Según los datos más recientes de la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei), de los 395 millones de unidades de esos tabacos producidos en 2023, se destinaron al consumo nacional 55, 9 % del total.
Una torcedora selecciona hojas secas de tabaco para la elaboración de los cigarros puros, conocidos internacionalmente como habanos, al ser elaborados en Cuba. Uno de los mayores problemas de la industria tabacalera del país consiste en el envejecimiento de la fuerza laboral.
Foto: Jorge Luis Baños / IPS Cuba
La Habana, 13 mar.- Cuba logra un pico histórico de las ventas de tabaco de alta gama, en el mercado internacional, mientras otros renglones exportables quedan rezagados y la demanda de cigarrillos en la isla no consigue cubrirse con la producción nacional, como usualmente ocurría.
“El tabaco (como se llama localmente al cigarro puro) es una tradición del cubano. Muchos lo fuman. Yo también lo fumo, sobre todo el barato que venden en las bodegas (mercado de productos racionados), que ahora está perdido desde hace meses”, dijo a IPS Rogelio González, un jubilado de 71 años residente en La Habana.
De las hojas de tabaco cosechadas en esta nación insular caribeña, solo las hojas de máxima calidad se tuercen a mano y exportan a través de la corporación mixta Habanos SA, que tiene la exclusividad de las ventas de producto insular a nivel mundial, y cuyas acciones están repartida en partes iguales entre la estatal Cubatabaco y la ibero-británica Altadis.
Según los datos más recientes de la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei), de los 395 millones de unidades de esos tabacos producidos en 2023, se destinaron al consumo nacional 55, 9 % del total.
Con 27 marcas y presencia en más de 130 territorios, Habanos SA registró en 2024 ingresos por ventas de 827 millones de dólares, 16 % más que en 2023, después de mantenerse los últimos años como uno de los 10 rubros de exportación más importantes del país.
El tabaco (cigarro puro) es una tradición del cubano. Muchos lo fuman. Yo también lo fumo, sobre todo el barato que venden en las bodegas (mercado de productos racionados), que ahora está perdido desde hace meses”.
Rogelio González
La creciente demanda en Asia consolidó ese pico histórico de la venta de habanos, como se denominan mundialmente los puros elaborados en Cuba, aunque sigue siendo Europa el principal mercado de los llamados puros, con 54 % del total de las ventas, seguido de la región de Asia Pacífico (24 %), América (12%) y África y Medio Oriente, con 10 %.
Esa ganancia se divide entre la contraparte extranjera y la estatal, perteneciente al Grupo Empresarial de Tabaco de Cuba (Tabacuba), constituido en el año 2000, que dirige integralmente la actividad tabacalera en todas las fases de su cadena productiva, desde la agricultura hasta la comercialización.
Aun así, representa una de las principales fuentes de recaudación de divisas en la isla, al tratarse de los pocos bienes exportables que conservan su rentabilidad, más cuando, en 2024, no se alcanzaron las expectativas en la exportación de productos.
Por ejemplo, no se vendió nada de azúcar, un producto tradicional que anteriormente se consideraba el motor de la economía cubana.
De acuerdo a un informe elaborado por el Centro de Estudios de la Economía Cubana, la exportación de bienes en 2024 quedó 7, 5 % por debajo del objetivo anual, aunque aún no se han dado a conocer los montos totales del sector.
Mientras, las exportaciones de servicios (significativamente superiores), superaron en 1, 5 % lo previsto, debido al sobrecumplimiento, en 16 %, de la prestación de servicios médicos en otros países; el turismo, en cambio, sufrió una contracción respecto a 2023.
Para 2025, el gobierno cubano se propuso incrementar sus ingresos por exportaciones de bienes en 30 %, mediante un plan de inversiones en sectores estratégicos y con medidas que flexibilicen la obtención de divisas en la agricultura, y diversos renglones exportables o que sustituyan importaciones.
“Las únicas industrias que están funcionando son el turismo y el tabaco. El resto colapsó”, dijo a IPS una fuente anónima de Tabacuba.
Alegó, además, que el incremento en las ventas de tabaco no está respaldado por mayores volúmenes productivos, sino por una mera subida de los precios.
Mayor venta, no producción
Según la Onei, Cuba ingresó, en 2023, 287 millones de dólares por la exportación de productos de tabaco, más que los 230 millones de 2022 e, incluso, que los 267 millones de 2019, antes de la pandemia de la covid y la agudización de la crisis económica que afronta el país.
Sin embargo, del tabaco torcido a mano o de forma mecanizada, se exportaron 891 toneladas en 2023, –y recaudó 274,8 millones de dólares–, mientras que en 2019, al exportar 1631 toneladas, casi el doble, apenas se recaudaron 258, 7 millones de dólares.
La explicación recae, efectivamente, en una subida de los precios del puro cubano, que al existir gran demanda en los países destino, no afectó negativamente las ventas.
Aún persisten obstáculos para la producción de tabaco, sobre todo en la fase agrícola, como los atrasos en la contratación de insumos de importación, o el déficit de algunas materias primas como las “capas”, la hoja del tabaco que funciona como la cubierta exterior del puro, y cuyas hojas son las más complejas y caras de cultivar.
Además, eventos climatológicos, como lluvias intensas o huracanes (el Ian, por ejemplo asoló el cultivo en 2022, en el occidente cubano, donde se siembra la mayoría del tabaco de exportación), provocaron paralizaciones productivas que no pudieron recuperarse.
Otro problema fundamental recae en el envejecimiento de la fuerza laboral: pese a que los agricultores y trabajadores de la industria tabacalera ganan mejor salario que los de otros sectores, no se logran renovar las plantillas con jóvenes.
De acuerdo a la Onei, al cierre de 2023 se cosechó una superficie de 13 670 hectáreas dedicadas a la hoja del tabaco, cifra inferior a las 15 869 hectáreas de 2019.
La eficiencia, por su parte, no mejoró; al contrario, ha ido disminuyendo año tras año, pues si en 2019 se obtenían 1,80 toneladas de tabaco por hectárea, en 2022 el índice era de 1,57 y, en 2023, de 0,90.
La crisis agrícola es transversal para cualquier cultivo. El ministro de Agricultura, Ydael Pérez, reconoció en 2024 que, en la siembra, se estaba trabajando con menos de 10 % del combustible necesario.
Desde hace más de cinco años, no se importan fertilizantes, salvo para la producción de tabaco y patatas; el déficit energético que sufre la isla, también ha causado graves estragos, precisó.
Escasez de cigarrillos
“Ya ni se puede uno fumarme un cigarro (el nombre local del cigarrillo) en este país, algo que estaba antes a la ‘patá’ (que era fácil de obtener)”, dijo a IPS Adrián Pérez, el camarero de un restaurante privado en La Habana.
Durante 2024, la producción de cigarrillos en Cuba sufrió una caída que repercutió en la escasez de este producto en los puntos de venta y en la quintuplicación de su precio en el mercado informal.
El costo de una cajetilla ha oscilado en el último mes entre 450 pesos y unos 1000 pesos, (de unos 4 a 8 dólares según la tasa de cambio oficial de 120 pesos por un dólar); el salario medio en Cuba equivale a 38, 7 dólares.
El director de Industria de Tabacuba, José Bárzaga, declaró en enero que, en 2024, de un plan inicial de producir 830 millones de cajetillas, solo se alcanzó 74 %, cuyo destino es principalmente el mercado nacional.
Según la última Encuesta Nacional de Salud, realizada en 2020, unos dos millones de personas, mayores de 15 años, fuma, de una población total de 10 millones.