Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

domingo, 16 de enero de 2022

INNOVAR EN LAS FINANZAS. TAREA URGENTE

 Por Joaquín Benavides Rodríguez*

El Presidente Díaz Canel en la última reunión del año del Consejo de Ministros el 30 de diciembre del 2021 expreso, ¨ Hace falta proponer soluciones, implementarlas y evaluar qué resultados nos dan, para rectificar lo que haya que rectificar y avanzar…….Hay que dinamizar procesos, arriesgarse, proponer, implementar………¨ 

Enumerare las que considero las más urgentes acciones que deben ser instrumentadas principalmente por el Banco Central de Cuba y el Ministerio de Economía. Tienen facultades legales para eso y el Presidente ha indicado ¨dinamizar procesos, arriesgarse, proponer, implementar¨. Hoy tenemos una especie de caos financiero en el País, con consecuencias muy negativas en la actividad productiva, comercial y también con la inflación. 

1.      Situar el peso cubano, CUP, en el centro del sistema financiero del País. Para ello es imprescindible contar con una tasa de cambio oficial que refleje su valor real frente a las monedas internacionales. La burocracia ha realizado intentos, sin que la Ley la autorice, de introducir nuevamente el CL, como asignación centralizada de divisa a determinadas empresas, pero no es una solución real, pues al carecer de liquidez la balanza de pagos, cae en el ¨corralito financiero¨. Solo la tasa oficial de cambio para la moneda nacional el CUP, que emita diariamente el Banco Central debe ser quien establezca el valor real de nuestra moneda frente a las transacciones internacionales de todas las empresas y actores que operan en la economía. No debe seguir siendo el mercado informal quien fije el valor del Peso cubano. No temerle más a la devaluación oficial. La moneda, el CUP, esta devaluada objetivamente aunque la autoridad monetaria insiste en no reconocerlo así. Se debería tratar de aprovechar la entrada de divisas que se producirá con el incremento del turismo y eventualmente de las remesas, bancarizandolas lo más posible, sin imposiciones burocráticas que son contraproducentes. Con ello la banca nacional, con las CADECAS, podría competir objetivamente con el mercado informal de divisas y comenzar, en la medida que la economía se recupere, a tomar el control efectivo del mercado de divisas. Solo esto permitiría que al Banco Central de Cuba, junto a otras acciones, también imprescindibles, le sea posible recuperar su papel  rector efectivo de la Política monetaria del país. El mercado informal se acabara, con la grave distorsión que está creando, el día que los bancos comerciales y CADECA, cambien los CUP por USD a una tasa dada, cercana pero más ventajosa que la del mercado informal. Imprescindible será que una vez que CADECA oferte una tasa de cambio mejor que la del mercado informal no se acaben los USD para vender, pues volverá el mercado informal y recuperara lo que perdió en el primer golpe propinado.

2.      Gestionar activamente que Bancos extranjeros Europeos, Rusos, Chinos, Turcos, de países amigos del Medio oriente, así como Instituciones Financieras no bancarias internacionales, establezcan sucursales en Cuba, en especial en la Zona de Desarrollo del Mariel, con Licencias del Banco Central para que operen como Instituciones financieras No bancarias, que le permitan financiar negocios e importaciones de las empresas cubanas, en especial de las pequeñas y medianas empresas y cooperativas. El Banco Central debería tratar de aprovechar el impacto positivo que sobre la actividad inversionista financiera y bancaria internacional pueda haber causado la reciente Ley sobre las Mipymes y las Cooperativas no agropecuarias para incrementar la gestión a fin de que inversionistas financieros pequeños y medios se sientan atraídos por hacer negocios invirtiendo en las empresas privadas y cooperativas cubanas como  forma práctica, en la actividad agrícola, industrial y comercial del país, con riesgos aceptables para cualquier mediano y pequeño inversionista interesado en situar su capital en un mercado seguro y con posibilidades de crecimiento tanto para el mercado interno como de exportación. Con respecto a esto último seria CLAVE aprobar la variante que las Mipymes puedan tener socios extranjeros no residentes en el país que aporten dinero fresco al negocio sin que sea un préstamo. 

3.      Lograr  que una o varias Instituciones financieras y/o  bancarias supervisadas por el Banco Central, financien el Mercado mayorista para las empresas privadas, las  cooperativas y los  Trabajadores por cuenta propia, a fin de que adquieran sus insumos en CUP. Ese Mercado mayorista estatal compraría las divisas al Banco Central en CUP a la tasa oficial del día, publicada en CADECA, para importar los insumos con el fin de vender a los clientes no estatales, en CUP.  O sea, si por ejemplo la tasa oficial del día fuera de 70 CUP por dólar, el mercado mayorista estatal le compraría los dólares al banco a esa tasa y con ellos pagaría sus importaciones  de insumos financiados. Y le vendería los insumos a los actores no estatales en CUP, a precios oficiales no inflacionarios que contemplen solo los costos financieros de las operaciones, más una utilidad normada por el Ministerio de Finanzas. 

4.      Las tiendas en dólares son imprescindibles en esta etapa, pero se les debería limitar en su número y solo con carácter minorista, aunque sin tratar de administrar a los clientes. Si una familia quiere comprar para el mes y paga por ello se le debería  vender sin restricción. Ningún timbiriche ni quiosco debería tener licencia para vender en dólares. Deberían ser las grandes tiendas, con las mejores condiciones posibles, incluso de almacenes propios, bien abastecidas y convenientemente distribuidas territorialmente; que no haya por ejemplo que trasladarse del Cotorro hacia el Vedado o Miramar para adquirir un refrigerador, una lavadora o un costoso equipo de televisión, o recorrer media Habana para comprar unas libras de queso gouda.

 Al mismo tiempo, y SIN DEMORA, se debería facilitar el desarrollo del comercio minorista estatal, privado y cooperativo en moneda nacional, CUP, siempre que sea posible en establecimientos con un mínimo de condiciones, tratando de ubicarlos por barrios; y  con el mismo principio financiero que en el comercio mayorista para las Mipymes y Cooperativas; o sea, venta a la población en pesos, CUP, compra a las mayoristas en CUP y las mayoristas, para importar, si fuera necesario, compra de dólares al banco a la tasa de cambio del día, para el pago a los proveedores o financistas. Digo si fuera necesario, porque las mayoristas pudieran y debieran organizar la compra de productos de calidad a las mipymes y cooperativas en CUP. Con el producto de esa venta, las mipymes pudieran adquirir nuevos insumos en sus mayoristas y si requirieran importar, pueden comprar los dólares en el banco, a la tasa de cambio del día. 

5.      Hay que tratar de impedir a toda costa que la economía se dolarice. En mi opinión en los años 90 ocurrió, entre otras circunstancias, porque no había una tasa de cambio que reflejara el valor internacional del peso cubano. El CUC nunca fue el Peso cubano, y no podía serlo; los obreros y demás trabajadores no cobraban sus salarios, ni podían cobrarlos en CUC. Después vino la errónea decisión, según mi opinión también, de establecer la tasa de 1 peso igual a un dólar y eso lo complico todo, y demoramos casi  quince años  en resolverlo. El mérito histórico que habrá que reconocerle en su momento a la tarea Ordenamiento será precisamente intentar crear las condiciones para poder establecer una tasa de cambio que refleje el valor de nuestra moneda. Pero la que se fijó de 24 CUP por dólar evidentemente surgió sobreevaluada. Sería un error gravísimo dejar pasar el tiempo y que una economía tan abierta como la cubana continúe careciendo de una tasa de cambio oficial sin que el Banco Central, de acuerdo a sus atribuciones, sea capaz de fijarla diariamente para que todos los actores que ya operan en la economía puedan relacionarse y medirse con la economía del mundo con el mismo rasero. Hoy ese precio, el de nuestra moneda, lo está imponiendo el mercado informal en dólares y la responsabilidad de la dirección de la economía y del Banco Central es acabar de resolver el problema. 

6.       También sería un error. en mi opinión, continuar estableciendo relaciones comerciales directas en dólares entre las entidades establecidas en la Zona Especial de Mariel y las empresas ubicadas en el resto del territorio del País. Si bien efectivamente vender un producto a una empresa establecida en la Zona del Mariel, esta debe pagarla en divisas, dicha empresa debe pagar en dólares a través de un banco, que multiplica el valor pagado en dólares por la tasa oficial del día del pago y transfiere el dinero total en pesos cubanos, CUP, a la cuenta de la empresa cubana productora. Si posteriormente la empresa productora cubana quiere importar, compraría las divisas a la tasa oficial del día e importaría según las reglas establecidas para hacerlo. No hay que hacer deducciones de por cientos para la empresa, el banco debería ingresar todos los dólares y la empresa productora recibiría en CUP todo el dinero correspondiente por haber exportado. Así, en mi opinión debería ser en todos los casos. El Banco Central, por sus mecanismos internos que incluye a los bancos de su sistema, siempre debe tener reservas suficientes para darle respuesta a las empresas estatales, cooperativas o privadas que siendo sus clientes, son además exportadoras efectivas. Internamente los bancos comerciales en cualquier parte del mundo, y aquí debería ser igual, conocen cuales son las empresas que son realmente exportadoras y a las que no debe faltarle divisas para poder adquirir sus insumos para exportar. Pero esos insumos los debe adquirir comprando las divisas a la tasa de cambio del día. Y la responsabilidad del Banco Central de cualquier país, más en el caso de uno con una economía tan abierta como el nuestro, es crear un sistema financiero capaz de tener reservas en divisas suficientes para ¨blindar¨ sus programas de desarrollo a largo plazo. Cuando un país como el nuestro no tiene quien le financie externamente su desarrollo, tiene que ser capaz de crear sus propias reservas y administrarlas bien. No tiene otra alternativa para conservar la independencia en sus decisiones, incluidas las políticas.

Nos hemos acostumbrado a evaluar las funciones de nuestro Banco principalmente por el servicio que brindan a la población, que es importante, pero en mi modesta opinión no es la principal función ni el papel que le corresponde en una economía tan agredida financieramente desde el exterior como la nuestra,  a nuestro Banco Central y a sus bancos comerciales. Gestionar y facilitar que el País y su economía puedan disponer de las divisas necesarias, a pesar de las agresiones de la Reserva Federal del imperio, utilizando todas las posibilidades que le brinde crear alianzas con las organizaciones bancarias y financieras del mundo quizás debía ser su tarea principal. En este importantísimo aspecto debería radicar el esfuerzo de innovación de nuestra banca. 

7.      Empresas de Seguros. Sería necesario que el Gobierno apruebe crear Empresas de Seguros capaces de dar garantías a las entidades financieras extranjeras que se establezcan en el País, en especial en la Zona del Mariel, para financiar mediante créditos a las Mipymes y Cooperativas para adquirir maquinaria, materias primas e insumos para producciones principalmente exportables o que sustituyen importaciones, y  cuyos activos fijos seguramente sean inembargables internacionalmente, pero que aseguradas por una Empresa de Seguros debidamente establecida que le sea posible reasegurarse con una empresa de seguros reconocida internacionalmente facilitaría enormemente financiamientos para proyectos productivos de empresas privadas y cooperativas. 

8.      Letras de cambio. El tema es muy técnico y no considero adecuado extenderme en una explicación de lo que son los papeles comerciales y en especial las Letras de cambio, ni de las reglas de su funcionamiento, pero quisiera enfatizar  que son utilizadas universalmente como un mecanismo eficiente como garantía de pago de financiamientos de operaciones comerciales. Estuvieron vigentes desde mediados de los años 90 hasta la primera década del 2000 aproximadamente. Se utilizaron para operaciones comerciales financiadas en CUC. El Banco Central debería promover su restablecimiento a través de un instrumento legal que por lo menos sea un Decreto.  Las Letras de cambio facilitan el crédito comercial para expandir la producción.

9.      Priorizar las transferencias bancarias de pago a los proveedores extranjeros. Desde los años 90 hay una importante cantidad de proveedores extranjeros de poco capital, que generalmente requieren financiamiento de un banco o financiera para vender a Cuba. En medio de todas las dificultades creadas por el Bloqueo financiero, que les ha supuesto, sobre todo desde el 2017, además de cierres de cuentas y cambio de bancos, crecientes dificultades para cobrar sus deudas a las importadoras cubanas, que en no pocos casos acumulan dos o tres años ; ahora se encuentran con la dificultad adicional y muy grave, de que el banco no les pueda transferir el dinero pagado en dólares por las importadoras y que son apresadas en un nuevo ¨corralito¨, a causa de que la prohibición para Cuba de poder transferir en dólares, dado que ningún banco del sistema de SWIFT controlado por la Secretaria del tesoro y la Reserva federal de Estados Unidos, admite transferencias bancarias relacionadas con Cuba; ha obligado a los proveedores a comprar Euros u otra moneda extranjera para realizar las transferencias. Como el banco no se las tramita de inmediato, comienzan a acumularse demoras con la consecuente afectación para proveedores y financistas que según parece, varios comienzan a manifestar que no están dispuestos a continuar suministrando, con las consecuencias, que de continuar sin alguna solución, pueden ser graves. El problema es objetivo y no tiene solución para el país en su conjunto en el corto plazo. Pero los que deciden casi diariamente en el ministerio de economía y el banco central las transferencias hacia el exterior debieran tener en cuenta entre las prioridades, que los pagos que han efectuado las importadoras les llegue lo más pronto posible a los proveedores para que desoigan lo que les están diciendo por muchas vías nuestros enemigos y se decidan a continuar embarcando mercancías hacia Cuba, por encima de las dificultades. Aquí la innovación se traduce en actuar con inteligencia y cumplir prioritariamente con quien  apoya al país en tan compleja situación.

*Joaquín Benavides Rodríguez.   Ocupó el cargo de Jefe del Departamento económico del Comité Central (1977- 1980). El de Ministro- Presidente del Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (1980-1986). Fue Ministro de Gobierno y Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Dirección de la Economía (1986-1991). Entre 1991 y 2003 ocupó el cargo de Viceministro de Economía del Ministerio de Transporte

 16/01/2022

Inflación ¿minorista?. Comentario HHC




El costo de la vida sube otra vez Foto: Ricardo López Hevia / Granma.

Las bases de la economía política establecen que todo valor está en última instancia creado por el trabajo realizado por los seres humanos. Y también, que el valor tiene diversas formas. El valor de cambio, por ejemplo, depende mucho de ese abarcador gestor social que es el mercado.

La forma más práctica que se ha inventado para intercambiar valores es usando una mercancía que, conceptualmente, solo sirve para eso. No tiene que tener valor intrínseco, solo de cambio. En idioma español esa mercancía especial se llama "dinero". Por eso puede ser lo mismo un pedazo de oro, que un número en una base de datos de un banco, que una cifra asociada con una operación lógico matemática, como es el caso de las llamadas criptomonedas. Lo que importa es que sirva para evaluar y tenga una capacidad de cambio irrestricta. Y algo muy importante: tiene que ser reconocida por todos los que la usen.

La llamada inflación ocurre cuando el valor numérico monetario disponible aumenta con respecto a la disponibilidad de bienes a realizar con ese valor. La mercancía de cambio llamada dinero se ajusta automáticamente a las ofertas disponibles y su capacidad adquisitiva se reduce entonces proporcionalmente. Ocurre una devaluación inflacionaria. Por ejemplo, el dólar americano se ha devaluado más de 20 veces. En la década de los 50 del pasado siglo un popular refresco carbonatado se adquiría con $ 0.05 y medio siglo después el mismo costaba $ 1.00.

Por vez primera en dos o tres generaciones y gracias a las medidas económicas que están avanzando ahora, los cubanos estamos dándonos cuenta de que estamos frente a un proceso inflacionario. En verdad, este es un fenómeno en el que hemos estado viviendo casi siempre desde hace tiempo, pero en forma de escasez. El dinero no se había devaluado nunca antes oficialmente y los precios se habían considerado más o menos inamovibles e iguales en todas partes en un mercado dominado casi totalmente por el estado. O sea, el efecto inflacionario es el mismo de no poder obtener lo que se necesita cuando se necesita, pero el dinero estaba disponible y conservaba un valor teórico. Es una “inflación contenida” y su traducción más visible es una “cola” para adquirir los productos cuyo precio se han mantenido invariables frente al crecimiento del dinero disponible para adquirirlo.

Nuestra oferta en el sector estatal suele estar determinada por precios que pueden ser independientes de la disponibilidad, pues se "forman" o construyen. Esto se hace para las mercancías y servicios a partir de los costos y otros factores. Entran así en un "balance" teórico que los contrapone con la generación de un dinero atado a esa misma oferta, cuando se hace bien.

Este es un proceso que requiere de dedicación y sabiduría, también de buena política, por los encargados de hacerlo, supervisarlo, aprobarlo y ponerlo en práctica. Con mayor o menor éxito funcionó mientras formábamos parte de un sistema económico de alcance internacional que permitía un efecto tampón, como dicen los químicos, para los desbalances. Sin embargo, al dejar de existir ese sistema con la autodestrucción del socialismo europeo, nuestra Revolución cambió radicalmente su gestión monetaria en 1993 introduciendo una moneda extranjera que imponía ella misma el límite de tener que obtenerla de fuentes no controlables. Su valor de cambio no se podía generar desde nuestras oficinas. Eso permitió que la economía cubana comenzara a reflotar a partir de 1994 tras una de las peores crisis de nuestra historia.

La disponibilidad de dinero en manos de las organizaciones y las personas se vio entonces inmediatamente autorregulada. Nuestra moneda, apreciada o no, es la verdad que mide y regula la creación de valor por los cubanos. Cuando se crearon las CADECAS, el cambio ilegal imperante entonces de 1 dólar por hasta 160 pesos, se redujo a unos 20 y llegó en un momento a 8 pesos en un mercado que se hizo legal y abierto, para el bien de toda la sociedad. La inflación de entonces, que se expresó inevitablemente en el mercado informal, se hizo ordenada.

Ahora el escenario es parecido, pero con nuevas características. El bloqueo de los EEUU que ya en los años 90 pensábamos que era abarcador, es mucho peor. Su crueldad y extensión se ha llevado a límites increíbles por sus promotores. Además, los medios contemporáneos de control de los flujos de valor mundiales son también mucho más eficientes gracias a la globalización digital y les permiten llevar las sanciones a nuestros negocios con todos los demás países del mundo, haciéndolo prácticamente total.

El funcionamiento de cualquier sistema tiene que ser coherente y completo. Si una pieza clave falta, puede ser decisiva e impedir su cometido. Por ejemplo: un automóvil nuevo es un primoroso sistema para movernos a donde deseemos. Pero si no se adquieren las ruedas, no realizará tal función como sistema, por nuevo y perfecto que sea. Algo así nos ocurre con el sistema de la reforma monetaria y cambiaria, que fue cuidadosamente elaborado durante mucho tiempo. Ha quedado solo en manos del mercado informal el cambio “flotante” del dinero cubano con las divisas extranjeras. Fijamos un cambio de 1 dólar por 25 pesos y no ha variado en el año transcurrido. También limitamos su acceso al sector público manteniendo una moneda virtual controlada centralmente que es el llamado “certificado de liquidez” o “CL”. Quedamos imposibilitados así de una mejor evaluación real y conducible de la gestión económica al ser difícil saber cuál es el verdadero valor de cambio de nuestro dinero en un momento dado. Podría considerarse incluso que esto ha quedado en manos de un sistema privado de cambio ilegal especulativo. Y ahora es muy importante si tenemos en cuenta que la economía no estatal podría llegar a cerca del 40 % de la producción de valor en el mercado interno del país.

Se ha descrito la actual inflación como solo "minorista". Esta concepción puede mover a preocupación, pues es el mercado "minorista" el que decide la creación de valor de los cubanos. Es en ese escenario donde en última instancia estamos todos. Si se confina artificialmente la inflación al “sistema minorista”, estamos de hecho estableciendo que las cuentas que gobiernan la macroeconomía del país están alienadas en las oficinas donde se generan, y no en la amplia base donde se gestionan en última instancia los bienes y servicios de todos. La inflación afecta a la sociedad cubana en su totalidad, pues no hay dinero “minorista”, ni “mayorista”. El peso cubano debe ser uno solo.

Afortunadamente, la existencia de una única moneda nacional ahora permite darnos cuenta de esas deformaciones. Solo falta que nos desprendemos de dogmas inventados por los que generaron un sistema socioeconómico que fracasó en otras tierras. Debemos fortalecer un socialismo próspero y sostenible, con un peso cubano protagónico, y basado en las realidades para poder saber que hay que cambiar, si debe ser cambiado, y que no se pierdan y si progresen las humanas metas de la Revolución.

Comentario HHC: Ahora la frase de Fidel en el concepto de revolución se " usa" para todo lo que no quieren llamar las cosas por su nombre y eso no es correcto. Lo revolucionario es esto último, lo otro es no ir al fondo del asunto como quería el Comandante en Jefe. 

Hay más de 5 tasas cambiarias en la práctica para el cubano de a pie para sobrevivir en el día a día entre el oficial y el mercado negro, cuando el CUP debe tener su paridad con el resto de las monedas de manera objetiva,  y que esta refleje la realidad de la economía y se establezca la verdadera paridad del mismo. En mi criterio es peor no hacerlo, y es voluntarismo,  porque el mercado negro actúa gústenos o no si no actuamos, como se demostró en el llamado periodo especial, y en estos momentos, quitándole el estimulo a trabajar en el sector estatal de la economía, el determinante. 

Había que hacer al menos una ( o las dos) de estas cosas esenciales antes del ordenamiento monetario, realizar las reformas de la empresa estatal y de los actores privados para estimular la economía, o crear un fondo de maniobra en usd para cubrir los desbalances que necesariamente se iban a producir. Y no se hizo ninguna de las dos.  A fuerza de ser honesto, pensaba que si se tenia un fondo de maniobra, tiempo de crearlo lo tuvimos. 

En la práctica de otros países que han sufrido este problema, han optado por el Fondo. Esto se discutió varias veces, y la Dra Vilma Hidalgo de los Santos lo expuso de manera implícita en varios artículos, pero incluso en un panel internacional en que participó, a raíz de la apertura de Obama, con otros economistas europeos y latinoamericanos  que se llamó : "CAF. Perspectivas sobre Cuba después del acercamiento", de manera categórica se llego a la conclusión apuntada anteriormente de la necesidad de un Fondo. 

Ahora estamos dando "contracandela" para corregir las desviaciones, del salario real con la inflación, el déficit fiscal ,la escasez de productos, las empresas con pérdidas, etc. Pero esto lleva otro análisis. 


Cuba llegará hoy al millón de confirmados por Covid con una tasa de letalidad del 0.83 %.

Por Humberto Herrera Carlés

El día de mañana será titular el anuncio de este post, ignorando muchos la baja tasa de letalidad de 0.83 % ( de las más baja del mundo),  y el porciento de vacunados de la población cubana  (2do lugar mundial) y 1er lugar mundial de dosis de vacunas por cada 100 habitantes.

No obstante, la variante del Covid Omicron, la más contagiosa de todas, se manifiesta con síntomas más leves, y es de menor letalidad (algunos dicen por la aplicación de vacunas) ha puesto en guardia a todos los países con sus niveles exponenciales de contagio, del cual Cuba no escapa, y eso se reflejan en las estadísticas diarias. 

La mala noticia es que los científicos internacionales pronostican que esta no será la última variante, y los científicos cubanos plantean que podrán hacer en breve plazo una vacuna efectiva contra esa variante, dejando implícito que las actuales no lo son al 100 %.  

No obstante, publicaré algunos gráficos de elaboración propia con los datos del MINSAP hasta ayer , para que se visualice en que situación estamos.








- El promedio diario de casos confirmados en este mes de enero con 2 181.3, es el quinto mas alto desde que emepezo la pandemia, pero es el mayor desde que alcanzamos mas del 90 % de la población vacunada.  Con relación al 1 de diciembre del 2021, el crecimiento es de + 2 374.1 %. Por supuesto, esto ha incrementado tambien el numero de ingresados y activos por covid.

- El promedio diario de fallecidos en enero es 1.1 habitantes  superior ya a diciembre del 2021 con 0.6. El dia de ayer con 5 y antier con 3 fallecidos, de los 15 que lamentablemente han ocurrido este mes, esperemos que no sea una tendencia. 

- La letalidad ( % de fallecidos conformados por covid) del mes de enero es de 0.05 % , es por mucho la mas baja desde octubre del 2020, lo que parece indicar que si bien los vacunados pueden contagiarse, el porciento de mortalidad es mucho menor lo que se refleja la incidencia en ello de las vacunas.

-  La positividad % desde el 6 de enero 2021 de manera consecutiva ,  por encima del 5.00 % limite máximo que plantea la OMS para tener control de la pandemia, ayer estaba en 8.86 %. Este por ciento no se alcanzaba desde el 12 de octubre del 2021 lo que de cierta manera hemos retrocedido hasta la fecha apuntada.

- La tasa de confirmados por millón de habitantes a nivel de pais , alcanzo el nivel de 318.5 % , y apenas el 13 de diciembre del 2021 se habia alcanzado la cota mas baja con 5.2 %, es decir en 33 dias, el crecimiento es de + 6 125 %, y con tendencia a la alza.

Llama la atención que a pesar de que la vacunación ha sido gratuita y masiva para todas las provincias y toda la población, el comportamiento no ha sido igual en todos los territorios, lo que indica que lo que esta " fallando" son las medidas de contención y comportamiento civico en cada territorio. Caso particular la Isla de la Juventud, la pandemia esta fuera de control la tasa de confirmados por millón de habitantes es  1 949.2 % , y en los últimos 5 dias ha sobrepasado la cota del 2 000 % en tres ocasiones. Prácticamente, desde el 29 de noviembre del 2021, es la provincia que liderea en el pais este indicador.  

Hay 9 provincias que sobrepasan la media nacional, y la Habana lidera positivamente (la de menor tasa) este parámetro, lo que al ser la provincia de mayor población influye en los resultados nacionales, en este caso positivamente. Si la Habana tuviera la tasa de la Isla de la Juventud, estaríamos hablando de 4 300 casos positivos diariamente por covid en su territorio.

Finalmente les comparto el gráfico de Ourdata de confirmados por millón de habitantes promedio de los últimos 7 días en el mundo. Como se observa, tenemos no obstante una posición destacada en comparación con otras naciones y estamos por debajo de la media mundial. Ese es el reto que tenemos con las fronteras abiertas.



ANEC habanera continuará en 2022 por la senda de la superación profesional

Por Jorge Rodríguez Hernández

En 2022, los quince municipios habaneros efectuarán cursos de actualización contable y tributaria para los trabajadores por cuenta propia, los cuales serán auspiciados por los Consejos Ejecutivos Municipales (CEMs) de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Contadores de Cuba (ANEC) en las localidades, mediante acuerdo de trabajo entre esta organización profesional y la Oficina de Administración Tributaria (ONAT) en la capital.

La información fue ofrecida por la licenciada Ángela Portal Franco, miembro del Consejo Ejecutivo Provincial de la ANEC habanera, a cargo de la superación profesional, quien expresó que el acceso a los referidos cursos por parte de los contribuyentes, se realizará de forma gratuita, y la matrícula se llevará a cabo en la sede de los propios CEMs.

Entre octubre y diciembre del recién finalizado año 2021, alrededor de un centenar de personas accedieron a este tipo de curso, según la fuente correspondiente.

En el actual mes de enero de 2022, la ANEC habanera auspiciará también cursos de contabilidad para no contadores; contabilidad para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) ;  para nuevos actores de la economía y capital humano.

Los interesados en los referidos cursos pueden recibir más información al respecto, si acceden por vía digital al Grupo Público Superación ANEC Habana, mediante Telegram y WhatsApp ,

También pueden llamar al teléfono: 7 8309921, o acudir a la sede del Consejo Ejecutivo Provincial de la ANEC capitalina, sito en calle 15 número 858     entre 4 y 6, El Vedado, Plaza de la Revolución.

Herejías de la inflación


Los experimentos que se apartan de la política económica convencional pueden resultar costosos. Pero esto no significa que existan reglas universales en economía o que la opinión prevaleciente entre los principales economistas deba determinar lo que hacen los políticos.

CAMBRIDGE – El espectro de la inflación vuelve a acechar al mundo, después de un largo período de inactividad durante el cual era más probable que los responsables políticos estuvieran preocupados por la deflación de precios. Ahora, han resurgido viejos debates sobre la mejor manera de restaurar la estabilidad de precios.

¿Deberían los políticos pisar los frenos monetarios y fiscales, reduciendo el gasto y elevando las tasas de interés, el enfoque ortodoxo para combatir la inflación? ¿Deberían moverse en la dirección opuesta al bajar las tasas de interés, una ruta seguida por el banco central de Turquía bajo la dirección del presidente Recep Tayyip Erdoğan? ¿O tal vez los políticos deberían tratar de intervenir más directamente, a través de controles de precios o tomando medidas drásticas contra las grandes empresas con poder para fijar precios, como han argumentado algunos economistas e historiadores en los Estados Unidos?

Si tiene una reacción instintiva a estas políticas, respaldando inmediatamente un remedio y rechazando otros de plano, piénselo de nuevo. La economía no es una ciencia con reglas fijas. Las condiciones variables exigen políticas diferentes. La única respuesta válida a las preguntas de política en economía es: "Depende".

Los remedios ortodoxos para la inflación a menudo tienen efectos secundarios costosos (como quiebras y aumento del desempleo) y no siempre han producido los efectos deseados con la suficiente rapidez. Los controles de precios a veces han funcionado, por ejemplo durante tiempos de guerra.

Además, cuando la alta inflación está impulsada predominantemente por las expectativas y no por los “fundamentos”, los controles temporales de salarios y precios pueden ayudar a coordinar a los que fijan los precios para pasar a un equilibrio de baja inflación. Estos programas "heterodoxos" tuvieron éxito durante la década de 1980 en Israel y en varios países de América Latina.

Incluso la idea de que las tasas de interés más bajas reducen la inflación no es necesariamente descabellada. Hay una escuela de pensamiento dentro de la economía, descartada por la mayoría de los economistas de la actualidad, que asocia la inflación con factores que impulsan los costos, como las altas tasas de interés (que aumentan los costos del capital de trabajo).

Los efectos de las altas tasas de interés que producen inflación se denominan “efecto Cavallo”, en honor al exministro de finanzas argentino Domingo Cavallo, quien lo discutió en su tesis doctoral de Harvard de 1977. (Irónicamente, Cavallo recurriría a una estrategia de lucha contra la inflación muy diferente, basada en un tipo de cambio fijo y una convertibilidad total de la moneda, cuando asumió el cargo en Argentina durante la década de 1990, donde la inflación era siempre alta). La teoría incluso ha recibido cierto apoyo empírico en casos particulares.

Es por eso que ridiculizar las ideas actualmente pasadas de moda sobre la inflación como "negación de la ciencia" similar a rechazar las vacunas COVID-19, como lo han hecho algunos economistas prominentes , está tan fuera de lugar. De hecho, cuando una afirmación particular sobre el mundo real parece inconsistente con las teorías existentes, a menudo es una invitación para que un economista joven e inteligente demuestre que la afirmación puede estar justificada bajo ciertas condiciones específicas. La verdadera ciencia de la economía es contextual, no universal .2

¿Qué podría implicar hoy un enfoque contextual de la inflación?

La inflación actual en los EE. UU. y muchas otras economías avanzadas difiere significativamente de la inflación de fines de la década de 1970. No es crónica (hasta ahora), ni está impulsada por espirales de salarios y precios y la indexación hacia atrás.

La presión inflacionaria parece derivar en gran medida de un conjunto transitorio de factores, como la reasignación del gasto de servicios a bienes relacionada con la pandemia, y la cadena de suministro y otras interrupciones en la producción. Si bien las políticas monetarias y fiscales expansivas han impulsado los ingresos, estas políticas también son temporales. La alternativa habría sido un colapso dramático en el empleo y los niveles de vida.

Entonces, en las circunstancias actuales, los responsables de la formulación de políticas en los países desarrollados no deberían reaccionar de forma exagerada ante el aumento de la inflación. Como ha argumentado el historiador Adam Tooze , la inflación transitoria exige una respuesta moderada, ya sea a través de la regulación o de la política monetaria.

El mejor argumento contra los controles de precios no es que sean “incompatibles con la ciencia”, sino que no es necesario considerar nada tan radical por ahora. La misma precaución se aplicaría también a la política ortodoxa: los bancos centrales deberían ser pacientes antes de subir las tasas de interés.

¿Qué pasa con la continua insistencia de Erdogan en que la alta inflación es el resultado y no la causa de las altas tasas de interés? La validez de su argumento siempre ha estado en duda, dado que los desequilibrios macroeconómicos de Turquía son innumerables y se han ido acumulando durante bastante tiempo.

Incluso cuando un argumento no puede resolverse de antemano, los hechos finalmente nos permiten distinguir entre teorías que tienen y no tienen sentido en un lugar determinado. En el caso de Turquía, la evidencia acumulada desde que los políticos se embarcaron en el experimento de Erdoğan habla alto y claro.

En particular, a pesar de la reducción de la tasa de política del banco central turco, la tasa de interés que las autoridades monetarias controlan directamente, las tasas de interés del mercado han seguido aumentando. Los depositantes y ahorradores han exigido tasas más altas, elevando el precio del crédito para los prestatarios.

Esto socava el argumento de que las tasas de política más bajas podrían reducir efectivamente los costos de producción para las empresas. Indica que el aumento en las tasas de interés refleja problemas más fundamentales con la economía, incertidumbre sobre la conducción de la política económica y mayores expectativas de inflación para el futuro.

A veces, como en el caso de Turquía, el argumento económico ortodoxo es de hecho el correcto. Los experimentos que se apartan de la política convencional pueden ser costosos. Pero esto no significa que haya reglas universales en economía o que la opinión predominante entre los principales economistas deba determinar la política. De lo contrario, algunas de las innovaciones políticas más importantes de la historia (piense en el New Deal en los EE. UU. o la política industrial en el este de Asia posterior a la Segunda Guerra Mundial) nunca se habrían producido.

De hecho, el marco de política monetaria dominante en la actualidad, el objetivo de inflación, es en sí mismo un producto de las peculiares circunstancias políticas y económicas que prevalecieron en Nueva Zelanda durante la década de 1980. Se sentó incómodo con la teoría de la política monetaria de la época.

Los economistas deben ser humildes cuando recomiendan (o descartan) varias estrategias para combatir la inflación. Y si bien los formuladores de políticas deben prestar atención a la evidencia y los argumentos económicos, deben mostrarse escépticos cuando los economistas que los asesoran muestran una confianza excesiva.

DANI RODRIK, profesor de Economía Política Internacional en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, es presidente de la Asociación Económica Internacional y autor de Straight Talk on Trade: Ideas for a Sane World Economy ( Princeton University Press, 2017).

¿Qué se puede esperar en el 2022 para la economía mundial?

Por Julio C. Gambina

Hay expectativas en la declinación de la pandemia y en el efecto de la inmunización por vacunas, pero no tanto, especialmente por las demoras en su universalidad. Son millones los excluidos de la posibilidad de vacunación, especialmente entre los más empobrecidos de la economía mundial. Mientras las vacunas y la salud sean un negocio rentable, el mercantilismo dominante impone la ley de la ganancia y posterga toda solución. De hecho, Cuba se ha manifestado solvente en la investigación y producción de vacunas y aun la OMS no las autoriza en función de unas condiciones de producción que remite a valoraciones de lógica para los países de alto desarrollo industrial. Cuanto resolvería, para la humanidad, la facilitación de la universalización de las vacunas cubanas, en primer lugar, la eliminación del bloqueo genocida que impide la libre circulación de la producción y el conocimiento cubano, muy en particular sus desarrollos en materia de vacunas anti covid19, que no son las únicas, dicho sea de paso.

Pero más allá de la evolución de la situación sanitaria, el impacto económico social se mantiene. Aparece como novedad el fenómeno inflacionario, especialmente en EEUU y Europa, lo que anticipa una fuerte presión sobre las políticas públicas para inducir austeridad, luego de la generalización de políticas de estímulo al gasto social y a subsidios para sostener la economía, en general favoreciendo la lógica capitalista. Queda claro que lo más importante es la ganancia a costa de los ingresos populares (salarios, jubilaciones, beneficios sociales) y del gasto estatal de contenido social, aplicado al empleo, la salud, la educación, la vivienda, la cultura, entre otros. La inflación es un fenómeno que explicita la lucha de clases en concreto, algo que se conoce muy bien en los elevados registros de precios, en países como Venezuela o Argentina, por años, líderes en inflación de estos últimos años. La novedad en el 2021 es Cuba (ordenamiento monetario mediante), también asociado a las presiones del poder global sobre la dinámica local. No hay duda que existen fenómenos propios y específicos a considerar por los altos precios en los países mencionados, pero nunca olvidarse de la disputa del poder por la apropiación del excedente económico, por lo que, a no dudar, la inflación es un asunto central de la lucha de clases en el orden global.

El último brote mundial de alza de precios, en los 70 del siglo pasado, fue combatido con políticas que hoy se nominan como “neoliberales”, que supusieron el cambio de relaciones estructurales del orden capitalista en varios ámbitos. El principal, la modificación en la relación entre el capital y el trabajo, con sus consecuencias en materia de caída del empleo regularizado y pérdida de ingresos salariales, con flexibilidad salarial y aumento del desempleo, subempleo y la “informalidad”, incluso la llamada “gran dimisión”, como novedad, manifestada en que no se consiguen empleados (de bajos salarios), pese al desempleo y la demanda de contratación. Hasta el Presidente de EEUU llegó a decirles a los empresarios “paguen más y conseguirán trabajadores”.  Al contrario de la demanda por mejores ingresos, la presión del orden capitalista es por reaccionarias reformas laborales y previsionales, en contra de los históricos derechos laborales producto de décadas de lucha social y sindical del movimiento obrero, hoy debilitado por el accionar de la ofensiva del capital y la claudicación de las burocracias sindicales. Junto a las mutaciones en la relación capital trabajo, se destaca la reaccionaria reforma estatal, con las privatizaciones como bandera, en clara orientación de avanzar en la lógica de estimular el papel del capital privado en la apropiación del excedente económico. En ese sentido, se favoreció la liberalización de la economía mundial, con variados instrumentos para el libre cambio (tratados bilaterales en defensa de las inversiones, tratados de libre comercio, etc.) para una mayor circulación internacional del capital, estimulado por los desarrollos tecnológicos y el estímulo a las formas dinerarias de apropiación de renta, forma transfigurada de apropiación de la plusvalía. Las formas de “financiarización” extendidas en el ámbito mundial, constituyen formas específicas de funcionamiento del orden capitalista contemporáneo, que exacerba la ofensiva contra el trabajo, la naturaleza y la sociedad.

Durante el presente año continuará un debate político, con bases teóricas, sobre la profundización de la lógica dominante, combatiendo la “inflación” con austeridad, transfiriendo el costo sobre la población vulnerada, recordando que en el último medio siglo, lo que creció es la desigualdad, o sea, la elevada concentración de la riqueza en una parte muy reducida de la población mundial. En contrapartida, aparece una corriente que remite al keynesianismo, en todas sus variantes, con una propuesta de “reformas” al orden vigente, incluso en algunos casos asumiendo que lo que debe vencerse es el “neoliberalismo”, omitiendo que esta es la forma de gestión capitalista del orden realmente existente en nuestro tiempo. Por eso se impone un rumbo diferente, alternativo, que al tiempo que confronte con las políticas de liberalización a ultranza, pueda discutir con la ilusión “reformista” del orden capitalista, sin perjuicio de luchar por mejores condiciones de vida en el presente. La prédica anticapitalista, no es ilusoria y se alimenta con prácticas socio económicas de reproducción de la vida cotidiana, tal como ofrece de manera reiterada diferentes formas autogestionarias de organización económica, llevada a cabo por millones de personas en todo el mundo. Remito a la autogestión, la producción y circulación comunitaria, de cooperativas y mutuales, como de las diversas formas que asume la producción y reproducción de la vida, incluso anticipando el futuro deseado de un mundo organizado en contra y más allá de la lógica mercantil del capital, sustentado en la explotación de la fuerza de trabajo y el saqueo de los bienes comunes. Claro que algunas de estas experiencias terminan subordinadas a la lógica del capital, lo que no invalida las búsquedas de solución inmediata de problemas cotidianos, los que deben articularse con demandas políticas de construcción de alternativa para el cambio social.

Por eso, discutir que esperar del 2022 nos lleva a una discusión sobre política, un asunto social por excelencia, que requiere definiciones de los colectivos sociales, por una conciencia social de cambio sistémico, por nuevas relaciones sociales de cooperación y superación de los problemas contemporáneos, sea el cambio climático y la defensa del planeta y la vida, como las demandas por la economía de cuidado en contra la discriminación de género, a favor de mujeres, niñas/os y ancianas/os. Resolver el problema de la alimentación y los diversos derechos sociales (educación, salud, energía, etc.>) deben asociarse a la capacidad de producir colectivamente para satisfacer necesidades humanas con respeto al orden natural, lo que supone una amplia confrontación con el poder de quienes hegemonizan la tenencia del dinero y el capital.

Buenos Aires, 16 de enero de 2022


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Julio C. Gambina
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