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sábado, 8 de julio de 2023

La producción de alimentos en Cuba debe partir de la ciencia y el autoabastecimiento. Comentario HHC

 POR SAIMI REYES CARMONA 

04 JULIO 2020



La Habana, 4 jul (ACN) La producción de alimentos se ha perfilado como un objetivo estratégico de Cuba en el momento actual, en que la pandemia del Sars-CoV-2 obligó a cerrar las fronteras y el comercio se paralizó, sumado al incremento de las medidas del bloqueo que los Estados Unidos mantiene contra la nación caribeña.

En los últimos meses ha aumentado el interés en este aspecto, pues el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez ha dicho que la producción de alimentos es uno de los temas que debemos abordar con carácter holístico e integral, al ser este un problema de soberanía nacional y que abarca muchos elementos.

Al respecto, en videoconferencia efectuada el día 2 de junio, enfatizó en que la importación de alimentos que podrían producirse de manera local cuesta millones de pesos en divisas a la economía y frena el desarrollo del país.

El mandatario ha sido partidario, además, de potenciar el uso de la ciencia en este aspecto, de manera que se ha reunido recientemente con académicos de instituciones cubanas destinadas a la investigación agropecuaria, un asunto prioritario también en la cotidianidad de la mayor de las Antillas.

Hasta el momento, el país ha logrado grandes avances en la soberanía alimentaria, de manera que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha reconocido la voluntad del gobierno por conseguirla, sin embargo, llevar a grandes escalas los resultados de los centros de investigación se dificulta, a pesar de las buenas ideas y proyectos.

Uno de los centros de Cuba que trabaja ahora por mejorar la producción de alimentos es el Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (Censa), entidad de ciencia, tecnología e innovación, perteneciente al Ministerio de Educación Superior (MES).

Nivian Montes de Oca Martínez, directora general de la institución, explicó a la Agencia Cubana de Noticias que todas las producciones de la institución son a escala piloto, aunque se ha logrado la transferencia de algunas tecnologías (internas y externas), no se ha podido hacer con la totalidad de ellas debido a la falta de recursos.

Esa unidad investigativa ha desarrollado más de una veintena de producciones con un impacto probado en el incremento del rendimiento de cultivos, las atenciones culturales y la sustitución de importaciones.

También los grupos de trabajo intercambian, como es el caso del Instituto de Ciencia Animal (ICA) y el grupo empresarial azucarero Azcuba, que trabajan desde hace unos meses en la elaboración de variantes nutritivas obtenidas a partir de los subproductos de la caña que tengan un impacto en la alimentación animal, principalmente de cerdos y vacunos.

Por su parte, la universidad ha dado su aporte desde el punto de vista académico a la tarea, y un ejemplo de ellos es cómo el centro de altos estudios Ignacio Agramonte, de Camagüey, el cual se ha asociado para desarrollar en el Central Siboney investigaciones encaminadas a obtener nuevos productos a partir de la fermentación en estado sólido, y han ido evolucionando la sacarina, un producto obtenido por el ICA, hacia otros con mayor valor agregado.

Además, la Universidad agramontina se ha volcado en los sistemas de alimentación en el cultivo intensivo de camarones con aplicación a escala industrial, lo cual permite la reducción de los niveles de amonio en los tanques de cría intensiva.

Como la carencia de fertilizantes fue una de las principales causas de la afectación en los rendimientos de los cultivos agrícolas en Cuba en 2019; ante las dificultades que se presentan para importarlos, el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA) tiene entre sus líneas de investigación el desarrollo de bioproductos y nutrientes para las plantas.

Particular relevancia adquiere también la estrategia que se impulsa desde el Ministerio de la Agricultura que, según explicó su titular, Gustavo Rodríguez Rollero, tiene el propósito de estimular la siembra de cultivos de diferentes ciclos, el autoabastecimiento local, el máximo aprovechamiento de las tierras estatales ociosas en usufructo, el fomento de organopónicos y huertos intensivos, así como el amplio sistema existente en el país de agricultura urbana, suburbana y familiar.

Además, se refirió a que existe la tecnología para lograr buenos resultados y el Instituto de Investigaciones de Viandas Tropicales (INIVIT) ha desarrollado por biotecnología semillas de probada calidad.

Otro camino que resulta relevante ahora mismo encaminados a la producción de alimentos es el autoabastecimiento, y a esto se refirió José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), en su visita del día 29 de junio a Guantánamo.

El dirigente destacó que la condición territorial de los municipios como células básicas del país debe reafirmarse en las garantías que signifiquen los resultados concretos de sus programas de producción de alimentos.

Cada provincia, además, debería ser capaz de altos niveles de producción, pero para ello será necesario debatir con las personas que trabajan directamente en el campo, y mejorar algunos aspectos como la comercialización de los renglones agrícolas, y las demoras en el pago a los productores.

Algunas provincias ya avanzan al respecto, y un ejemplo de ello es la Empresa Azucarera villaclareña, cuyos aportes en materia alimentaria satisfacen no solo la demanda de sus trabajadores y familiares sino también de las comunidades donde se enclava cada unidad.

En Villa Clara, las granjas integrales se afanan en la siembra y cosecha de cultivos varios, además del suministro de proteínas con módulos cunícolas, avícolas, de cerdo y de ganado mayor, este último con entregas de carne directas al balance nacional y de leche para programas sociales, precisó Amado Cordero López, jefe de Atención a Productores en la provincia.

La Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) Enrique Campos Caballero, del municipio cabecera en Guantánamo, se encuentra entre las de mejores resultados en la oriental provincia, por la producción de alrededor de 80 mil quintales anuales de granos, viandas y hortalizas.

Mientras, unas seis mil 500 toneladas de alimentos aportan cada año las 24 minindustrias que funcionan en la provincia de Ciego de Ávila, las cuales se consolidan, por la calidad de sus propuestas, en la preferencia de la población, la rama turística, donde sustituyen importaciones, y en las ventas en fronteras.

Ante el imperativo de lograr soberanía alimentaria, fuerzas movilizadas protagonizan en Isla de la Juventud jornadas productivas en varios frentes, pues los soldados del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT) y los delegados de la Asamblea Municipal del Poder Popular (AMPP) laboran en días alternos en el organopónico más importante de esa localidad.

Por otra parte, dirigentes políticos y administrativos, liderados por las máximas autoridades del territorio, así como estudiantes y jóvenes trabajadores de diferentes sectores de la economía dedican horas voluntarias a cultivar especies de ciclo corto en la Unidad Básica de Producción Cooperativa Camilo Cienfuegos, a reforestar el polo productivo Sabana Grande y a sembrar alimento animal en la Finca de Semilla de la empresa ganadera.

Al concluir el mes de abril, la Empresa de Conservas y Vegetales en la provincia de Camagüey superó los planes en la elaboración de conservas de tomate, salsas y semielaborados, y actualmente dispone de cobertura de materia prima para sostener las demandas de los organismos priorizados prácticamente hasta el inicio de la cosecha de 2021.

Todos estos avances en el país han tenido la supervisión y el acompañamiento de las autoridades, pues recientemente una delegación encabezada por Machado Ventura realizó un recorrido para evaluar el potencial productivo de provincias como Artemisa, La Habana, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey.

El resultado, por el momento, es que la agricultura y las producciones de alimentos en general en Cuba no han llegado a su máxima explotación, así que se le puede pedir más a los científicos, a los agricultores e, incluso, a la población: de ello depende que el país pueda subsistir en la crisis mundial que se avecina. HHC: Negritas nuestras

Tomado de ACN http://www.acn.cu/economia/67085-la-produccion-de-alimentos-en-cuba-debe-partir-de-la-ciencia-y-el-autoabastecimiento

Comentario HHC: Estimado lector si Ud. notó que la fecha dice 4 de julio del 2020 y le pareció que el texto se refería a otro contexto, tiene Ud. razón, pero no me equivoqué, lo posteé para que se vea que el tema de los alimentos se abordó hace tres años.  E incluso pienso que esta reseña es más amplia y objetiva que la que he publicado primero https://cubayeconomia.blogspot.com/2023/07/el-camino-del-conocimiento-via-para-el.html del 7 de julio del 2023. De aquella se debió partir porque hay trabajo realizado en nuestro país, o de otras subsiguientes.

Tenemos un ministro de la agricultura y otro de alimentación ( ¿ deberían estar unidos en un solo ministerio ?),y  no sé si son Dr. Ciencias ya que evidentemente eso ayuda, pero en el mundo y en nuestro país, hay ejemplos exitosos también de dirigentes, que no tienen grados científicos. 

Un buen director de empresa puede y debe asesorarse por los científicos, pero el director debe ser capaz también de buscarlo como necesidad, e incluso puede ser autodidacta y buscar soluciones efectivas a los problemas que presentan y están al alcance de un click. 

Reitero lo dicho hace poco, hay un problema de inversiones en la agricultura (3.3 % del total del país), hay una burocracia con baja productividad en la agricultura, y hay problemas de incentivos a los trabajadores.

Ahora bien, hay otros problemas, porque el sector privado produce la mayor cantidad de alimentos en Cuba, y por ejemplo las plataformas digitales existentes " puestas desde el exterior muchas de ellas" consumen y comercializan para su beneficio parte de las mismas, ¿qué volumen, de lo que producen este sector privado?. La pregunta es ¿ El estado con parte de los 1 800 millones de dólares que importa en alimentos no puede negociar directamente con los productores privados su pago en divisas, créditos etc ? y ¿Comprarles todo lo que producen?. En Noruega cada año hay rondas de negociaciones con los productores privados de alimentos para llegar a un acuerdo de precios y volúmenes , y creditos,  porque además solo pueden producir los alimentos necesarios en seis meses, el resto del año son heladas y no es posible. 

Porque no solo en Cuba, en todo el mundo civilizado es de seguridad nacional la alimentación en primera instancia. ¿Qué hay hambrunas en muchos países? Si la mayoría son capitalistas subdesarrollados y en subdesarrollo, donde el ser humano no es el centro de atención, como si lo es en Cuba.

Además somos marxistas confesos, y recuerdo una vez más las palabras de Engels ante la tumba de Marx en 1883 : Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo"-

 ¿ Qué no entendemos de lo que es prioritario?.

El camino del conocimiento, vía para el desarrollo agrícola en Cuba (+ Video). Comentario HHC

En la ciencia y la innovación se encuentran soluciones a los problemas, «los científicos de la salud encontraron la vacuna cubana contra la COVID-19» –ejemplificó– y hoy hay que volcar todas las capacidades científicas en perfeccionar la actividad agropecuaria


Durante el diálogo el máximo dirigente aseveró que el programa de autoabastecimiento municipal debe ser uno de los objetivos por lograr con la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional. Foto: Estudios Revolución

La Habana.–«A mí una de las experiencias que me ha ido dando la vida en estos años es que la ciencia y la innovación tienen respuesta para todo, y que la perspectiva de desarrollo de nuestro país está en la investigación científica y en la innovación, por lo tanto, sin duda alguna, el camino del conocimiento es nuestro camino para lograr definitivamente la soberanía alimentaria y nutricional que necesita el país. A eso es a lo que los convocamos».

Con este certero llamado el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, concluyó el intercambio que sostuvo con cerca de 180 académicos, especialistas y técnicos vinculados a la actividad agraria y a la académica, provenientes de todos los territorios del país, que se dieron cita durante jueves y viernes en el II Taller de Innovación Agraria.

En el Centro de Convenciones de Cojímar, luego de escuchar la relatoría del evento –que abordó temas relacionados con el desarrollo local, la ganadería, la agricultura urbana, la agroecología, la extensión agraria–; el dignatario reflexionó sobre el potencial que tenemos, «que se expresa en encuentros como este, en la profundidad de las intervenciones, el dominio que hay de las problemáticas, el compromiso que hay en buscar soluciones». Este nivel –confesó– llena de satisfacción, pero a la vez conlleva al cuestionamiento de «por qué no somos capaces de desatar plenamente todas esas potencialidades en resultados».

Precisamente constituyó esta disyuntiva el eje central de la intervención del mandatario, quien consideró que el taller contribuye a la defensa de la ciencia y la innovación como pilar de la gestión de gobierno, sistema que viene aplicándose hace dos años y validado durante el enfrentamiento a la pandemia.

En ese sentido Díaz-Canel reiteró que en la ciencia y la innovación se encuentran soluciones a los problemas, «los científicos de la salud encontraron la vacuna cubana contra la covid-19» –ejemplificó– y hoy hay que volcar todas las capacidades científicas en perfeccionar la actividad agropecuaria, uno de los temas más complejos para Cuba.

Otros aspectos señaló el Jefe de Estado, acompañado desde la presidencia del cónclave por el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe del departamento Agroalimentario, Félix Duarte Ortega, y el vice primer ministro, Jorge Luis Tapia Fonseca; se refirió a la urgente necesidad de extender la agroecología, comentó sobre campesinos que ha visitado en distintas regiones del país, expertos en el uso de bioproductos, que logran cosechas con altos rendimientos y calidad.

«Hay que terminar de desarrollar el sistema de distribución y comercialización de los bioproductos» –dijo– al tiempo que comentó sobre las inversiones que se ejecutan en dos fábricas de bioproductos, una en La Habana y la otra en Villa Clara.

La calidad de las producciones empieza por las semillas –sentenció más adelante el mandatario– en referencia a otro de los desafíos para la ciencia agrícola: el cambio climático, «cada vez hay que buscar semillas que se adapten a nuestras condiciones», además encomendó generalizar el empleo de los servicios agrometeorológicos.

En otro orden de temas, a juicio del Presidente Díaz-Canel hay en la producción de alimentos muchos elementos de la economía circular que se deben aplicar, por ejemplo, en el envasado y en la utilización de los desechos de las cosechas.

Durante el diálogo con los participantes en el Taller de innovación agraria, convocado por la dirección de Ciencia, Técnica, Innovación y Medio Ambiente del Ministerio de la Agricultura, el máximo dirigente partidista aseveró que el programa de autoabastecimiento municipal debe ser uno de los objetivos a lograr con la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional.

En uno de los componentes principales de la actividad científica, la formación doctoral, puso énfasis el dignatario, que a modo de reflexión explicó que la mayoría de los doctores «que tenemos en la actividad de la producción de alimentos están en el sector del conocimiento, no están ni en la administración pública, ni están en las empresas o como actores económicos», entonces si nosotros no tenemos doctores en las empresas de la agricultura, cómo se podrá entender la necesidad de buscar el camino de la ciencia y la innovación, cómo podrá propiciarse el diálogo con los expertos.

Un taller para buscar consensos

En este espacio que el Presidente de la República elogió por la diversidad de participantes, por las múltiples visiones sobre un mismo tema, se escucharon las voces de diferentes representantes de la academia. Los que hicieron uso de la palabra coincidieron en fortalecer la comunicación sobre técnicas agroecológicas, con vistas al aprendizaje, no solo de los productores.

El doctor Gilberto Quevedo Sotolongo, de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, abogó por el cambio de concepto del financiamiento para la actividad científica, no podemos esperar a que sea asignado, hay que gestionarlo, acercarse a los productores, a las empresas, enseñarles resultados, comentó el profesor que acumula más de cuatro décadas de experiencia profesional.

El mayor beneficiario del sistema de innovación tiene que ser el productor, expresó Marcos Edel Martínez Montero, director del Centro de Bioplantas de la Universidad de Ciego de Ávila, quien hizo un llamado a simplificar estructuras, programas, leyes y apostar a la normativa que transversaliza todo: la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional.

Por su parte Aramís Diéguez, profesor del Centro Universitario Municipal (CUM) de Jesús Menéndez, en Las Tunas, ponderó el papel clave de la institución que representa en el asesoramiento a campesinos, a la intendencia y ejemplificó los resultados prácticos de esos vínculos.

Seguidamente, el doctor en Ciencias Jorge Núñez Jover, presidente de la Cátedra de Ciencia, Innovación, Tecnología y Sociedad de la Universidad de La Habana, apoyó la idea anterior y agregó que los CUM actuales son los que tenemos, no los que necesitamos. Las aspiraciones en torno a esta dependencia universitaria, presente en cada municipio, pasa por la composición de las carreras y de los estudiantes, así como la forma de contrataciones.

Los organizadores del evento acordaron volver a encontrarse en marzo de 2024, y diseñar una estrategia de implementación de las innovaciones e investigaciones, que se chequeará periódicamente.

Comentario HHC: Muy bueno que se den estos intercambios. El gran ausente son las inversiones y los incentivos a la agricultura, asi como la baja productividad del sector.

Los cientificos de la salud hicieron las vacunas para combatir la Covid, pero se requierron de inversiones para ello.

Se han importado como promedio anual unos 1 800 millones de dólares en alimentos, no sé en el 2022 a cuanto ascendió, pero lo que si es seguro, es que si parte de ese dinero lo invirtieramos en la producción de alimentos, no habría que esperar  hasta marzo del 2024. Digo más, nuestros centros de investigaciones asociados a la agricultura y a la produccion de alimentos en Cuba, tienen resultados relevantes por aplicar , en sus archivos.