Dr. José Luis
Rodríguez
Asesor del
CIEM
III
Una vez examinados
los factores externos que incidieron en el desempeño de la economía cubana en
el 2016 y lo que va del 2017, es preciso detenerse en la evolución de los
factores internos. Para ello veamos lo que nos muestra la siguiente tabla.
INDICADORES
MACROECONOMICOS BASICOS 2016/2017
2016
|
2017(Plan)
|
2017
|
|
-PRODUCTO
INTERNO BRUTO
|
-0,9%
|
2,0%
|
1,1%*
|
--SECTOR
AGROPECUARIO+
|
-0,3
|
2,0
|
--
|
--SECTOR
INDUSTRIA+
|
-4,9
|
0,3
|
--
|
--S. IND.
AZUCARERA
|
--
|
30,0
|
20,0**
|
---ZAFRA
(MTM)
|
1 500
|
2 100
|
1 800**
|
--SECTOR
MINERIA+
|
-5,2
|
-5,0
|
--
|
---NIQUEL
|
--
|
54 500
|
--
|
-INVERSIONES
|
10,2
|
21,0
|
--
|
-IED
(MMUSD)+
|
488
|
425
|
--
|
-TURISMO
(VISITANTES)
|
13,0
|
4,0
|
22,6*/16,5**
|
-INGRESOS
TURISMO
|
8,9
|
--
|
25,0*
|
-PRODUCCION
PETROLEO MTM
|
3 690
|
3 538
|
3 554**
|
-SALARIO
MEDIO
|
7,7
|
3,5
|
-1,2*/1,0**
|
-PRODUCTIVIDAD
|
--
|
6,6
|
-0,6*/2,6**
|
-VIVIENDAS
(U)
|
22 106
|
22 723
|
7 522*
|
-DEFICIT
FISCAL/PIB
|
-5,8
|
-12,0
|
-4,8*
|
NOTAS: * Se
refiere a cifras del primer semestre estimadas o informadas.
** Se refiere
a cifras estimadas para el año 2017.
+ Se refiere a estimados internacionales y del autor.
FUENTES: Cabrisas (2016 y 2017) EIU (2017) Granma (2017)
Cepal (2017) y Juventud Rebelde (2017)
Cuando aún no se han publicado en el Anuario Estadístico
de Cuba 2016 los indicadores macroeconómicos básicos, se estima la caída de la
producción agropecuaria (-0,2%), la industrial (-4,9%) y de la minería (-5,2%),
con una producción de níquel que bajó a 56 000 TM promedio entre 2010 y 2015 y
que descendió nuevamente en el 2016, unida a las múltiples afectaciones -prácticamente
en todos los sectores- que produjo la caída en el suministro del petróleo
importado. Estos fueron los factores fundamentales –reflejados en una liquidez
financiera reducida- los que llevaron a un decrecimiento cercano al 1% en el
PIB durante el pasado año.
En el 2017 se planteó como objetivo central recuperar el
crecimiento de la economía, con una meta –ambiciosa pero no imposible- para llegar
al 2% de incremento en el PIB. Para ese resultado se estima lograr una mayor
estabilidad en el suministro de combustible, efectuándose compras a otros
productores, además de Venezuela, aunque todavía las disponibilidades se
encuentran por debajo de las necesidades en el primer semestre del año.
Adicionalmente en la ANPP de diciembre del 2016 el
Ministro de Economía informó que se preveía un incremento de entre 2 y 5% del
valor agregado en la agricultura; la industria; el transporte y las
comunicaciones; la generación eléctrica, gas y agua; las construcciones; el
comercio, incluido un incremento del 3,3% en la circulación mercantil
minorista; mientras que otras actividades se planificó crecieran un 2,7%.
Finalmente el salario medio debía crecer un 3,5% y la productividad un 6,6%.
También debían tomarse en cuenta los recursos presupuestados previstos para el
2017 con el fin de impulsar las inversiones y promover las exportaciones, así
como la sustitución de importaciones. En el primer caso, estos fondos se
aumentaron en un 49% y en el segundo
caso un 26%.
Durante el primer semestre del actual año se obtuvo un
crecimiento del 1,1%, donde la mayor contribución estuvo dada por el incremento
logrado en el turismo, las construcciones, el transporte, las comunicaciones y
la agricultura no cañera.
En el caso del turismo el crecimiento real al cierre de
junio de este año alcanzó un 22,6%, cifra muy por encima del 4% previsto en el
plan, con una perspectiva de lograr un 16,5% al cierre del año, y con un
incremento en los ingresos del 25% en los primeros 6 meses. Los resultados
obtenidos resultan sin duda positivos, pero el nivel de desviación de la cifra
real frente a la planificada, -aun cuando resulte favorable- ubica en una
coyuntura muy tensa la logística y la infraestructura que debe apoyar la
actividad, incluyendo las facilidades de transporte y aeroportuarias, por lo
que deberá prestarse mayor atención a las previsiones elaboradas, ya que esta
situación se viene repitiendo desde el 2015. También resulta indispensable
adoptar las medidas que se requieran con vistas a elevar el gasto por
turista/día mediante el desarrollo de inversiones extrahoteleras que superen
los límites que impone la modalidad de sol y playa con todo incluido.
En el caso de las construcciones, aun cuando se informa
una evolución positiva durante el primer semestre, se pone de manifiesto la
falta de constructores aún en sectores priorizados como el turismo, donde a
pesar de los incrementos salariales acordados, los mismos alcanzas solo parcialmente
para compensar los altos ingresos de las cooperativas de constructores y del
ejercicio del trabajo por cuenta propia. Esta situación ha llevado a la necesidad
de contratación de trabajadores foráneos y ha provocado tensiones en el mercado
laboral que deben evitarse.
En este sentido, el llamado de atención realizado por el
presidente Raúl Castro en la Asamblea Nacional, sobre la apertura de
cooperativas de constructores, sin tomar en cuenta los efectos de esa decisión
sobre el movimiento de la fuerza constructiva del país, es de gran importancia
para corregir lo que resulte indispensable y asegurar la fuerza de trabajo
clave para el desarrollo del proceso inversionista en la economía nacional.
El transporte fue otro elemento que mostró modestos
avances, pero también puso de manifiesto los problemas presentes
específicamente en el caso del transporte ferroviario. Uno de los elementos
clave de este servicio son las locomotoras, donde se cuenta hoy entre 25 y 30
equipos, cuando se requieren como mínimo de 38 a 45. Al respecto se anunció que
este año deben entrar 15 locomotoras y deben repararse otras 15 para mejorar la
situación de un sistema, que resulta el medio de transporte más económico
–especialmente en las largas distancias- pero es el más descapitalizado en
estos momentos.
Finalmente, sobre el crecimiento de la agricultura no
cañera se reporta un sobrecumplimiento en la producción de viandas y
hortalizas, pero este no se logra en la producción de leche y carne vacuna,
presumiblemente afectada por la sequía que padece se mantiene este año. También
se informó sobre modestos incrementos en la producción de carne de cerdo y
huevos.
Algunas otras producciones de importancia cerraron el
semestre con crecimientos.
En el caso de la producción de azúcar, como ya se informó
en la primera parte de este artículo, se creció un 20% para llegar a 1 millón 800 mil TM de crudo, cifra que quedó
en el 86% del plan, -resultado que no escapa a los efectos de la sequia ya
mencionados- cuando se preveía llegar a 2 millones 100 mil TM. No obstante, se
logró fijar precios de venta superiores a los obtenidos en la cosecha anterior,
por lo que el incumplimiento de los ingresos por exportaciones fue inferior al
1%, lográndose ingresos por 506.7 millones de dólares. Sin embargo, aún no se ha
resuelto el incumplimiento de los aseguramientos en tiempo que se requieren para esta
producción agroindustrial.
En el resto de los sectores de la industria se indicó que
se “…trabaja con grandes tensiones y esfuerzos a partir de las limitaciones
financieras que no permiten, fundamentalmente, honrar deudas que garanticen
continuidad en los suministros de las principales materias primas.” (Cabrisas,
2017).
Por otra parte, las inversiones se pronostica que crezcan
un 21% este año en relación a lo ejecutado en el 2016, aunque se quedarán un
15% por debajo de lo planificado. Entre las inversiones priorizadas que marchan
durante el primer semestre de acuerdo a lo planificado se encuentran las del
turismo; la infraestructura de la ZED del Mariel; el almacenamiento de
combustible y la generación eléctrica; la recuperación de la industria
alimentaria; el transporte incluyendo los viales afectados por el huracán
Matthew; y una base logística para la región oriental del país. Se presentan
atrasos entre otros en el programa de desarrollo de fuentes renovables de
energía; reparación de centrales termoeléctricas; el programa de frigoríficos;
el programa de trasvases hidráulicos del norte de la región oriental; y la
modernización de la producción de acero.
También
es indispensable analizar otros elementos que incidieron en los resultados del
semestre y especialmente aquellos que se vinculan de forma directa con la vida
de la población.
IV
Desde años atrás las
encuestas sobre la situación económica de la población en Cuba siempre han
destacado varios temas prioritariamente. Se trata de los ingresos monetarios,
la alimentación, la vivienda y el transporte. La satisfacción de las
necesidades vinculadas a estos elementos ha estado asociada en buena medida –directa
o indirectamente- a la disponibilidad de recursos financieros externos.
De
tal modo, el elemento prioritario para lograr la cobertura de las necesidades
productivas y de consumo siempre ha supuesto poder disponer de los recursos
financieros indispensables para ese objetivo. Es por ello que en la revisión a
fondo de la política económica emprendida a partir del VI Congreso del PCC se destacó
la necesidad de “Soluciones
a corto plazo, encaminadas a eliminar el déficit de la balanza de pagos, que
potencien la generación de ingresos externos y la sustitución de importaciones y,
a su vez, den respuesta a los problemas de mayor impacto inmediato en la
eficiencia económica, la motivación por el trabajo y la distribución del
ingreso, y creen las necesarias condiciones infraestructurales y productivas
que permitan el tránsito a una etapa superior del desarrollo.”[1]
Esta indicación puso de
manifiesto la necesidad de eliminar aquellos elementos estructurales que han
impedido lograr un desarrollo sostenible de la sociedad, priorizando los factores
que permitan –en primer término- la disponibilidad del financiamiento externo
indispensable para ello. Esto –a su vez- ha conllevado el pago de adeudos
atrasados[2] para
recibir nuevos créditos e inversión extranjera directa; a reducir gastos no
imprescindibles y a ahorrar todo tipo de recursos a corto plazo, lo cual ha
impuesto un costo a las transformaciones económicas a emprender, que –en la
medida en que no se alcanzó el crecimiento previsto y empeoraron las
condiciones externas en que se ha movido nuestra economía- ha impactado
negativamente en la mayor satisfacción de las necesidades de la población.
Esta situación se evidenció con
fuerza en algunos desequilibrios visibles al cierre del 2016, que fueron dados
a conocer en la Asamblea Nacional de julio pasado.
Un primer problema continúa
presente en el empleo y la retribución de los trabajadores que laboran en el
Estado. Al respecto se informó la reducción del aporte de la fuerza de trabajo
de mayor calificación entre el 2014 y el 2016, cuando salieron del sector
estatal 300 400 personas, incluyendo la fluctuación del personal científico.
También se señaló que en la empresa BioCubaFarma se había movido el 40% del
personal de mayor calificación en ese período.[3]
Al respecto se señaló por el
CITMA -en relación al personal científico- que resulta “…insuficiente el
reconocimiento, tanto en su aspecto moral como material y la incidencia de que
el salario no constituya una fuente motivadora.”[4] Esta
tema –que es estratégico para el país- se ha valorado en diversas ocasiones,
pero aún no tiene una solución viable, pues en muchos casos, se sigue interpretando
la retribución tanto del personal científico como del educacional, como un
gasto y no como una inversión que debe ser cubierta mayormente por el
presupuesto estatal, ya que en su determinación no puede valorarse del mismo
modo en que se fija el salario del sector empresarial. La política salarial
adoptada en el sector de la salud en fecha no lejana debe ser el camino a
transitar, contando, además, que los gastos del presupuesto pueden compensarse
de diferentes formas.
Otras medidas que fueron propuestas
en el debate de la ANPP, referidas al campo de la ciencia, incluyeron –entre
otros- los siguientes aspectos:
- Retomar la asignación
priorizada de egresados de la educación superior para las entidades de ciencia,
tecnología e innovación (ECTI).
- Asignar al Fondo para la
Ciencia y la Innovación (FONCI) un capital inicial de 20 millones en MLC.
- Destinar en los convenios
intergubernamentales una fracción del monto acordado para el
fortalecimiento de las capacidades de ciencia, tecnología e innovación.
- Instrumentar el pago por
antigüedad al personal de las ECTI.
- Homogenizar el salario básico
de los investigadores.
En el ámbito
general de las retribuciones, se alcanzó un salario medio de 740 pesos
mensuales en el 2016 y en el caso del sector empresarial se llegó a 824 pesos.
No obstante, según fuentes sindicales, la distribución de esa media aún no es
igual para todos, ya que un 60% de los trabajadores cobraban una suma por
debajo del promedio nacional, alrededor de un 38% cobraba entre 824 y 2 000
pesos y solo un 1,7% superaba esta última cifra.[5]
Por otra parte, aun quedan por resolver pagos sin respaldo productivo en el que
incurrieron 99 empresas el pasado año por un monto de 72,6 millones de pesos,
mientras en el primer semestre recién concluido, fueron 61 empresas por 13,9
millones.
En el primer
semestre del 2017 el salario medio total del país descendió un 1,2%, arrojando
una cifra equivalente a 731 pesos. Al cierre del año se espera que esa cifra se
recupere hasta alcanzar 747 pesos, para un 1% de crecimiento en el 2017.
En este
análisis también debe considerarse que la liquidez monetaria en manos de la
población en relación al PIB se estima llegó en el 2016 al 55,8%, cifra que
resalta la tendencia a la elevación de este indicador en los últimos 5 años,
tomando en cuenta que en el 2011 la proporción era del 39,3%. Sin embargo, debe
señalarse que en la misma medida en que en la liquidez actual no está
diferenciado el capital del trabajo de los trabajadores por cuenta propia –el
cual debe haber crecido significativamente en los últimos años-, no es posible
suponer que toda esa masa de dinero este presionando el mercado minorista en
estos momentos.
Adicionalmente
en la masa monetaria en pesos cubanos incide también –mediante el cambio a
través de CADECA- la liquidez en pesos convertibles, la que a su vez es
influida por la cantidad de remesas en moneda convertible que ingresa al país y
por los pagos en CUC de los sistemas de estimulación vigentes en entidades
estatales. No menos importante es la proporción de dinero líquido que se
inyecta en la circulación a través del presupuesto estatal, que en el 2017
presenta un déficit del 12% en relación al PIB como parte de la política
monetaria expansiva dirigida a enfrentar los efectos de la contracción
económica sufrida en el 2016, medida que –ciertamente- no es posible repetir en
el tiempo.
En este
contexto, un elemento de singular importancia para evitar presiones
inflacionarias mayores consiste en el incremento de la circulación mercantil.
Al respecto se informó en la Asamblea Nacional que la misma se sobrecumplió en
moneda nacional en relación al plan un 14,3% en el semestre y debe cerrar el
año con un 13,9% por encima de lo previsto. En relación a las ventas en pesos
convertibles, las cifras fueron un 4,3 y un 9,5% respectivamente.
En relación
a la alimentación, los estimados de insumo calórico de la población para el
período 2014/2016 de la FAO ubicaban el mismo en 3 533 kilocalorías diarias,
una cifra que supera en 3,3% la de diez años atrás. Los resultados de la
producción agropecuaria mostraron un resultado discretamente positivo en el
primer semestre. No obstante, será necesario importar 1 661 millones de dólares
en alimentos en el año, cifra prácticamente similar a la del año anterior.
Finalmente cabe apuntar que los precios
de los productos agrícolas que se venden sin subsidios en el mercado interno se
resisten a la baja.[6]
Por otra
parte, los precios elevados se compensan en parte en el 2017 mediante un
subsidio presupuestario de 3 740 millones de pesos para los productos que se
entregan por la libreta de abastecimientos y se cubren gastos sociales por 36
554 millones que abarcan los costos de los servicios de salud, educación,
seguridad y asistencia social, así como las tarifas subsidiadas de la
electricidad, gas, agua, teléfonos y transporte público.
En relación
a este último aspecto, se reportó un incremento en la transportación de
pasajeros, sobrecumpliendo el plan en un 7,4%, pero sobre la base de los
porteadores privados, cuyas tarifas no se han podido regular en la misma medida
en que no ha aumentado la oferta de transporte público necesaria. En este
sentido, se trabaja en el impulso a variantes que incluyen esquemas de
transportación gestionados por el Estado para transportistas privados con
cierto nivel de aseguramiento en combustible, piezas de repuesto y tarifas
reguladas, que deberán probarse en la práctica durante los próximos meses.
Otro
elemento de notable importancia informado en la ANPP, fue la situación de la
vivienda.[7]
El déficit
habitacional alcanza en estos momentos más de 883 000 viviendas –de ellas 206
000 en la capital-, lo que representa un 47,1% más que lo registrado a inicios
de los años 2000, cuando el mismo era de 600 000 unidades. No obstante, debe
tomarse en cuenta que solo entre el 2005 y el 2016, fueron afectadas 1 197 283
viviendas por los huracanes que azotaron el país –alrededor del 30,8% del fondo
habitacional registrado por el Censo del 2012-, de las cuales 147 580 fueron
destruidas totalmente, un 12,3%.[8]
Por otro
lado, a partir de las limitaciones de la capacidad constructiva del país –tanto
en recursos materiales, como en fuerza de trabajo- el promedio anual de
viviendas terminadas, que entre el 2000 y el 2009 fue de 42 091, pasó en los
últimos 7 años a 27 761, un 34% menos y en el presente año el plan cubre
solamente 22 723 viviendas. En este sentido, si bien la política de créditos y
subsidios a la construcción por esfuerzo propio de la población puesta en
práctica en el 2012 ha permitido la terminación de 50 351 viviendas –el 52,3%
del total-, el resultado es insuficiente.
Al respecto
debe tomarse en cuenta que la carencia de viviendas tiene una incidencia que va
desde la estabilidad laboral, pasando por la tasa de divorcios, la tasa de
natalidad y la tasa migratoria, por lo que influye en el futuro desarrollo del
país en múltiples aspectos.
V
Durante el
primer semestre de 2017 se obtuvo un crecimiento modesto, pero importante ya
que demuestra la validez de las medidas adoptadas para rebasar la recesión del
pasado año y crear mejores condiciones para el plan del 2018.
Sin embargo,
tal y como planteó el ministro de Economía y Planificación en la Asamblea
Nacional “Debemos ser conscientes de que el conjunto de problemas acumulados no
podrá resolverse en toda su magnitud en el corto plazo y que su solución
depende de que trabajemos con mas integralidad, donde prevalezca la
organización, el rigor y la disciplina.” (Cabrisas, 2017).
Tomando en
cuenta la situación que se enfrentará precisamente en el corto plazo, -donde
resulta evidente que todo proceso de cambios presenta costos que es inevitable
asumir- es conveniente revisar un conjunto de medidas que pueden ayudar a
resolver los problemas que se enfrentan con una mayor efectividad.
Entre ellas
cabría señalar las siguientes.
--La
introducción de los mecanismos de mercado puede contribuir a elevar la
eficiencia, especialmente en la gestión empresarial, pero también tiene costos
que deben compensarse por el Estado tomando en cuenta sus negativos impactos
sociales, incluyendo el incremento en la desigualdad de ingresos –especialmente
a partir de los que no provienen del trabajo-; la extensión de prácticas
mercantiles a todos los espacios de la convivencia social; la especulación y
las prácticas monopólicas; así como la acumulación de riquezas a un nivel
incompatible con los objetivos del socialismo.
--La
retribución al trabajo juega un papel determinante en el impulso a la
productividad del trabajo y la eficiencia de la gestión económica en general.
Si bien el pago de acuerdo a los resultados se justifica completamente en la
esfera empresarial –donde ya comienzan a observarse importantes resultados-
este no puede ser el mecanismo de retribución que se aplique en actividades
presupuestadas de importancia capital como la educación y la ciencia. Es
preciso –por tanto- ponderar lo que representa la erosión de la fuerza laboral
más calificada del país –que no es posible reponer a corto plazo- frente a las
limitaciones del incremento gradual de su retribución por la vía presupuestada,
máxime tomando en consideración que existen mecanismos que permiten compensar
el déficit presupuestario mediante la deuda pública y la elevación de los
ingresos fiscales a través gravámenes específicos, entre otras alternativas.
--Es posible
elevar la capacidad de acumulación del país mediante fondos de inversiones
conjuntos que se creen utilizando las remesas y el capital del Estado con ese
fin. Existen experiencias internacionales que avalan esta posibilidad, cuyas
potencialidades no son pocas si tomamos en cuenta que se estima que los envíos
de dinero a Cuba se sitúan en torno a 3 000 millones de dólares anuales, de los
cuales aproximadamente un 50% se emplean como capital del trabajo del sector no
estatal.
--Resulta
indispensable elevar la presencia de la inversión extranjera para acelerar el
desarrollo de la economía. Si bien no es posible obviar el obstáculo que
representa la presencia del bloqueo económico de Estados Unidos –ahora reforzado
por la Administración Trump-, es posible tramitar con mayor agilidad los
proyectos dirigidos a invertir en Cuba; valorar adecuadamente en las
negociaciones con los socios foráneos lo que representa el factor riesgo y su
valor financiero en los acuerdos a lograr; no tomar en cuenta solamente grandes
proyectos que implican el desembolso de fuertes sumas de dinero a la hora de
abrirse a negocios y tomar en cuenta emprendimientos de mediano e incluso
pequeño porte, pero de importancia por su impacto en los potenciales inversores,
así como reforzar la capacidad de ejecución de las inversiones del país para
también apoyar así la inversión extranjera.
--Finalmente,
para estabilizar los ritmos de crecimiento que se demandan, resulta
indispensable asegurar los recursos energéticos que el país requiere para su
normal funcionamiento, tomando para ello los créditos que resulten necesarios
en las mejores condiciones posibles.
A pesar de
la adversa coyuntura que se ha debido enfrentar durante el pasado año y lo que
va del presente, las medidas fundamentales que se han venido adoptando
demuestran que existen condiciones para que la economía cubana remonte las
dificultades y garantice la creación de condiciones para un desarrollo
sostenible en los próximos años.
Agosto 15 de
2017.
BIBLIOGRAFIA
-Anaya, Betsy y Anicia
García (2016) “El sector agropecuario cubano en la actualización” Centro de
Estudios sobre Economía Cubana, Boletín Semestral Enero-Junio 2016 en www.ceec.uh.cu
-Cabrisas, Ricardo (2017) “Comportamiento
del plan de la economía 2017. Primer semestre” Granma, julio 15 de 2017 pp. 7 a
9.
-Doimeadios, Dianet (2017)
“A debate en el Parlamento fluctuación laboral del potencial científico de
Cuba” Cubadebate, 12 de julio de 2017 en www.cubadebate.cu
-ONEI (2017) “Anuario
Estadístico de Cuba 2016” La Habana, 2017 en www.onei.cu
-Partido Comunista de Cuba
(PCC) (2011) “Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la
Revolución” VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, 18 de abril de 2011, p.
10.
-Periódico Granma (2017)
“Comisiones de la Asamblea Nacional. Enfoques para una sociedad que se
transforma” julio 12 de 2017, p. 2.
-Periódico Trabajadores
(2017) “Nos toca hablar del salario, pero vinculado a la creación de riquezas”
febrero 20 de 2017, p. 4.
-Tamayo, René (2017) “Un
análisis integral sobre la vivienda” Juventud Rebelde, julio 13 de 2017, p. 6.
[1] Ver Lineamientos (2011, p. 10).
[2] Solamente en el primer semestre
del año se pagaron 2 306 millones de dólares por servicio de la deuda. Ver
Cabrisas (2017).
[3] Ver Doimeadios (2017).
[4] Ver Granma (2017, p. 2).
[5] Ver Trabajadores (2017, p.4)
[6] Estos precios se estima
crecieron entre el 33 y el 39% de 2006 a 2015. Ver Anaya y García (2016, p. 18)
[7] Ver Tamayo (2017)
[8] Ver ONEI (2017, p. 46)
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