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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

miércoles, 16 de junio de 2021

Sobre la suspensión de los depósitos USD en efectivo, sus efectos y enseñanzas para el futuro.

 

Por Joel Ernesto Marill Domenech, Bufa Subversiva

El pasado jueves 10, en el espacio Mesa Redonda se daba a conocer la compleja decisión de que a partir del 21 de junio el sistema bancario cubano dejaría de aceptar depósitos en efectivo en dólares americanos (USD). Una razón bien conocida fundamenta esta decisión: el cerco financiero impuesto por el gobierno norteamericano ha hecho extremadamente complejo para los bancos cubanos poder depositar en el exterior aquellos dólares captados en efectivo a lo interno de la economía.

La política anunciada no afecta así a las transacciones realizadas en USD desde el exterior ni los depósitos en efectivos en otras divisas, a la par que otorga 10 días como plazo prudencial para que aquellos en posesión de USD-efectivo puedan depositarlo, si así lo deseasen, en las cuentas autorizadas para ello (cuentas MLC fundamentalmente).

Desde que la nueva medida se anunció, una avalancha de inquietudes, comentarios, polémicas y suposiciones la han rondado. Algunos medios independientes no faltaron en “desvelar”, al más puro estilo conspiranoico (es decir: sin pruebas, pero sin dudas), los “objetivos ocultos de la política” y el “plan secreto del gobierno para quedarse rápidamente todos los dólares en efectivo en manos de la población”. En unos pocos minutos, una interesante maquinaria se puso en movimiento para buscar en la política todo lo negativo que pudiera en ella encontrarse, minimizando u obviando completamente en muchos casos el factor bloqueo, que algunos continúan haciendo pasar como “la justificación de siempre” o un “elemento secundario ante la causa real de todos nuestros males que es (claramente, como no podía ser otra) la ineficiencia del gobierno”.

Y no hago aquí un comentario generalizado; muchos análisis interesantes se han sucedido desde la noche del jueves, señalando sin tintes de conspiración efectos positivos, negativos y alternativas de la medida anunciada. Pero sería de ilusos desconocer la virulencia que desde algunos sectores se ha desatado sobre la misma, muchas veces recurriendo a la mentira, la desinformación y argumentos completamente infundados para sembrar la duda y desconfianza entorno a esta. Por otra parte tampoco es que esta virulencia deba hacernos vacilar de seguir adelante en nuestras metas, ni moderar discursos para poder contentar a todos, pues desgraciadamente en el panorama que enfrentamos poco de lo que efectivamente salga de nuestro gobierno será para algunos lo suficientemente bueno.

Tampoco es que debemos caer en el extremo contrario, el de la complacencia, y en esta medida en particular debemos ser capaces de internalizar y asumir críticamente los costos implícitos a su diseño, que por ejemplo podrán implicar perturbaciones a un segmento altamente sensible como es el mercado informal de divisas.

Ese diseño que otorga en sus inicios 10 días para hacer depósitos en USD-efectivo (los que algunos relacionan como parte del “objetivo recaudatorio del gobierno”), crea en la práctica un conflicto interesante en la política. Pues si bien este es congruente con proteger a algunos de los posibles afectados, llevará a los bancos un efectivo que no sabemos exactamente cuándo podrá colocarse en el exterior, en medio de una medida que fue motivada justamente por el exceso de efectivo que a causa del bloqueo no podemos sacar del país. Y aunque por momentos el razonamiento del exceso de USD-efectivo nos suene contra-intuitivo (¿cómo nos afecta tener tantos USD?), la verdad es en la práctica una cuestión extremadamente seria. Enfoquémosla de la siguiente manera.

Cada vez que x USD en efectivo se deposita en el sistema bancario cubano (en las cuentas MLC), genera un saldo x en ellas, el cual luego es empleado por las personas para demandar productos en las tiendas MLC. Por su parte, dicho dólar físico debería recorrer el camino de ser depositado en una cuenta operativa de los bancos cubanos en el exterior, para luego ser empleada por una empresa importadora para poner en oferta en las tiendas MLC un producto que supla la demanda que se realizará por la “cuenta MLC” del ciudadano que depositó dicho dólar. Este es, en esencia, el ciclo del USD en efectivo depositado en una cuenta MLC. Dicho ciclo, de cumplirse, debería mantener una proporción equivalente de oferta y demanda en las tiendas MLC, tiendas que en una altísima proporción (más del 90%, según se ha señalado) se nutren directamente de importaciones.

Ahora bien, si por una razón -como el cerco financiero-, este ciclo es interrumpido, un pedazo de la operación se queda “colgando”. Tenemos “cuentas MLC” demandando productos, sin que se puede llevar al exterior los “USD-físico” necesarios para importar la oferta requerida. El resultado: tiendas MLC desabastecidas, y un desequilibrio que puede propagarse -si no se administra correctamente- a otras partes del sistema productivo, pudiendo dejar sin “liquidez” cuentas que deberían tener depositados USD como respaldo. Esto claramente no es un problema menor, están en juego elementos de la estabilidad del sistema financiero (la parte que opera en divisas) y del circuito MLC.

Para ejemplificar el punto anterior permítanme un ejemplo sencillo: si hoy yo deposito 300USD en una cuenta MLC, los empleo para demandar recursos en una tienda MLC por 300USD (ej: un Split) y el costo importado del mismo es el 70% de su precio, pues es necesario haber llevado al exterior al menos un 70% de dicho efectivo para respaldar la importación de dicho producto. De no hacerlo, se crea un desequilibrio, 300USD-MLC demandando un producto que objetivamente no se pudo importar.

Esto, claro, es solo un ejemplo, y el dinero es objetivamente fungible, lo que para nuestro caso significa que, a nivel agregado, las cuentas MLC no distinguen entre “transacciones del exterior”, depósitos en EUR o en USD. Al final todo es un saldo de X USD, pero a nivel agregado, y después de miles de operaciones, si la participación del efectivo es grande y la imposibilidad de sacarlo al exterior muy extendida, esta crea desequilibrios, más en un esquema que se nutre mayormente de importaciones.

Esta es justamente una de las razones por la que no comparto en sentido general la idea de que es posible emplear los USD-efectivo en nuestros bancos para objetivos como estabilizar la tasa de cambio informal o habilitar mecanismos de importación en el sector privado. No porque no crea que estos objetivos no sean necesarios, pues sí lo son, en especial el primero y mucho, pero una gran mayoría de esos USD-efectivo (70% en nuestro ejemplo) ya se encuentran en la práctica previamente comprometidos: o bien para cubrir créditos que se tomaron para importar hasta poder llevar al exterior los mismos, o para garantizar en el futuro que exista oferta para aquellos “depósitos en MLC” que hoy no tienen contrapartida de oferta importada.

El “30%” supuestamente restante tras cubrir los costos, del que vuelvo y repito es solo un ejemplo, consistiría ciertamente un “margen de ganancia” que bajo determinadas circunstancias podría emplearse de una forma más holgada como “liquidez disponible”. Este monto (o sus proporciones), sin embargo, se encuentra muchas veces previamente asignados con base a objetivos definidos por el plan de la economía con los que debe respaldarse determinados niveles de actividad o distribuido mediante los mecanismos descentralizados asignación de liquidez (Resolución 115 del MEP[1]).

En la práctica, la “liquidez disponible” con la que realmente podría contarse, andaría en el orden de proporciones mínimas, que de existir, deberían destinarse en las condiciones actuales antes a estabilizar la tasa de cambio informal (mediante ventas minorista de USD en CADECA) o la importación de privados, a las prioridades de abastecer el comercio minorista en CUP (que apoya el primer objetivo) o a la reactivación productiva en el sector estatal que en última instancia representa los sectores de mayor peso y relevancia de la economía.

Y como dije al inicio, el análisis de esta política pasa por entender sus costos, que en este caso tienen mucho que ver, además de con la propia afectación a los depósitos, con las perturbaciones que tendrá (o está teniendo) sobre el mercado informal de divisas. Este mercado, hecho objetivo más allá de su prohibición legal, representa el mecanismo real para conectar los flujos en CUP con el sector minorista dolarizado (tiendas MLC) y otras demandas de divisas, tales como las importaciones de privados o determinadas transacciones en el sector de los hogares que se realizan en un contexto de dolarización parcial y amplia depreciación de la moneda doméstica. Hablamos así de un mercado que se constituye en vínculo de los ingresos en CUP con el circuito dolarizado (estatal y no estatal), siendo de esta manera referencia para precios del sector privado, acceso a divisas de asalariados, entre otros elementos altamente sensibles.

Cualquier perturbación aquí implica impactos sociales.

Si bien soy de la opinión de que la demanda de USD tiene en las tiendas MLC su principal causa, con el pasar de los meses y el deterioro de la situación económica, la dolarización se ha ido arraigando con fuerza en muchos espacios de la vida económica a lo interno del sector de los hogares dichos espacios, impulsados por la pérdida de confianza en la moneda doméstica, así como los mecanismos de importación por el sector privado, que se extenderán una vez se amplíen los vuelos al exterior, mantendrán una demanda no despreciable de USD-físicos. Este mercado no desaparecerá, mas, experimentará sin lugar a dudas determinadas modificaciones

Si nuestra evaluación inicial es correcta y una parte mayoritaria de la demanda de divisas es motivada por el circuito minorista en MLC, dicha demanda deberá ser “transferida” sobre aquellos mecanismos que permitan fondear cuentas en MLC, lo que puede tener como resultado la apreciación del euro y de la compra de USD por transacciones. En estas condiciones, objetivamente el mercado de compra USD-MLC (tarjeta) y el mercado USD-efectivo son diferentes. Cada uno presenta objetivos y fuentes de oferta / demanda diferenciados, a la par de que los USD-MLC y USD-efectivo ya no serían convertibles directamente el uno al otro, a menos que se recorra un mecanismo muy engorroso de mandar el USD-efectivo al exterior para luego depositarlo en cuentas MLC. El costo de transacciones del proceso creo que en su mayoría lo descarta.

En el contexto de la política en cuestión el primero de dichos mercados, “USD-MLC”, se queda sin una fuente de oferta, los USD-efectivo que antes lo nutrían, por lo que su tendencia debe ser a aumentar su precio después del día 21. Por otra parte, el segundo mercado, “USD-efectivo”, se queda sin una fuente de demanda: aquellos USD-efectivo demandados para fondear las cuentas MLC; eso debe tendencialmente reducir su precio en el mercado informal, al menos hasta que la reducción de la entrada del USD-efectivo restrinja su oferta y eso haga elevar nuevamente su valor. La diferencia entre ambas tasas USD-MLC y USD-efectivo, será básicamente una prima en función de la preferencia, costos de transacción, oferta y demanda en ambos mercados.

En el caso del Euro-efectivo, del que se ha debatido mucho sobre su posible irrupción como moneda fuerte en nuestra dolarizada economía, y que es en la práctica una moneda escasa en el panorama nacional si se le compara con el USD-efectivo, existen muchas razones para creer que tendencialmente deberá aumentar su valor con respecto al CUP. Sin embargo, dicho movimiento tiene en la práctica determinados límites, y no es sensato esperar, como algunos anunciaban en las primeras horas, que el EUR podría incluso duplicar su valor informal actual.

La posible depreciación del EUR debe verse en el panorama general del mercado en el que se produce, y su relación muy especialmente con “comprar USD-MLC mediante transferencias de una cuenta a otra”. Si nuestro supuesto es correcto y el incremento de la demanda de Euros está fundamentalmente derivado de la demanda para fondear cuentas en MLC, no es lógico suponer que el precio del EUR deba exceder enormemente el valor en el que es posible comprar USD-MLC por transferencias entre cuentas.

En otras palabras: nadie comprará 100 USD-MLC en euros (que viene siendo 76,92EUR) a un precio de 120CUP x 1EUR o lo que es igual 9.230CUP (76,92EUR * 120CUP), si puede comprar 100USD-MLC por transferencia a 80CUP x 1UDS-MLC (8000 CUP para comprar los 100 USD-MLC).

Aunque debe existir una prima pequeña que los diferencie en favor del EUR-físico, dado que el EUR es una moneda más líquida y puede lo mismo convertirse en USD-MLC que emplearse en otra cosa (pagos entre hogares o importaciones), en principio el mercado USD-MLC por transferencias y del EUR debe tener un movimiento muy similar. Desacoplándose por lo tanto del mercado del USD-físico y cotizando ambos por encima (más caro) de este.

Todo esto es un análisis general a corto plazo; en un mediano plazo muchas y complejas variables entran a jugar en el desenvolvimiento de estos mercados:

¿Cuánto reduce la salida del USD-efectivo para fondear cuentas MLC la oferta en dicho mercado? ¿Qué tanta es la disponibilidad de EUR para jugar esta función? ¿Qué tanto se transforma las remesas en USD-efectivo a EUR en el futuro? ¿Qué medidas son adoptadas en términos de política cambiaria / monetaria para estabilizar el mercado informal?

Todas preguntas fundamentales y de las que es difícil dar una respuesta categórica. 

Es válido decir sin embargo que la devaluación del EUR y el USD-MLC por transferencias, de ocurrir, puede tener un alto grado de impacto sobre los costos y precios del sector no estatal. En un contexto en donde muchos insumos claves para la actividad privada provienen del circuito minorista en MLC (ej: la harina) y muchos precios se fijan tomando esta tasa de cambio efectiva como referencia, la depreciación de la misma constituye sin dudas una presión al alza sobre estos precios. Presión que puede reforzarse o atenuarse en otros precios en la medida que se restituya el mecanismo de importación comercial (de facto) del sector privado y la tasa de cambio de USD-efectivo pase a tener un mayor papel referencial en este mecanismo. Para entonces será necesario evaluar qué tan cercana o lejana se encuentran ambos mercados y su impacto combinado en los precios de la población.

Finalmente me gustaría terminar resaltando tres elementos que aunque no impliquen directamente la medida se asocian íntimamente a lo que hemos vivido en los últimos días con respecto ella.

a) Sobre nuestra comunicación de política económica. Este es un tema sobre el que nos queda mucho por avanzar. Tenemos que trascender la formalidad de la presentación “plana” de una política por parte de los funcionarios responsables, para después “aclarar dudas” en la prensa plana o digital o tener que salir a “apagar el fuego” cuando se empiezan a generar expectativas adversas. En el mundo de hoy no vale de nada tener determinada razón si no somos capaces trasmitirla efectivamente. Y siendo objetivos, errores propios y el contexto en el que nos desenvolvemos (ej: Facebook y su ecosistema) hacen de esta una tarea sumamente compleja.

La comunicación de política económica es un campo específico de la especialidad y no puede tratarse desde una visión generalista; no es solo “hablar de temas económicos” o “explicar al pueblo una medida”, sino, entre otras cosas, avanzar en el desarrollo de una cultura comunicacional-institucional que nos permita mejorar la confianza y las expectativas creadas sobre las políticas económicas y sus impactos. Tal vez esto no incluya del todo la política a la que hoy nos referimos, pero en determinados contextos y políticas, la comunicación es tan o más importante que la medida misma, más cuando implica elementos asociados a la participación activa de la ciudadanía y el comportamiento de los actores privados.

“Lograr que las políticas se comprendan es fundamental para que sean eficaces. Entonces, lo importante no es comunicarse por el hecho de comunicarse, sino hacerlo para contribuir a la eficacia de las políticas” (Stakova, 2019)[2].

La vida nos ha demostrado, y nos seguirá demostrando, que para esto no basta con un “departamento de comunicación” en cada institución que administre un Facebook y un Twitter (entre otras tareas, claro), ni presentaciones en la Mesa Redonda, ni solo la prensa que tenemos; hay que diseñar la comunicación económica con la rigurosidad que merece, creándose de ser posible un grupo de comunicación para temas económicos -en el espíritu de lo anterior- que lleve a profundidad esta tarea. Realmente lo necesitamos con especialistas preparados y enfocados en ese fin, si no estaremos perdiendo el juego incluso antes de poner la pelota (la medida) en el terreno.

b) Sobre gravamen y el cerco financiero que vive nuestro paísUna lección de nuestros días es que mientras exista el bloqueo probablemente no será posible “eliminar completamente el gravamen sobre los USD-efectivo” o al menos no sin generar presiones y distorsiones como las antes explicadasY esto es necesario tenerlo en cuenta en un mediano plazo cuando se reintroduzca la aceptación de USD-efectivo. Introducirlo con el gravamen permite compartir el “costo financiero” incrementado de colocar USD en el exterior bajo el cerco del bloqueo, empleando al mismo tiempo una medida económica y no administrativa (prohibición total) para desincentivar parcialmente el empleo de USD-físico en favor de otras monedas.

Cuba es una economía sitiada, eso no podemos olvidarlo nunca, y puede que lo siga siendo por mucho tiempo, porque en gran medida el bloqueo es el precio que nos han impuesto pagar por nuestra soberanía y autodeterminación. Saber convivir con él y desarrollarnos bajo su influjo, pasa por no desconocer muchas de esas experiencias y herramientas que a lo largo de los años hemos aprendido e implementado en esta lucha: el gravamen con sus costos y prejuicios, en mi opinión, es una de ellas.

c) El objetivo estratégico sigue siendo eliminar las tiendas en MLC. Más allá de los comentarios aquí realizados, y de cómo se trate el tema de la reintroducción del USD-efectivo para depósitos, no debemos perder de vista que el objetivo de mediano plazo debe seguir siendo superar el comercio minorista en MLC. Tanto por sus negativos impactos sociales, como por las distorsiones económicas que introduce, esta continúa siendo una de las tareas más importante que la economía debe trazarse como meta en su proceso de recuperación.

La desdolarización que enfrentaremos hoy dista mucho de ser similar a la de 2004, en la que se traspasó del USD al CUC sin tocar realmente el sector en CUP; ahora tenemos el inmenso reto de desdolarizar “de verdad”, con tasa de cambio funcional, mercado cambiario y demás mecanismos que creen las condiciones para contar con las herramientas que nos permitan ajustar la economía en condiciones de escasez de divisas, sin que dolarizar sea ni tan siquiera una opción sobre la mesa.

A esa tarea debemos enfocar nuestros esfuerzos, esfuerzos que implican muchas esferas más allá del propio circuito monetario y que se enmarca en el enorme reto que constituye construir un socialismo próspero y sostenible a pesar del cerco del imperio.

Citas

[1] MEP (2020): Resolución 115/2020 Bases generales para el perfeccionamiento del sistema de asignación de liquidez del Plan de la Economía Nacional. Gaceta Oficial de la República.

[2] Stakova, O. (2019): Frontiers of economic policy communications. Communications Department. International Monetary Fund. Washington, DC. 

Qué puede hacer América Latina frente a la tensión sinoestadounidense

 Jun 15, 2021 FELIPE LARRAÍN, PEPE ZHANG

SANTIAGO – China, otrora presencia periférica en América Latina , se ha vuelto uno de los socios más importantes de la región. El comercio bilateral creció de 12 000 millones de dólares en 2000 a más de 300 000 millones en 2020, de modo que la participación de China en el comercio internacional de la región pasó de 1,7% a 14,4%. Además, es una fuente cada vez más significativa de inversión extranjera directa en América Latina; casi un 10% de la que ingresó en los últimos años provino de China.

La creciente influencia china en el hemisferio occidental no pasó inadvertida a Estados Unidos. Un reinicio de la relación sinoestadounidense no parece cercano, y los efectos de la rivalidad entre las dos principales potencias económicas y comerciales se hacen sentir en forma cada vez más intensa, en el mundo y en América Latina.

En lo inmediato, la politización del acceso a las vacunas contra la COVID‑19 puede ser el próximo motivo de tensiones entre Estados Unidos y China. En el mediano a largo plazo (incluso tan pronto como 2035) es posible que China reemplace a Estados Unidos como principal socio comercial de la región. Ya lo es para Brasil, Perú y Chile, de los que recibe entre el 30 y el 40% de lo que exportan.

En este contexto, la cuestión fundamental para América Latina es la capacidad de la región para adaptarse (o incluso aprovechar) la persistencia de la dinámica competitiva entre Estados Unidos y China. La respuesta sigue siendo en el mejor de los casos ambigua e incierta, en parte por la existencia de importantes diferencias intrarregionales.

Tomemos por caso la guerra comercial sinoestadounidense, que escaló en marzo de 2018 con la primera ronda de aranceles punitivos. Durante los últimos tres años, reemplazar las exportaciones estadounidenses a China trajo grandes ganancias a los exportadores de soja brasileños, pero el desvío de los flujos comerciales no fue necesariamente tan favorable para otros países y sectores latinoamericanos. Incluso en Brasil la sostenibilidad a largo plazo del auge exportador iniciado por la guerra comercial no se da por garantizada.

Además, los países del norte de América Latina (México, Centroamérica y el Caribe) tienen relaciones comerciales con China muy diferentes a las del sur dependiente de la exportación de commodities. México aprovechó algunas oportunidades de relocalización de actividades (reshoring y nearshoring) que surgieron por la salida de cadenas de suministro de China, pero la pandemia de COVID‑19 eliminó buena parte de los beneficios, al menos en lo inmediato.

Las economías latinoamericanas también son susceptibles a los efectos indirectos de las guerras comerciales. En el nivel macro, la región está entre las más afectadas por la pandemia, en términos humanos y económicos. América Latina sólo tiene el 8% de la población mundial, pero representa en forma uniforme el 30% de las muertes por COVID‑19, y en 2020 sufrió la peor contracción económica de todas las regiones en desarrollo. La continuidad de las tensiones entre China y Estados Unidos puede aumentar la presión a la baja sobre una recuperación mundial y regional que ya es incierta.

En el nivel micro, los aranceles punitivos y el aumento del proteccionismo iniciado por la guerra comercial provocaron daños colaterales a las empresas latinoamericanas. En 2019, por ejemplo, la decisión del gobierno de la India de aumentar el «arancel de nación más favorecida» a las nueces, en respuesta al arancel bilateral estadounidense al acero indio, tomó por sorpresa a los exportadores de nueces chilenos (incluso resultó afectado un cargamento chileno que ya navegaba hacia la India).

Ante la posibilidad de un entorno internacional desfavorable para América Latina (por las divergencias en la recuperación pospandemia y el mantenimiento de las fricciones comerciales entre Estados Unidos y China), los funcionarios latinoamericanos deben fijarse tres prioridades.

En primer lugar, los países de América Latina deben mantenerse atentos y navegar con cuidado las tensiones sinoestadounidenses en una variedad de temas que van del comercio internacional y la inversión a la tecnología 5G y las vacunas contra la COVID‑19. Dada la gran heterogeneidad de la región (sobre todo entre el norte y el sur), la única regla general al momento de elegir entre Estados Unidos y China (algo que para muchos es una falsa antinomia) debe ser priorizar las metas y estrategias nacionales de desarrollo.

En segundo lugar, América Latina tiene que diversificar sus exportaciones, comenzando en el nivel nacional. Una mayor apertura comercial (con el mundo e intrarregional) reducirá la dependencia respecto de mercados individuales, trátese de Estados Unidos o de China. A pesar del difundido proteccionismo (agravado por los controles a las exportaciones causados por la pandemia), América Latina puede tener un papel constructivo en el fortalecimiento de la cooperación comercial internacional. Chile, por ejemplo, que ha suscrito 30 tratados comerciales con más de 65 países, es un adalid regional y mundial del libre comercio.

Finalmente, la región debe explorar formas de mejorar su competitividad exportadora en el largo plazo. Una disminución de barreras arancelarias y no arancelarias (lo cual incluye mejoras regulatorias y de infraestructura) y el aprovechamiento de las oportunidades creadas por la Cuarta Revolución Industrial serán fundamentales para reducir el costo de las exportaciones. Medidas eficaces que promuevan y faciliten el comercio internacional no sólo ayudarán a mitigar el impacto indirecto de la guerra comercial, sino que también favorecerán la diversificación de exportaciones y el desarrollo. Estas medidas deben complementarse con políticas internas de apoyo que aseguren los beneficios distributivos del comercio internacional.

Las tensiones sinoestadounidenses seguirán por bastante tiempo, y América Latina no podrá aislarse totalmente de sus repercusiones. Pero prestando atención a las enseñanzas de los últimos tres años, los gobiernos y las empresas de la región pueden mejorar sus probabilidades de éxito en los próximos tres años y más allá.


FELIPE LARRAÍN, a former minister of finance of Chile (2010-14 and 2018-19), is Professor of Economics at Universidad Católica de Chile and a member of the Lancet COVID-19 Commission, the United Nations Leadership Council for Sustainable Development, and the Atlantic Council’s Adrienne Arsht Latin America Center’s Advisory Council.

PEPE ZHANG, Associate Director of the Atlantic Council’s Adrienne Arsht Latin America Center, is co-author of China-LAC Trade: Four Scenarios in 2035 and LAC 2025: Three Post-COVID Scenarios.

Cumbre Putin- Biden

Relaciones entre Rusia y EE.UU., falta de hostilidad e ilusiones y otros temas: Putin resume los resultados de la cumbre con Biden

Foto: El Pais.



Uno de los temas discutidos fue la estabilidad estratégica y Putin declaró que ambos mandatarios acordaron iniciar un diálogo integrado bilateral sobre este asunto para crear un fundamento para el futuro control de armamentos y medidas para rebajar riesgos.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ofreció una rueda de prensa una vez finalizada la cumbre con el mandatario estadounidense, Joe Biden, que se celebró este miércoles en la Villa La Grange en Ginebra (Suiza).

El regreso de los embajadores

Al principio de su rueda de prensa, Putin declaró que ambos líderes acordaron el regreso de los embajadores ruso y estadounidense en Washington y Moscú a sus respectivas embajadas. "Hemos solucionado este problema. Los embajadores van a regresar a su lugar de trabajo mañana o pasado mañana. Ese es un asunto técnico", afirmó Putin.

Asimismo, el presidente ruso señaló que tras el encuentro el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia y el Departamento de Estado de EE.UU. "iniciarán consultas sobre toda la agenda de interacción diplomática". "Hay muchos asuntos pendientes", indicó Putin y sostuvo que "ambas partes […] estamos dispuestas a encontrar soluciones".


Ciberseguridad

Como se anunció antes de la reunión, los presidentes discutieron sobre la ciberseguridad. El mandatario ruso señaló que ambos países acordaron empezar consultas en ese ámbito. "Estamos iniciando las consultas sobre este asunto. En mi opinión, esta cuestión es de importancia integral".

En este sentido el presidente de Rusia hizo hincapié en la necesidad de "descartar todo tipo de insinuaciones, sentarse a nivel de expertos y empezar a trabajar para los intereses de EE.UU. y la Federación de Rusia, […] nosotros estamos de acuerdo en eso, en principio, y Rusia está preparada para esto", informó.

Refiriéndose a unas fuentes estadounidenses, Putin dijo que la mayoría de los ataques cibernéticos proceden del territorio de EE.UU., seguido por Canadá y dos países latinoamericanos.



Estabilidad estratégica

Uno de los temas discutidos fue la estabilidad estratégica y Putin declaró que ambos mandatarios acordaron iniciar un diálogo integrado bilateral sobre este asunto para crear un fundamento para el futuro control de armamentos y medidas para rebajar riesgos.

Relaciones entre Rusia y EE.UU.

Moscú debe ser "cautelosa" sobre el apoyo de Washington a ciertas organizaciones políticas en Rusia, pues el propio EE.UU. declaró en su día al país euroasiático como su adversario, afirmó Putin.

Putin recordó que, en 2017, el Congreso de EE.UU. declaró a Moscú su "enemigo y rival", e introdujo en su legislación disposiciones sobre la necesidad de apoyar procesos democráticos y organizaciones políticas en Rusia.


Denis Balibouse / Reuters

Posible intercambio de prisioneros

En el marco de su reunión en Ginebra, Putin y Biden abordaron también un posible intercambio de prisioneros. "Hemos hablado de esto, el presidente Biden planteó esta cuestión respecto a los ciudadanos estadounidenses", encarcelados en Rusia, informó el presidente ruso.

"Allí pueden encontrarse ciertos compromisos. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia y el Departamento de Estado de EE.UU. trabajarán en esta dirección", agregó.

El caso Navalny

Comentando el caso de Alexéi Navalny, Putin afirmó que el opositor "sabía que violaba la ley vigente en Rusia", detallando que Navalny debía presentarse periódicamente ante las autoridades, siendo una persona condenada dos veces a prisión condicional.

El presidente ruso dijo que el opositor "ignoró a sabiendas este requisito legal", salió al extranjero para su tratamiento y las autoridades no pedían que volviera obligatoriamente. Al abandonar el hospital, Navalny publicó materiales de su trabajo de investigaciones y entonces las fuerzas del orden exigieron su regreso, pero no volvió, y se inició su búsqueda. Cuando regresó a Rusia, fue arrestado. En ese contexto, Putin afirmó que Navalny quería ser arrestado. "Él hizo lo que quiso", destacó.

Situación en Ucrania

Putin indicó que abordaron también el tema de la situación en Ucrania y Biden está de acuerdo con que la solución del conflicto en Donbass debe basarse en los acuerdos de Minsk.

En ese contexto, el mandatario reiteró que las propuestas de Kiev sobre obtener el control de la frontera antes de que se celebren las elecciones en Donbass contradicen los acuerdos alcanzados.

El Ártico

Putin se expresó también sobre el proceso de la explotación del Ártico, opinando que Moscú y Washington pueden colaborar en ese ámbito.

Respecto a las preocupaciones de la parte estadounidense sobre la militarización de la región, el presidente ruso dijo que no tienen ningún fundamento. "No hacemos allí nada que no estuviera durante la Unión Soviética, reconstruimos la infraestructura perdida, destruida en algún momento completamente", enfatizó.

El movimiento Black Lives Matter

Durante su rueda de prensa, Putin comentó también los disturbios que se registraron en EE.UU. tras la muerte del afroamericano George Floyd. "Estados Unidos se enfrentó recientemente a acontecimientos muy graves tras el asesinato de un afroamericano y la creación del movimiento Black Lives Matter", declaró.

El mandatario dijo que Rusia "compadece a los estadounidenses" y no quiere que esto ocurra en su territorio.

Evaluación de la cumbre

Describiendo el transcurso de la reunión en Ginebra, Putin declaró que "no hubo ninguna hostilidad". "Por el contrario, nuestro encuentro se desarrolló con principios. Por supuesto, tenemos diferencias en muchas opiniones, pero, de todos modos, en ambas partes se demostró el deseo de entenderse y de encontrar formas de convergencia de posiciones", afirmó.

"La conversación fue muy constructiva", subrayó.

Putin aclaró también que la reunión con el presidente estadounidense no le ha dejado nuevas ilusiones. "No me dejó nuevas ilusiones, tampoco es que haya tenido viejas ilusiones. No hay ningunas ilusiones y no las puede haber", contestó a la pregunta de un periodista ruso.


Previamente se anunció que tras la reunión Putin y Biden celebrarían ruedas de prensa por separado, en lugar de comparecer juntos ante los periodistas. El presidente ruso fue el primero en contestar a las preguntas sobre los resultados de la cumbre, que duró más de cuatro horas.

Días antes de su reunión con Biden, Putin concedió una entrevista exclusiva a la cadena estadounidense NBC, durante la cual calificó a su homólogo norteamericano de un político de carrera y señaló que el mandatario estadounidense tiene "algunas ventajas y algunas desventajas", si bien agregó que puede trabajar con él.

Biden, por su parte, declaró a principios de esta semana que Putin "es brillante, es duro y [...] es, como dicen, [...] un adversario digno".

La cumbre que se celebró este miércoles en Ginebra tuvo lugar en medio de la escalada de tensiones entre EE.UU. y Rusia, que en los meses pasados se tradujo en la expulsión de diplomáticos y sanciones mutuas. Previamente, Putin aseveró que las relaciones entre Moscú y Washington "se han deteriorado hasta su punto más bajo de los últimos años".

"Lo último que quiere Rusia ahora es una Guerra Fría con EE.UU.": Biden hace un balance de la cumbre con Putin en Ginebra
Publicado:16 jun 2021 17:23 GMT

El presidente estadounidense resaltó "un mutuo interés en cooperar por nuestros pueblos, el ruso y el estadounidense, pero también para el beneficio y seguridad del mundo".


El presidente de EE.UU., Joe Biden, Ginebra, Suiza, el 16 de3 junio de 2021.Kevin Lamarque / Reuters


El presidente de EE.UU., Joe Biden, ofreció una rueda de prensa tras la cumbre con el mandatario ruso, Vladímir Putin, que se celebró este miércoles en Ginebra (Suiza).

En su discurso, el mandatario señaló que "no hay sustitutos […] a las reuniones cara a cara entre líderes".

"El presidente Putin y yo hemos tenido una posibilidad pura y única de gestionar la relación entre dos países poderosos y orgullosos. La relación tiene que ser estable y predecible", dijo Biden.

"Le manifesté al presidente Putin que mi agenda no es contra Rusia, o alguien más, es a favor de los ciudadanos estadounidenses", agregó.




Estabilidad estratégica

El presidente estadounidense resaltó "un mutuo interés en cooperar por nuestros pueblos, el ruso y el estadounidense, pero también para el beneficio y seguridad del mundo".

"Le dije al presidente Putin que necesitamos tener algunas reglas básicas en el camino que todos podamos cumplir. […] Discutimos en detalle los próximos pasos que nuestros países deben tomar sobre medidas de control de armas, los pasos necesarios para reducir el riesgo de conflictos no intencionales", dijo Biden.

"Tono positivo"

"Debo decirles, el tono de toda la reunión, supongo que fueron un total de cuatro horas, fue bueno, positivo", dijo Biden y resaltó que "no hubo ninguna acción estridente".

"Donde no estuvimos de acuerdo, yo no estuve de acuerdo, dije lo que era. Donde él no estuvo de acuerdo, lo dijo, pero no se hizo en una atmósfera hiperbólica", relató el inquilino de la Casa Blanca.

"No creo que Putin esté buscando una Guerra Fría"

Vladímir Putin no está interesado en empeorar las relaciones bilaterales con Washington, opina Biden.

"No creo que esté buscando una Guerra Fría con Estados Unidos", manifestó y citó las palabras que dijo a Putin: "Claramente no le interesa a nadie, ni a tu país ni al mío, que estemos en una situación en la que hay una nueva Guerra Fría".

Ciberataques

Al igual que su homólogo ruso, Biden confirmó que en la reunión se discutió el tema de los ciberataques. Señaló que la "infraestructura crítica" debe estar fuera de los límites del ‘hackeo’ y afirmó que describió a Putin 16 tipos de entidades específicas que forman parte de esta categoría.

Como resultado del encuentro, Rusia y EE.UU. acordaron "trabajar en entendimientos específicos sobre lo que está fuera de los límites y dar seguimiento a casos específicos", señaló Biden.



Guerra civil en Ucrania

Otra cuestión discutida en la reunión ha sido el conflicto interno ucraniano. Durante la conferencia de prensa, Biden confirmó que considera los acuerdos de Minsk una base para la resolución del conflicto.

Cumbre

La reunión duró casi cuatro horas. Putin, quien dio una rueda de prensa antes del mandatario estadounidense, la calificó como "productiva" y señaló que tras el encuentro el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia y el Departamento de Estado de EE.UU. "iniciarán consultas sobre toda la agenda de interacción diplomática". Al mismo tiempo, aseveró que la reunión no le dejó "nuevas ilusiones".

Para Biden, la cumbre, anunciada el 25 de mayo, ha supuesto la primera reunión con Putin desde que fuera elegido y asumiera el cargo del presidente de EE.UU. Asimismo, culmina su primera gira en el extranjero. Desde la semana pasada, el inquilino de la Casa Blanca participó en las cumbres del G7, en Cornualles (Reino Unido); y de la OTAN, en Bruselas (Bélgica).

CONTRA EL OLVIDO

Por Jorge Rodríguez Hernández

"El olvido está siempre lleno de memoria"                                                                                  Miguel Terry Valdespino

Jacinto Torras de la Luz y Oscar Pino Santos fueron dos notables profesionales de las Ciencias Económicas, y sobre el tema ambos dejaron una profusa obra en la prensa nacional y en textos editados al respecto, antes y después del triunfo de la Revolución.

Jacinto Torras

Jacinto Torras fue militante del Partido Socialista Popular (PSP)- comunista-, y por encargo de esta organización política asesoró a Jesús Menéndez, una de las personalidades de nuestra historia, en sus luchas al frente del Sindicato Azucarero, mediante las cuales revindicó a los trabajadores del gremio, al lograr una remuneración extra para todos los participantes en la agroindustria: el llamado ´´Diferencial Azucarero´´.

Sin la decisiva colaboración de Jacinto Torras de la Luz, economista sumamente capaz y conocedor profundo de la agroindustria y de los ´´intríngulis´´ del mercado azucarero, hubiera sido imposible alcanzar esta victoria de nuestra clase obrera y especialmente en América Latina y el Caribe.

Por su parte , Oscar Pino Santos, también militante del PSP, dada su formación periodística , colaboró con el periódico Hoy, hasta su cierre por la censura, cuando pasó a trabajar en la revista Carteles, en la cual desplegó una obra devenida referente para el periodismo de investigación norteamericano, por la excelencia de su prosa y hondura.

La obra de Oscar Pino Santos ha sido reflejada en varios libros, y el mismo fue director de centros de estudio, como el de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM), y ofreció conferencias en América Latina y los Estados Unidos, y en este último país fue profesor asociado en la Universidad de Harvard.

Tanto Jacinto Torras de la Luz- falleció en 1963-, quien llegó a ser viceministro de Comercio Exterior, como Oscar Pino Santos- falleció en 2004- lograron disfrutar del triunfo revolucionario del 1º de enero de 1959, contribuyeron, decisivamente, a reseñar a través de sus relevantes obras profesionales una parte de la historia económica cubana, con sus luces y sombras. ¡Rescatémoslos entonces del olvido, para que las nuevas generaciones se nutran de su invaluable sapiencia!

El dólar es un dolor

 

SINE DIE 2021 

                      SEGUNDA SERIE   # 34                     

 

Junio 16 de 2021

Juan M Ferran Oliva

Éramos pocos y parió Catana

Dicho popular criollo

 El pasado junio 10 se anunció la decisión de suspender temporalmente la aceptación de billetes de dólares  norteamericanos en las sucursales bancarias nacionales. La medida obedece a las dificultades que el bloqueo impone al manejo físico de dicha moneda en transacciones internacionales. El programa televisivo Mesa Redonda fue la vía informativa que luego se replicó en otros medios de difusión.

En diciembre de 2020, se abrieron tiendas que operan solamente en dólares norteamericanos. La gran diferencia es que no emplean billetes sino tarjetas magnéticas. Dicha moneda se impuso al finalizar la Segunda Guerra Mundial y a nivel internacional era convertible en oro mediante una tasa fija[1]. Las aventuras estadounidenses lo devaluaron. En 1971 se suspendió unilateralmente su convertibilidad ante la amenaza de vaciar el oro de Fort Knox. Ahora comparte su reinado con otras divisas fuertes, incluido el dinero electrónico, y se cotiza a más de $1800 la onza.

Históricamente  formó parte del paisaje monetario cubano. En 1898 fue impuesto por los vencedores. Circulaban entonces efectivos españoles, franceses, mexicanos y algunos token[2]. En 1934 Cuba estableció su propio dinero. El peso equivalía exactamente al dólar y era indiferente manipular uno u otro. Tal situación se mantuvo hasta 1959.

En agosto de  1961 se llevó a cabo un sorpresivo canje de moneda con el propósito de evitar la fuga de capitales.  Posteriormente quedó penalizada la tenencia de divisas. La vinculación a la esfera soviética aisló a Cuba de la realidad mundial y la economía quedó enclaustrada en un compartimiento estanco ajeno a las condiciones externas.

A fines de la década de los ochenta tuvo lugar una singular transacción que preludió el comercio minorista en divisas. Las llamadas Casas del Oro y la Plata compraban dichos metales y pagaban con un certificado utilizable en un limitado número de tiendas. Ante la disyuntiva entre el anillo de la abuela y el televisor asiático en colores, solía imponerse el deseo por este último. El trueque marcó un tránsito entre la austeridad de la distribución planificada y el mercado normal.

En 1989 el dólar se introdujo a hurtadillas en Cuba dando inicio a la circulación interna e informal de divisas extranjeras. El proceso se intensificó en 1992. Muchos recibían la visita de parientes de fuera.  Junto a su foto con el auto del año traían cargas de baratijas que despertaron ansias de consumo exótico en personas acostumbradas a la frugalidad. Regresó la pasión por la moda y por artículos triviales -por la pacotilla- como fuera calificada despectivamente. Pero no todo eran fruslerías y en el elenco de deseos de los cubanos figuraron artículos verdaderamente necesarios que no asomaban al mercado desde mucho tiempo atrás.

Sólo los de fuera accedían a la compra en el limitado número de tiendas  de los hoteles. Fue el origen de una especulación monetaria.  El argot popular denominó fulas a los dólares norteamericanos. En un inicio comenzaron a cambiarse por 5 pesos cubanos. En 1990 la cotización espuria subía a 7 pesos por dólar, a 45 en 1992, a 100 a fines de 1993 y en un momento del año siguiente se elevó por encima de 140. Posteriormente se redujo hasta estabilizarse alrededor de 22 a 26.

En 1994 se despenalizó la tenencia de moneda libremente convertible y se abrieron las cadenas de tiendas recaudadoras de divisas. Aunque no fue su propósito, restablecieron parcialmente la ética comercial. Con la introducción del CUC – Cuban Universal Currency- surgió una divisa interna equiparada al dólar norteamericano. Este numerario de andar por casa recibió también la gracia del bautismo popular, en este caso algo peyorativo: le llamaron chavito. Junto con el dólar norteamericano tuvo acceso a productos y servicios que al humilde peso le estaban vedados.

En 2004 se prohibió la circulación interna del dólar norteamericano dando respuesta a agresiones de Estados Unidos.  Al mismo tiempo se gravaron en un 10% las operaciones de canje en esa moneda. El fula hizo mutis por el foro y el chavito se adueñó de la escena de manera oficial. El plebeyo peso comenzó a convivir de manera formal con el aristócrata CUC, pero este último se emitió en exceso y anuló la paridad con el dólar. Se devaluó.

A principios del 2005 se estableció el control de divisas y fue cancelada la autonomía monetaria en las empresas que la disfrutaban. La potestad de otorgar marcos de divisas para operar quedo centralizada.

El Partido Estado insiste en la no aplicación de medidas de choque, pero sólo puede atenuarlas. Son inevitables. Se manifiestan principalmente en la inflación y en las colas, aumentadas tras medio siglo de una oferta siempre a la zaga de la demanda. Las leyes y la buena intención gubernamental son de aplicación limitada y el pérfido mercado –otro ineludible-  se encarga de burlarlas.    En él se lleva a cabo el intercambio originado en la división social del trabajo que  existe desde la propia aparición del homo sapiens[3], y que  no es un invento capitalista Tratar de evadirlo es como poner un cinturón de castidad a una ninfómana. 

La escalada de sanciones aplicada por el bloqueo tomó el camino monetario cuando multó fuertemente a  entidades crediticias por negociar con Cuba. Fue entonces que se impuso el gravamen interno al dólar para desincentivar su empleo. En su momento –hace poco-  se suspendió y a partir del próximo día 21 se prohíbe expresamente admitirlo en efectivo en las cajas bancarias.

Prima facie parece contradictorio que el Banco argumente la falta de moneda convertible y que limite el ingreso de billetes norteamericanos en sus cajas. Pero gracias al bloqueo son estos últimos los únicos cuyo manejo físico ofrece dificultades de gestión.  Deben eliminarse.

La disposición genera incertidumbre en los poseedores de divisas y en quienes medran con ellas.  No son pocos pues la amplia diáspora envía remesas, mayormente en moneda norteamericana. Su cifra puntual no se conoce pues muchas llegan por vías informales; se estiman en más de US$ 3.000 millones anuales.  Los efectos de la medida no son halagüeños. Puede augurarse el surgimiento de afectaciones en los precios, la pérdida de confianza en el peso cubano y la ampliación de la actividad  no oficial. La tasa de otras monedas extranjeras libremente convertibles mejorará y el mercado informal se encargará de las tasaciones correspondientes, probablemente dolorosas para los vinculados al dólar. Se perjudicarán también las distintas entidades y en particular las del sector privado, todas sujetas a diversas formas de financiamiento. Los emisores en el exterior deberán apelar a numerarios no comprometidos y se incrementará el costo de las remesas con la consiguiente afectación a  los receptores en Cuba. La tasa de cambio informal interna ya supera los 70 pesos por un dólar y contrasta con los 24 pesos establecidos oficialmente.

Es todo cuanto puedo vislumbrar apriorísticamente en mi bola de cristal que, además,  padece cataratas.

Actualmente está en proceso un ordenamiento económico cuyos resultados todavía no se perciben. La luz al final del túnel sólo se insinúa en la propaganda triunfalista desplegada por los medios. Valga no perder de vista que no todos los males son achacables al bloqueo y a la pandemia;  hay también causas internas. La nueva disposición es un nuevo ingrediente incorporado a esta turbulencia.

Atravesamos un momento pésimo en el proceso que nos ocupa. Según la retórica política conduce al socialismo. Me temo que sólo persigue la supervivencia manteniendo algunos logros y la soberanía. Ante esta nueva escalada de dificultades la única alternativa es  pararse en bielas y pedalear con vigor. Llegaremos.

Fin

 



[1]  De US$ 35 por onza de oro.

[2]  El token es una moneda local no respaldada oficialmente. Se destina al comercio en un territorio. En Cuba fue usual en determinados centrales azucareros  y otras entidades agrarias que sometían a sus asalariados a un mercado cautivo. Estaban obligados a comprar en las tiendas patronales.

[3] Y es magnificada por los clásicos de la Economía que hacen hincapié en su potencialidad productiva. Es famoso el ejemplo de la fábrica de alfileres de Adam Smith.