Francisco Alonso Arrastía
Juan J: Pérez Clavelo
INTRODUCCION
La Pequeña y Mediana Empresa (PYME) constituye hoy en día, en la mayoría de los países industrializados y en vías de desarrollo, una alternativa, complemento o efecto de los reajustes estructurales y de los nuevos enfoques, tanto en la esfera industrial como de los servicios y comercial, aunque por razones diferentes y con consecuencias y resultados diferentes también. Por tanto, no es un fenómeno casual ni realmente nuevo, como tampoco es una esfera que se ha venido desarrollando al margen de la concepción de la empresa en general y los problemas macro y microeconómicos:
Desde siempre ha existido PYME, y ha sufrido altibajos en los últimos 40 años. Si se ha estructurado y potenciado más en los últimos años es porque ofrece mejores posibilidades de adaptación ante los reajustes estructurales y económicos que se vienen sucediendo cada día, por su mayor dinamismo. Por otro lado, en un grupo importante de países ha sido respuesta a la segmentación del mercado moderno y a la marginalización provocada dicha segmentación. Es decir, la PYME es consustancial al desarrollo económico y las modificaciones estructurales de cada uno de los países, según las características particulares de cada uno de ellos.
En nuestro país, en los últimos tiempos ha habido presiones de todo tipo para la introducción y desarrollo de las PYME, vistas casi exclusivamente como forma de propiedad y, por tanto, como vía de desarrollo natural del trabajo por cuenta propia y de la cooperativa. Al respecto, es importante destacar que, voluntaria o involuntariamente, esta es una visión aunque válida, limitada, pues desconoce sus grandes posibilidades como forma organizativa de extraordinaria utilidad en las condiciones actuales y futuras de reorganización de las empresas en nuestro país.
Este tratamiento limitado no deber ser causa para ignorar o soslayar los rasgos cualitativos más sobresalientes de este tipo de organización y funcionamiento empresarial, que le impone una dinámica diferente a los procesos. Más aún en momentos en que es necesario profundizar en la reorganización empresarial, que no puede ser sólo de redimensionamiento de las capacidades.
Los principales expertos del tema en el mundo reconocen a esta forma organizativa una capacidad de innovación, adaptación, flexibilidad y dinamismo, así como eficacia y comunicación incomparablemente mayor a la de las empresas grandes, sobre todo, en los momentos actuales cuyo ritmo lo marcan las fuerzas del mercado, cada vez más competitivo y agresivo.
En nuestro entorno, para lograr un sistema empresarial eficiente tenga la necesaria capacidad de supervivencia y de desarrollo, es imprescindible elaborar los principios y concepción general de la empresa como tal, y como parte integrada de ésta, la las pequeñas y medianas empresas como nueva forma de organización y dirección de los procesos y de los colectivos laborales, así como de las relaciones estructurales y de gestión empresarial.
DESARROLLO
DE LAS PYME
DEFINICIONES Y CONCEPTOS
La definición, concepto y clasificación de la PYME tiene la característica de presentar una gran variabilidad de acuerdo a los diferentes países y regiones económicas. Tan es así que no hay una definición única y el concepto de PYME en algunos paises europeos y de América Latina difieren, aunque se utilizan básicamente en su definición los criterios de:
· Número de personas empleadas
·
Capital invertido
·
Cifra global de negocios
·
Utilidades
·
Valor agregado.
Una referencia de clasificación, según el tamaño, por el número de trabajadores, de un grupo de paísese desarrollados y de la CEPAL muestra no sólo que los conceptos son relativos sino que el desarrollo y los objetivos de las mismas difieren:
Empresas |
Países Desasrrollados |
CEPAL |
Micro |
1 a 10 |
1 a 5 |
Pequeñas |
11 a 99 |
6 a 30 |
Medias |
100 a 499 |
31 a 100 |
Grandes |
Más de 500 |
Más de 100 |
Sin embargo la O.I.T. y la Unidad Europea han tratado de sistematizar y de elaborar una definición propia. La definición de la OIT (1993), hace hincapié en la gestión contable como uno de los elementos principales de diferenciación entre las PYME del sector estructurado y del sector no estructurado o informal.
Define las unidades del sector no estructurado como: Integrantes del sector de negocios domésticos, empresas no constituidas en sociedades, o empresas de hogares que funcionan en pequeña escala, con una organización rudimentaria, poca o ninguna distinción entre trabajo y capital, y las relaciones de empleo, cuando existen, no se basan en acuerdos contractuales.
Los elementos diferenciadores del sector estructurado y no estructurado, según la OIT (1993), son:
1. Si está o no constituida en sociedad de algún tipo (con responsabilidad limitada o ilimitada).
2. Si lleva o no una contabilidad completa por escrito.
3. Si el tamaño está por encima o no de un mínimo, que presupone cierto grado de organización y estructura estable.
4. Si está o no registrada de conformidad con la legislación o lo que se aplica a establecimientos fabriles o de servicios.
De manera que una PYME puede ser del sector estructurado o no estructurado, en tanto es mas empresa individual o más empresa societaria. La empresa individual se dirige y gestiona exclusivamente por la propia fuerza de trabajo y capacidad financiera. En tanto la empresa societaria se registra, se constituye jurídicamente y lleva contabilidad escrita.
La Unión Europea centra la atención en el sector estructurado y define como PYME industriales:
. Pequeña Hasta 50 personas y hasta 7,5 millones de ECU y patrimonio inferior a 2 millones de ECU
. Medianas Hasta 250 personas y hasta 20 millones de ECU y patrimonio inferior a 10 millones de ECU.
La PYME comercial o de servicio la define como:
. Pequeña Hasta 20 personas y hasta 1,9 millones de ECU y patrimonio de 0,7 millones de ECU
. Medianas Hasta 50 personas y hasta 7,5 millones de ECU y patrimonio de 3,7 millones de ECU
También establece que no pueden ser propiedad de otras empresas mas grandes en mas de un cuarto de su capital.
El valor de las ayudas puede llegar hasta un máximo de 37,5% y 30% respectivamente de las inversiones, las que se encuentran en áreas de prioridad uno; 20% y 10% para áreas de prioridad dos; y 10% y 7,5% para otras áreas.
¨ Los criterios o parámetros que se utilizan de manera flexible para establecer las áreas de prioridad se relacionan con:
· Sector de la actividad
·
Característica de la producción
·
Zona de ubicación
Las subvenciones pueden cubrir hasta el 30% de los gastos y fundamentalmente tienen por objeto:
·
Adquisición de bienes, instrumentales y de
tecnología
·
Adquisición de materias primas y productos semi
acabados
·
Creación de centros de servicios comunes
·
Creación de sellos de calidad
·
Promoción
·
Gestión de contabilidad
·
Servicios de consultoría
· Establecimiento de programas de control de costo
¨
El ámbito de
actuación más frecuente de la PYME es:
· Producciones muy especializadas como subcontratistas de la gran empresa
·
Producciones cortas y flexibles
·
Elaboración de productos semi acabados o partes para
la gran empresa
·
Producciones con carácter artesanal
Aunque los datos de América Latina son de la década del 80, se puede observar que los criterios que se utilizaron en el primer período también son cuantitativos, de número de personas empleadas, y en algunos casos se incluyen los cualitativos. De manera que no refleja el estado de desarrollo del país, si no se recurre a otras informaciones.
Obsérvese los casos de México, Panamá, Costa Rica, y Argentina.
País |
Micro |
Pequeña |
Mediana |
México |
3
(Prom) |
11
(Prom) |
57
(Prom) |
Panamá |
- |
de
5 a 30 |
- |
Costa
Rica |
- |
de
5 a 20 |
de
21 a 70 |
Argentina |
- |
de
1 a 25 |
de
26 a 200 |
En el itsmo Centroamericano la PYME estuvo asociada primeramente a la artesanía y en los momentos actuales, fundamentalmente a la manufactura. La modernización de la empresa en América Latina no ha alcanzado a todos por igual y ha creado una heterogeneidad estructural que ha traido como consecuencia una gran diferenciación entre las empresas. Ha generado yconcentrado el progreso técnico y tecnológico en unas, que a su vez ha provocado la marginalidad de otras. Las empresas marginales no resisten el empuje del sector estructurado y pasan a engrosar el sector informal en forma de PYME.
Aunque esta situación se ha tratado de mejorar en los últimos años, protegiendo y desarrollando vías para mejorar la PYME, dicha situación no ha variado sustancialmente, y esta sigue siendo carácteristica del sector no estructurado o informal. Así lo refleja la estructura del empleo no agrícola en la siguiente tabla
CONCEPTO |
1990 |
1994 |
Sector informal |
52.1 |
55.7 |
Trab. Cta. Propia |
24.8 |
26.8 |
Pequeña Empresa |
20.5 |
22.5 |
Serv. Domésticos |
6.8 |
6.4 |
|
|
|
Sector formal |
47.9 |
44.3 |
Sector Público |
15.5 |
13.6 |
Gran empresa |
32.4 |
30.7 |
EXPERIENCIAS Y VALORACION CRITICA
Los cambios tecnológicos y la reestructuración industrial de los países desarrollados en las décadas del 60 y 70 , y la modernización de las estructuras del Estado, son el marco del repunte de la PYME. Este podemos considerarlo como el primer período de la historia reciente. El segundo período también se identifica con los reajustes económicos de la década del 90. Es en esos momentos em que comienzan a resaltar más las diferencias de las PYME en los países desarrollados y en vías de desarrollo.
· La agudización de la crisis económica, no sólo en lugares como la América Latina, sino en la propia Europa, particularmente España, pone de manifiesto que a la par de su finalidad primordial que es la de generar empleo e ingresos para la mayor parte de la población económicamente activa, su posición es muy precaria y efímera, por cuanto carece de la capacidad de supervivencia por falta de modernización gerencial y técnica, que le es además difícil de adquirir, y no sólo a ésta sino a la gran industria y a la gran empresa en estos países.
· Las perspectivas de la PYME de acuerdo a los escenarios actuales y los problemas que confrontan, en criterio de expertos, dependen no ya de la respuesta específica de cada una en cada lugar y país, sino de la concepción y objetivos de la empresa en cada país, y desde luego, de la situación económica y las políticas económicas y sociales de esos países. En consecuencia del nivel de integración o complementariedad de la PYME y su participación activa en la economía..
La PYME representa, no cabe dudas, intereses para las inversiones de capital y para el empleo, en tanto en cuanto la gran empresa se ha modernizado, desconcentrado, y se ha convertido en la empresa ágil y competitiva. Tan es así que representa más del 90% de las empresas industriales en el conjunto de los países del OCDE, y en América Latina más del 95%, aunque la mayoría esta ubicada dentro de la economía no estructurada.
También se ha convertido ciertamente en oportunidad de empleo, aunque precario y temporal, en otras palabras constituye un verdadero subempleo, conformando una nueva clase que se ha venido denominando como "infraclase", es decir, personas sin acceso al mercado de trabajo y sin protección del Estado; un nuevo fenómeno consustancial al reajuste económico de buena parte de los países capitalistas no desarrollados, y en algunos desarrollados también.
Las ventajas principales que se pueden distinguir y que le ha permitido desarrollarse, insistimos, no sobre la gran empresa sino en paralelo, son:
1. Agilidad y flexibilidad de funcionamiento que le da la capacidad de reacción necesaria, siempre y cuando se haya sumado a la modernización gerencial y técnica.
2. Directivos con alto nivel técnico consustancial con lo anterior.
3. Mayor adecuación para la competencia local, por la posibilidad de contacto continuo con los clientes y la ubicación local.
4.
Mayor
vinculación y participación del trabajador a sus actividades.
Los inconvenientes principales, además de las ventajas que son relativas, son:
1. Presiones de la gran empresa.
2. Financiamiento insuficiente.
3. Difícil acceso a créditos.
4. Poca información del mercado y contracción del mismo.
5. Mayor costo para la formación.
6. Imposibilidad de hacer series de fabricación, por lo que es difícil bajar los costos unitarios.
7. Difícil alcance
de los parámetros de calidad para la exportación.
Los inconvenientes tratan de superarse haciendo de subcontratistas para la gran empresa o haciendo acciones de colaboración entre las PYME. Algunos autores consideran que una política empresarial y fiscal adecuada, así como información suficiente pudieran eliminar buena parte de esatos inconvenientes..
Como puede apreciarse, la situación de las PYME varía de país en pais, de ascuerdo con sus particularidades económicas y sociales, tratando de paliar la situación aguda en el empleo, transformándose en fuente de ingresos o desarrollándose como parte de los nuevos modelos y formas de organización empresarial. Allí donde la econmía es débil y donde difícilmente se ha introducido la filosofía de la empresa moderna, presenta muchos problemas y su existencia es temporal. En otros países, donde hay una integración y cohesión económica, ésta forma de organización empresarial ha tenido grandes éxitos.
LA
PYME EN CUBA
Para comprender el escenario actual, resulta importante recordar las características fundamentales y generales del desarrollo económico, industrial y empresarial en Cuba.
En la década del 50, a la luz de la escasa influencia del desarrollismo y la industrialización en el país, apenas la industria azucarera y algunas otras empresas podían considerarse como grandes, con posibilidades de aprovechar las ventajas de las economías de escala, mientras la gran mayoría de las empresas satisfacía la pequeña demanda de un consumo interno limitado. Es importante tener presente que la situación de las empresas en la época prerevolucionaria era de bajo nivel técnico y tecnológico, baja productividad y bajos salarios; como ha ocurrido en otros países de América Latina con las PYME, guardando las distancias en el tiempo.
En las Tablas que aparecen a
continuación puede verse las situaciones entre 1945 y 1954 del tamaño de la
industria no azucarera, en cuyo lapso de tiempo el promedio de obreros por
empresas va disminuyendo, y a mediados de la década del 50, ya más del 80% de
las empresas laboran con una media inferior a la de 1945.
Situación 1945.
No. de Emp. |
% total. de las Empresas |
No. total de obreros. |
Valor medio por Emp. |
No. de obrero/Emp. |
1870 |
64.26 |
54007 |
$107.278 |
28.8 |
Fuente: Julian Alienes en “La caracterización de la
economía cubana”, 1950.
Situación 1954.
No. de obreros. |
No. de Emp. |
% del total. |
Hasta 5. |
830 |
45.1 |
6-10 |
333 |
18.2 |
11-20 |
320 |
17.3 |
21-100 |
250 |
13.6 |
101-250 |
67 |
3.6 |
251-500 |
26 |
1.4 |
más de 500 |
14 |
0.8 |
TOTAL: |
1840 |
100.0 |
Fuente: Oscar Pino Santos en “El imperialismo
norteamericano en la economía de Cuba”, 1973.
La creación de empresas grandes (y consecuentemente de establecimientos, fábricas, talleres, unidades) en la década del 60, pero sobre todo a partir de los 70, fue una reacción ante el subdesarrollo de la etapa prerevolucionaria..Más claramente, la empresa grande no surgió por casualidad. La inclinación hacia la gran empresa (establecimiento, fábrica, taller, unidad) fue parte de la política organizativa empresarial que comenzó a establecerse con el primer gran proceso inversionista de la década del 60, y ratificada sucesivamente en las décadas posteriores.
Si en ese entonces era necesaria para dar respuesta a las necesidades y estructura de la producción y del mercado (interno y externo), hoy día parece bastante dudosa. Lo cierto es que las economías de escala llevadas a cabo con una tipología de empresa, según los preceptos establecidos, no dieron los resultados esperados, ya que no se logró ni la satisfacción plena del mercado en crecimiento, ni el incremento de las exportaciones, y mucho menos los costos que suponía esta práctica. Por tanto, la política empresarial, y sobre todo del sector industria, respondió a intenciones y buenos deseos, pero no a resaultados económico-productivos concretos.
Situación 1962.
No. Trabajadores |
No. Empresas |
% del total |
Hasta 5 |
97 |
8 |
De 6 a 10 |
102 |
9 |
De 11 a 25 |
259 |
22 |
26 a 100 |
532 |
44 |
101 a 250 |
140 |
12 |
251 a500 |
43 |
3 |
Más de 500 |
25 |
2 |
Fuente: Ministerio de
Industrias. Dirección de Trabajo y Salario.1962
Asi, mientras en el mundo, en la década del 70, la evolución de la técnica y de las tecnologías de organización y de dirección por un lado, y por otro, la situación del mercado, del comercio y la disposición de las inversiones de capital creaban la tendencia a la diversificación, en nuestro país, que tenía gran demanda insatisfecha, aparte los criterios exportadores o de abastecedores en el marco de una integración económica, se siguió empleando el gigantismo de la empresa revolucionaria.
Se fue imponiendo, cada vez con mayor fuerza, a medida que crecían las inversiones, la idea de que lo grande ofrece más ventajas para producciones y mercados masivos, en cuya realización participaban, también masivamente, los trabajadores (entiéndase densidad de empleo), con la idea que era más conveniente para la dirección de hombres y procesos.
Esta concepción se reforzaba con problemas provenientes desde el propio momento de la creación de la empresa, “pues resulta muy difícil que funcionen con pocos trabajadores, debido a la carga fija que representa un amplio grupo de tareas implantadas en ella”[1]. Prueba de ello es la situación que presentaba el tamaño de nuestras empresas en la década del 80, como se muestra en la siguiente. tabla:
Situación de 1981
Número Trabajadores |
% Total Emp. |
% Total trabajadores |
hasta 1000 trabajadores |
64 |
46 |
más de 1000 trabajadores |
36 |
54 |
Fuente: INICT “Diagnóstico nacional de Trabajo por
turnos”. 1981.
Situación de 1988
Total trabajadores |
Cantidad de Emp. |
% |
hasta 250 |
106 |
12.7 |
251-500 |
171 |
20.5 |
501-750 |
146 |
17.4 |
751-1000 |
89 |
10.6 |
más de 1000 |
324 |
38.8 |
TOTAL: |
836 |
100.0 |
Producción Mercantil |
|
|
hasta $ 1MM |
35 |
6.2 |
1-15 $ MM |
606 |
74.8 |
15-30 $ MM |
87 |
12.9 |
más de 30 $ MM |
34 |
6.1 |
TOTAL: |
836 |
100.0 |
Fuebte: CEE Anuario Estadístico 1988
Si se tiene en cuenta la clasificación de la CEPAL, prácticamente todas nuestras empresas son grandes, y por la de los países desarrollados, el 67% del total caería automáticamente dentro del rango superior. Mientras en esos países la gran empresa apenas llega al 30%, y empresas de más de 1000 trabajadores a un 18% en comparación con el 38.8% en nuestro caso.
Una muestra de 60 empresas distribuidas en tres grupos de 20 según sus dimensiones, con promedio en cada rango de 334, 871 y 3 753 trabajadores respectivamente, obtuvo los siguientes indicadores de eficiencia:
Indicadores por rangos |
1986 |
1990 |
Costo/peso de producción |
|
|
Inferior |
0.86 |
0.90 |
Medio |
0.91 |
0.96 |
Superior |
1.07 |
1.07 |
Rendimiento de activo
fijos |
|
|
Inferior |
4.25 |
2.83 |
Medio |
2.56 |
1.26 |
Superior |
2.26 |
1.42 |
Productividad |
|
|
Inferior |
18.26 |
15.10 |
Medio |
10.89 |
9.42 |
Superior |
14.32 |
12.16 |
Fuente CEE$ Anuario
Estadístico. 1988
Como resultado del gigantismo a nivel macreoeconómico “se obtiene la no recuperación de lo invertido, la incosteabilidad generalizada y la conversión del objetivo en una verdadera carga para la economía”
La conclusión a que se arriba es que, en general a mayor tamaño le corresponde una menor eficiencia. Pero, aunque el criterio numérico es importante y hay que tenerlo en cuenta, en nuestra situación actual se trata esencialmente de llegar a criterios cualitativos, a partir de la adopción de nuevos criterios y conceptos organizativos, que realmente diferencie y distinga la necesaria multiplicidad de tipos de empresas.
Hasta el presente no se ha producido una reorganización generalizada de nuestra empresa, que incluya sus funciones, procesos, relaciones y sobre todo del modo de trabajar, y por tanto la mayoría de ellas no funciona con los paràmetros ni concepciones de la empresa de los 90, ni tan siquiera de la de los 70. Nuestra gran empresa tampoco funciona (como se pudiera suponer por alguien ajeno a nuestra realidad) como la gran empresa en países desarrollados, ni la pequeña empresa es la de esos países, aunque tampoco es la de los subdesarrollados.
Esto se puede hacer extensivo hoy día, también a las empresas de “nuevo tipo” o de la economía emergente, que si en un primer momento se guardaron del sobredimensionamiento, poco a poco van por el mismo camino. De manera que hoy ya podemos encontrar Corporaciones y Asociaciones que son prácticamente Ministerios y sus Empresas que vuelven con grandes aparatos administrativos, talleres y unidades de servicio sobredimensionadas .
Ello se debe a que, con el propósito de garantizar su producto final, las empresas siguen asumiendo n otras funciones colaterales, como suelen ser la producción y recuperación de piezas, la transportación de sus insumos y sus productos, etc. En la práctica esto puede conspirar contra su eficiencia y competitividad, pues esas funciones colaterales se ejecutan buscando su autosuficiencia como paliativo a las deficiencias de la cooperación interempresarial. más que una verdadera eficiencia en esas actividades.
Es por eso que resulta de
gran importancia (re)definir la tipología y formas de funcionamiento de nuestra
empresa, de cualquier sector y tipo, para llevar a cabo con eficiencia el
proceso de redimensionamiento empresarial. Por ello, sin un verdadero cambio en la concepción organizativa de la empresa, el
proceso actual de redimensionamiento no tendría mayor efecto, y al poco tiempo
se volvería al sobredimensionamiento de la empresa. No se trata de anteponer lo conceptual a la
práctica, sino que difícilmente se podrán concretar propuestas correctas, sin
la necesaria claridad de qué se quiere y cómo se quiere.
A los problemas tecnológicos, organizativos, de recursos humanos y de dirección, se han venido sumando en el último tiempo los nuevos problemas de financiamiento y de mercado.
Los llamados factores restrictivos actuales de "tecnología, capital y mercado" con la reestructuración económica e industrial, deben superar las debilidades de los comportamientos organizacionales, para tener mayor capacidad de reacción, asimilación y respuesta necesarias.
De manera que nuestro escenario actual está conformado por: la contracción en los niveles de producción, el estancamiento en la creación de puestos de trabajo nuevos, la disminución de las inversiones y decrecimiento de las capacidades productivas en nuevas actividades, bienes de capital en su mayoría poco o no competitivos a nivel internacional, todo lo cual hace imprescindible realizar de manera paulatina y gradual la reestructuración económica.
Hoy, como parte del proceso de reorganización de nuestra empresa, es necesario entender que si esta es más una dimensión económica (donde se conjugan los factores humanos, materiales y financieros, organizados y coordinados con el objetivo de obtener bienes o servicios planificados o solicitados por el mercado, así como el máximo de beneficios posibles) y el establecimiento, fábrica, taller o unidad son más dimensiones o conceptos técnicos más que económicos, mediante los cuales opera la empresa, es porque ambas dimensiones no se hasn articulado adecuadamente.
Sin embargo, el proceso de perfeccionamiento empresarial no se ha detenido en los últimos tiempos, centrándose en el redimensionamiento de las capaciades productivas, lo uqe ha dado lugar al inicio de una tendencia a la reducción cuantitativa del tamaño de las empresas. Ello se refleja en las tablas que aparecen a continuación.
Distribución
de las Empresas Estatales por Número de Trabajadores (%)
Subordinación Nacional
Año |
De 1-200 |
201-500 |
501-1000 |
Más de 1000 |
1993 |
8.5 |
21.5 |
22.4 |
47.5 |
1995 |
20.1 |
28.4 |
25.4 |
26.0 |
Subordinación Local
|
|
|||
Año |
De 1-200 |
201-500 |
501-1000 |
Más de 1000 |
1993 |
11-9 |
32.0 |
31.7 |
24.4 |
1995 |
17.0 |
37.5 |
24.6 |
20.9 |
Como puede observarse, en breve tiempo se ha producido un crecimiento considerable de las empresas de subordinación nacional que han reducido su tamaño, mientras que las empresas de subordinación local, contradictoriamente, reflejan cambios cuantitativos muy inferiores, manteniendo prácticamente el mismo tamaño. lo que es paradójico con el comportamiento que debían presentar, ya que por sus características propias debían mostrar una mayor tendencia hacia su reducción.
No obstante el esfuerzo realizado, en los rangos superiores de más de 500 trabajadores se encuentra más del 50% de las empresas de subordinación nacional y más del 45% de las empresas de subordinación local.
Por todo ello, es importante definir el papel que le corresponde a la PYME en el contexto de la estrategia de reestructuración económica y empresarial, de modernización empres<rial y de gestión.
La PYME debe significar prioritariamente fortalecer la empresa estatal, y abrir un espacio mayor para el establecimiento de otro tipo de empresa, incluso otro tipo de propiedad, de acuerdo con la diversificación de los actores en nuestra economía.. Más claramente, debe significar fortalecer el sector estructurado, sin desestimar ni desestimular el potencial de la Empresa Cooperativa y Privada ni del Trabajo por Cuenta Propia, que pudiera identificarse con la microempresa..
En los momentos actuales con la nueva regulación se establece prácticamente la base que permite el desarrollo paulatino del Cuenta Propia en microempresas del sector estructurado con la ayuda de trabajo familiar. Sin embargo, subsisten limitaciones que le permitan su integración a la economía nacional.
Se trata de enfocar el problema integrando y articulando estas modalidades a la economía nacional, en la cual la empresa estatal tenga la capacidad de asimilación de estas nuevas formas.
En estas condiciones la PYME debe representar un instrumento de aplicación selectivo y dirigido para llevar a cabo el redimensionamiento y la reorganización empresarial. Es una alternativa para salir de la hipertrofia empresarial que tenemos. Su ventaja principal se basa en la organización y estructura de sus proporciones, que le permite una capacidad de adaptación a las necesidades del medio, incomparablemente mayor que a las empresas grandes.
Como parte de la reorganización empresarial, que implica una nueve gestión, es importante realizar análisis cualitativos para arribar a decisiones en cada caso concreto. Se trata de decidir casuísticamente si es más conveniente simplificar los procesos a sólo la fabricación, lo cual implica un menor número de trabajadores y elevar la productividad, o por el contrario, conviene integrar horizontalmente los procesos de fabricación, servicios y comercialización, lo cual puede implicar mayor número de trabajadores, si no se efectúa un redimensionamiento de las capacidades productivas.
De manera que la reorganización empresarial debe pasar necesariamente por una mayor operacionalidad de la empresa. Es decir, de sus partes organizativas. y de separar en caso necesario, las actividades básicas de las colaterales. La falta de operatividad constituye un freno a la implantación de la PYME.
No se trata de que por el proceso de redimensionamiento solamente se reduzca el rango superior, de más de 500 trabajadores por ejemplo en un 30-40%. Se trata de que la condición para producir el redimensionamiento debe ser la adopción práctica de criterios y concepciones de los modelos organizativos realmente nuevos, para una nueva empresa, que actúe bajo una nueva dirección y con una nueva gestión empresarial.
En la esfera de la dirección y la organización, más que reducir los eslabones administrativos de dirección, se debe de sustituir la dirección administrativa por la dirección económica. Esto implica cambios cuantitativos y cualitativos de los niveles jerárquicos, puesto que deben cambiar las atribuciones y responsabilidades de los distintos niveles, en la dirección y la gestión de las empresas, y trabajar no sólo las estructuras organizativas sino también una organización diferente de los procesos..
Evidentemente habría que reformular el papel de los organismos centrales en relación a las empresas de su competencia, puesto que con autogestión descentralizada, o una descentralización regulada, que brinde mayor autonomía a la empresa, no se podrían ejercer funciones y facultades como hoy día en todo lo relativo a normas, procedimientos y principios metodológicos; de investigación y experimento; la planificación y la asignación de recursos.
Un papel preponderante debería corresponderle a la empresa en lo relacionado con la adquisición de sus capacidades para el desarrollo de los productos, el perfeccionamiento de estos, y las implicaciones que ello tiene para los procesos y su organización; en su capacidad para adquirir la calidad necesaria, en el diseño del producto; en la adquisición e implantación de los sistemas de telecomunicaciones y transportes tan vitales para una empresa hoy día. Todos estos factores influyen y deciden en la competitividad de la empresa.
Las funciones asociadas con el producto, con el mercado, con los servicios, con el desarrollo e investigación, hoy dìa tan relacionados con el costo y la gestión empresarial, no pueden estar alejadas las decisiones de la empresa.
Por lo tanto, nuestra empresa tiene la urgente necesidad de ser: más pequeña y con mayor autonomía, con menos niveles jerárquicos, y con la actividad económico-financiera descentralizada, que permita un control más eficiente del hecho económico, dotada de personal competente y comprometido, orientada a la diferenciación y calidad de sus productos, y más receptiva a las innovaciones.
La concepción organizativa empresarial más efectiva pasa también por el sistema de control y la responsabilidad de cada unidad organizativa. Si desde hace años se reconoce que uno de los principales problemas es el descontrol económico, no precisamente por falta de diseño técnico, es porque en el gigantismo existente y la dirección verticalista, se perdió el concepto de autoresponsabilidad, que debe ser restablecido sin falta.
¨ De manera que nuestro escenario actual está conformado por: la contracción en los niveles de producción, el estancamiento en la creación de puestos de trabajo nuevos, la disminución de las inversiones y decrecimiento de las capacidades productivas en nuevas actividades, bienes de capital en su mayoría poco o no competitivos a nivel internacional, todo lo cual hace imprescindible realizar de manera paulatina y gradual la reestructuración económica.
¨
Los llamados factores restrictivos actuales de "tecnología, capital y mercado"
con la reestructuración económica e industrial, deben superar las debilidades
macroeconómicas, para tener mayor capacidad de reacción, asimilación y
respuesta necesarias.
Como parte integral de este
proceso, es posible y necesario considerar la ubicación de la PYME, en un plan
coherente como parte de un enfoque estructural macroeconómico, que les
posibilite crear y mantener un espacio económico y social.
¨ Dos justificaciones de orden social tienen la PYME para nosotros: mayor adaptabilidad para absorber mano de obra y crear puestos de trabajo de bajo costo; y brinda una base útil para el desarrollo de recursos comunitario y regionales, que posibilita un aumento de la oferta de productos.
¨ Tres justificaciones de orden económico: utilización mas eficaz del capital disponible; movilidad de utilización de capital escaso creado a partir de la promulgación de medidas recientes; la producción de bienes y servicios a partir fundamentalmente de insumos nacionales, concepto éste básico para la definición de una política y su consiguiente instrumentación que no redunde en el incremento de nuestra dependencia externa de insumos productivos, con el propósito de no repetir una experiencia negativa del proceso inversionista anterior y el completamiento de las actividades industriales mas complejas.
Para la creación de la PYME de acuerdo a las características de nuestro proceso actual y las medidas que se vienen aplicando, y teniendo muy en cuenta los principios ideológicos fundamentales, así como de las políticas social y económica del país, y la imperiosa necesidad de alcanzar niveles de eficiencia y eficacia que hagan de nuestro sector productivo un sector competitivo, es conveniente y factible pensar y desarrollar tres tipos o modalidad de PYME, en donde la Modalidad 1 debe ocupar el mayor espacio y de mayor importancia en estos momentos:
Modalidad 1: PYME estatal (Sector estructurado, como vía para la descentralización y desconcentración de la gran empresa).
Modalidad 2: PYME cooperativas (u otro tipo de asociación para el sector estructurado).
Modalidad 3: Microempresas o pequeñas empresas (sector no estructurado, empresa individual o privada a partir del cuenta propia).
¨ Las condiciones necesarias para la creación, introducción y desarrollo del sector de la PYME son prácticamente las mismas que las que se necesitan en la actualidad para que sigan existiendo y perfeccionándose en otros países, pero con un agravante en relación sobre todo a los países desarrollados: nuestra eficiencia empresarial.
¨
Ni se trata de cliché de moda, porque de moda
estaban años atrás, ni de hiperbolizar su importancia y pensar que las
experiencias altamente positivas casuísticas, por el mero hecho de introducirse
en la práctica, van a generar resultados espectaculares y a corto plazo.
¨ Las adecuaciones que actualmente habría que comenzar a hacer son realmente muchas. Si se quiere que todo el sector funcione y se integre cohesionadamente a la economía nacional, habría que desplegar todos los mecanismos, muchos de los cuales están aun inéditos entre nosotros.
Primeramente, es necesaria la creación de un marco institucional que atienda las necesidades del sector, que no termina con la elaboración de la legislación y reglamentación necesaria.
Sería necesaria también la
reestructuración de las relaciones de mercado de productos, y del mercado de
trabajo, discusiones aún a nivel teórico y conceptual en cuanto a las vías y
formas más convenientes de llevarlo a cabo.
¨ La disciplina fiscal tributaria y crediticia habría que fortalecerla al máximo, pues de no hacerlo no solo daría vida limitada al sector, sino no incentivaría la inversión directa extranjera que pudiera ser muy importante para un segmento del sector. Habría que valorar la introducción de figuras como: pago o contribución a cargas sociales de acuerdo al volumen de ventas, o incentivos para la deducción del impuesto a partir de niveles de facturación superiores, y otros estímulos para la reinversión y la formación profesional.
¨ En la esfera de los créditos, que se reconoce internacionalmente como la esfera de mayores problemas, está prácticamente todo por hacer (hay que recordar que se está hablando de empresas de diferente tipo, que incluye la estatal y la privada del sector estructurado), tales como: para líneas de financiamiento con diferentes objetivos (desde la adquisición de tecnología y bienes, pasando por materia prima, hasta gestión y exportación) pero con un fin común; el fortalecimiento de las existentes y la creación de nuevas empresas; creación de un fondo de garantía; beneficios en los plazos de amortización de acuerdo al tipo de empresa y actividad que realiza, entre otros.
¨ Creación de modalidades asociativas para la organización de servicios comunes a agrupaciones de las PYME, en aspectos relacionados con la técnica y tecnología, organización y gestión, que a su vez pueden ser un tipo de PYME dentro de las modalidades propuestas.
¨ En la esfera de los recursos humanos debían adoptarse métodos y técnicas adaptadas a las características de la PYME. Esto significa que, luego de hacer nuestra la filosofía de la gestión integral en la empresa que aún está por convertirse en tendencia, significa hacer programas de formación, que es un elemento decisivo, y ejecutarlo en cada PYME según su necesidad y no fuera e independiente de las mismas. Esto no quiere decir que no haya líneas que se puedan atender de esta forma, básicamente relacionadas con la dirección de la PYME.
Se pueden resumir las condiciones necesarias analizando lo que se consideran las amenazas y oportunidades principales, para conocer las posibilidades actuales y sobre todo las vías a seguir para introducir la PYME y desarrollarlas.
AMENAZAS:
Tecnología utilizada.
Para un segmento industrial, sobre todo con vistas a la exportación, es factor determinante, pues hoy día es difícil lograr productos competitivos sin tecnología apropiada que influye en el proceso de producción y la calidad del producto.
Fuentes energéticas.
Por las características actuales de nuestra gran empresa, estas pueden trasladarse como tendencia a la PYME, y tornar más critica la situación. Es necesaria una PYME de bajo gasto energético.
Materias primas.
La obtención, procesamiento en escala apropiada, los precios, y las necesidades y posibilidades de la PYME, hace necesario en asociaciones o agrupaciones para paliar la situación de disponibilidad del país. Necesidad de crear vías y mecanismos apropiados.
Infraestructura.
Necesidad urgente de mejorar en primer lugar la infraestructura física existente.
Mercado Internacional.
Por la posición actual del y en el mercado internacional, la situación tecnológica interna y las exigencias, hay que potenciar las ventajas de la PYME para el mercado internacional, al margen de la dependencia de la PYME con el mercado local y nacional.
Dirección y organización.
Con la insuficiencia del grado alcanzado es necesario intensificar los esfuerzos por desarrollar esta esfera según las necesidades de los modelos que se quieren adoptar. Es fundamental para las actividades industriales.
Control e información contable y financiera.
En fase organizativa incipiente, hace imprescindible alcanzar una disciplina estricta, inviolable y sin excepciones.
OPORTUNIDADES
La riqueza material representada fundamentalmente por los recursos humanos que pueden y deben potenciarse y dar ventajas competitivas a corto plazo, si se adoptan políticas y sistemas apropiados al desarrollo de los mismos.
Todos estos factores son dados en un contexto macroeconómico y social en cambio, pero estable, que no sufre presiones socioeconómicas del sector empresarial privado como en otros países.
Es necesario subrayar que:
El problema de
Primero: A nivel de políticas, la adopción de disposiciones y regulaciones que propendan al desarrollo de diferentes formas de PYME.
Segundo: Adopción de estrategias de acción para la introducción y desarrollo de las PYME como parte integrante de la reestructuración económica.
Tercero: Adopción de lineamientos táctico-operativos para la elaboración de programas de apoyo institucionalizado especializado.
[1] Yera L.M.,
Torras R. y García A. “Elementos para una Reorganización del Sistema Empresarial Cubano”.
Investigaciones Económicas.INIE Marzo 1995.
A 25 años de esta propuesta empiezan a
darse los primeros pasos en Cuba, el mundo de las pymes en este tiempo continúo
creciendo, nosotros una vez más, aplicamos lo que negamos una y otra vez en su
momento, incluso después de aprobados e implementados, sino se obtuvieron los
resultados prácticos esperados, se paraliza y retrocede, y después lo retomamos como ha ocurrido con
el trabajo por cuenta propia.
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