Por | 13/02/2024 | Cuba
“Un fantasma recorre la Cuba del picadillo de soja y los huevos esperados en los barrios, cual Mesías de inmediata salvación. Se llama Eduardo Chibás“.
Así apuntó este periodista en noviembre de 1995, en su primer artículo publicado. Sólo que 28 años después no se consume en Cuba el casi legendario picadillo –ni se produce-, y los huevos tan esperados se han reducido a cinco mensuales per cápita, distribuidos por la llamada canasta básica y a precios subsidiados; más allá, la treintena de huevos va por los 2500 pesos en los mercados libres, en país en que el último salario medio reportado fue de 4219 pesos mensuales y la pensión media de unos 2000, pero más de la mitad del millón 600 mil jubilados que se estima existen cobraría menos de esa cifra.
Mientras, el fantasma de hoy se llama pobreza; una palabra que comienza a hacerse frecuente entre los académicos, más de lo deseable.
Meses antes, en su ¿Cuba ante su pobreza?, ya este autor alertaba sobre el crecimiento de ese flagelo en un país objeto de duras medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos (bloqueo), pero también con serios problemas de modelo, política y desempeño económicos de ya larga data, signados por un virtual estancamiento del Producto Interno Bruto (PIB) desde más o menos 2013.
Evolución del Producto Interno Bruto
También, una caída en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de un lugar 53 en el 2007 a un 83 en el 2022; y un incremento de la desigualdad social, estimado por el Premio Nacional de Economía José Luis Rodríguez en un ascenso del Coeficiente de Gini desde 0,22 en 1989 a más de 0,45 en el 2022; este dato es un aviso de que la polarización social en Cuba es asunto viejo, así como el crecimiento de los más vulnerables y de situaciones asociadas a la pobreza, ésta entendida como una situación en la cual no es posible satisfacer las necesidades físicas y psicológicas básicas de una persona, por falta de recursos como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria, el agua potable o la electricidad.
Evolución del Índice de Desarrollo Humano (IDH)
Rodríguez recordó que “Un estudio llamado La situación económica de los hogares —que se hizo público en los años 80 y 90 (siglo XX), y que ahora se está tratando de retomar— revelaba las dificultades más comunes de las personas: desde que no alcanzaba el dinero, hasta problemas con la alimentación, la vivienda y el transporte, en ese orden. Eso indica que son asuntos transversales y deudas no resueltas a lo largo de estos años”.
Muchos años, muchos datos que están saliendo a la palestra aunque la prensa asociada a la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) no los publique ni los comente, en este escenario de Internet y redes sociales.
Muchos años, muchos datos, pero ya éstos insuficientes y hasta no actuales en integralidad, por cuanto un muy necesario Censo de Población y Viviendas, a realizarse en el 2022, fue pospuesto para el 2025; es la segunda vez que se retrasa, se dice que por carencias económicas.
¿Cómo, gobernabilidad sin información? ¿Realmente las carencias –básicamente combustibles, según los reportes– son tan graves? ¿Se ha olvidado que se realizó un censo en el verano de 1970 –primero desde 1953–, cuando Cuba no se había recuperado del trauma nacional que fue la fracasada Zafra de los Diez Millones y que aún así su realización contó con una auténtica movilización popular, en tiempos en que además no se disponía del desarrollo informático actual? ¿Qué falta, recursos o prioridades?
Disgresión habida, pero necesaria, un supuesto: si se asume que un ingreso mínimo pero decoroso para las condiciones criollas sería de 100 dólares mensuales percápita, al cambio de la calle, éso representaría, dada la inflación que “galopa” en Cuba, 29 500 pesos… y contando, porque la creciente depreciación del peso y un déficit de oferta que ya sería shock, aumenta ese mínimo; de éste, habría que descontar de inicio unos 2500 para consumir un huevo diario per cápita, casi el 9% de ese ingreso, lo que es lo mínimo para un adecuado consumo proteico. De gastos como electricidad hágase abstracción, si bien ésta es subsidiada; tanto como la vivienda, con un déficit estimado en más de 800 mil y multitud de rehabilitaciones pendientes –derrumbes y muertos incluidos–, en país donde algunos investigadores estiman que alrededor de un tercio de la población cubana vive con pobreza de ingresos y necesidades básicas insatisfechas, y han alertado sobre un incremento de la precarización de los indicadores del nivel de vida de las familias… Al respecto, el exministro de Economía y Planificación Alejandro Gil apuntó que 66 626 familias en situación de vulnerabilidad recibieron en el año (2023) colchones, muebles, ropa, calzado y utensilios de cocina”.
¿Se entiende que se está ante necesidades elementales y que en un cálculo a vuelapluma serían el 2% de las familias criollas, quizás unos 600 mil cubanos? ¿Son sólo ésos?
¿Pobreza a la cubana?
Cuba,desde el triunfo revolucionario de 1959, ha hecho grandes esfuerzos para lidiar con la pobreza y sus avances han sido notables -visto desde una perspectiva del Sur-, no obstante el bloqueo estadounidense, la pérdida de su alianza con el extinto campo dizque socialista, el empeoramiento de la situación internacional y errores en materia económica.
Pero esfuerzos aparte, los números son implacables: según el economista y demógrafo Dr. Juan Carlos Albizu-Campos et. al., en los últimos años la mayor de las Antillas está retrocediendo en su esperanza de vida al nacer, su acceso a la educación y al trabajo y los ingresos, todo lo cual explicaría su caída de 30 lugares en el Índice de Desarrollo Humano y crearía la posibilidad de que deje de ser un país de Alto Desarrollo Humano para pasar a uno de medio.
Por lo anterior, la pobreza cubana es sui gèneris: difícil de medir con los indicadores “clásicos”; casi imposible, dado lo complejo del escenario.
Según las economistas y Dras. C. Silvia Odriozola e Ileana Díaz, “En el caso de Cuba es un tema muy controvertido. En nuestro país no existe un consenso respecto a un concepto de pobreza. Si bien su forma de manifestación en Cuba puede ser similar a la de otros países, sus causas son diversas…Existen diversas formas de conceptualizar la pobreza y también de medirla…Lo cierto es que la noción de ‘pobreza’ hace referencia a un fenómeno complejo y multidimensional, de necesidades básicas insatisfechas, que puede ser multicausal. En el caso de Cuba se habla de pobreza multidimensional y se analiza por la intensidad de las carencias…”
Partiendo de lo anterior, para Cuba sería procedente el Índice de Pobreza Multidimensional; pero a partir de los datos aquí mencionados, se hace difícil aceptar que aparezca como el segundo país del mundo con más bajo índice del mismo; no es coherente, así de simple, cuando una caída de 30 lugares en el IDH entre 2007-22 –quizás mayor en lo futuro– avisa de lo contrario; no es la única pista: entre otras, aparece la señal inquietante de que el descenso se produjo entre el 2007 y el 2022, mientras que entre 1990 y ese 2007, el IDH no tuvo grandes variaciones resultantes, aunque sí intermedias, sin dudas signadas por las vicisitudes del llamado Período Especial, sobre todo entre 1990 y 1995.
Por ende, algo no cuadra, si se considera que el período 1990-2007 coincide en mínimo un decenio con los años del llamado Período Especial (1991-95) y sus secuelas, y un descenso mayor en el IDH se produce cuando supuestamente Cuba estaría en posición mejor desde el punto de vista económico respecto a ese periodo.
Además, entre 2007-16 el país vivió buenos momentos de su alianza con Venezuela y el llamado deshielo Obama, momento de distensión entre Estados Unidos y Cuba.
¿Cómo explicar que desde 2013 el PIB prácticamente se estancó, calculado a precios constantes de 1997? ¿Cómo explicar la caída del IDH, en el período en que Cuba contó con dos escenarios internacionales favorables?
Ni el bloqueo estadounidense arreciado tras la presidencia de Donald Trump, ni la pasividad de Joe Biden respecto a una distensión “a lo Obama”, ni el empeoramiento de la situación internacional, son causas necesarias y suficientes para atribuir a éstas el origen de una pobreza que se torna creciente. Cuba debió de mantener un IDH relativamente constante, mínimo, no descender en la medida en que lo ha hecho.
Así, la “pobreza a la cubana”, sin desdoro de muy reales factores externos, apunta a lo interno, que a fin de cuentas es que lo que está en las posibilidades de Cuba al menos paliar, al menos en recuperar el IDH que tuvo. Lo otro bordea la frontera entre lo real y las justificaciones, ¿ampliadas por la propaganda?
Pobreza: hurgando, hurgando…
Varios economistas o periodistas hemos señalado de manera reiterada varios factores que estarían provocando el ascenso de la pobreza, a saber:
1) reformas económicas muy necesarias pero muy tardías o por implementar; como anécdota, el propósito de crear cooperativas no agropecuarias data de ¡1985! y se planteó en el III Congreso del Partido Comunista de Cuba; otro tanto ocurre con la micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), cuya proposición por distintos economistas se remonta a inicios de los 2000; unas y otras vinieron a ser autorizadas en el 2021, y su despliegue – ya relevante por sus resultados – transcurre en un clima hostil, con extremistas de derechas e izquierdas “echando leña a la hoguera inquisitorial”.
Por su parte, aunque a la empresa estatal se la proclama como el actor económico principal, demora de manera inexplicable la promulgación de una Ley de Empresas que norme su gestión; existe un proyecto de ley cuya discusión y aprobación ha sido pospuesta más de una vez;
2) una política inversionista de más de un quinquenio, de gran desproporción a favor de un turismo que dista de ser mínimamente rentable – o no hay información sobre lo mismo – y en detrimento de las inversiones en agricultura, educación, salud y ciencia e innovación tecnológica.
Dicha política está provocando, de inicio, un severo déficit en la oferta de alimentos y la inflación subsiguiente, reconocido ese déficit como primera causa del alza galopante de precios, sin perjuicio de los impactos provocados en los otros sectores y los efectos sobre el valor real de salarios y pensiones, de larga data por debajo de ¡1989!
Evolución del PIB y del efectivo en circulación
3) siguiendo a Albizu-Campos et.al., un descuido de políticas públicas en lo social y a favor de una pretendida sostenibilidad económica, cuyo impacto se está reflejando en la reducción de la esperanza de vida al nacer, el acceso a la educación superior, la construcción y reparación de viviendas y otros sectores, todos lo cuales son factores claves en la caída del IDH;
4) unificación monetaria y cambiaria (Tarea Ordenamiento) muy tardía, mal realizada y hasta contraproducente; se aspiró a la soberanía del peso cubano y están circulando tres monedas y dos unidades de cuentas, con un lógico impacto en la inflación y otros aspectos, entre los cuales se halla el empobrecimiento dado por la caída de salarios y pensiones reales sin la debida indexación.
Así, de acuerdo con un estudio de la economista Tamarys L. Bahamonde, “el salario nominal de 3,854 (pesos) mensuales en 2021 equivalía a 1,117.19 en salario real (1989), menos de la mitad del salario nominal… Ahora, los datos más reveladores del impacto de la escalada inflacionaria sobre el consumo se extraen del 2022. El salario nominal de 4,219 (pesos) en 2022 sólo equivalía a 174.72 en términos de salario real”.
Los cuatro factores, más otros, se unen en una suerte de cóctel explosivo que está atentando contra la credibilidad del proyecto socialista cubano; ninguno se relaciona directamente con los factores externos antes mencionados; son problemas de política interna. Punto…
El gobierno está implementando un programa para corregir lo que llama “errores y distorsiones”, aunque hasta ahora no ha declarado qué entiende por tales; un error amerita explicación y depuración; en Economía, una distorsión es, grosso modo, una desviación de la asignación de recursos económicos del estado en que cada agente maximiza su propia utilidad.Por tanto, ¿cuáles desviaciones se produjeron y por qué?
Mientras esas indefiniciones permanecen sin adecuada explicación ante la opinión pública, las medidas anunciadas por el gobierno se califican de inflacionarias por distintos economistas; de ser así, habrá más caída de los salarios y pensiones reales, y sus consecuencias.
Entretanto, la pobreza avanza.
Este personaje, que se pavonea de su súper agentura de la Seguridad cubana, escribe de lo que no domina a plenitud y hace afirmaciones técnicas, que, a todas luces y con certeza, "no son de su propia inspiración". Con este tipo de "amigo" no se requiere enemigos. Llama la atención una de las afirmaciones del texto, en la que este caballero le baja el precio al bloqueo yanqui contra Cuba, de forma sustancial y se cita textualmente: "Ni el bloqueo estadounidense arreciado tras la presidencia de Donald Trump, ni la pasividad de Joe Biden respecto a una distensión “a lo Obama”, ni el empeoramiento de la situación internacional, son causas necesarias y suficientes para atribuir a éstas el origen de una pobreza que se torna creciente. Cuba debió de mantener un IDH relativamente constante, mínimo, no descender en la medida en que lo ha hecho". ¡Todo bárbaro, Agente 007 en versión tropical! Pero explique: ¿con qué recursos para inversión puede contar Cuba de forma suficiente para el empeño que usted plantea con tanta liviandad? Yo estoy conciente y convencido de que la ineptitud puntual de un grupo importante de "cuadros" y/o decisores en Cuba, no es la causa fundamental de la ineficiencia económica. Hay un problema estructural serio a nivel país y un "cáncer" importante de naturaleza antipatriótica y contrarrevolucionaria: la burocracia, que lastran el proceso de diseño económico-social y amenazan al sistema tanto como el imperialismo yanqui (ya lo explicó Fidel en 2005). Pero el bloqueo es el aislamiento económico, financiero, comercial y casi social, que emula al lazo y al nudo de la horca; resulta extraño que el dizque autor de esta nota de carácter cuasi especializado, minimice este asunto; me gustaría pensar que, dada su profesión, se trata de insuficiencias y desconocimiento técnico-profesional y, no de flojera de patas y simulación, aunque "castillos" más importantes en términos de historial revolucionario, han terminado en Miami. Encima publica en "Kaos en la Red", que es un nido de los servicios especializados del enemigo de Cuba, pero con piel de progres, trotskistas, socialistas y demás filo-izquierdosos. ¡Un espanto!
ResponderEliminarDe acuerdo con usted que el bloqueo es la causa principal además de estar en la lista de países terroristas.
ResponderEliminarPero el bloqueo lo tenemos hace más de 65 años y en la lista de países terroristas desde 1982, y nunca antes hemos tenido una situación tan insostenible en términos de supervivencia para el pueblo humilde y trabajador, dejó fuera a la clase rica que cada vez son más ricos.
Ni en los dificiles momentos del periodo especial, sobre todo a partir de 1995,se dejó de garantizar la canasta básica normana los medicamentos, la leche para los niños, las dietas médicas y un minimo de transporte publico para poder ir a trabajar.
Entonces porque ahora todo eso dejó de existir.
La respuesta está en el proceso perestroiko que con Murillo a la cabeza se dio inicio con el VI Congreso del PCC, a pesar del alerta de muchos diputados que planteaban cuando se autorizo la contratación de fuerza de trabajo por los TCP que eso era restablecer la explotacion capitalista e iba inclusive en contra de la Constitución.
La política económica neoliberal que se ha venido aplicando, y criticada sin resultados en el VII Congreso del PCC, trae hoy por consecuencia que el 80 % de la producción agropecuaria es privada, la inmensa mayoría de las Mipymes son privadas, la gastronomía y los servicios de reparación y otros también están privatizado. Este sector actúa bajo la divisa de obtener cada vez mayores ganancias tal como está sucediendo a costa de la pobreza del pueblo con precios cada vez más especuladores y abusivos ante la pasividad e lngobernabilida manifiesta del Gobierno, que se ha concentrados en visitas para ver la situación, muchos lamentos y llamados a elevar la producción a quienes no están interesado en ello para seguir recibiendo las pingües ganancias que hoy tienen, si tienes dudas mira la cubana que la cojieron entrando a EEUU con miles de dolares procedentes de Cuba
En el tiempo del Comandante no se hicieron esas barbaridades.
No se irrite. En ninguna parte escribí que el gobierno y el resto del estado esté excento de responsabilidades; conozco muy bien la microeconomía cubana y bastante la macroeconomía; soy economista, no periodista. Como he trabajado ek parte, relacionado al sector externo, conozco el impacto del bloqueo en experiencia propia. Hoy vivo en un país que bo está bloqueado, pero como si lo estuviera; atravesando una súper crisis económica (conjución en un mismo tiempo de un déficit fiscal superlativo y un déficit de la balanza comercial y de cuenta corriente descomunal; eso es mal manejo de la economía, por priorizar la economía financiera y especulativa por sobre la economía de la producción y el trabajo. En Cuba, a la ineptitud de determinados cuadros, hay que sumar el desestímulo al trabajo concreto y la bestial agresión del bloqueo estadounidense, que casi suprime el acceso a tecnologías de punta, equipamiento tecnológico de avanzada, materias primas, partes piezas y accesorios de equipos y maquinarias y, sobre todo, a fuentes razonables de financiación, etc., etc. Pienso que hay que hablar de contribuciones a las soluciones, no a la suma de nuevos problemas, ni a las diatribas de personajes que no apirtan más que el señalamiento de las sombras, sin indicar el xamino de la luz.
ResponderEliminarNo queda más remedio que irritarse cuando en medio de la campaña de frio, cuando debe ser mayor la producción agropecuaria, sin ciclones y con un régimen satisfactorio de lluvias, no se cumplen los planes y con un salario promedio sobre los 4mil pesos y pensiones que rondan los 2000 los precios no dejan de subir
ResponderEliminar1lb de Málanga 110 pesos
1lb de boniato 70 pesos
1 lb de calabaza 45 pesos
1lb de yuca 50 pesos
1lb de pimientos 200pesos
1lb de cebolla 350 pesos
1lb de limón 450 pesos
1 la de carne de cerdo 550 pesos
1lb de frijoles negros 450 pesos
1 cabeza de ajo 70 pesos
Si usted alguna vez vivió en Cuba y ve ahora estos precios ? Se irrita o no?
Sin lugar a dudas! No sólo me irritaría la situación de la cotidianidad cubana, sino que me "encabronaría" y me "encabrona", dicho en arameo antiguo! Donde vivo, la Argentina, veníamos de un gobierno que, diciéndose peronista (¡que no lo era!), hambreó al pueblo; ahora tenemos a un dizque anarcocapitalista (dolencias y desequilibrios mentales aparte del presidente, que no deben ser objeto de burla), que ha incrementado exponencialmente la inflación en magnitudes nunca antes vistas, de manera que la pobreza se ha incrementado a ojos vista y se incrementa de forma increible, lo que afecta no sólo a los indigentes y pobres (que ya formaban parte de la estadística), sino a lo que va quedando de la "clase media" y, lo que es mucho más preocupante, al capital; la facturación minorista (ventas) ha caído en 2024 casi en 48%, detrás de lo cual se viene más desempleo, menos recaudación fiscal, mayor deterioro de los servicios públicos, etc. Dicho esto, lo que provocó mi indignación inicial sobre el artículo publicado, fue "la bajada de precio", en términos de minimización y disminución de la importancia central que tiene el bloqueo yanqui sobre y contra la vida de Cuba y se todos los cubanos. No le pido que se lea el primer comentario que expuse, para no aburrilo, pero si no se entendió lo que escribí entonces, lo que recién le comenté es la esencia.
ResponderEliminarLe agradezco infinitamente su comentario por cuanto señala la situación grave de ese país,con grandes recursos y sin bloqueo, nos enseña la verdadera cara del capitalismo, que vivimos antes del 59 y que ahora quieren que olvidemos. Esa amigo es la diferencia con nuestra Revolución y lamentamos profundamente la situación en que estamos , donde los errores cometidos hacen más cruento el bloqueo
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