Prof. Mario Reinoso Pérez
A continuación expreso mi modesta opinión respecto a algunas de las propuestas del Dr. Benavides:
PROPUESTA No. 1:
Lo primero que habría de hacer es "desdolarizar" la economía cubana.
Para mí la "dolarización" es un error. Se eliminó la "doble
moneda" suprimiendo el CUC y sin embargo hoy en día los cubanos debemos
tener una tarjeta magnética con divisas extrajeras (USD, EUR, CAD, etc.) para
poder adquirir productos de primera necesidad. Lo que debe establecerse es que
todas las personas, tanto nacionales como extranjeras (residentes, visitantes o
turistas), que reciban o posean divisas las cambien por CUP de acuerdo a la
tasa de cambio oficial que se establezca. De esta manera todos los pagos y
transacciones que se ejecuten en el territorio nacional se hagan en CUP (Yo
diría sin excepción, aunque quizás podrían exceptuarse las zonas francas). Y
por supuesto todas esas divisas (USD; EUR, CAD, etc.) serían
"captadas" por el Estado cubano para operar en el mercado
internacional o para vendar en las casas de cambio para aquellas personas naturales
que la necesiten para viajar al exterior, o jurídicas para adquirir insumos o
productos en el mercado internacional du acuerdo a su objeto social.
Por
otro lado, para reducir el déficit presupuestario lo primero que debe hacerse es
reducir los gastos de un amplio número de actividades improductivas que hoy en
día son sostenidas con el presupuesto estatal. La lista de esas actividades
improductivas es bastante larga (yo tengo mi propia lista), las cuales van
desde organizaciones sociales hasta organismos e instituciones estatales que no
aportan bienes ni servicios a la sociedad. Si esos actores redujeran en un 50 %
sus recursos humanos, materiales y financieros, o se autofinanciaran sus
actividades, ¿cuántos de esos recursos podrían utilizarse en la producción de
bienes y servicios, o para determinados subsidios imprescindibles?
Pongo
algunos ejemplos:
a) Caso
ministerios (OACEs): Éstos pueden reducirse a la mitad de los que hoy existen y
también a la mitad del personal que trabaja en los mismos. ¿Por qué dos
ministerios de Educación, y además otro de Cultura, si en países mucho más
grandes y complejos que el nuestro tienen un Ministerio de Educación y Cultura?
¿Por qué dos ministerios de industria (Industria e Industria Alimentaria)? ¿Por
qué dos ministerios de Comercio (Exterior e Interior) y además uno de Turismo,
si en países mucho más grandes y complejos que el nuestro tienen un Ministerio
de Comercio y Turismo? ¿Por qué un ministerio de la Agricultura y una OSDE con
rango de ministerio como AZCUBA? Hace algunos meses el MINAG informó con mucha
autocomplacencia que había reducido su plantilla en 500 directivos y especialistas
y que éstos fueron re-ubicados en las Direcciones Municipales de la
Agricultura, eso fue sólo un cambio del nivel de jerarquía. Con este último
ejemplo llamo la atención de que la reducción no sería sólo en el nivel
central, sino también en las provincias y municipios.
b) Caso
CTC y sus sindicatos: En cada municipio y provincia del país existe una
dirección de la CTC y sus 16 sindicatos. Sumemos salarios, instalaciones,
vehículos, combustibles, etc., y todo a cargo del presupuesto estatal. No se
trata de cuestionar el papel de estas organizaciones sino de racionalizar u
optimizar recursos, o simplemente que pasen a un régimen de autofinanciamiento.
PROPUESTAS No. 2 y 3: En
lo personal considero que los
subsidios a las personas vulnerables constituye un “parche” a una injusticia
cometida durante el reordenamiento salarial y las pensiones. Ilustro esto con
un ejemplo muy sencillo: A muchos jubilados se les “subió” la pensión a 1528
CUP, pero ¿y por qué no se le aplicó la nueva escala salarial correspondiente a
la categoría ocupacional en la cual se jubiló y se le aplicó el % de acuerdo a
los años trabajados? Si esta justa medida se implementa el número de
vulnerables se reduciría significativamente. Claro ello significa más dinero
proveniente del Estado, e igual que el subsidio propuesto por el Dr. Benavides.
El
Estado debería fomentar el trabajo a tiempo parcial, en toda su magnitud. Cito
algunos ejemplos: ¿Por qué contratar a tiempo completo un especialista de la
salud (estomatólogo, oftalmólogo, angiólogo, etc.), o un profesor de primaria,
secundaria o pre (de inglés, matemática, etc.,) o un profesor universitario, u
otros especialistas en un único centro de trabajo (Policlínico, escuela,
universidad), entidad laboral que no les garantiza contenido de trabajo para
las 190.6 horas laborales al mes? ¿Por qué no incentivar a mayor escala el
pluriempleo o la contratación a tiempo parcial? ¿Cuántos maestros, profesores,
médicos, u otros especialistas se racionalizarían? ¿O cuántos de ellos se
beneficiarían con más salarios cuando sumen los ingresos provenientes de los
contratos a tiempo parcial? ¿Cuántas personas podrían emplearse por esta vía y
dedicarse también a la atención a sus hijos o familiares, algo que muchos
personas (fundamentalmente mujeres) no pueden hacer a plenitud porque tienen
que cumplir una jornada laboral de 8 horas aun cuando no tienen contenido de
trabajo garantizado? El pluriempleo o la contratación a tiempo parcial es una
práctica universal, no hay que descubrir el agua tibia. Tengamos en cuenta cómo
se gestiona el personal de higiene (limpieza) en las entidades del resto del
mundo: se contratan a tiempo parcial en dos, tres y hasta cuatro entidades
laborales.
Con
estas medidas se reduciría significativamente el número de personas
vulnerables, y los que aun permanezcan en esa condición sí sería justo
otorgarles un subsidio tal como propone el Dr. Benavides.
Además,
téngase presente que la reforma salarial no debe ser una medida circunstancial,
sino que debería ser un proceso continuo, con revisiones anuales, para realizar
los ajustes pertinentes de acuerdo a la inflación.
PROPUESTAS No. 4, 5 y 6: Con
respecto a las empresas estatales, OSDES y las coloquialmente llamadas MIPYMES
(simplemente también son empresas). Mi propuesta sería más radical de lo que
propone el Dr. Benavides. Parto del criterio fundamentado de lo que ha pasado
en los últimas 60 años, “las empresas
estatales, en cualquiera de las variantes organizacionales que se han
implementado, han sido y son ineficientes y caldo de cultivo para la corrupción,
porque ante todo no hay sentido de pertenencia”. Excepto unas pocas
actividades económicas estratégicas para el país, la mayoría debería pasar a
formas de gestión privada, con plena autonomía económica y financiera, de
manera independiente. Sectores como el transporte público, agricultura,
comercio, gastronomía, etc., deberían pasar a ese estatus privado, pero NO de
la manera que hoy se está haciendo (para mí es “el mismo perro con diferente collar”). Cito algunos ejemplos: Las
empresas agropecuarias deberían desaparecer y esas tierras cultivables deberían
gestionarse mediante fincas privadas, a cualquier escala territorial (pequeña, mediana
o grande), donde el dueño de la finca tendría personalidad jurídica con
autonomía financiera, económica y de gestión, sin subordinación a ninguna
entidad, más que a los mecanismos bancario, de marcado y mediante relación
contractual con los proveedores y clientes. Otro tanto pasaría con las empresas
pecuarias: una vaquería debería convertirse en un negocio privado (una finca
como suele llamarse en Cuba, o rancho, tambo, establecimiento ganadero como se
llama en otros países). Ni los arrendamientos ni los “colectivos laborales” como hoy le han llamado oficialmente, son la
solución.
Algo
similar debería ocurrir en los sectores económicos que ya mencioné. Y voy más
allá, ¿por qué algunos hospitales no pueden ser administrados o gestionados por
instituciones religiosas, fundaciones, etc.? Sabemos que de los hospitales
salen hacia el mercado informal medicamentos y otros muchos insumos médicos, y
que el trato del personal médico y paramédico, con sus excepciones, no es el
más correcto. Eso no pasaría cuando sean administrados por instituciones
religiosas, fundaciones, etc.
Estas
formas de gestión privadas (o no estatal como suele llamarse) no riñe con
nuestro proyecto social, no significa transitar hacia un capitalismo brutal.
NO, porque corresponde a nuestro sistema de gobierno socialista preservar
nuestras conquistas sociales, estableciendo un marco regulatorio para no
permitir la explotación del hombre por el hombre, para luchar con eficacia
contra la corrupción, para proteger a los trabajadores, a los consumidores, etc.
Todo
cuanto he expresado aquí lo hago a título personal, como ciudadano común. No lo
hago en nombre de mi querida universidad.
Les
reitero mi respecto y alta consideración.
Saludos
Prof.
Mario Reinoso Pérez (B.Sc., Eng., PhD)
ORCID:
0000-0001-5825-6234
Profesor
& Investigador Titular
Facultad
de Ciencias Agropecuarias
Universidad
Central "Marta Abreu" de Las Villas
Telef.:
+53 58195487
Por Anónimo I No entiendo por que seguir empecinado en la devaluación como primera solución a los problemas graves de la economía, para quedarnos en la superficie de la política monetaria. La experiencia de otros países como Venezuela y Argentina nos debe servir de algo. Se ha comprobado que la devaluación no es un mecanismo automático para potenciar exportaciones y sustituir importaciones, pusimos la tasa 24 veces en las relaciones empresariales y ya vamos por 120 y la tasa informal no la controlamos. Los propios expertos del Banco Mundial realizaron recomendaciones en el 2014 para Cuba y ya señalaban que la brecha de 1 por 24 era enorme, a lo cual se une los elevados costos en pesos cubanos de la ineficiencia empresarial. Todo ello lleva mas inflación sin fomentar las exportaciones y sustituir importaciones, porque además las inversiones no se han dirigido a transformar y modernizar la estructura productiva del país.
La solución de la dolarización parcial tiene como ventaja que el Estado no podrá emitir libremente la moneda pues se le quita la capacidad de emisión, recuerde que hasta con el CUC violamos las leyes de la circulación monetaria y llenamos el país con CUC sin respaldo en divisa. Recordar que fue la dolarización parcial la que permitió dinamizar la economía en los momentos mas graves del período especial. Ahora bien ya las remesas y los flujos del divisa del sector privado no llega totalmente a los bancos cubanos, estos han perdido credibilidad y ahí los bancos deben promover productos financieros y alianzas con otras instituciones financieras extranjeras.
Muy interesantes las propuestas y el debate que trae consigo, pero lo que mas me preocupa es que no se sabe de que algo de esto se vaya ha aplicar. No creo que nadie tenga la verdad absoluta, hay que llegar a un consenso y definir cuales seran los caminos a tomar. Porque lo que si tengo es la certeza de la necesidad de aplicar medidas que impacten en la economía cubana. Es terrible que las producciones se encuentren lejos de lo que se hacia en 2019, pero que en 2022 sea peor que el 21 es un desastre
ResponderEliminarToda propuesta que se haga para mejorar la economía cubana es digna de estudiar, evaluar y extraer de ellas por la vía del consenso lo mejor de cada una y coincido con anónimo 1, se necesita agilidad en las decisiones y ese ritmo sigue anclado a aquella frase inicial: " sin prisa, pero sin pausa" ¿y que sucedió?, que los implementadores, se dijeron... ¡mi mismo, la jefatura no quiere que nos equivoquemos, asi que la mejor fórmula para ello, es decir que si, pero actuar como no. Y de esa manera simple, pero costosa fue tergiversada aquella frase, que tenía en si misma mucha razón para ser dicha
ResponderEliminarEl problema es que el gobierno, en su infinita sabiduría y profunda omnisapiencia, ignora y desprecia estas propuestas. Son tan soberbios que ni siquiera tienen el coraje de explicar con claridad el porqué de tanta insistencia en no querer aceptar los errores y llegar a un consenso que involucre los múltiples criterios y alternativas que se han publicado en diversos medios. Aquí todo es a base de caprichos, los caprichos de un "grupito" que, desde sus comodidades y prebendas, no tienen apuro, y deciden en nombre de la ideología lo que se hace y lo que no. La prueba más fehaciente de la real falta de interés en salir de este agujero en el que nos han metido, es que han acudido a los rusos para que nos "enseñen" cómo ser prósperos, como si nuestros economistas y expertos fueran chatarra de vertedero. Y yo pregunto, ¿qué diferencia hay entre que sean los rusos quienes dicten el rumbo de nuestra economía o que lo hagan los norteamericanos? ¿Esa es la soberanía de la que tanto hablan?
ResponderEliminarEs una pena leer que profesores universitarios alienten a la propiedad privada como forma única de solventar la crisis económica...
ResponderEliminarNo estoy en contra de la propiedad privada, pero dejarle a ella la solución de nuestros problemas es simplemente impensable....