Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

viernes, 22 de marzo de 2019

Intercambio entre Pedro Monreal, Julio Carranza y Humberto Perez


Estimados Benavides, Julio, y Humberto Pérez:

Me parecen muy buenos los textos de Benavides y de Julio, así como los comentarios de Humberto al trabajo de Nova. Han hecho precisiones de gran utilidad para abordar el tema. También son muy útiles los elementos que Humberto Herrera nos ha recordado sobre el reciente pasado del tema.

Hay algo sobre lo cual quizás sería útil reflexionar: ¿en qué fase del proceso de política pública se encuentra el país en estos momentos respecto a la unificación monetaria y cambiaria?

Tratar de responder esto pudiera ser un ejercicio interesante.

Dicho de manera rápida, hacia principios de 2014 se había logrado avanzar hasta la fase “decisión”. Se había seleccionado un curso de acción y se había transformado en normas. El proceso se detuvo y se regresó a una fase de formulación de políticas (identificación de variantes), que parece que todavía es la fase en la que estamos. Pero pudiera ser -eso no lo sabemos con certeza- que se hubiera llegado de nuevo a una fase de decisión sui generis, muy distinta a la de 2014, pues esta vez la decisión pudiera ser adoptar un curso de “no acción”.

En ese sentido pudieran hacerse cinco preguntas:

¿Es razonable pensar que pudiera hacerse un anuncio, en el corto plazo, sobre una decisión para implementar la unificación cambiaria en breve, sin contar con el sistema empresarial, de planificación, de precios y de salarios que se requiere para que una devaluación no conduzca a una situación peor que la actual?

¿Hasta que punto puede funcionar una combinación de devaluación de y creación simultánea de condiciones básicas (empresa, plan, precios, salarios) que hoy no están ni remotamente creadas?

¿Qué es lo que impide que esas condiciones que no se han creado hasta ahora, de pronto se abordas en al unísono en medio de un proceso tan desestabilizador como una devaluación? 

¿Qué datos y análisis necesitaría el gobierno que le dieran los especialistas para poder tomar una decisión para actuar?

¿Acaso estaríamos en una situación tal que no importaría lo que digan los datos y los análisis?

Creo que es muy difícil argumentar a favor de una devaluación si no se ponen en la mesa los estimados de incrementos de precios (o el costo del subsidio para no hacerlo, o el costo de los impactos negativos que saldrán por alguna parte del sistema económico si los precios internos no reflejan los precios internacionales), si no se estima (en un rango) la respuesta de capacidad de exportaciones y de importaciones frente a la devaluación, si no se estima con precisión aproximada el efecto de irrentabilidad sobre las empresas y si no se hacen estimados claros sobre el potencial desempleo y su efecto en la productividad y en el costo de los programas de compensación.

Sin ese tipo de datos, va a ser difícil tomar decisiones.

¿No van a modificarse los precios de una economía abierta si cambia sustancialmente el precio relativo más importante de la economía? ¿Puede responderse esa pregunta solamente a partir de suposiciones o solamente desde la teoría?

Creo que el asunto está claro. O nos movemos hacia un análisis mas “fino” sobre el asunto (con evidencia convincente), o los argumentos que podamos ofrecer no van a tener fuerza explicativa suficiente como para poder ser considerados por quienes deben tomar las decisiones.

Un abrazo,

Pedro
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Estimado Pedro:

A mi me parece muy razonable lo que dices, sin embargo supongo que si el interlocutor que buscamos es aquel (aquellos) que pueden tomar las decisiones concretas, estos seguramente cuentan con la información necesaria para hacer
los cálculos y responder a las pertinentes preguntas que tú has presentado .

Haciendo algunos comentarios a cada una de tus 5 puntos:

1-En mi opinión no sería razonable que se anuncie a corto plazo la unificación monetaria sin contar con el sistema empresarial, de planificación, de precios y de salarios que se requiere precisamente porque de esa manera desconectada la

devaluación podría conducir a una situación peor que la actual, pero la respuesta a eso no sería la no acción, si no el avance integral de la reforma, cuestión sobre la cual hemos insistido tanto, en artículo reciente yo hablaba de los principios de simultaneidad y secuencialidad que deben regir en la reforma.


2-Efectivamente esas condiciones no están ni remotamente creadas, pero tampoco parece que se está en el curso de su creación, lo cual me remite a lo que decía en el punto anterior .

3-Sobre el tercer punto, en mi opinión la clave está en la expresión “al unísono”, eso habría que discutirlo más en detalle y con datos, pero la devaluación no tiene que ser necesariamente al unísono, depende, puede ser inmediatamente antes de algunas medidas e inmediatamente después de otras y a la vez de otras, depende de la integralidad que exige la reforma. Pero aquí de nuevo algo en lo que creo estamos de acuerdo, no hacer nada o casi nada no sería la opción adecuada. No olvidar que estamos en presencia de una economía estancada, con bajos niveles de eficiencia y desplegando nuevas contradicciones de consecuencias desconocidas en un contexto internacional difícil. Yo pondría otras preguntas, acaso es posible recuperar el crecimiento y la eficiencia de la economía con una decisión de no acción?, lo dudo, acaso es sostenible una situación de estancamiento en el mediano plazo, también lo dudo.

4-Respecto a la cuarta pregunta se me ocurren algunos puntos, sin embargo es algo que básicamente deberían explicar los que deben tomar las decisiones. 


Sobre eso en estos debates se ha aportado bastante, o sea casi hasta dónde se puede sin todos los datos necesarios.

5-Y sobre la 5ta pregunta, tengo las mismas dudas, solo se me ocurre decir: ojalá que no!


Para avanzar en un análisis más fino como con total razón tú planteas serían necesario más datos de los disponibles, o no? Cómo presentar “los estimados (precisos) de incrementos de precios (o el costo del subsidio para no hacerlo, o el costo de los impactos negativos que saldrán por alguna parte del sistema económico si -como tú dices- los precios internos no reflejan los precios internacionales), si no se estima (en un rango) la respuesta de capacidad e exportaciones y de importaciones frente a la devaluación”, el desempleo potencial, los costo de los programas de compensación etc, etc, etc. Aquí vienen mas preguntas, están disponibles o es posible tener acceso a esos datos para hacer cálculos más precisos sin la participación directa en estos debates de los que los poseen?, difícil. Hay voluntad para ese diálogo?

Creo que en cualquier caso esto no descalifica ni hace inútil lo que “desde la teoría” se puede  contribuir, considero que a pesar de las posibles insuficiencias que por falta de información o de análisis más precisos puedan tener estos intercambios en los que ustedes han aportado tanto hay propuestas que se pueden argumentar y defender al menos en sus trazos más gruesos, también creo que estos análisis se pueden y se deben seguir profundizando. Pero de lo que creo estar convencido es de, más allá de cualquier dato adicional que no poseemos, que la necesidad del avance de una reforma integral es esencial y la unificación monetaria y cambiaria es parte de ella. 

Un abrazo
Julio Carranza

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Estimados compañeros,
Estoy al ciento por ciento de acuerdo con las respuestas de July a los planteamientos del compañero Pedro y a sus  valoraciones  de las razonables y pertinentes preguntas que este se hace y nos hace para ayudarnos a concluir lo más sensato en este momento acerca del tema que nos ocupa.
Solo quiero recordar que en las propuestas que hago en el artículo que escribí y se publicó en junio de 2018 titulado “Reforma monetaria y cambiaria con aumentos de salarios y pensiones”, se plantea y se deriva un cronograma de acciones que comprende, después de iniciado, un primer año por lo menos en que solo habría unificación monetaria sin aplicar aun la unificación cambiaria, que es la que generaría los posibles efectos y consecuencias vinculadas a las preguntas que hace Pedro.
En ese primer año (pudiera ser algo más) según  propongo se elaboraría la reforma de precios mayoristas y comenzaría a elaborarse la reforma salarial y se harían los cálculos y pronósticos de lo que deberá ocurrir en la práctica cuando se aplique la unificación cambiaria, los cuales se basarían en todos los datos que nosotros no tenemos pero que si tendrían los compañeros de los organismos y empresas implicados en hacer los estudios, análisis y pronósticos mencionados utilizando las técnicas de cálculo y las tecnologías adecuadas para ello.  A partir de los resultados obtenidos se harían las correcciones y adecuaciones pertinentes al programa de acción a ser aplicado a partir de los supuestos teóricos de mis propuestas, programa que ya incluiría sobre una base fundamentada y más confiable, los antídotos a ser utilizados para contrarrestar los efectos más riesgosos previsibles.
Durante ese primer periodo, a la vez, se podría comenzar a ejecutar la reforma empresarial propuesta, aunque no termine dentro del mismo y se podrían aplicar todas las propuestas relacionadas con el sector no estatal para lo cual solo hace falta la decisión política y la voluntad de llevarlas a vías de hecho.
Solo después de realizados estos estudios y adecuaciones, durante un año o más, es que se procedería a la aplicación de la unificación monetaria lo que deberá ocurrir al comienzo de un año-plan dado confeccionado y a ejecutar ya con los nuevos precios mayoristas, y se iniciaría el proceso de aumentos de salarios y pensiones y de aplicación gradual de la reforma salarial elaborada, así como se daría continuación a la implementación de la reforma empresarial emprendida y al perfeccionamiento de las medidas tomadas en relación con el sector no estatal y con la inversión extranjera.
Naturalmente que los compañeros que “estamos fuera del agua” no disponemos de la información y los datos necesarios para que nuestras propuestas puedan ir mas allá de lo que la lógica y el sentido común nos permiten, a partir de la preparación académica y experiencia práctica añeja que podamos tener y de los datos disponibles, que se insuficientes.
En lo que sí coincido con July es en que podemos sentirnos con razones suficientes para entender que el dilema está en hacer algo o no hacer nada ante una situación de atraso en la aplicación de los acuerdos tomados no solo evidente para todo el mundo sino reconocida por la alta dirección del país que ha llamado la atención sobre su importancia y urgencia.
Por nuestra parte solo nos está dado cumplir nuestro deber revolucionario y responder al llamado de Díaz Canel para que hagamos nuestros modestos aportes y puedan ser valorados y articulados, según se entienda, por los organismos superiores de decisión y, en la medida de lo posible, no solo proponer que hacer sino como hacerlo, de acuerdo a nuestras capacidades, experiencias y fuentes de información. .es lo que por mi parte he tratado y trato de hacer.
El compañero Barrera, en su artículo de enero de 2018 sobre la unificación monetaria y cambiaria, utilizó como exergo dos proverbios chinos a ser tenidos en cuenta por los organismos decisores en estos momentos, aun en las circunstancias actuales más complejas:
El viaje más largo comienza con el primer paso
Aquel que lo piensa mucho antes de dar un paso se pasará su vida completa en un solo pie
Fraternalmente,
Humberto Pérez
22 de marzo de 2019

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