Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

domingo, 24 de octubre de 2021

Cuba vs Covid 23.10.2021

Por Humberto Herrera Carlés.

El combate contra la Covid 19 en Cuba está alcanzando resultados alentadores, y se está controlando la pandemia en lo fundamental, pero no esta vencida aún.



En el mes de octubre en relación con el mes anterior  se han obtenido los siguientes resultados positivos.

-  Una disminución del - 63.0 % del promedio diario de confirmados.

-  Una disminución del - 56.9 % del promedio diario de fallecidos.

- Una disminución del - 78.9 % los activos en relación con el 30 de septiembre , es decir de 27 158 a 5 731 en el parte de hoy.

-  De la población total de Cuba, el 87.6 % tiene al menos una dosis de la vacuna contra el Covid, 3er lugar en el mundo,  y el 62.5 % tiene el ciclo completo de vacunación.

La consecuencia más importante en este mes, de lo apuntado anteriormente,  desde mi punto de vista, es tener ya dos días consecutivos, con un por ciento de positividad inferior al 5.0 % a nivel de país, que es la cota máxima establecida por la OMS para considerar en control esta pandemia, mas no erradicada porque se siguen confirmando casos de SARS-CoV-2. Pero esto no se registraba desde el 19 de junio pasado en que empezó a ascender la positividad de los test realizados, es decir el contagio. 

La meta por supuesto, es tener positividad 0 de modo sostenido, pero desde que se extendió  la pandemia, solo hemos obtenido un día con 0 positivos en todo el país, el 19 de julio del 2020. Ese continúa siendo el reto.

                                  
Elaboración propia con datos del  MINSAP

Lo anterior no aplica para todas las provincias, como se observa en el siguiente gráfico. Solo el 56 % de los territorios tienen un comportamiento normal, si bien la Habana que es la de mayor población y la de mayor concentración,  se encuentra entre las incluidas, y eso es  importante. 

Pero al tiempo, hay que observar que entre alta y muy alta, hay provincias de las zonas de occidente, centro y oriente, es decir la movilidad entre las mismas, como ha ocurrido anteriormente, puede ser un factor potencialmente peligroso para un retroceso. Las vacunas no lo son todo contra esta pandemia, la disciplina individual lo es mas,  y los menores de 2 años , no están vacunados aun. 


Fuente: Captura de pantalla de la conferencia de hoy 24.10.2021

El elemento negativo  en el mes de octubre ha sido la letalidad, es decir la tasa de fallecidos por enfermos de covid, que nunca había sobrepasado el 1 %. El pasado 10 de octubre del 2021 era de 1.02 %, y hasta ayer alcanzo, acumuladamente la cota de 1.10 %. La tasa acumulada desde que empezó la pandemia es de 0.87 %.


El próximo 14 de noviembre  del 2021, con los resultados hasta el día 13,  publicaré de modo mas abarcador, la situación del país, de cara a la apertura oficial de sus fronteras al turismo extranjero el 15 de noviembre del 2021. 

La economía también es política e ideología (+Video)

 Aprueba II Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Sistema de aseguramiento político a los actores económicos

Foto: Estudios Revolución

El II Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) aprobó, en la mañana de este domingo, un Sistema de aseguramiento político a los actores económicos, en sesión encabezada por el Primer Secretario de la organización y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Joel Queipo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central y jefe del Departamento Económico, explicó que el programa «se concreta a través de un sistema de acciones encaminadas a orientar, acompañar, evaluar y promover un desempeño eficiente y efectivo de la economía para el beneficio social».

El objetivo general del sistema es continuar desarrollando la identidad social socialista de los trabajadores y socios, mediante la dirección articulada de los actores de nuestro sistema político —liderados por el PCC— en la diversidad de espacios y niveles, logrando su motivación, organización, capacitación y participación protagónica como sujetos de transformación social.

La proyección del sistema se desarrolló —dijo el dirigente partidista— «ante la necesidad de dinamizar el proceso de actualización del Modelo de Desarrollo Socialista Cubano en un contexto en el que se ha arreciado el bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de EE. UU. hacia Cuba, agravado por la pandemia de la COVID-19».

Según se define en el informe presentado, un actor económico «es la persona jurídica o natural del sector estatal o no estatal dedicada a la producción, distribución y comercialización de bienes y prestación de servicios».

Las mismas participan en las relaciones económicas de los territorios, como los municipios, en función de crear «la riqueza material y espiritual para satisfacer necesidades de la sociedad en su conjunto, convocados todos a impulsar, cada uno desde su ámbito, el desarrollo de la nación».

Hasta la primera mitad de octubre, los actores del entramado económico nacional sumaban 1 807 empresas estatales; 4 853 cooperativas de producción agropecuarias (CPA), cooperativas de créditos y servicios (CCS) y unidades básicas de producción cooperativa (UBPC); 423 cooperativas no agropecuarias (CNA —esta semana sumaban unas 430—); 104 micros, medianas y pequeñas empresas (Mipymes —por estas fechas ya son más de 230); 601 383 trabajadores por cuenta propia (TCP); y un centenar de empresas mixtas.

Para la dinamización de los actores económicos cubanos y el aseguramiento político, la sociedad y el Partido cuentan con varias herramientas, como la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, los Lineamiento de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el periodo 2021-2026, y la Estrategia Económico y Social, argumentó Queipo Ruiz.

El informe presentado por el Jefe del Departamento Económico del Comité Central del PCC pauta que la necesidad del aseguramiento político a todos los actores está dada «por las exigencias de las transformaciones del modelo de desarrollo socialista, que implica un tipo de crecimiento con la consiguiente transformación estructural; la consolidación de valores, prácticas y concepciones que orientan y fundamentan ideológicamente la gestión; y la legitimación del proyecto político que la enmarca, a través del ejercicio de la participación protagónica de los trabajadores y el pueblo organizado.

«De esta transformación, perfeccionamiento y salto cualitativo, con la empresa estatal socialista al frente como actor principal, dependerá el logro de la sociedad próspera y sostenible que aspiramos», define el documento.

Señala también que el Sistema de aseguramiento político del PCC a los actores económicos «es una herramienta vital para —a través de un sistema de trabajo que agrupe a todos los actores del sistema político cubano, con un fin social y en el marco de un proyecto político dirigido a la construcción del socialismo— materializar la obra con todos y para el bien de todos que aspiramos».

SIN ECONOMÍA NO HAY SOCIALISMO

En el debate previo a la aprobación de la propuesta —que fue conducido por Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y Secretario de Organización y Política de Cuadros— intervino una decena de miembros del Comité Central del PCC.

Homero Acosta Álvarez, secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, definió como un documento transcendental el Sistema de aseguramiento político a los actores económicos.

Foto: Estudios Revolución

Estas acciones —significó— contribuirán a una mejor comprensión del modelo económico diseñado desde el 6to. al 8vo. Congreso del PCC, del cual aún no hay total comprensión. Es una tarea del Partido que se comprenda este modelo, que es el que está en la Constitución de la República, afirmó.

Acosta Álvarez validó los objetivos y tareas planteadas en esta estrategia, ante la mixtura de actores económicos y formas de propiedad que se han promovido en el país, y donde la empresa estatal socialista es el actor fundamental, la que tiene que generar las mayores riquezas.

No obstante —apuntó— tenemos que desterrar los prejuicios que aún subsisten sobre el sector no estatal, que es complementario de forma general en la economía, pero en algunos ámbitos es el fundamental, no solo por generar empleos, sino también por su capacidad de generar bienes y prestar determinados servicios con mucha mayor calidad.

Homero Acosta subrayó el propósito de nuestro sistema socialista de generar la mayor prosperidad y bienestar para el pueblo; sin embargo —acotó—, prosperidad y bienestar no se construyen de una sola vez y para todos en un solo momento, se construyen día a día.

Cuba —agregó— tiene que buscar igualdad, pero no la igualdad de la pobreza, sino la igualdad del bienestar, y la vulnerabilidad de las personas se desterrará mientras más capacidad y riqueza generen todos los actores económicos del país, estatales y no estatales.

«Sin economía —precisó— no hay socialismo, si no se genera riqueza, tampoco habrá bienestar, y eso es lo que buscamos».

El vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, señaló que la nación está entrando en una etapa que nos impone un desafío y un reto, no solo en lo económico, sino también en lo ideológico.

Foto: Estudios Revolución

Denunció la manipulación que los enemigos de la Revolución están haciendo del trabajo no estatal, privado, al intentar contraponerlo a la empresa estatal socialista. Ellos intentan dividir, crear una especie de fractura entre uno y otro sector, presentando al privado como emergente, dinámico, y al estatal como atrasado, anquilosado —recordó.

Intentan fracturar la unidad, y esto es un desafío ideológico cuando de lo que se trata es de trabajar por la inclusión de todos los actores económicos, que es lo que está aprobado en el modelo económico y forma parte de la Constitución de la República, expuso.

Tras abordar otros desafíos y amenazas en el ámbito ideológico, vinculados a la economía y a los proyectos de vida de las personas, sobre todo de los jóvenes, el ministro de Economía y Planificación expuso que la empresa estatal socialista no solo tiene el liderazgo económico porque gestione los medios fundamentales de producción; lo debe ser —expuso— porque gestiona eficientemente esos recursos, de lo contrario, ese liderazgo no se ejerce.

El enfrentamiento ideológico en este ámbito —abundó— tenemos que ganarlo también; el sistema empresarial estatal tiene que gestionar los medios de producción principales de forma eficiente, tiene esa obligación, tiene esa responsabilidad social, y también la tiene el sector no estatal, que recibe todos los beneficios sociales que la Revolución brinda a todos.

Isdalis Rodríguez Rodríguez, miembro del Secretariado Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba, informó sobre las acciones para transformar la labor de las organizaciones sindicales para incrementar el papel y protagonismo de las trabajadoras y los trabajadores en el sector empresarial y la búsqueda de mayor eficiencia.

Foto: Estudios Revolución

Miriam Nicado García, Rectora de la Universidad de La Habana, apuntó que estos centros deberán ir atemperando sus planes de estudios a las actuales dinámicas económicas, tanto para quienes estudian esas ciencias como para el resto del alumnado, a fin de que cuando egresen de las universidades y escuelas tengan una mejor formación económica, contextualizada a los momentos actuales.

El punto en la agenda del II Pleno del Comité Central del PCC estuvo encabezado, además, por Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; Manuel Marrero Cruz, primer ministro; y Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República, entre otros miembros del Buró Político.


¿Cuánto más hacer desde la militancia?

 Por: Yaima Puig Meneses, Alina Perera Robbio, René Tamayo

 

El presidente Díaz-Canel se refirió a la importancia de «defender el concepto del poder popular, la manera de hacer gobierno, de ejercer el poder del pueblo —que es donde descansa el concepto de nuestra soberanía. Foto: Estudios Revolución

¿Cómo convertir el trabajo en soluciones y resultados concretos, que realmente impacten en el bienestar de Cuba? Es en tal inquietud, justo en esa interrogante, donde debe profundizarse si se trata de la labor de la militancia. Así razonó este sábado, desde el capitalino Palacio de Convenciones, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Hay que detenerse en ese tema, reflexionó el Jefe de Estado en la primera parte de la jornada del II Pleno del Comité Central del Partido Comunista, porque «todavía este esfuerzo y esta intensidad de trabajo no se concreta en resultados visibles para nuestra población, y ahí es donde tenemos que profundizar».

«¿Qué más nos queda por hacer; qué voy a hacer yo como militante, como revolucionario, como dirigente en el ámbito en que ocupo responsabilidades; cómo aportaré más y cómo dejo de mirar las cosas con complacencia, y con un sentido más crítico, de más inconformidad?», planteaba la interrogante el Jefe de Estado, a modo de camino para actuar de «una manera más enérgica, de una manera más eficaz, de una manera más efectiva para lograr mayor aporte».

Es un desafío que entre otras premisas pasa —subrayó el dignatario— por el trabajo del Partido, por transformar «realmente la labor de las organizaciones de base y de todas las estructuras de la organización en todos los niveles». El éxito en tal sentido pasa, apuntó, «porque acentuemos el concepto de ejemplaridad de la militancia, y también porque fortalezcamos el concepto de unidad con nuestro pueblo».

Díaz-Canel habló sobre la importancia de «defender el concepto del poder popular, la manera de hacer gobierno, de ejercer el poder del pueblo —que es donde descansa el concepto de nuestra soberanía. Foto: Estudios Revolución

Sobre la última idea, Díaz-Canel Bermúdez expresó que «nosotros somos mayoría defendiendo a la Revolución, no como militancia: nosotros somos mayoría defendiendo a la Revolución como pueblo, y dentro de ese pueblo hay una vanguardia que es la militancia, la militancia revolucionaria, la militancia comunista, que fue a la que llamamos a defender la Revolución cuando nos quisieron montar un show con la pretensión de que en una horas se caía la Revolución con hechos vandálicos».

El Primer Secretario del Partido Comunista destacó que ese día (el 11 de julio), «la repuesta fue de revolucionarios convocados a enfrentar esos hechos vandálicos que nunca fueron manifestaciones pacíficas —como tratan de mostrar ahora—; y el resultado fue que a las siete de la noche el país había recobrado su calma y la ha mantenido en todas estas semanas y meses».

En estos tiempos, denunció el mandatario, «no han cesado las provocaciones y los llamados desde el exterior —con una campaña vulgar, cargada de odio—, a manifestaciones, a crear incidentes, a buscar situaciones: un llamado permanente al vandalismo para provocar situaciones que atenten contra nuestro orden constitucional».

Como parte de su intervención en los primeros momentos del II Pleno del Comité Central, Díaz-Canel Bermúdez hizo referencia a cómo desde que tuvo lugar el 8vo Congreso del Partido hasta hoy, se ha estado procesando, e implementando, toda la información derivada del importante cónclave. Las provincias, apuntó, comenzaron a trabajar de inmediato, y entonces la praxis y lo ideado se fueron complementando. El trabajo de procesamiento, destacó, «dio lugar a un documento que a mi modo de ver yo creo que facilita el trabajo como una guía que es el de las Ideas, conceptos y directrices del Congreso».

Sobrevino después, como recordó el Presidente, la divulgación de las ideas derivadas de la magna cita partidista, en una labor que fue desde el Secretariado, pasando por las distintas estructuras de la organización, hasta la población misma. Las conceptualizaciones, reflexionó el Presidente cubano, «se han estado haciendo para implementar los acuerdos del Congreso».

Entre otros conceptos cardinales que forman parte de lo que ha ido incorporándose a la vida de la militancia y del pueblo, Díaz-Canel Bermúdez hizo alusión a tópicos estratégicos como el modo de «hacer política desde el Partido», algo que desde el 8vo Congreso «se ha compartido (…) con las estructuras de gobierno, con las estructuras del Estado, y con todo el sistema de trabajo institucional en nuestra sociedad».

«En función de eso, destacó, estamos incentivando también la interpretación (…) sobre la democracia socialista, con participación y control popular, que es lo que está refrendado en nuestra Constitución como elemento del poder popular».

En tal sentido el mandatario habló sobre la importancia de «defender el concepto del poder popular, la manera de hacer gobierno, de ejercer el poder del pueblo —que es donde descansa el concepto de nuestra soberanía—». Subrayó que Cuba ha pasado a «una estructura de gobierno diferente a la que tuvimos en otro momento, donde aparecen nuevas figuras, donde aparecen también nuevas estructuras, y donde desaparecieron estructuras como fueron las asambleas provinciales del Poder Popular».

Se ha estado insistiendo en esta etapa, destacó, en cómo el Partido Comunista debe centrarse en el aseguramiento político a los principales procesos: los ideológicos, los económicos, y los sociales. Esa, resaltó, «es la labor que le corresponde al Partido, para que entonces en función de ese aseguramiento político, el gobierno gobierne, y la administración administre; y entre todos, empujemos cada uno de los programas, cada una de las tareas, cada una de las proyecciones de la Revolución».

«Hemos estado también trabajando conceptualmente, recalcó, en cómo ir perfeccionando la manera de relacionar el trabajo del Partido con el trabajo de los órganos superiores del Estado, (…) para que de verdad se potencie ese concepto de poder popular, que lleva como un elemento fundamental —en lo cual también estamos insistiendo en ese debate que estamos alentando— el tema de la rendición de cuentas: todos tenemos que rendir cuentas a la población, todos tenemos que rendir cuentas a las estructuras que representan a esa población».

De la planeación estratégica diseñada por el Gobierno —la cual se expresa en macroprogramas, en los ejes estratégicos del plan nacional de desarrollo económico—social—, habló también el mandatario, quien hizo hincapié en cómo cada eje tiene vínculos con los Lineamientos partidistas; lo cual «es una manera tal vez más eficiente, más práctica de tener una sistematicidad en el cumplimiento» de esos Lineamientos asociados a los elementos que plantea el plan nacional de desarrollo económico y social.

El Primer Secretario expresó su insatisfacción referente a cómo todo lo que está claro a nivel nacional en cuanto a modos de ejercer gobierno debe trasladarse con éxito a los ámbitos de la provincia y el municipio. Y además habló sobre «un grupo de medidas económicas que se han seguido potenciando», pero que aún «no han tenido un impacto positivo en la satisfacción de las motivaciones, de las aspiraciones de nuestra población».

Todo lo visto desde la celebración del 8vo Congreso hasta el presente, según comentó el mandatario, ha llevado al trabajo enfocado en las vulnerabilidades, en «cómo atendemos diferenciadamente a las personas que están en más desventaja en nuestra sociedad, y en cómo abordamos de una manera diferente esa vulnerabilidad para ir atenuando las desigualdades sociales que lamentablemente, como parte de un grupo de medidas que hubo que aplicar en condiciones de período especial, como parte también de un grupo de medidas que hemos tenido que aplicar en estas condiciones de recrudecimiento del bloqueo, nos han marcado una mayor acentuación en desigualdades sociales que la población expresa con mucha insatisfacción».

II Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Foto: Estudios Revolución

El diálogo sostenido en estos tiempos entre la dirección del país y diversos sectores de la sociedad también motivó reflexiones de Díaz-Canel Bermúdez, quien afirmó que ese tipo de encuentro «llegó para quedarse; lo que pasa es que no puede ser el diálogo solo desde las estructuras superiores del Partido, o desde las estructuras superiores del gobierno: es un diálogo que yo creo hay que generalizar en toda nuestra sociedad y que hay que sistematizar».

Sobre intercambios futuros, el dignatario no obvió el que habrá que hacer con «un sector que hay que reconocer dignamente»: nuestros médicos, los que han lidiado con la COVID-19, los que tienen, dijo Díaz-Canel, muchas cosas que contar sobre cómo perfeccionar nuestro tema de Salud «que se puso a prueba en situaciones de tanta contingencia como la COVID-19». Ellos, afirmó el Presidente, han salvado al país mientras cerraron filas con nuestros científicos; hicieron posible «la respuesta que se ha logrado desde una Isla bloqueada, que con su propio esfuerzo, con su propio talento y sin muchos recursos materiales, ha dado una respuesta ejemplar».

La proeza de la vacunación —con vacunas propias—; ir acorralando la epidemia devastadora; el trabajo en los barrios como conquista humana que «también llegó para quedarse» y que aporta lecciones sobre cómo hacer política en la base; la atención a la población; la resistencia misma, desde la Isla y en la arena internacional. De esos temas conversó el mandatario. Y se detuvo con particular énfasis en «todo un grupo de acciones» desplegadas desde el Partido «para el fortalecimiento de la preparación para la defensa de nuestro pueblo».

«Aquí estamos claros —denunció— de que nos están aplicando una guerra no convencional con el objetivo de destruir la Revolución; y nuestra respuesta es la concepción de la guerra de todo el pueblo; (…) Y vamos a seguir, vamos a seguir profundizando en la preparación de la defensa».

Han sido tiempos, como resaltó el mandatario, de unir esfuerzos, de que las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior se hayan imbricado con otras entidades del país en tareas vitales. Algún día habrá que contar la historia de cómo se distribuyó el oxígeno medicinal, en un momento en que Cuba demandaba tres veces lo que estaba disponible, mientras la fábrica principal sufría una rotura. De heroico calificó el dignatario el esfuerzo que sacó al país de tal problema.

«Intenso ha sido también el trabajo político ideológico en función del enfrentamiento a la subversión política ideológica, los análisis que se han hecho para continuar fortaleciendo el papel de las organizaciones de masas, para reencontrar, para reactualizar cuáles son sus funciones en las condiciones actuales que vive el país», dijo el Primer Secretario, quien además reconoció el impulso «que se le ha estado dando a lo que hemos definido como pilares de la gestión del Gobierno» y que también asumió el Partido para su labor: la ciencia y la innovación, la comunicación social, y la informatización de la sociedad.

 Del pórtico y otras voces

El primer punto en la agenda del II Pleno del Comité Central versó sobre la implementación de los acuerdos derivados del 8vo Congreso del Partido Comunista de Cuba, definido como el cónclave de la unidad y la continuidad, y celebrado entre el 16 y el 19 de abril del presente año.

La intervención sobre el tema estuvo a cargo del miembro del Buró Político y secretario de Organización y Política de Cuadros, Roberto Morales Ojeda, quien hizo alusión al desarrollo de la economía nacional, junto a la lucha por la paz y la firmeza ideológica, como las misiones principales de la Organización de vanguardia en la actual coyuntura.

Tras largos meses de duro batallar —valoró— cabe destacar la capacidad de resistencia de nuestro pueblo, con la serena y firme conducción de la dirección del país. Y ese fue el punto de partida que dio lugar a varias reflexiones sobre el trabajo partidista en los territorios, sobre defender el trabajo político en la base, sobre intercambiar permanentemente con los jóvenes, y aprovechar al máximo cada enseñanza del trabajo en los barrios.

A propósito de incluir y de sumar, Yuniasky Crespo Vaquero, miembro del Buró provincial del Partido de La Habana, destacó el valor que hay en los modos de comunicar para el trabajo político; y esa, dijo, es una labor que debe emprenderse desde los medios de comunicación tradicionales, desde las redes virtuales, y también en los intercambios cara a cara. «Si hay más vida interna —recalcó en referencia al Partido Comunista y a su poder de irradiar— habrá más vida externa».

«Todavía estamos en el 8vo congreso del PCC; sin descanso se ha trabajado. Hay una articulación de todo lo que se propuso en el Congreso, como lo que se ha llevado al pueblo y el pueblo está viviendo, hay un gran ejercicio popular encabezado por el Partido», afirmó la viceprimera ministra, Inés María Chapman Waugh.

Estos tiempos de pandemia han dejado en claro las muchas potencialidades y reservas de resistencia y creación de Cuba. Ese ánimo resultó común en todas las intervenciones, desde la cuales afloró la inquietud militante, esa a la cual hizo referencia el Presidente Díaz-Canel, y que en algún momento compartió con los presentes la directora del periódico Granma, Yailin Orta Rivera: «¿Qué más nos queda por hacer a los militantes?», dijo la periodista en clara alusión a cómo todo lo que se ha diseñado tiene el desafío de calar en lo más profundo del pueblo, y en traducirse en beneficios concretos.

«Esto que se ha presentado al Pleno es el comienzo —subrayó Morales Ojeda—, preguntando cómo logramos mayor efectividad en las ideas, conceptos y directrices del Partido». Y a esa idea, sumó otras: dependerá de nuestros propios esfuerzos buscar solución a los problemas que nos limitan; habrá que desterrar el formalismo en los análisis del Partido; la ejemplaridad y hacer bien las cosas son los mejores modos de trabajar desde la militancia; y a los revolucionarios, será difícil que alguien, o alguna fría máquina de las guerra binaria, nos superen desde nuestras «emociones», desde nuestros «sentimientos».

Emprendedores cubanos reclaman a Biden fin de sanciones contra Cuba

Las peticiones incluyen reabrir la embajada en La Habana y restablecer envío de remesas familiares hacia la isla.




La iniciativa aparece en un contexto de incentivo de las mipymes en Cuba.

Foto: Tomada del sitio acere.org

La Habana, 24 oct.- “He firmado esta carta al presidente Biden porque las sanciones del gobierno de los EE. UU. contra Cuba afectan sustancialmente al emprendimiento privado y al ambiente de negocios en nuestro país”, publicó esta semana el consultor económico Oniel Díaz Castellanos en su perfil en Facebook.

Él es uno de los emprendedores cubanos que apoyan desde las plataformas digitales el envío de una misiva a Joseph Biden para demandar el fin de las sanciones estadounidenses hacia la nación caribeña.

Para Díaz, cofundador de la consultoría para emprendimientos Auge, “con las sanciones y el bloqueo la posibilidad de una economía próspera y eficiente será siempre un horizonte lejano, aunque se implementen reformas económicas, como se está haciendo, por parte de las autoridades cubanas”.

La declaración del especialista cubano en trabajo por cuenta propia tuvo lugar en días posteriores al 15 de octubre, cuando apareció en el sitio de la Alianza para el compromiso y el respeto a Cuba (Acere, por sus siglas en inglés) la carta de emprendedores de la isla con reclamos al presidente de  Estados Unidos.

En el texto las personas firmantes instan a “restablecer un camino para las remesas; abrir los viajes para aquellos sujetos a la jurisdicción de los EE. UU.; reabrir la embajada en La Habana; y sacar a Cuba de su lista de países patrocinadores del terrorismo”.

“Somos emprendedores, dueños de empresas y cooperativistas cubanos que le instamos a que cumpla con su promesa de campaña de retomar el camino del acercamiento y la normalización que se había iniciado durante la administración del presidente Obama”, expone el documento.

A su vez, señala cómo la política actual de los Estados Unidos hacia Cuba afecta en gran

medida las operaciones comerciales diarias y frena la capacidad de prosperar de muchos negocios en el país caribeño.

Argumentos

Como parte de la misiva se citó una encuesta en 2019 donde participaron 126 emprendedores vinculados a 27 actividades económicas de la nación. Este sondeo arrojó que el 80 por ciento de las personas entrevistadas tenía afectaciones por los cambios de políticas de Donald Trump.

Entre los principales inconvenientes citados por los emprendedores figuran las restricciones de viajes que reducen significativamente la demanda de bienes y servicios; la cancelación de cuentas bancarias que limitan las transacciones financieras; y las restricciones en el acceso desde Cuba a servicios de plataformas de pago y comercio electrónico como PayPal y Airbnb.

“Es cruel que, en medio de una crisis global, su administración elija continuar políticas fallidas que apuntan directamente a nuestros medios de vida y que intencionalmente hacen nuestras vidas más difíciles”, se recriminó a Biden.

Como parte del contexto, también se subrayó que “el gobierno cubano finalmente decidió permitir que empresas privadas operen en la isla”. No obstante, “persisten algunos límites para el crecimiento de la nómina y las importaciones y exportaciones directas, las normas para el trabajo por cuenta propia (TCP), las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) y las cooperativas no agropecuarias”.

Por otro lado, el documento defendió que las nuevas aprobaciones realizadas permiten “a todos los cubanos fundar cualquiera de estos negocios privados. En tan solo un mes se han creado más de 150 mipymes y cooperativas privadas con más de tres mil trabajadores, sumándose más de medio millón de emprendedores privados que constituyen más del 30 por ciento del empleo formal en Cuba”.

“Esta es una gran oportunidad para que el sector privado acelere su crecimiento y brinde independencia económica y prosperidad a los dueños de negocios, empleados y nuestras familias, particularmente ahora que el país enfrenta una de las peores crisis económicas de la historia reciente”, continuó la carta.

Expectativas

Las y los signatarios de dicha misiva esperan que el gobierno cubano responda a sus demandas “para eliminar algunos de los límites mencionados anteriormente y materialice su declaración de que los inversionistas extranjeros, incluidos nuestros familiares y amigos cubanoamericanos, podrán invertir en nuestras empresas”.

Para ello también convocan al presidente Biden a escuchar a los emprendedores y empresarios privados cubanos residentes en Cuba. También se le recuerda al político cómo las reformas durante su mandato como vicepresidente “permitieron aumentar los viajes, los servicios de telecomunicaciones y financieros, nos ayudaron sustancialmente”, señala la carta.

“Soñamos con el regreso a aquellos días, cuando el acercamiento era la política oficial de los Estados Unidos, produciendo un auge económico que nos benefició a todos”, plantea el texto.

Según Díaz, la iniciativa es impulsada por Acere, el proyecto Puentes de Amor y otras organizaciones a favor de la normalización de las relaciones entre ambos países.

Aunque no se conoce con exactitud cuántas personas han firmado, pues está en proceso de recogida de rúbricas, varios emprendedores manifiestan en redes sociales su apoyo al documento. (2021)

La trama empresarial para torpedear el plan de Biden

 Endeudarse no es malo. Si las empresas lo hacen constantemente, los demócratas deberían atreverse


La senadora estadounidense Kyrsten Sinema.ELIZABETH FRANTZ (REUTERS)


No soy uno de esos progresistas que creen que la avaricia de las grandes empresas es la raíz de todos los males. Es la raíz de solo unos cuantos males; hay otras fuerzas oscuras, en especial el nacionalismo blanco, que acosan al cuerpo político estadounidense. Pero el dinero empresarial es sin duda el villano que hay detrás del obstáculo más reciente al programa del presidente Biden: la oposición de la senadora Kyrsten Sinema a que se derogue la gran rebaja del impuesto de sociedades aplicada por Donald Trump en 2017. Al fin y al cabo, Sinema, que por aquel entonces estaba en la Cámara de Representantes, votó contra esa rebaja fiscal. Y la atacó al año siguiente, en su campaña electoral para el Senado. Dado que la subida de impuestos a las grandes empresas goza de un abrumador respaldo ciudadano, es difícil encontrar alguna razón para el cambio de opinión de la senadora que no sea la fuerte presión de las corporaciones contra el plan Reconstruir Mejor.

Es una historia inquietante. Pero esto es lo que necesitan saber: si bien la rebaja fiscal de Trump fue mala y debería derogarse, ahora mismo no es esencial que recuperemos los ingresos perdidos. Si los elementos clave del programa de Biden —invertir en niños y en proteger el planeta frente al cambio climático— tienen que pagarse en parte mediante deuda, no hay problema. Ciertamente sería mejor que dejar de hacer esas inversiones.

Respecto a la rebaja tributaria: la Ley de Rebajas Fiscales y Empleo se vendió mediante afirmaciones de que la reducción del impuesto de sociedades induciría a las empresas a repatriar el dinero que habían invertido en el extranjero, lo que provocaría un gran aumento de la inversión empresarial que a su vez aumentaría la productividad y los salarios. Se trataba de un relato un poco más creíble que la habitual justificación para las rebajas fiscales: la afirmación de que dará a los que ya son ricos un incentivo para trabajar más. Pero no ocurrió nada de eso.

Sobre el papel, la rebaja fiscal pareció causar, en efecto, una repatriación de dinero a Estados Unidos, aunque por poco tiempo. Durante unos trimestres después de la rebaja, las multinacionales declararon que sus filiales en el extranjero estaban desinvirtiendo y enviando sus beneficios al país mediante el aumento de los dividendos pagados a sus matrices. Pero se trató de una incidencia pasajera, no de un cambio de conducta sostenido. Y no hay indicios de que la rebaja fiscal condujera a un aumento de la inversión empresarial en Estados Unidos, más allá del que sería de esperar dada la situación económica.

La interpretación más verosímil de los datos es que rebajar los impuestos de sociedades no ha tenido ningún efecto económico. Aunque las empresas declaran haber invertido grandes cantidades en el extranjero, se trata en buena parte de una ficción contable perpetrada para trasladar los beneficios declarados a jurisdicciones con baja fiscalidad como Irlanda. La bajada de impuestos en Estados Unidos redujo el incentivo para sostener esa ficción, de modo que parte del dinero volvió a registrarse en los libros de la empresa matriz. Pero no ocurrió de hecho nada real. De modo que la rebaja fiscal de Trump ha sido el más reciente de una serie de regalos a los ricos que se vendieron con pretextos falsos. Y a Sinema debería darle vergüenza ayudar a los intereses empresariales a perpetuar esta estafa. Dicho esto, el programa de Biden no necesita los ingresos derivados de una subida del impuesto de sociedades.

La resolución presupuestaria que permitirá avanzar en relación con el programa, si se logra convencer a Sinema y al senador Joe Manchin, no requiere que se paguen todas las inversiones en el futuro. De hecho, permite un endeudamiento de hasta 1,75 billones de dólares. Y si la oposición del ala corporativa del Partido Demócrata —¿podemos dejar de llamarlos moderados?— impide aumentar los impuestos, mejor endeudarse que dejar de invertir.

¿Deberíamos preocuparnos de que un aumento de la deuda amenace la solvencia de Estados Unidos? No. El tipo de interés de la deuda federal a largo plazo es de solo un 1,65%, de modo que, incluso si añadimos 1,75 billones a la deuda, los gastos anuales en intereses aumentarían solo unos 30.000 millones de dólares, o el 0,15% del producto interior bruto, un porcentaje insignificante. Y hasta este cálculo exagera la verdadera carga de endeudamiento, que debería calcularse usando el tipo de interés real, es decir, el ajustado a la inflación, que es negativo.

¿Y respecto a las preocupaciones de que el gasto financiado con déficit pudiera resultar inflacionario? Insisto, es importante hacer números. Si Estados Unidos acabara aumentando su deuda en 1,75 billones, sería en el transcurso de una década, no en un solo año, y la Oficina Presupuestaria del Congreso proyecta que el PIB total en la próxima década será de 288 billones de dólares. De modo que, aunque pudiera parecer que hablamos de un gasto deficitario enorme, el déficit adicional sería solo del 0,6% del PIB, que sencillamente no es para tanto.

De hecho, teniendo en cuenta estos cálcu­los, podrían preguntarse por qué Biden ha querido alguna vez subir los impuestos lo suficiente como para financiar por completo su programa. La respuesta, creo, está más relacionada con la política que con la economía: se suponía que si lanzaba sus planes como unos planes neutros desde el punto de vista del déficit, tranquilizaría a aquellos políticos que no se han puesto al día con el actual pensamiento económico convencional, y que siguen viendo los déficits como una gran amenaza.

Sin embargo, a estas alturas, parece que, si se alcanza, el acuerdo presupuestario definitivo deberá suponer un endeudamiento considerable. Y eso no es malo. Podemos deplorar la influencia empresarial capaz de bloquear algunos aumentos de impuestos justificados, pero endeudarse para invertir en el futuro no es malo en sí. A ver, las empresas lo hacen constantemente, de modo que los demócratas deberían atreverse.

Paul Krugman es premio Nobel de Economía. © The New York Times, 2021. Traducción de News Clips.