La Habana, 21 ago (Prensa Latina) El exministro de Finanzas y Precios, José Luis Rodríguez, aseguró hoy que además de la batalla contra la pandemia de Covid-19 resulta imprescindible la adopción de mecanismos para estabilizar la economía de Cuba.
PRENSA LATINA
21 agosto , 2021 | 09:13
En entrevista exclusiva a Prensa Latina, el asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial significó la garantía de ese paso con el propósito de frenar el aumento de la inflación como consecuencia del proceso de ordenamiento monetario y cambiario, implementado desde enero.
‘Las ideas y recetas actuales deben operar con la misma flexibilidad que el líder Fidel Castro autorizó medidas financieras en la década de 1990. La estrategia diseñada a partir de 2011, la conceptualización en 2016 y la Constitución en 2019 enfrentaron una enorme lentitud en su ejecución’, señaló.
Para Rodríguez, el tiempo en economía es clave: lo que es bueno hoy no lo fue ayer y no lo será mañana. Por ejemplo, la aprobación de las normas jurídicas encaminadas al perfeccionamiento de los actores económicos: micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) es una decisión asumida en 2016.
Tampoco es nueva la adopción de cooperativas no agropecuarias, las cuales comenzaron su apertura en 2013 con 498 asociaciones de ese tipo, si bien desde esa fecha la modalidad se encontraba en un proceso de ensayo de factibilidad, recientemente concluido.
‘En situaciones de crisis es necesaria una mayor rapidez. Entre 1990 y 1995, Cuba impulsó cambios a una velocidad extraordinaria. El establecimiento de la dualidad monetaria fue una discusión de dos o tres meses y su resultado, las tiendas de recaudación de divisas, devino un tema polémico en la época’, indicó.
En este sentido, aludió a las palabras de Fidel el 17 de noviembre de 2005 desde el Aula Magna de la Universidad de La Habana: ‘Este país puede autodestruirse por sí mismo; esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos; nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra’.
Cuatro décadas de trabajo privado
El también exministro de Finanzas y Precios argumentó que el sector privado urbano (existe un sector privado campesino que permanece desde la Ley Reforma Agraria, firmada en 1959) comenzó en el año 1978, con el Sistema de Dirección y Planificación de la Economía.
Esa política trasciende de los acuerdos del Primer Congreso de Partido Comunista de Cuba y está definida, por el propio líder de la Revolución, Fidel Castro, como una práctica socialista europea, la cual debía adaptarse a las condiciones de la nación caribeña con mucho cuidado y criterio conservador.
‘¿Qué pasó? No hubo un control adecuado vía impuestos de los ingresos de las personas y no existió competencia en el mercado para neutralizar los altos precios que empezaron a predominar, sobre todo, en la producción agropecuaria’, apuntó.
El especialista en Relaciones Económicas Internacionales argumentó que, por esa causa, la medida cesa en 1986, si bien permanece un pequeño grupo de trabajadores por cuenta propia. En 1993, existían alrededor de 40 mil representantes del sector en el país, especialmente, transportistas privados.
La crisis financiera de la época, tras la desaparición del socialismo en Europa, y la caída del producto interno bruto en casi 35 por ciento de 1989 a 1993 generó una contracción de la actividad económica y del empleo.
Rodríguez apuntó que, como consecuencia de lo anterior, Cuba autorizó nuevamente el trabajo privado urbano como una alternativa de empleo y de ofertas relacionadas con servicios y productos, en su mayoría gastronómicos, para aliviar la situación.
En esa etapa, el archipiélago antillano debió asumir otras iniciativas urgentes como la reorientación del comercio exterior, inicialmente hacia otras naciones de Europa y Asia y luego destinado a América Latina, la apertura de la inversión extranjera directa y la renegociación de la deuda externa.
Desde esos años, el turismo se convierte en el sector fundamental encaminado a la recuperación económica del país; adoptan la dualidad monetaria —recientemente eliminada con la política de ordenamiento— para evitar la devaluación del peso cubano.
En 1995 la cifra de cuentapropistas superaba los 200 mil; no obstante, siempre fue concebida como una medida emergente con mayor apertura tras la incorporación del alquiler de viviendas y la creación de mercados agropecuarios, con precios fijados mediante la oferta y la demanda.
‘Después empezó una serie de órdenes restrictivas, en paralelo a la detección de errores porque tampoco hubo un control eficiente y adecuado de ese trabajo. Con la crisis mundial de 2008, Cuba reconsideró los factores de crecimiento de la economía’, evocó.
El académico recordó, por último, que en 2011 empezó el esquema del llamado Proceso de actualización del modelo económico cubano (reforma económica) y, una vez más, se impulsó el trabajo por cuenta propia con una cifra actual de 600 mil personas involucradas.
msm/dgh
No hay comentarios:
Publicar un comentario