Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

martes, 1 de abril de 2025

𝐂𝐮𝐚𝐝𝐫𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚 𝐂𝐚𝐣𝐚 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐓𝐨𝐩𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐏𝐫𝐞𝐜𝐢𝐨𝐬: 𝐞𝐥 𝐫𝐞𝐟𝐥𝐞𝐣𝐨 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐝𝐞𝐛𝐚𝐭𝐞 𝐢𝐧𝐝𝐢𝐬𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐛𝐥𝐞.


El programa Cuadrando la Caja del pasado domingo 30 sobre los topes de precios en el país fue particularmente interesante porque puso a dialogar las dos posturas fundamentales que sobre dicho tema se defienden hoy en nuestra sociedad.

a. Por un lado, la idea de que es posible y necesario emplear ampliamente topes de precios para frenar el proceso inflacionario. Y que estos son en la práctica muy efectivos, y cuando no lo son, es debido a problemas de control en las regulaciones de topes establecidas.

b. Por otro lado, el Msc. Carlos Enrique Gonzales del Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC), expuso las deficiencias conceptuales y prácticas de este tipo de medidas de regulación administrativa de precios, los impactos negativos que provoca sobre el tejido económico y puso el énfasis del proceso inflacionario en dos factores claves: “caída de la producción y emisión de déficit fiscales financiados con emisión monetaria”.

Creo que de una manera u otra durante el programa se expusieron los argumentos fundamentales de cada postura, y aunque hay varios elementos a destacar me gustaría centrarme en una idea que uno de los panelistas emplea hacia el final del programa (min. 35 - 38) para respaldar los topes de precios. La resumo de la siguiente forma: es necesario topar los precios porqué, aunque sé sabe que solo los aumentos de la producción llevarán a una disminución real de los mismos, sin recursos para ampliar dicha producción “¿Qué nos queda?, regular”.

Este creo es un argumento honesto, de un colega que respeto, aunque difiero profundamente con la premisa de su argumento.

En primer lugar, creo que el mismo distorsiona la causalidad de los procesos: no es que los precios son altos y por ello la población no tiene acceso al consumo, sino que, por el contrario, la población no tiene acceso al consumo de hace 5 o 6 años atrás justamente porque no hay oferta que lo respalde y debido a ello y a la expansión monetaria, los precios terminan siendo altos. Los precios solo reflejan en el mercado dicha desproporcionalidad entre mucha menos oferta y mucha más demanda, pero no son la causa de los bajos niveles de consumo.

Creo que lo anterior se entiende mejor con un ejemplo. Si la oferta de cajas de pollo en un municipio es de 100 cajas, a un precio de 1000 pesos, independientemente de su precio se consumiría en ese municipio solo 100 cajas de pollo. Si la cantidad de pollo desciende a la mitad (digamos a 50), y el precio de la caja de pollo llega a 1800 o 2000. Intentar fijar el precio nuevamente en 1000 no aumenta el consumo global de cajas de pollo, se seguirá consumiendo solo la mitad de lo que había antes -ósea 50-.

Generalizando ello a toda la economía: si la oferta de bienes y servicios es hoy 20-30% inferior a hace 5 años, independientemente del nivel de precios, el consumo global va a ser 20-30% inferior a dicho momento en el pasado.

Pero supongamos el caso más extremo donde todos los precios se fijen a la mitad del valor actual debido a un control estricto. La población tampoco consumiría más por ello, simplemente sobraría dinero en forma de inflación reprimida o ahorro forzoso.

Lo que pasa en la práctica es que dicho control de precios nunca es absolutamente extensivo, y la inflación que no se refleja en los precios topados termina por reflejarse en otros precios no regulados que se incrementan producto a este “exceso de liquidez” debido a que algunos precios se encuentran por debajo de sus niveles de equilibrio. A la larga, la población sólo consume la oferta existente -nacional o importada-, independientemente de su precio.

Por eso ese tipo de topes de precios representan en el fondo una 𝘪𝘭𝘶𝘴𝘪ó𝘯 𝘮𝘰𝘯𝘦𝘵𝘢𝘳𝘪𝘢: parece que tienen la capacidad de incrementar el nivel de compra, pero, sin más oferta terminan provocando escasez, informalidad y la necesidad de desplegar un enorme aparato de control que en sí mismo implica sus propias contradicciones.

Entonces la alternativa a no poder incrementar la oferta a corto plazo no es topar los precios, sino es encontrar el conjunto crítico de acciones -tanto por el lado de la producción como por el control macro de la demanda- que permitan a mediano plazo dinamizar la economía. Una tarea para nada sencilla, pero al mismo tiempo para la cual no hay atajos realistas.

La caída del ingreso real de los trabajadores es el reflejo de una crisis del sector real de la economía, de un desplome de la producción de origen multifactorial que va desde el bloqueo recrudecido y la caída de ingresos externos hasta las reformas que hemos dejado pendientes de la actualización del modelo en 2011. Ninguna ilusión monetaria va a corregir ese problema a corto plazo. Tristemente, no hay atajos para el objetivo que nos proponemos: incrementar la oferta global de bienes y servicios es en la práctica el único camino viable.

Muchas gracias a Oscar Figueredo Reinaldo y a Cuadrando la Caja por la posibilidad de ese debate franco sobre un tema tan polarizante en televisión nacional. Les dejo el link a continuación:

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