Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

jueves, 16 de febrero de 2023

Contrasentidos en economía

 Por Delia Reyes García, Bohemia



A cambiar las reglas de juego, descentralizar facultades, eliminar prejuicios, redimensionar el aparato estatal, quitar obstáculos a la inversión extranjera, romper con la visión monopólica del turismo, convoca en exclusiva para BOHEMIA el doctor en Ciencias Económicas Juan Triana Cordoví.

Ningún experto tiene en Cuba una bola de cristal en las manos para predecir lo que sucederá en la economía a largo plazo. No obstante, sí existen urgencias a las cuales deberá responder el proceso de reformas iniciado desde 2011, cuando después de un amplio debate popular fueron aprobados los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

A esa plataforma rectora le siguieron la Conceptualización, el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social (PNDE) hasta el 2030; y, luego de un amplio referendo, fue aprobada, de manera mayoritaria, la Constitución de la República en 2019. Sin lugar a dudas, una brújula que marca la voluntad de construir una sociedad socialista, democrática, próspera, independiente y soberana, con todos y para el bien de todos.

En aquellos momentos, ni siquiera los más avezados y premiados con el Nobel de Economía, podían prever lo que sucedería después cuando un microscópico virus viró al revés el planeta. El panorama era aterrador y fue utilizado con macabra intencionalidad por la administración norteamericana de Donald Trump para asfixiar a nuestro país.

Bajo tales presiones, el Ministerio de Economía y Planificación (MEP) de Cuba propuso en 2020 una estrategia novedosa para impulsar la economía y enfrentar la crisis mundial provocada por la covid-19. En la misma fueron identificadas 16 áreas clave de mayor impacto, entre las cuales despuntaron: producción de alimentos, agroindustria azucarera y sus derivados, turismo, servicios profesionales, salud; industria farmacéutica, biotecnológica y producciones biomédicas; telecomunicaciones, construcciones y energía.

Algunos de los principios generales de la estrategia fueron la planificación centralizada, la defensa de la producción nacional, la regulación del mercado por métodos indirectos, la complementariedad de los actores económicos, mayor autonomía de gestión al sector empresarial, competitividad e innovación.

A la vuelta de unos meses, urgidos a dar un salto en la producción de alimentos, fueron aprobadas 63 medidas con el objetivo de estimular la producción agropecuaria, en medio de la crítica situación provocada por la falta de divisas para adquirir insumos en el mercado exterior.

Sin embargo, a pesar del empeño, la voluntad de producir tanto en los campos como en las fábricas y el abundante marco regulador, persisten problemas sin resolver en el país. Sobre esos temas de fondo BOHEMIA dialoga en exclusiva con Juan Triana Cordoví, doctor en Ciencias Económicas y profesor titular del Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC) de la Universidad de La Habana (UH).

A su juicio, para analizar la producción agrícola, hay que repensar algunas cosas y empezar por lo esencial: ¿quién debe tener la tierra? “Por ahí comenzó esta Revolución, con la reforma agraria. Fue la medida que nos llevó al enfrentamiento con el gobierno de los Estados Unidos, al entregarla a quienes la trabajaban.

“Los alimentos, en por ciento elevadísimo, son producidos por cooperativas y campesinos privados. Pero eso sigue de cabeza. Es de urgencia estratégica ordenarlo. Hoy 80 por ciento de la tierra está en manos del Estado. Lamentablemente ese tenedor ha mantenido la mitad de la tierra arable inculta por años. Todavía hoy posee más de 800 000 hectáreas ociosas. Además, existe un mecanismo terrible, burocrático, para otorgarla en usufructo. A pesar de los esfuerzos, no hemos resuelto ese problema”.

A lo anterior agrega la influencia nociva de las entidades sobre los campesinos. “La empresa estatal agrícola actúa como intermediaria y distribuye los recursos a las bases productivas. Debe redimensionar su aparato de manera profunda y determinar aquellos segmentos de la producción agropecuaria donde es necesaria”.

Tanto en la agricultura en general, como en la producción azucarera y sus derivados en particular, estima el investigador, muchos de los problemas no obedecen solo a la falta de recursos, “dependen de reglas de juegos, de mentalidades que no se logran cambiar, de tradiciones heredadas. Y lógicamente, de intereses, con visiones muy sectoriales, poco fundamentadas. Ahí faltan muchas cosas por hacer”.

La asignación centralizada de recursos es otro lastre genético dentro del modelo económico. “Ese es un tema a analizar de manera profunda. Puede hacerse mucho más dándole mejores incentivos a los trabajadores y a los profesionales, ya sean del sector agrícola o de cualquier otro, porque verdaderamente no los tienen”.

Motores de arranque

Dentro de las principales poleas de trasmisión de las reformas en Cuba, el profesor titular del CEEC identifica tres que considera cardinales. En primer lugar, la empresa estatal socialista, que continúa sin dar los frutos esperados.

“De un lado, los empresarios siguen sin autoridad suficiente para decidir en asuntos medulares. En tal sentido, resulta un ejercicio inaplazable dilucidar qué entender por autonomía. Unos piensan de una manera, los académicos de otra.

“Del otro, el Estado deja ‘vivir’ a centenares de empresas, gran parte de ellas de la agricultura, con pérdidas e ineficiencias. Un financiamiento a cuentas del déficit presupuestario que no se destina a los principales pilares de la Revolución, como Educación y Salud Pública. Desde el primer discurso de Raúl sobre el tema, llevamos un montón de años hablando de la reforma del tejido empresarial estatal y no lo acabamos de resolver porque seguimos con miedo”.

Tres décadas después que Triana Cordoví propusiera desde la Academia, por primera vez en Cuba, la necesidad de diversificar los actores económicos, finalmente el pasado año cuajó la idea. A su juicio, la concreción de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) es el segundo motor de arranque de la reforma económica.

“Sin duda, ahí hemos avanzado mucho más. Ya suman unas 6 000, la mitad de las cuales está funcionando. En total generarán empleo para más de 100 000 trabajadores, no es una cifra despreciable y sin costo alguno para el Estado”.

Sin embargo, aprecia en la actualidad una ofensiva en contra del sector no estatal, con expresiones desatinadas, “incluso desde las altas esfera del gobierno. Ahora se han focalizado en que el objeto social amplio les resulta un gran problema. Mas, no puede ser de otro modo porque las Mipymes gestionan sus propios recursos en un mercado en constante movimiento.

“Por tanto, deben adecuarse y determinar qué producirán finalmente. Si durante mucho tiempo hemos abogado por ampliar el objeto social de la empresa estatal, cómo ahora vamos a querer reducírselo a los otros actores no estatales. Es un error craso”.

Según la información brindada en la Asamblea Nacional del Poder Popular por el primer ministro Manuel Marrero Cruz, junto al Plan de Gobierno para enfrentar ilegalidades, corrupción y delitos saldrían nuevas normativas destinadas a las Mipymes. “Las regulaciones y el control son importantes, pero urge quitar el prejuicio con el que se controlan”, valora el académico.

El tercer motor de las reformas es la inversión extranjera (IE). “Lamentablemente, seguimos exactamente igual. Es algo increíble, el ministro de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca Díaz, listó los problemas y dificultades que tenían ante los diputados en la Asamblea Nacional. Un año después, seguimos en las mismas. Como si no requiriéramos de esas inversiones.

“Todo el mundo sabe que este país es muy perseguido por el bloqueo. Por tanto, no resulta apetecible para todos los inversores foráneos porque corren riesgos al venir a Cuba. Además, es un mercado pequeño, poco complementario y los costos de los inversionistas extranjeros se elevan muchísimo. Es un lugar donde los servicios son muy caros y no los mejores.

“Entonces esas cosas ni tienen sentido, ni acabamos de resolverlas. Tenemos este año solo 400 millones de dólares previstos, cuando hay países que superan los 3 000 o 4 000 millones de inversión extranjera. La comunidad cubana en el exterior pudiera hacer un gran aporte si se incentiva y se trata bien. Ese recurso lo creó Cuba. La mayoría de la gente que está allá y tiene dinero se fue de aquí formada por la Revolución. No acabamos de entenderlo tampoco, seguimos con prejuicios políticos y tienen que pasar procesos complicadísimos. ¿Cuál es la razón de hacer eso? Un país que lo necesita con urgencia”.

Estima que son ineficaces las exigencias de Cuba relacionadas con los altos montos para acceder a la IE. “Las Pymes han demostrado que con poco dinero se puede hacer mucho. Y no acabamos de entenderlo. Ese es otro dilema”.

Añorada terquedad

La epidemia de covid-19 propinó una contundente estocada a la industria sin chimenea en el mundo. Cuba no quedó al margen de sus efectos.

Más allá de tales realidades, al mirar por dentro esta área clave, escogida para impulsar el desarrollo, despunta un sinnúmero de dificultades. A juicio de Triana Cordoví, “el turismo es un sector con tremendas potencialidades, pero arrastra deudas consigo mismo. Decenas de hoteles sin abrir que están deteriorándose. La calidad del servicio deja mucho que desear. Escasean los insumos para la alimentación.

“La infraestructura no turística sigue siendo muy mala. El aeropuerto internacional de La Habana no ha mejorado. Los autos que rentan los turistas son caros y malos. Incluso, llega el visitante y a veces no aparece el carro contratado. Eso hay que resolverlo. Esas empresas hay que repensarlas bien. Valorar si realmente siguen estatales o no.

“Apremia cambiar la mentalidad para enfrentar los nuevos escenarios porque hay países que nos han pasado por arriba. Este año República Dominicana llegará a siete millones de visitantes, mientras Cuba, con múltiples ventajas naturales, culturales e históricas, solo alcanzará un millón 700 000”.

“En Cayo Largo del Sur, lugar escogido desde el ministerio para potenciar el turismo, se importa el agua desde Canadá, a pesar de tener la mejor agua de Cuba. Ese líquido pudiera embotellarse y abastecer el cayo y otros países caribeños, incluido Gran Caimán. Pero no se hace. La deuda con la isla chiquita es impagable”, resume Triana Cordoví.

Al diseñar el turismo desde arriba, centralmente, es nula la participación de los gobiernos municipales y provinciales en la promoción de los atractivos locales. “No tienen autonomía para pactar directamente y negociar con turoperadores. Entonces el sector estatal sigue siendo monopólico y no permite agencias privadas, en un país que necesita a gritos del turismo. Hay que revolucionarlo de nuevo en un mundo diferente para recuperar lo perdido y avanzar mucho más. No queda de otra”.

Lo más sona’o

No había que esperar los resultados de la encuesta de BOHEMIA realizada en las redes sociales para “adivinar” cuáles serían las respuestas de los usuarios a un año marcado por incertidumbres, escaseces, colas, desarraigo familiar, inflación…

Para el doctor en Ciencias Económicas, Juan Triana Cordoví, este ha sido un año duro, donde siguen pendientes cambios estructurales como parte de la reforma del modelo, emprendida desde 2011.

La pérdida de la capacidad de compra del peso cubano, como resultado de la inflación, afecta directamente el bolsillo de la población, y sus causas son variopintas. Entre ellas –destaca– el excesivo gasto presupuestario, con un alto déficit fiscal que se monetiza, lo cual inyecta dinero a la circulación mercantil minorista en condiciones de decrecimiento del Producto Interno Bruto y crisis de oferta.

“Por tanto, los precios revientan. Ahora tenemos la ‘tormenta perfecta’: escasez, bolsa negra y los precios para arriba. A eso sumemos los efectos de la inflación a escala mundial”.

Dentro de esa tempestad, la reapertura del mercado cambiario, a su juicio, realizado a “destiempo y mal”, agrega más leña a la escalada especulativa de los precios. “En lugar de comenzar comprando dólares, debió venderse para recuperar la moneda nacional. Quizás, como se ha dicho, el Estado no tenía esas divisas para hacerlo. Pero es un total contrasentido que unos meses atrás se suspendieran los depósitos en efectivos a las personas naturales porque había muchos dólares norteamericanos y el país no podía invertirlos.

“Al aplicar una tasa oficial de cambio de las divisas, eso mueve también los precios hacia arriba porque ya no es la tasa aprobada al inicio del ordenamiento monetario y cambiario de 1 por 24, sino otra muy superior”.

Dentro de las soluciones para corregir la desconexión entre los ingresos provenientes del trabajo y los gastos reales de la población algunos abogan por indexar al salario los incrementos asociados a la inflación del año anterior. Pero eso provocaría, valora Triana Cordoví, una mayor inflación. “Tienes que tener ofertas, ya sea por la vía de la producción nacional o las importaciones”. Sin embargo, tanto en un caso como en el otro, la falta de divisas es un tremendo obstáculo para lograrlo. De ahí la importancia estratégica que adquiere la inversión extranjera directa y la eficacia de los distintos actores económicos. Con la vista puesta en 2023, el experto considera: “será tan complejo como el actual. Habrá que pagar las deudas contraídas con el Club de París y tenemos un juicio pendiente con el Club de Londres. Además, ya comenzó la incertidumbre de lo que sucederá con el próximo Gobierno norteamericano. Pudiera ser de nuevo Trump. No podemos mover a para otro lugar. Seguiremos aquí. Por tanto, tenemos que diseñar el país para vivir y mejorar con el bloqueo arriba. No queda de otra”.

5 comentarios:

  1. Realmente hay q hacer algún comentario?

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  2. Todo bien explicito.Gracias.

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  3. Te falta la dimensión ambiental. El 75% de los suelos en Cuba no son fértil y la lluvias se alejan del territorio nacional. La olla está tomando más presión...

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  4. ¿Qué decir? Agrega la descapitalizacion de la fuerza de trabajo que incluye la estampida masiva de los profesionales en todos los sectores, de los operarios calificados, técnicos y trabajadores simples, emprendedores inteligentes y estudiantes en curso que prefieren avandonar sus estudios y el país. Creo que estanos cono la orquesta del Titanic, hundiendonos y seguimos tocando viejas melodias y sonsonetes que ya han demostrado no llevarnos a ninguna parte. Hay que cambiar a 180° si queremos sobrevivir como proyecto-nacion. El futuro inmediato no es halagueño y sin lugar a dudas ahora también falta entusismo

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  5. Todo muy bien explicado y una gran parte de la población piensa igual que usted. Pero los que nos dirigen no sufren por estos problemas que tenemos la mayoría, por eso llevan años diciendo que necesitamos cambios pero no los ejecutan. La mayoría del pueblo no tiene esperanza de que mejoremos, por ello el éxodo masivo. Es muy triste y difícil la situación en que estamos.

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