Guantánamo.–Los talleres de Muebles Imperio hicieron mutis en los horarios pico de estas jornadas de contingencia energética, pero la producción se mantiene en los mismos niveles y sin perder la excelencia que hace de la entidad una suministradora habitual de enseres de madera y tablero para los hoteles del país y las tiendas recaudadoras de divisas (TRD).
Inconvenientes aparte, a la referida unidad empresarial de base (UEB) guantanamera, perteneciente a la empresa Industria Cubana del Mueble (Dujo), la restricción de energía eléctrica le ayudó a descubrir reservas de productividad y eficiencia, inadvertidas en sus dos fábricas hasta hace unos días.
LECCIONES Y DESAFÍOS
Muebles Imperio ahorró un promedio diario de 275 kw/h, sin disminuir sus volúmenes productivos. «Convocamos a los trabajadores a aprovechar al máximo cada segundo de la jornada laboral; ahí está el resultado», explica Ángel Rodríguez Flores, director de la UEB.
En su opinión, la experiencia de mantener la vitalidad productiva pese a la limitación de electricidad favorece el de-sempeño de la industria guantanamera, que aspira a afianzarse como proveedora de muebles a los hoteles cubanos.
Aunque ha transcurrido más de una década desde que Muebles Imperio empezó a colocar sus piezas en las instalaciones turísticas del país, su reto mayor llegó en 2018: amueblar a Paradisus Los Cayos, moderno hotel cinco estrellas con más de 800 habitaciones, abierto en Cayo Santa María.
Según comentó Ángel Rodríguez, ellos nunca antes habían asumido el amueblamiento completo de una edificación hotelera de envergadura, «la exigencia es muy alta, pero el cliente quedó satisfecho, aunque fue necesario retocar el tapizado de algunos muebles».
Hoy –afirma el directivo– trabajamos a la misma vez en la confección de los muebles para dos grandes recintos turísticos: el Salina Noreste, también en Cayo Santa María, y el Albatros, en Guardalavaca.
Zapateras, closets, mesas de desayuno, sofás, respaldos de cama, conjuntos habitacionales, muebles para áreas exteriores y de piscinas, enseres que antes el país importaba se fabrican hoy en Guantánamo, y ocupan espacios en hoteles de Cuba.
A esa lista se unen las producciones destinadas a las TRD y otros organismos. Juegos de sala y de comedor, sillas, mesitas de centro, entre otras producciones. De los «rejuvenecidos» talleres de Muebles Imperio salen ofertas variadas y verdaderamente atractivas.
A TAL MÁQUINA TAL JOVEN
«Fíjese en este aparato –sugirió Alejandro Soto Agüero, especialista principal de mantenimiento–, es la espigadora nueva. La de más allá es una escopladora, y esta, de la derecha, una lijadora de banco».
Soto Agüero mostró, uno por uno, la variedad de equipos modernos adquiridos en los dos últimos años, a un monto que supera los 2 millones 400 000 cuc. En total suman 47 máquinas nuevas, en su mayoría operadas por jóvenes. Algunas, como la seccionadora de tableros, funcionan con programas informáticos.
Detrás de cada máquina hay un operario bien instruido. De los 150 trabajadores con vínculo directo a la producción, 36 son carpinteros ebanistas menores de 30 años, adiestrados aquí, ellos constituyen la más importante inversión de Muebles Imperio.
Un proceso productivo más eficiente y rentable, con producciones de mayor calidad, fruto de esa renovación, ha disparado el salario medio y la productividad por trabajador en los últimos 12 meses, periodo en el que las utilidades crecieron en cerca de un millón 150 000 pesos.
Para el año próximo, Muebles Imperio planea incrementar sus entregas a las TRD, y abastecer con más de 19 000 cunas a las unidades del comercio interior. Mientras, negocia el amueblamiento de instalaciones turísticas en construcción en varios polos de la Isla.
Hacia el futuro, la prestigiosa industria guantanamera pretende generar mediante paneles solares 172 mw/h cada año, es decir, cerca de la mitad de la energía que consumen sus fábricas. A ese propósito responde un proyecto que la hará menos vulnerable a coyunturas energéticas como la que vive el país.
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