Lo constataron delegados de 15 países participantes en la Isla en un foro internacional sobre esa práctica
Delegados de 15 países que participan en el V Encuentro Internacional de Agroecología, Agricultura Sostenible y Cooperativismo, que sesiona en Cuba, constataron el amplio uso en la Isla de esas prácticas.
El programa del evento, que se inició el lunes en Artemisa, incluyó visitas a varias provincias para conocer in situ las experiencias de la Mayor de las Antillas.
Representantes de organizaciones campesinas e instituciones debaten más de 60 conferencias y mesas redondas agrupados en cinco comisiones. Entre los temas figuran La agroecología, agricultura familiar campesina e indígena y soberanía alimentaria; Agrobiodiversidad y semillas; Impacto social de la agroecología, Sostenibilidad y fincas agroecológicas: una alternativa al cambio climático; y Reforma agraria y cooperativismo.
Este intercambio, que concluye el viernes en el recinto ferial Expocuba, comprende además el lanzamiento de la multimedia Metodología de Campesino a Campesino de la organización Vía Campesina Internacional.
Auge en Cuba
La práctica de la agroecología, que promueve recursos menos dañinos para el medio ambiente, se incentivó en Cuba en la década del 90 del pasado siglo, fundamentalmente por la imposibilidad de importar insumos debido al derrumbe del campo socialista y al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos.
Miles de productores de la Isla aplican conceptos de la agricultura natural. Sobresalen en esa experiencia el Programa de Agricultura Urbana y Suburbana y la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), las cuales organizan en el país ferias agrícolas, talleres demostrativos y cursos interactivos para instruir a sus miembros en el modo más efectivo de conjugar los adelantos científicos con las técnicas naturales.
En Villa Clara unas 20 000 familias campesinas están calificadas como agroecológicas porque mantienen sus labores con esas técnicas orgánicas, muchas de ellas trasmitidas de generación a generación.
Cultivos de naranja, toronja y limón que fueron destruidos por plaga en Ciego Ávila se rescatan gracias al compost mezclado con materias orgánicas, lombricultura, cachaza azucarera y otras composiciones naturales.
Muchas cooperativas en Santiago de Cuba usan técnicas limpias como la tracción animal, almacenar y utilizar el agua de lluvia y la siembra de plantas como barreras vivas que sirven para forraje, leña y alimento.
Contribuyen al empleo de la agroecologia en la Isla entidades científicas, como el Instituto Nacional de Investigaciones de Viandas Tropicales (INIVIT), que mantiene una producción estable de clones de viandas diseñados genéticamente para las especificidades regionales, lo cual permite a los agricultores asumir esas semillas y mantener sus producciones a pesar de las variaciones provocadas por el cambio climático.
Recientemente Omaida Ávila Rosta, representante de la oficina regional para el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), significó la importancia del trabajo de los científicos del INVIT para la sostenibilidad agrícola familiar de las naciones con menos desarrollo.
La Experta elogió el trabajo del centro en lo referido a la reproducción in vitro de las simientes, el manejo de las plagas, y la certificación de semillas, tecnología que ya está en práctica en varias naciones. (Fuentes: Periódico Granma y Agencia Cubana de Noticias)
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