Leer la
prensa provincial cubana es importante para quienes intenten entender la
macroeconomía cubana. Muchos de sus artículos ofrecen datos precisos que,
siendo locales, pueden revelar incongruencias de los planes nacionales.
No creo
estar diciendo algo nuevo. Supongo que siempre pudo haber sido así, pero el
creciente acceso a la prensa local “en línea” aumenta su relevancia para la
comprensión de los procesos macroeconómicos del país.
Debe
revisarse con cuidado. De hecho, son datos y análisis que, en ocasiones, no
aparecen ubicados en la sección de “economía” de esos medios.
En ese
sentido, acabo de leer uno de los artículos más lúcidos que he encontrado
recientemente en la prensa nacional y que ha sido publicado el pasado 6 de
marzo en la sección “sociales” del periódico Invasor, de Ciego de Ávila.
http://www.invasor.cu/es/secciones/sociedad/del-papel-gaceta-al-mostrador
El texto,
titulado “Del “papel gaceta” al mostrador”, fue escrito por la periodista Katia
Siberia, en mi modesta opinión, la mejor exponente del periodismo investigativo
que actualmente se hace en Cuba sobre temas económicos.
El artículo
es particularmente interesante porque, a pesar de enfocarse en el tema de la
protección al consumidor, incluye información que le permite ver a los
economistas la presencia de posibles descuidos en algunos supuestos cruciales
del Plan de la Economía 2019 y de la reforma económica, especialmente en el
terreno de la planificación del comercio, el cual es el sector con mayor peso
en el Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Me refiero a
tres supuestos concretos:
Supuesto #
1: el plan actual es capaz de generar sustitución de importaciones.
Supuesto #
2: el actual esquema de planificación del comercio es racional.
Supuesto #
3: la política fiscal correspondiente al comercio tiene un carácter
“progresivo”.
¿Cuáles son
los datos “locales” que ofrece la prensa provincial antes citada y que permiten
cuestionar la validez de esos tres supuestos”
La
planificación del comercio interior parece estar “penalizando” la sustitución
de importaciones: Las unidades de la empresa Tiendas Caribe son “más rentables vendiendo
carne importada de reses uruguayas que las cebadas en los potreros de
Turiguanó; o que un paquete de almohadillas sanitarias de Viet Nam cueste 0.60
CUC en sus unidades, mientras que uno hecho en Cuba (Mariposa) se comercializa
a 0.90 CUC”.
Solamente
agrego que se trata de un problema que, aunque pudiera ser el resultado
combinado de varios factores, sin dudas está asociado a la distorsión que
significa trabajar con la “gran ficción” de una tasa de cambio que equipara el
peso cubano (CUP) al dólar estadounidense (USD).
Incentivos
distorsionados en la planificación y gestión del comercio: “la red
de Panamericanas del Norte y del Sur del territorio no cumplieron sus
utilidades porque es donde más pollo y aceite se venden, y ambos productos
tienen precios topados con los que la cadena no gana”. Los funcionarios de
CIMEX y de Tiendas Caribe explican “que si solo vendieran alimentos no
tendrían utilidades prácticamente, pues buena parte de lo que ofertan, o no les
reportan ganancias o lo hacen con márgenes muy escasos”.
Los
impuestos y contribuciones que inflan el precio final de venta afectan
desproporcionadamente a los ciudadanos de menores ingresos: “se
reconoce que el 74 por ciento de los ingresos brutos que deberá captar el país
este 2019, viene de la aplicación de impuestos, tasas y contribuciones, y ahí
entran los impuestos sobre las ventas y los porcentajes que elevan,
ostensiblemente, el precio final de un producto con el que se costean
beneficios sociales”.
Aquí resalto
que los impuestos y contribuciones que aumenten el precio de venta
solamente tienen un carácter “progresivo” (o sea, que concentra el “costo” de
la fiscalidad en los consumidores de mayores ingresos) en el caso de que se
trate de ventas que casi exclusivamente involucrasen artículos y servicios de
“lujo”, pero no cuando se aplica a productos de primera necesidad.
El punto no
es que los productos básicos tengan un impuesto relativamente menor que otros
productos, sino que ese nivel de impuestos representa un porciento mayor de los
ingresos de los pobres en comparación con el ingreso de otros grupos sociales.
La respuesta
no debería ser que si se modificase esa estructura de impuestos y
contribuciones se reduciría la captación de ingresos que el presupuesto luego
distribuye como productos y servicios sociales para beneficio de los sectores
pobres. La solución debería ser tratar de asegurar la captación de ingresos
presupuestarios mediante un sistema de impuestos “progresivos”, no
necesariamente en el ámbito del comercio.
Un
comentario adicional
Al final,
todo se relaciona con cuestiones que no acaban de ser aclaradas públicamente y
que deberían formar parte de las discusiones sobre la reforma económica en el
país:
¿Se
considera realmente que un plan centralizado de “arriba hacia abajo” pudiera
ser el resultado de las increíbles capacidades cognitivas de un grupo selecto
de individuos?
Se ha
insistido últimamente en que el plan 2019 es flexible. Es posible que ello
pudiera expresar el reconocimiento de una respuesta negativa a la pregunta
anterior, pero si ese fuese el caso, es decir, si se aceptase que los
planificadores centrales solamente son capaces de entender de manera
fragmentada la compleja realidad de la economía y que por tanto no pueden maximizar
el conocimiento de esta a partir de tomar en cuenta toda la información
disponible, entonces habría que explicar cuáles son las reglas relativamente
simplificadas basadas en la experiencia (reglas heurísticas) que deberían guiar
el comportamiento de los planificadores durante la adaptación del plan.
En otras
palabras, ¿Cuáles serían las principales “reglas del juego” (la
institucionalidad) de una planificación descentralizada?
Es algo que
se relacionaría más con la gestión de mercados, precios y poder institucional
que con un reacomodo de la verticalidad administrativa de las entidades de la
planificación actual. Se trata de dos planos diferentes de análisis y de
posibles soluciones.
¿Es acaso
más importante que establecer las bases de esa nueva institucionalidad aquella
otra discusión, a la que se le dan vueltas y más vueltas, acerca de las
organizaciones superiores de dirección empresarial (OSDE), las empresas y las
unidades empresariales de base (UEB)? Administrativa?
¿Será que el
debate sobre la planificación en Cuba pudiera andar extraviado porque estarían
confundiéndose dos planos distintos?
La prensa
provincial ofrece datos limitados, pero suficientes para indicar los grados de
separación que existen entre el diseño global del plan y su materialización a
nivel local. No es solamente que el plan se cumpla o no se cumpla, sino que
importantes supuestos operativos del plan son impugnables.
La
sustitución de importaciones es más una promesa que una premisa, el mayor
sector económico del país -el comercio- opera sin incentivos adecuados, y
existe un importante componente de fiscalidad “regresiva”.
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