COMENTARIOS DE HUMBERTO PEREZ AL ARTICULO DE VALDES PAZ “CUBA. CIENCIAS SOCIALES Y SOCIALISMO” (1) del 19 de mayo de 2021, publicado recientemente en el blog Cuba y la Economía del compañero Humberto Herrera Carles.
En primer lugar, debo aclarar que solo me voy a referir en mis comentarios al inciso a) del epígrafe 2 del artículo de Juan.
Con el resto del articulo estoy de acuerdo en lo fundamental y considero que una vez más Juan da en la diana de problemas cardinales a los que apuntar en lo relacionado a nuestras Ciencias Sociales aunque creo que falta enfatizar más en la necesidad del debate fecundo y sin cortapisas ni descalificaciones a priori dentro de la Ciencias Sociales, esgrimir solo argumentos y razonamientos y así mismo cumplir la orientación del Che de que “la primera cosa que deben tener en cuenta los Revolucionarios que escriben historia es la de ceñirse a la verdad como un dedo en un guante”, la de “quitar todo lo que se sepa que no es vedad y tener cuidado con todo lo que no le conste a uno que sea verdad”.
Estos comentarios que ahora escribo relacionados al artículo del compañero Valdés Paz forman parte también del propósito de restaurar todo lo realmente ocurrido en relación con determinados aconteceres de nuestro proceso revolucionario y tratar de ceñirlo a la verdad histórica “como un dedo en un guante”.
A partir de lo anteriormente expuesto, comenzare por reproducir el fragmento antes mencionado del artículo de Valdés Paz para sobre su base desarrollar mis observaciones.
Fragmento del artículo de Juan.
“2. Las ciencias sociales en la Revolución cubana.
Desde el triunfo de la Revolución en 1959, ha existido un sostenido esfuerzo por el desarrollo de instituciones, programas nacionales y sectoriales, así como de colectivos especializados en la investigación y enseñanza de las ciencias sociales, caso de los centros de investigación o de estudios y de los de educación superior. Con ellos se ha producido una importante masa de nuevos conocimientos, técnicas y aplicaciones, que sin embargo no han alcanzado un suficiente nivel de desarrollo de las ciencias sociales y humanísticas cubanas. En ello han influido diversos factores de los cuales destacaremos solo tres:
a) Las políticas culturales e ideológicas de la revolución se han manifestado en ciclos de ortodoxia y ciclos de una mayor heterodoxia, de manera que unos han sido más propicios al desarrollo de las ciencias sociales que otros. Se trata de una “onda de larga duración” pendiente de estudio.
De hecho, los ciclos ortodoxos han sido de estancamiento o regresión de las ciencias sociales cubanas y los heterodoxos de un mayor pero insuficiente desarrollo.
En los primeros, se han promovido instituciones y políticas tomadas del socialismo real, particularmente del soviético; en el segundo, se han creado instituciones y colectivos posteriormente disueltos, como fueron los casos de creación y posterior cierre de: el Departamento de Filosofía, de las Escuelas de Sociología y de Ciencias Políticas, de la Universidad de La Habana, en los setenta; del Centro de Estudio sobre América, en los noventa; de los centros de estudios internacionales adscritos al CC-PCC, en los 2000s, etc.
No obstante, muchas de las instituciones creadas desde la década de los noventa, comienzo de un ciclo más heterodoxo, aún permanecen, así como muchas de las publicaciones especializadas surgidas desde entonces.
Hay que decir que, en cada ciclo ortodoxo, las políticas públicas al efecto contaron con el suficiente apoyo de dirigentes, funcionarios, intelectuales y académicos, como para legitimarlas y hacerlas viables.”
MIS COMENTARIOS.
INTRODUCCION
Hace casi 11 años (el 5 de agosto de 2010) envié una carta al compañero Aurelio Alonso polemizando con unas manifestaciones que había hecho en una entrevista suya publicada en “La Ventana” el 28 de julio de ese año y días más tarde en KAOSENLARED. Esa carta era preparatoria de un encuentro personal y fraternal en mi casa de Santa Fe al que lo estaba invitado para dirimir nuestras diferencias y, de ser posible, alrededor de algunos vasos con veneno irlandés.
Casualmente en uno de esos días Juan estaba de visita en casa de July Carranza, les comenté a ambos por teléfono sobre este encuentro en planes y me plantearon que querían asistir como árbitros o “claque”. Lamentablemente ese encuentro no se produjo, aunque Aurelio y yo si debatimos nuestro de vista y memorias en más de un encuentro fraternal principalmente en su casa.
En aquellos momentos yo le hacía un llamado al compañero Aurelio a ceñirnos a la estricta verdad histórica de lo ocurrido sobre los temas que el trataba en su entrevista, lo que entendía no lograba completamente.
Muy similares gazapos y desmemorias históricas (explícitas e implícitas) entiendo que son cometidos por el amigo Juan en este epígrafe 2, inciso a) de su artículo.
Deduzco que, entre los ciclos ortodoxos considerados por él, el primero sea el de los primeros años 60 y hasta aproximadamente el año en que tuvo lugar la polémica entre Aurelio y yo sobre el uso de los manuales, y el segundo el que se inició más o menos en los tiempos del cierre de Pensamiento Crítico y el Dpto. de Filosofía y que se extendió a la década del 70 a través del llamado Quinquenio o Decenio Gris.
Por su parte debo entender que se refiere como ciclos heterodoxos en primer[g1] [g2] lugar al que tuvo lugar durante el auge del Dpto. de Filosofía y de Pensamiento Crítico a fines de los años 60 y en segundo lugar al que se desarrolló en el segundo quinquenio y finales de la década de los 80 del pasado siglo.
A partir de lo anterior hago llegar las siguientes
Observaciones y recordatorios:
1—Para las Ciencias Económicas, como importantes integrantes de las Ciencias Sociales, el ciclo heterodoxo de finales de los 60 del pasado siglo fue el de mayor retroceso de nuestra Historia. El ciclo ortodoxo de los años 70 fue de recuperación y desarrollo.
2—Teoría y Práctica, la revista teórica de las EIR, fue siempre una especie de tabloide con caratula que se fue desarrollando gradualmente: una Cenicienta en cuanto a su formato y divulgación. Nunca llego a tener más de 50 o 60 págs. y era de circulación solo interna en el país. El total de números que saco a la luz fueron 43 hasta su cierre en diciembre de 1967.
En ese mismo año salió el primer número de PENSAMIENTO CRITICO, con un formato muy superior en todos los sentidos, sus números siempre tuvieron más de 250 págs.- y algunos rebasaron las 350. Era una revista que circulaba no solo en Cuba sino también en el exterior sobre todo en A.L. y en Europa y en total saco 53 números hasta su cierre en 1971.
3—En 1968, al siguiente año de haberse cerrado Teoría y Práctica, se cerraron las EIR.
Para discutir la situación, los criterios político económicos y los destinos de los cuadros y profesores de las EIR, se creó y funciono en ese mismo año una Comisión del CC presidida por el compañero Secundino Guerra (“GUERRERO”) e integrada además por el Cap. Manuel Penado de la Dir Política de las FAR y por Antonio Díaz del Dpto. de Educ. Interna del CC.
Se nos preguntaban nuestros criterios sobre el Cordón de La Habana, sobre la Ofensiva Revolucionaria, sobre las relaciones monetario mercantiles y los estímulos morales en el Socialismo, sobre la vía pacífica y no pacifica, sobre nuestra disposición a marchar durante 2 años a la Agricultura, etc.
Esto ocurría en el mismo año en que se iniciaba el auge y apogeo del Dpto. de Filosofia y de Pensamiento Crítico.
4--Transcurrieron estos años de finales de los 60 y hasta 1971 en que se produce el cierre de Pensamiento Crítico y del Dpto. de Filosofía y se inicia lo que muchos, sobre todo de los medios intelectuales, han calificado y denominado como “Quinquenio” o “Decenio gris”. Nunca he negado que las políticas seguidas en ese periodo en la esfera de la creación intelectual y artística, de la filosofía y de las ciencias sociales en general fue una etapa totalmente negativa y reprobable. Ello lo exprese explícitamente en una intervención en un Último Jueves de la revista Temas y en artículos míos que tratan ese periodo.
5—Para examinar y dar tratamiento a las consecuencias del cierre del Dpto. de Filosofía y de Pensamiento Crítico, el Secretariado del CC designo una Comisión integrada por Lionel Soto, Jesús Montane y Arnaldo Silva. Inicialmente el Secretariado me había designado a mí para integrar dicha Comisión, pero yo pedí personalmente a Fidel que me liberara de esa tarea, para mi engorrosa y desagradable y entendía que también lo iba a resultar para los compañeros del Dpto. de Filosofía y de Pensamiento Crítico con los que había polemizada apena unos años antes. En mi lugar se designó a Arnaldo Silva.
Después de numerosas reuniones, averiguaciones y entrevistas, los trabajos de esa Comisión concluyeron reuniéndose en 1980 con varios de los compañeros involucrados entre los cuales estuvo el compañero Juan, si no recuerdo mal. Según el informe que rindió la Comisión al B.P. del cual yo formaba parte, la mayoría de sino todos hizo el correspondiente mea culpa en mayor o menor medida.
Esto ocurría varios años después de que se habían cerrado las EIR y su revista, y sus cuadros y profesores habían sido sometidos a una situación tan humillante y desagradable como la que experimentaban estos compañeros apenas unos pocos años después.
¿Qué color tuvieron los años 1966-1971 para los compañeros, cuadros e intelectuales de las EIR integrados también por filósofos, economistas, sociólogos, historiadores, metodólogos, profesores y maestros de diversos niveles y materias, investigadores diversos, que habían desarrollado una revista teórica la que cada vez tenía más avances publicando artículos inéditos de autores cubanos y extranjeros no solo soviéticos sino muchas veces en discrepancia con estos, así como los resultados de las investigaciones que se realizaban por sus distintas Comisiones científicas?
¿Para quién fue gris este quinquenio, 1966-1971, antes de que a Juan, a sus compañeros y a numerosos intelectuales más les llegara su Quinquenio Gris?
O es que lo de “Gris” ¿es aplicable solo cuando la censura, los cierres y las requisitorias le tocan al grupo a que pertenecemos y cuando le tocan al grupo que está del otro lado en el debate, nos ufanamos y vemos el ambiente color de “Rosa”’?
7—En el curso de la polémica nuestra con Aurelio sobre el uso de los manuales, sin titubeos y como parte de nuestra concepción sobre el debate, publicamos en Teoría y Práctica el articulo inicial de Aurelio en la No. 30 de sept de 1966 y su carta final en la No. 32 de noviembre de ese mismo año.
En contraposición con esto Pensamiento Crítico no publico mi artículo de refutación al de Gómez Barranco a pesar de haberlo yo entregado personalmente en la redacción de la revista al compañero Bell Lara el 8 de septiembre de 1970, con carta mía dirigida a Fernando.
Ante los condicionamientos inaceptables y no a lugar que me planteo el Dpto. de Filosofía antes de publicar mi artículo, se celebró un encuentro los días 23 y 24 de septiembre de 1970, durante dos tardes enteras, entre los compañeros Fernando Martínez, Marta PEREZ Rolo y Hugo Azcuy por el Dpto de Filosofía y por la otra parte yo como autor del artículo y Profesor de la Ñico López, ante la presencia como testimoniantes del Dr. José Miyar Barruecos, Rector de la Universidad de La Habana y el Dr. Juan Mier Febles por el CC del PCC.
En esa reunión se concluyó que mi artículo seria publicado, cosa que finalmente no se ejecutó.
Teoría y Práctica cumplió con la ética “volteiriana” que compartimos, de que “aunque no estés de acuerdo con lo que yo diga estoy dispuesto a defender tu derecho a decirlo”.
Pensamiento Crítico no lo cumplió.
8—El 1ro de mayo de 1966 Fidel hizo una crítica negativa a los manuales que se usaban en las EIR.
En el numero No. 28 de julio de 1966 (dos meses después de esa crítica publica de Fidel) publicamos en Teoría y Práctica nuestro artículo “¿Contra el manualismo? ¿Contra los manuales? ¿o contra la enseñanza del marxismo leninismo?”, el que dio inicio a nuestra polémica con Aurelio.
Un mes después, en el No. 29 de Teoría y Práctica salió un artículo mío que Fabio Grobart y Carlos Rafael no aprobaron publicarlo en Cuba Socialista, para la cual yo lo había escrito por encargo de Fabio. El criterio para su no aprobación, según me expreso personalmente Carlos Rafael, se basaba en que en el mismo yo “estaba poniendo a Fidel contra Fidel”. Ciertamente, en ese artículo mío en que argumentaba sobre el carácter objetivo de las leyes económicas en general y el daño que hacia el violarlas voluntaristamente y, entre mis argumentaciones, utilizaba varias citas de Fidel de discursos suyos pronunciados hasta 1964 las que, indudablemente entraban en contradicción con su cambio de discurso que se inició en 1965, se hizo más definido en 1966 y se enfatizó y desarrollo en 1967 y 1968.
¿Ingenuidad o indisciplina revolucionaria de nuestra parte al escribir estos artículos que disentían de lo que oficialmente comenzaba a aparecer y se desarrollaba en el discurso oficial, o irreverencia consiente a partir del derecho que creíamos tener a decir lo que pensábamos aun cuando no coincidiera con el criterio oficial, con el propósito de llamar la atención de este para tratar de que descontinuara el rumbo equivocado hacia el cual entendíamos se proyectaba?
9--¿Hubo alguna actitud o manifestaciones con parecido carácter y similares intenciones en algún momento por parte de la línea editorial de Pensamiento Crítico y de las informaciones que provenían de las aulas y publicaciones en las que se expresaban los compañeros del Departamento de Filosofía?
Recuerdo que eran muy críticos con todo o casi todo lo que provenía de los países socialistas, de los partidos comunistas de casi todo el mundo, que expresaban un anti dogmatismo extremo en cuya argumentación en mi opinión transgredían a veces el respeto que merecían las figuras de Engels y Lenin.
En cambio, llamaba la atención que, hacia adentro, hacia la línea oficial interna, aunque esta no se mantuviera estable y la misma variara y hasta se contradijera en diferentes etapas, en ningún momento asomaba ninguna duda, ningún señalamiento, sino un olímpico pasarlo por alto todo cuando no un total seguidismo.
En las manifestaciones procedentes del Dpto. de Fil y de Pensamiento Crítico en los años de apogeo de su ciclo heterodoxo predominaban la negación del carácter objetivo de las leyes económicas, el enfrentamiento a lo que denominaban “determinismo económico” o “economicismo”, el planteamiento de que las relaciones mercantiles dificultan las transformaciones revolucionarias, etc.
Estas concepciones están explícitamente presentes en numerosos trabajos de los compañeros del Dpto y la Revista como por ejemplo en los que Ángel Hernández y Jorge Gómez escribieron sobre el periodo de transición. También lo están en un artículo de Hugo Azcuy comentando “La Nueva Económica” de Preobrazhensky, publicado en noviembre de 1968 en el No. 22 de Pensamiento Crítico. En este artículo se defiende a la Ofensiva Revolucionaria y se la pone como ejemplo valorándola como que “fue un proceso consciente y voluntario y ninguna ley objetiva lleva a su culminación”.
En mis manos obra un trabajo de 45 páginas titulado “Algunos problemas teóricos del periodo de transición al comunismo” realizado con la colaboración de los compañeros del Dpto. de Filosofía para servirle de fundamento teórico al llamado “Nuevo Sistema de Registro” que se intentó aplicar en el periodo llamado de Construcción paralela del Socialismo y el Comunismo y que fue factor principal en la situación de “aquelarre” que se creó en la economía y en la sociedad cubana de aquellos años y que fuera detalladamente analizada y auto criticada por Fidel en su histórico Informe al Primer Congreso del Partido en diciembre de 1975.
Habría que buscarle respuesta, con “el bisturí de la historiografía critica” recomendado por Aurelio, al porqué de la paradoja de que haya coincidido el primer ciclo heterodoxo con el ciclo de más dinámico y general atraso en resultados y eficiencia económica que ha tenido nuestro proceso revolucionario y por qué de nuevo durante el segundo ciclo heterodoxo de 1986 a 1989 tiene lugar de nuevo un periodo de retroceso económico anual creciente después de un periodo de 15 años en que, en medio de un ciclo considerado heterodoxo, se produjo un crecimiento sostenido desde 1971 a 1975: único periodo de crecimiento de todo nuestro proceso revolucionario según arrojan las investigaciones hechas por reconocidos economistas de nuestro país.
10—Desde 1964 el Presidente Dorticos comienza a visitar el Dpto. de Filosofía y a partir de 1965 comienza a hacerlo frecuentemente Fidel en largos encuentros hasta avanzadas horas de la madrugada, acompañado habitualmente por Piñeyro, Llanuza, Chomi y algunos otros compañeros de la dirección del país. Los compañeros del Dpto. de Filosofía reciben orientaciones e incluso encomiendas de parte de Fidel para determinadas tareas, algunas relacionadas con el movimiento revolucionario de A.L., se les vincula a Regis Debray y a su “Revolución en la Revolución”, etc.
En el transcurso del segundo ciclo heterodoxo, dentro de la campaña denominada de rectificación de errores y tendencias negativas, un ex miembro del antiguo Dpto. de Filosofía escribió una obra acerca del rescate del pensamiento del Che y su libro y sus ideas fueron apoyadas y promovidas directamente por Fidel.
Ni Fidel ni ningún dirigente similar o por encargo de el visito nunca en su momento a la Escuela Ñico López para reunirse con su claustro.
Finalmente, invito en esta oportunidad al querido y admirado amigo y compañero Valdés Paz a un encuentro de manera presencial (que es como ahora se estila decir) y contando con que Abdala y Soberana nos ayuden a ello, para dirimir nuestras diferencias y le propongo en este caso invitar a los compañeros Aurelio y July al encuentro el que tal vez resulte más propicio efectuarlo en casa de Aurelio.
Un fuerte abrazo,
Humberto Perez
25
de junio de 2021.
Comentarios de Juan Valdés Paz a los
comentarios de Humberto Pérez
Social
y amigo Humberto: Ante todo, agradecerte tus comentarios a mi texto, “Cuba. Ciencias sociales y socialismo”, tanto
en tus acuerdos con sus contenidos como en tus desacuerdos con algunos de
ellos.
Aprovecho
la ocasión para sumarme a las voces que recientemente han reconocido tus
enormes méritos políticos e intelectuales y lamentar que continúes siendo
objeto de ese componente de la cultura política nacional que es el “ninguneo”.
Antes
de referirme a tus comentarios quisiera anticipar dos reflexiones generales:
a) Aunque la metáfora sobre la
verdad histórica que citas del Che tiene la fuerza normativa y ética que le
reconocemos, y que yo mimo suelo citar a Aristóteles cuando dice “la verdad es
la verdad la diga Agamenón o su porquero”, diría que en realidad no es tan sencillo
poner de acuerdo a los pensadores e investigadores acerca de la verdadera historia.
De hecho, si alcanzar algún nivel de acuerdos entre los
estudiosos sobre cuáles acontecimientos se consideran relevantes o
determinantes en un proceso histórico dado, es difícil pero posible, la
interpretación de esos acontecimientos y del proceso mismo, se muestran de una
concertación casi imposible. Lo que solemos tener es, recordando a Kurosawa, un
“Rashomón” sobre lo acontecido.
b) En todo recuento histórico de
carácter testimonial habría que distinguir entre la pasión con que vivimos
tales acontecimientos, su experiencia inmediata, y la interpretación ecuánime y
objetiva que podemos darle al paso del tiempo.
Los
comentarios que me haces me reiteran puntualmente los que te he escuchado en
varios de nuestros encuentros, incluido el primero con Aurelio presente, tal
como mencionas. No percibo que aquellos intercambios hayan modificado tu
versión personal de esta historia.
Me
felicito de haber propiciado con mi texto, la publicación de tu versión de aquellos
acontecimientos y de tus opiniones al respecto, como tantas veces te sugerí lo
hicieras.
Ya
entrando en el contenido de tus comentarios, me permitiré algunos pocos
comentarios de mi parte:
-Acerca
del párrafo mío que citas quisiera hacer una aclaración sobre los sentidos del
término ortodoxia/ heterodoxia en el debate cubano. Decimos que unas ideas son
heterodoxas respecto a otras, cuando:
·
Se oponen a otras que han sido asumidas como un canon, como
la única interpretación verdadera; o cuando un cuerpo de ideas ha asumido un
carácter oficial, con todas sus consecuencias prácticas. Conoces mi criterio de
que al Partido y al Estado no le corresponde tener una confesión, una filosofía
o una teoría social propias sino Programas compartidos, política y socialmente.
Otra cosa son las creencias o convicciones personales, de los actores políticos
y agentes sociales.
·
Otro sentido, que es el que utilizo en el texto que citas, es
cuando los términos heterodoxia/
ortodoxia se refieren a “las
políticas culturales e ideológicas” que propician la concurrencia de
diferentes ideas, doctrinas o discursos, en el espacio público e institucional,
o contrariamente, las que admiten una sola corriente de ideas y estorban a las
demás. Este es el sentido en que utilizo la calificación de ortodoxas o
heterodoxas, a las políticas culturales en general y para las ciencias
sociales, en particular, desenvueltas en uno u otro período revolucionario.
-Cabe
aclarar que de los temas que mencionas, no obstante mi simpatía con las
posiciones del Departamento de Filosofía, yo no participé directamente en los
debates de entonces. Fue más tarde, en mi condición de funcionario, cuando tuve
diferencias de concepciones contigo, aunque ello no fuera óbice para que me mostraras
siempre un trato franco y respetuoso.
-Tenía
la sospecha sino la certeza, de que mi artículo podría ser polémico, porque: disponía
de un espacio limitado para su argumentación; generalizaba sobre las ciencias
sociales cubanas, no obstante las notables diferencias de desarrollo entre
ellas; aludía a debates históricos nunca resueltos; no mencionaba, como era justo,
el cierre de la Escuela Nacional de las EIR; etc.
-Estoy
de acuerdo de que con el cierre de la Revista “Teoría y práctica” y
posteriormente, del sistema de Escuelas de Instrucción Revolucionaria (EIR), se
rompía el ciclo heterodoxo de los sesenta y se iniciaba un nuevo ciclo de
políticas ortodoxas.
Cabe
aclarar que estos acontecimientos son difíciles de interpretar por fuera de los
contextos de los años sesenta y de las contradictorias políticas promovidas en
esos años. Las políticas culturales y para las ciencias sociales, tuvieron
innumerables variaciones, como correlatos de las variaciones de las políticas
promovidas por la dirección revolucionaria. Considero que estas características
de los años sesenta no se pueden entender sino se asume la prioridad absoluta
que la dirección del país concedía a la defensa del poder revolucionario. Ceo
que los acontecimientos del año 1968 ilustran perfectamente la suma de
contradicciones del período.
-Observo
que la dirección política que creó las EIR fue quien la cerró; y que la misma
dirección que auspició el proyecto cultural integrado por el Departamento de
Filosofía de la UH, la revista Pensamiento Crítico y la Editorial Revolución,
fue quien lo cerró.
De
manera, que muchas de las discusiones entre compañeros, colectivos e instituciones,
en realidad transcurrían en el espacio de un tablero político de mayor nivel y
trascendencia. Dicho de otra manera, las políticas en curso, internas o externas,
no eran precisamente “filosóficas”; y que, en ese tablero los contendientes éramos
apenas peones.
Creo
que tú, con mayores experiencias de Estado que yo, podrías coincidir con esta
perspectiva.
-Tienes
razón, Humberto, cuando dices que las ciencias económicas eran las de mayor desarrollo
relativo en esos años y quizás después. A ello contribuyó poderosamente, que la
mayor parte de los debates de esa década, abiertos o soterrados, eran sobre
temas económico, acorde a las políticas de sobrevivencia y desarrollo que se
promovieron en esos años. Por ejemplo, el traspaso de las relaciones económicas
al campo socialista europeo; la creación de un determinante sector estatal dela
economía; la opción socialista declarada desde 1961 y su consecuente paso a una
economía centralmente planificada, lo que conllevó el arribo de nuevas
asesorías extranjeras, en las que se incluían desde los occidentales, como Bethelheim
hasta los variopintos asesores de Europa oriental, pasando por la JUCEPLAN; el
llamado “debate económico” entre el Che y seguidores, y otros dirigentes de la
Revolución, así como las fallidas implementación de sus respectivas
propuestas; etc.
-Estoy
de acuerdo contigo, con esa peculiaridad de nuestra historia revolucionaria de
que en los períodos de una política económica más racional y eficaz, las
políticas culturales e ideológicas han sido restringidas; así como que, en los
períodos de mayor heterodoxia para las ciencias sociales y las humanidades, las
políticas económicas han sido más dogmáticas e ineficientes. Quizás, mi reclamo
de un estudio de “onda larga” de la experiencia revolucionaria cubana exija un
estudio separado de las distintas disciplinas bis a bis, las políticas en curso,
en cada momento.
-Considero
que el mayor pecado intelectual, tanto de la Escuela Nacional de la EIR como
del Departamento de Filosofía, fue suplantar el estudio crítico del proceso
revolucionario real con su filiaciones o preferencias hacia las políticas en
curso, unas u otras; y preferir los tradicionales debates entre escuelas de
pensamiento.
-Acerca
del encuentro que la Comisión del Buró Político tuvo con los antiguos miembros
de Departamento de Filosofía, que tú mencionas y que yo considero como un
episodio pendiente de estudiarse, quisiera hacerte algunas precisiones: a) el
proceso que mencionas fue el resultado de reclamos de compañeros que habían
sido discriminados por su anterior pertenencia al mismo; b) el proceso ocurrió 10
años después del cierre del Departamento; c) el procedimiento de la Comisión
fue, después de investigaciones individuales, entrevistarse por separado
con un grupo de esos miembros, de manera
que no se dio ninguna discusión colectiva, siquiera de las conclusiones de la
Comisión; d) a los miembros que éramos militantes, se nos leyó en cada núcleo
una declaración del Buró Político que combinaba alguna críticas y el
reconocimiento de nuestra condición de revolucionarios, con el acuerdo de daba
por terminado el caso, no pudiendo citarse en adelante como parte de ninguna
evaluación de los militantes; e) aunque
era una declaración constructiva, algunos compañeros no estuvimos de acuerdo
con la interpretación contenida en ella de la historia del Departamento.; f) aunque
no conozco como tú el contenido de las intervenciones de los entrevistados, no
creo que las críticas y autocríticas contenidas en ellas hayan sido “me culpas”
sino prueba de madurez y lealtad política, pasadas más de una décadas de aquella
experiencia cultural.
-Como
tu cierras tus comentarios con una invitación a continuar nuestro amigable
debate bajo techo, quiero expresarte mi acuerdo con la cita, decir que nos
apuremos o nuestra próxima discusión será en el Purgatorio, y agradecerte ese
talante tuyo conque das ejemplo de como se discute entre compañeros,
científicos sociales y revolucionarios.
Abrazo,
JUAN
Humberto Pérez Gonzalez
ESTIMADO JUAN,
MUCHAS Y SENTIDAS GRACIAS POR ESTE CORREO TUYO Y POR TU REACCIÓN.
COMPARTO AL CIENTO POR CIENTO TU CONSIDERACIONES CONCEPTUALES Y REFLEXIVAS.
AGRADEZCO QUE TE SUMES AL APOYO A MIS MANIFESTACIONES DE REBELDÍA ANTE LO QUE HA VENIDO Y SIGUE OCURRIENDO CON LOS ANIVERSARIOS DE LA ANEC Y DE SU CONGRESO CONSTITUTIVO. AUNQUE TAMBIÉN ME MOLESTA EN LO INDIVIDUAL EL "NINGUNEO" A MI PERSONA Y MI HISTORIA, NO ES ESE EL MOTIVO Y CAUSA PRINCIPAL DE LO ESCRIBÍ COMO INTRODUCCIÓN A MIS ARTÍCULOS SOBRE EL CHE Y EL ANIVERSARIO DE LA ANEC.
DE LO QUE SE TRATA ES DE LA FORMA RECURRENTE EN QUE SE HAN PRODUCIDO Y SE SIGUEN PRODUCIENDO ESTAS CONDUCTAS DE IGNORANCIA Y DESCONOCIMIENTO CONSCIENTE Y EVIDENTEMENTE ORIENTADO POR ALGUIEN, DE ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS IMPORTANTES DE LA HISTORIA DE NUESTRO PROCESO REVOLUCIONARIO CON LA COMPLICIDAD TOTAL DE HISTORIADORES, INVESTIGADORES,ECONOMISTAS Y PERIODISTAS INCUMPLIENDO Y VIOLANDO LOS PRINCIPIOS MARTIANOS Y MARXISTAS QUE SE SUPONE DEBEN GUIAR TODAS NUESTRAS POLÍTICAS Y ENTRANDO EN FLAGRANTE CONTRADICCIÓN CON LA ÉTICA PRACTICADA Y PREDICADA POR ALGUIEN COMO EL CHE QUE ES Y QUE FORMALMENTE DECLARAMOS COMO PARADIGMA INTEGRAL DEL REVOLUCIONARIO.
TIENES RAZÓN EN QUE LA COINCIDENCIA EN LA INTERPRETACIÓN DE LA VERDAD HISTÓRICA ES TAREA HARTO COMPLEJA Y DIFÍCIL. PERO INDEPENDIENTEMENTE DE LAS DISCREPANCIAS QUE PUEDAN EXISTIR EN EL JUICIO SOBRE LA VERDAD HISTÓRICA Y SOBRE EL PAPEL Y CONDUCTA DE SUS PROTAGONISTAS, ALGO EN LO QUE DEBEN COINCIDIR TODOS LOS QUE HONESTAMENTE LA ABORDEN ES EN LO REFERIDO A LOS HECHOS OBJETIVOS, A LO FACTUAL DE ESA VERDAD HISTÓRICA. "LA VERDAD ES LA VERDAD DÍGALA AGAMENON O SU PORQUERO". Y ESTA NO DEBE SER NI ADULTERADA NI OLVIDADA PREMEDITA MENTE CUANDO SE TRATA DE ACONTECIMIENTOS IMPORTANTES PARA UN PROCESO, UN PAÍS O UNA PERSONA.
COINCIDIMOS EN CONTINUAR EL INTERCAMBIO SOBRE ESTOS TEMAS BAJO TECHO, DE MANERA PERSONAL Y SIN ESPERAR POR EL PURGATORIO.
TAL VEZ DURANTE LA PRÓXIMA VISITA DE JULY A LA HABANA PODAMOS ORGANIZARLO.
INICIALMENTE YO PENSÉ ENVIARTE MIS OBSERVACIONES A TU ARTICULO SOLO A TI. PERO AL VERLO PUBLICADO ME SENTÍ OBLIGADO A COMPARTIRLAS CON LOS POSIBLES LECTORES DE LA PUBLICACIÓN AUNQUE MANTENIENDO ME CIRCUNSCRITO A LOS INTEGRANTES HABITUALES DE NUESTRO CIRCUITO DE CORREOS.
ANTE TU PROPUESTA DE QUE YO DECIDA A QUIEN ENVIAR ESTA RESPUESTA TUYA HE ENTENDIDO HACERLO DE INICIO UNIDO AL ENVÍO DE ESTE CORREO, A LOS COMPAÑEROS AURELIO, JULY Y ARNALDO SILVA LEÓN. SILVA FUE FUNDADOR DE LAS EIR, DIRECTOR DE LA ÑICO LOPEZ DURANTE UN BREVE TIEMPO, FUE EL PRIMER RECLUTADO POR MI PARA INTEGRAR EL GRUPO QUE RAUL ME ORIENTO FORMAR PARA TRABAJAR EN LO RELATIVO AL I CONGRESO DEL PCC, DESPUÉS FUE INTEGRANTE DEL DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN INTERNA DEL PCC Y FINALMENTE DESIGNADO COMO UNO DE LOS 4 INTEGRANTES DE LA COMISIÓN DEL CC QUE ANALIZO LO RELATIVO A LAS DECISIONES FINALES ACERCA DEL DPTO. DE FILOSOFÍA Y PENSAMIENTO CRITICO.
NO OBSTANTE, CONSIDERANDO QUE MIS OBSERVACIONES A TU ARTICULO LLEGARON A VARIOS COMPAÑEROS MAS, TAL VEZ SEA ACONSEJABLE Y DE TU INTERÉS QUE ESTA RESPUESTA TUYA LLEGUE ADICIONAL-MENTE A OTROS DESTINATARIOS. SI ES ASÍ HÁZMELO SABER.
RECIBE UN FUERTE ABRAZO ACTUALIZADO DE IDENTIFICACIÓN REVOLUCIONARIA E IDEOLÓGICA,
HUMBERTO PEREZ
Continuará
Gracias a Cuba y la economía por trasmitir este debate de ideas, conceptos y de historia. Esperemos su continuidad. Hay muchas cosas por poner en su justo sitio y cuando se hace con ese arte del debate constructivo y revolucionario se convierte en un ejemplo.
ResponderEliminarSaludos
Carlos Manuel