Al cierre del día de ayer, 16 de abril, se encuentran ingresados en hospitales para vigilancia clínico epidemiológica 2 mil 734 pacientes. Otras 7 mil 373 personas se vigilan en sus hogares, desde la Atención Primaria de Salud.
Para COVID-19 se estudiaron mil 480 casos, resultando positivas 61 muestras. El país acumula 23 mil 317 muestras realizadas y 923 positivas (3.9%). Por tanto, al cierre del día de ayer se confirman 61 nuevos casos, para un acumulado de 923 en el país.
Los 61 nuevos casos confirmados fueron cubanos. De ellos, 57 fueron contactos de casos confirmados o sospechosos y se investiga la fuente de infección de 4.
De los 61 casos diagnosticados, 36 pertenecen al género femenino (59%) y 25 al masculino (41%). El 67.2% (41) de los casos positivos fueron asintomáticos, los grupos de edades más afectados son: los mayores de 60 años con 24 casos (40%), seguido de los menores de 40 con 20 casos (33,3%). (MINSAP)
Cuba alcanza 61 casos en un día y repite su cota mas alta, lo interesante es que la mayoría son asintomáticos, eso si es un "enemigo invisible" ¿ cuantos mas habrán y están infectando? , por ello hay que seguir haciendo pruebas de detección y quedarse en casa, empieza hacer la única "medicina" factible.
Las provincias de mayor de población, La Habana, Holguin y Santiago de Cuba no están en los primeros lugares en este indice relativo ( gráfico # 6) y de hecho la capital descendió un lugar, al cuarto.
El mundo llegó a 2 240 768 de personas con Covid19 y lamentablemente 153 871 muertos, los EEUU tienen el 31.25 % y el 23.9 % de esas cifras, " liderando" ambos y sigue siendo el centro mundial de la pandemia como pais. El resto de los lugares están algo distantes, como se observa a continuación.
Notar que los EEUU , Alemania y Cuba en el primer mes de impacto del coronavirus tenia una tasa de fallecidos por confirmados de menos de 3.00 y hoy USA tiene 5.26, este indicador y su evolución demuestra un problema de eficacia en la atención de los enfermos por el sistema de salud.
Cuba y Alemania han igualmente incrementado su tasa de fallecido , pero en menos proporción.
España e Italia siguen liderando la tasa de confirmados y de fallecidos respectivamente.
El salto de fallecidos en China en un día, se debe a un ajuste de cifras.
Observemos en los siguiente gráficos que España y Francia están al alza en confirmados. Y los Estados Unidos al alza e Italia va descendiendo.
Estamos en la etapa donde el Presidente Trump busca "culpables" a su irresponsabilidad ya sea China, OMS, entre los principales, o cualquier otro menos él, y regala dinero 1 200 usd por ciudadano con su nombre en el cheque ¿?, todos sus actos con fines electoreros que es lo que le importa, pero ese dinero se acaba pronto y ante los mas de 22 millones desempleos generados, aunque quiere abrir el pais otra vez, el daño esta hecho.
Mientras Pompeo afirmo que las medidas de bloqueo en tiempo de Coronavirus a Cuba, Venezuela, etc continuan ¿ Que podríamos esperar de ese gobierno?
Hace muchos años que se pronostica el ocaso inevitable de la supremacía norteamericana. Pero ¿cómo probarlo? Muchos argumentos parecían nacidos más de una expresión de deseos que de una posibilidad real. Hoy, ya no hay dudas. Estrategas como Henry Kissinger, político clave en la construcción del imperio y experto como pocos en los laberintos del poder, reconocen el irremediable fin de la hegemonía estadounidense.
Las postales dramáticas que el Covid-19 está sembrando en distintas partes del territorio norteamericano confirman esa hipótesis. Y no por las altísimas cifras de muertos, ni por la imperdonable falta de insumos básicos en un país de semejante riqueza, ni por la deficiencia y crueldad de su sistema de salud pública. Estas no son más que consecuencias del capitalismo salvaje que tienen muy sin cuidado al establishment mundial, partidario, como se sabe, del darwinismo social y la sobrevivencia de los ricos.
En su último artículo “La pandemia del coronavirus va a alterar para siempre el orden mundial”, publicado el pasado 3 de abril en el diario The Wall Street Journal, (ver aquí)Kissinger expresa abiertamente sus dos grandes temores. Después del Covid-19 ¿se podrán “salvaguardar los principios del orden mundial liberal”? “Un país dividido como Estados Unidos ¿será capaz de liderar la transición al orden posterior al coronavirus?”
No por casualidad, el texto comienza añorando aquel “lejano tiempo” del Plan Marshall y el Proyecto Manhattan los programas que, justamente, permitieron a EEUU catapultarse como potencia mundial en la segunda mitad del siglo XX. El primero de auxilio para el crecimiento de Europa Occidental y el segundo para el desarrollo de la bomba atómica.
El contraste con la actualidad se hace patente. A diferencia de entonces hoy EEUU no puede ofrecer, al resto del planeta, ningún ideal civilizatorio salvo la depredación financiera y medioambiental. En plena crisis de coronavirus, carece de líderes capaces de hacer buenos diagnósticos y, por lo tanto, de una voz autorizada que proponga una salida colectiva. Lo que percibe Kissinger es la pérdida, incluso, de esa fuerza simbólica, propia de los liderazgos, que durante décadas hizo creer al mundo que los norteamericanos eran los únicos capaces de resolver el caos.
Ahora, países demonizados (y rivales) como Rusia y China tiene que asistir a EEUU y ¡¡el presidente Donald Trump en persona –no por twitter- tuvo que salir a agradecerlo!!
Kissinger, cómplice de tantos genocidios, apunta al corazón del dilema. El imperio se edificó en “la creencia de que sus instituciones pueden prever calamidades, detener su impacto y restaurar la estabilidad. Cuando termine la pandemia de Covid-19, se percibirá que las instituciones de muchos países han fallado”, escribió. “La prueba final será si se mantiene la confianza pública en la capacidad de los estadounidenses para gobernarse a sí mismos.”
Sin ser explícito, el estratega de 96 años, admite el fin de la supremacía y baraja, como mal menor, un co-gobierno mundial donde EEUU mantenga alguna voz. La “agitación política y económica que ha desatado el virus podría durar generaciones y ni siquiera EEUU puede hacerlo solo. Debe combinarse una visión y un programa de colaboración global”, arriesga. Entretanto existe un enorme peligro.
El intento de ocultar el derrumbe imperial –como parece estar haciéndolo el presidente Donald Trump en estos días- puede adoptar formas criminales. En medio de una catástrofe pandémica sin precedentes, el Pentágono anunció el lanzamiento de una peligrosa operación militar contra Venezuela, que se suma al severo bloqueo que ya sufre ese país por parte de EEUU y sus aliados.
Si el invento de proclamar a Juan Guaidó como presidente trucho fue acompañado por 50 de los 200 países que hay en el mundo, esta aventura, según cifras de EEUU, cuenta con el aval de apenas 20 naciones. Un acto de bravuconería que no hace más que confirmar el ocaso del liderazgo norteamericano y que fue duramente criticada por Rusia el pasado 9 de abril. “Después de estudiar el contenido de la iniciativa de Washington –dice el comunicado de la cancillería rusa- creemos que no merece una respuesta seria”.
El texto de Kissinger es un llamado desesperado a los dueños del mundo por temor a que algo se vaya de las manos. Nos toca al resto, a los países poderosos y no tanto, ser campo de contención al pánico del establishment global. Es hora de defender, hasta las últimas consecuencias, los principios de paz, humanismo y no injerencia. Es la hora de la cordura.
En el encuentro se pasó revista al Plan para la prevención y control del nuevo coronavirus e igualmente fueron evaluadas las afectaciones al desempeño de la economía nacional generadas por la pandemia de la COVID-19 y las medidas para mitigar sus efectos en la población cubana
En horas de la mañana de este viernes, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, presidió una reunión de análisis sobre la situación en el país, donde se pasó revista al Plan para la prevención y control del nuevo coronavirus.
Igualmente fueron evaluadas las afectaciones al desempeño de la economía nacional generadas por la pandemia de la COVID-19 y las medidas para mitigar sus efectos en la población cubana.
Participaron además el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el Segundo Secretario del Partido, José Ramón Machado Ventura, otros miembros del Buró Político y altos dirigentes del Estado y el Gobierno.
Las medidas y reajustes de coherencia socioeconómica para la construcción progresiva de una economía social solidaria requieren de nuevos métodos participativos y ciudadanos.
La necesidad de proceder a “liberar las fuerzas productivas” en el país es tratada de diversas formas, tanto por economistas, profesionales de las ciencias sociales y otros emprendedores no estatales –cuentapropistas (TCP) y cooperativistas–, como ha sido de reciente explicitación por el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, y otros funcionarios del Partido y el Estado. Cada uno desde ángulos y matices diferentes y énfasis propios.
Así, por ejemplo, en el reclamo de algunos TCP esto se ha planteado junto a la disposición a comprometerse con un ejercicio de responsabilidad social que contribuya al desarrollo socioeconómico de sus entornos cercanos; muchos han reclamado con fuerza el levantamiento de restricciones, tales como: importaciones y exportaciones libres, mercados mayoristas, personalidad jurídica, cuantía de impuestos, inversión de cubanos (nacionales y del exterior) y limitaciones de ejercicio a diversas actividades, entre otras.
Multidimensionalidad del tema
Una primera consideración en el enfoque de la cuestión es que todo en la sociedad está vinculado, de una u otra forma. Así, la liberación de las fuerzas productivas es un fenómeno entramado en las relaciones económicas, sociales, políticas, culturales, jurídicas y otras, de manera que no puede tratarse independientemente del conjunto de los fenómenos de la vida social.
Hay que recordar que, a principios de la pasada década de los noventa, la distorsión de ingresos salariales estatales en relación con el costo de la vida –provocada por diferentes factores externos e internos– se permeó con posteriores medidas en diversos campos, desde el económico –con nuevas formas de gestión no estatal, incremento de inversión extranjera, legalización de remesas y empleo de doble moneda–, hasta la creciente flexibilización de contratación internacional en los campos de la cultura, la salud, el deporte y otros.
Todo ello incorporó al país la realidad internacional en términos de variabilidad de ingresos en diferentes segmentos de la población, situación con la que no queda otra opción que convivir, aún con la existencia de regulaciones estatales posibles.
Esto plantea, en las presentes condiciones, una problemática sobre cómo mantener nociones de equidad y oportunidades sociales, ya delineadas de manera general en los documentos programáticos recientes, incluida la nueva Constitución de la República.
En un modelo socialista es evidente la problemática de cómo transformar las formas de gestión estatal de formas autoritarias-centralizadas a formas de gestión multiactoral, a través de concertaciones participativas múltiples. Vea también Alternativas para un nuevo modelo empresarial cubano.
Lo que sí queda claro, más allá del análisis específico de posibilidades y tendencias, es que se afirma un modelo socialista no privatizador, en una vía no capitalista. En estas circunstancias, ¿hasta dónde podría llegar la complementariedad de formas económicas y cómo transformar las formas de gestión estatal de formas autoritarias-centralizadas a formas de gestión multiactoral –incluyentes de las nuevas formas de gestión no estatal–, a través de concertaciones participativas múltiples?
Marx aclaró que, cuando se trata de relaciones de producción (y de trabajo), siempre se trata de relaciones sociales…por tanto, también políticas, económicas, jurídicas y otras que, por oposición a la economía “clásica” y al liberalismo económico, expresan relaciones contradictorias entre capital y trabajo. Entendido el capital como poder económico en el capitalismo, que adquiere un carácter hegemónico y puede metamorfosearse desde otros poderes, como el Estado.
De manera que la alusión a la “liberación de las fuerzas productivas” nos lleva, forzosamente, al carácter de las relaciones sociales de trabajo existentes, con las consiguientes formas de enajenación del trabajo (por cierto, no solo económicas).
En el entorno de una sociedad socialista de predominio estatal, como la cubana, el análisis sería muy variado respecto al de cualquier sociedad capitalista.
¿Qué ocurre en nuestro caso? Tendríamos que partir del estado actual de esas relaciones sociales de producción en las distintas formas de propiedad existentes.
Por otro lado, está la problemática planteada, sobre todo a las nuevas formas de gestión no estatal –pero que también afecta a la empresa estatal– de la reproducción ampliada.
Este es otro punto a debate sobre la “liberación de las fuerzas productivas”: el asunto es cómo y para qué.
Formas socioeconómicas existentes
Sin pretender ser exhaustivos en el tema, se podría decir que se manifiestan contradicciones y limitaciones actuales en las distintas formas de propiedad y gestión y sus relaciones recíprocas, lo que requiere un acercamiento a sus peculiaridades actuales, dado que las soluciones posibles tendrían que ser diferenciadas en cada caso.
De acuerdo con las medidas económicas de los últimos tiempos, se prevé el mantenimiento y eventual crecimiento de las formas de gestión no estatal, un incremento de empresas de subordinación local, inversión extranjera en forma de propiedad-gestión estatal-privada y aumento creciente de autonomía de la gestión empresarial estatal, lo que presenta un cuadro más promisorio que el existente con vistas al desarrollo socioeconómico del país.
Sin embargo, queda pendiente continuar avanzando en profundización y amplitud de otras medidas potenciales de carácter social y organizativo-económico en la articulación social de las empresas, hacia su interior y en el ámbito de relaciones con las comunidades y municipios.
Empresa estatal socialista: desde la multiplicidad de formas organizativas asumidas en el período revolucionario, se han planteado, más recientemente, otras alternativas en el debate profesional-público: formas de arriendo de empresa estatal a trabajadores (“quinta forma de propiedad”), modos de co-gestión y autogestión obrera, formas corporativas ramales y otras, las que no están aún en el panorama actual de posibilidades perceptibles.
En la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular de 2019, el ministro de economía dio a conocer una serie de 28 medidas iniciales que pretenden propiciar la flexibilización operacional de las empresas estatales, en camino hacia una Ley de Empresas y Sociedades Comerciales, con el fin de reordenar todo el sistema socioeconómico en la diversidad empresarial existente.
Sin embargo, algunos de los problemas persistentes –desde investigaciones sociales de los años ochenta al presente– siguen siendo, entre otros: la desigualdad de ingresos salariales en relación con las formas de gestión no estatal, a pesar de medidas compensatorias implementadas, como pagos por resultados, reforma salarial al sector presupuestado y otras compensaciones; la escasa autonomía empresarial en relación con otras formas de propiedad y gestión, a pesar de sus propias limitaciones actuales; la contradicción entre la propiedad estatal de las empresas y el sentido de pertenencia como propietarios sociales de los trabajadores y ciudadanos en general; la participación de los trabajadores en las decisiones y beneficios empresariales, entre varias cuestiones.
Cooperativismo: la variedad de formas cooperativas existentes en el país ha tenido diversas trayectorias, las cuales han sido estudiadas en sus aciertos y desaciertos por cientistas sociales en muchos acercamientos investigativos.
En ese grupo están las Unidades Básicas de Producción Agropecuaria (UBPC), articuladas simbióticamente con la empresa estatal; las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA), con mayor cercanía a los principios cooperativos internacionales; las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS), que constituyen una suerte de productores agrícolas privados asociados en acciones de servicios, comercialización, etc.; finalmente, la diversidad de Cooperativas No Agropecuarias (CNA) que abarcan varios sectores de la economía urbana, aún insuficientes y restringidas.
Mientras las formas de cooperativas agrícolas están asociadas a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, que incluye a campesinos privados, las cooperativas no agropecuarias –sujetas a una Ley experimental desde hace varios años– carecen aún de formas asociativas, lo que aumenta el hándicap de su gestión social en el marco territorial.
La nueva forma experimental de cooperativas no agropecuarias ha evidenciado un conjunto de dificultades (desequilibrios en la cuantía de los anticipos de directivas y miembros, falta de insumos, deficientes encadenamientos productivos y organizativos, poca autonomía de gestión, trasplante de formas directivas de la empresa estatal de la cual una parte importante procede, etc.), todo lo cual ha requerido de ajustes jurídicos –algunos apropiados y otros polémicos– y ha prolongado su carácter experimental, junto al cierre de nuevas adscripciones.
No obstante, en todas las formas cooperativas se han identificado un conjunto de limitaciones. En realidad, no ha cuajado una verdadera cultura cooperativa.
Sin embargo, como nos referiremos más abajo, los principios-valores del cooperativismo podrían ser una plataforma flexible para la fundación de un entramado empresarial de economía social solidaria, que incluya las diferentes formas de gestión y propiedad con relaciones más humanizadoras.
Cuentapropismo (TCP): la ampliación del cuentapropismo abrió un mayor espacio a la satisfacción de bienes de consumo, mejores y variadas ofertas de productos, mayor beneficio de ingresos a segmentos de la población, impulso a la iniciativa creadora en ciertos casos, entre otros aspectos.
No puede reducirse la clasificación de cuentapropismo a una sola forma de gestión-propiedad homogénea. Por ejemplo:
cuentapropistas individuales o familiares, de supervivencia o mantenimiento restringido.
prestadores de servicios agrupados en locales arrendados. Estos funcionan casi como una cooperativa, en tanto deben cubrir de conjunto los gastos de local, mantenimiento y otros.
importadores de bienes menores, que son distribuidos mediante venta a la población y otros actores económicos.
micro, pequeñas y medianas empresas (MiPeyMEs) –también de una amplitud diferenciada–, con niveles de ingresos de moderados a altos, que emplean fuerza de trabajo en cierta cantidad. Las de mayor rango y bien situadas poseen elevados niveles de ingreso.
Vale la pena destacar que una cantidad de cuentapropistas (al igual que algunas CNA) realizan funciones de responsabilidad social empresarial, que apoyan a sectores o personas vulnerables de la comunidad o aportan otros beneficios a sus empleados y pobladores. Hay casos emblemáticos, conocidos en varias zonas del país.
También vale la pena destacar que, como norma, tanto el TCP como las formas cooperativas brindan a sus empleados fuentes de ingreso superior (o muy superior) a las formas empresariales estatales. No obstante, ello a veces a costa de precios elevados de sus productos y servicios o de superexplotación del trabajo, más allá de los límites legales.
Por otro lado, las formas asociativas (sindicales), ideadas oficialmente para defensa de derechos y otras opciones de justicia laboral, se limitan a una doble contradicción:
participan titulares (dueños) y empleados en el mismo sindicato.
este sindicato es el mismo al que pertenecen trabajadores estatales.
Luces y sombras en las relaciones de trabajo actuales
Las diversas formas socioeconómicas empresariales del país manifiestan grados diversos de limitaciones y distorsiones de relaciones de trabajo humanizadoras.
La empresa estatal parece ir avanzando, con las medidas recientes y otras en elaboración, hacia fórmulas de mayor equidad y sentido de pertenencia.
Igualmente, una idea expresada recientemente por el Ministro de Economía versa sobre la necesidad de acercar los ingresos de los trabajadores entre las diversas formas de propiedad y gestión, para evitar las fugas de fuerza de trabajo calificada del sector estatal, lo que disminuiría la actual brecha existente.
No obstante, en el campo de las relaciones de trabajo se podría avanzar hacia formas de organización social, a través de vías de participación de los trabajadores en la toma de decisiones (micro y macrosocial).
La situación es diversa y contradictoria en otras formas socioeconómicas de gestión y propiedad, pongamos por caso: disfunciones en cooperativas, empleo masivo de fuerza de trabajo asalariada, sobre-explotación del trabajo en algunas micro, pequeñas y medianas empresas –MiPeyMEs– (actualmente cuentapropistas) privadas, concepción de una distribución no equitativa de la plusvalía obtenida y de decisiones colegiadas con los trabajadores, en algunas de sus variantes.
Enajenación del trabajo, cotas de enriquecimiento vs equidad social: de manera que los desafíos actuales de nuestra sociedad, desde las concepciones económicas y socio-políticas del trabajo y la propiedad, deberían tomar en cuenta, de manera progresiva, alternativas diferenciadas para lograr que la sociedad en su conjunto avanzara hacia formas más desenajenantes del trabajo, como actividad fundamental de la vida del ciudadano libre y armónico, como ideal histórico del socialismo.
Recientemente, sobre todo, se ha hecho un gran llamado y tomado acciones sobre el tema clave de los encadenamientos productivos –y su implicación en los desarrollos locales y nacionales–, que puede ser una medida de avance.
No obstante, quedan muchos pendientes para lograr una sinergia apropiada, en lo social y en lo económico, en la intención de una economía social multivariada, solidaria y participativa.
Teniendo en cuenta que se está produciendo, quizás tendencialmente, una mayor comprensión oficial y pública hacia los fines de las relaciones propiedad-trabajo en el socialismo en construcción en el país, por vía no capitalista, y se están avanzando medidas interesantes –aunque quedan muchas lagunas importantes a considerar–, adelantamos ciertas ideas –algunas de las cuales hemos abordado en trabajos anteriores, de manera parcial–, que pudieran contribuir a esa construcción progresiva de una economía social solidaria.
Principios de cultura solidaria cooperativa para una economía social más integrada e incluyente
Aun en los contextos actuales multiactorales y diversos, pueden operar principios no alienantes, solidarios, de cooperación social, autogestión y co-gestión de los trabajadores, que han fertilizado autores de corrientes socio-críticas y de economía solidaria.
Esta propuesta tiene un carácter integrador, solidario, que presupone un cambio político y económico sustentado en los principios-valores solidarios (enunciados inicialmente por la Alianza Cooperativa Internacional, a fines de los ochenta), tales como: autonomía, democracia en toma de decisiones, cooperación, ayuda mutua, reciprocidad, equidad en distribución de ingresos, responsabilidad participativa y cuidado del medio ambiente.
Atendiendo a esos criterios y con la perspectiva de su ampliación constructiva hacia otros sectores de la economía, cada vez más presentes en nuestro país, se podría reformular el empleo del término economía social solidaria, de manera que sus principios puedan ser aplicados en los diversos sectores y formas de propiedad y gestión de la economía, de manera diferencial y flexible.
Esta flexibilidad podría referirse, entre otras modalidades que pueden brindar especialistas en estos temas, por ejemplo, a:
diversas escalas redistributivas de plusvalía entre los trabajadores, con margen de recuperación gradual de la inversión inicial de los dueños (en los TCP-MiPeyMEs y empresas estatales).
ampliación de campos de inversión social a todas las formas de propiedad y gestión y a sus encadenamientos productivos.
diferentes modalidades de participación de colectivos de trabajadores en proyecciones y decisiones de las formas de gestión no estatal y empresas estatales.
rediseño de las funciones sindicales como contrapartida constructiva y participativa adecuadas al tipo de propiedad y gestión.
aplicación de escalas impositivas que disminuyan la proporción a cuentapropistas menores y se fijen escalas progresivas según el tamaño y volumen de ingresos (sin dejar de estimular su crecimiento) de MiPeyMEs privadas, cooperativas o fórmulas mixtas estatales-privadas (como es habitual incluso en países desarrollados capitalistas).
ciertos beneficios sociales y fiscales, en correspondencia con el ejercicio de responsabilidad-compromiso social empresarial en todas las formas de propiedad y gestión.
La formación-difusión de los valores socioeconómicos solidarios y las medidas posibles de su apropiación ciudadana requieren del fomento multidimensional y priorizado de una cultura de relaciones humanas de nuevo nivel, tarea desafiante que requiere de un aliento sostenido y profundo.
Las condiciones de pobreza, pero también la ambición individualista, generan miserias humanas de diferentes tipos. Ambas deberían ser contrarrestadas, evitando que la salida de la pobreza genere una conciencia social codiciosa, con un balance apropiado y concertado colectivamente de la distribución de la riqueza, de la prosperidad individual y colectiva.
De igual manera, las medidas y reajustes de coherencia socioeconómica con vistas al ideal de una economía de mayor integración social, requieren de nuevos métodos participativos, deliberativos y dialógicos multiactorales y ciudadanos, enfocados a modo de concertación, que tomen en cuenta los fines generales últimos y los intereses parciales, con opciones de receptividad y construcción conjunta de alternativas constructivas en torno a los ideales socialistas perspectivos. (2020)
La isla caribeña exporta la mayoría de las 10.000 toneladas de miel de abejas ecológica que produce cada año.
La Habana, 17 abr.- Mieles selectas y suplementos nutricionales envasados en estuches de madera reciclada componen la gama de productos de exportación de la alianza estratégica establecida entre la estatal Empresa Apícola Cubana (Apicuba) y la marca infantil Gabi&Sofi, de la cooperativa no agropecuaria Decorarte.
En diferentes formatos que se distinguen por su diseño, etiquetado y embalaje, la gama de productos comprende la miel de abejas polifloral y los suplementos nutricionales Propoforte, Panmiel, Apisamín y Propomiel.
Esta inusual alianza entre el sector estatal y privado, posibilita el encadenamiento productivo para el desarrollo de productos derivados de la miel y abre caminos a su exportación, una de las prioridades de la economía cubana para 2020.
Según Ariel Balmaseda, presidente de Decorarte, la cooperativa tiene como estrategia aliarse con entidades productivas estatales para lograr productos cubanos de alta calidad e incrementar las exportaciones del país.
Hecho en Cuba
En Cuba, más de 1.800 productores primarios producen anualmente unas 10.000 toneladas de miel, en unas 206.000 colmenas.
El país aspira alcanzar la cifra de 15.000 toneladas de este producto natural, para lo cual estudia rigurosamente la flora melífera y desarrolla acciones de reforestación de las diferentes especies, entre ellas piñón, almendro, varía y soplillo.
Para Lázaro Bruno García, director general de Apicuba, las dos partes fueron “súper inteligentes al escogerse los unos a los otros”. “Pueden promoverse mutuamente para buscarle un valor agregado a la miel cubana, un producto de calidad reconocida en el mundo”, valoró.
“La miel es natural, no se le hace ningún proceso industrial, solo lleva un filtrado y un colado. Lo que identifica la verdadera calidad es que en Cuba no se utilizan químicos ni
Antibióticos, lo que da el sabor de la miel, tras un proceso avalado por un riguroso control, como lo exige el mercado hacia donde se exporta, fundamentalmente, la Unión Europea”, dijo García.
A su juicio, la alianza entre Gabi&Sofi puede constituir un éxito para la economía cubana.
La marca Gaby y Sofi surgió como un producto local para la comunidad de Varadero, el mayor polo de playa del país, a partir de las necesidades de juguetes y productos infantiles detectadas por fundadores de la cooperativa. Su actividad se ha extendido hasta lograr alianzas con entidades estatales, entre ellas, Suchel Camacho S.A., Mediatex y ahora, Apicuba.
“Somos los más bendecidos en esta alianza, nos permite nutrirnos de la experiencia de Apicuba en el mercado nacional e internacional y va a trazar pautas en nuestra vida como cooperativa y como marca infantil”, consideró Balmaseda.
La tercera pata
La alianza entre Apicuba y Gaby&Sofi tiene un tercer componente que propiciará hacer realidad las aspiraciones de impactar en el mercado internacional.
La empresa alemana Profümed, se sumaría a la alianza para abrirle caminos al mundo, mediante la adquisición y distribución en el mercado alemán y europeo de los productos que se deriven de esta unión, según sostuvo Marco Heinrich, representante de la entidad de Alemania.
Según declaró, representa un alto honor poder ser la vía para abrir nuevas posibilidades de exportación no solo hacia Europa, sino también a países del Medio Oriente.
“Le veo un perspectiva grandísima… fue un sueño mío de tener alianza con dos empresas con tan buena calidad como Apicuba, con la miel cubana, y Decorarte, con los juguetes didácticos infantiles, un marca nueva 100 por ciento cubana”, dijo.
Buen momento
La alianza se propone promover las exportaciones de la miel y varios derivados con probadas propiedades, tanto ante las enfermedades respiratorias, el crecimiento y la salud de las niñas y los niños y los problemas de la piel.
De acuerdo con Carlos Pérez, director de investigaciones del Centro de Investigaciones Apícolas, los derivados que hoy produce Apicuba, entre ellos, Apiasmín (miel, polen y propóleos), Propomiel (miel y propóleos), Propoalomiel (miel, propóleos y aceites esenciales), son estimulantes del sistema inmunológico y previene enfermedades respiratorias.
Una de las ventajas para la comercialización es la realización de numerosos análisis para detectar la presencia de antibióticos, una parte de los cuales los hace el instituto de investigaciones, y la otra, en laboratorios de Alemania, dijo Pérez. (2020)
Cienfuegos, 17 abr (ACN) Dos de los cuatro centrales que acometen la actual zafra en la provincia de Cienfuegos completaron sus planes de producción de azúcar y continúan la molienda para aportar a la meta general de este territorio.
María Nerelis Quintana Brunet, directora de informática, comunicación y análisis en la Empresa Azucarera Cienfuegos, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que los ingenios 14 de Julio, del municipio de Rodas, y el Antonio Sánchez, de Aguada de Pasajeros, ya completaron sus metas y su apoyo es decisivo para el completamiento de la provincia.
También están inmersos en la molienda el central Ciudad Caracas, del municipio Santa Isabel de las Lajas, con posibilidades de cumplir, mientras el Cinco de Septiembre, de Rodas, no debe llegar a su compromiso, indicó la especialista.
Aseguró que el territorio molerá lo que resta de abril y hasta principio de mayo, no solo para redondear la cifra empeñada, sino para aportar dos mil toneladas de azúcar al plan nacional de la presente zafra.
Cienfuegos se mantiene como una de las provincias integrales a nivel nacional por el comportamiento de los indicadores de eficiencia desde el rendimiento, el recobrado, así como el autoabastecimiento energético, afirmó Quintana Brunet.