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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

lunes, 16 de agosto de 2021

El síndrome de la parálisis por análisis

Por Alexis Codina Jimenez

Al parecer, el bloqueo y la burocracia son los chivos expiatorios, que pueden explicar (casi) todos los problemas que tenemos.

El bloqueo está bien documentado y sufrido durante muchos años. Además, nuestro vecino del Norte nos lo recuerda constantemente, con tres comportamientos típicos suyos: ensañamiento, cinismo y crueldad. El bloqueo es un factor externo, para combatirlo sólo podemos hacer dos cosas:

- HACIA AFUERA: Continuar denunciándolo en todos los foros, para revelar la hipocresía, el cinismo y la crueldad del Imperio, así como promover la más amplia solidaridad internacional con Cuba.

- HACIA ADENTRO: Asumirlo como un factor permanente del entorno en el que tenemos que movernos. No esperar ni la más mínima mejora; todo lo que “ofrezca” el Imperio tendría un costo muy alto. Hacer los cambios necesarios, darle más agilidad a la gestión del gobierno, liberarnos de dogmas y prejuicios ideológicos que nos tienen atascados en discusiones interminables.

Sobre la “burocracia”, algunos compañeros integrantes de comisiones asesoras de OACEs* consideran que un “buen ejemplo” es el proceso que se sigue en el análisis de documentos que, en síntesis, es el siguiente:

El OACE recibe un proyecto de los niveles superiores para que brinde criterios, cuando los tiene, devuelve el documento. Generalmente, el OACE vuelve a recibirlo con “observaciones” para que plantee sus valoraciones. Este “movimiento” puede repetirse, hasta un momento en que se detiene y se produce lo que llaman “un letargo”, en que los funcionarios y la comisión asesora le “pierden la pista” y no saben cuándo y cómo seguirá.

Una precisión. Burocracia es el aparato técnico-administrativo que maneja los procesos en las organizaciones, incluye a los profesionales y técnicos. Burocratismo es la enajenación de los procesos que, entre otras cosas, puede dilatarlos innecesariamente, generar trabas que los dificultan, etc.

Ambas cosas pueden estar presentes en el proceso de consulta. Pero lo que se describe se corresponde más con lo que los estudiosos de procesos gerenciales llaman “Parálisis por Análisis”, y señalan que es la principal causa de la indecisión en la gerencia.

Sucede cuando los decisores están más preocupados por lo que pueda ocurrir, con la decisión que tomen, que los beneficios de superar un problema o mejorar la situación. En pocas palabras, están más preocupados por las “amenazas” que interesados por las “oportunidades” que puedan aprovecharse.

Estudiosos de comportamientos gerenciales plantean que “asumir riesgos” es una práctica de líderes y directivos exitosos; es la mejor forma de combatir el temor al fracaso. “Nuestras dudas son traidoras y nos hacen perder lo que con frecuencia podríamos ganar, por el simple miedo de arriesgar”, dijo Shakespeare, según un especialista.

Sobreponerse al temor al fracaso y adoptar una disposición a asumir riesgos no puede limitarse a un “acto de fé y voluntad”, dicen especialistas. Esto puede apoyarse con la utilización de determinadas técnicas, entre las que se proponen:

- Establecer prioridades. Centrarse en las decisiones de mayor impacto, (el 20x80 de Pareto).

- Aplicar las medidas en forma escalonada, considerando la secuencia más conveniente para aplicarlas. (Fue lo que propusieron muchos compañeros para la aplicación del “reordenamiento”. Pero, no se hizo, la impresión es que se aplicó la “estrategia” de “métele campeón”, por la cercanía del VIII Congreso, en el que había que presentar más resultados en el cumplimiento de los Lineamientos).

- Estudiar las mejores experiencias, propias y ajenas. Analizar lo que hacen y cómo, los que han tenido éxito.

- Dividir un problema grande en pequeños problemas y adoptar decisiones que puedan facilitar la solución del “problemón” (El Co. Díaz-Canel se ha referido a esto, cuando exhorta a “arrancarle pedacitos al problema”).

- Generar la mayor cantidad posible de alternativas para enfrentar un problema.

- Evaluar cada alternativa desde diferentes ángulos (criterios), entre los que pueden estar: aporte a los objetivos, tiempo requerido, costo, duración de sus efectos, impacto en el entorno, nivel de riesgo o probabilidad de ocurrencia.

- Pensar en posibles cambios en el entorno en el futuro y preparar “planes de contingencia”, que respondan a la pregunta ¿Qué hacemos si sucede … ?

Estas técnicas y recomendaciones están orientadas, principalmente, a empresas y organizaciones, no a procesos macro-económicos o nacionales, aunque algunas pueden servirnos también para esos niveles.

Algunas de las decisiones que se han venido postergando, del VI y VII Congresos del Partido, ¿a qué obedece su postergación?. Hasta ahora no hemos recibido ninguna explicación; decir que “son muy complejas” no nos convence; diez años tienen que ser suficientes.

Siento que hemos perdido el “sentido de urgencia” que, los especialistas en Gerencia del Cambio, plantean que es lo primero que debe garantizarse cuando se quiere implantar un cambio.

Tengo la sensación de que nos hemos habituado a no valorar la importancia del factor tiempo. Un ejemplo reciente: se informó que había concluido el “experimento de las Cooperativas No Agropecuarias” que se inició hace 10 AÑOS, tanto como la investigación de un medicamento, o dos mandatos presidenciales en muchos países.

¿Cuántos años llevamos analizando y discutiendo lo de las MYPYMES?, todavía lo que tenemos es que “estamos preparando las regulaciones para que éstas nazcan con todas las condiciones creadas”. ¿Hacían falta tantos años para eso?

Soy de la opinión de que la máxima de “pensar como país” necesariamente debe considerar en mayor medida el factor tiempo en la realización de las transformaciones aprobadas. El retraso y lentitud en la implementación de los cambios, especialmente en la producción de alimentos, nos han hecho más difícil sortear la crisis sanitaria provocada por la COVID 19 y han creado una gran irritación en la población.

Nuestros enemigos han sido más efectivos que nosotros en identificar y aprovechar nuestras debilidades. Después de unas cuantas décadas y en uno de los momentos más difíciles de la economía, ahora nos enteramos de que podríamos comer algo de carne de res, sin haber importado vacas (que sepamos) ni haber resuelto la alimentación del ganado, que sale todos los días en la TV. ¿Qué estábamos esperando ?.

Otro “problemón”: El tema de la construcción de viviendas. Cada vez que nos viene encima un ciclón, buena parte de la población sufre por no tener una vivienda segura. La COVID 19 nos ha dado otra lección y es la elevada contagiosidad en localidades con alto nivel de hacinamiento. A eso podría añadirse el significado social de la vivienda para las parejas jóvenes. ¿Tenemos las condiciones para hallar una solución total, rápida e igual para todos los casos?. Evidentemente, no. En su lugar, el país necesita favorecer todas las variantes para que se construyan, paso a paso, tantas viviendas como la situación lo permita.

En 1982, último año de mi doctorado en la URSS, de donde copiamos y mantenemos (casi-casi igualito) el modelo de economía estatalizada, en una república del Báltico --a las que siempre dieron un tratamiento especial, Dios sabrá por qué-- conocí dos modalidades para dar solución al tema de la vivienda. La primera, un edificio de aptos., tipo condominio, construido por una cooperativa, con un fondo que aportaron todos los que lo ocupaban. La segunda, edificios de aptos. construídos por empresas estatales que se vendían en MLC y que, generalmente, financiaban emigrados, familiares de los ocupantes.

En 1985 fui a China (realmente me mandaron), al frente de una delegación, integrada por dos economistas más, para conocer las ideas y primeros pasos de la Reforma Económica que habían anunciado. Por razones que no es del caso comentar, nos dieron un tratamiento muy superior al nivel que realmente teníamos.

La primera conferencia nos la impartió un economista chino que, como decimos, “estaba fuera de liga”; lo mismo hablaba (en inglés, ruso o francés) de macroeconomía capitalista que de planificación socialista centralizada. Fue el Jefe de la delegación China que negoció con Robert McNamara, Presidente del FMI, la entrada de China en ese organismo.

Nos dijo que, durante años, pensaron que la pobreza era algo que los fortalecía como revolucionarios, que repudiaban la riqueza como un rasgo del capitalismo (algo de la filosofía de Mao, evidenciado en la Revolución Cultural, en que enviaron a los intelectuales al campo, para que se “formaran”), pero la realidad los convenció de que había sido un error de “izquierdismo”.

Nos dijo que, para convencerse de la necesidad de la Reforma, primero se hicieron las siguientes preguntas:

1-¿Cuáles son los problemas (necesidades) principales que tenemos que resolver?.

2-¿En cuántos años nos resulta imprescindible resolverlos, para que no se acumulen otros nuevos, ni la gente pierda la confianza en nosotros y llegue a sublevarse?

“Esto nos convenció de que el Estado no podía resolverlos todos en el tiempo necesario y decidimos separar el problema en varios pedacitos, para determinar con qué agente económico debíamos enfrentarlo: 1- el Estado, 2- la iniciativa privada, 3- entidades privado-estatales, 4-inversiones extranjeras (incluso los Chinos de Ultramar)”.

Le pregunté: “¿Y si no le van bien las cosas y se les va de la mano la descentralización?”.

Me respondió: “Rectificamos, ¿para qué tenemos un solo Partido?”.

Pienso que nosotros también tenemos que hacernos estas y quizás otras preguntas más. Es hora de que comprendamos que no podemos seguir soñando que el Estado lo va a poder resolver todo, por muchos deseos y buena voluntad que tengamos.

Es IMPOSIBLE, con bloqueo y sin bloqueo. Una población de poco más de 11 millones de habitantes, envejecida, no es un mercado atractivo para inversores extranjeros; además, con escasos recursos naturales, sin ahorro interno, ni créditos externos.

La economía no es una ciencia exacta, pero se resiste mucho a que quieran manejarla con voluntarismo.

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PD. Los interesados en profundizar sobre este tema, especialmente en el mundo empresarial, pueden consultar el artículo “La indecisión en la gerencia. El temor al fracaso”, que me publicaron en:


1 comentario:

  1. Este artículo es una muestra práctica de lo que es la burocracia, ha dado más de 10 vueltas al problema y ni siquiera alcanza a definirlo. Muestra algunos ejemplos de burocracia, pero pretende limitarla a la tecnocracia orgánica del sistema liberando de responsabilidad a los mayores responsables que son todos los que controlan el poder en nuestro país que en su conjunto constituyen la burocracia cubana, la enemiga del socialismo y del desarrollo económico, político y social de nuestro país.

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