fvgonzalez30@gmail.com
El
artículo publicado en La Tizza el pasado 17 de agosto titulado “MERCADO Y
TRANSICIÓN SOCIALISTA EN CUBA. APUNTES PARA UN DEBATE”, de Carlos Lage Codorniu, se enmarca en el análisis
actual sobre las vías para llevar a cabo la transición socialista, en especial,
el lugar del mercado, la propiedad privada y la planificación. En general, estoy
de acuerdo con sus planteamientos sobre estos temas. Quizás la parte mas
importante de su artículo está al final, bajo el subtítulo “Provocaciones para
un debate inconcluso”. Hay un aspecto que Lage no puede abordar en este
artículo relativamente corto, pues requeriría de un ensayo de mayores
proporciones. Se trata de que la vía para realizar la transición socialista no
se limita solamente a un tema económico, sino que abarca todo el entramado de
la superestructura social, política y cultural. Es bastante común tratar de
definir el socialismo solo en base a la organización y funcionamiento de la
economía, lo que resulta una aproximación reduccionista. El concepto de
socialismo incluye la política interna: de justicia social, libertad política y
democracia popular participativa; y externa: de independencia nacional, lucha por la paz y la solidaridad
internacional. Pero este es tema para
otro debate. Me concentraré en el artículo de Lage Codoniu, del cual, dentro de
las ideas con las que coincido, destaco las siguientes:
-
el modelo soviético que se experimentó en la URSS y en las democracias
populares de la Europa del Este no es el único modelo de socialismo ni de
transición socialista; pueden haber tantos
modelos socialistas como países que pretendan sustituir al capitalismo;
-
la práctica de la construcción socialista distó de los planteamientos de Marx y
Engels, pues: 1) no se inició en los países más desarrollados; 2) tampoco se
dio en forma de «revolución mundial»; 3) el periodo de tránsito no fue — no ha
sido — un periodo relativamente corto; y 4) la transición socialista ha tenido
que compartir la edificación de la alternativa con la superación de un
subdesarrollo dependiente;
-
constituye un desafío para el socialismo cubano alcanzar una economía próspera
y sostenible en las condiciones de la economía mundial donde rigen las reglas
de otros sistemas dominantes; ello determina construir el socialismo cubano “en
un solo país”, aunque hay que aspirar a la integración latinoamericana y
caribeña;
-
la economía mercantil que necesariamente tiene que existir en la Cuba de hoy no
es una economía mercantil capitalista, sino una economía mercantil en los
marcos de la transición socialista;
-
el uso del dinero en las relaciones monetario-mercantiles en la transición
socialista, tanto en el sector estatal como en el no estatal, no pueden ser
solo como unidad de cuenta para el control y la contabilidad, sino también como
medida de valor y demás funciones del dinero previstos por Marx; esas
relaciones monetario-mercantiles tienen que ser reales y no formales, de manera
que los precios emitan señales a tener en cuenta en las decisiones económicas;
-
Cuba tiene muchos elementos teóricos y prácticos heredados del modelo soviético
que ya resulta obsoleto y debe modificarse; uno de ellos es la economía
centralmente planificada en base, principalmente, a métodos administrativos,
los cuales deben dar paso a métodos económico-financieros, aunque siempre habrá
algunas decisiones administrativas que mantener en manos del Estado;
-
hay que aplicar las categorías de la economía mercantil tanto en el sector
estatal como en el no estatal; las empresas estatales tienen que tener
autonomía real en muchos indicadores que hoy son directivos decididos por
organismos administrativos que le son jerárquicamente superiores;
-
reducir el sector no estatal y ampliar el espacio del no estatal en la economía
no necesariamente implica ceder a visiones neoliberales o renunciar a la
construcción de una alternativa socialista;
-
planificar no es administrar crisis ni corregir problemas aislados, por
complejos que sean.
En
lo que sigue, expondré aspectos en los cuales discrepo de Lage o que no son
tratados por él.
-
al final del artículo Lage acepta la existencia de un sector capitalista en la
transición socialista, cuando al principio del artículo no concibe una economía
mercantil capitalista en esa transición; considero que la economía mercantil
abarca tanto al sector estatal como al no estatal y no califico de capitalista
al sector no estatal privado;
-
alrededor de este concepto, Lage delimita, dentro de lo que él denomina sector
privado capitalista, el de la pequeña producción mercantil el cual, dice, hay
que ganarse, considerando implícitamente un sector privado de mediana
producción mercantil que le es ajeno al socialismo. Considero que, si bien es
metodológicamente correcto diferenciar las PYMES pequeñas y medianas, a todas
hay que ganarse mediante un tratamiento político igual;
-
Lage dice que “los mercados no se autoregulan”. Considero que sí se
autoregulan, lo que en el capitalismo neoliberal la regulación ocurren mediante
las crisis, que destruyen grandes valores de activos, y en el socialismo lo
hacen dentro de las disposiciones institucionales que los limitan;
-
Lage ratifica, como muchos analistas que escriben al respecto, que los medios
fundamentales de producción deben quedar en manos del Estado; lo que no se ha
hecho es el listado de cuáles son los medios fundamentales de producción en el
caso de Cuba;
-
Lage plantea que los límites ampliados o reducidos en los que se inserta la
economía cubana en el sistema mundo no depende de una decisión política, sino
de un hecho objetivo. Considero que esos límites si deben responder a una
decisión política. Por ejemplo, acceder a los financiamientos del FMI y del
Banco Mundial obligan, según sus reglamentaciones de hoy, a la aplicación en el
país de un régimen neoliberal, lo que Cuba no puede aceptar y esta es una
decisión política.
-
si bien es cierto que el funcionamiento de la “ley del valor” no va en contra
de la transición socialista y, todo lo contrario, le es imprescindible, hay que
tener en cuenta que la “ley del valor” no actúa de forma pura en todas las
sociedades, sino que es contaminada por diferentes factores que en su momento
fueron analizados por Marx. Estos factores desvían los precios a los que se
venden y compran las mercancías de su
verdadero valor intrínseco. El Estado socialista no puede aspirar a regular la
economía de tal forma que la “ley del valor” actúe en forma pura, pues la
política de justicia social del socialismo así lo determina. Lage no hace esta
diferenciación en la aplicación de la “ley del valor” en la transición
socialista.
20
de agosto de 2020
Reitero una vez más, aspiro a que estos útiles debates, salgan de las limitadas y casi elitistas fronteras de los sitios donde habitualmente se publican y pasen a ser publicados, sin miedo ni discriminación, a los medios de prensa nacionales.Que se creen Mesas Redondas, cuadradas o rectangulares, televisivas y radiales, donde por ejemplo Lage y Vascos González debatan sus puntos de vista y no permitan con más claridad considerarlos. ¿Veremos esto algún día?
ResponderEliminarCreo muy conveniente publicar estos debates porque solo así se desarrolla el pensamniento económico con visos tan particulares en lo que se refiere a Cuba.
ResponderEliminarMuchas Gracias por su opinion Elsy Fors
ResponderEliminar