CAMAGÜEY.- De madrugada les “amanece” a los vaqueros. No importa si es lunes, fin de semana, día feriado... Antes de que canten los gallos ya apartaron terneros, ataron las vacas paridas y se sientan con el banco de madera amarrado en la cintura a jalar las tetas del animal en incontables ocasiones; mientras, las gotas de sudor les refrescan las sienes y la espalda. Con ese compás mañoso llenan de leche espumosa los recipientes, que alimentarán a tantos desconocidos.
Es difícil imaginar cuántas manos y cuánto esfuerzo hicieron posible los 90 millones de litros que entregaron los ganaderos camagüeyanos a la Empresa de Productos Lácteos Camagüey (Emplac) en el 2018. Pero es más difícil aún entender cómo de los 14 millones 572 000 pesos cubanos convertibles (CUC) que generaron del 2013 a la fecha por el alimento que se destinó a las producciones en divisa, solo han podido cobrar 3 millones 266 000.
¿Y LA DIVISA PARA CUÁNDO?
Fotos: Archivo/ AdelanteFotos: Archivo/ Adelante
Dice Eliserio Rodríguez Cárdenas, presidente de la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Batalla de Las Guásimas, de Vertientes —una de las 11 que en Camagüey acopian anualmente más de un millón de litros— que lo vivido con los “dichosos” CUC es una pesadilla sufrida con los ojos abiertos.
“Nos citaron en la Emplac para hacer una conciliación del dinero que del 2015 al 2017 nos debían (más de 137 000 dólares). Allí plantearon que entre septiembre del 2018 y enero del 2019 nos pagarían el año 2015, ¡y nada! Lo que queremos es que nos hablen claro”, narró a Adelante en abril de este año. Cuatro meses después “el cuartico sigue igualito”.
La inquietud de Humberto Nieves Puig, presidente de la CCS Vitalio Acuña, de Camagüey, anda por el mismo camino, pero en peores circunstancias. “Antes nos otorgaban puntos para que los campesinos compraran en una tienda. Eso se eliminó y nadie ofreció muchas explicaciones. Reclamamos y en la empresa nos dijeron que no podíamos cobrar en pesos convertibles porque carecemos de cuenta en esa moneda. Además, el económico y el director de la empresa Triángulo 3 dijeron que ellos desconocen cuánto nos toca porque el Lácteo no les precisa qué suma corresponde a cada base productiva”.
Jorge Inclán Angulo, presidente de la CCS Abel Santamaría, otra de las “millonarias”, comparte esa preocupación, pues nunca su cooperativa ha podido contar con el dinero. Y falta que les hace, tanto para el fondo de desarrollo colectivo como para adquirir machetes, limas, botas de goma y otros recursos, deficitarios hoy e imprescindibles para su labor.
Mejor “suerte” parecen tener los asociados a la “Pedro Martínez Brito”, de Vertientes. Félix Hernández Mollinedo, el vicepresidente, asegura que ya los 6 000 de ellos están en la cuenta de la Empresa Agropecuaria del municipio. Ahora el problema es otro, acceder a los insumos con la mediación de los compradores. “Allí también se traban los mecanismos”, advirtió.
¿QUÉ DICE EL LÁCTEO?
No toda la leche lleva pago en divisa, confirmó Pedro Gómez Acevedo, jefe del departamento de Acopio de la Emplac. “Atendiendo a la resolución No. 52 del 2012, el alimento que en la industria tiene un destino en divisa y cumple con los parámetros de calidad, es el que se paga a 10 centavos el litro”.
“Desde julio del 2013 hasta julio del 2019 —señala Raúl Diez Pérez, jefe de Finanzas de dicha entidad—, se han generado por este concepto 14 millones 572 000 CUC, de ellos solo hemos pagado hasta la fecha 3 millones 266 000”.
“Todo el embrollo comienza —reconoce Alexis Gil Pérez, director de la empresa— porque el Lácteo no puede pagarles directamente a las cooperativas, sino a las entidades estatales que las representan. Las empresas agropecuarias tienen que hacer aquí la solicitud y entregar el contravalor (el equivalente en moneda nacional) para cobrar el dinero. Como muchas no lo han presentado hay adeudos muy grandes acumulados. El impago no aparece en las cuentas por cobrar o pagar porque es una compra de moneda. Hay empresas que acuden con regularidad como Triángulo 3, la Empresa Ganadera y la Empresa Agropecuaria Céspedes, pero otras nunca han venido”.
Raúl Diez puntualiza que en la medida en que esas instituciones reclaman el pago, se establece el convenio para concretarlo. “Si cuando lo solicitan no lo tenemos, nos ponemos de acuerdo y les avisamos para que vuelvan”. Es penoso que en varias ocasiones en la Emplac se han cancelado cheques porque las entidades los gestionan y no van a buscarlos. “No podemos pagar todo ese dinero al mismo tiempo, porque no lo tenemos. Este se genera a partir de las ventas; por eso insistimos tanto en no dejar acumular la deuda”.
Seis años después de su inicio, este procedimiento, por increíble que parezca, no está claro para los presidentes de las bases productivas, y menos para los guajiros. La incomunicación ha impedido que los afectados hagan más fuerza para cobrar lo que costó tanto sudor.
Cada mes, el Lácteo y la Delegación de la Agricultura concilian a punta de lápiz la divisa que a cada cooperativa corresponde. En la Emplac están las nóminas con el reporte desglosado por empresa. ¿Cómo es posible entonces que el director de la Agropecuaria Triángulo 3, Luis Enrique Curró Portieles, afirme a las que atiende y a la prensa que ellos no cuentan con mecanismos para saber qué por ciento de la leche el Lácteo utilizó para las producciones en CUC? ¿Cuál es el destino que ha tenido el dinero de los campesinos? ¿Cómo dar a cada cual lo que le corresponde?
La existencia de ese control la ratificó Reinaldo Martínez González, especialista de la delegación del Minag. “La información de cuánto corresponde a las CCS, CPA o UBPC, la empresa tiene que revisarla en la conciliación mensual con el Lácteo en cada territorio”.
ABSURDOS
El principal problema, a criterio de Jorge Luis Álvarez Valdés, jefe económico de la Delegación Provincial de la Agricultura, es que “las cooperativas agropecuarias no tienen aprobado abrir cuentas en CUC”, según la resolución No. 101, capítulo 4, artículo 22.
Esta limitación solo se mantiene para el sector cooperativo agropecuario, pues según establece el Banco Central de Cuba, en la Resolución No. 87/2014, las cooperativas no agropecuarias “podrán recibir pagos en pesos convertibles… El resto de las asociaciones… continuarán recibiendo los saldos en pesos cubanos”, léase las CCS, CPA, UBPC.
¿Cómo entender que las cooperativas no agropecuarias estén autorizadas a recibir pagos en CUC y las agropecuarias no, si estas últimas gestionan el 80 % de las tierras productivas del archipiélago y producen el 85 % de la comida en el país?
Alarma que esta necesidad-urgencia, en un sector que pide a gritos inversión y mejora en sus condiciones de trabajo, no se haya tenido en cuenta en el Decreto Ley No. 365 del 2019 y su reglamento complementario, el cual actualiza en un solo cuerpo legal los principios generales de las cooperativas.
Y en ese sentido nada parece que vaya a cambiar, pues según Idael Pérez Brito, vicetitular primero del Ministerio de la Agricultura, “la política actual es no abrir cuentas en CUC, porque el país va hacia la unificación monetaria”. Entonces, ¿la política no es la misma para todos los sectores? En lo que ocurre la unificación monetaria, ¿seguirá ese dinero sin llegar al productor o al fondo de desarrollo de la base productiva?
Aún son 11 millones 306 000 CUC en este limbo que aúpa el descontrol, la desinformación, los absurdos, la falta de respeto con el dinero ajeno. ¿Puede acaso la Agricultura camagüeyana darse el lujo de dejar de invertir tal dinero en medios de trabajo, en mejorar las vaquerías —muchas en condiciones rudimentarias—, en adquirir medios de transporte tan deficitarios en el sector campesino y cooperativo, o en maquinaria para la preparación de la tierra?
Urge hallar la salida de este tortuoso laberinto y que para nuestros ganaderos la divisa deje de ser un fantasma.
Comentario HHC: No me acuerdo exactamente, pero el tema de las cuentas por cobrar lleva años abordándose en todas las instancias del pais, al parecer no se resuelve. Esto es un ejemplo típico de que las regulaciones pueden contradecirse entre si según el sector de que se trate y todo parece o es un caos, y no es precisamente por el libre mercado, es nuestra burocracia que en ocasiones se ocupa mas de otras cosas, que de los los problemas esenciales del país.  Y eso que tenemos en los territorios Delegaciones de algunos ministerios, en especial de la Agricultura, además del Poder Popular, el PCC, la UJC, el Sindicato, bancos, abogados empresariales, el MININT, los CDR, las FMC, la prensa radial y escrita  etc. y nuestra propiedad social sobre los medios fundamentales de producción , donde  todos los actores directos e indirectos deben facilitar la coordinación en el objetivo de alcanzar el interés común , pero como se observa eso parece que no basta para nuestra planificación.

Por el Viceministro Primero de la Agricultura sabemos que estamos marchando hacia la unificación monetaria de  manera inminente,  aunque para otros sectores quizás no tengan esa misma percepción. Mientras es importante decir que en el 2018 importamos de productos lácteos 220.5 millones de dolares y en el 2017,  227.7  MMUSD, y  en el inter desestimulamos la producción de leche en el país. 

¿ Existirán contratos entre las partes ? ¿ El banco en los territorios darán crédito para cubrir deudas? ¿ Será el FMI el que autoriza en Cuba quien abre una cuenta o no en CUC? ¿ Sabemos que el sector agrícola emplea la mayor cantidad de trabajadores del pais ? ¿ Sabemos que ademas de la población hay 4.3 millones visitantes extranjeros previstos en este 2019 que consumen alimentos? ¿ Será esto un botón de muestra? ¿ Cómo estarán el resto de los sectores? ¿ O hay creadas liquidadoras para "limpiar saldos"