Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

jueves, 3 de octubre de 2019

Los bandazos en la economía del trabajo

Por LÁZARO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ Y YAISEL R. PÉREZ ROMERO.
https://elestadocomotal.com/2019/10/02/lazaro-gonzalez-rodriguez-y-yaisel-r-perez-romero-los-bandazos-en-la-economia-del-trabajo/
 
“Un hombre que oculta lo que piensa,  o no se atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honrado.” José Martí
La situación crítica que actualmente presenta la organización del trabajo y los salarios como consecuencia de no haber encontrado el camino correcto, se debe, principalmente, a los bandazos que han existido en esta temática durante el período revolucionario, cuyas causas, entre otras, podemos encontrarlas en la improvisación, ausencia de un basamento científico técnico, el subjetivismo, la ignorancia, el capricho, y la designación de cuadros  y asesores sin los requisitos para el cargo lo que ha impedido aplicar el pago por la calidad y cantidad del trabajo violando así las disposiciones establecidas en la Constitución de 1976 y  en la recientemente aprobada.
Como una pequeña muestra de lo señalado anteriormente tenemos que, al aprobar en diciembre del 2013, el Código de Trabajo, la Asamblea Nacional del Poder Popular anuló 16 entre leyes y decretos leyes y el MTSS anuló 128 disposiciones legales, alguna de ellas de reciente promulgación. Esta situación ha provocado entre otras cuestiones el decrecimiento de la productividad, la disminución de la calidad, en los productos y servicios, la bolsa negra, el robo, la indisciplina, el burocratismo, y sobre todo la abrupta disminución del nivel de vida de la población.
Esta situación crítica tuvo como colofón los últimos 20 años al designar cuadros y especialistas, desde el nivel más alto al más bajo personas que no tienen el mínimo de conocimientos sobre la organización del trabajo y los salarios, salvo excepciones muy contadas a este respecto.
Altos precios, baja productividad y disminución de la capacidad de compra del peso cubano
La desintegración del campo socialista, la desaparición de la URSS, el recrudecimiento del bloqueo por parte del Gobierno de Estados Unidos junto a los errores cometidos  en el campo económico han traído múltiples dificultades a la población entre las cuales se encuentra la disminución extraordinaria de la capacidad de compra del peso cubano provocado por el incremento exagerado de los precios y de la baja productividad, lo cual hace que la inmensa mayoría de la población esté metalizada así como ha crecido la pobreza.
Para demostrar lo anteriormente dicho tenemos que:
En 1980 el salario mínimo era de 85 pesos (aproximadamente al CUC) en 2019 el salario mínimo en las empresas cubanas es de 225 CUP (9 CUC) y en el sector presupuestado es de 390 CUP (15 CUC). El promedio salarial en 1988 fue de 187CUP (aproximadamente al CUC) en el 2018 de 873CUP (35CUC).
Los cuadros, o dirigentes, así como sus familiares deben de enfrentar las mismas dificultades que sufre el pueblo, teniendo como base el salario que le corresponde por la escala, no deben de existir privilegio alguno, no pueden existir desigualdades que no caben en el salario, esto es socialismo y pensar como país; con el salario establecido es imposible ponerse una camisa nueva diariamente.
Frente  a la actual situación el país ha adoptado entre otras medidas la inversión extranjera el usufructo de tierras estatales, la formación de cooperativas no agropecuarias, el llamado cuentapropismo, lo cual crea un problema adicional en cuanto a los ingresos de estos trabajadores(puede rondar los 2400 CUP/mes ) al ser muy superiores al salario que se devenga en el sector estatal lo cual crea una intensa fluctuación de la fuerza de trabajo, y lo que es más peligroso la ilusión que este es el camino, provocado el consumismo y la desigualdad no explicada por el aporte del trabajo, lo cual nos obliga a un trabajo político ideológico intenso.
Un aspecto que no podemos olvidar es el control y la supervisión de las medidas adoptadas, las cual ha sido muy deficiente, junto a las disposiciones poco claras se suman la poca calificación de los inspectores, por otra parte, la anunciación de las visitas, así como la revisión burocrática de la gestión.
La productividad debe venir primero
La solución de estos problemas está en elevar la producción y la productividad mediante nuestros recursos. El Comandante en Jefe Fidel Castro el 30 de octubre de 1964 en la escuela Jesús Menéndez señaló “El único camino mediante el cual se puede ir elevando el estándar de vida es por el camino de ir elevando la producción y el camino de ir elevando la producción es elevar la productividad. Y la productividad se eleva con la técnica y la organización”
Al triunfo de la Revolución, la organización, formación y salarios eran una verdadera anarquía típica de los países capitalistas, ya que el salario se fijaba por cada entidad. El aumento del salario real se hizo evidente tras las leyes adoptadas por el Gobierno Revolucionario, entre las cuales podemos señalar la Reforma Agraria, la rebaja de los alquileres, la disminución de las tarifas eléctricas, etc. Ya a finales de 1958, el tirano, a través de la Comisión de Salarios Mínimos, había adoptado el Acuerdo 190, mediante el cual se fijaba para La Habana y Mariano 85 pesos de salario mínimo, 75 para el resto de las poblaciones, y para el Sector Agropecuario 62 pesos.
El capitalismo dividió a la clase obrera sobre la base de establecer, fundamentalmente, salarios altos en las empresas norteamericanas, como fueron la Electricidad, Comunicaciones Telefónicas, los Bancos, etc., salvo aquellas conquistas logradas, principalmente por el Sindicato, en las fábricas de cigarrillos.
En la medida en que la Revolución fue avanzando hacia el socialismo, proclamado en abril de 1961, antes de Girón, los dueños y algunos sindicatos se lanzaron a incrementar los salarios, lo que, incuestionablemente, dañaba el desarrollo de la Economía Nacional. En julio de 1961 se dicta la congelación de los salarios, la cual fue violada en algunos casos, por ejemplo, en 1962, el Ministerio de Industrias elaboró una escala de diez grupos para el sector de la minería.
Desde mediados de 1961, gracias a los Comandantes Augusto Martínez Sánchez y Ernesto Che Guevara, se contrataron decenas de especialistas soviéticos, quienes tenían como encomienda preparar teórica y prácticamente a 25 trabajadores seleccionados de cada sector.  Esta labor se continuó hasta 1964, en que se revocó el acuerdo con la URSS dado el cambio de política.
Durante 1962, con la colaboración de la CTC, sus Sindicatos, los organismos  y las empresas, así como con la participación activa de los trabajadores, se elaboró  por el Ministerio del Trabajo el Sistema Salarial que comprendió la escala por complejidad, la metodología para determinar el grado de complejidad de cada puesto de trabajo, los calificadores, la metodología para determinar las condiciones laborales anormales, las tarifas y el sistema de pago, todo lo cual implicó un año de elaboración. El sistema no pretendió incrementar los salarios, sino establecer un mecanismo de superación de la fuerza de trabajo e incrementar la productividad; el 79,9% del total de trabajadores tenía plus (diferencia entre las tarifas de la escala y el salario que venían devengando).
En enero de 1963, se realizó una prueba en 247 unidades no agropecuarias, y en 36 granjas agropecuarias. En ese año, los Comandantes Augusto Martínez, Sánchez, Ernesto Che Guevara y Lázaro Peña, Secretario General de la CTC, explicaron exhaustivamente el sistema en un programa de televisión, condicionada la aplicación del salario a la Organización y Formación del Trabajo.
Las fallas de la reforma de los 1960’s
La falla de la reforma estuvo en el sistema de pago (industria, construcción, transporte y servicios). Dicho sistema no fue comprendido por los trabajadores. En un inicio por el sobrecumplimiento de las normas se recibía el 0,2% del salario, y posteriormente, se pasó al 0,5% por sobrecumplimiento, sin embargo, no se podían sobre cumplirlas normas más que el grupo inmediato superior, y frente a incumplimiento de estas se descontaba tanto el salario del grupo como el del plus en el 1%. En todos los casos se respetó el salario que devengaban los trabajadores. En el sector agropecuario no existió esta falla ya que se aplicó el destajo como sistema de pago. No obstante, el Che en la Granja Ciro Redondo de Matanzas, aplicó de manera experimental el sistema de tiempo normado con descuentos ni pagos por sobrecumplimiento, sobre la base de que el estímulo debía ser colectivo, este experimento culmino con la partida del Che.
Al inicio de la Revolución se planteó si la construcción del socialismo debía ser en base de los estímulos morales, restringiendo los estímulos materiales, fue un gran debate en el periodo 1962-65 lo cual, influyó decisivamente en la organización del trabajo y los salarios en gran parte del periodo revolucionario. En nuestra opinión una cosa no contrapone a la otra la relación entre esta es biunívoca.
A partir de 1965 se produce un cambio abrupto de la política económica y, consecuentemente, de la organización del trabajo y los salarios. Ya a finales de dicho año se había disuelto el Ministerio de Hacienda, reestructurado el Banco Nacional. El último presupuesto aprobado fue el de 1967, pero no se controló su ejecución puesto que a partir del segundo trimestre se dejaron de realizar los cobros y pagos.
En la esfera de la Organización y Formación del Trabajo, esta tuvo su mayor expresión en el entierro de las normas promovido por el Sindicato en la empresa McGregor, de ahí que gran número de empresas eliminaran las normas y consecuentemente la vinculación del salario a estas. Sin fundamento técnico se realizó la lucha contra el burocratismo, la cual, en algunos casos, sirvió para eliminar problemas personales.
La Organización y Formación del Trabajo fue, al decir de algunos, un elemento que retrasaba el desarrollo de la conciencia, fundamentalmente en Villa Clara. Dada esta situación, los organizadores y normadores fueron eliminados y, en muchos casos, adoptaron otro tipo de ocupación.
En cuanto al salario, su inicio fue la fijación de uno distinto a las tarifas de la escala en el sector agropecuario. La eliminación del sistema de pago en gran número de empresas, la fijación de salarios igualitarios en el Desarrollo Agropecuario del País, la Maquinaria Agrícola, el Petróleo, etc., la limitación de 250 pesos al director de una empresa (salario máximo que podían devengar los trabajadores). Por su parte, el Ministerio de Educación fijó 300 pesos a los graduados universitarios de las carreras técnicas y a los graduados de Letras 275 pesos. En la Columna Juvenil del Centenario se fijaron los salarios en correspondencia con las necesidades del individuo hasta un máximo de 150 pesos.
De la “Gran Ofensiva” de 1968 al XIII Congreso de la CTC y el 1er Congreso del PCC
El 13 de marzo de 1968 se nacionalizaron todas las actividades del país —hasta los limpiabotas— excepto los camiones de cadena del puerto. Durante este proceso se efectuaron distintas reuniones a finales de 1969 como fueron la reunión en la Comisión de Recursos Humanos del Comité Central del Partido, las plenarias con las empresas efectuadas por Fidel en la CTC, la reunión del Consejo de Dirección del MINTRAB y las reuniones iniciadas el 26 de mayo de 1973 con el Buró Político y el Secretariado sin llegar a acuerdo alguno sobre la vinculación del salario a la norma.
En septiembre de 1970 se inició la normación elemental por el Ministerio de Trabajo con la participación de los Sindicatos, los Organismos y las Empresas, la cual concluyó en 1973. Este período (1965-1973) influyó en el quehacer de nuestros trabajadores disminuyendo su cultura de producción, los valores ético-morales y la disciplina laboral.
En las reuniones previas de la máxima dirección del país, la CTC y el Ministerio de Trabajo se acordó la vinculación de la norma al salario —el 1 por el 1— donde el plus se situaba más o menos en el 15% de los trabajadores, lo que confirma el aumento de la calificación de los mismos, ya sea por necesidades espirituales o la “bola” existente desde inicios de la implantación del sistema salarial de que el plus se eliminaría.
En el XIII Congreso de la CTC se acordó efectuar una Reforma General de Salarios sobre la base de normas técnicas, proceso que sería paulatino y selectivo. A este respecto, Fidel Castro, en su informe central al I Congreso de PCC señaló “La introducción de los principios básicos de la Organización Científica del Trabajo, especialmente de las normas técnicas, permitirá seguir aumentando la productividad, disminuir los costos y elevar la eficiencia como lo requiere nuestra economía”.
Como señaló Fidel:  En el 1er Congreso del Partido “Cuando podría parecer que nos estábamos acercando a formas comunistas de producción y distribución, en realidad nos estábamos alejando de los métodos correctos para construir previamente el socialismo”.
Con los acuerdos del XIII Congreso de la CTC y del I Congreso del Partido, se inicia una nueva etapa cuya culminación no fue feliz.
El seguimiento a los acuerdos del XIII Congreso de la CTC y del I Congreso del Partido
El primer escollo confrontado fue la oposición de los Sindicatos a un documento elaborado por el MINTRAB en el cual se establecían los requisitos para la vinculación. Todos querían vincular, y al referido documento hubo que hacerle determinadas concesiones.
El 30 de junio de 1974 se funda el Instituto Nacional para la Investigación Científica del Trabajo. Es adecuado destacar el apoyo brindado por el entonces Presidente de la República, Osvaldo Dorticós Torrado. La primera tarea de la nueva institución fue preparar los especialistas tanto en el centro como a los Sindicatos y las Administraciones, más o menos la cifra alcanzó unos 10 mil organizadores del trabajo. Durante este período contamos con especialistas de la URSS para los sectores no agropecuarios, y de Bulgaria para el agropecuario.
El Instituto contaba con los Departamento de Salarios, Psicología, Sociología, Productividad, Organización del Trabajo, Administrativo, Buró Central de Normativas y Secretaría Científico Técnica, así como un área Psico Fisiológica. además de contar con el Grupo Asesor integrado por las Universidad de La Habana, la Ciudad Universitaria José Antonio Echevarría y organismos con personal de altísima calificación.
La demora en la aprobación del Sistema Salarial llevó a hacer una prueba en ocho unidades del sector industrial, transporte y construcciones obteniendo resultados satisfactorios ya que las normas fueron incrementadas de un 15 a un 90%, la productividad de un 11 a un 66,8%, el salario medio en el 13,6%, trayendo como consecuencia que la relación productividad salario medio fuera de 0,5; la plantillas se racionalizaron y de 3 249 trabajadores se mantuvieron en el proyecto 2 633 —plazas racionalizadas 616, trabajadores excedentes 260—
En las postrimerías de 1979 se efectuó reunión en la CTC con la participación del Secretario General de dicha organización, el Secretario del Comité Central que atendía los asuntos económicos, el Jefe del Dpto. Económico del Comité Central, la Sección de OTS del Comité Central y directivos del Ministerio de Trabajo, con el objetivo de analizar si era conveniente aplicar los salarios con normas elementales o técnicas. El Ministerio de Trabajo argumentó la posición de que había que aplicar el Sistema de Salarios con normas técnicas. Como conclusión se señaló por los dirigentes partidarios que tendríamos más reuniones para analizar el problema, lo cual no se cumplió.
A los dos o tres días se cita una reunión del Buró Político y del Secretariado para discutir la situación antes señalada. Como conclusión de dicha reunión, el cro. Fidel planteó que más tarde se reuniría el Buró Político para tomar una decisión.
Aprovechando el encuentro de la organización del trabajo y los salarios que se venía efectuado en la CTC, el cual en su documento final aprobaba los estudios de la OCT, un funcionario de la CTC intervino para negar los principios de la OCT lo que antes defendía. A renglón seguido, el cro. Secretario del CC hizo las conclusiones sobre el problema, destacando que el salario iría con normas elementales, con una inexactitud enorme, ripostados sus planteamientos meses después antes de celebrarse el II Congreso del Partido, lo cual fue un punto de inflexión en la implantación de la OCT.
En el Instituto, los máximos defensores de la OCT, inclusive aquellos que habían participado en la riposta, aprobaron unánimemente los criterios que sostenían el Secretario del CC y el Dpto. Económico del mismo. Así en enero de 1980 fue promulgada la reforma general de salarios sin normas técnicas, o sea, con normas elementales.
Dada esta situación, el Instituto perdió parte de su sentido y meses después fue eliminada la asignatura de OCT de las carreras de Economía e Ingeniería Industrial, el libro Introducción a estudio de la organización científica del trabajo desapareció del mapa.
En síntesis, los acuerdos del XIII Congreso de la CTC y los adoptados en el I Congreso del PCC se fueron a bolina.
La compleja segunda mitad de la década de los 1980’s
La aplicación del sistema salarial con normas elementales produjo un desafuero por la vinculación llegando a extremos inauditos. Conjuntamente con esto se aplicaron primas en las cuales los trabajadores no influían directamente. El salario medio, que fue en 1979 de 143 pesos, pasó en 1986 a 188 pesos, sin que existiera una correspondencia en el nivel de la producción y la productividad.
El 28 de diciembre de 1984 se aprobó el Código del Trabajo mediante la Ley No. 49 el que, independientemente de algunos conceptos con los cuales no concordamos, fue sistemáticamente violado.
El 19 de abril de 1986, Fidel se pronunció en contra de la política salarial que se venía aplicando, así como el Sistema de Dirección de la Economía. A partir de esa fecha, anualmente, hasta 1988 se efectuaron plenarias en el teatro Carlos Marx con la participación de los directores de empresas, el secretario del Partido, la CTC y la UJC para analizar esta problemática. Otro aspecto negativo lo fue el incremento de plantillas las cuales Fidel, en uno de sus discursos planteó que en un hospital de Cienfuegos había enviado a un grupo del Ministerio de Trabajo a hacer una racionalización, ya que él entendía que sobraba mucha gente, y cuál fue su sorpresa cuando el equipo técnico del MINTRAB le planteó que había que incrementar la plantilla.
A partir de 1986, el MINTRAB no realizó prácticamente acción alguna relacionada con la materia. A iniciativa de Fidel surgieron los Contingentes en el país. El MINTRAB entregó las instalaciones del Instituto Nacional para la Investigación Científica de Trabajo al recién creado Ministerio de Turismo ubicando a los pocos investigadores que quedaban en diversas casas del Reparto Kolhy. Otra actividad fue la designación de un grupo de empresas como laboratorios, las cuales no se atenían a la legislación vigente, con vistas a buscar la solución del problema. De estas empresas laboratorios, la única que funcionó como tal fue la Empresa de la Goma Conrado Piña.
El “periodo especial”
En el período 1988-2001, el mundo vio caer el campo socialista y la desintegración de la URSS, dando así paso al denominado período especial, el cual en gran medida fue soportado por la inmensa mayoría del pueblo gracias a la figura del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Las relaciones con el campo socialista determinaron la afectación de las relaciones comerciales a tal extremo que el PIB en los tres primeros años de dicho período se redujo en un 30-35%, provocando un desabastecimiento general en toda la nación. La escasez de alimentos, ropa, productos para el hogar, etc., y los constantes apagones eléctricos dieron lugar al éxodo de muchas personas.
Este período trajo como consecuencias la sensible disminución de la ética moral, sobre todo en  la doble moral y el aumento de denuncias anónimas, y  en parte de la población la violación de la legislación, el robo, la bolsa negra y otros males que repercutieron en los años subsiguientes al período especial y aún perduran,  ocasionando una disminución abrupta del salario real, toda vez que el salario nominal se mantuvo estático (en el período 1990 al 2000 el salario creció en un 24%, mientras que los precios crecían en más de 30 veces). Frente a interrupciones o paralizaciones de las empresas siempre fue respetado el salario de los trabajadores.
A mediados del decenio que comienza en 1990 se estableció el pago en divisas (CUC) con vistas a estimular la producción y la productividad, así como elevar el nivel de vida de los trabajadores en un grupo significativo de empresas y unidades presupuestadas, como una prima adicional al salario por cumplir el plan que generalmente tenía como límite 15 CUC. En la práctica esto fue violentado trayendo como consecuencias, la no sujeción a dicha cifra tanto en una cantidad inferior como superior.
En este período suceden dos eventos importantes: el establecimiento por el MINTRAB de un sistema de pago que estimaba que el mismo conllevaría a la organización y formación del trabajo, cuestión errática que no tuvo efecto alguno.
En segundo término, en agosto de 1998 se publican las bases para el perfeccionamiento empresarial estableciendo una escala y tarifas para aquellos que cumplieran los requisitos establecidos. En muy pocos casos se hicieron estudios de organización y normación del trabajo y, en muchos casos, se plagió el expediente de otra empresa faltando realmente la discusión del proyecto con los trabajadores. En definitiva, la incorporación de empresas a este sistema fue languideciendo hasta prácticamente paralizarse en la actualidad.
Falta de sistematicidad y burocratización
En 2001 se efectuó una reunión en que participaron los ministerios de Trabajo, Finanzas y Economía para analizar las cuestiones relativas a la productividad. En las conclusiones de dicho evento, el vocero del MINBAS ratificó los acuerdos referidos a medir la productividad por el valor agregado bruto, aunque señaló dos cuestiones: la necesidad de evaluar la productividad sin la influencia de los precios y demás factores que la distorsionarían y la importancia de preparar organizadores y normadores del trabajo.
En el 2002 se inició la medición de la productividad por el valor agregado bruto trayendo como consecuencia, hasta el presente, la diversidad de formas para calcular este indicador. No obstante, las instrucciones del ministerio de Finanzas y Precios que, hasta el presente no han sido controladas
Durante varios años se efectuaron asambleas en los centros de trabajo para proyectar las medidas tendentes al incremento de la productividad, pero, la sistematicidad estuvo ausente y, por tanto, la idea fracasó.
El MINTRAB no le prestó la más mínima atención a la organización del trabajo y los salarios y a la preparación de especialistas en la materia, dedicando sus energías a las competencias las cuales, en definitiva, fracasaron al convertirse todo el proceso en un hecho burocrático asimilado por un mínimo de empresas.
Hoy por hoy no se habla de la competencia. En esta etapa se creó la especialidad de Técnico Medio en Capital Humano donde, salvo excepciones, los alumnos de tenían un bajo rendimiento académico, y los profesores, por regla general, no dominaban las cuestiones relativas a la organización del trabajo. Esta no fue una solución.
La Reforma General de Salarios de 2005
A finales de 2005, y como consecuencia de la elevación de las tarifas eléctricas, se procedió a una Reforma General de Salarios, cuya consecución muestra, entre otras cuestiones, las siguientes:
  • Elevación del salario mínimo de 130 a 225 pesos.
  • La escala reduce el diapasón de 5,38 a 2,89, así como   coeficientes sin la debida correlación. Es nuestro criterio que no se utilizó la más mínima técnica.
  • En cuanto a los sueldos, las categorías de obreros, trabajadores administrativos, de servicio y técnicos hasta el grupo VIII, sus incrementos fueron de 5 y 10 pesos mensuales, lo que demuestra un desconocimiento total de los precios existentes.
  • La metodología para determinar la complejidad de los puestos no tiene fundamentación científico-técnica.
  • En la mayoría de los puestos de trabajo, los requisitos no concuerdan con el contenido de trabajo, por lo tanto, un graduado de técnico medio o universitario puede ocupar cualquier plaza, lo que motivó una fluctuación, sobre todo, en el sector educacional, y una pérdida de los conocimientos de la especialidad adquiridos por el individuo.
  • Los calificadores comunes desaparecieron.
  • Se sigue vinculando el salario a normas sin fundamentación técnica alguna.
  • En las diferentes categorías ocupacionales de las empresas que estaban en perfeccionamiento se produjo un pago adicional de 75 pesos a los trabajadores y 200 pesos a los dirigentes a partir de grupo XI.
En los años siguientes se incrementó el salario en determinados sectores, por ejemplo, en la rama de la salud, lo cual rompió la escala única de complejidad.
El nuevo Código del Trabajo y las observaciones que no se consideraron
En el 2010 se plantea que sobraban 1millon de trabajadores en correspondencia con las plantillas infladas. En ese mismo año el MTSS dictó una resolución estableciendo un porciento máximo de las plantillas para las áreas de regulación control de las entidades, en definitiva, la medida no se llevó a cabo siendo derogada dicha resolución con el nuevo Código del Trabajo aprobado en diciembre de 2013.
En noviembre de 2012, la Asamblea Nacional del Poder Popular acordó convocar a consulta popular con todos los trabajadores del país el nuevo Código del Trabajo. A tales efectos, tanto en la asamblea del centro de trabajo, como en documento remitido al Segundo Secretario del Comité Central del Partido, firmado por varios compañeros señalamos distintos aspectos con los cuales no concordábamos, entre ellos, que el principio sobre el cual debían organizarse los salarios no era socialista sino burgués, tal y como señalaran Marx y Lenin. Asimismo, la conformación del sistema salarial era totalmente errónea. La cuestión pasó, por indicaciones del Segundo Secretario, al MTSS, citándose una reunión formal. El Código de Trabajo se aprobó por mayoría en la ANPP sin reparar en nuestras observaciones.
La sorprendente Resolución No. 17 de 2014 y el remedio que intentó ofrecer la Resolución No. 6 de 2016
Durante 55 años, el Estado socialista abordó cualquier solución salarial respetando los ingresos laborales de los trabajadores. Por la Resolución No. 17 de 23 de abril de 2014 sorprendentemente se estableció para las empresas que incumplieran los indicadores directivos por diversas razones — baja productividad, deficiencias en el plan, falta de materias primas, roturas, mantenimiento, etc.— cobrarían como salario el mínimo establecido de 225 pesos. ¿quién vive con 225 pesos al mes los cuales representan 9 CUC?
Tratando de remediar el entuerto, el 1º de abril de 2016 se dicta la Resolución No. 6 que fijaba las tarifas de la escala para las empresas que incumplían los indicadores directivos.
Ambas resoluciones no corresponden a un Estado Socialista, sino más bien a un método capitalista —por llamarlo de alguna forma— ya que el ingreso de los trabajadores en las condiciones actuales de altísimos precios, debe ser sagrado. Por demás estas medidas no devinieron en incrementos de la productividad más que eso la mermaron.
La Resolución No. 6 no incrementó la productividad del trabajo ni aumentó la producción, sino que ocasionó grandes fluctuaciones hacia el sector no estatal. Tampoco resolvió la llamada pirámide invertida.
El VI Congreso del Partido Comunista de Cuba y la eliminación del Instituto del Trabajo
Con los acuerdos del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba se inicia la reestructuración de los ministerios, teniendo como consecuencia la eliminación del Instituto del Trabajo en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el cual no fue defendido por este ni por la Comisión de Implantación de los Acuerdos del Partido. En Cuba existen los más disímiles temas de investigación científica, excepto en lo referido al trabajo, de ahí las múltiples legislaciones sin fundamento científico técnico, simplemente por improvisación e ignorancia.
El 20 de octubre de 2017 a un llamado del Presidente de la Comisión de Implantación de los Acuerdos del PCC y con la presencia de la Ministra de Trabajo, se efectuó una reunión de análisis sobre la Reforma de Salarios con los compañeros que habían editado el libro Contribución a la teoría general del salario en Cuba. Hasta el presente no hemos tenido respuesta al efecto.
En el Art. 65 de la nueva Constitución se expresa “Toda persona tiene derecho a que su trabajo se remunere en función de la calidad y cantidad, expresión del principio de distribución socialista `De cada cual según su capacidad a cada cual según su trabajo´.
A pesar de los diversos artículos publicados hace más de diez años, de la experiencia de los países capitalistas y de las asambleas en las que participamos, se sigue señalando que el pago por la calidad y cantidad de trabajo —lo cual es correcto— es una expresión del principio de distribución socialista con su consabido apotegma.
Los especialistas que elaboraron el mencionado artículo 65, a todas luces no se leyeron ni La crítica del programa de Gotha, de Carlos Marx, ni El Estado y la Revolución, de V. I. Lenin, obras en las cuales se aclara: el principio es burgués no socialista; la distribución no se hace por el salario y además, para aportar según la capacidad del trabajador se requiere un desarrollo económico, calificatorio, de principios ético-morales, que no tiene Cuba.
El incremento de los salarios del sector presupuestado en 2019 ha sido precipitado y sin fundamentación técnica
Con la Resolución 25 de 2019 se hace caso omiso a las palabras del General de Ejército Raúl Castro, Primer Secretario del Comité Central del Partido, cuando expresó “sin prisa, pero sin pausa” al proceder precipitadamente sin fundamentación técnica alguna, al incremento de los salarios en el sector presupuestado.
Esta cuestión es necesaria, pero hacerlo bien sin violar principios, pensar como país es otra cosa. En lugar de incrementar los salarios a este sector, hace bastante tiempo que se podía aplicar la Reforma General de Salarios paulatina y selectivamente, lo cual traerá como consecuencia, incrementos sostenidos de la productividad, disminución de la fluctuación, estimular el trabajo e invertir la pirámide, en fin, pagar por la calidad y cantidad de trabajo aportado.
En las condiciones actuales en que el país enfrenta una crisis económica y el Gobierno de los Estados Unidos arremete contra Cuba no vemos la necesidad de aplicar estos aumentos salariales al margen de la reforma general de salarios y de estudios de organización del trabajo, aunque fueron bien recibidos por los trabajadores.
La precipitación fue de tal magnitud que se procedió al corte presupuestario no ejecutado, ¿alcanzará el financiamiento de esta medida con la reducción de los presupuestos ya que se hace con posterioridad a ser dictada? Por otra parte, con los precios se ha producido un corre-corre tratando   que estos no rebasen los límites que puedan anular el incremento salarial.
Sobre la escala y los precios, así como la tasa impuesta a los salarios con vistas a la seguridad social, tenemos, entre otros, los siguientes criterios:
  • Se viola la Constitución recientemente aprobada ya que puestos de igual complejidad recibirán salarios distintos tanto en la unidad presupuestada como en las empresas.
  • La escala demuestra incrementos absolutos por grupos de complejidad cuando la misma debe ser exponencial o progresiva.
  • Históricamente se ha convenido que existen 23 grupos de complejidad, ahora bien, ¿cuál es el fundamento para llevar a 32 el número de grupos?
  • En las tarifas hasta el grupo VIII, en el que se encuentran la inmensa mayoría de los trabajadores de servicios, administrativos y los operarios, el incremento entre grupos (20 CUP) no estimula a elevar la calificación en lo más mínimo. Parece que no se conocen los precios de los productos en el mercado. El aumento de un grupo a otro significa una cajita de jugo al mes.
  • El salario mínimo no es de 400 pesos. Con las tasas aplicadas con vistas a la seguridad social este se convierte en 390 (15,6CUC) y el salario máximo en 3 158 pesos (126 CUC), lo que altera el diapasón de la escala. Las tasas aplicadas a los salarios con vistas al pago de la seguridad social deben eliminarse y las empresas asumir esta responsabilidad.
  • La metodología para evaluar la complejidad fue la misma utilizada en la Reforma 2005-2006, que carece de todo fundamento científico, así como los calificadores de esa época.
  • Los precios definidos por cada provincia traen como consecuencia que el salario real no sea igual en todo el país. La provincia La Habana, según la prensa, debe ostentar el menor salario real. Los precios deben regularse estatalmente teniendo en cuenta los gastos y los costos del producto.
  • La fluctuación hacia el sector no estatal y las empresas con capital extranjero seguirán siendo una atracción para los trabajadores, ya que el salario es más alto y, además, influye sicológicamente en la creencia de que la propiedad privada es mejor.
  • El incremento salarial se hizo sobre la base de las plantillas actuales determinadas con el jefe máximo de cada entidad sin que medie un estudio de organización del trabajo.
Hasta aquí algunas observaciones al inaudito y precipitado proceso de incremento salarial al sector presupuestario.
Observaciones finales acerca de los anunciados cambios para el próximo año
Para el año 2020 se anuncia la modificación de la resolución 6 para el sector empresarial y sobre esto queremos hacer las siguientes observaciones:
  • Estamos en el mes de septiembre y la reglamentación por cada empresa lleva tiempo por lo tanto alertamos sobre este particular,
  • Si el sistema de pago a destajo sigue siendo con normas elementales o con normas propuestas por la administración para provocar un incremento en los salarios, esto no tiene fundamentación alguna y la productividad se verá menguada,
  • Independientemente de los indicadores que sustenten el pago por resultados, si el plan está técnicamente bien hecho el aumento salarial será mínimo.
Evidentemente, durante los últimos cuatro decenios no se le ha prestado la más mínima atención a la organización y normación del trabajo. Las decisiones se han tomado caprichosamente, los cuadros centro y los especialistas a todos los niveles carecen de conocimientos sobre la materia, la preparación está ausente y no se realiza investigación alguna sobre el trabajo.
La anunciada Reforma General de Salarios resulta totalmente imprescindible ya que al nivel de los precios existentes en 1980 —que no son los actuales—, se requieren hoy, como mínimo, 2 125 pesos mensuales para vivir decentemente a estándares similares de 1980.
Es un error pensar que la Reforma se realiza en un mes, ya que requiere, como mínimo seis meses de preparación, en la que ceben participar los sindicatos, organismos, empresas y los trabajadores. Punto culminante en esta fase del trabajo están las metodologías para determinar la complejidad y los factores extracalificatorios, la aplicación de la Reforma General de Salarios, la cual permitiría que trabajos de igual calidad fuesen igualmente remunerados, se llevaría a cabo paulatina y selectivamente condicionada a la correcta organización y normación del trabajo y, como mínimo, incluiría, la normación técnica, ajuste de plantillas, etc.
Sobre el Plan Técnico Económico queremos destacar que no ha existido   una verdadera elaboración, sistematicidad y control. Lenin señaló que en última instancia el socialismo triunfaría por el incremento de la productividad del trabajo, sin embargo, esto no tiene hoy la más mínima atención.
El concepto de productividad no se tiene claro, los factores que tergiversan este indicador no se consideran, el cálculo para el plan es puramente burocrático, no se enumeran las medidas técnico organizativas que sustentan el nivel de productividad a alcanzar, no se discute con los trabajadores ni la productividad ni el plan antes de elevarse a niveles superiores.
Quiero terminar este artículo, resaltando  las palabras de nuestro invicto Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el I Congreso del Partido: “Ahora bien, ningún sistema en el socialismo puede sustituir la política, la ideología, la conciencia de la gente; porque los factores que determinan la eficiencia en la economía capitalista son otros que no pueden existir de ninguna manera en el socialismo, y sigue siendo un factor fundamental y decisivo el aspecto político, el aspecto ideológico y el aspecto moral”.
 La Habana. 19 de septiembre de 2019.
Nota del editor del blog: los subtítulos de cada sección fueron agregados por el editor del blog para facilitar la lectura del texto
NOTA SOBRE LOS AUTORES:
Lázaro González Rodríguez. Doctor en Ciencias Económicas y Profesor Titular Adjunto de la Universidad de La Habana. Miembro de Honor de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC). Desde 1961 hasta 1981 laboró en el Ministerio del Trabajo en la esfera de la organización del trabajo y los salarios, ocupando, entre otros cargos, los de Director de Salarios, Viceministro y Director fundador del Instituto Nacional para la Investigación Científica del Trabajo. En 1981 y hasta el año 2003 labora en el Ministerio de Industria Básica ocupando los cargos de Director Económico en la Unión de la Goma (1981-1984), Director de la Empresa de la Goma “Conrado Piña” (1985-2000) entidad laboratorio del MTSS y primera en aplicar el perfeccionamiento empresarial en el país. A partir de 2001 y hasta 2003 realiza actividades de asesoramiento en la esfera de la organización del trabajo y los salarios en el organismo central. Actualmente labora como consultor. Es presidente fundador de la Sociedad de Estudios del Trabajo de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC). Desde su fundación hasta 2009 fue miembro del Tribunal de Grado Científico de Economía Aplicada. Autor de varios de los libros más sobresalientes publicados en Cuba sobre cuestiones relativas a la organización científica del trabajo, los salarios, la productividad, y los estímulos materiales y morales.
Yaisel Roberto Pérez Romero. Ingeniero Industrial, especializado en la economía del trabajo y la dirección de empresas. Ha trabajado como Especialista principal en la Empresa de la Goma. Como coautor ha publicado el libro “La ciencia del trabajo en la actualización del modelo económico y social cubano”. Ha publicado como coautor diversos artículos sobre el salario la organización del trabajo y la dirección empresarial. Consultor. Se ha desempeñado como especialista en banca en la Oficina Central del Banco de Crédito y Comercio.

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