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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

viernes, 17 de junio de 2022

Carros eléctricos desplazan a viejos automóviles americanos en Cuba

Afp | viernes, 17 jun 2022 10:00 



Calles de La Habana, Cuba. Foto Xinhua

Santa Clara, Cuba. "¿La gasolina?, imagínate, 50 años luchando con ella, ¡ya no quiero ni olerla!", dice Sixto González, mostrando su reluciente cuatriciclo eléctrico azul con el que se traslada a unos 40 kilómetros por hora por La Habana, donde el combustible escasea y el transporte público es un suplicio.

Las motocicletas, triciclos y autos eléctricos salpican cada vez más el paisaje urbano de la capital cubana, dominado hasta ahora por viejos automóviles americanos de la década de 1950 y los compactos Lada de la era soviética.

Con un precio de entre 4 mil y 8 mil dólares, los cuatriciclos se han convertido en la ilusión de muchos habaneros atormentados por las dificultades del transporte. La última vez que Sixto llenó con diésel el tanque de su automóvil de combustión, aguardó ocho horas en una cola.

Este taxista retirado, de 58 años, tiene la fortuna de poseer, además del cuatriciclo, uno de los 600 mil automóviles de combustión que circulan en la isla, donde viven 11.2 millones de personas, según cifras oficiales.

Sin su suerte, muchos cubanos optan por una motocicleta o por un triciclo eléctrico, utilizado muchas veces como taxi o para carga.

En una vieja armadora de camiones soviéticos en desuso, en la central ciudad de Santa Clara, está la planta Minerva, donde se ensambla ahora la mayoría de estas motos importadas de China o Vietnam.

Entre el ruido de atornilladores automáticos, un centenar de obreros arman y pintan las vehículos eléctricos, que avanzan empotradas sobre rieles de producción.

- "Resolviendo cantidad" -

El objetivo es hacer 10 mil motocicletas este año, dice Elier Pérez, director de Minerva, cuya máxima producción anual hasta ahora ha sido de 5 mil.

En otra área de la nave se almacenan hileras de triciclos listos para la venta. Son parte de los 2 mil vehículos de tres ruedas previstos para este 2022, dice Pérez.

Actualmente circulan en el país entre 40 mil y 50 mil motos eléctricas, según las autoridades.

"La tuve que comprar porque se acabó el petróleo, y colas y colas (...) son interminables y dije: `No, voy a comprar algo porque tengo que moverme`", explica Raúl Suárez, montado en su nueva vehículo eléctrico.

Este tipo de transporte está "resolviendo cantidad, es una buena iniciativa", señala Suárez, un empleado de seguridad de 52 años.

Hace tres años el gobierno empezó a impulsar el uso de vehículos eléctricos, introduciéndolos en empresas estatales para su personal.

"Cuba es un museo rodante", con una gran cantidad de automóviles que "tienen 35 años de edad", se lamenta Guillermo González, director de Ingeniería del Ministerio de Transporte.

Con los autos eléctricos bajará "el consumo de combustible tanto de diésel como de gasolina y al mismo tiempo disminuimos la contaminación", añade el funcionario.

- Motos y refrigeradores -

El transporte público también es un calvario. Cerca del 50% de los autobuses están fuera de operación "por falta de neumáticos y baterías". Los habaneros esperan a veces horas para abordar un bus intentando llegar a sus trabajos.

Para el gobierno la prioridad es el transporte público y de carga para la distribución de alimentos, asegura este responsable.

Pero los obstáculos son muchos debido "al bloqueo que nos han impuesto, que no nos permite comprar las piezas, no nos permite créditos", explica González, refiriéndose al embargo estadounidense contra la isla que dura ya seis décadas.

Las personas se aglomeran en interminables colas suspirando por conseguir gasolina y encontrar diésel en las últimas semanas es un triunfo.

El problema viene de 2019, cuando Washington endureció las sanciones, bloqueando el arribo de tanqueros venezolanos. El suministro de petróleo se desplomó de 100 mil barriles diarios a cerca de 56 mil en promedio en 2021, explica Jorge Piñón, experto cubano en política energética de la Universidad de Texas.

A esto se suma el déficit de generación de energía eléctrica desde hace casi un mes por fallas y trabajos de mantenimientos en termoeléctricas del país.

Para suplir esa energía eléctrica faltante, las autoridades recurren a grupos electrógenos, equipos que funcionan con diésel, destinando a ese fin la mayor parte de este combustible.

"Nunca hemos visto una situación tan precaria como en la que estamos hoy y todavía tenemos tres meses de un caluroso verano", advierte Piñón.

Sin embargo, el director de política estratégica del Ministerio de Energía, Ramsés Calzadilla, asegura que este déficit no impide el funcionamiento de los vehículos eléctricos.

"Una moto eléctrica podríamos decir que es muy similar a un refrigerador" en cuanto a consumo, dice Calzadilla, optimista de que pronto se recuperen las termoeléctricas y Cuba tenga suficiente luz.

La larga carrera de la economía

La sociedad en la que vivimos hoy, tiene diferencias notables con aquella otra en la cual fueron discutidos, enriquecidos, modificados y finalmente aprobados los Lineamientos Económicos y Sociales.




Los Lineamientos Económicos y Sociales abrieron hace ya 11 largos años esta nueva etapa de la reforma económica. Luego, la aprobación de la Conceptualización y el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social, se convirtió en otro punto de referencia. Más tarde, después de marzo del 2020, la actualización de la estrategia.

En ese trayecto de once años, hemos visto a un presidente de Estados Unidos declarar públicamente que estaba convencido del fracaso de las políticas hacia Cuba que las administraciones que le precedieron habían puesto en práctica desde los años sesenta. Mientras, los otros dos presidentes que le siguieron han hecho hasta lo imposible por lograr lo que aquellas administraciones que antecedieron a Obama no lograron. El último de ellos, en ese estilo de política balbuceante que lo ha caracterizado, ha eliminado unas pocas de todas las restricciones que su antecesor impuso.

Coincidiendo en el tiempo, la pandemia que ha vuelto de revés la economía mundial nos enseño que teníamos fuerza suficiente para crear vacunas que otros, más poderosos, no pudieron producir. Hoy tenemos una cobertura de vacunación que ningún país de América, norte y sur incluida, ha logrado.

En este tiempo, el turismo desapareció y junto con él, pero gracias al “ordenamiento monetario”, desapareció el CUC y las tiendas en divisas, para luego aparecer “transformados en MLC y tiendas en MLC”. Mientras, CADECA se ha convertido en un recuerdo. Los dólares físicos, esos que vienen de “afuera”, no encuentran un espacio en los bancos y los que están en los bancos no encuentran cómo salir de allí y llegar a la población. Los euros tienen la preferencia del público, en tanto pueden convertirse en dinero plástico MLC. Al final, intentando una sola moneda tenemos al menos tres; tratando de lograr una sola tasa de cambio, ahora tenemos al menos dos; la convertibilidad de una moneda en otra no es posible, al menos para el público. Hemos llegado a situaciones tan ¿extremas? como que en una cafetería de la terminal tres del aeropuerto internacional de la Habana usted deba pagar en euros y el vuelto se lo entreguen en pesos cubanos, lo cual para nada contribuye con esa aspiración de recuperar el turismo.

También desaparecieron los productos de las tiendas, de todas. Y además durante algún tiempo y gracias a la innovación de los precios topados, el boniato se hizo invisible y casi todas las otras viandas de mayor alcurnia también. Quien fuera el “mamífero nacional”, demorará en volver a estar al alcance de la mayoría de los bolsillos pues el sacrificio de madres reproductoras ante la carencia de alimentos, nos ha hecho perder lo que fuera uno de los pocos éxitos de la producción pecuaria cubana. El agua embotellada, esa de los pomitos plásticos, es una rareza por lo que los turistas tendrán que acostumbrarse al “agua de la pila” si salen del hotel.

Apareció nuevamente la deuda con proveedores la cual se ha hecho más pesada y no contribuye a la necesaria atracción de inversionistas extranjeros.

La sociedad en la que vivimos hoy, tiene diferencias notables con aquella otra en la cual fueron discutidos, enriquecidos, modificados y finalmente aprobados los Lineamientos Económicos y Sociales. Está más segmentada en términos de ingresos y de intereses, se ha hecho más vieja, disminuyen sus miembros por una emigración difícil de controlar y que compromete el futuro si atendemos a la cantidad de jóvenes que se marchan.

La empresa estatal socialista y las aspiraciones de desarrollo

Mientras, los repetidos intentos por transformar/ perfeccionar/ la empresa estatal socialista, no acaban de dar resultados, una parte de ellas cierran con pérdidas, otras están perdidas y otras con sobreutilidades no siempre asociadas a su eficiencia y el cumplimiento del plan. Esta situación nos lleva a las mismas preguntas de hace más de cuatro décadas, ¿Cuáles deben ser estatales? ¿Cuántas deben quedar? ¿Cómo debe hacerse ese proceso? Preguntas todas de difícil respuesta cuando por más de cincuenta años se ha entendido, aun cuando no existe ningún argumento científicamente probado que lo demuestre, que la cantidad de empresas estatales es determinante para la solidez económica del socialismo.

Sin un sector empresarial estatal sólido, dinámico, eficiente, con niveles de productividad adecuados, será imposible crecer y sin crecimiento económico sostenible será muy difícil la tarea del desarrollo.

Y no es que lo que viene ocurriendo con las mipymes no sea importante, hoy se acercan a las 4000 empresas. Pero como en otras economías las mipymes necesitan de esos otros motores mayores, que se conviertan en sus “clientes” y “proveedores” algo que no ocurre en nuestro país en la magnitud ni con la complejidad necesarias.

Para este año 2022 la meta de crecimiento es del 4% respecto del año anterior. Ese crecimiento, a todas luces, pretende alcanzarse más por esfuerzo propio, rompiendo de alguna manera esa vieja relación de alta dependencia que ha existido entre el crecimiento del PIB y el crecimiento de las exportaciones.

La línea anaranjada representa PIB, tasa de crecimiento y la azul el coeficiente de importación.

No creo que existan muchas evidencias de economías nacionales que crezcan de forma sostenida y sostenible con sistemas empresariales débiles. Tampoco conozco de muchas evidencias que demuestren que el crecimiento económico puede lograrse sin empresas que obtengan utilidades.

Si obtener utilidades no es uno de los propósitos de la empresa, incluso de una empresa estatal socialista, y de hecho uno en el que le debe ir la vida, entonces ¿Cómo logra crecer, reproducirse, invertir, innovar, modernizar su tecnología, incorporarse a las tendencias mundiales, por ejemplo la Industria 4.0? ¿Cómo conquistar mercados internos y externos? ¿Cómo mejorar los puestos de trabajo y pagar más salarios a los que le aportan a sus utilidades, a sus trabajadores, que es una de las formas de conservar el “activo más valioso que tiene una empresa”?

¿Qué haría si no obtiene utilidades? ¿Seguir “colgada” del presupuesto del Estado? De ese mismo presupuesto que en el 2020 transfirió al “sector no presupuestado” 14 065 millones de pesos, esto es un 35% del total de gastos.

No es posible pretender tener sistemas empresariales sólidos sin un marco institucional adecuado.

A fuerza de detectar trabas nos hemos hecho especialistas en ello. Menos hábiles parece que somos en estructurar las “reglas de juego” que impidan que las trabas se perpetúen.

La quinta vía.


A lo largo de los últimos 150 años se han formulado diferentes teorías que proclaman vías para el mejoramiento de las sociedades humanas. De ellas he identificado cinco vías que me van a facilitar la formulación, al final de este artículo, de una propuesta para impulsar el desarrollo económico y socio-político del socialismo en Cuba. La enumeración escogida en la denominación de las Vías no significa un ordenamiento por su importancia sino, mas bien, cierta secuencia cronológica no siempre estricta.

La Primera Vía es el capitalismo neoliberal actual, que tiene su origen en el liberalismo de la etapa pre-monopolista del capitalismo de libre concurrencia. Sus principales teóricos, entonces, fueron, entre otros, John Locke y el Barón de Montesquieu en la teoría política, y Adam Smith y David Ricardo en lo económico. Proponían estos últimos autores mencionados la completa libertad del mercado en la sociedad, el cual espontáneamente, decían, podía organizar la vida adecuada de los ciudadanos alcanzando el equilibrio social sin la intervención del Estado en la economía. Sus consignas para el mercado eran: ¡Laissez Faire, Laissez Passer! (¡Dejar Hacer, Dejar Pasar!). La absoluta espontaneidad del mercado que proclamaba el liberalismo económico creó condiciones para el surgimiento de las crisis que periódicamente afectaban al capitalismo. Su final fue la crisis de 1930-1933, al demostrar que el libre albedrío del mercado no resuelve los problemas de las sociedades humanas.

Varias concepciones capitalistas que proponían cierta intervención del Estado en la economía para controlar los defectos del mercado tampoco lograron los éxitos anunciados. El neoliberalismo actual retoma la plena espontaneidad mercantil haciendo hincapié en la desregulación de los mercados internos, incluyendo los financieros, y el levantamiento de las restricciones al movimiento internacional de capitales. Todo ello sin la intervención del Estado y privatizando las empresas públicas y los servicios sociales como la educación y la salud. En resumen, la economía debe estar en manos de empresas privadas que actúan sin regulaciones del Estado. El neoliberalismo no se preocupa por los resultados sociales de sus concepciones, que se agudizan con estas decisiones. El equilibrio proclamado no se alcanza y, al contrario, los ricos se hacen mas ricos, y los pobres, mas pobres.




La Segunda Vía es la socialdemocracia, institucionalizada a fines del Siglo XIX en el Partido Obrero Socialdemócrata, creado en 1869 en Alemania el cual puede considerarse el primer partido proletario masivo de carácter nacional y de inspiración marxista. En 1875 este partido se fusionó con la Asociación General de los Trabajadores dando nacimiento al Partido Socialdemócrata Alemán (PSDA). En su lucha parlamentaria, el PSD fue ganando cada vez más electores. En 1893 logró casi dos millones de votos (mas del 25% del total) y se alzó con 44 diputados, número que les permitía proponer proyectos de ley. Su influencia en el parlamento iba en ascenso. Federico Engels, en su Introducción de 1895 a una nueva edición de ”La lucha de clases en Francia” de Carlos Marx, reconoció que en aquel momento los socialistas habían prosperado mas mediante medios legales que con los ilegales y la subversión.

Los éxitos del PSDA impulsaron la creación de partidos similares en Inglaterra, Francia, EE.UU., Austria, España, Italia, Suecia y Rusia. Los nuevos métodos organizativos introducidos por estos partidos se fueron implantando de tal manera que, incluso, los partidos burgueses comenzaron a tenerlos en cuenta en sus propios estatutos. Analistas consideran que los grandes partidos socialistas así formados influyeron decisivamente en la creación y funcionamiento de los partidos políticos modernos.

El avance de estas entidades socialistas condujo a la conveniencia de agrupar en una organización los esfuerzos que llevaban a cabo los diferentes partidos nacionales y coordinar sus acciones con una visión internacional. Se planteó el renacimiento de la Primera Internacional, hecho que ocurrió en 1891cuando se fundó la Segunda Internacional, que era mas bien una federación de partidos nacionales socialistas, pues sus decisiones eran de carácter indicativo y no obligatorio, dejándose a los partidos nacionales la táctica de aplicarlas según sus propias condiciones.

Los avances de la II Internacional conducían a pensar que, por la vía electoral, se podía alcanzar la mayoría parlamentaria que agrupara a tantos electores obreros y de clase media que, con esa fuerza, iniciar la transición socialista hacia la sociedad que sustituiría al capitalismo. La validez de este aserto no se comprobó en la práctica, pues comenzaron a surgir desviaciones en la conducta de los representantes de esos partidos en el parlamento. La influencia de los parlamentarios socialistas crecía por encima de los propios órganos de dirección partidista y sus posiciones en el legislativo empezaron a desviarse de las necesidades revolucionarias.

El mas grave apartamiento fue protagonizado por el militante socialista alemán Eduard Bernstein quien formuló una teoría revisionista del marxismo. Berstein ponía en primer plano el carácter evolutivo y pacífico que debería tener el movimiento socialista para sustituir al capitalismo; consideraba que las clases sociales ya no existían como tales y los obreros se habían convertido en ciudadanos, siendo iguales a los demás habitantes de la nación, incluyendo a la burguesía; en la economía rechazó el concepto de valor-trabajo de Marx y Engels y consideró que la plusvalía era solo una construcción de la lógica, una nueva fórmula basada en una hipótesis que no tenía asidero en la realidad.

La influencia de Bernstein ganó terreno en los partidos socialdemócratas. El colofón de esta desviación se evidenció al estallar la Primera Guerra Mundial. Ante ella, la II Internacional orientó a los partidos nacionales miembros que apoyaran los presupuestos de guerra en sus respectivos parlamentos, convirtiéndose así en aliados de la burguesía que impulsaba la guerra para el reparto del mundo entre las potencias imperialistas. El prestigio de la nueva organización socialista internacional se vino abajo y se disolvió en la práctica, arrastrando con ello a las ideas socialdemócratas.

El término Tercera Vía fue utilizado por la socialdemocracia a principios los años 1950 intentando crear una sociedad que se diferenciara tanto del capitalismo de mercado como del comunismo soviético. La utilización mas reciente del término La Tercera Vía ocurrió en 1997 cuando el Partido Laborista asumió la dirección del gobierno británico con Tony Blair a la cabeza. Su fundamentación conceptual se planteó como la renovación de la socialdemocracia en el marco histórico caracterizado por la quiebra del Estado de Bienestar que predominó en los países capitalistas industrializados hasta fines de los años setenta, la desintegración de la Unión Soviética y la desaparición de los países socialistas de Europa, así como los profundos cambios sociales, económicos y tecnológicos ocurridos. La Tercera Vía pretende trascender la socialdemocracia y el neoliberalismo creando un pensamiento y una política práctica que utilice la economía liberal de mercado para alcanzar una elevada producción con el objetivo del desarrollo social y los valores humanistas que impulsaron al socialismo y al comunismo en sus orígenes. La Tercera Vía de Blair fracasó rotundamente y dejó de existir al fundirse con el capitalismo neoliberal ya existente, tanto en lo económico como en su política interna y externa



La Cuarta Vía apareció con la Revolución Socialista de Octubre de 1917 en Rusia. Ante la bancarrota de la Segunda Internacional, solo un partido socialdemócrata decidió aprovechar la contienda bélica para armar a los obreros y campesinos del país y lanzarse a la toma del poder del Estado: el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR) dirigido por Lenin. La Revolución de Octubre abrió una nueva etapa de la historia universal: la del triunfo y desarrollo de la construcción del socialismo en cada vez mas países. Por primera vez en la historia, un Estado de obreros y campesinos se planteaba la tarea de dirigir la economía nacional. El pueblo soviético alcanzó gigantescos resultados en el desarrollo económico y social del país, en la lucha antiimperialista y en la solidaridad internacional con las causas mas justas de otras naciones. No obstante estas bondades del modelo soviético de socialismo, en su seno se concibieron y aplicaron políticas antipopulares que alejaron al Partido Comunista y al Estado Socialista de las masas del pueblo. Ello, unido a las presiones y agresiones externas de todo tipo llevadas a cabo por el imperialismo internacional, condujo a la desaparición del socialismo en la Unión Soviética y en los países europeos que habían adoptado su modelo. En el análisis integral de este fracaso se debe ahondar, entre las causas más importantes, en las graves afectaciones a la moral y a la vida espiritual de los pueblos soviéticos, infligidas por la política represiva ejercida y la falta de libertad en varios aspectos de la proclamada democracia socialista. No se trata solamente de un fracaso en el ejercicio del poder sino de la frustración en crear una verdadera cultura democrática socialista en todos sus ámbitos. Al contrario, se aplastaron importantes aspectos de la libertad individual de pensamiento, conciencia y expresión, así como los derechos de reunión, manifestación y asociación. Otras severas restricciones se referían a la limitación individual para salir, temporal o definitivamente, del territorio soviético y las dificultades para acceder a diferentes fuentes informativas internas y de otros países. El secretismo se enseñoreó en la actuación del PCUS y el Estado soviético. El dogmatismo reinó en la investigación y la enseñanza de las ciencias sociales. De manera significativa, la democracia se manifestaba mermada en los procesos de toma de decisiones en el Partido, el Estado, el gobierno y los demás organismos y organizaciones sociales. En general, el PCUS no garantizó su influencia por la vía del ejemplo ético de sus dirigentes ni utilizó la persuasión en sus métodos de dirección, sino los aplicó mediante órdenes verticales y la imposición administrativa.

La Quinta Vía está por diseñar en todos sus aspectos. Su objetivo consiste en establecer un sistema de organización y funcionamiento económico y socio-político que no siga las pautas del capitalismo neoliberal y avance en la construcción de una sociedad poscapitalista o socialista según las características nacionales e históricas del país en cuestión. Entre sus bases conceptuales debe aplicar lo mejor de lo obtenido en la práctica social de la Cuarta Vía y rechazar los factores que la hicieron fracasar. Asimismo, debe recoger los aportes de la socialdemocracia original de fines del siglo XIX y evitar sus errores.

Considero que la Quinta Vía debe caracterizarse, en lo económico, por un mas amplio papel del mercado como regulador del proceso productivo en base a la competencia leal entre las empresas y sin que se ejerza el monopolio de la producción y los servicios, salvo muy justificadas excepciones. Los contratos entre las entidades se establecerían con plena libertad entre ellas para establecer las condiciones del intercambio. La principal misión del Estado se concentraría en implantar las normas y regulaciones que harían posible el escenario legal de actuación de las empresas con plena libertad en sus relaciones monetario-mercantiles, así como ejercer la protección social de las personas y entidades que resulten vulnerables. En lo político, la Quinta Vía avanzaría hacia el establecimiento de las distintas modalidades de la democracia directa mediante la cual los ciudadanos no solo participen sino que decidan sobre los principales asuntos públicos incluyendo la postulación y elección de los candidatos a los órganos electivos del Estado. China y Vietnam están desarrollando los aspectos económicos de la Quinta Vía con exitosos resultados. Cuba podría avanzar hacia la Quinta Vía abandonando el modelo de planificación central heredado de la Cuarta Vía, ampliando significativamente el mercado en la regulación de la economía y completando los patrones de la democracia directa en el Estado, el partido político único y las organizaciones de masas y sociales. El diseño y la aplicación de la Quinta Vía podría ser la solución a los problemas que está confrontando nuestro país en su desarrollo económico y social. En todo ello hay que tener muy en cuenta los efectos negativos del bloqueo impuesto por el gobierno norteamericano contra la Isla que ya dura mas de 60 años, recrudecido con las 243 medidas implantadas por la administración de Donald Trump y mantenidas por el actual inquilino de la Casa Blanca, Joseph Biden*. A lo que hay que sumar los efectos de la pandemia de la COVID-19 durante los últimos dos años, sus secuelas posteriores y, ahora, las provocaciones de los Estados Unidos y la OTAN con el objetivo de debilitar a Rusia, plasmadas en las acciones militares en Ucrania que han creado turbulencias en la economía internacional y en la geopolítica mundial.

No obstante estos inconvenientes, no es posible esperar a que el bloqueo se debilite y se forme un clima de paz en las relaciones internacionales para, entonces, encaminar la solución de los actuales problemas económicos y socio-políticos de la Revolución Cubana mediante el diseño y aplicación de la Quinta Vía, que necesariamente tiene que ser de forma paulatina, por etapas y con el concurso de todos los cubanos.

La Habana, 7 junio 2022



* Al momento de publicar este artículo, Biden ha flexibilizado unas cuantas medidas que, no obstante, dejan intacto el núcleo duro y más criminal del bloqueo

(Nota del Administrador)