Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

jueves, 1 de junio de 2023

La inflación se agrava en Cuba

El gobierno estudia respuestas para un problema que identifica como el punto más crítico de su economía, pero los pasos llegan con lentitud.


POR SU PROPIO PESO Ariel Terrero 1 junio, 2023



El pobre abastecimiento de los mercados agropecuarios hace de los alimentos uno de los ejes más visibles de la inflación interna.

La inflación se ha convertido en centro de los problemas del cubano común y en el punto más crítico que identifican las autoridades en sus políticas económicas. Lo evidencian el ascenso prolongado de precios en mercados mal abastecidos, mientras los salarios permanecen estáticos, y la lentitud del gobierno para implementar estrategias que ha enunciado públicamente.

El año comenzó con continuidad de la inflación, de acuerdo con las cifras que ofreció en mayo el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, ante la Asamblea Nacional del Poder Popular. De enero a abril la inflación acumulada fue de 11,39 por ciento, mientras el dato interanual (desde abril de 2022) creció un 45,5 por ciento. Otros estudios observan alzas mayores.

Con esta arrancada es lógico que Gil Fernández vaticine que en 2023 la inflación superará el 40 por ciento, prácticamente similar a la registrada en 2022.

De la complejidad del asunto habla la diferencia de enfoques entre los economistas. Coinciden con propuestas, por ejemplo, para reducir con urgencia el déficit fiscal, que en los últimos años ha pasado de dos dígitos en relación con el PIB –en 2020 llegó hasta el 17,7 por ciento, arrastrado por la crisis de la pandemia.

Sin embargo, los economistas no juzgan el problema inflacionario con iguales términos. José Luis Rodríguez lo califica como “uno de los fenómenos de mayor complejidad que puede enfrentar una economía y no existen soluciones sencillas y rápidas para enfrentarla y revertir sus efectos”. Ricardo González, en cambio, tiene en cuenta “la vasta experiencia internacional en el manejo de la inflación” y estima que “se conoce con mucha precisión qué instrumentos permiten dar estabilidad a los precios en una economía”.

Queda por ver cómo el gobierno cubano desenmaraña un conflicto que tiene raíces externas e internas. Las medidas de que ha hablado hasta el momento entran en el escenario con marcada gradualidad, mientras el ambiente económico se enrarece a más velocidad.

Equilibrios macroeconómicos para producir

Por lo pronto, el Ministerio de Economía y Planificación estudia un Programa de Estabilización Macroeconómica que tiene entre sus prioridades la reducción gradual del déficit fiscal. Aunque Gil Fernández admite la necesidad de gastos para proteger a sectores vulnerables de la sociedad, dijo a los diputados que la inyección de dinero en circulación implica “más déficit del presupuesto y, a la larga, más precios”. Viejo enredo de la economía socialista.

Para reducir los sobregastos presupuestarios, este Programa apuntaría a reducir los gastos destinados al subsidio de productos. La medida, que implica pasar a subsidiar personas, parece difícil de implementar en Cuba; ha tenido escaso desarrollo desde que se concibió en 2011, con los Lineamientos de la Política Económica y Social.

La mayoría de los analistas coinciden en que el enfrentamiento de la inflación pasa por otras transformaciones pendientes, a fin de levantar producciones y ofertas en los mercados, en primer lugar, de alimentos. Casi todas las producciones del campo –viandas, hortalizas, huevos, leche, arroz, fríjoles y otras- han disminuido este año, con la carne de cerdo como caso más sensible.

Los datos que ofreció el ministro de Economía a los diputados hablan de una baja desde 200 000 toneladas de carne de cerdo en 2017 hasta 8.100 el año pasado. Apenas el 4 por ciento.

“¿Qué pasó? –se preguntó Gil Fernández ante el Parlamento. “Todas las toneladas de cerdo generadas en el 2017 eran sobre la base de la importación de harina de soya y de maíz. Esos insumos hoy tienen precios altísimos”. ¿Cómo resolverlo? “Se debe estimular la producción en el país de estos alimentos para consumo animal”, dijo el ministro.

Un paso ha sido darle acceso directo al mercado cambiario a empresas importantes, para la adquisición de divisas. De funcionar, el Grupo Porcino, que es una de las beneficiadas, piensa lograr este año 40 000 toneladas de carne y unas 70 000 en 2024.

Sin embargo, como mismo la reanimación productiva favorece el entorno macroeconómico, las producciones necesitan para recuperarse de un reequilibrio del entorno monetario, financiero y fiscal, que le devuelva funcionalidad al peso cubano y poder adquisitivo a los salarios y pensiones. Es un objetivo principal del Programa de Estabilización Macroeconómico. El gobierno lo anunció en la sesión parlamentaria de diciembre pasado, pero son pocos los pasos que ha dado desde entonces.

Punta del iceberg

La combinación de causas externas e internas hace más complicada la inflación. Desde el exterior, a los altos precios del mercado mundial, agravados por la guerra de Ucrania, se suman los efectos del bloqueo económico estadounidense contra los negocios de Cuba con terceros países. En lo interno, los desequilibrios generados por la reforma monetaria y salarial se enredan por la caída acentuada de producciones y servicios clave, como el turismo, y el incremento desmedido de dinero circulante.

La recuperación de la capacidad de compra de la moneda nacional se enlaza con otro objetivo estratégico del Programa de Estabilización Macroeconómica, la desdolarización de la economía cubana.

Para acercarse al reordenamiento del mercado cambiario el gobierno abrió en agosto del año pasado la venta de divisas o moneda libremente convertible (MLC) en efectivo, pero de manera muy limitada. En mayo del presente año amplió esta opción mediante el depósito en tarjetas MLC para la compra en tiendas especializadas. El mercado ilegal sigue dominando la escena con tipos de cambio que superan la tasa de 120 pesos por dólar de las Casas de Cambio Cadeca.

El camino mejor andado por el momento es la diversificación de actores económicos, con la entrada en el juego de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) -7 842 privadas y 105 estatales hasta la fecha- y 65 cooperativas no agropecuarias. Pero permanece pendiente la otra cara de esta moneda, una reforma empresarial que transforme a fondo a las empresas estatales. Esta medida puede destrabarse con la ley de empresas anunciada sin fecha legislativa por el momento.

La inflación quizás sea solo la punta del iceberg de desequilibrios y distorsiones macroeconómicas acumuladas en el modelo económico cubano. La alta complejidad que se deriva por consiguiente para los propósitos del Programa de Estabilización Macroeconómica reclamará mayor audacia social y política en la implementación de medidas. Parece un camino obligado, aunque demore la arrancada.(2023)

The Washington Post: En la próxima pandemia, dejemos que Cuba vacune al mundo

 La historia de cómo Cuba fue bloqueada sistemáticamente en su búsqueda para hacer que sus propias vacunas altamente efectivas estuvieran ampliamente disponibles ofrece lecciones cruciales


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Una enfermera muestra a una niña un vial con la vacuna cubana anticovid Soberana 02, agosto de 2021. (Foto: Tomada de The Washington Post).

¿Cómo puede la humanidad evitar que la próxima pandemia sea tan desastrosa como esta, en la que han muerto hasta 15 millones de personas? La semana pasada, los países de la Organización Mundial de la Salud se reunieron en Ginebra para comenzar a debatir un acuerdo de preparación para una pandemia. Un objetivo principal es desarrollar rápidamente nuevas curas y vacunas, y la capacidad de entregarlas a todos en el planeta.

Si bien nadie sabe aún qué recomendaciones hará la OMS en última instancia, es posible predecir una cosa que no recomendará: aliviar las sanciones de EE.UU. a la industria biotecnológica nacional de Cuba, que tiene los medios para desarrollar vacunas y tratamientos de vanguardia y compartirlos con países para los que es imposible pagar los precios premium de las compañías farmacéuticas del Primer Mundo.

Esto es un error.

Durante la crisis de lacovid-19, Estados Unidos tuvo la posibilidad de compartir su tecnología de vacunas con el mundo, y no hacerlo prolongó la pandemia en el país y en el extranjero.

En junio de 2022 , un alto funcionario de la Administración de Biden admitió que la variante omicron, que ha sido responsable de más de 300 000 muertes en Estados Unidos y más de 1.5 millones en todo el mundo, podría no haber surgido si el mundo hubiera estado lo suficientemente vacunado en 2021.

Lo que es menos conocido es que Cuba tuvo la misma oportunidad de ayudar a vacunar al mundo. La historia de cómo Cuba fue bloqueada sistemáticamente en su búsqueda para hacer que sus propias vacunas altamente efectivas estuvieran ampliamente disponibles ofrece lecciones cruciales.

El capítulo más reciente de esta historia comenzó en el verano de 2021. La variante delta estaba devastando India y abriéndose camino alrededor del mundo. Las nuevas vacunas ofrecieron esperanza, pero los países con menos recursos no pudieron obtenerlas por amor o dinero.

Si bien Estados Unidos y Europa donaron dosis, sus esfuerzos apenas fueron suficientes para resolver el problema global. Fundamentalmente, estos Gobiernos no pudieron persuadir a las empresas a las que habían financiado para que compartieran las tecnologías que podrían haber permitido a otros países fabricar vacunas por su cuenta.

En este panorama sombrío, fue sorprendente saber que Cuba había creado dos vacunas efectivas contra el coronavirus desde cero y luego prometió compartir su propiedad intelectual en todo el mundo.

“Nos dimos cuenta de que no íbamos a tener dinero para comprar vacunas para nuestra gente, así que tuvimos que hacer las nuestras, y teníamos que hacerlo en muy poco tiempo”, nos dijo recientemente Rolando Pérez Rodríguez, director de Ciencia e Innovación de BioCubaFarma.

En agosto de 2021, uno de los laboratorios de BioCubaFarma también produjo un refuerzo. Ambos demostraron más del 90% de eficacia, a la par de las principales vacunas occidentales.

El costo de desarrollar estas vacunas fue de 50 millones de dólares, según BioCubaFarma, muy por debajo de los miles de millones invertidos por el Gobierno de Estados Unidos y los cientos de millones invertidos por Alemania en las suyas.

Sorprendentemente, Cuba finalmente exportó casi tantas dosis de vacunas como las que usó en el país, abasteciendo a Venezuela, México, Vietnam, Siria, Nicaragua, Bielorrusia e Irán. Pero aunque muchos países de África y el sur de Asia también necesitaban vacunas desesperadamente, no aprovecharon la oferta de Cuba.

Para explicar por qué no lo hicieron, debemos remontarnos a 1962, cuando entró en vigor el embargo económico [bloqueo] estadounidense contra Cuba. Desde entonces, las sanciones cada vez mayores que Estados Unidos ha reforzado mediante la aplicación de una presión política y financiera constante, han aislado a Cuba no solo de Estados Unidos sino también del mundo. Las severas sanciones por violar esas medidas de EE. UU. han hecho que las instituciones y los Gobiernos las cumplan de manera rutinaria.

Cuba podría haber pedido a la OMS certificar sus vacunas para facilitar que otros países las compraran con ayuda internacional. Pero no pudo permitirse comprometerse con la OMS después de que el presidente Donald Trump no solo revocó las reformas de sanciones leves introducidas por su predecesor, sino que también designó a Cuba como un Estado patrocinador del terrorismo.

Esto ha significado que, incluso en países donde es legal realizar transacciones con Cuba, pocos bancos estén dispuestos a arriesgarse a fuertes multas y sanciones penales por ser percibidos como partidarios del terrorismo.

Las relaciones Cuba-EE.UU. son un cable vivo político, pero los nuevos tiempos exigen nuevas medidas. El mundo ha cambiado desde 1962. El espectro que lo acecha hoy no es el comunismo, sino otra emergencia sanitaria mundial.

Hay pocos indicios de que la Administración Biden presionará a las compañías farmacéuticas estadounidenses para que compartan sus inventos médicos con el mundo. Pero el presidente Biden podría dar un paso gigantesco hacia la seguridad sanitaria mundial revirtiendo las políticas draconianas de la Administración Trump hacia Cuba.

Si fuera más allá, al permitir nuevas excepciones en el régimen de sanciones de Estados Unidos, entonces Cuba podría seguir desarrollando, y compartiendo, vacunas y tratamientos innovadores para las enfermedades del mundo.

Más de tres años después, es obvio que el mundo reaccionó mal ante la aparición del coronavirus, que se perdieron vidas innecesariamente. Pero ahora hay tiempo para prepararse para la próxima pandemia, para establecer un rumbo hacia una distribución más equitativa de las tecnologías médicas. El antiguo embargo [bloqueo] de Estados Unidos no solo está perjudicando a Cuba. Está lastimando al mundo.

* Achal Prabhala es coordinador del proyecto AccessIBSA, que hace campaña por el acceso a medicamentos en India, Brasil y Sudáfrica.

Vitor Ido es oficial de programa en el Programa de Salud, Propiedad Intelectual y Biodiversidad en el South Centre, en Ginebra.

¡Que las pymes produzcan!

Se dice y se repite fácil, hasta convertirse en consigna. Sin embargo, las condiciones macroeconómicas y productivas del país ayudan poco en ese propósito.




El sector no estatal y en especial las pymes centran hoy uno de los debates más agudos de todos los que caracterizan la realidad cotidiana en Cuba. De alguna manera, y creo que con bastante razón, el espacio concedido a los “actores” no estatales se ha utilizado para calificar/evaluar si este proceso de reforma en el que Cuba se encuentra enfrascada desde hace ya más de treinta años es más o menos descentralizado; si se acerca o se aleja del socialismo que hoy puede construirse, atendiendo a nuestras circunstancias, las externas y las internas; si avanza o si retrocede.

Lo abarcador de ese debate y la polarización que él mismo ha alcanzado es una clara señal de la importancia que tiene el sector en la economía y en la sociedad cubana.

Algunos datos sobre el sector no estatal de la economía que nos ayudan a visualizar esa importancia: 

- Hoy representa alrededor del 15 % del PIB.

- Concentra el 35 % del total de empleados y emplea más trabajadores (1,6 millones) que el sector empresarial estatal (1,3 millones).

- Las pymes han generado alrededor de 250 mil empleos directos en estos dos años.

- Hasta el 9 de mayo de este año existían en total 8012 pymes, de las cuales 7842 son privadas, 105 estatales, 65 Cooperativas no Agropecuarias. Pero en realidad el sector es mucho más amplio, habría que sumar los TCP, los artesanos, los usufructuarios, las CPA y las CCS, los PDL, ninguno de los cuales es estatal aun cuando no califiquen como pymes, porque no dejan de ser empresas y emprendimientos no estatales.

- El sector ha generado 4 788 500 dólares de exportación y 270 294 100 en importaciones de los cuales el 61 % (164,8 millones) fueron realizadas por mipymes.

El hecho de que en la Constitución de la República se acepte la propiedad privada como una de las formas de propiedad funcionales a la construcción del socialismo cubano es, sin dudas, un hito normativo que sanciona el derecho de todo ciudadano cubano a tener su propio negocio.

Es algo “innovador” en la construcción socio-económica de Cuba y decisivo para los propios “planes de vida” de las cubanas y cubanos que pasan por intentar materializar sus sueños en Cuba en vez de buscar hacerlos realidad fuera de Cuba. Lo es también para las “estrategias familiares” que también pasan por el mismo dilema.

Cierto que esos actores “no estatales” fueron concebidos como complementarios. Este adjetivo es quizás una de los primeros temas a aclarar en cualquier discusión al respecto, en especial porque es relativamente común identificar “lo complementario” como algo de menor importancia y por demás, prescindible, aun cuando el significado del adjetivo sea otro, a saber, “que sirve para completar o perfeccionar algo”.

En cualquier sistema económico, completar y perfeccionar no parece ser algo sin importancia y prescindible, en especial cuando quien debería ser el motor de la reforma y la modernización del país, la empresa estatal, no ha podido desempeñar ese papel. Así ha sido en los últimos treinta años, en que por múltiples razones, algunas propias de la gestión de dichas empresas y otras asociadas a sistemas regulatorios, le han impedido cumplir con ese rol.

Pero, definitivamente, y aun cuando el marco regulatorio aún deja muchas zonas grises, haciendo que la curva de incertidumbre se dispare, lo cierto es que las mipymes han sabido aprovechar esos espacios y han demostrado una gran capacidad de reinvención.

Que las mipymes produzcan; que se inserten en el tejido productivo local; que “ayuden” a incrementar la oferta de productos nacionales, a precios accesibles; que no importen tantos productos terminados y sí muchos más insumos y bienes intermedios para generar esa producción nacional tan necesaria; ¡que exporten!, están entre las demandas para las mipymes hoy.

Lo cierto es que algunas han logrado exportar y que algunas otras han logrado insertarse en articulaciones productivas con empresas estatales. Otras han recuperado plantas de producción e infraestructuras pertenecientes a empresas y otras organizaciones estatales que sufrían un deterioro significativo y amenazaban con perderse, luego de ser muchas veces “canibalizadas”. Anécdotas al respecto hay para llenar muchas cuartillas. Pero a pesar de esos botones de muestra la insatisfacción se mantiene, y se alimenta y es alimentada.

Cabría volver a recordar que las mipymes apenas tienen dos años de nacidas formalmente, que ese nacimiento fue demorado, con fórceps y en un barco que apenas logra flotar.

Ya han pasado por la amarga experiencia de ver cómo la norma que las crea, su norma, es sometida a interpretaciones administrativas como la limitación del objeto social, la eliminación de la exención de impuestos en el primer año de operaciones, la amenaza latente de tener que pagar un impuesto del 10 % sobre las ventas mayoristas, que además de ser netamente inflacionario para toda la economía es incuestionablemente oneroso y regresivo, además de contrario al propósito del crecimiento económico.

Vale recordar también que durante estos dos años las mipymes han tenido que luchar contra prejuicios ideológicos que a veces se convierten en trabas casi insalvables; contra reglas del juego sectoriales que en ocasiones están fundamentadas en la percepción de “alguien” que se permite desconocer la norma. Y que han tenido que “negociar en desventaja”, provocada por vacíos legales, y no pocas veces han perdido oportunidades en espera de permisos que no eran necesarios.

Sin embargo, lo que ha ocurrido, para sorpresas de algunos, es que allí donde otros actores han visto un problema, muchas mipymes han identificado una oportunidad y han tomado riesgos.

¡Que las pymes produzcan!, se dice y se repite fácil y puede hasta convertirse en consigna. Sin embargo, las condiciones macroeconómicas y productivas del país ayudan poco en ese propósito.

Se les pide a las formas de gestión no estatales que importen menos productos terminados y más insumos, sin tener en cuenta que la devaluación de la tasa de cambio hace más cara la importación de esos insumos convirtiéndose paradójicamente en un obstáculo en el propósito de fomentar la producción nacional, altamente dependiente de esos insumos, razón por la cual las propias empresas estatales enfrentan dificultades para “producir”.

Efectivamente, si se atiende a los datos del anuario de 2021, es posible comprobar la caída drástica de la importación de bienes intermedios —se exceptúa combustibles, aceites, minerales y conexos—, de 2018 a 2020 en 30 % mientras que la caída de la importación de bienes de capital fue de un 40 % lo cual explica en buena parte la reducción de la dinámica de la producción y el deterioro del sistema empresarial estatal.


Fuente: Anuario Estadístico de Cuba, 2021. Tabla 11.2.

En el caso de los alimentos esa caída fue mayor rozando el 65 % en relación a 1989.

Se olvida, además, que esa dependencia de la importación de bienes intermedios y de capital es una deformación estructural de la economía nacional, una falla que no ha logrado revertir ninguna estrategia, ni siquiera cuando tuvimos créditos baratos y precios justos y se logró alcanzar una participación de la producción industrial de más del 30 % en el PIB y las empresas estatales gozaban de ventajas que nunca volverán a reproducirse, entre ellas un tratamiento fiscal excesivamente blando.

Cierto que este gran deterioro es también una oportunidad de mejora que bien manejada podría tener impactos importantes aun cuando la inversión fuera casi marginal, pero es una oportunidad para todo el sistema empresarial cubano, para las empresas estatales, para las pymes, para la inversión extranjera. Se necesita generar incentivos, confianza y transparencia.

Si se desea que las pymes “produzcan y exporten” entonces serán necesarias reglas del juego adecuadas para inducir a estas empresas a ese propósito.

¿No es posible una política tributaria más proactiva hacia aquellas pymes que producen y/o exportan? ¿Acaso no es posible construir un régimen fiscal parecido al que existe en el Mariel para aquellas que tomen ese riesgo?

¿Por qué no modificar los regímenes arancelarios para ciertos productos que son “insumos” imprescindibles en producciones específicas de interés para el país y para la importación de ciertos equipos que también contribuyen a producir bienes finales?

¿Por qué no modificar el impuesto sobre utilidades, ese del 35 %, a aquellas pymes que desarrollen y produzcan bienes e introducir exenciones a aquellas que produzcan alimentos?

¿Por qué seguir demorando la creación de un Banco de Fomento Industrial y Agrícola?

¿Por qué seguir posponiendo el procedimiento para la creación de negocios entre el capital extranjero y las mipymes? ¿Por qué no hacerlo mucho más transparente y ágil que los que existen hoy en la Ley 118? ¿Por qué no descentralizar la aprobación de proyectos menores a un determinado monto en dólares hacia los gobiernos locales?

¿Por qué no crear fondos de microfinanzas a partir de las remesas o con participación de bancos extranjeros para el fomento de negocios dirigidos a la producción de bienes y en especial de alimentos?

¿Por qué no seguir ampliando las actividades que las formas de gestión no estatales pueden desarrollar?

¿Por qué no aprovecharlas mejor en nuestra lucha perpetua contra el bloqueo norteamericano?

¿POR QUÉ TANTA DEMORA SI TANTO SE HA DISCUTIDO, ESCRITO Y PROPUESTO? ¿Si la evidencia está demostrando la necesidad y la urgencia de ampliar la participación de estos actores en la economía nacional?

Cuando se revisa lo que se publica en las redes sociales es posible constatar que existe la intención manifiesta de hacer de las pymes la manzana de la discordia. Ya pasó a mediados de los noventa y el parto fue demorado treinta años.

Existe la intención de convertir a las pymes en el “enemigo del pueblo” y en la negación de los valores del socialismo, y de demostrar con ello la “equivocación del gobierno”. Es evidente la intención de usarlas como chivo expiatorio del fracaso del programa de ordenamiento monetario, como las causantes de la inflación, de la desigualdad y de la pobreza, todos fenómenos que ya existían antes de su nacimiento.

También se les quiere presentar como una de las razones del magro avance de la transformación del sistema empresarial estatal. Incluso se les quiere presentar como la puerta trasera por donde se despliega la “actividad enemiga”.

Hay intención de usarlas para dividir. Pero hace mucho ya que es tiempo de sumar, de encontrar el mínimo común múltiplo.

Se requieren políticas productivas que sumen el esfuerzo de todos los actores de la economía nacional. Cambiemos las reglas de juego y las pymes producirán.

Nuevos implementos en apoyo a sistemas agroproductivos


 



La Habana, 1 jun (ACN) Para apoyar las labores de restauración de suelos degradados e invadidos de malezas, el proyecto de Resiliencia climática en ecosistemas agrícolas (IRES) entregará este año a Cuba, cerca de 230 implementos agrícolas, entre ellos ahoyadoras manuales y perforadoras subterráneas acopladas a tractores.

Los equipos se emplearán en la reconversión de dichas tierras en sistemas agroproductivos, fundamentales en las siembras demás de ocho mil hectáreas con especies forestales polifuncionales, mil 754 con técnicas agroforestales (cedro intercalado con otros géneros) y dos mil 500 con árboles frutales y cercas vivas, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en La Habana.

Este tipo de implementos permitirá realizar trabajos más precisos durante la siembra de árboles, al garantizar mayor agilidad en las perforaciones y precisión en el diámetro del hoyo para plantar las diversas especies, ya que se trata de suelos diferentes.

Desde hace un trienio y hasta el 2027 está prevista la asistencia a la agricultura cubana del proyecto, que cuenta con la colaboración técnica de la FAO y el financiamiento del Fondo Verde para el Clima.

Según la propia fuente, también llegará un grupo de motosierras, arados, sembradoras de tracción animal, molinos forrajeros eléctricos, remolques agrícolas, desbrozadoras y nuevos módulos de herramientas compuestos por machetes, tijeras de poda, carretillas, rastrillos, martillos, mandarrias, azadas, palas, pinzas para alambre, entre otros.

Con la intervención de este proyecto se espera la restauración productiva de 35 mil hectáreas con suelos degradados e invadidos de malezas, para implantar sistemas forestales, agroforestales y silvopastoriles, que contribuirán a la producción de alimentos.

IRES cuenta con un respaldo de 119 millones de dólares, de los cuales 38,2 millones provienen del Fondo Verde para el Clima, primer proyecto aprobado por este mecanismo para Cuba y la cuarta iniciativa diseñada por la FAO y financiada por el mismo en América Latina y el Caribe.

Empresa camagüeyana busca la independencia energética. Comentario HHC

 

 



Camagüey, 30 may (ACN) Para mitigar las afectaciones que provocan en el proceso industrial las interrupciones eléctricas, la Empresa de Construcción y Montaje número dos de esta ciudad, que asume las labores de la Fábrica de Cemento de Nuevitas y otras vitales para el país, busca la independencia energética.

Dos jóvenes informáticos de la entidad, Doniet Vélez Díaz y Ariel Rodríguez Chacón, fueron los encargados de realizar los cálculos que permitieron la instalación de un sistema solar fotovoltaico, el cual funciona desde el pasado mes de enero.

Para la racionalización contrataron los servicios de la local y mediana empresa Renova, informó a la Agencia Cubana de Noticias Vélez Díaz, jefe del departamento informático.

El sistema tiene seis mil watt de generación y un banco de batería de 25 mil, que según estimaciones, en 15 años permite recuperar la inversión, agregó el ingeniero.

Aunque la durabilidad de los equipos se extiende más allá de 25 años con una generación superior al 80 por ciento, en la entidad no sobrepasan la demanda para así extender su vida útil.

La inversión, la cual permite, por ahora, que el nodo central trabaje aunque existan fallas eléctricas, representa solo un tercio de la demanda de la empresa, pero proyecta un ahorro de unos 30 mil pesos de la factura anual, que sobrepasaba los 90 mil pesos.

Ante estos datos, la entidad agramontina pretende realizar dos veces más la inversión para ser autosuficientes, cambiar el sistema para también entregar energía y recuperar los gastos en el menor tiempo posible.

De igual manera, dicho equipo se unió a un proyecto investigativo de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz, para hacer una innovación y mejorar el sistema instalado.

Como explicó Vélez Díaz la idea es crear un sistema de rotación en relación con el sol y la carpintería de aluminio que elaboran en la entidad, la cual permitiría aprovechar mejor la incidencia de la luz solar.

El empleo de este tipo de energía fotovoltaica resulta muy útil, pues es una fuente renovable e inagotable que reduce la huella de carbono de manera significativa. HHC: negritas nuestras.

Comentario HHC: Ejemplo a seguir en todo el país, y sobre todo en el sector casa- habitación que es donde se consume el 57 % de la energía eléctrica del país. Esto pareciera ser una iniciativa de dos jóvenes, lo que debería ser una política de estado, y es una lástima que no se diga ¿Cómo lo hicieron? ¿De dónde sacaron el sistema fotovoltaico? ¿ De cuánto fue la inversión, y de donde sacaron los recursos para ello?,  etc, para que sirva de ejemplo en verdad y útil a todos. 

Lo que se hizo es lo elemental que debiera hacerse y se conoce, pero nuestro estado está empeñado en seguir con las vetustas centrales termoeléctricas, hacer 6 biolectricas de difícil aprovechamiento práctico y económico, porque habría que ver si la recuperación de la inversión de las mismas en qué tiempo se haría, de funcionar eficientemente con caña y marabú, y sea menor, que esa misma inversión se destinara a la fabricación de paneles solares fotovoltaicos y su instalación en casa- habitación, reitero, empezando por los mayores consumidores., a los cuales deberían  incrementarse la tarifa aún más actualmente, para que tomen medidas correctoras.

Cuba debiera aspirar a no importar petróleo para generar electricidad, son 2000 millones de dólares anuales, además del mantenimiento de las termoeléctricas etc. 

Claro no es coser y cantar, porque el tránsito de cambio de la matriz energética lleva recursos y tiempo, pero ya vemos que en la última Asamblea Nacional el viceprimer ministro Gil se quejaba, no sin razón, de la poca electricidad que se generaba con energías renovables.!!!! Pero si ya se habia acordado que esta era la politica !!!

Pero ¿ En manos de quienes esta la decisión de las inversiones de este país?. Porque tal pareciera, para empezar, que no hay una política racional de inversiones en Cuba, y que, por ejemplo, si el General de ejército dijo en un momento dado " que los hoteles son una fábrica de generar divisas" algo que era así, eso mismo es lo que hay que hacer para siempre, aunque las condiciones cambien, y nadie se cuestione eso. 

Así por ejemplo , con la baja inversión en la agricultura, con el 2.5  % del total entre todos los sectores, ¿se pretenden obtener los alimentos necesarios?, y como no se obtienen evidentemente hay que importarlos con un costo de 2 000 millones de dólares anuales en los mismos para garantizar una alimentación mínima, pero deficiente, y ademas nos quejamos del incremento de los precios internacionales etc, . Eso mismo pasa con la generación eléctrica,  con la ya mencionada importación en petróleo , pero no se desarrollan las fuentes alternativas de energías a gran escala, para evitarlo.!!  Ni lo apagones han generado suficiente conciencia de esto!!!..

Por lo pronto bravo por estos dos jovenes. Ojalá los imiten muchos.

¿Cuál es la situación actual y perspectivas de la producción de materiales de la construcción?

 Por: Oscar Figueredo Reinaldo, Thalía Fuentes Puebla, Lisandra Fariñas Acosta, Claudia Fonseca Sosa, Oliver Zamora Oria

 




Producción de materiales de la construcción. Foto: ACN.

La construcción de viviendas, edificios y estructuras es uno de los motores más importantes en el desarrollo de cualquier país. Para llevar a cabo estas obras, se requiere de una gran cantidad de materiales de construcción, lo que convierte a este sector en uno de los más importantes en la economía de cualquier nación.

Por esta razón, es fundamental conocer el estado actual de la producción de materiales de construcción en Cuba.

Directivos del Ministerio de la Construcción (MICONS) y del Grupo Empresarial GEICON, participaron en la Mesa Redonda para informar sobre la situación actual de la producción de materiales de construcción en el país.

La directora general de Materiales del Ministerio de la Construcción, Delilah Díaz Hernández, destacó en la Mesa Redonda que su ministerio es el organismo encargado de rectorar la producción y desarrollo de materiales de construcción en Cuba.

Además, señaló que, aunque la mayor capacidad de producción de materiales de construcción está en el Grupo Industrial de la producción de materiales de GEICON, otros organismos de la Administración central del estado y formas de gestión no estatal como las mipyme, los tcp y cooperativas no agropecuarias también producen materiales de construcción.



En cuanto a las características de la producción nacional de materiales de construcción, Díaz Hernández destacó que es fundamentalmente manufacturera, medianamente automatizada y utiliza fuentes energéticas soportadas en el uso de combustibles fósiles.

La industria de materiales de construcción ha tenido una evolución importante. En 1959, cuando triunfa la Revolución, se encontraba en un estado precario y atrasado. Hasta 1989 se invirtieron más de 577 millones de divisas en la adquisición y el montaje de más de 180 plantas de diferentes nacionalidades, incluyendo la fabricación en el país de unas 20 de ellas.

“Era muy importante para todos los objetivos de la educación, la edificación de nuevas universidades las escuelas al campo los círculos infantiles y los hospitales. Para ejecutarlo se necesitaba una industria de materiales de la construcción fuerte, una idea encauzada por nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro”, dijo.

Díaz Hernández advirtió que para 1991 se produjo una contracción en la economía del país, dificultándose la disponibilidad de financiamientos, piezas de repuestos y la posibilidad de realizar inversiones, lo que llevó a un fuerte proceso de descapitalización de la industria de materiales.

“En el año 2000, con los escasos recursos financieros disponibles, se inició un proceso de rehabilitación, modernización e instalación de nuevas plantas. En 2005, el Comandante en Jefe aprobó una cifra de 54 millones 930 mil CUC para reanimar las producciones de materiales de construcción y otro grupo de actividades productivas y de logística vinculadas al aseguramiento de las construcciones”.

En la actualidad, el crecimiento y desarrollo de la industria nacional de materiales de construcción ha estado marcado por las complejidades macroeconómicas nacionales e internacionales. “Las inversiones en ejecución se destinan a la eficiencia de los procesos productivos, el ahorro de portadores energéticos, la recuperación y sostenibilidad del plantel industrial”.

Por último, la directora general de Materiales del Ministerio de la Construcción señaló que entre los programas fundamentales están el de producción de materiales que tributa a la sustitución de importaciones y el programa de desarrollo de la producción industrial del sector de la construcción.

Igualmente cuentan con una estrategia para la recuperación, diversificación y desarrollo de la producción de elementos de cerámica roja. “Además, se está implementando un sistema de gestión estratégica en el mantenimiento industrial.

En este sentido, se destaca la importancia de desarrollar la pequeña industria y la industria local a partir de las materias primas que se encuentran en cada localidad, como la arcilla. “Se están explorando opciones para diversificar y desarrollar las producciones endógenas y locales, lo que incluye la recuperación y diversificación de la producción de cerámica roja”.

GEICON: Se prevé un 2023 con mejores resultados, aunque insuficientes

Reynolds Ramírez Vigaud, vicepresidente primero de la OSDE GEICON, explicó en la Mesa Redonda que el Grupo Empresarial de Materiales de Construcción está integrado por 45 empresas o entidades, de ellas 38 empresas estatales, cuatro empresas mixtas (dos dedicadas a la producción de cemento, una a la cerámica y otra a la solución de impermeables), y tres sociedades mercantiles con capital 100 por ciento cubano.

Estas 45 empresas distribuidas en todo el país, de ellas 14 se dedican fundamentalmente a la producción de materiales, 11 a la rama del cemento, tres a la cerámica blanca, seis a la carpintería, y seis son empresas especializadas.

Explicó que en 2022 se vieron comprometidos los planes productivos de la industria nacional de los materiales de la construcción, existiendo una contracción muy importante de los niveles de actividad, lo cual estuvo motivado en gran medida por limitaciones materiales y financieras impuestas por la crisis económica mundial ocasionada por la pandemia de la COVID-19 y por el recrudecimiento del bloqueo de EE.UU.

A pesar del complejo escenario, dijo, se garantizó tanto en el periodo de la pandemia como de la crisis energética mantener trabajando los principales centros productivos de la industria, con el fin de asegurar los materiales de la construcción a los principales programas constructivos del país, incluyendo soluciones al programa de la vivienda y a las afectaciones de los eventos climatológicos ocurridos.

Ramírez Vigaud destacó en este periodo el papel de la ciencia y la innovación, como pilar fundamental de desarrollo del país, logrando sustituir importaciones, introducir nuevos productos al mercado cubano y exportar.

El vicepresidente primero de la OSDE GEICON explicó que la industria de materiales de la construcción está insertada en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social del país hasta el 2030, en el Macro Programa interinstitucional de transformación productiva e inserción internacional.

En este último, dijo, se traza la estrategia de desarrollo del sector de las construcciones en el país en el corto, mediano y largo plazo hasta el 2030, promoviendo la reconversión y el desarrollo sostenible de la industria de materiales de la construcción.

“A pesar de la difícil situación internacional y nacional, en GEICON nos hemos propuesto desarrollar un año 2023 con resultados muy superiores al precedente”, dijo el directivo, y agregó que “si uno revisa las producciones físicas en los cinco primeros meses del año con respecto a igual periodo de 2022, en todos los surtidos se ha crecido, aunque todavía no se alcanzan los resultados esperados, a raíz de la situación energética”.



Agregó que el plan 2023 está concebido con una relativa pero limitada estabilidad energética que prevé un incremento en sus producciones respecto al real obtenido en el 2022, aunque inferiores a las capacidades tecnológicas instaladas.

“Resulta insuficiente para satisfacer la demanda del país”, dijo. “En el presente año se continúa en un proceso de recuperación de la producción de la cerámica roja: bloques aligerados, ladrillos y rasillas”.

Del mismo modo, “se crean las bases para el incremento de la producción de adocretos de hormigón, como una solución para la pavimentación de vías, aceras y urbanizaciones”.

“Todo este esfuerzo de ir recuperando las capacidades productivas va a tener un impacto directo en nuestra población, que es el encargo social de la organización, con las ventas de estos productos al Mincin”.

Ramírez Vigaud informó que para 2023 está previsto un crecimiento importante en todos los surtidos del programa de ventas las Mincin, “significando que aún siguen siendo insuficientes para la demanda siempre creciente de la población”.



En cuanto al atraso en programas constructivos relacionados con eventos meteorológicos, dijo que para garantizar el crecimiento necesario en la producción de materiales de la construcción, para poder aumentar la entrega al programa del Mincin, “hace falta financiamiento”.

“La vía que la organización ha previsto, aunque insuficiente aún, pero que está a nuestro alcance es a través de las exportaciones”, dijo, y acotó que “dentro de la estrategia diseñada hemos priorizado no pedir el financiamiento sino buscarlo”.

En cuanto al plan de exportaciones, Ramírez Vigaud informó que “se cumple, pues de 400 000 dólares previsto a exportar, en 2022 se logró vender 1 054 160 dólares y se insertaron nuevos productos”.

“Las exportaciones se centraron en mármol y morteros, aquí se logró vincular a las empresas de Mármoles Cubanos y la Empresa de Materiales de Sancti Spiritus, para vender un paquete completo, el mármol y el mortero para pegarlo”.

También “se vendieron algunas cantidades de cemento gris y arena beneficiada como única forma de lograr ingresos para mantener estas producciones”.

De acuerdo con el directivo, la Empresa de Materiales de Ciego de Ávila se sumó a la venta de carbón vegetal y logró ingresar por este concepto unos 76 000 dólares. Y, “cinco de nuestras empresas lograron exportar servicios profesionales”.

En este sentido, enfatizó que para 2023 el plan de exportaciones es de un poco menos de 17 millones de dólares (16 485 820 dólares). “Para utilizar esos ingresos en ir recuperando las capacidades perdidas en años anteriores”.

“Las exportaciones en este momento son necesarias para poder sostener y desarrollar la industria de los materiales de la construcción”, enfatizó el vicepresidente primero de la OSDE GEICON.

Al respecto, explicó que “son la única forma que tenemos” para lograr producir a una mayor escala y adquirir las materias primas que se requirieren para ello y que no se producen en el país.

Además, aseguró que “la organización tiene identificada otra fuente de recursos muy importante, concentrada en la eficiencia y el ahorro, para lo cual el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación es clave”.



Afirmó que el OSDE implementa un sistema de gestión basado en la innovación y el desarrollo, en el que funciona un Comité Técnico Asesor integrado por especialistas de la organización, las universidades y centros de investigación.

“Los objetivos son producir desde la ciencia y la innovación, solucionar los problemas identificados a través de proyectos de investigación-desarrollo-innovación (I+D+i) y servicios científicos técnicos, e incrementar los resultados técnicos, económicos y ambientales de las empresas”.

Como resultado, 34 empresas de las que integran el grupo más la oficina central han logrado desarrollar proyectos de I+D+i. “Se han trabajado 86 proyectos, todos vinculados a 15 universidades del país, siete centros de investigaciones y diez entidades especializadas. Se han concluido 68 proyectos”.

Destacó como los principales proyectos en los que se ha trabajado:

  1. Concluida una planta fabricada en Cuba, con vínculo con la Universidad Central de Las Villas, para producir esmeril cubano para el pulido de los pisos.
  2. Concluido el diseño y montaje del sistema de alimentación de Carbonato de Calcio (Cocoa) para la producción de azulejos, un proyecto desarrollado por la Empresa de Cerámica Blanca de Holguín, que tributa a la sustitución de importaciones y al ahorro energético.
  3. Desarrollo de una gama de morteros especiales que sustituyen importaciones y suministran nuevos productos al mercado cubano.
  4. Está en fase experimental la producción de Cemento Portland con adición de caliza en la fábrica Cementos Cienfuegos, lo cual contribuye al ahorro energético por sustitución de Clinker.
  5. Está en investigación la sustitución de la fibra de asbesto por fibras alternativas con el empleo de agregados minerales, y ello lo ejecuta la Empresa de Fibrocemento Perdurit.

Sobre el tema de las inversiones, subrayó que dentro de la estrategia de la OSDE para 2022 y el presente año se incluyen algunas nuevas y otras de sostenimiento.  

Entre ellas mencionó la modernización de la planta de muebles sanitarios en Holguín y el programa de desarrollo de mármol.

“Anteriormente se producía en Holguín 90 000 piezas de muebles sanitarios y al finalizar esa inversión este año, va a producir 300 000 piezas, con una calidad superior”, ilustró, y seguidamente agregó que la inversión impacta en los niveles de productividad, eficiencia, automatización, y en la sustitución de importaciones.

En cuanto al mármol, la inversión en nuevas tecnologías automatizadas para la industria va a permitir un aumento en las producciones, mayor calidad de terminación y una alta gama de nuevos productos que se podrán ofertar. “Crece la capacidad de 72 a 120 metros cuadrados de mármol elaborado y lo vuelve competitivo para la exportación”.

Además, “se invierte en la modernización de la Fábrica de Cementos 26 de Julio, lo que permitirá recuperar la capacidad de producción de 150 000 a 750 000 toneladas”.

El programa de sostenimiento incluye la inversión en la reparación del Combinado de Cerámica en San Cristóbal, Artemisa, que alcanza más de 200 000 unidades mensuales entre bloques, ladrillos y losas de barro.

Así también la reparación capital del molino de polvo de Jiquí, en Ciego de Ávila, para incrementar un 70% las producciones destinadas al programa de asfalto, y la reparación del molino de áridos Vietnam Heroico para crecer un 50% las producciones de arena.

Al finalizar, Ramírez Vigaud reafirmó que el objetivo del OSDE es incluir en los planes locales de producción, renglones de la industria de materiales de la construcción que contribuyan efectivamente a la sustitución de importaciones, entre ellos, mortero cola, carpintería de madera, mármol elaborado, aditivos, pavimentos cerámicos y muebles sanitarios.

Industria cementera: Producir con ahorro energético y menos contaminación

Al intervenir en el espacio televisivo, Herácleo Porto Valdés, Director General del Grupo de Cemento, se refirió a la situación actual de la industria cementera en el país, marcada por la falta de financiamiento,  la paralización que impuso la pandemia de la covid-19 y la crisis económica mundial.

Dijo que todas las industrias existentes en este ramo: Cemento Cienfuegos, Mariel, Siguaney, Artemisa y Santiago (que hoy se encuentra haciendo mortero alternativo), se mantienen trabajando.

“La gente nuestra, los directivos, los ingenieros, los trabajadores…han hecho en los últimos años tantas cosas de innovación, de trabajo que se hacen en una industria y se aplican en la otra, que ha permitido mantenerlas activas y no tener que importar elementos como el revestimiento de los molinos, ventiladores, entre otros recursos y nos ha dotado de cierto nivel de autonomía”, comentó el directivo.

“Se ha defendido  la industria cementera con sus trabajadores, ingenieros y técnicos, lo cual nos ha permitido que todas estén vivas y trabajando”, afirmó.

De acuerdo con Porto Valdés el Grupo de cemento está dentro de la OSDE de materiales de la construcción que a su vez es atendida por el ministro de este sector. “Hoy el Grupo de Cemento cuenta con seis plantas productoras y tres empresas nacionales que le dan servicio a estas”, explicó.

En ese sentido refirió que una de estas últimas es una empresa especializada en dar mantenimiento a la industria del cemento y a las estaciones graneleras encargadas de la distribución a lo largo del país, así como brindar  apoyo en talleres y otras áreas de la industria.

Otra de las empresas, dijo, es la que tiene a cargo servicios como el trasporte, la alimentación, la materia prima y otros aspectos logísticos, y una tercera será la Empresa Comercial de Cemento.

Sobre esta última sostuvo que tiene la función de comprar el producto a las plantas y comercializarlo en el país a través de varias vías: la automotor, desde la planta hacia distintas cabeceras provinciales o hacia graneleras que tienen algunos lugares como Villa Clara y Matanzas y que son cercanas a la planta de cemento; y por tren. Precisó que por la vía ferroviaria se llega desde la planta de Cienfuegos, por ejemplo, a  11 estacione graneleras existentes en el territorio nacional.

Agregó que Cuba cuenta además con dos empresas mixtas: Cemento Mariel y Cemento Cienfuegos.

Según el directivo, actualmente hay afectaciones en el oriente del país. Explicó que a lo largo del país, las seis plantas están distribuidas geográficamente en función de que la logística fuera lo menos traumática posible.

“Cuando triunfo la Revolución, en Cuba había tres fábricas de cemento: Mariel, Artemisa y Santiago, y para el año 1966 se comienza a modernizar y ampliar esa capacidad productiva, proceso que termina en el año 1981 con una capacidad instalada seis veces mayor a lo que existía en 1959”, dijo.

Agregó que en el año 1989 se incrementó la línea de cemento blanco en Siboney, que es la única planta en Cuba que produce cemento blanco.

“La Revolución hizo tres nuevas plantas: Nuevitas, Cienfuegos y Siguaney. En el periodo especial hubo que pagar los hornos de Santiago, solo quedaron los molinos y se abastecía por mar el clinker que se molía ahí, por la situación complicada que ya tenía allí esa industria. Igual sucedió en Artemisa, que hoy es una Molinera”, refirió Porto Valdés.

Informó que hoy en la planta de Santiago se realiza una inversión nueva, diseñada para duplicar la capacidad existente con la que fue concebida esta industria.

“Es un esfuerzo gigantesco del país en los momentos actuales esta decisión, por lo que implica para las inversiones, la vivienda, el turismo, para la población que haya un déficit y una necesidad enorme en el país de este producto. Hoy se está modernizando además la planta de Nuevitas para que se recupere la capacidad que existió de clinker desde su diseño, mientras que en la de Santiago se pretende duplicar su capacidad”, señaló.

Apuntó que al finalizar este proceso inversionista, entre ambas plantas se debe rondar cerca de los dos millones de toneladas de cemento.

Precisó que  hacia el oriente hoy el producto se mueve solamente por tren desde la provincia de Camagüey.

Hacia Pinar del Río se transporta por carretera desde el Mariel, dijo; y apuntó que existen graneleras en Jovellanos, Matanzas, en Villa Clara, Camagüey; Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo.

Las estaciones graneleras son silos metálicos a dónde se llega por vía ferroviaria y se descarga el producto, explicó.

El movimiento hacia el oriente se realiza fundamentalmente por esta vía, lo cual impacta en que no sea suficiente para las obras y la distribución en el comercio interior, detalló.

De acuerdo con Porto Valdés, la industria cementera es altamente consumidora de combustible, ya sea de crudo cubano o de petróleo importado, como el que se usa en la planta de Cienfuegos.

En ese sentido, destacó que este año se han adoptado decisiones para priorizar la industria del cemento. De ahí que las afectaciones por diésel o energía eléctrica han sido mínimas, buscando potenciar un salto  en la producción, que para el año 2025, dijo, debe ser muy superior.

Dijo que por ejemplo, desde la planta de Cienfuegos, se exporta actualmente a algunos países del Caribe, y se ingresa ese financiamiento.

“Ello va a ayudar en el transcurso del año a que la situación de la planta mejores sustancialmente, posibilidad que hace un tiempo atrás no existía y puede traducirse en aumentar la capacidad de la producción de esa planta que es clave para el centro y el oriente del país”, señaló.

El Director General del Grupo de Cemento dijo que la industria no solo está exportando sino  vendiendo online, en la Zona Especial de Desarrollo, en las cadenas de tiendas. “O sea, en donde quiera que tengamos una ventana de oportunidad la estamos aprovechando para no solo estar pidiéndole al país sino también aportar en todos los lugares nuestro esfuerzo  con el propósito de ayudar a los financiamientos”, subrayó.

El funcionario precisó que en los últimos tiempos la industria cementera cubana es objeto de inversiones nuevas, amplía su capacidad de  exportación para generar ingresos y apuesta por la innovación.

Al respecto, añadió que se trabaja en la sustitución del combustible industrial con el incremento del uso de combustibles alternativos tales como: aceites usados en todas las plantas, desechos de la refinación de petróleo (lodos y slurry), y neumáticos fuera de uso (enteros y troceados); estos últimos en las plantas de Cienfuegos, Mariel y Siguaney.

“Estamos trabajando fuerte para reducir los índices energéticos en la industria de cemento que son muy  altos, a partir del uso de combustible alternativo. Asimos, usando, introduciéndolo y generalizando en el país cemento con altas adicciones”, sostuvo.

Señaló que hasta hace unos años atrás solo se hacía prácticamente el cemento P3 y el PP.

“Hoy se continúa con estos, y también con el PZ y el CA. Estamos ya a punto de empezar a comercializar, a partir del mes de junio, el cemento calizo. Ya tenemos listas las pruebas de laboratorio,  la producción industrial y eso va a permitir un nivel importante de ahorro energético en la planta; al no requerir la zeolita, que está a 30 kilómetros de la planta, mientras los yacimientos de caliza se ubican a menos de un kilómetro de la planta”, comentó.

Dijo que el año pasado se ahorraron 900 000 dólares por concepto de uso de los combustibles alternativos y estamos previendo este 2023 un ahorro mínimo de un 5% de los combustibles que se importan para esta industria.

“No se trata solo de producir más, sino de hacerlo tratando de generar financiamientos propios, y buscando el ahorro energético. Cada vez que se ahorra una tonelada de clinker se deja de emanar 0.98 metros cúbicos de CO2 al Medio Ambiente”, enfatizó.

A ello se suma—sostuvo— la introducción ya definitiva de todos los tipos de cemento con adiciones en todas las plantas del país.

“Ese es el sistema de trabajo de la industria cementera, disminuir el índice de combustibles y la introducción de cementos con alta adición donde se pueda, dos elementos clave para el mejor aprovechamiento de las potencialidades de la industria”, concluyó.

Producción de materiales de la construcción en los municipios y territorios

“La producción local de materiales es la que se realiza desde los municipios cabecera de las diferentes provincias y los consejos populares no urbanos”, explicó en su intervención Delilah Díaz Hernández, directora General de Materiales del Ministerio de la Construcción.

Asimismo, aclaró que su base fundamental son las potencialidades que tienen cada uno de esos territorios en cuanto a capital humano, recursos naturales y reciclables, las capacidades instaladas, transportación, más, ocasionalmente, otros recursos asignados a nivel nacional.

El objetivo fundamental de la producción local de materiales—explicó Díaz Hernández — es la autonomía municipal.

“El programa de producción local de materiales, que es una de las estrategias que se desarrollan desde el Ministerio de la Construcción como organismo rector, tiene su base fundacional en el funcionamiento del programa de la agricultura urbana.

“De ahí se toman las principales características y se llevan al ámbito de la producción de materiales de la construcción como sustento fundamental para la autonomía constructiva, o sea, la vivienda que tanto requiere la población, desde la rehabilitación y conservación hasta la construcción de obras sociales y el desarrollo local”, comentó la directiva.

Según explicó en el programa televisivo, las producciones que se logran a partir de este programa de producción local de materiales están distribuidas de manera tal que el 80 por ciento deben ir a las tiendas de materiales de la construcción para que la población pueda acceder a esos insumos. El 20 % restante se queda en el municipio para garantizar la sostenibilidad del hábitat y el desarrollo territorial.

Este programa es dirigido y administrado por los gobiernos locales, destacó Díaz Hernández,  los cuales tienen en su estructura personas y roles designados para la atención de la actividad.

“El programa requiere de determinado nivel de tecnologías, aunque sea manufacturero, para poder funcionar. Las capacidades productivas se conforman, en primer lugar, por las 33 empresas de los gobiernos que existen y están constituidas en el país. Tienen en la actualidad 252 mini industrias o bases productivas distribuidas por todo el país con un nivel y una capacidad muy inferior a la que se planificó y a la que se necesitó”.

La directiva del Micons aclaró que no todas las capacidades productivas que existen en los territorios están vinculadas al programa de producción local de materiales.

“Hoy la línea de deseo y la meta es que toda la capacidad que existe en el territorio se vincule a los programas y tributen a las líneas de desarrollo y principales estrategias de cada territorio, pero aún no se ha logrado ese nivel de efectividad”.

Actualmente, dijo, el 32 por ciento de las capacidades existentes en los territorios es la que está vinculada al programa de producción local de materiales.

Sobre este tema explicó que no en todos los municipios hay recursos naturales y reciclables que permiten sostener y crear los 189 renglones del nomenclador aprobado para la producción local de materiales que requiere una vivienda para ser construida.

“Vivimos en un país rico en arcilla;  en otras regiones hay arena natural, piedras calizas. Hay diversidad de recursos naturales que en su conjunto conforman diferentes alternativas y posibilidades para que cada una de las regiones pueda obtener sus propios materiales para construir.

“Por eso se hizo un levantamiento de esos recursos, a través de la Oficina Nacional de Recursos Minerales del Ministerio de Energía y Minas, y dentro de las estrategias de trabajo todos los gobiernos territoriales y las Asambleas Municipales del Poder Popular se tienen en cuenta esa información”.

Si hablamos de los resultados productivos del programa del 2011 al 2022, la especialista recordó que en los primeros años mantuvo un crecimiento sostenido entre el ocho y el 10 por ciento.  En los últimos años a partir de la incidencia de la covid-19 y la situación energética y económica, ha habido un decrecimiento de estas producciones.

“Esa situación ha hecho que imponga el uso intensivo y mayor de los recursos locales, aunque no en las cantidades  que pretendemos se hagan para solucionar esta demanda creciente y la necesidad que tiene la población tanto de reparar su vivienda, como los que requieren construir una nueva”.

Al respecto, se ha establecido como parte del programa un grupo de prioridades  y acciones encaminadas a mejorar los resultados. Además, se lleva una evaluación del programa muy detallada en cada provincia, incluido cada uno de los municipios y territorios.

Se ha demostrado que se pueden construir viviendas de arcilla sin el uso de cemento. Existe un proyecto en tres regiones del país en el que se utilizan elementos de cerámicas rojas y barbotina como material de colocación de esta, con solución de bóveda, para optar por una vía económica, amigable con el medio ambiente y viable”, concluyó.

En los minutos finales de la Mesa Redonda, Delilah Díaz Hernández, directora General de Materiales del Ministerio de la Construcción, recordó que el quehacer y la labor de la actividad la rige el Lineamiento 178 que establece recuperar e incrementar la producción de materiales de la construcción para ir desarrollando producciones con valor agregado y calidad.

“Lograr incrementos significativos en los niveles y diversidad de las producciones es una línea de trabajo. Además, a partir del Plan Nacional de Desarrollo Estratégico 2030, queremos evolucionar hacia el desarrollo y la consolidación de nuestra industria, con alianzas con las universidades, con los centros de investigación y la propia creatividad y experticia de todo el personal que desarrolla la actividad. Esas han sido las fortalezas principales con que hemos contado para poder llevar a vías de hecho y planificar  estratégicamente cómo lograr ese salto”.

En video, la Mesa Redonda