Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

jueves, 2 de enero de 2020

ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA Y LA DIVISIÓN DEL PAÍS


En la revisión que siempre realizo al finalizar el año de documentos recibidos mucho antes, me encuentro uno que me sorprendió, titulado “EN ESTADOS UNIDOS ESTALLARÁ UNA GUERRA CIVIL QUE CONDUCIRÁ AL FIN”, del año 2009, que en sus dos primeros planos se expresa lo siguiente:

“Hace diez años, Igor Panarin, Decano de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Academia Diplomática de Rusia, pronosticó  que a más tardar en el otoño boreal de 2009, a consecuencia de una crisis económica en Estados Unidos, estallará una guerra civil que conducirá a la división del país en estados independientes.  En ese entonces la declaración de Panarin, fueron interpretadas como el argumento de una novela de ciencia ficción, pero actualmente algunos elementos de sus predicciones parece que pueden ocurrir”.

“En una reciente entrevista a Panarin, el diario Izvetia pone a juicio de los electores la opinión del experto en torno a cómo puede evolucionar la situación actual, con pronósticos tan o más controvertidos que los pronunciados hace una década. En su entrevista Panarin expone los motivos que obligará a los Estados Unidos a imponer una hipotética reforma monetaria, que será fatal para el resto del mundo, opina la élite política a que pertenece el presidente electo estadounidense Barack Obama, y también explica por qué a Rusia le conviene tener relaciones amistosas con China”.

De seguido, el documento expone las preguntas y respuestas de la entrevista. Como se atestiguó posteriormente, parece que todo fue una bien o mal intencionada historieta que no tuvo incidencia alguna, ni causó ninguna preocupación, sólo, pienso yo, las burlas, las super-críticas y alguna que otra trompetilla.

Pero como nunca se debe dudar de que se destapen situaciones extrañas, absurdas o inauditas en esa nación, tomando en cuenta su trayectoria de sólo dos siglos y medio, me interesé en analizar con detenimiento e intuición lo que este académico vislumbró para llegar a esa conclusiones tan disparatadas, y me encontré con ciertas reflexiones que NO PARECEN MUY ALOCADAS. Veámoslo a continuación:

La deuda externa de los Estados Unidos ha crecido y crece con la dinámica de un alud (…) y esta situación no es otra cosa que una típica pirámide financiera que irremediablemente se derrumbará.

Estados Unidos no puede desempeñar la función de regulador mundial, pues están China, con sus enormes reservas y Rusia, país que puede desempeñar un papel de regulador en el entorno asiático y europeo.

En la reciente Cumbre del G20 en Washington, que promovió la propuesta de crear una arquitectura nueva en las relaciones internacionales, en las que el FMI tendrá un protagonismo especial, pero necesita dinero; los participantes pidieron recursos a China y Japón.

China es el principal acreedor de los Estados Unidos e influirá en la política del FMI.

Los problemas financieros de los Estados Unidos se agudizarán (…) aumentarán los precios y el desempleo.

Sobre la división de la élite política de Estados Unidos.

No del todo se refiere  a las diferencias entre Demócratas y Republicanos. Existen dos grupos o clanes. Los “GLOBALISTAS”, que siempre han considerado que había que vencer a la Unión Soviética, como punto de partida para controlar el resto del mundo, y esa es su meta.

Los “PATRIOTAS”, que aspiran a la prosperidad del país.

En ambos CLANES militan tanto políticos del Partido Demócrata como del Partido Republicano.

SUS LÍDERES SON:

Globalistas: Dick Cheney, Vicepresidente. Condoleezza Rice, Secretaria de Estado.  Patriotas:  Robert Gate, Secretario de Defensa. El Director de la CIA, Michael Hayden. El Director de Inteligencia Nacional, Almirante Michael McConnell.

Y sobre la pregunta: ¿Qué tiene que hacer Rusia para evitar las convulsiones que puede provocar el colapso de los Estados Unidos?

Desarrollar el Rublo como moneda de circulación regional. No dilatar más la creación de la Bolsa de Hidrocarburos, para vender crudo y gas en rublos.

HASTA AQUÍ UNA PARTE ESCOGIDA DE TODO EL DOCUMENTO.

Independientemente de que este alegato pasó a la historia sin mucha trascendencia y solamente sale a la luz como en mi caso, creo que nos debe dar pie para reflexionar y vincularlo adecuadamente a los momentos actuales en que se desenvuelve y evoluciona el actual gobierno de los Estados Unidos, que todo hace indicar, muestra síntomas inequívocos, no de una rápida trasmutación hacia un desmoronamiento físico y social, pero si del surgimiento de serias y peligrosas conmociones internas.

Estas perturbaciones  se harían más indeseables y arriesgadas, si como creo, el actual mandatario, Donald Trump, resulta reelegido en las próximas elecciones de noviembre del 2020.

En este sentido, también recuerdo lo expresado en un interesante artículo del compañero Jesús Arboleya Cervera, en Progreso Semanal, el 28 de febrero de 2018,que en una de sus partes en relación con este tema expone:  “Donald  Trump no ganó por el apoyo mayoritario de los electores de su país, por ser el preferido de grandes consorcios o la prensa, ni siquiera por ser bien visto en su propio partido, sino gracias a la enorme fragmentación de la sociedad norteamericana         (…) Sus declaraciones y políticas, incluyendo sus famosos  tweets, no hacen otra cosa que ESTIMULAR UNA DIVISIÓN QUE SIRVE COMO MECANISMO DE MANIPULACIÓN SOCIAL.”

La continuación de todo este maremágnum de verdaderas condiciones adversas y divisionismo, deben traer como colofón lo que sería una tragedia social que afectarían los dos elementos que han COHESIONADO hábilmente a esa sociedad, tan heterogénea y dispar, que al decir de los entendidos del sistema y de los fundamentos esenciales instituidos en el  quehacer diario son: EL CONSENSO SOCIAL Y LA OPOSICIÓN LEAL.

Se conoce que en el caso particular de los Estados Unidos, el debilitamiento de esta propiedad puede llegar hasta la fragmentación de la sociedad, creando enclaves, bastiones, bolsones o guetos, en los cuales priman las concepciones de grupos y no los de la sociedad en su conjunto, fomentando el INDIVIDUALISMO Y LOS ANTAGONISMOS por criterios estrechos; síntomas que muchas veces incitan a fraccionar la sociedad (1)

Y es así cuando aparece lo que los insignes tanques pensantes consideraron sería la fórmula mágica y magistral para nunca más descender a situaciones tan graves y peligrosas que pudieran hasta dividir al país: EL CONSUMISMO, pasando a ser el pegamento que mantenía (y mantiene actualmente),esos atributos. 

Ahora bien: ¿Sería entendible y concebible que ese monstruoso y extravagante imperio pueda estar dependiendo eternamente de esa peculiaridad social, como es el CONSUMISMO, con el propósito de que no se debiliten esos rasgos básicos, y no verse envuelto en una posible ESCISIÓN DEL PAÍS?

Y por otro lado, ¿Será posible que estemos viviendo una etapa tan dramática e indeseable en que la actual administración norteamericana, con esa forma tan anárquica y caótica de gobierno, más el fortalecimiento de las políticas neoliberales, las ideas xenófobas, racistas, supremacistas y fascistas, esté conduciendo a la nación por cauces en que pudiera predecirse una eventual y catastrófica división territorial interna?

EN RESUMEN: todo hace indicar que el académico Igor Panarin no estaba tan alucinado con su teoría; pudiera ser más bien que haya pifiado en el tiempo.  

La Habana, 2 de enero de 2020. “Año 62 de la Revolución”.

 JULIO SERGIO ALCORTA FERNÁNDEZ.

(1)  Ramón Sánchez Parodi:”E. Unidos a la luz del Siglo XXI”)
   

 

Los mejores libros de economía crítica de 2019

Por Michael Roberts

26/12/2019
Creo que el mejor libro del año es Classical Political Economics and Modern Capitalism (Economía Política Clásica y Capitalismo Moderno), de los economistas marxistas griegos, Lefteris Tsoulfidis y Persefoni Tsaliki. Y es un libro que aún no he reseñado en mi blog. La razón es que es tan bueno que estoy preparando una revisión más amplia e integral para la edición de la revista Marx 21 de la próxima primavera. Habrá algunas críticas, pero es una lectura esencial de teoría económica marxista.
Baste decir por ahora, como el título indica, que los autores cubren todos los aspectos de la teoría económica marxista aplicada al capitalismo moderno de una manera sucinta y rigurosa. Al hacerlo, los autores refutan las teorías neoclásicas y keynesianas en su pretensión de ser mejores explicaciones del capitalismo; y, sobre todo, ofrecen evidencia empírica para apoyar las leyes clave del movimiento del capitalismo de Marx: la ley del valor y la ley de la rentabilidad. Se presentan teoría y pruebas para explicar y justificar la teoría de las crisis teóricas bajo el capitalismo de Marx. El libro es caro, por lo que realmente debería considerarse un libro de texto para estudiantes de economía que buscan una exposición de la teoría económica marxista. Pero cada capítulo se puede comprar o leer por separado. Y es estupendo, incluso mejor que el monumental Capitalism de Anwar Shaikh (en 2016).
En contraste, el economista marxista estadounidense Richard Wolff se ha dirigido a los activistas y no académicos con la publicación de dos libros cortos diseñados para explicar las ideas del marxismo y el socialismo de una manera directa: Understanding Marxism (Entendiendo el marxismo) y Understanding Socialism (Entendiendo el socialismo). Los libros son poderosas armas de propaganda para el socialismo, pero sufren, una vez más, de una explicación incorrecta de las crisis bajo el capitalismo. Wolff defiende el argumento clásico del subconsumo, en el sentido de que los capitalistas pagan "salarios insuficientes para que los trabajadores puedan comprar una parte creciente de la producción capitalista". Mis lectores habituales saben que considero que esta teoría de las crisis capitalistas es errónea. Marx la rechazó; no se sostiene teóricamente como parte de la ley del valor o de la rentabilidad de Marx; y la evidencia empírica está en contra de ella.
Entre otros libros de economía marxista en 2019 destaca The Oxford Handbook of Karl Marx (Manual Oxford de Carlos Marx), editado por Matt Vidal, Tomas Rotta, Tony Smith y Paul Prew. Reúne una serie de capítulos de destacados académicos marxistas que cubren todos los aspectos de la teoría marxista, desde el materialismo histórico, la dialéctica, la economía política, hasta la reproducción social y los modelos poscapitalistas. Ver mi reseña del libro.
Me interesó especialmente el capítulo sobre “Reproducción y crisis en las economías capitalistas” de Deepankar Basu, de la Universidad de Massachusetts, Amhurst. Basu niega que haya una "teoría marxista de las crisis" e intenta desarrollar una que amalgame la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia con la teoría de la caída de las ganancias de Okishio y una teoría directa del subconsumo. En mi opinión, no funciona. De hecho, concluyo en mi reseña que "todos los autores marxistas que discuten las crisis en el capitalismo en el Manual buscan descartar la ley de la rentabilidad de Marx como explicación, a favor de otras explicaciones o negar simplemente que exista una teoría general de las crisis".
Un capítulo del Manual trata sobre la mercantilización del conocimiento y la información. En este capítulo, los autores sostienen que el conocimiento es "trabajo inmaterial" y que las "mercancías del conocimiento" están reemplazando cada vez más a las mercancías materiales en el capitalismo moderno. Discutiendo el análisis de los autores, argumentaría que el conocimiento es material (aunque intangible) y que si los bienes de conocimiento se producen en condiciones de producción capitalista, es decir, utilizando el trabajo mental y vendiendo la idea, la fórmula, el programa, la música, etc. en el mercado, entonces el trabajo mental puede crear valor. El valor proviene de la explotación del trabajo productivo, según la ley de valor de Marx. El valor de los "productos básicos del conocimiento" no tiende a cero. Por lo tanto, no es necesario invocar el concepto de extracción de rentas para explicar los beneficios de las compañías farmacéuticas o Google. La llamada "renterización" de las economías capitalistas modernas, que ahora es tan popular como una modificación o suplantación de la ley del valor de Marx, no está respaldada por la producción de productos básicos del conocimiento.
Otro libro importante de análisis económico marxista ha sido The Economics of Military Spending: A Marxist perspective (La economía del gasto militar: una perspectiva marxista) de Adem Yavuz Elveren. Al analizar el papel económico del gasto militar en el capitalismo moderno, Elveren combina el análisis teórico con investigaciones econométricas concretas de 30 países en los últimos 60 años. Esa es la forma correcta de hacer economía política o ciencias sociales marxistas. Si el lector quiere repasar todas las teorías del gasto militar y las crisis sin verborrea y confusión, no puede hacer nada mejor que leer a Elveren.
El trabajo empírico de Elveren parece respaldar la visión marxista del papel del gasto militar en una economía capitalista. Puede ayudar a reducir la tasa de ganancia del capital y, por lo tanto, el crecimiento económico como lo hizo en el período neoliberal, cuando la inversión y el crecimiento económico se desaceleraron. Pero también puede ayudar a aumentar la tasa de ganancia a través de la redistribución por el estado del valor del trabajo al capital, cuando se obliga al trabajo a pagar más impuestos, o el estado se endeuda mas, para impulsar la inversión y la producción del sector militar.
Otro libro analiza desde una perspectiva marxista los últimos cambios en la composición y la actividad de la fuerza de trabajo global. Jorg Nowak, miembro de la Universidad de Nottingham, analiza en Mass Strikes and Social Movements in Brazil and India: popular mobilisation in the Long Depression (Huelgas de masas y movimientos sociales en Brasil e India: la movilización popular en la Larga Depresión). Nowak argumenta que en el siglo XXI y en esta Larga Depresión actual en las principales economías, las protestas fabriles ya no están liderada por trabajadores organizados, es decir, los sindicatos, sino que ahora toma la forma de "huelgas de masas" más amplias que involucran a trabajadores no organizados y otras fuerzas sociales en la comunidad. Esta movilización popular está más cerca del concepto de huelgas de masas de Rosa Luxemburgo que el desarrollo convencional de los sindicatos "eurocéntricos". Nowak desarrolla el argumento de que la intensidad del conflicto de clases entre el trabajo y el capital varía según las etapas del ciclo económico en los auges y crisis económicos capitalistas. Cita a varios autores que buscan demostrar que cuando el capitalismo está en una fase de auge general en el crecimiento, la inversión y el empleo, el conflicto de clases, como se expresa en el número de huelgas, aumenta, especialmente cerca del techo de esa fase de auge.
También se han publicado una serie de trabajos de economía heterodoxa, no estrictamente marxista en mi opinión, este año. El más popular y ampliamente elogiado fue Stolen – how to save the world from financialisation (Robo: cómo salvar al mundo de la financiarización) de Grace Blakeley, la joven economista socialista británica y activista laborista. Blakely plantea que "toda nuestra riqueza ha sido robada por las grandes finanzas y, al hacerlo, las grandes finanzas han puesto de rodillas a nuestra economía". Tenemos que liberarnos de las grandes finanzas. Ese es el mensaje abreviado del nuevo libro. El concepto de financiarización domina su visión del capitalismo, no la explotación del trabajo.
Stolen tiene como objetivo ofrecer un análisis radical de las crisis y contradicciones del capitalismo moderno y de las políticas que podrían terminar con la 'financiarización' y dar el control a la mayoría sobre su futuro económico. Aceptar este modelo implica que el capital financiero es el enemigo y no el capitalismo en su conjunto, es decir, excluye los sectores productivos (de creación de valor). Además, la narrativa de que los sectores productivos de la economía capitalista se han convertido en rentistas o banqueros simplemente no se ve confirmada por los hechos. Y debido a que el análisis es erroneo, sus propuestas políticas de reforma también son inadecuadas.
Otro libro heterodoxo es el de John Weeks, quien solía escribir análisis marxistas sólidos del capitalismo en la década de 1980. En su nuevo libro, The Debt Delusion: Living Within Our Means and Other Fallacies(El espejismo de la deuda: vivir de acuerdo a nuestras posibilidades y otras falacias).
El objetivo de Weeks es demoler los argumentos económicos sobre la necesidad de austeridad. Pero adopta el punto de vista keynesiano de que la causa de las crisis bajo el capitalismo es la "falta de demanda efectiva".Weeks dice que la falta de demanda efectiva puede ser superada o evitada mediante el gasto público y por eso el capitalismo funcionó tan bien en la década de 1960. Si simplemente abandonamos las políticas de austeridad y volvemos a la "gestión de la demanda" pública keynesiana, todo irá bien. La teoría marxista y la historia de las crisis capitalistas modernas no están de acuerdo.
James Crotty también intenta poner a Keynes en el mismo cajón que Marx con su nuevo libro titulado Keynes Against Capitalism: His Economic Case for Social Liberalism, ( Keynes contra el capitalismo: Su defensa del Social Liberalismo) en el que afirma que, lejos de ser conservador, Keynes era de hecho socialista, aunque no un revolucionario como Marx. "Keynes no se propuso salvar al capitalismo de sí mismo como muchos piensan, sino que consideró que debía ser reemplazado por una forma liberal de socialismo".Esta tesis no es válida en mi opinión. Hay muchas evidencias en los escritos de Keynes de que lo que defendía era un "capitalismo regulado", y no ningún tipo de socialismo.
Hay, además, análisis desde el punto de vista de la economía convencional, pero radicales, del capitalismo. El famoso experto mundial en desigualdad global, Branco Milanovic, parte de la premisa en su nuevo libro, Capitalism Alone, (Solo el capitalismo) de que el capitalismo es ahora un sistema global con tentáculos en todos los rincones del mundo, expulsando por completo a cualquier otro modo de producción como la esclavitud o el feudalismo o el despotismo asiático. El capitalismo no es solo el único modo de producción que queda, es el único futuro para la humanidad. Milanovic plantea solo dos modelos para el futuro: el "capitalismo liberal" de Occidente, que cruje bajo las tensiones de la desigualdad y el exceso capitalista; y el 'capitalismo político', que ejemplifica China, que muchos afirman es más eficiente, pero que es autocrático, corrupto y vulnerable a los disturbios sociales.
En mi opinión, la dicotomía de Milanovic entre 'democracia liberal' y 'capitalismo político' es falsa . Y surge porque, por supuesto, Milanovic comienza con su premisa (no comprobada) de que un modo alternativo de producción y sistema social, a saber, el socialismo, ha quedado descartado para siempre. De hecho, las políticas de Milanovic para reducir la desigualdad de riqueza e ingresos en las economías capitalistas y / o permitir que las personas abandonen sus países huyendo de la pobreza por un mundo mejor parecen ser tan (si no más) "utópicas" cara al futuro bajo el capitalismo que la "utopía socialista'' que descarta.
Asimismo tenemos el nuevo libro de la superestrella radical de la economía dominante, Thomas Piketty: Capital e Ideología. Se trata de la continuación a su monumental El Capital en el siglo XXI (2014). El nuevo libro es aún más grande: unas 1200pp. Mientras que el primer libro proporcionó teoría y evidencias sobre la creciente desigualdad, este libro busca explicar por qué se permitió que esto sucediera en la segunda mitad del siglo XX . Piketty dice que no quiere lo que la mayoría de la gente considera "socialismo", pero quiere "superar el capitalismo". Lejos de abolir la propiedad o el capital, quiere extender sus beneficios a la mitad inferior de la población, que incluso en los países ricos nunca han tenido mucho. Para hacer eso, dice, debemos volver a los principios socialdemócratas que tuvieron tanto éxito en la década de 1960.
Ciertamente, la evidencia de la creciente desigualdad tanto de riqueza como de ingresos en todas las principales economías es abrumadora y en un nuevo libro, The Triumph of Injustice: how the rich dodge taxes and how to make them pay (El triunfo de la injusticia: cómo los ricos esquivan los impuestos y cómo hacerselos pagar), los expertos en desigualdad, Gabriel Zucman y Emmanuel Saez proporcionarnos datos aún más actualizados. Es una acusación desgarradora del sistema fiscal estadounidense, que, lejos de reducir la creciente desigualdad de ingresos y riqueza en los Estados Unidos, en realidad la aumenta. Al igual que Piketty, su solución de política económica es un impuesto sobre el patrimonio de bienes y activos financieros. No proponen políticas más radicales para hacerse cargo de los bancos y las grandes empresas, acabar con el pago de sueldos grotescos y bonificaciones a los altos ejecutivos y poner fin a las especulaciones de riesgo que han puesto a las economías de rodillas. Para ellos, el reemplazo del modo de producción capitalista no es necesario, solo la redistribución de la riqueza y los ingresos ya acumulados por el capital. Acabar con los multimillonarios mediante impuestos, no su expropiación.
La redistribución de los ingresos y la riqueza mediante impuestos y la regulación del gobierno es la principal propuesta de política convencional radical: su alternativa a la propuesta marxista de reemplazar el modo de producción capitalista. Es el tema también de Joseph Stiglitz, ganador del premio Nobel  en economía y ex economista jefe del Banco Mundial, así como asesor de la izquierda laborista en el Reino Unido. Se encuentra a la izquierda en el espectro de la teoría economica convencional. Su nuevo libro titulado People, Power, and Profits: Progressive Capitalism for an Age of Discontent, (Gente, poder y ganancias: un capitalismo progresista en una era de descontento), en el que proclama que "podemos salvar nuestro sistema económico roto de sí mismo". El problema no es el capitalismo sino los intereses creados, especialmente de monopolistas y banqueros. La respuesta es volver a los días del capitalismo regulado que Stiglitz cree que existió en la época dorada de los años cincuenta y sesenta. Aquí se hace eco de las opiniones de Weeks, Piketty, Milanovic y Crotty.
Para volver a este "capitalismo progresista", Stiglitz propone regulación, romper los 'monopolios', impuestos progresivos, poner fin a la corrupción y hacer cumplir el derecho comercial. Pero, ¿qué demonios haría que el 1% y los propietarios de capital mas ricos acordaran reducir sus ganancias para obtener una economía más igualitaria y funcional? ¿Y cómo lidiarían la regulación y una mayor igualdad con el desastre inminente que es el calentamiento global a medida que el capitalismo acumula rapazmente sin tener en cuenta los recursos y la sostenibilidad del planeta? Los programas de redistribución sirven poco para esto. Y si una economía se vuelve más igualitaria, ¿impediría las futuras recesiones o las futuras grandes recesiones bajo el capitalismo? Economías más igualitarias en el pasado no evitaron las crisis.
Los lectores comprenderán mejor la naturaleza del capitalismo moderno si digieren cuidadosamente los mejores análisis marxistas que combinan la teoría con la evidencia empírica. Uno de estos trabajos es una nueva versión revisada de El Leviatán Invisible, un libro del profesor Murray Smith de la Universidad de Brock, Ontario, Canadá. El libro se propone explicar por qué la ley del valor de Marx se esconde de manera invisible detrás del movimiento de los mercados en el capitalismo moderno y, en última instancia, explica las crisis recurrentes, disruptiva y regulares en la producción y la inversión que dañan los medios de vida (y las vidas) de muchas personas en todo el mundo. Este libro es una defensa profunda (tanto teórica como empírica) de la ley del valor de Marx y su corolario, la ley de Marx de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia.
Como termina Smith: La conclusión programática esencial que emerge del análisis de Marx es que el capitalismo es constitucionalmente incapaz de una evolución 'progresiva', 'libre de crisis' que haría que el proyecto socialista fuera 'innecesario' y, además, que impide que una transformación socialista pueda tener lugar a través de un proceso de reformas graduales y acumulativas. El capitalismo debe ser destruido de raíz antes de que pueda haber alguna esperanza de reconstrucción social sobre bases fundamentalmente diferentes, y tal reconstrucción es vitalmente necesaria para garantizar un mayor progreso humano”.
 
es un reconocido economista marxista británico, que ha trabajador 30 años en la City londinense como analista económico y publica el blog The Next Recession. 
Fuente:
https://thenextrecession.wordpress.com/2019/12/18/books-of-2019/ 
Traducción:
G. Buster Sin Permiso

miércoles, 1 de enero de 2020

Los 500 más ricos del mundo acaban 2019 más ricos que nunca

Entre todos sumaron a su capital 1,2 billones de dólares, elevando su patrimonio un 25%, hasta los 5,9 billones


PAZ ÁLVAREZPulsar para ampliar el gráficoBelén Trincado / Cinco Días

31 DIC 2019 - 08:31 CET

Las grandes fortunas del mundo nunca han tenido tanto dinero como a cierre de 2019. El año acaba en máximos históricos para las 500 personas más ricas del planeta, que sumaron a su fortuna en los últimos 12 meses 1,2 billones de dólares (más de un billón de euros), elevando su patrimonio colectivo un 25% más, hasta los 5,9 billones, según el índice de Bloomberg.

El más afortunado de 2019 ha sido el francés Bernard Arnault, que despide la década con 37.700 millones más que hace un año. El presidente de Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH) es el tercer hombre más rico del mundo, solo por detrás de Jeff Bezos y Bill Gates, y amasa una fortuna de 106.200 millones de dólares. La fuerte subida en Bolsa de las acciones de la compañía francesa, que acaba de agregar a su conglomerado de marcas de lujo la mítica joyería estadounidense Tifanny, ha elevado la fortuna del magnate en 37.700 millones en el último año, lo que le ha permitido acceder al exclusivo club de los cienmilmillonarios, con Jeff Bezos y Bill Gates.

La corona la sigue manteniendo Jeff Bezos, que acaba el año siendo el hombre más rico del mundo, con un patrimonio valorado en 116.280 millones de dólares, a pesar de que por el camino se dejó 8.700 millones. En su haber tuvo un costoso hecho relevante: el divorcio de su esposa, Mackenzie Bezos, a la que tuvo que compensar tras 25 años de matrimonio con un 4% de las acciones de Amazon. La ya exesposa del rey del comercio electrónico se ha convertido en la quinta mujer más rica del mundo, con una fortuna de 37.500 millones de dólares.

La escritora y madre de los cuatro hijos de Bezos se sitúa por detrás de Jacqueline Badger Mars, hija de los fundadores de la compañía de dulces Mars –con una cuenta de 42.900 millones, en el puesto 20º de los más adinerados del mundo–; de Alice Walton, una de las dueñas de Walmart, con 53.380 millones que la colocan en 18ª posición del ranking global–, de Francoise Bettencourt, que controla, tras el fallecimiento de su madre en 2017 y con la que tuvo serios y públicos desencuentros, el 33% del grupo L’Oréal, –con una riqueza 59.300 millones–, y de Julia Flesher Koch, viuda desde este año del magnate David Koch, que le dejó una fortuna de 62.100 millones. Precisamente, es esta exmodelo y asesora de imagen, habitual de las fiestas más exclusivas de la alta sociedad neoyorquina, quien ocupa la décima posición entre las grandes riqueza.

Por delante de Flesher Koch, en la novena posición se coloca su cuñado Charles Koch, con la misma millonada, 62.100 millones, y un crecimiento en 2018 de 2.700 millones, una cifra discreta a tenor de la rentabilidad de otros acaudalados de la lista. Por ejemplo, Sergey Brin, cofundador de Google, que a lo largo de los últimos 12 meses ha aumentado su patrimonio en 13.400 millones, y despide el año en el octavo puesto con 63.300 millones de dólares.

Un poco más rico que Brin lo es su socio, Larry Page, que sumó 14.000 millones este año, acumula 65.200 millones de dólares, y es el séptimo hombre más rico del mundo. Por delante tiene al fundador de Inditex, Amancio Ortega, en el sexto lugar y el único español entre las 100 grandes fortunas del mundo, que finaliza el año con 17.900 millones más en un patrimonio valorado en 76.600 millones de dólares (unos 68.000 millones de euros). La multinacional gallega aumenta cada año el pago a sus accionistas gracias al tirón de los resultados del grupo, y el principal beneficiado es el propio Ortega: solo por los beneficios obtenidos en el ejercicio 2018-2019 recibió 1.626 millones de dividendo. Ortega ha construido un imperio inmobiliario con esos dividendos, pero el grueso de su patrimonio sigue concentrado en el 59,3% de Inditex que controla, valorado en 58.700 millones de euros.

La buena marcha en Bolsa de Facebook le ha permitido incrementar a su fundador, Mark Zuckerberg, su patrimonio en 27.400 millones y situarlo al cierre de este año en la quinta posición con 79.400 millones. Los 35 años del fundador de la mayor red social del mundo contrastan con los 89 años de la cuarta fortuna, en manos de Warren Buffett, el Oráculo de Omaha, valorada en 89.180 millones. A su edad aún dirige Berkshire Hathaway, la sociedad de inversión con la que controla paquetes accionariales en grandes multinacionales como Coca Cola y American Express. En el podio, además de Bernard Arnault, en la tercera posición, y Jeff Bezos, como líder del grupo, se encuentra otro habitual de este exclusivo colectivo: Bill Gates. Al cofundador de Microsoft le ha ido bien, ya que la revalorización de las acciones del gigante del software, del que posee un 1%, le ha permitido incrementar su riqueza en 23.100 millones de dólares y situarse muy cerca del creador de Amazon con un patrimonio de 113.500 millones.
El dueño del Oviedo

El mexicano Carlos Slim, máximo accionista de FCC, cuenta con una fortuna de 61.500 millones, que supone 6.700 millones más que el ejercicio anterior, y le hacen ser la 11ª persona más rica del universo. A sus 79 años controla América Móvil, el operador de telefonía móvil más grande de América Latina. Slim, que es accionista del Grupo PRISA, editor de CincoDías, tiene a través de Carso e Inbursa inversiones en el sector de la construcción y financiero en México. También es accionista mayoritario del equipo de fútbol Real Oviedo. Le sigue en la clasificación el indio Mukesh Ambani, con 59.500 millones, el resultado de aumentar su capital en 15.200 millones. El empresario controla el 44% de Reliance Industries, un conglomerado de empresas, con sede en Bombay, dedicadas a la producción de energía, productos petroquímicos, textiles, recursos naturales y telecomunicaciones.

Después de Francoise Bettencourt, se acomoda el fundador de Oracle, Larry Ellison, con la misma valoración del patrimonio que la francesa, 59.300 millones, tras un aumento de 9.900 millones. Por detrás de él se encuentra el cofundador de Microsoft, Steve Ballmer, que en 2014 abandonó la compañía que creó con Bill Gates, y en la actualidad es propietario del equipo de la NBA Los Ángeles Clippers. Tiene 58.500 millones tras enriquecerse en 12 meses 19.900 millones.

Los siguientes tres peldaños de esta privilegiada escalera lo ocupan tres miembros de la familia Walton, propietarios de los grandes almacenes estadounidenses Walmart: Rob, con 54.400 millones tras un alza de 10.800, Jim, con 53.300 y 10.700 más que el año anterior, y la anteriormente citada, Alice, con 53.300 millones. En el puesto 19, y por delante de Jacqueline Mars, se coloca el chino Jack Ma, fundador del gigante de comercio electrónico Alibaba, con un imperio de 47.100 millones, tras un aumento de 11.400 millones.

Estas son las 10 mayores fortunas del mundo:

1. Jeff Bezos

Jeffrey Preston Jorgensen (Alburquerque, EE UU, 1964) ha retenido la corona como el hombre más rico del mundo en 2019 con un patrimonio valorado en 116.280 millones de dólares. Y eso que el divorcio de su mujer, McKenzie Bezos, que desde este año es la quinta mujer más rica del mundo, le ha pasado factura a su cuenta corriente, siendo quien más dinero pierde entre las grandes fortunas en los últimos 12 meses (8.700 millones). Empezó castrando ganado en el rancho familiar en Texas, estudió Ciencias de la Computación e Ingeniería Eléctrica en Princeton, para luego fundar Amazon, la mayor empresa de comercio online del mundo. La compañía con sede en Seattle vende todo tipo de artículos, desde libros a productos para el hogar a través de su web. Además, controla la cadena de alimentación Whole Foods y ofrece servicios de computación en la nube y vídeos en streaming. La compañía de Bezos registró ingresos en 2018 por valor de 233.000 millones de dólares.


2. Bill Gates

El cofundador de Microsoft, William Henry Gates III (Seattle, 1955), ha tenido un gran año. La revalorización de las acciones del gigante del software le ha permitido, entre otros motivos, incrementar su riqueza en 23.100 millones de euros y situarse muy cerca de Jeff Bezos con un patrimonio de 113.500 millones. Gates, que estudió en Harvard, tiene un 1% de Microsoft y el resto de su patrimonio lo gestiona a través de su sociedad Cascade Investment, que controla participaciones en decenas de compañías, entre las que destacan Canadian National Railway, el principal gestor ferroviario canadiense, Deere y Ecolab. Según confesó al agregador de noticias Reddit en 2014, Gates lava todas las noches los platos durante la cena. Este genio de la informática posee junto a su mujer Melinda Gates, una de las fundaciones privadas más importantes de EE UU, dedicada a aliviar desequilibrios en temas de salud y de educación en las regiones menos favorecidas.


3. Bernard Arnault

El emperador del lujo es el claro ganador del 2019. Nacido en Roubaix (Francia) en 1949, estudió Ingeniería y controla la mitad del capital de Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH), el gran conglomerado de artículos de lujo francés. La fuerte subida en Bolsa de las acciones de la compañía francesa ha elevado su fortuna en 37.700 millones en el último año, lo que le ha permitido acceder al exclusivo club de los cienmilmillonarios con Jeff Bezos y Bill Gates. LVMH, que en 2018 facturó por valor de 55.300 millones de dólares, posee una cartera de marcas como Louis Vuitton, TAG Heuer, Loewe, Christian Dior o el champán Dom Pérignon, a la que acaba de incluir la mítica joyería estadounidense Tiffanys, por la que ha desembolsado 14.700 millones de euros. Arnault, que en su momento trató de solicitar la ciudadanía belga para “proteger las participaciones de la familia”, dirige también la fundación Louis Vuitton, cuya sede en París fue diseñada por Frank Gehry.


4. Warren Buffett

El conocido como el Oráculo de Omaha, ciudad de Seattle en la que nació en 1930, es probablemente el mejor inversor de la historia. Tal vez le deba algo de su sapiencia a Benjamin Graham, el padre de la inversión en valor, que fue su profesor en la Universidad de Columbia, donde estudió Economía. Buffett, que empezó vendiendo chicles puerta a puerta con tan solo seis años de edad, posee una fortuna valorada en 89.180 millones de dólares y todavía dirige a sus 89 años Berkshire Hathaway, la potente sociedad de inversión a través de la cual controla importantes paquetes accionariales en grandes multinacionales como Coca Cola y American Express. Este financiero, que anima al resto de grandes fortunas a donar parte de su patrimonio a través de la campaña filantrópica Giving Pledge, ha logrado con sus inversiones en Berkshire Hathaway una rentabilidad anual compuesta del 20,5% desde 1953. Todos los años, con motivo de la junta general de accionistas, organiza una subasta para poder cenar con él en la que se pagan sumas considerables que se destinan a causas solidarias. Entre sus aficiones se encuentran tocar el ukelele y jugar al bridge.


5. Mark Zuckerberg

El cofundador y presidente ejecutivo de Facebook se ha recuperado del annus horribilis que vivió en 2018, entre acusaciones de hacer uso ilegítimo de los usuarios de su compañía y promover fake news. La buena marcha en Bolsa de la mayor red social del mundo le ha permitido incrementar su patrimonio en 27.400 millones y situarlo al cierre de este año en 79.400 millones. En 2012 Zuckerberg (White Plains, EE UU, 1984) sacó Facebook a Bolsa en el mayor estreno en el parque de un grupo tecnológico hasta la fecha. Un día después de que las acciones de la empresa empezaran a cotizar se casó con Priscilla Chan. Zuckerberg ha manifestado públicamente que donará el 99% de las acciones que posee en Facebook. Genio precoz, durante el instituto creó un sistema de mensajería para la familia al que bautizó como Zucknet. Antes de ingresar en la universidad de Harvard recibió ofertas para trabajar en AOL y Microsoft, que rechazó.


6. Amancio Ortega

El único español en el imperio de los grandes millonarios mundiales. Ortega (Busdongo, León, 1936) fundó Inditex, junto a su mujer Rosalía Mera, ya fallecida, y todavía posee el 59% del capital social. El grupo textil ha logrado recuperar de nuevo los 100.000 millones de valor bursátil en las últimas semanas y Ortega ha visto aumentar su fortuna en 17.900 millones en el último año, alcanzando una cuenta corriente valorada en 76.600 millones. Inditex viene aumentando el pago a sus accionistas en los últimos años gracias al tirón de los resultados y el principal beneficiado es el propio Ortega. De hecho, solo por los beneficios obtenidos en el ejercicio 2018-2019, el dueño de Zara recibió 1.626 millones. La mayor parte del dinero que el empresario recibe de la compañía es destinado a inversiones en el sector inmobiliario, a través de su sociedad patrimonial Pontegadea. Ortega también tiene participaciones en algunas sociedades como Telxius y, más recientemente, en Enagás, donde ha comprado el 5% del capital.


7. Larry Page

Fundador junto a Sergey Brin, al que conoció haciendo el doctorado en Stanford, de Alphabet, la sociedad holding que posee Google, el mayor buscador de Internet. La fortuna de Page (East Lansing, Michigan, 1973) asciende a 65.200 millones de dólares, tras sumar 14.000 millones solo ese año. Estudió Ingeniería en Sistemas Computacionales en la universidad de Michigan, aunque su educación primaria la recibió en la escuela Montessori, que fomenta la independencia de los estudiantes. A principios de diciembre, Page y Brin anunciaron que dejaban sus cargos ejecutivos en Alphabet para “simplificar la estructura de la gestión”. Ambos seguirán en el consejo pero cederán sus funciones a Sundar Pichai, director ejecutivo de Google. Residente en Palo Alto (California), Page podrá dedicar más tiempo a sus otras inversiones entre las que destaca Planetary Resources, una empresa minera especializada en asteroides. Es aficionado al kiteboarding.


8. Sergey Brin

Serguéi Mijáilovich Brin nació en Moscú en 1973 y emigró con su familia desde la Unión Soviética cuando apenas tenía seis años de edad. Siguiendo los pasos de su abuelo y de su padre, se licenció en Matemáticas y Ciencias de la computación por la Universidad de Maryland. Posteriormente se trasladó, gracias a una beca, a la Universidad de Stanford para doctorarse en Computación. Allí conoció a Larry Page, durante unas sesiones de orientación para nuevos alumnos, y con el que, a pesar de que al principio chocó, fundó Google (aunque el nombre original con el que bautizaron al precursor del buscador más famoso del mundo en 1996 fue BackRub). En la actualidad, su fortuna asciende a 63.300 millones de dólares, y a lo largo de los últimos 12 meses ha ganado 13.400 millones. Brin financia diferentes proyectos filantrópicos y tiene inversiones en el negocio del vino, a través del productor neozelandés Wairarapa.


9. Charles Koch

Charles de Ganahl Koch (Wichita, EE UU, 1935) es el presidente ejecutivo de Koch Industries, un enorme conglomerado empresarial con intereses en múltiples sectores que van desde el petróleo a la industria papelera, pasando por la minería, los fertilizantes o los servicios financieros y tiene un patrimonio valorado en 62.100 millones de dólares. Su abuelo, Harry Koch, fue un inmigrante holandés que se asentó en Texas, donde publicaría el periódico local Quanah Tribune Chief. Posteriormente, su padre creó un nuevo método para refinar y obtener gasolina, y fundó Rock Island Oil & Refining. Sus hijos lograron diversificar la petrolera de su progenitor y convertirla en una de las mayores empresas de EE UU. Según The New Yorker, Charles y su hermano David han donado cientos de millones a causas conservadoras y reaccionarias. También se les ha acusado de liderar una revuelta contra Barack Obama impulsando el movimiento Tea Party, y contra la nueva ley del clima de California. Su empresa figura entre las más contaminantes de EE UU.


10. Julia Koch y familia

Es la viuda de David Koch, quien junto a su hermano Charles desarrollaron el imperio empresarial de la familia, que comenzó con una petrolera. A la muerte del marido, a los 79 años, el verano pasado, uno de los promotores del extremismo conservador estadounidense, heredó el título de mujer más rica del mundo. Nacida en Indianola (EE UU) en 1963, se instaló en Nueva York, donde empezó a trabajar como modelo para el diseñador Tracy Mills. Más tarde, en los años ochenta del siglo pasado, fue asistente del diseñador, llegando incluso a acudir a la Casa Blanca a vestir a la primera dama Nancy Reagan. A su marido, asiduo a las fiestas de la alta sociedad neoyorquina y 22 años mayor que ella, lo conoció en una cita a ciegas. Cinco años duró el noviazgo, que hoy debe considerar bien invertidos, ya que administra una fortuna valorada en 62.000 millones. Es aficionada al arte y habitual de las fiestas más exclusivas de la alta sociedad de Nueva York. Tuvo tres hijos con David Koch: David, Mary Julia y John Mark.

EL CASO DE MURDOCH, KYLIE JENNER Y LOS EMERGENTES

Pérdidas. Tan solo 52 personas del selecto club de los 500 más ricos del mundo disminuyeron su patrimonio en dinero en el último año. Uno de ellos fue Rupert Murdoch, principal accionista de Fox News, que comprenden medios The Sun y The Times, así como la cadena conservadora Fox, principal impulsora de la candidatura de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. El empresario de origen australiano contrajo su patrimonio en 10.200 millones, después de vender activos de Fox a Walt Disney, que distribuyó entre sus seis hijos, a los que convirtió en millonarios.

La más joven. Kylie Jenner, la multimillonaria más joven de todos los tiempos, título que le ha quitado al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg. La modelo, de 22 años, acumula un patrimonio de 1.000 millones gracias al éxito y a la venta del 51% de su firma de maquillaje, Kylie Cosmetics.

China. Crece la representación de fortunas chinas, el segundo país después de EE UU, en el índice de Bloomberg, con 54 personas entre los 500 más ricos. También los ricos rusos añadieron 51.000 millones a su fortuna.

Cualquier tiempo pasado fue peor

SINE DIE 93
SD2
juan m ferran oliva                         DICIEMBRE 31 DE 2019


Mis memorias de Manga Larga dormitan bajo el polvo. Las sacudo para recrear parte de aquella jornada durante una Zafra del Pueblo. Creo que fue la de 1965.  En un lugar perdido de la costa norte camagüeyana estuvimos 45  días incluyendo la Cuaresma. Lo preciso porque surgió la duda de cosechar o no el Viernes Santo. Según los lugareños ese día salía sangre de las cañas. Lamentablemente éramos ateos y hubimos de ir al corte. No teníamos creyentes y si alguno había lo callaba.

El trabajo voluntario en el campo se convirtió en un ritual. Cumplimos con él como devotos revolucionarios. Era como la misa dominical para un católico, el Ramadán para un mahometano, el Sabbat para un hebreo o el despojo para un santero.

Conformábamos los Equipos de Investigaciones que agrupaban a los estudiantes de Economía en sus primeras promociones de la Universidad de La Habana. Divididos en dos grupos de varones cumplimos con el sagrado e improductivo deber de cortar caña.  No sé a qué se dedicaron en tal ocasión las féminas, posiblemente a otros trabajos voluntarios para cumplir con la liturgia al uso. Dichos Equipos fueron creados por Fidel. Y lo digo sin intenciones de culto post mortem, algo habitual en estos tiempos y, en ocasiones, traído por los pelos.

Recién llegados fuimos a un pueblo cercano, a pie. Un compañero hipocondriaco se emocionó al pasar por el puesto de socorro y entró para que le aplicaran un colirio. Mis botas me lastimaron y me vi impedido de ir al campo en los días siguientes. Me ubicaron de pinche de cocina. Nunca he pasado más allá del huevo frito pero me especialicé en ensaladas. Echaba las hierbas en un caldero junto con el aceite, el vinagre y la sal y batía. La metodología resultó. El  cocinero no quería dejarme ir. Me consideró creativo. Pero en cuanto me curé marché al corte.  Era un problema d’honore, como diría un siciliano. Valga aclarar que el trabajo en la cocina era más fatigante que el del campo.

Como buen aficionado llevé mi cámara. Tomé numerosas fotos y organicé un álbum que poco a poco fue escamoteado por los retratados. Por cierto, el responsable del grupo era Zayden Rafael, que fue fotógrafo profesional. Su amigo Héctor Gasca también lo integraba. Este último un día salió al extranjero y decidió prolongar su estancia. De vez en cuando viene a Cuba de visita y alega a sus empleadores de la mafia miamense que fue a Santo Domingo de vacaciones. No miente, se refiere al pueblo homónimo cercano a Santa Clara.

En una ocasión un compañero receptor de SINE DIE, cuyo nombre omito,  fue picado por un alacrán. Guardó cama varios días, alejado de la mocha. Según versiones apócrifas organizó una cría y los alquilaba. Calumnias, por supuesto. Es artemiseño, no fenicio.

Dormíamos en hamacas. Curiosamente todos los días una gallina desconocida ponía un huevo bajo la mía. En ocasiones tendía un poco hacia el costado y ello originó un conflicto territorial. Mi vecino era el fenecido Santiago. Apelé al ius romano alegando que me pertenecía todo lo que estaba debajo de mi, hasta el averno, o por encima, hasta el topus uranos. Terminamos alternando en el disfrute ovíparo que nos proporcionaba la gentil concubina del gallo.

En una ocasión nos visitó un jerarca de la FEU. Nos compulsó a ser más productivos y se preocupó por nuestras condiciones de vida. Continúa siendo la misma muela politiquera. El repertorio no ha cambiado. Entonces Larrinaga acuñó su patética sentencia: El tándem devora la caña y la caña devora a  los hombres. Aclaro que el dicente fue condiscípulo de Fidel en Santiago y en la Universidad habanera. Tiene más de 90 años y una vasta cultura. Es negro absoluto y el único de su raza en el plantel. Puede que  los hermanos de La Salle lo utilizaron como muestra integracionista. Pero una golondrina no hace verano.

La división social del trabajo nos reconocía macheteros sólo como convención ocasional y protocolar.  Nuestra productividad era ínfima. Si alguno hubiese destacado en tan noble empeño debería haberse decidido por ser cañero antes que economista.

Un día llegó la correspondencia. Otro compañero había pedido a su esposa un calzado adecuado. La encomienda fue cumplida pero él no la recibió con agrado y se deshizo en imprecaciones de carretero: Eran unos zapatos de dos tonos.  Este mismo personaje en una ocasión olvidó el reloj y el apetito y continuó en el corte a la hora de almuerzo, en solitario. Alarmados por su ausencia decidimos salir a buscarlo. Lo encontramos y cerca de él una yegua a la posteriormente bautizamos como Blancaherrada. Es de suponer las bromas que corrieron. No hubo tal. El aludido tenía poco sentido del humor y amenazó a quienes lo chancearan. Una vez de regreso en La Habana, algunos burlones le enviaron cariñosos telegramas firmados supuestamente por la yegüita.

Llegado el momento del ansiado retorno nos dirigimos a la estación ferroviaria de Morón. Uno de nosotros, famoso por sus crisis de ansiedad, pidió al jefe de tránsito que adelantara la salida del tren. Le costó algún trabajo pues era gago. Más tarde ingresó en un organismo cuyo nombre me reservo, por discreción. Cambió su oficio en perspectiva por el de un  James Bond tropical. Quizás todos salieron ganando.

Hubo muchas otras incidencias, por supuesto. No las evoco o no las conozco. Baste con esta muestra para nutrir nostalgias.

Algunos de los aludidos ya no existen. Si en algo los he incomodado pueden reclamármelo en la otra vida, que dicen que es mejor. A quienes aún viven les recuerdo que cualquier tiempo pasado fue peor. Ojala el próximo 2020 que empieza mañana, podamos decir lo mismo.

A TODOS FELIZ AÑO NUEVO
Fin