Periodo Especial en Tiempos de Paz: 1990-2006.
Entre 1990
y el 2011, es posible distinguir, al menos cuatro ciclos, dentro de los más de veinte
años que Cuba ha venido intentando remontar la más grave de las crisis económicas
habidas en la etapa revolucionaria15. El primer momento se
extendería hasta 1993, calificado como “administración de la crisis”. El
descenso del Producto Interno Bruto (PIB), superó el 35%, la capacidad
importadora del país cayó en un 88%. Fueron pasados todos los productos a un
régimen generalizado de racionamiento, congelarse los precios, y subsidiarse
las empresas con pérdidas. En tanto, se mantuvo y fortaleció la prioridad a los
servicios educativos, salud y seguridad social.
El segundo,
iniciado en 1994 y lo extendemos hasta el 2002, que unos llamaron de
reanimación, y otros, con criterios más optimistas de recuperación
económica irreversible. En 1994-1999, la
economía creció a un ritmo promedio anual superior al 4%; y entre el 2000-2002,
a un 3,6%. Fue destacado que dentro de la opción socialista, el país contó con
una estrategia flexible que dio respuesta al doble bloqueo, al impuesto por los
Estados Unidos, desde 1960, y recrudecido mediante las Leyes Torricelli y Hems
Borton, y al surgido del ajuste geopolítico que significó la desaparición de la
URSS, y cortar las autoridades rusas los lazos económicos con Cuba16.
Dentro del
conjunto de medidas implementadas para remontar la crisis destacaron la
apertura al capital extranjero, la despenalización de la tenencia de divisas,
los cambios en el uso de la tierra al aprobarse el usufructo permanente y
gratuito a los colectivos obreros para formar Unidades Básica de Producción
Cooperativa (UBPC), y la entrega de terrenos ociosos a individuos y familias
para cultivos en fincas forestales y producciones exportables. Volvieron a
abrirse los MA, locales para la venta de bienes artesanales, y se autorizó el
ejercicio del trabajo por cuenta propia en la gastronomía y otras
actividades.
Fue
transformado el BN en Banco Central (BC) y creada la Banca Comercial. Los
ajustes para equilibrar las finanzas internas se aplicaron con criterios
sociales. Los aumentos de precios recayeron en los bienes suntuarios y otros
como cigarros y tabacos, bebidas alcohólicas, etc. En la eliminación de los
servicios gratuitos las afectaciones fueron mínimas para los núcleos de menores ingresos. Se
introdujo un sistema tributario y de tarifas aduaneras donde también primó el
interés social y económico. El presupuesto del Estado que llegó alcanzar un
déficit del 35%, disminuyó a cifras que oscilaron entre el 2%-3,5% del PIB.
Los
mercados de productos alimenticios contaron, en primer lugar, con la libreta de
abastecimiento, 17 que garantizó a precios subvencionados productos
que satisfacían para unos doce-catorce días del mes, las calorías y proteínas
necesarias para una familia. Las distintas variantes de MA, estatales, de
precios topados (con límites), de productores privados, organopónicos
(vegetales), ferias, etc., fueron complementos para adquirir productos
alimenticios; además de los servicios de venta de alimentos ligeros o comidas
en los establecimientos de los “cuentapropistas”.
También
existen ofertas estales de bienes de amplio consumo popular en mercados paralelos;
diversidad o remanentes de mercaderías informales o negras, esto es, artículos
de origen ilícito o cuyo comercio no está permitido (café, quesos, etc.); y las
alternativas que ofrecen las diferentes cadenas de tiendas recaudadoras de
divisas que suplen las necesidades de productos alimenticios fuera de la
libreta y los MA, así como medios de higiene personal, ropa, calzado, útiles
para el hogar, quincallería, ferretería, efectos electrodomésticos, enseres de
oficina, etc.
Entre los
ajustes figuró la racionalización de OACE; reducidos de cincuenta a treinta y
dos los de alcance nacional (1992) y simplificarse sus estructuras. Con ello,
se tendió a una mayor descentralización, otorgándole más independencia a las
empresas. La reforma (1992) de la Constitución de la República18
consagró los cambios que se introdujeron en el funcionamiento de la economía; quedó
abolido el monopolio del comercio exterior; la planificación pasó de los
equilibrios mediante los balances materiales, a la concentración en los aportes
en divisas e importancia de las finanzas en la regulación y control económico.
También hay
que destacar que el actual sistema político en su núcleo duro tiene cuestiones fundamentales como: Excluye toda
oposición política, en la dirección del sistema por el PCC, y en el liderazgo
de Fidel Castro Ruz. Además, se modificaron todos los capítulos y más de la
mitad del articulado de la Constitución de 1976. Quedó suprimida la noción de dictadura del
proletariado, así como el carácter clasista del Estado. El PCC se define como
organización de vanguardia de todos los cubanos y dirigente de la sociedad y del
sistema político. Se reformó el Poder Popular; el voto es universal, secreto y
directo para los elegidos a las Asambleas en todos los niveles. Los órganos de
la administración Estatal fueron separados de las respectivas Asambleas en
todas las instancias19.
Otro de los
ajustes introducidos contempló la emisión de un peso convertible (CUC), en
reemplazo de los distintos certificado-divisa que circulaban en el país. Desde
(10/1995) opera una red cambiaria nacional para la compra de monedas
extranjeras a personas naturales; y venta-compra de CUC en pesos (CUP) por la
Casa de Cambio S.A (CADECA). También se autorizó la apertura de cuentas de
ahorro, a la vista y a plazo fijo, en dinero convertible, a tasas de interés de
mercado y por tipo de depósito. Existen dos tasas de cambio; para el sector
empresaria un CUP por un CUC; y 24-25 (CUP) por un CUC, para la población
cuando vende o compra respectivamente. Por consiguiente, el país cuenta con dos
signos monetarios, uno “duro” (CUC) y
otro “blando” (CUP).
Por otra
parte, en la segunda parte de 1a década de 1990 se introdujeron, de modo
experimental, en la gestión de las empresas, los métodos que por años había
aplicado las FAR en su esfera empresarial. En la base del Perfeccionamiento Empresarial
(PE) 20, el eslabón fundamental del sistema recae en la empresa. La
cual debe autofinanciarse, combinarse en un todo integral, adaptar toda la
estructura específica a cada unidad, aun cuando se desempeñe dentro de una
misma rama. A la vez, de manera puntual, se uniformó la política salarial entre
las empresas del PE y las que no están incluidas en el proceso21.
Visto como
proceso continuo para mejorar la
gestión y dirección empresarial, y con esto elevar la eficiencia de la
economía, el PE muestra al cabo de más de una década de introducido resultados
que pueden calificarse de pobres. En un análisis realizado en el 2008 arrojó
que, de 2 732 empresas existentes en el país, estaban incorporadas al PE solo
797 para un 29% del total.
Los años
del 2003-2007, abren el tercer tiempo en el Período Especial, al ponerse en
práctica un programa caracterizado como “Batalla de Ideas”, que implicó, entre
otras medidas, a la gestión empresarial y la dirección de la economía, acentuó la recentralización en la toma de
decisiones que desde finales de la segunda mitad de los años 90 del pasado
siglo se operó en la gestión de la economía, comenzando por las actividades
ligadas al comercio exterior y por un control directo sobre los recursos
asignados a las empresas. El trabajo por cuenta propia, autorizado por Decreto-Ley en 1993, sufrió oscilaciones seguidas de tendencias a su reducción; luego
de alcanzar 156 000 licencias en 1999, a finales del 2007 solo trabajaban 138
000.
En el
comercio exterior se elevaron las exportaciones de servicios especializados --
salud, educación, deportes y otros --, especialmente, hacia Venezuela, lo cual
influyó positivamente en el balance de cuenta corriente del país. El PIB
(2003-2007) creció a un promedio anual del 8,2%. En el 2005-2006 se elevó el
incremento hasta el 11.2% y el 12.1% respectivamente; aunque los crecimientos
no se reflejaron en el consumo de los hogares22. Mientras, el
balance de las finanzas estatales se mantuvo dentro de límites aceptables.
Por otro
lado, el desarrollo de los acomodos o ajustes introducidos en el desempeño de
la economía cubana reseñados (1990-2006), estuvo acompañada de variadas
interpretaciones. Sin embargo, ninguna de ellas ha reparado que, en ningún
documento gubernamental o partidista, exposición o pronunciamiento de dirigente
alguno del Partido-Estado, habló de “apertura” o “reforma”. Los elementos de
mercado incorporados se consideraron impuestos desde fuera o de forzosos, sin
carácter integral o contenido institucional, aupados bajo la consigna de “Salvar
la Patria, la Revolución y el Socialismo”. Hubo cuidado de no dotar de carácter
irreversible al conjunto de adecuaciones y medidas aplicadas.
Finalmente,
hay razones más que suficientes para considerar que las políticas económicas,
las correcciones en el orden institucional y la gestión y dirección de la
economía, desde 1990-2006, impulsados por los efectos de la mayor crisis
económica que ha conocido la sociedad cubana desde el triunfo de la Revolución,
no rebasaron los ajustes puntuales, y al mismo tiempo carecieron de
integralidad.
Actualización del Modelo
Económico-social: 2007….
Una cuarta
etapa en el manejo de la crisis en el Período Especial, puede considerarse que
comienza el (26/7/2007), cuando el Presidente Raúl Castro Ruz expuso en un
profundo análisis la situación económica del país y reconoció la necesidad de “introducir los cambios estructurales y conceptos que resulten necesarios (…) con
sentido crítico y creador sin anquilosamientos”23. Variados fueron los factores que coincidieron
para agravar la situación económico-social en el país; entre ellos contaron los
climáticos – poderos y repetidos huracanes, sequías, etc. --, el entorno internacional,
en especial la crisis estructural sistémica por la que atraviesa el sistema
capitalista, la caída de los precios de los productos exportables, así como el
incremento de las restricciones para obtener créditos.
Mención
aparte merece el encono que hoy adopta el bloqueo económico instrumentado por
los Estados Unidos, en lo comercial, financiero, sumado a la agresión mediática
y digital que implementa en la actualidad. Tampoco puede pasarse por alto la
baja eficiencia que, por años, muestra el desempeño de la economía interna del
país.
Los eventos
adversos señalados encontraron reflejo en el PIB. En el 2008, el incremento del
PIB, fue de 4,1%; en el 2009, 1,4%; en el 2010, solo del 2,1% y en el 2011,
2.7%. Así, en el 2008-2011, la caída en este indicador arrojó como promedio, un
crecimiento aproximado de 2,6%, cifra por debajo del 4% que, según estimados de
especialistas, necesita el país para superar la descapitalización de la base
productiva y la infraestructura. El déficit del presupuesto estatal superó los
límites permisibles del 3%; osciló en guarismos del 6%, 5% y 3,8%. Por ello,
desde el 2008 comenzó a estructurarse una nueva política fiscal.
Para
revertir los desequilibrios fiscales se han aplicado, entre otras, medidas como
la cancelación gradual de subsidios, la aprobación de una nueva Ley de
Seguridad Social, elevó la edad de jubilación a 60 años para las mujeres y 65
para los hombres; se reordenaron y delimitaron las funciones de los OACE,
reducción de inversiones e importaciones, así como estrictas medidas de ahorro
energético. Está planteado en el corto, mediano y largo plazo un proceso de
racionalización del empleo en los OACE y las empresas que, hasta su total
conclusión, debe afectar a más de un millón puestos de trabajo, lo que representa casi la cuarta parte de la masa
de de trabajadores del país.
En
contrapartida fue autorizada la extensión del trabajo por cuenta propia (TCP)
hasta 181 actividades. El número de trabajadores autónomos aumentó (9/2010) de 157 000, hasta ((9/2011) los 338 000; mientras, la cantidad
de licencias canceladas, oscila alrededor del 25%. En las autorizaciones más
demandadas figuran la elaboración y venta de alimentos, transportistas, y el
arrendamiento de viviendas (en CUC y CUP). Últimamente, se han suavizado las
disposiciones que norman el TCP, atemperando la política impositiva,
autorizando la contratación de fuerza de trabajo o elevando de 12 hasta 50 la
cantidad de sillas en los paladares. Pesa como limitación para la consolidación
de este sector emergente, la ausencia de un mercado mayorista y la apertura de canales para microcrédito.
También es
objeto de redefiniciones y eliminación la política de gratuidades que, debe en
el tiempo, quedar acotada a la educación y salud. Se ha reconocido que la economía,
con su actual vulnerabilidad, no puede seguir financiando el "modelo de
protección social" cubano. Es paradójico que el mayor porcentaje empleados
del país labore en la esfera de servicios y no en la productiva. Mediante la
gradualidad será suprimida la libreta de abastecimientos; se aplican precios
duales para algunos bienes – huevos, frijoles, arroz, etc. --, otros salen a la
venta en el mercado paralelo, a precios superiores -- cigarros, tabacos,
azúcar, arroz de importación, pasta de dientes, jabón etc. Se liberó (en CUC)
el acceso para residentes cubanos a los servicios hoteleros telefonía celular,
computadoras personales, reproductoras de DVD, etc.
Sin
embargo, hay coincidencia entre los entendido que el “nudo gordiano” en la
superación del “Período Especial” radica en la transformación estructural del
sector agropecuario. El Decreto Ley 258 (2008), autorizó la entrega de tierras
ociosas a trabajadores privados y cooperativistas; el objetivo está dirigido a
incrementar la producción agrícola y pecuaria, sustituir importaciones de
alimentos – entre el 70%-80% del consumo--, y elevar las exportaciones. Destaca
que hoy los agricultores privados, con algo más del 24% de las tierras
cultivables, aportan el 57% de los alimentos; poseen el 60% de la masa vacuna.
El fondo de
tierras ociosas se elevó a 1. 800.000 hectáreas, de ellas se han cedido 1. 131.000 hectáreas a 146.000
usufructuarios; reportándose en producción un 79%; dato interesante, el 30% del
nuevo campesinado son menores de 35 años. Esta cifra incluye la entrega de 80.
000 nuevas fincas forestales. Sin embargo, es reconocido que los resultados productivos de
los suelos que, estaban inactivos, aún no son significativos. Mientras, no
faltan opiniones que insisten en lo imprescindible de aligerar los
"mecanismos diabólicos" de transporte y distribución, creados por
empresas y ministerios que ya han demostrado su ineficiencia, así como acortar
la distancia entre el productor y el consumidor.
En el
aparato productivo y en la gestión empresarial se introducen cambios
significativos. Ante todo, se restablecieron los esquemas de financiamiento en
divisas cerrados; las entidades que generan ingresos en monedas convertibles
retienen parte de sus entradas para cubrir sus necesidades de insumos y otras
obligaciones internas. En perspectiva, entre otras transformaciones, está
previsto que las empresas estatales se financien mediante el sistema bancario,
lo que implica que tendrán que hacer frente, con sus resultados económicos, a
las deudas contraídas. En el 2011-2015 el país cuenta con un plan quinquenal,
después de años de planificación anual y programas específicos.
Por otra
parte, un paso importante en el proceso de forja de un consenso nacional en lo
concerniente a delinear los contornos futuros de los cambios que, desde el 2007, han venido dándose en el
país, resultó (16-19/4/2011) el VI Congreso del PCC. Los Lineamientos de la
Política Económica y Social, en la Resolución sancionada por los delegados al
Congreso destacó que el Informe es consecuente con el pensamiento y la acción
del compañero Fidel Castro Ruz, líder de la Revolución, quien ha conducido a
nuestro pueblo durante más de medio siglo y continúa contribuyendo a la lucha
con sus valiosas reflexiones y orientaciones.
El debate
previo por toda la población del documento elaborado por la Comisión de
Política Económica del VI Congreso arrojó que, de los 291 lineamientos, 16
fueron integrados en otros, 94 quedaron con la misma redacción, en 181 se
modificó su contenido, y se incorporaron 36 nuevos; consta el proyecto final
con 313 lineamientos. La mayor cantidad de proposiciones se concentró en la
Política Social y Políticas Macroeconómicas, sumando ambas el 50,9% del total. Sumados,
la Política para la Construcción, Viviendas y Recursos Hidráulicos, Política
para el Transporte y Modelo de Gestión Económica, en estos cinco capítulos, de
un total de 12, se concentró el 75% de las opiniones recogidas24.
La versión
modificada por la discusión nacional y las realizadas en las sesiones del Congreso
fue aprobada. El documento final subrayó que en la “actualización del modelo
económico-social” primará la planificación, la cual tendrá en cuenta las
tendencias del mercado. Principios que deben armonizarse con una mayor
autonomía de las empresas estatales y el desarrollo de otras formas de gestión.
El “Modelo” delineado integrará y promoverá, además de las compañías estatales
socialistas, sustrato principal de la economía nacional, variantes de la
inversión extranjera, las cooperativas, los agricultores pequeños, los usufructuarios,
los arrendatarios, los trabajadores por cuenta propia, así como otras modalidades
que contribuyan a elevar la eficiencia
económica. Las terapias de choque están descartadas.
Por otro
lado, en distintos campos clasifican las transformaciones operadas en el
desempeño social, económico e institucional, en el entorno que toma la
actualización del nuevo “Modelo” que gesta el país. Entre otras adecuaciones, el
Consejo de Estado, ha sido liberado de actividades ajenas a su naturaleza como
son la subordinación de entidades científicas, comerciales y otras que no
corresponden a sus atribuciones de representar a la ANPP, entre una reunión y
otra; la Secretaria del CECM solo está circunscripta a las cuestiones afines a
sus funciones; los trabajadores sociales, integrados a uno de los contenidos de la Batalla de Ideas, pasaron a
la estructura del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, etc.
El VI
Congreso del PCC dio un paso importante en el ordenamiento social, al delimitar
que el Estado regula lo que concierne al ciudadano, pero no tiene porque intervenir en las relaciones entre dos
individuos. Esta glosa tomó cuerpo en el Decreto Ley 292, del CECM, en vigor
desde (1/10/ 2011) que dictó las normas para "la transmisión de la
propiedad de vehículos por compra-venta o donación" entre cubanos residentes
y moradores extranjeros o temporales. La legislación cubre las transacciones
entre entidades comerciales y personas naturales, las específicas que incluyen
a ciudadanos que salen definitivamente del país, y las que ocurren entre
personas naturales.
Recibirán autorización
para adquirir carros nuevos en las agencias de venta los cubanos que obtengan
ingresos en divisas o CUC por su trabajo en funciones asignadas por el Estado o
en interés de éste, para lo cual deben tener permiso del Ministerio de Transporte.
La anuencia se entregará una vez cada cinco años; los extranjeros residente permanentes o
temporales podrán comprar los autos en Cuba o importarlos, con un límite de
hasta dos durante su estancia en la Isla.
Fueron
promulgadas otras disposiciones que, en el mismo sentido, sistematizaron la
compra-venta de viviendas; es valorada la asignación de áreas adicionales, por
encima del límite codificado por el Decreto-Ley 259; e igual situación se
plantea para la regulación de la política migratoria del país. En este último
punto, son variadas las objeciones para reclamar normas más acordes con las
tendencias internacionales. Unas razones enjuician el carácter comercial; otras
tocan criterios acerca de la categorización de las salidas externas:
temporales, residentes permanentes en el exterior, emigración definitiva,
derecho a la entrada y salida del país, etc.
A la vez,
entre los pasos dados en el apresto de señales para el despliegue de las tareas
derivadas de los Lineamientos aprobados, está el inicio de la recalificación y
preparación de los cuadros y dirigentes, mediante cursos en las materias
de gerencia empresarial y entidades del
sector público. Igualmente, la provincia de La Habana, quedó demarcada en dos
nuevas jurisdicciones (provincias de Artemisa y Mayabeque), donde son desarrollados
experimentalmente esquemas organizativos más racionales.
Sin
embargo, como las deliberaciones en el Congreso se centraron en la Política
Económica y Social, diseñada para “actualizar el modelo económico” vigente, el
Partido dispuso abordar otras cuestiones conceptuales y sociales que atañen a
la evolución futura del país, en la Primera Conferencia Nacional del PCC, efectuada (28/1) del 2012. Dentro de los
puntos tratados es posible resaltar, entre otros:
-Promover
la cultura del diálogo y el debate en los ámbitos político, público e
institucional; que concite al el respeto y la confianza como premisas para dialogar,
debatir, criticar y asegurar un estilo cada vez más participativo y democrático
en la toma de decisiones. A partir de los méritos, resultados y cualidades
personales, el PCC trabajará para promocionar a cargos principales a mujeres,
negros, mestizos y jóvenes.
-Se aboga
por el enfrentamiento resuelto a los prejuicios raciales, de género, ante
creencias religiosas, orientación sexual, u otros que limiten el ejercicio del
derecho de los ciudadanos, entre ellos, ocupar cargos públicos, participar en
organizaciones políticas, de masa y en la defensa de la Patria. También la Conferencia abordó el “silenciado
tabú” de la violencia de género e intrafamiliar y la que se manifiesta en las
comunidades acordando acciones para combatirla.
-En la
lucha contra la corrupción, el PCC combatirá las manifestaciones de
indisciplina social e ilegalidades, poniendo el acento central en que todos
cubanos somos iguales ante la Ley; para ello, se fortalecerá el control popular
y la oposición ante cualquier expresión de impunidad. Asimismo, la Conferencia
reafirmó que los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y
la Revolución constituyen el documento rector en la “actualización del modelo
económico cubano”. Hace énfasis en la necesidad de promover en el pueblo la cultura
económica, jurídica, tributaria y medioambiental.
-La
Conferencia analizó y aprobó la propuesta de limitar a un máximo de dos
períodos consecutivos de cinco años, el desempeño de los cargos fundamentales
en el Partido, Estado y Gobierno. Además, redefinió algunas de las funciones
del PCC; entre ellas, responder en todo el país a necesidades, quejas y
denuncias de la población, así como elevar la formación política-ideológica de la
militancia. En la política cultural fue reafirmado que, “Palabra a los Intelectuales”
(1961) constituye el texto determinante de la política cultural en Cuba.
-Asimismo,
se ratificó la voluntad del PCC de comunicar, de manera oportuna, objetiva,
sistemática y transparente su política sobre los problemas, dificultades, insuficiencias
y adversidades a enfrentar, eliminado las nocivas manifestaciones del
secretismo. No quedó fuera de lo aprobado la necesidad de hacer mayor uso de
las investigaciones sociales y estudios socio-políticos y de opinión en todos
los ámbitos y sectores sociales del país. Se planteó trabajar en conceptualizar
los fundamentos teóricos del “modelo económico-social cubano”.
-Finalmente,
se enfatizó que lo medios de comunicación masiva reflejen por intermedio audiovisuales,
la prensa escrita y digital, la realidad cubana en toda su diversidad en cuanto
a la situación económica, laboral y social, género, color de la piel, creencias
religiosas, orientación sexual y origen territorial. Tampoco quedó fuera de lo discutido, aprovechar las nuevas
tecnologías de la información y comunicaciones como herramientas para desarrollar
el conocimiento, la economía y la actividad ideológica; exponer la imagen de
Cuba y su verdad, así como combatir las acciones de subversión contra nuestro
país.
Continuará
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