Previsiones al alza y riesgos
en la economía mundial: un panorama controvertido. Mientras las agencias de prensa
internacionales continúan mostrando un
panorama en el que se entrelazan las dificultades que está generando la
aprobación de vacunas, las terceras
y cuartas olas de la pandemia, la
fatiga generalizada que se percibe en
muchas naciones, simultáneamente las perspectivas elaboradas por las agencias financieras internacionales
destacan que el panorama económico global está
mejorando y muchos analistas han revisado al alza las previsiones de
crecimiento mundial para los próximos
dos años. En este caso se encuentran el FMI con sus previsiones de primavera, así como la agencia BBVA Research.
Entre los factores
que pueden impulsar la recuperación se encuentran: el evidente efecto rebote después de un año de
hundimiento del PIB, un menor impacto de las
nuevas olas de contagios como resultado de las lecciones ya aprendidas,
el ritmo de vacunaciones, que
continúa en general, a pesar de los altibajos y frustrantes procesos de incertidumbre sobre la utilidad y
reacciones que pueden tener, el ahorro acumulado por muchos consumidores durante el último año que podrá ser
gastado en la medida que se produzca
la reapertura de las economías y, sobre todo, el apoyo de las políticas económicas diseñadas por las
autoridades nacionales.
Resulta evidente
que no todos los países tienen la misma situación. De hecho, es este último
factor y, en concreto, la apuesta masiva por los estímulos fiscales en EE. UU.,
lo que hace revisar al alza las previsiones de crecimiento. Los sucesivos paquetes
fiscales aprobados hasta ahora para 2021 en EE. UU. equivalen al menos
al 13% del PIB, y están en discusión
nuevas políticas de gasto en infraestructuras que, aunque se vean compensadas por mayores impuestos,
probablemente supondrán un estímulo adicional
al menos en el corto plazo. Este tema también puede resultar preocupante y en él se concentran parte de posibles
riesgos para la economía global ya que la inflación
podría subir más de lo previsto, o ser más persistente. Adicionalmente, La Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtió el pasado 16 de abril que la pandemia de Covid-19 está en camino de alcanzar
el mayor pico de infecciones registrado hasta
ahora, a menos que la curva se doblegue rápidamente.
Incertidumbre en torno a las tendencias monetario financieras globales provoca un nuevo empoderamiento del bitcoin, que alcanzó un máximo histórico esta semana por encima de los 63.000 dólares, antes de que las acciones de Coinbase empiecen a cotizarse en la bolsa de Nueva York. El bitcoin es la principal criptomoneda del mundo y está teniendo una creciente aceptación entre las grandes instituciones como inversión y medio de pago. La divisa se apreció un 5% el martes 13 de abril. Su rival menor, etéreum, también tocó un récord de 2.205 dólares. La capitalización bursátil total del mercado de criptomonedas llegó a un máximo histórico de 2 billones de dólares al inicio del mes, de acuerdo a datos y reportes de firmas de seguimiento de mercados como CoinGecko y Blockfolio. Grandes empresas como BNY Mellon, Mastercard Inc y Tesla Inc se encuentran entre las que han adoptado o invertido en criptodivisas. El bitcoin superó el umbral de 60.000 dólares a inicios de marzo del 2021, apuntalado por la decisión de Tesla de comprar 1.500 millones de dólares en moneda digital para su hoja de balance.
Auge del yuan digital ha llamado notablemente la atención de no pocos gobiernos,
sobre todo el de EE.UU. Una posibilidad discutida en la Casa Blanca es que la moneda digital china se convierta en un rival para el
dólar como moneda de reserva
dominante. La preocupación entre los funcionarios estadounidenses, también genera gran incertidumbre por la falta de
información sobre cómo funcionará y será distribuido
el yuan digital, así como la posibilidad que genera su uso en determinados países y
así evadir las sanciones de Estados Unidos.
El Banco Popular de China realizó una emisión de prueba en las ciudades de todo el país; y puede convertirse en el primer
banco central grande
en emitir moneda digital. Se espera incluso una mayor exposición en el próximo
año con los Juegos Olímpicos
de Invierno que serán celebrados en China. Se conoce que el gigante
asiático estableció una
empresa conjunta con el sistema
SWIFT, lo que servirá para dar mayor libertad de operación al yuan digital en
el sistema financiero actual. Los funcionarios
chinos han expresado
que el objetivo del yuan digital, desde que se concibió su creación
en 2014, ha sido el de reducir el número de billetes y monedas, no evadir sanciones de Estados Unidos. El Banco Popular de China está evaluando el potencial de
esta moneda como medio de pago internacional, por ello fue lanzado un proyecto conjunto
con el Banco de Pagos Internacionales y las autoridades monetarias de Emiratos Árabes Unidos, Tailandia y Hong
Kong. Lo cierto es que el yuan
digital ha resultado también
en el impulso a un nuevo proyecto,
el dólar digital.
La Reserva Federal destaca, en su Libro Beige, que lo peor de la crisis parece haber pasado en Estados Unidos pues la actividad económica creció modestamente entre enero y mediados de febrero. Asimismo, los precios de importación en Estados Unidos continuaron marcando ganancias en marzo con un alza del 1,2%, según reportes oficiales. El incremento interanual del indicador se ubicó en 6,9%, la mayor subida desde enero de 2012. Mientras, los ingresos por exportación crecieron en 2,1%, tras el alza de un 1,6% en febrero, y los productos agrícolas subieron un 2,4%, impulsados por el incremento del valor de la carne, soja, fruta y algodón.
Otra información relevante sobre el desempeño económico de EE.UU. muestra que las solicitudes de subsidios por desempleo bajaron a un mínimo desde el fuerte impacto de la pandemia de Covid-19. De acuerdo con los registros la caída de ese indicador, que refleja el nivel de los despidos, se situó en 576 mil solicitudes de ayudas, 193 mil menos que la cantidad reportada la semana precedente. El Departamento de Trabajo considera que la reactivación económica impulsada por paquetes de estímulo de billones de dólares, promulgados por el gobierno, conduce a una disminución gradual de esas ayudas por paro laboral.
Perspectiva de estímulo fiscal adicional para la zona euro, según informe del Fondo Monetario Internacional (FMI): Un informe reciente del FMI declara que los países de la zona euro deberían recibir un estímulo fiscal adicional del 3% del Producto Interno Bruto en 2021-2022 para impulsar el crecimiento económico en un 2% del PIB para fines del próximo año y reducir los efectos negativos de la pandemia. Según el FMI, dicho estímulo tendría mayores beneficios para los hogares con bajos ingresos. También acercaría la inflación a la meta en muchos países y ayudaría a reconstruir el espacio de la política monetaria. Los países de la zona euro proporcionaron más de 3 billones de euros en esquemas de liquidez y estímulo fiscal nacional en 2020 para mantener sus economías en marcha y algunos, como Italia, están anunciando nuevas medidas de apoyo a medida que la tercera ola de la pandemia desencadena nuevas medidas de confinamiento en todo el bloque.
La economía china creció 18,3% en enero-marzo de 2021: Un incremento interanual equivalente a 3,82 billones de dólares, que representó un cambio radical en comparación con la caída de 6,8% registrada en igual período de 2020. Incidieron en ese dato positivo los avances de las ventas minoristas de bienes de consumo (33,9%), la inversión en activos fijos (25,6%) y la producción industrial de valor agregado (24,5%). También contribuyó la actividad mercantil, que concluyó la etapa enero-marzo con un incremento interanual de 29,2% y transacciones equivalentes a 8,47 billones de yuanes (1,29 billones de dólares). Cabe recordar que en estos meses las exportaciones experimentaron un alza de 38,7%, las importaciones subieron 19,3% y el superávit comercial se ubicó en 759 mil 290 millones de yuanes (115 mil 978 millones de dólares). Las estadísticas suponen un buen comienzo para continuar con la recuperación en el camino hacia un crecimiento del PIB superior al 6% del PIB en 2021. Expertos chinos han pronosticado un auge de dos dígitos en el segundo trimestre, pero también alertan sobre el impacto que provocarán, en la segunda mitad del año, las tensiones geopolíticas y la incertidumbre por la crisis derivada de la pandemia de Covid-19.
El Kremlin confía en la estabilidad económica de Rusia ante sanciones de EE.UU.: La estabilidad de la economía rusa está totalmente asegurada, expresó el 16 de abril el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al referirse a la capacidad de resistencia del país ante las nuevas sanciones de Estados Unidos. La víspera, el presidente estadounidense Josep Biden, había firmado un decreto que impone un nuevo paquete de medidas unilaterales contra Rusia que prohíbe a las empresas estadounidenses comprar directamente títulos de deuda rusos emitidos por el Banco Central, el Fondo Nacional de Riqueza o el Ministerio de Finanzas de este país después del 14 de junio de 2021. Las sanciones incluyen la expulsión del país de 10 diplomáticos que trabajan en la embajada rusa en Washington porque, según la parte estadounidense, hay 'representantes de los servicios de inteligencia' entre ellos. El Tesoro de Estados Unidos también impuso restricciones contra 16 organizaciones y 16 individuos, supuestamente asociados con la interferencia atribuida a Rusia en las elecciones en Estados Unidos, indicó la agencia de noticias TASS. Adicionalmente, se introdujeron sanciones contra ocho personas físicas y jurídicas asociadas con Crimea, incluidos miembros del gobierno de esa república. EE.UU. justificó las nuevas medidas con denuncias de que la inteligencia rusa está detrás de la piratería del software SolarWinds y de que Moscú interfirió en las elecciones presidenciales, acusación rechazada en repetidas ocasiones por el Kremlin.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) indica que los ingresos per cápita de América Latina y el Caribe no recuperarán el nivel pre-pandémico hasta 2024 , lo que provocará pérdidas acumuladas del 30% con respecto a la tendencia previa a la contingencia sanitaria. En 2020 Latinoamérica sufrió una contracción del 7%, la más pronunciada del mundo y muy por encima de la media global (-3,3%). En 2021, se prevé que el crecimiento se sitúe en el 4,6%, una cifra insuficiente para cubrir las pérdidas del año anterior y por debajo del 5,8% estimado para los mercados emergentes, con excepción de China. El Fondo ha explicado que la recuperación del segundo semestre en América Latina en 2020 fue vigorosa, pero no tanto como la de la economía mundial y otros mercados emergentes, a pesar de las políticas de ayuda sin precedentes, el desempeño de los socios comerciales, el auge de los precios de las materias primas y las condiciones financieras acomodaticias en todo el mundo.
Según las proyecciones de la institución, las dos principales economía latinoamericanas, Brasil y México, no recuperarán los niveles del PIB de 2019 hasta 2022 en el primer caso y 2023 en el segundo. En América Central se espera que el PIB pre-pandémico no se alcance hasta 2022, mientras que las economías caribeñas, dependientes del turismo, serán las últimas en recuperarse, hasta 2024, debido a la lenta reanudación de la actividad en este sector.
Una de cada seis
personas entre 18 y 29 años dejó de trabajar en América Latina y el Caribe desde el inicio de la pandemia
del COVID-19 por el aumento
del desempleo, que además obligó a muchos de esos
jóvenes a suspender sus estudios generándoles
un sentimiento de frustración, según conclusiones del estudio preparado
por la organización no gubernamental Cuso Internacional con el apoyo del gobierno
de Canadá, a partir de una encuesta
realizada por la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) y
un estudio de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). El informe estableció que el 54% de los jóvenes entre 18 y 29 años
que dejaron de trabajar en América
Latina y el Caribe desde el inicio de la pandemia del COVID-19 fueron despedidos o las empresas en donde laboraban
cerraron, mientras que en otros casos
las medidas de aislamiento para controlar la pandemia de COVID- 19 frustraron sus emprendimientos o empleos
informales.
Impacta Brasil mercados de productos agrícolas: soja y azúcar. Los operadores de soja y
azúcar están disputándose un espacio en el mayor puerto de Latinoamérica, Santos, apresurándose por asegurar lotes
de carga, luego de que la cosecha de soja más
lenta en 10 años en Brasil postergó el lapso para la exportaciones de granos
hasta hacerla coincidir con la
temporada del azúcar. Los precios del azúcar marcaron un máximo de cuatro años el mes pasado, impulsados por suministros
más ajustados. Los precios de la
soja, cerca de sus mayores niveles en siete años, podrían aumentar más porque Brasil es efectivamente
el principal abastecedor del mundo.
Los envíos de la
nueva producción de azúcar comienzan en abril, pero las compañías aún están enviando los suministros de la
abundante cosecha del 2020. El Ministerio de
Agricultura estima inventarios de azúcar en 7,3 millones de toneladas a
mediados de febrero, el mayor volumen
en los últimos tres años. Los operadores en el mercado esperan graves demoras
para los próximos
meses, dado que es posible
que las embarcaciones tengan que esperar varias
semanas antes de poder atracar
en Santos.
Precios del petróleo: Los precios del
petróleo cerraron el 16 de abril a la baja tras una semana de comportamiento alcista, en mercados atentos a los
signos de recuperación en las
economías de China y Estados Unidos. Esta semana también se informó que la alianza
OPEP+ cumplió el recorte petrolero
al 113% en marzo, según el reciente comunicado de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su informe mensual del mercado petrolero. De hecho, tanto la
AIE como la OPEP revisaron
al alza sus estimaciones de
crecimiento de la demanda global de crudo para este año, a 5,7 millones y 5,95 millones de barriles por
día, respectivamente. El 20 de abril, el petróleo Brent operaba a 66,41 dólares, y el barril WTI a 62,55 dólares.
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