SINE DIE
92
SD2
juan m ferran oliva diciembre 29 de 2019
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juan m ferran oliva diciembre 29 de 2019
Fra Luca Paccioli fue un italiano genial
que vivió entre 1445 y 1517. Recibió la
influencia de numerosos sabios de la época. Destacó en las Matemáticas en su
más amplia acepción. Su aporte práctico más notable es la partida doble de la
Contabilidad,. Dura hasta nuestros días y ya era usada empíricamente con
anterioridad. Paccioli la normó y divulgó en una extensa obra dedicada a la
magia del debe y del haber. Profundizó en los libros Diario y Mayor, y en los inventarios,
balances y comprobantes.
El llamado quinquenio gris ocurrió entre 1966 y 1970 y estuvo plagado de tan
buenas intenciones como las que pavimentan el camino del infierno. El idealismo
desbordado, la predisposición hacia las relaciones mercantiles y la pretensión
de construir el comunismo saltando etapas, engendraron un estrambótico modelo
de dirección. Esperpéntico lo
llamaría Valle Inclán. En el plano
puramente ideológico reprimió a personas con supuestas debilidades ideológicas[1].
El aspecto económico no fue mejor. A
fines de 1965 fue disuelto el Ministerio de Hacienda y agonizaron las funciones
del Banco. El presupuesto de 1967 no llegó a aplicarse pues a mediados de ese
año se habían eliminado los pagos y cobros entre empresas estatales[2]. Quizás
lo más pintoresco dentro de este baile de idealismos fue la implantación del
nuevo sistema contable simplificador de la secular partida doble. Incluso sufrieron los estudios de
contabilidad a pesar del prestigio que gozaba la Facultad de Ciencias Comerciales de la Universidad de La Habana. Hasta
se le cambió el nombre a la profesión por el de Control Económico. En la
Universidad de Oriente se eliminó la carrera. La profesión de contador se convirtió en poco menos que
vergonzante. Colateralmente se agregó el apagón estadístico. En medio de
la euforia estalló una política insostenible de gratuidades. En muchos lugares
el control de entrada y salida de los trabajadores fue sustituido por el horario de la conciencia. Salarios
y normas se desvincularon, se hipertrofió el pago de horas extra y se
suprimieron los impuestos a los campesinos y los intereses a los préstamos
bancarios. La disciplina laboral sufrió un deterioro sensible. Todo ello, unido
al exceso de personal y las deficiencias en la oferta de bienes y servicios que
ya asomaban críticamente, generaron un excedente enorme de circulante
monetario. El dinero perdió utilidad como instrumento de estímulo. Algunos soñaban con eliminarlo. La industria azucarera logró mantener sus
tradicionales controles contables y estadísticos de manera casi clandestina.
Constituyó una notable excepción.
Con la zafra de los 10 millones terminó
el aquelarre ideológico. En los años posteriores a 1970 se normalizó la
situación. Se desfacieron algunos
entuertos y regresó el interés por la indispensable Contabilidad. Actualmente
se ha difundido y se dispone de personal calificado y suficiente.
Además de proveer el intercambio y
el ahorro, la moneda sirve como unidad
de cuenta. Tras una larga ausencia, el US$ dólar entró a hurtadillas en la economía cubana en 1989 y circuló de manera informal. El humilde peso, de exclusivo uso
interno, no se cotizaba contra ninguna moneda extrajera y en sus aventuras de estraperlo
llegaron a pagarse más de 150 por cada dólar.
La despenalización de la tenencia
de divisas, la apertura de un mercado en dólares y la introducción del CUC, divisa de andar por casa, lograron
el equilibrio. El humilde cup bajó a alrededor de 25 por dólar por
obra del intercambio. Tanto él como el CUC
se asemejan a un token[3],
sólo que a nivel nacional.
En la esfera de la producción se adoptó una medida amable que olvidó las leyes del
mercado. Consistió en equiparar graciosamente el peso cubano con el dólar. Tal
falacia impide
valoraciones objetivas. La Contabilidad exige información
veraz. Es un registro histórico de la actividad económica y no un ejercicio de ficción. No pueden sumarse pesos con dólares pues responden a valores de cambio
diferentes.
En su reciente informe a la
Asamblea Nacional, el Ministro de Economía Alejandro Gil se refirió a la
manipulación que en ocasiones sufren los estudios de factibilidad[4]. Expresó que no siempre constituyen la herramienta de trabajo necesaria y son apreciados,
en ocasiones, como una formalidad para acceder a la aprobación de la inversión.
Es cierto, pero su peor inconveniente no es la superficialidad sino la
aberración monetaria señalada.
Asúmase, por ejemplo, que un
producto tenga un costo de 70 cup y US$ 30. Según la metodología actual
contabiliza un total de 100 pesos. De
adoptarse una tasa de cambio mínima de sólo 5 cuc por US$ 1, los US$ 30 se
convertirían en 150 cup y el costo total
se elevaría a 220 cup. Estos, a su vez, según la tasa establecida, equivaldrían
a US$ 44. Se beneficiaría la
exportación debido a la reducción de los costos, los paquetes turísticos
incluidos. El inversionista extranjero resultaría estimulado pues su moneda se
multiplicaría en forma de pesos. Su participación seria mayor y recibirá más
dividendos (es el pago que debemos hacer por carecer de ahorro suficiente).
Como aspectos negativos resultaría
el aumento de los costos internos que a la larga se convertiría en más
inflación para la población. Las cuentas nacionales también sufrirían pues el
PIB se reduciría al convertirse los cups en dólares para comparaciones
internacionales[5].
Los pocos lectores que hayan accedido
a estas notas, se habrán percatado que su
titulo no tiene nada que ver con el contenido. Disculpen la argucia.
Pretendía que les llegara el mensaje. El
sexo atrae a todos. la Contabilidad aburre a muchos. A mi entre ellos. Pero la
situación contable actual de las empresas es la gran cagada que no se acaba de resolver. No me disculpen. Para
quien desea ser leído vale todo, como en la guerra.
[1] En las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP).
[2] Informe Central del Primer Congreso del PCC. Diciembre de 1975.
[3] Antes de 1959, en algunas entidades capitalistas rurales se utilizaba
un token como moneda de pago a los asalariados. Sólo era aceptable en la tienda
patronal.
[4] Iinforme de Alejandro Gil Fernández, Ministro de Economía a la
Asamblea Nacional. Diciembre 20 de 2019.
[5] Por ejemplo y siguiendo datos de ONU, el percapita de PIB para Cuba en
2014 era de $7.274. La simple reducción a 5 cup por 1 US$ lo convertiría a
$5.920.
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