda.

Las restricciones presupuestarias blandas (RPB) crean un problema de incentivos dinámicos, o sea, a lo largo del tiempo. Las empresas anticipan que sus decisiones no serán “castigadas” por los mercados, en particular, que no conducirán a la quiebra o bancarrota empresarial porque un tercer actor (ej. el Estado), potencialmente interesado en su supervivencia; las refinanciará ante la posible ocurrencia de pérdidas, o peor, insolvencias. Como consecuencia, los incentivos de las empresas a tomar decisiones eficientes son limitados; por lo cual la productividad agregada de la economía y el bienestar de la sociedad en su conjunto se reducen comparado con su nivel potencial. La responsabilidad política prevalece sobre la responsabilidad financiera (Bardhan, 1992).

Los recursos que se dedican a mantener a flote a empresas inviables se extraen de otros agentes en la economía, lo que limita sus posibilidades de crecimiento y creación de empleo. Este proceso, repetido en el tiempo, equivale a reducir el umbral de crecimiento de la economía y a sostener empresas y ramas cuya actividad no está justificada.

Las RPB en Cuba

En esta sección se examinan algunos de los mecanismos específicos empleados en el caso cubano para “ablandar la restricción presupuestaria”. En concreto, identificamos cinco de éstos: i) las transferencias del presupuesto del Estado a las empresas; ii) el método administrativo de formación de precios, iii) la cadena de impagos interna y externa, iv) el crédito bancario, y, v) las fusiones empresariales.

El denominador común entre ellos es haberles permitido a las empresas operar por encima de lo que sus verdaderas productividades hubieran hecho posible, o, incluso, en el caso extremo, operar siendo improductivas.

Las transferencias presupuestarias

Se entiende por transferencias a las empresas al gasto corriente que destina el presupuesto del Estado a las empresas (excluye, por lo tanto, al gasto de capital). Éstas adoptan la forma de subvenciones y han sido justificadas por las autoridades económicas por diferentes conceptos. Por ejemplo, i) para financiar a empresas que reportan pérdidas durante el ejercicio fiscal; ii) para compensar pérdidas generadas por la existencia de precios regulados y iii) para nivelar la caída de ingresos de las industrias exportadoras o que sustituyen importaciones causada por la sobrevaloración del tipo de cambio oficial (esto antes de enero de 2021 cuando inició la reforma monetaria), etc.

El volumen de transferencias ha variado significativamente a lo largo del tiempo. Si bien en el año 1996 ascendieron a más de 2,5 mil millones de pesos (alrededor de 10% del PIB corriente); en 2018 alcanzaron su valor máximo prepandemia con cerca de 24 mil millones, 24% del PIB (ONEI, 2018). Unido a un análisis sobre su estructura, este crecimiento significativo de las transferencias revela algunas cuestiones de interés para nuestro objeto de estudio. Por ejemplo, aunque en 1996 el 60% de las mismas se otorgaron para salvar a empresas con pérdidas, el mismo motivo representó menos del 1% en 2018. Este es un resultado que debe leerse con cautela. La caída en valores absolutos y relativos de las transferencias explicadas por pérdidas empresariales podría interpretarse como evidencia de que el sistema empresarial cubano ganó en productividad y competitividad. En nuestra opinión esta conclusión sería errónea porque obviaría el hecho concreto de que -en su conjunto- las transferencias desde el presupuesto crecieron de forma exponencial en el período analizado, tal y como se señalaba anteriormente.

Nuestra hipótesis para explicar este hecho es que, entre otros factores, pudo haber tenido lugar un proceso de “sustitución”. O sea, las empresas dejaron de demandar subvenciones por pérdidas porque hallaron otra vía de refinanciamiento -bien dentro o fuera del presupuesto- que les permitió “ablandar” su restricción financiera sin necesidad de recurrir a éstas. Un ejemplo podría estar en las transferencias por motivo cambiario. Estas últimas fueron la partida presupuestaria que mayor crecimiento experimentó a lo largo de la década pasada, llegando a representar alrededor del 60% del total de transferencias en 2018. Nuestra presunción es que parte del sistema empresarial pudo haberse conectado con este esquema, y, refinanciarse bajo condiciones blandas.

El sistema administrativo de fijación de precios

La segunda forma concreta adoptada por las RPB en Cuba es el método de fijación de precios. La economía cubana no es una economía de mercado definida como aquella donde los agentes se coordinan tomando decisiones descentralizadas y autónomas a partir del sistema de precios. En realidad, esta opera como una economía mixta o dual donde una parte de los precios (aún hoy la mayor) se fija de forma administrativa. El Estado emplea dos métodos para ello: i) el método de gastos, y ii) el método de correlación. Nos centraremos en el primero por ser el más usado en Cuba. Supone que los precios de venta se fijan de forma que cubran los costos y generen un margen de utilidad predeterminado por el regulador, pero sin considerar fluctuaciones y/o shocks de oferta y demanda. Normalmente, el precio de los factores tales como el salario, la tasa de interés, el tipo de cambio tampoco se determina en los mercados.

Además de ser la causa de un sinnúmero de problemas microeconómicos no abordados en el presente texto, este mecanismo funciona como una RPB porque facilita la conversión y traspaso de costos en precios finales, permitiendo que la empresa financie (parte de) su ineficiencia productiva con los consumidores, más en un ecosistema productivo de poca competencia empresarial y escasez crónica. La cesión de parte del excedente del consumidor a las empresas sucede porque las formas administrativas de fijación despojan a los precios de su función de árbitros en la interacción entre agentes, o sea, empresas, consumidores y Estado; y desincentivan la minimización de costes empresariales. Por otra parte, relacionado a lo anterior, desincentiva la posibilidad de que las empresas ajusten shocks a través de la sustitución de factores, o de la introducción de progreso tecnológico, hecho que constituye la principal fuente de estancamiento de la productividad en el largo plazo.

La cadena de impagos

Los impagos a proveedores domésticos es un hecho frecuente en Cuba. Según Hidalgo y Doimeadiós, 2016: p.164, la cadena de impagos doméstica llegó a representar entre 3- 6% del PIB nominal entre los años 2008 y 2011. No pagar por sus compromisos contractuales (o no hacerlo a tiempo) crea una fuente implícita de financiamiento a la empresa que le permite acceder a recursos a los que no tendría acceso bajo condiciones “normales”. Dicho financiamiento es consistente con la definición de RPB que hemos seguido a lo largo de este documento porque garantiza a la empresa su permanencia en el mercado. En principio, la existencia de una profunda cadena de impagos refleja la baja capacidad jurídica de hacer cumplir leyes en defensa de los derechos de propiedad. Una empresa que no puede cumplir con sus obligaciones debería quebrar y pagar sus deudas con sus activos liquidados, por lo tanto, no quebrar es indicativo de un entorno legal laxo que no disciplina la conducta empresarial. Similar a lo anterior es el caso de los impagos internacionales (que funcionan bajo el mismo principio que el problema interno). Sin embargo, en este caso la restricción se ha ido endureciendo en el tiempo en la medida que han ido apareciendo cada vez menos prestamistas dispuestos a arriesgar su capital en Cuba.

El crédito bancario

El crédito bancario actúa como otro canal de “ablandamiento” de la restricción presupuestaria de las entidades estatales. Desafortunadamente, no abundan los datos sobre las transferencias del sistema bancario cubano a las empresas o de los estados financieros financieros de estas últimas. Sin embargo, en los escasos estudios disponibles se pueden advertir algunas regularidades al respecto. Por ejemplo, en Borraz, 2020, se identificó: i) un relativamente alto nivel de endeudamiento de las entidades y baja calidad del mismo (en cuanto a su estructura); ii) concentración de los préstamos para necesidades operativas, especialmente capital de trabajo; iii) escaso impacto en la mejoría de la rentabilidad y en la generación de valor económico, y iv) la baja correlación entre la salud financiera de la empresa y el acceso al crédito bancario, dado que un alto porcentaje de entidades mantienen altos niveles de riesgo crediticio. Asimismo, en algunos casos se establecieron mecanismos en los bancos, a instancia de las autoridades, para dar un tratamiento “especial” a las deudas de las empresas.

Estas manifestaciones sugieren que, aunque relativamente menor respecto a otros canales ya descritos, el crédito bancario es un vehículo de “ablandamiento” de la restricción presupuestaria. Las empresas acceden a este en condiciones de análisis insuficientes del riesgo crediticio (los bancos no aplican criterios conservadores), y usan los recursos para mantener las operaciones (supervivencia) en lugar de la ampliación de las mismas. De todas formas, las entidades (en contraposición a principios financieros válidos en otros contextos) siguen considerando los recursos externos como una fuente “cara” en relación con los internos. Ello confirma que suponen que el dueño (Estado en representación de los ciudadanos) no impone restricciones fuertes a su uso ni mantiene exigencias financieras conservadoras.

Las fusiones empresariales

Por último, por si todo lo anterior fuera poco, un recurso usado normalmente por las autoridades cubanas para lidiar con empresas insolventes es fusionarlas, esto es así al menos desde el año 2011, momento en el cual aparecieron las primeras estadísticas. Por ejemplo, en ese año se cerraron en Cuba cerca de 200 entidades en la industria manufacturera (ONEI, 2011), de ellas el 75% fue fusionada en otras empresas del sector.Con frecuencia (aunque no siempre), las empresas fusionadas son pequeñas, y/o de rentabilidad negativa. El problema con esto es que el proceso de fusión es administrativo. La empresa receptora no crece de acuerdo con su escala eficiente y, como consecuencia de la fusión indicada de forma administrativa, acumulan un volumen excesivo de factores de producción que no se corresponde con su escala, rentabilidad y productividad. Por ejemplo, en términos medios, las empresas receptoras en 2011 (después de la fusión) tenían aproximadamente 5,8, 4,4 y 3,8 veces más activos fijos tangibles, materias primas y trabajadores que las empresas no-receptoras, respectivamente; sin embargo, las diferencias de producción bruta fueron de 3,4 veces. En concreto significa que la productividad total de los factores de las empresas receptoras sería inferior que la de empresas no receptoras. Sin pretender darle a estos resultados un significado causal, sugerimos que las fusiones podrían estar generando pérdidas agregadas de productividad. Hipotéticamente, si los factores productivos de empresas receptoras se reasignaran a empresas no receptoras la productividad agregada podría incrementarse.

¿Cómo endurecer las restricciones presupuestarias de la empresa estatal?

El endurecimiento de las restricciones presupuestarias supone transformaciones profundas en los fundamentos microeconómicos del modelo productivo, en concreto, sobre el sistema de precios, de incentivos e instituciones. No se endurecerán las RPB en Cuba sin dos condiciones previas. La primera es la existencia de voluntad política favorable a un proceso de reformas orientado a la creación de mercados. La voluntad debe basarse en un liderazgo firme del gobierno, quien debe comprometer a todos los agentes de la economía con un plan creíble de transformaciones donde se expongan compromisos, metas y objetivos en un horizonte temporal claro. Esta condición es necesaria porque el desmontaje del sistema de RPB deberá ser un proceso progresivo, y por lo tanto, se requerirá de consistencia temporal en las acciones acometidas.

La segunda condición es la modificación sustancial de la relación del Estado con sus empresas estatales. El arreglo institucional vigente (no escrito) está basado en intervenciones excesivas por parte del Estado quien termina reemplazando funciones microeconómicas clásicas, y generando un modelo de extracción de rentas que socava sistemáticamente la expansión de la productividad empresarial. Por el contrario, la nueva relación debe basarse en dos principios fundamentales. En el respeto a la autonomía de gestión, en los marcos de gobiernos corporativos a través de los cuales el Estado ejercerá su función de “representante del dueño.” Y además, en el carácter estrictamente financiero de dicha relación, limitando (por Ley) cualquier intención de financiar el gasto público (u otro objetivo extraeconómico) con rentas empresariales que superen las previamente dictaminadas por la política tributaria.

Por otra parte, es importante comprender que al endurecer las restricciones presupuestarias se producirán -necesariamente- dos efectos contrapuestos. Una parte del sector empresarial se contraerá y experimentará ajustes salariales a la baja, quiebre y desempleo; mientras que otra parte se expandirá y experimentará incrementos de inversión, valor agregado y productividad. Como las ganancias y pérdidas asociadas a este proceso no tienen que expresarse necesariamente a la vez; se necesitará de ciertos amortiguadores que faciliten la transición; caso contrario podrían manifestarse costos económicos y/o sociales excesivos con el riesgo potencial de derivar en reversiones de reformas o en procesos significativos de aversión al cambio.

Para endurecer las restricciones se necesita que las empresas operen en un nuevo entorno de incentivos microeconómicos que les induzca a revelar sus capacidades productivas reales (sin transferencias del Estado). En ese nuevo entorno las empresas: i) se crearán y extinguirán libremente, ii) competirán entre sí, iii) tendrán autonomía en decisiones claves, y iv) podrán ajustarse (responder) de manera flexible ante la ocurrencia de shocks transmitidos a través del sistema de precios y mercados.

Dadas las características de Cuba, este cambio no puede suceder de la noche a la mañana, en particular, debido a la ausencia de un prestamista que ayude a administrar los costos potenciales de transición mencionados anteriormente. Por lo tanto, discutir sobre el endurecimiento de las restricciones presupuestarias implica proponer instrumentos que contribuyan a mitigar costos de transición (ver próxima sección), donde la gradualidad[2] del proceso será un componente central.

Una posible hoja de ruta sería:

1. Aumentar la lista de actividades autorizadas a la inversión privada nacional con el objetivo de eliminar barreras de entrada, aumentar la oferta, y fomentar la competencia en mercados donde no se justifique económicamente un monopolio. Esta acción permitirá (quizás sea lo más importante), establecer un sistema de precios (de bienes finales, de insumos, salarios, tipo de cambio y tipos de interés) interconectado, esencial para integrar con posterioridad al sector estatal (que opera bajo precios administrativos).

2. Establecer los principios a partir de los cuales las empresas estatales se considerarán como insolventes, y por lo tanto se procederá a su cierre.

3. Programar de forma secuencial (no todas a la vez) la entrada de empresas estatales a los mercados privados, a los precios fijados por estos mercados. Las empresas accederán bajo nuevas reglas (transversales a todas las empresas):

Primero, con autonomía de decisión en: i) fijación de precios, ii) contratación/despido de trabajadores, iii) compra de insumos y divisas internacionales, iv) niveles de producción, y v) inversión, etc.

Segundo, se procederá a su cierre (quiebra) si muestran insolvencia.

Tercero, si por el contrario la empresa reacciona al nuevo entorno de forma favorable, retendrá beneficios (después de impuestos) para fines productivos autodeterminados en la lógica de gobierno corporativo. Enfatizamos en la importancia de que como mismo el Estado debe proceder al cierre de empresas insolventes, debe apoyar la expansión sistemática de empresas exitosas. Entre otros efectos positivos, ello permitirá hacer administrables los costos de transición (explicados más adelante).

4. Mejorar el marco legal y la capacidad de hacer cumplir lo establecido, en particular, los contratos comerciales. Asimismo, se deben reducir y eventualmente eliminar las categorías especiales que establecen condiciones especiales de operación, lo que opera en contra de la nivelación del campo de juego y constituye un mecanismo para sostener subsidios cruzados implícitos.

5. Establecer condiciones claras y estrictas para las fusiones entre empresas estatales, donde la empresa receptora mantenga autonomía en la decisión de fusión y ésta no sea impuesta por una indicación del Estado.

¿Cómo administrar los costos de ajuste, en particular, los efectos redistributivos generados al desmontar las RPB?

Primero, la liberalización de precios derivada del punto tres de la hoja de ruta anterior debe ser parcial debido a los potenciales costes económicos, sociales y políticos que acompañan a un proceso de esa naturaleza. Nuestra recomendación es que este proceso se lleve adelante mediante un sistema “dual de precios” similar al usado por China y Vietnam al inicio de su proceso de reformas. Los precios duales son un mecanismo de fijación integrado por dos componentes, uno de mercado y otro administrativo. La parte liberalizada del precio va por un canal (de asignación) independiente a la parte administrativa. Si bien la empresa funciona con total autonomía en el canal correspondiente al mercado, por el canal administrativo el Estado retiene su función de regulador de precios. Que los precios sean duales significa que la liberalización (convergencia de precios estatales a precios de mercado) no será completa, sino parcial. Lo positivo de este mecanismo de liberalización es que permite reestablecer incentivos productivos en las empresas sin desmontar de la noche el día todo el andamiaje administrativo existente, contribuyendo así a hacer “manejable” la transición.

Segundo, el desmontaje de RPB crea fuentes endógenas de financiamiento para la transición. Por una parte, en la medida que las empresas estatales ajusten sus precios, aumentará también su tributación; y en la medida que las empresas insolventes quiebren disminuirá el gasto en subvenciones asociados a éstas. Por lo tanto, el excedente (fiscal) creado por esta vía debe dedicarse, sobre todo en los momentos iniciales, a financiar los costos de transición inmediatos y evitar cualquier tentación de dirigirlos a fines alternativos. En la medida en que los efectos redistributivos (ineludibles) sean políticamente sostenibles se podrá ir desmontando con progresividad todo el sistema de RPB. La segunda fuente endógena es el incremento de la eficiencia asignativa. La reasignación de factores de producción de empresas (actividades) de menor productividad a empresas (actividades) de mayor productividad generará un “bono o excedente” que es fuente de financiamiento de procesos de inversión, y por tanto de creación de puestos de trabajo, y crecimiento económico.

Tercero, la expansión en paralelo del sector privado debe servir como colchón para amortiguar los efectos de un incremento del desempleo estatal (ahí donde suceda). Los trabajadores en empresas estatales insolventes se protegerían mediante subsidios temporales de desempleo pudiendo buscar nuevos puestos de trabajo en este sector. Por último, un plan de reformas serio y creíble puede servir de “aval” para asumir endeudamiento que ayude a administrar el descalce entre el momento en que se expresan los costos (normalmente primero) y el momento en que se materializan los beneficios.

Referencias

1. Bardhan, P. (1992) “On tackling the soft budget constraint in market socialism,” en Market Socialism, editado por Bardham y Roemer, Oxford University Press.

2. Bergara, Mario; Ponce, Jorge; y Zipitría Leandro (2003) “Instituciones, ablandamiento de restricciones presupuestales y bancarrota”, Banco Central del Uruguay, https://www.bcu.gub.uy/Comunicaciones/Jornadas%20de%20Economa/iees03j

3. Borrás, Francisco (2020) “La banca comercial cubana. Propuesta para su desarrollo”. Editorial Felix Varela.

4. Hidalgo y Doimeadiós (2016) “Sostenibilidad fiscal. Prioridad en la agenda de transformaciones del modelo económico cubano”, Investigación Económica, vol. LXXV, num.298, pp.155-184

5. Kornai, Janos (1980) “Economics of Shortage”, volumen B, North-Holland.

6. Kornai, Janos; Maskin, Eric; y Gérard Roland (2003) “Understanding the soft budget constraint” Journal of Economic Literature, vol. 41, no. 4.

7. (ONEI, 2011) “Registro Maestro” ONEI

8. ONEI (2018) “Series Estadísticas. Ejecución del Presupuesto” Capítulo 6.https://www.onei.gob.cu/

Citas

[1] La descripción original de las restricciones presupuestarias blandas en economías de planificación central reformadas se debe a Janos Kornai en Economics of Shortage, volumen B, capítulo 13 de 1980. Este fenómeno no es exclusivo de economías “socialistas”, sino que puede manifestarse en cualquier sistema económico donde concurran la necesidad y las organizaciones con motivos específicos para ofrecer ayuda. Un caso revelador fueron los rescates públicos a grandes bancos durante la Gran Recesión de 2009, bajo el mantra de “too big to fail”.

[2] La gradualidad no debe ser interpretada como equivalente a estancamiento, zigzagueo, lentitud, y mucho menos reversión. La gradualidad de la que hablamos requiere un horizonte bien definido que reduzca a mínimos la ambigüedad y la discrecionalidad.

Consejo de Ministros abordó marcha de las acciones para corregir distorsiones y reimpulsar la economía. Comentario HHC

Por: Yaima Puig Meneses

 



El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, enfatizó en el encuentro la necesidad de la unidad y la exigencia por el cumplimiento de lo que se proyecte. Foto: Estudios Revolución.

En medio de la compleja situación que vive el país y que exige esfuerzos extraordinarios en todos los sentidos, el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, insistió, al dirigir la más reciente reunión del Consejo de Ministros, en la importancia de “estar siempre al lado del pueblo, sobre todo en la búsqueda de soluciones para atenuar o eliminar los problemas que se nos han ido acumulando”.

De explicar oportunamente y escuchar siempre las inquietudes y propuestas de la población habló el primer ministro en el encuentro, presidido por el primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Como ha sido en cada momento de la Revolución, Marrero Cruz enfatizó también en la necesidad de defender la unidad en todos los escenarios. Una unidad, dijo, que necesariamente tiene que ir acompañada de exigencia y de velar por que se cumpla lo establecido, en lo cual tienen un papel protagónico los jefes principales de cada lugar, a quienes “nos corresponde, más que nunca, ser el ejemplo”.

“Hoy el combate está duro y para echarlo hace falta ir a paso firme, con la frente en alto”, dijo, para “avanzar en la solución de los problemas, en mejorar las condiciones de nuestra población, pero con el convencimiento de que la pelea la vamos a echar y la vamos a ganar”.

El actual contexto que enfrentamos, consideró, “nos compromete más a avanzar en la implementación de las proyecciones de Gobierno; de ahí nuestra insistencia en la necesidad de identificar las distorsiones y tendencias negativas que en la actualidad se manifiestan.

“Si nosotros no empezamos por identificar las cosas que tenemos mal, las cosas que funcionan mal y les buscamos solución, nos detendremos, no avanzaremos, y seguiremos haciendo, como hemos dicho, un poco más de lo mismo”.

Recordó que vivimos tiempos diferentes, que demandan de más exigencia y control, defendiendo siempre la planificación. “Que escaseen recursos, que tengamos tantos problemas no quiere decir que no nos tengamos que planificar y que no exijamos por el cumplimiento de los planes”.

Justamente, el primer punto de la amplia y variada agenda de la reunión estuvo dedicado a informar acerca del estado de la implementación de las medidas aprobadas como parte de las proyecciones de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía durante 2024.

Mildrey Granadillo de la Torre, viceministra primera de Economía y Planificación, explicó varias de las acciones que se realizaron entre el 28 de febrero y el 22 de marzo para dar cumplimiento al cronograma.

Recordó que a partir del 1 de marzo entraron en vigor los precios minoristas de los combustibles actualizados, tanto en CUP como en divisas, los cuales serán sometidos a revisión cada tres meses.

Unido a ello, comentó que, si bien las formas de gestión no estatal que prestan servicios de transportación de pasajeros y de carga adquieren los combustibles para el ejercicio de esas actividades a los precios mayoristas establecidos, no se ha logrado el efecto esperado en los precios, que han continuado aumentando.

Asimismo, refirió que fue actualizado el acuerdo que establece la tarifa a la población de la energía eléctrica para el sector residencial, la cual se incrementó, a partir del mes de marzo, en un 25% a los consumidores que sobrepasen los 500 kWh. Esa medida fue concebida como un mecanismo de contención de la demanda.

En ese periodo se aprobó, además, la continuidad, hasta el 30 de junio, de la prórroga de exenciones arancelarias a la importación de alimentos, medicamentos, insumos médicos y aseo, por personas naturales.

La viceministra primera de Economía y Planificación dijo que en el periodo de análisis se ha centrado la atención en las proyecciones que tributan a la estabilización macroeconómica, al incremento de los ingresos en divisas, de la producción nacional y al desarrollo de los actores económicos.

En tal sentido, el primer ministro insistió en la necesidad de que todos los organismos y Gobiernos locales asuman con claridad cómo se implementa en su ámbito cada una de las acciones y proyecciones que se han ido diseñando, y que tengan una participación más activa en este sentido.

Economía y presupuesto a punta de lápiz

La agenda de la jornada, como ya es habitual en estas reuniones, incluyó el informe sobre el comportamiento de los principales indicadores de la economía al cierre del mes de febrero.

De acuerdo con la explicación de Joaquín Alonso Vázquez, ministro de Economía y Planificación, fue un periodo marcado, entre otros aspectos, por un ligero crecimiento en la exportación de bienes respecto a similar periodo del año anterior, así como incumplimientos en los planes de la producción agropecuaria.

Respecto a la actividad turística, señaló que, si bien el plan solo se cumplió en un 89%, con el arribo de 268 176 visitantes, esas cifras son un 11.9% superiores a las de febrero de 2023 y 8.6% más que en enero de 2024.

De manera particular, sobre la zafra azucarera consideró que ha resultado ser muy compleja, caracterizada por bajos rendimientos industriales y cañeros, a lo cual se han unido las afectaciones por déficit de combustible y otros temas de carácter organizativo.

Aun cuando en los últimos días se ha logrado ir recuperando el nivel de producción de azúcar, dijo, lo alcanzado pone en tensión el cumplimiento del plan y, con ello, la distribución de azúcar de la canasta familiar.

Al respecto, Julio García Pérez, presidente del Grupo Azucarero Azcuba, comentó que desde el punto de vista económico y financiero varias de las empresas que hacen zafra en estos momentos tienen pérdidas asociadas tanto a ineficiencias como a inestabilidad de la molida.

Teniendo en cuenta el atraso que se acumula, manifestó, nos hemos propuesto la estrategia de moler hasta que el tiempo lo permita en determinadas zonas donde es posible hacerlo, con el propósito de recuperar los indicadores del plan de la economía vinculados a la producción de azúcar.

Los mayores efectos que dejan los resultados de la zafra hasta la fecha, aseveró, están asociados al aseguramiento de la canasta familiar normada.

Al intervenir en este punto de la reunión, el miembro del Buró Político y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, Ulises Guilarte de Nacimiento, llamó la atención sobre dos asuntos de especial interés para los trabajadores, a los que se debe prestar mayor atención desde las administraciones.

El primero de ellos, dijo, está asociado al “crecimiento que viene teniendo ya en varios sectores de la economía el impago a los trabajadores, lo cual constituye una insatisfacción en el seno de los colectivos”.

Se refirió también a las más de 300 empresas que tienen pérdidas, en las cuales se agrupa una cifra significativa de trabajadores que se ven limitados, como resultado de la falta de eficiencia en la gestión empresarial, para recibir los beneficios que trae consigo aplicar las facultades que le hemos dado a la empresa estatal socialista y así mejorar los ingresos de los trabajadores.

Acerca de esos temas, el primer ministro consideró que ambos son, en primer lugar, responsabilidad de los jefes principales en cada lugar. Existe un sistema que establece, recordó, que “dondequiera que exista un problema financiero hay que discutirlo, hacer propuestas y buscar soluciones antes de la fecha en que corresponde pagar los salarios”.

Sobre el comportamiento de la economía al cierre de febrero, Marrero Cruz consideró que, “si bien es cierto que se han confrontado múltiples dificultades con los combustibles y es compleja la situación económica, también es cierto que se aprecian cosas que se están dejando de hacer y se pudieron ejecutar en lo referido a temas económicos y productivos”.

Por otra parte, consideró imprescindible lograr mayor exigencia y seguimiento a las acciones que permitan un mayor ingreso en divisas al país, lo cual es vital para adquirir alimentos y combustibles. “Y eso tiene mucho que ver con la necesidad de producir más”, reiteró.

Con énfasis habló de la imprescindible revisión que se debe hacer a la marcha del cumplimiento de los planes. Urge, recalcó, identificar “los incumplimientos existentes, cuáles son realmente por impactos externos y cuáles son por cosas que se han dejado de hacer”.

Asimismo, hizo referencia al problema de los altos precios, para cuya contención han resultado ser insuficientes las medidas aplicadas, así como las inspecciones que realizan los cuerpos de inspectores.

En tal sentido, insistió en la prioridad con que se debe trabajar para reorganizar la actividad de inspección en todos los territorios y “desencadenar una batida contra los precios altos y especulativos que tanto reclama justamente la población, y en consecuencia aplicar todas las facultades que están establecidas desde los Gobiernos, para lograr contenerlos”.

Otro de los puntos analizados por la reunión correspondió al informe sobre la ejecución del presupuesto del Estado y el comportamiento del déficit fiscal al cierre de enero de 2024.

El ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, explicó que al concluir el primer mes del año se registró un déficit fiscal de 12 632 millones de pesos, inferior al planificado en el orden de los 5 281 millones de pesos, lo cual está determinado por una inejecución, fundamentalmente, de los gastos corrientes y un ligero sobrecumplimiento de los ingresos. No obstante, varias provincias no logran reducir el déficit hasta la fecha.

Sobre el tema, el primer ministro consideró sumamente importante lograr, al cierre del mes de marzo, haber definido con claridad, entre otros elementos, los problemas asociados a la ejecución del presupuesto, qué acciones hemos tomado para solucionarlos y cómo se pretende modificar durante el año la situación que se manifiesta.

Insistió, igualmente, en la disciplina que se debe seguir para la ejecución del presupuesto, pues persisten violaciones asociadas al cambio de destino de las cifras aprobadas, así como a distorsiones relacionadas con las contrataciones que se llevan a cabo.

Cada jefe, dijo, tiene que “tener clara la responsabilidad que asume cuando se está firmando un contrato, dónde están sobredimensionados los precios pactados y, por tanto, los pagos”.

Otros temas en la agenda

Desde el Palacio de la Revolución y conectada a través de videoconferencia con las 15 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, la reunión evaluó otros temas de la agenda nacional relacionados con el ámbito económico y social del país.

Uno de ellos correspondió al informe sobre los resultados del sistema de control de las cuentas por cobrar y por pagar vencidas, que fue presentado por el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale.

Señaló que, a pesar de lo hecho, tras seis meses de actualizado el sistema no se aprecian la transformación ni la efectividad esperadas, faltando oportunidad de análisis en busca de las soluciones.

Ello provoca que no disminuyan las cuentas por cobrar y pagar vencidas, en tanto no se han logrado resolver las causas y condiciones subjetivas y objetivas que determinan los impagos, dijo.

De acuerdo con el ministro, “ha faltado rigor en los análisis y medidas administrativas y disciplinarias que tributen al ordenamiento de los cobros y pagos”.

Seguidamente, el viceministro primero del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Oscar Pérez Oliva, presentó los informes correspondientes al cierre de 2023 sobre las afectaciones económicas ocasionadas al país por irregularidades en las operaciones de comercio exterior y la implementación de la estrategia integral de exportaciones de bienes y servicios.

Ambos temas, se coincidió durante la reunión, tienen una importancia vital en el camino de lograr mayores ingresos en divisas al país y, de manera general, avanzar en el cumplimiento del plan de la economía.

También, como parte de la agenda, se examinó el estado de cumplimiento de la implementación de la Ley 145, De Ordenamiento Territorial y Urbano en la Gestión.

Este documento, consideró Raúl Acosta Gregorich, presidente del Instituto Nacional de Ordenamiento y Urbanismo, es un respaldo importante para la actualización de los planes de ordenamiento territorial y urbano, como herramientas para el ejercicio de la administración pública.

Más adelante, el ministro de Justicia, Oscar Silvera Martínez, actualizó a los presentes sobre el desarrollo y control del proceso de inscripción de los inmuebles estatales en el Registro de la Propiedad al cierre de 2023, en el cual se presentaron dificultades asociadas a la efectividad y el rigor en el sistema de trabajo de algunas entidades.

A continuación, la contralora general de la República, Gladys Bejerano Portela, dio a conocer los principales elementos de la evaluación de cumplimiento de la Política de Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Auditoría, encaminada a fortalecer el trabajo preventivo y a contribuir al enfrentamiento de indisciplinas, ilegalidades y a la lucha contra la corrupción administrativa.

En tal sentido, el primer ministro destacó que, en medio de la compleja situación económica que vive el país, es más necesario que nunca mantener “un sistema de control que sea sostenido, que sea efectivo”.

Finalmente, los miembros del Consejo de Ministros aprobaron la intervención escultórica que se llevará a cabo en la Tribuna Antiimperialista José Martí, acción que es competencia de este órgano, al tratarse de un proyecto de elevada importancia patrimonial, en virtud del Decreto Ley 238, Del Desarrollo de la Escultura Monumentaria y Ambiental, de 2015.

(Tomado de Granma) HHC: negritas y colores nuestros.

Comentario HHC: Pues complicado el escenario.

1- Los precios  pues claro que tenían que subir, es la acción de varios factores desde la inflación, por  la falta de producción, la escasez de divisas, pagos de salarios sin respaldo productivo, la incertidumbre, déficit fiscal etc. 

2- Pues como ya es habitual, no hay casi cifras. El Ministro del MEP  plantea que hay un ligero incremento de las exportaciones en relación al año anterior, pero no dice de cuanto, ni habla del plan como se cumplió. Al igual que el plan de la producción agropecuaria, solo se dice, se incumplió, no sabemos si en 1 % o en 50 %, no sé si dan cuentan el grado de incertidumbre que esto genera en la población. Los visitantes Internacionales no se corresponden con lo publicado en la ONEI, lo mismo del informe anterior, el ministro del MEP dice 268 176 y la ONEI 268 201, al parecer la cifra del ministro la da el MINTUR, pero la ONEI tiene la misma fuente del MINTUR y está subordinado al MEP. 

3- Veo tendencia a buscar responsables públicamente a ese nivel, y no resolver los problemas como quitar al que tenga que quitarse, o tomar las medidas correctoras, ya que las consecuencias no son buenas con esta práctica. 

4- Las más  300 empresas con pérdidas es una herencia que le dejo GIl,  pero no explican las causas, no se sabe si hay algún plan de reingeniería, no se sabe si al menos calcularon el punto de equilibrio de cada una, no se sabe si no tienen solución porque es una decisión estatal, etc. Así con lo dicho, pues no hay nada que hacer al  parecer.¿? ¿ Por qué las siguen financiando?

5- El abogado Ministro de Finanzas,  se declaró con lo expresado, incompetente de resolver el problema de las cuentas por cobrar y por pagar, que para ser honestos la mayor parte es una herencia que recibió de la otra abogada Ministra de Finanzas.  Si no se discute a nivel de Ministros , y organismos de la administración del estado este asunto, jamás se resolverá, y ver que se puede "netear" y que no, para empezar.   El déficit fiscal no es el planificado, parece una buena noticia para contener la inflación en parte, no sabemos si esto tiene que ver con los pagos de impuestos anuales, que no se ha informado en qué quedó, además de informar en la prensa de estar atrasado el cumplimiento.

6- Al compañero de Azcuba, yo le pondría el video de todo lo que dijo en la MESA Redonda previo a la zafra.

Como ven la economía del país, no se sabe cómo marcha, no sabemos nada de la producción de alimentos, no hay información si la economía creció o no en los dos primeros meses del año, al menos en estimados (bueno no se sabe aún como cerró 2023). La inflación la tienen con el IPC , pero no lo informa, no dicen como marcha la bancarización, el dinero circulante en manos de la población, etc. Las inversiones, las importaciones, como marchan, la deuda externa, las reservas internacionales, etc etc .