La Habana, 15 ago (ACN) La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicó recientemente el Panorama de la inversión extranjera directa en la región, documento en el que se valora el escenario económico mundial en 2018.
El texto señala que las tensiones entre los Estados Unidos y China, así como con la Unión Europea, provocan que por un lado, se posterguen o incluso se cancelen inversiones y, por otro, se modifiquen estrategias que afectan la estructura de cadenas globales de valor.
En 2018 las entradas de inversión extranjera directa en el mundo fueron inferiores en un 13 por ciento respecto al año precedente, y con un valor similar al registrado en 2010, primer año de recuperación tras la crisis financiera de 2008.
En cambio, en América Latina y el Caribe, este tipo de inversión -por primera vez en un lustro- fue superior a la del 2017 en un 13,2 por ciento, lo cual se debe a mayores flujos que se concentran en pocos países, principalmente Brasil y México.
La mayor parte del capital que ingresó a la región provino de Europa –fundamentalmente hacia el Cono Sur- y de los Estados Unidos –hacia México y Centroamérica-.
Los intereses de China en la región se han centrado en la adquisición de empresas de industrias extractivas y de la agroindustria, la generación de energía, los servicios básicos (electricidad, gas y agua) y la infraestructura, mientras que Estados Unidos y Europa, además de estos, han participado en fusiones y adquisiciones en industrias de alto contenido tecnológico (Internet, software y telecomunicaciones).
En medio de este complejo escenario la mayor de las Antillas apuesta por la inversión  extranjera como  elemento  importante para su desarrollo económico.
Autoridades cubanas han señalado que para alcanzar el desarrollo de su economía el país necesita elevar la tasa de inversión que hoy está alrededor del 12 por ciento, lo que significaría inversiones por dos mil millones de dólares al año, cifra que nunca se ha alcanzado.
Según información divulgada en octubre de 2018, desde igual mes del año anterior hasta esa fecha, se aprobaron en el país 40 negocios, con un capital comprometido de mil 500 millones de dólares, 35 de los cuales ya avanzaban en sus procesos inversionistas; la mayoría de ellos vinculados a sectores como energía, industrias, construcción, minería, agroalimentario y biofarmacéutico.
De igual manera se habían firmado en la etapa siete prórrogas y reinversiones valoradas en 100 millones de dólares.
En la reunión del Consejo de Ministros del 20 de junio último, el titular recordó que en 2018 se reforzó la atención a este tema en todos los niveles y se dieron pasos para lograr la implicación de las autoridades locales.
Precisó que en esa etapa se aprobaron 38 nuevos negocios, nueve de ellos en la Zona Especial de Desarrollo Mariel y, de manera general, se encuentran activos unos 200 negocios de inversión extranjera en diversos sectores.
Añadió que se crearon condiciones para el desarrollo de la inversión extranjera y se adoptaron un conjunto de medidas, entre ellas la incorporación inmediata al Plan de la Economía de los negocios o reinversiones que se aprueben.
En 2018 Cuba actualizó sus normas para la inversión extranjera con el objetivo de acelerar los procesos para la aprobación de los negocios y lograr mayor flexibilidad en los mecanismos pertinentes.
No obstante, la existencia del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba, frena las inversiones de empresas estadounidenses en la Isla e incide en la atracción de capital, fácilmente demostrable si se tiene en cuenta que una gran parte del ingreso a la región provino precisamente de esa nación.
Lo cierto es que pese a todas las maniobras- incluida la más reciente activación del título III de la Ley Helms-Burton-,  de una contracción de las entradas de inversión extranjera directa en el mundo en 2018, y de los aspectos  que deben mejorar en los procesos de captación y aprobación de negocios por parte de la Isla, la atracción de inversión extranjera en Cuba no se detiene.