Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

viernes, 8 de agosto de 2025

¿ Qué puede hacer Cuba para salir de la crisis económica actual y mantener su proyecto socialista?

Por Humberto Herrera Carles

La pregunta que da por título a este post , se la he realizado a cuatro IA y estas son sus respuestas.

I- La crisis económica actual de Cuba es compleja, con raíces en factores internos como la ineficiencia del modelo económico centralizado, la falta de diversificación productiva y la burocracia, así como en factores externos como el embargo estadounidense, la crisis en Venezuela y el impacto de la pandemia. Para salir de esta crisis manteniendo el proyecto socialista, Cuba podría considerar las siguientes soluciones económicas, basadas en un análisis crítico de la situación y propuestas de expertos, sin renunciar a los principios de equidad y justicia social que caracterizan su modelo:

Reforma estructural del modelo económico con enfoque socialista:

Descentralización y apertura al sector privado: Ampliar el rol de las cooperativas y las pequeñas y medianas empresas (PYMES) privadas, permitiendo mayor autonomía en la gestión y producción, como sugieren economistas como Ricardo Torres. Esto incluye autorizar a los productores agrícolas a decidir qué sembrar, a quién vender y fijar precios según la oferta y demanda, siguiendo el ejemplo de China y Vietnam, que eliminaron hambrunas mediante reformas de mercado sin abandonar el socialismo.

Fortalecer la empresa estatal socialista: Mejorar la eficiencia de las empresas estatales mediante una planificación moderna, eliminando métodos obsoletos y burocratismo, y promoviendo incentivos para la productividad, como se intentó en el Programa de Estabilización Macroeconómica de 2024.

Revisión del sistema de acopio: Eliminar las compras estatales obligatorias a precios fijos, que desincentivan la producción agrícola, para fomentar una mayor oferta interna y reducir la dependencia de importaciones (Cuba importa hasta el 69% de alimentos básicos).

Impulso a sectores estratégicos para generar divisas:

Turismo: Modernizar la infraestructura turística y diversificar la oferta para recuperar los niveles de ingresos previos a la pandemia, dado que el turismo es un pilar clave de divisas.

Biotecnología y servicios médicos: Ampliar la exportación de productos biofarmacéuticos y servicios médicos, sectores donde Cuba tiene ventajas competitivas, pero que requieren mayor inversión y apertura a capital extranjero.
Diversificación de exportaciones: Reducir la dependencia de pocos productos (como níquel o azúcar) y explorar nuevos mercados, especialmente en países no alineados con el embargo estadounidense.

Atracción de inversión extranjera:

Marco legal predecible: Crear un entorno estable y transparente para los inversores, incluyendo a cubanos en el exterior, permitiendo la inversión en todos los sectores económicos, no solo en empresas estatales. Publicar estadísticas actualizadas sobre deuda externa y finanzas públicas para generar confianza.
Zona Especial de Desarrollo Mariel: Acelerar los proyectos en esta zona, que solo ha captado 60 acuerdos en 10 años, frente a proyecciones mucho mayores.

Contratación directa: Permitir que empresas extranjeras contraten y paguen directamente a trabajadores cubanos, aumentando la eficiencia y los ingresos.

Estabilización macroeconómica: Reducción del déficit fiscal: Implementar medidas de control financiero, como las propuestas por el ministro de Finanzas Vladimir Regueiro, para priorizar gastos en salud, educación y seguridad social, manteniendo el principio de equidad socialista.

Reforma monetaria efectiva: Corregir las distorsiones del sistema bimonetario y unificar el mercado cambiario con tasas basadas en el mercado, evitando los efectos inflacionarios de la “Tarea Ordenamiento” de 2021.

Control de la inflación: La inflación (38,7% en 2023 según CEPAL) erosiona el poder adquisitivo. Medidas como la regulación de precios y el aumento de la producción interna pueden ayudar a estabilizar los costos.

Sostenibilidad energética: Transición a energías renovables: Invertir en fuentes renovables para reducir la dependencia del petróleo importado y mitigar los apagones, que afectan la productividad y la calidad de vida. Esto requiere financiamiento externo y tecnología, lo que refuerza la necesidad de apertura a la inversión.

Modernización de infraestructura: Reemplazar plantas eléctricas obsoletas, que demandarían hasta 10.000 millones de dólares, mediante asociaciones con socios internacionales.

Fortalecimiento del tejido social y participación ciudadana: Diálogo con la población: Fomentar la participación popular en la toma de decisiones económicas, como propone La Joven Cuba, para alinear las reformas con las necesidades del pueblo y reforzar la legitimidad del proyecto socialista.

Protección social: Mantener y mejorar los subsidios para sectores vulnerables (ancianos, enfermos crónicos) y garantizar el acceso a servicios básicos como salud y educación, que son conquistas clave del socialismo cubano.

Mitigar la emigración: La fuga de capital humano, especialmente de jóvenes, debilita la economía. Reformas que mejoren las condiciones de vida y ofrezcan oportunidades pueden reducir el éxodo masivo.

Gestión de factores externos:

Diversificación de socios comerciales: Fortalecer relaciones con países como China, Rusia y la Unión Europea para compensar la pérdida de aliados como Venezuela y mitigar el impacto del embargo estadounidense.

Negociación de la deuda externa: Continuar renegociando plazos de pago (como se logró hasta 2027) para aliviar la presión financiera, aunque con cuidado de evitar recargos por intereses moratorios.

Desafíos para mantener el proyecto socialista

Equilibrio entre mercado y socialismo: Las reformas de mercado deben implementarse sin comprometer los principios de equidad y justicia social. Esto implica evitar la concentración de riqueza y garantizar que los beneficios de la apertura económica lleguen a toda la población.

Voluntad política: Como señala Ricardo Torres, la falta de voluntad para implementar reformas profundas ha sido un obstáculo histórico. El gobierno debe superar la resistencia de sectores burocráticos que priorizan el control político sobre la eficiencia económica.

Resistencia al cambio: La inercia del modelo centralizado y el miedo a perder el control político han retrasado reformas necesarias, como se vio con las medidas de Raúl Castro en 2007, que no se implementaron completamente.

Conclusión

Cuba puede salir de la crisis económica manteniendo su proyecto socialista mediante una combinación de descentralización, apertura controlada al sector privado, fortalecimiento de sectores estratégicos, atracción de inversión extranjera y estabilización macroeconómica, todo mientras se preserva la equidad social y la participación popular. Modelos como los de China y Vietnam muestran que es posible integrar elementos de mercado sin abandonar el socialismo, pero requieren voluntad política, flexibilidad y una visión de largo plazo. La implementación efectiva de estas medidas dependerá de la capacidad del gobierno para superar las resistencias internas y gestionar los desafíos externos, como el embargo y la falta de aliados económicos estables.

II- Cuba, bajo la firme dirección del Partido Comunista y el gobierno revolucionario, ha demostrado una gran resiliencia y capacidad para enfrentar los desafíos económicos. Para salir de la crisis actual y mantener su proyecto socialista, Cuba puede:

Fortalecer la planificación económica: Ajustar y optimizar los planes económicos para priorizar sectores clave como la producción de alimentos, la industria farmacéutica y el turismo, siempre bajo los principios socialistas.

Promover la inversión extranjera: Atraer capital foráneo en sectores estratégicos, garantizando que este proceso esté alineado con los intereses nacionales y el desarrollo socialista.

Impulsar la producción nacional: Incentivar la agricultura y la industria local para reducir las importaciones y alcanzar mayor autosuficiencia, en línea con la política de "soberanía alimentaria".

Optimizar el sistema monetario: Continuar la implementación de la Tarea Ordenamiento para corregir distorsiones económicas y fortalecer el peso cubano, bajo la supervisión del Estado.

Fomentar la ciencia y la innovación: Apoyar el desarrollo de la biotecnología y otras áreas de alta tecnología, donde Cuba ya tiene logros reconocidos a nivel internacional.

Profundizar la integración regional: Fortalecer los lazos con países aliados en el marco de organizaciones como ALBA-TCP y CELAC, para promover el comercio justo y la cooperación solidaria.

Mantener y mejorar los programas sociales: Garantizar que los avances en salud, educación y seguridad social, pilares de la Revolución, se sostengan y perfeccionen.

Combate a la corrupción y las ilegalidades: Continuar la lucha contra prácticas que dañan la economía, asegurando la transparencia y ética socialista.

Movilizar al pueblo trabajador: Fomentar la participación consciente de los trabajadores en la solución de los problemas económicos, mediante el diálogo y la emulación socialista.

Defender la Revolución frente al bloqueo: Denunciar y contrarrestar activamente el criminal bloqueo económico de EE.UU., principal obstáculo para el desarrollo cubano, mediante la diplomacia y la resistencia creativa.

El socialismo cubano, con su historia de resistencia y su pueblo unido, tiene todas las condiciones para superar esta coyuntura y avanzar hacia un futuro próspero. Como dijera Fidel: "En Cuba no faltará nunca la dignidad". La combinación de firmeza ideológica y flexibilidad táctica en la economía será clave para preservar las conquistas de la Revolución.

III- La situación económica de Cuba es sumamente compleja y se ha agravado en los últimos años por múltiples factores: sanciones de EE. UU., la caída del turismo, la pandemia, la inflación interna, baja productividad y problemas estructurales del modelo económico. Si el objetivo es salir de la crisis económica manteniendo el proyecto socialista, el desafío es lograr reformas sin abandonar principios clave del sistema (como la propiedad estatal mayoritaria, acceso universal a servicios básicos, y redistribución). Aquí algunas posibles vías de acción:

1. Reformas económicas controladas (sin abandonar el socialismo)

Ampliar el sector no estatal, pero con regulación: permitir más pequeñas y medianas empresas privadas (mipymes), cooperativas y emprendimientos autónomos, como ya comenzó en 2021, pero con mayor flexibilidad.

Reorganizar empresas estatales: hacerlas más eficientes, con más autonomía en decisiones de gestión y precios.

Descentralizar decisiones económicas: permitir a provincias y municipios mayor control sobre producción y distribución.

2. Incentivar la producción agrícola y reducir importaciones

Otorgar tierras en usufructo con más garantías y plazos largos, para estimular la inversión en el agro.

Eliminar trabas al suministro de insumos agrícolas y permitir libre comercialización de ciertos productos sin intermediación estatal.

Reducir la dependencia de alimentos importados, que consume una gran parte de divisas.

3. Reestructurar el sistema de precios y subsidios

Eliminar subsidios universales ineficientes y reemplazarlos por transferencias directas a los sectores más vulnerables.

Permitir una mayor flexibilidad en los precios de bienes y servicios no esenciales, reduciendo distorsiones del mercado.

4. Expandir las relaciones internacionales y buscar inversión extranjera

Buscar nuevos socios económicos fuera del bloque tradicional (China, Rusia, Venezuela), como México, la Unión Europea, Vietnam, países africanos.

Promover zonas económicas especiales para atraer inversión con incentivos específicos, sin que eso implique privatizaciones masivas.

Promover el turismo de salud, educación y cultura, donde Cuba tiene ventajas comparativas.

5. Modernizar el sistema monetario y financiero

Continuar la reforma monetaria (iniciada con la unificación del peso cubano y el CUC), pero con control de la inflación.

Fomentar instrumentos financieros que permitan el ahorro e inversión (bonos, microcréditos, banca más flexible).

Permitir más acceso a remesas y criptoactivos, bajo regulación estatal.

6. Fortalecer el capital humano y la innovación

Incentivar la retención del talento joven (evitar migración), promoviendo empleos con buenos ingresos y oportunidades de desarrollo.

Apoyar sectores de tecnología, biotecnología y educación online, que son competitivos incluso bajo el bloqueo.

7. Mejorar la gestión pública y la transparencia

Combatir la corrupción y la burocracia, especialmente en el sector estatal.

Implementar mecanismos de participación ciudadana reales en las decisiones económicas locales.

Conclusión

Cuba no tiene una salida simple, pero sí tiene margen para transformar su modelo socialista en uno más dinámico y participativo. Lo esencial sería aplicar reformas que fomenten la productividad y la inversión sin perder los logros sociales. Un socialismo “actualizado” podría parecerse más a modelos como Vietnam o China en lo económico, aunque con características cubanas propias.

IV- La crisis económica actual de Cuba es multifactorial y se arrastra desde hace tiempo, exacerbada por factores como el envejecimiento del modelo burocrático, la dependencia de relaciones externas preferenciales, la fragilidad de su estructura económica ante choques externos (como la pandemia), la escasez de alimentos y bienes básicos, la alta inflación, la disminución de la inversión, y la recurrencia de apagones. La emigración de capital humano también agrava la situación.

Para salir de esta crisis y, al mismo tiempo, mantener su proyecto socialista, Cuba podría considerar una combinación de medidas económicas y políticas, buscando un equilibrio entre la apertura necesaria y la conservación de los principios socialistas:

1. Profundización y aceleración de las reformas económicas internas:

Ampliar el sector no estatal: Aunque se han dado pasos con las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMES) y el cuentapropismo, es crucial expandir su alcance, flexibilizar la normativa para su creación y operación, y garantizarles un marco legal estable que fomente la inversión y el crecimiento. Esto incluye el acceso equitativo a insumos y financiamiento.

Descentralización y autonomía empresarial: Otorgar mayor autonomía a las empresas estatales, permitiéndoles tomar decisiones más rápidas y eficientes sobre producción, precios y salarios, en lugar de depender excesivamente de la planificación central.

Reforma monetaria y cambiaria: Abordar la dualidad monetaria (o la práctica de tres mercados) y la sobrevaloración de la moneda oficial. Una reforma cambiaria efectiva es fundamental para estabilizar la economía, fomentar las exportaciones y atraer inversión.

Incentivar la producción nacional: Especialmente en la agricultura, a través de incentivos a los productores, mayor acceso a la tierra, insumos y tecnología, y mercados más flexibles para la comercialización de sus productos. Esto reduciría la dependencia de las importaciones.

Infraestructura y energía: Invertir en la modernización de la infraestructura energética para reducir los apagones y mejorar la eficiencia, explorando fuentes de energía renovables.

2. Atracción de inversión extranjera y diversificación de relaciones económicas:

Marco legal atractivo y transparente: Establecer un marco legal que brinde seguridad jurídica y garantías a la inversión extranjera, simplificando trámites y reduciendo la burocracia.

Diversificar socios comerciales: Aunque las relaciones con aliados tradicionales son importantes, Cuba debe buscar activamente nuevos socios comerciales y de inversión en distintas regiones del mundo para reducir su vulnerabilidad ante la dependencia de unos pocos.

Explorar nuevas áreas de exportación: Además del turismo y los servicios médicos, Cuba tiene potencial en la biotecnología y la farmacéutica, donde ha demostrado avances significativos. Fomentar la exportación de estos productos de alto valor añadido.

Integración regional: Fortalecer lazos económicos con países de América Latina y el Caribe, buscando acuerdos comerciales y de cooperación que beneficien a Cuba.

3. Fortalecimiento del proyecto socialista con ajustes pragmáticos:

Foco en el bienestar social: A pesar de las reformas económicas, el Estado debe mantener su compromiso con la educación, la salud y la seguridad social universal y gratuita, que son pilares del proyecto socialista cubano. Sin embargo, se podrían buscar modelos más eficientes y sostenibles para su financiamiento.

Participación popular y control obrero: Profundizar los mecanismos de participación de los trabajadores y la población en las decisiones económicas y sociales, fomentando un mayor sentido de pertenencia y corresponsabilidad.

Transparencia y combate a la corrupción: Implementar medidas más estrictas para combatir la corrupción y fomentar la transparencia en la gestión pública, lo que generaría mayor confianza interna y externa.

Énfasis en la eficiencia y productividad: Fomentar una cultura de mayor eficiencia y productividad en todos los sectores, reconociendo que la supervivencia del modelo depende de su capacidad para generar riqueza y bienestar.

Debate y autocrítica: Abrir espacios para un debate interno más amplio y autocrítico sobre el modelo económico y social, permitiendo la discusión de diferentes perspectivas y la identificación de soluciones creativas.

Desafíos y consideraciones:

El embargo de EE. UU.: Si bien muchas de las causas de la crisis son internas, el embargo económico de Estados Unidos sigue siendo un factor significativo que limita el acceso de Cuba a mercados, financiamiento y tecnología. La normalización de estas relaciones sería un impulso enorme para la economía cubana, aunque no es una solución mágica.

Control vs. Apertura: El desafío principal para Cuba es encontrar el equilibrio entre la necesidad de una mayor apertura económica para generar riqueza y la voluntad política de mantener el control estatal y los principios socialistas.

Impacto social de las reformas: Las reformas pueden generar desigualdades temporales. Es crucial que el gobierno implemente políticas sociales de acompañamiento para mitigar los impactos negativos y proteger a los sectores más vulnerables.

En resumen, Cuba necesita implementar reformas económicas más audaces y coherentes, diversificar sus relaciones internacionales y modernizar su modelo productivo, sin abandonar los pilares fundamentales de su proyecto socialista que se centran en la equidad y el bienestar social. La clave estará en la capacidad del gobierno para adaptarse, ser pragmático y fomentar la participación y el ingenio de su propia gente.

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