Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

viernes, 7 de octubre de 2016

¿Tiene arreglo la economía de Venezuela?

 Por Mark Weisbrot

Una versión de este artículo fue publicada por Le Monde diplomatique en español el 29 de septiembre de 2016. Si el texto a continuación aparece distorsionado, por favor pulse aquí para una versión sin errores de formato. Si este correo electrónico fue enviado a usted por un tercero, suscríbase a las listas de correo electrónico de CEPR.

Los medios de comunicación internacional nos han bombardeado desde hace tiempo con artículos y editoriales (muchas veces difíciles de distinguir entre ellos) sobre el “colapso” de la economía venezolana. Los reportajes han estado dominados por historias sobre la escasez de alimentos y de medicinas, las colas de horas para comprar productos básicos, los salarios que han sido erosionados por la inflación de tres dígitos e incluso de disturbios por la comida. 

La sabiduría convencional ofrece una serie de argumentos predecibles para explicar el “caos económico” actual: el “socialismo” fracasó — sin importar que la gran mayoría de los empleos creados durante los años de Chávez (1999–2013) fueron en el sector privado y que el tamaño del Estado ha sido mucho menor que en Francia. Se dice que el experimento completo fue un fracaso desde sus inicios. Las nacionalizaciones, las políticas antiempresariales, el gasto excesivo durante los años de altos precios de petróleo y el colapso posterior de esos precios del petróleo en 2014 fueron los que definieron el destino de Venezuela. La espiral en descenso continuará hasta que los chavistas sean expulsados del poder, a través de elecciones o de un golpe de Estado (a la mayoría de los defensores de esta línea de pensamiento no parece importarles de cual manera).

La realidad es algo más complicada. Primero, el experimento bolivariano fue bastante exitoso hasta el 2014. A partir de 2004, después de que el Gobierno de Chávez tomó el control de la industria nacional de petróleo, hasta 2014, el ingreso per capita real subió un 2% al año. Esto significó un enorme cambio con respecto al horrendo decline de largo plazo que hubo durante los veinte años previos a Chávez, cuando el Producto Interior Bruto (PIB) per capita se contraía un promedio anual del 1,2 %. Durante ese mismo periodo (2004–2014), la pobreza se redujo el 49% y la pobreza extrema el 63% — y esto es solo considerando los ingresos monetarios. Se triplicó el número de personas mayores de sesenta años perceptoras de jubilación, y millones de venezolanos obtuvieron acceso a servicios de sanidad y de educación. Son las ganancias percibidas durante esta década del chavismo las que explican como el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) pudo ganar 41% de los votos en las elecciones para la Asamblea Nacional en diciembre 2015, a pesar de la importante escasez de productos de consumo, una inflación del 180% y una profunda recesión. 

En cuanto a la espiral de caída económica de los últimos tres años: ¿era inevitable? Y ¿es irreversible hasta que el PSUV pierde el poder? Para dar respuesta a estos interrogantes debemos evaluar cómo llegó a esta situación Venezuela y cómo podría salir de ella. 

Durante el otoño de 2012, y nuevamente en febrero de 2013, el Gobierno redujo bruscamente la disponibilidad de divisas extranjeras. Fue durante este periodo que se disparó la escasez de productos básicos, al mismo tiempo que la inflación y el precio del dólar en el mercado negro. La tasa de cambio oficial, a la cual el Gobierno vendía la gran mayoría de los dólares generados por las ventas del petróleo, estaba en 6,3 bolívares fuertes (Bs) por dólar. Pero el mercado paralelo ya existía y la escasez de dólares a tasa oficial impulsó su alza en el mercado paralelo. Y al mismo tiempo, el precio más elevado del dólar en el mercado paralelo hizo subir la inflación dado que incrementa el precio de los bienes importados. 

Y al subir la inflación, más personas quieren comprar dólares, porque perciben el dólar como un activo seguro que no perderá su valor ante la inflación. Pero esto presiona el precio del dólar al alza en el mercado paralelo, lo cual incrementa aún más la inflación. Este ciclo continúa, generando una espiral “inflacionaria-depreciativa”. En octubre de 2012, la inflación estaba en un 18% y el cambio en el mercado paralelo estaba en 13 Bs por dólar. Para finales de 2015 la inflación anual alcanzó un 180% y el cambio en el mercado paralelo 833 Bs por dólar. La escasez de bienes de consumo como de otros bienes también contribuyó a alimentar esta espiral, la cual a su vez acentuó la escasez.

A finales del primer trimestre de 2014, la economía venezolana ya estaba en recesión, a pesar de que el precio internacional del petróleo se ubicaba en más de 100 dólares por barril. En enero de 2015 el precio había caído a 48 dólares por barril y siguen más o menos igual hoy en día. Esto redujo los ingresos del Gobierno en un porcentaje similar y entonces el Gobierno acudió a imprimir dinero para cubrir sus gastos. Esta creación de dinero no tenía por qué acelerar la inflación necesariamente, pero en el contexto de la espiral inflacionaria-depreciativa ciertamente lo hizo. De esa manera la inflación aumentó aún más rápidamente. 

Desde finales del pasado mes de marzo, el mercado paralelo ha caído de su máximo de más de 1.211 Bs por dólar a aproximadamente 1.025 al día de hoy, tras haber subido fuertemente durante más de tres años. Al mismo tiempo, el Gobierno permitió que subiera el precio del dólar en un tercer mercado, denominado SIMADI o DICOM. Éste se establece en la actualidad en aproximadamente 640 Bs por dólar, o sea más de 60% de la tasa del mercado paralelo. 

Esto, sin embargo, no significa que la economía va por el camino de la estabilización. Primero, la tasa de cambio paralelo sigue siendo 100 veces superior a la tasa oficial de 10. Segundo, uno de los elementos fundamentales que ha frenado la espiral inflacionaria-depreciativa ha sido la profundización de la recesión. Hay mucha menos gente personas con recursos para adquirir dólares, y muchos están gastando sus ahorros en dólares para cubrir sus necesidades básicas. Lo cual ha empujado el precio del dólar, en el mercado paralelo, a la baja. 

Esto significa que la economía venezolana no puede recuperarse con el sistema de cambio actual. Está atascada en la recesión. Adicionalmente, el sistema de cambios múltiples, con sus grandes diferencias entre las tasas, crea un incentivo inmenso para la corrupción. Cualquier persona que tenga acceso a dólares oficiales puede multiplicar sus ingresos por 100 simplemente vendiéndolos en el mercado paralelo, al cual casi todo el mundo tiene acceso. 

El sistema de cambio oficial, sin embargo, es solo una de las maneras a través de las cuales se pierden los recursos en divisas del Gobierno. Incluso después del reciente incremento del precio de la gasolina, ésta sigue costando aproximadamente 6 Bs por litro — o sea, aproximadamente un centavo del dólar — a tasa SIMADI. La electricidad y el gas también están fuertemente subsidiados. Estos subsidios le cuestan al Gobierno más del 13% de su PIB. A modo de comparación, el ingreso total del Gobierno federal de Estados Unidos procedente de los impuestos sobre la renta (individual y corporativa) en 2015 fue aproximadamente del 10,6% del PIB. Al mismo tiempo, hay controles de precios que son difíciles o imposibles de mantener en la situación económica actual. En 2015, los precios de consumo en general subieron un 180%, pero los precios de los alimentos, que están controlados, subieron un 300%. Esto es una clara demostración de que los controles de precios no están funcionando. 

Millones de venezolanos obtienen sus ingresos a través de algún tipo de arbitraje: por esperar horas en colas para obtener una pequeña asignación de alimentos subsidiados y luego revenderlos; por comercializar divisas en el mercado paralelo; por vender bienes robados. Incluso una dictadura que tuviera un poder considerable de represión para atacar todas las transacciones ilegales, tendría dificultades para mantener una economía que funcione bien con esta magnitud de distorsión en los precios. Pero Venezuela no es una dictadura; de hecho el Estado es muy débil en cuanto a la limitación de sus cuerpos policiales 

Tomando en cuenta esta situación, está claro que son necesarias serias reformas para volver a activar la economía. La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) congregó a un grupo de economistas, coordinados por el ex presidente de la República Dominicana Leonel Fernández, que presentó una serie de propuestas (revelación completa: yo soy uno de los miembros de este grupo).

La reforma necesaria más evidente es la unificación del sistema de múltiples tasas cambiarias. Esto se debe hacer muy rápidamente, de una sola vez. El Gobierno puede subastar una cantidad fija de dólares cada día, permitiendo que su precio sea establecido por la oferta y la demanda. Aunque esto pueda sonar preocupante a muchas personas, el precio del dólar sin duda se establecería considerablemente por debajo de la tasa del mercado paralelo actual de aproximadamente 1.000. Una tasa flotante es también la única manera de evitar el despilfarro de las escasas reservas de divisas por intentar mantener (en vano) una tasa fija sobreevaluada. 

Tomando en cuenta que las devaluaciones generalmente provocan un incremento de los precios, sería necesario proteger a la gente de cualquier subida de precios de productos básicos, incluyendo los alimentos. Esto se podría lograr a través de la masificación del sistema gubernamental actual de “Tarjetas de Misiones Socialistas”, el cual podría ofrecer descuentos importantes que compensen cualquier aumento de precios. Este sistema tendría que activarse antes de la unificación de las tasas de cambio. 

Los subsidios a la energía podrían luego ser eliminados gradualmente en el transcurso de los 18 meses siguientes. Para que sea aceptable económica y políticamente, la recaudación adicional del Estado por el incremento de los precios de la energía debería ser depositada en las tarjetas. Esto constituiría una ganancia neta para la gran mayoría de los venezolanos. Algunos controles de precios, incluyendo los que no permiten que los productores cubran sus gastos, serían eliminados. 

Otras medidas para proteger la calidad de vida de las personas sería indexar los sueldos a la inflación y crear un programa temporal de obras públicas para generar empleo. Estas se podrían financiar con un impuesto sobre el lujo, parecido al que existe en Colombia, y un impuesto sobre las transacciones financieras. 

El Gobierno puede vender parte de sus activos internacionales para ayudar a financiar esta transición. Al mismo tiempo deberá reestructurar su deuda para reducir los 17.000 millones de dólares que le corresponde pagar en el transcurso de los próximos dieciocho meses (intereses y principal).

Todo esto se puede hacer, incluso con los precios actuales del petróleo, porque Venezuela ya ajustó su nivel de importaciones a la caída de los precios del petróleo, que proveen más del 90% de los ingresos en divisas del país. Esto ha sido un ajuste enorme; las importaciones cayeron en más del 50% desde 2012. A modo comparativo, Grecia redujo sus importaciones en un 28% después de más de seis años de depresión. 

Esto significa que la parte difícil del ajuste — que le exige a la gente que rebaje su estándar de vida para poder reducir fuertemente las importaciones — ya se ejecutó. Ahora hay que ajustar los precios relativos para lograr la recuperación. El resultado es que Venezuela podría volver bastante rápidamente al crecimiento económico sin necesidad de pasar por la recesión prolongada que crea normalmente un ajuste neoliberal. 

Una parte de la izquierda, incluyendo a miembros del Gobierno y de la base del partido del Gobierno, el PSUV, rechazan estas reformas económicas. Estiman que se trata de un “paquetazo”, parecido al del FMI u otras reformas neoliberales que en el pasado han incrementado la pobreza. Estiman que mantener una tasa de cambio fija es “socialista” y que una tasa de cambio flotante es una reforma de “libre mercado”. Pero en realidad, el mercado negro es uno de los mercados más destructivos que existen; es el “capitalismo salvaje” que Hugo Chávez denunciaba. (El mismo Chávez permitió que la moneda venezolana flotase en febrero 2002, y las reservas de divisas subieron a pesar de la fuerte inestabilidad política de la época). Y recordemos el apoyo del FMI a tipos de cambio fijos y sobreevaluados con resultados desastrosos en Argentina, Brasil, Rusia y varios países asiáticos en los últimos años del siglo XX.

No hay nada de neoliberal en un programa de Gobierno que genera empleo, protege los sueldos de la inflación (algo que no ha sucedido desde que la inflación comenzó a dispararse hace casi cuatro años), ofrece subsidios a gran escala para los alimentos y productos básicos y protege a la población de la carga asociada generalmente al ajuste de los precios relativos. 

Aún así existen personas en la izquierda que piensan que Venezuela se puede recuperar sin arreglar sus desequilibrios más fundamentales y destructivos. El 1 de septiembre, Alfredo Serano, un asesor del Gobierno, publicó un artículo con ocho “tesis económicas” sobre Venezuela. En 2700 palabras, no se menciona ni una sola vez el sistema de cambio disfuncional de Venezuela. 

Al mismo tiempo, el Gobierno de EEUU — que lleva 15 años promoviendo un “cambio de régimen” en Venezuela — busca desestabilizar aún más la economía. En marzo de 2016, el presidente Obama declaró nuevamente que Venezuela presentaba una “amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional” de Estados Unidos e impuso sanciones económicas. Las sanciones en sí no son importantes económicamente, pero sí envían un mensaje a los inversionistas que saben lo que le pasa a los países que son etiquetados como amenazas a Estados Unidos. La administración de Obama también ha presionado a las instituciones financieras estadounidenses a no hacer negocios con Venezuela. 

Los medios de comunicación internacionales y sus fuentes habituales también están jugando su papel de siempre, y algunos reportes ampliamente difundidos resultaron ser falsos. En 2015, se difundieron informes que reportaban que la tasa de pobreza se había incrementado en un 76%, cuando esto era prácticamente imposible. El FMI, que tiene una larga historia de generar pronósticos influenciados políticamente, predijo que el PIB se contraería en un 10% el año pasado, cuando en realidad fue solo de un 5,7%. Los medios de comunicación han reportado que las proyecciones de inflación del FMI estarán en el orden del 720% este año, aunque es probable que estas estén lejos de esa cifra. El hecho de que los periodistas sientan la necesidad de exagerar la situación, incluso en medio de la peor crisis económica a la que Venezuela se ha enfrentado en décadas, es una indicio más de la hostilidad de los medios de comunicación hacia el país. No obstante, incluso durante gran parte del crecimiento económico entre 2003 y 2008, cuando el empleo estaba aumentando rápidamente y la pobreza se estaba desplomando, era difícil encontrar alguna publicación positiva sobre Venezuela en los principales medios de comunicación. 

Debe quedar claro, sin embargo, que la economía venezolana no se recuperará, incluso si los precios del petróleo llegasen a subir rápidamente, sin importantes reformas para resolver los más graves desequilibrios económicos.

Traducción por Patricia Abdelnour y Asier Achutegui.


Mark Weisbrot es codirector del Centro de Investigación en Economía y Política (Center for Economic and Policy Research, CEPR) en Washington, D.C. y presidente de la organización Just Foreign Policy. También es autor del nuevo libro "Fracaso. Lo que los 'expertos' no entendieron de la economía global" (Akal, Madrid, 2016).

CEPR es un centro de investigación independiente y no partidario, establecido para promover el debate democrático sobre los temas económicos y sociales más importantes que afectan el diario vivir de las personas.

Nuestro gabinete de asesores incluye a dos Premios Nobel de Economía Robert Solow yJoseph Stiglitz; Janet Gornick, profesora en la facultad de Maestría de CUNY y directora del Estudio de Ingreso de Luxemburgo; y Richard Freeman, profesor de economía en la Universidad de Harvard.


El Banco Central Europeo cambia algunas de sus propuestas neoliberales sin excusarse por el daño causado

Vicenç Navarro. Público

A lo largo de mi larga vida académica he visto con frecuencia que ideas que se consideraban radicales terminaban por aceptarse tras algún tiempo, dependiendo el tiempo de respuesta de la flexibilidad de las instituciones encargadas de actuar en las áreas donde se presentaban las supuestamente radicales propuestas. En España, debido al enorme conservadurismo y rigidez del establishment financiero-político-mediático que gobierna el país, se necesita mucho más tiempo para que tal establishment acepte propuestas que son de mero sentido común, pero que son consideradas como demasiado radicales.

Algo está pasando hoy en Europa, en algunas instituciones enormemente poderosas de carácter financiero, que confirma lo que estoy diciendo. Me estoy refiriendo al reciente cambio del Banco Central Europeo, que ha pasado de ser uno de los mayores proponentes de que se reduzcan los salarios a apoyar tal incremento. Ni que decir tiene que el Banco Central Europeo no ha explicado por qué apoya esta medida ahora, y no antes, ni tampoco ha pedido disculpas por el enorme daño que ha causado proponiendo (y en muchas ocasiones imponiendo) bajadas salariales que era fácil de ver que, además de dañinas, eran totalmente contraproducentes para alcanzar la recuperación económica. Veamos los datos.

¿Qué ha pasado hasta ahora?Estamos todavía saliendo de una de las crisis más grandes que han ocurrido en España y en el resto de Europa, definida como la Gran Recesión (que, en realidad, para millones de españoles y europeos debería definirse como la Gran Depresión), en la que, a pesar de lo que dice la sabiduría convencional, todavía estamos estancados. La causa de esta Gran Recesión (o Gran Depresión) es sumamente fácil de ver (y era, por lo tanto, igualmente fácil de prevenir, como algunos así hicimos –tal como el lector puede ver en mi libro Globalización económica, poder político y Estado del Bienestar, publicado por Ariel Económica en el año 2000, siete años antes de que comenzase la crisis). La causa más importante de la Gran Recesión fue la aplicación de las políticas neoliberales iniciada a los dos lados del Atlántico Norte en los años ochenta (con el presidente Reagan, seguido por los gobiernos Bush, Clinton y Bush junior, en EEUU, por la Sra. Thatcher y el Sr. Blair en el Reino Unido, y por el Sr. Schröder en Alemania, entre otros), políticas que eran ni más ni menos que un ataque frontal por parte del mundo del capital al mundo del trabajo, promoviendo reformas laborales que tenían como objetivo reducir los salarios, y llevando a cabo políticas de austeridad que intentaban reducir o desmantelar el Estado del Bienestar, creando con ello una gran inseguridad e inestabilidad entre la clase trabajadora, eje de las clases populares.

El enorme descenso de los salarios como una de las causas de la Gran RecesiónComo era fácil de predecir, estas políticas de reducción de los salarios y recortes del gasto público crearon un enorme problema de demanda doméstica que afectó negativamente al crecimiento económico (ver mi artículo “Marx llevaba bastante razón”, Público, 01.08.16). El gran crecimiento del endeudamiento, causado por la disminución de los salarios, aumentó el tamaño del capital financiero, que al ver su rentabilidad disminuida en las inversiones en la economía productiva (como consecuencia de la escasa demanda), invirtió en la economía especulativa, creando burbujas que al explotar determinaron la enorme crisis financiera. Los datos, fácilmente obtenibles, muestran claramente los orígenes de tal crisis. Léanse mi libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante (Anagrama, 2015) y lo verán. El hecho de que los datos que avalan estas tesis sean fácilmente accesibles, sin embargo, no quiere decir que sean fácilmente visibles en los principales medios de información y persuasión, influenciados en su gran mayoría por el capital financiero, que quiere decir la banca.

Todo el enorme sufrimiento causado por la aplicación de estas políticas públicas, que han beneficiado única y exclusivamente a sectores muy minoritarios de la población (el famoso 1%, que es la manera ahora de definir estos días a la clase capitalista, es decir, a los propietarios y gestores de las grandes empresas financieras, industriales y de servicios), era fácilmente previsible. Y fue totalmente perjudicial para la gran mayoría de la población y también, por cierto, para la equidad y eficiencia del sistema económico. En contra de lo que sostiene el pensamiento económico neoliberal dominante, la inequidad no favorece la eficiencia económica. Todo lo contrario, la perjudica, como muestran los datos (ver mi último libro).

Cómo la sabiduría convencional neoliberal está cambiando, sin admitir que las tesis que defendía son insostenibles en base a la evidencia existenteMiren por donde, ahora, casi diez años después de iniciarse la crisis, algunos de los mayores arquitectos de las políticas promovidas por el establishment europeo -tales como el Sr. Draghi, el presidente del Banco Central Europeo- han indicado que las políticas monetarias –que incluyen imprimir más y más dinero- no han sido suficientes para estimular la economía (lo cual es sumamente fácil de entender, pues este dinero imprimido por el BCE no va a los que lo necesitan, es decir, a los ciudadanos o a los Estados (excepto indirectamente ahora, a través de los mercados secundarios), sino primordialmente a los bancos y a las grandes empresas, que lo guardan o utilizan para optimizar sus beneficios, sin que ello implique un mejoramiento de la demanda doméstica). De ahí que el Sr. Draghi haya recomendado que se suban los salarios, lo cual algunos, muy pocos, habíamos sugerido desde que se inició la crisis, pues era fácil de ver que el gran enlentecimiento del crecimiento económico era, en parte, resultado del descenso de la demanda doméstica, consecuencia del descenso salarial.

Pero hay otras intervenciones que todavía no se han reconocido como necesarias, aunque les aseguro que lo harán en los próximos años. Me estoy refiriendo a la masiva inversión pública, con intención de crear empleo y estimular también la demanda doméstica. A lo máximo a lo que el establishment europeo (las instituciones que gobiernan la Eurozona) ha llegado ha sido al Plan Juncker, que es un estímulo para que sea el capital privado el que invierta, lo cual es dramáticamente insuficiente. Seguro que perderemos un par de años más antes de que el establishment europeo se dé cuenta de que tales inversiones son clave para la resolución de la Gran Recesión, como fueron clave para la resolución de la Gran Depresión.

Comparando la sabiduría convencional en Europa con la existente en EEUUEn este sentido, es interesante ver lo que está pasando en EEUU y compararlo con lo que está pasando en le Unión Europea. La teatralidad de las elecciones en EEUU (que, debido, en parte, a la figura atípica de Trump, ha centrado el debate en aquel país) ha ignorado los análisis de los programas económicos y sociales de los candidatos, que tienen diferencias pero también semejanzas, algunas de ellas especialmente relevantes para el debate (o mejor dicho, no debate) que ocurre en la UE. Me refiero a la coincidencia en los programas de los dos partidos mayoritarios de priorizar las inversiones públicas en la infraestructura física del país. Los dos partidos proponen una masiva inversión pública para no solo mejorar una estructura física muy olvidada en el país, sino también para crear buen empleo, con puestos de trabajo bien pagados.

Así, la Sra. Clinton ha prometido gastarse más de 270.000 millones de dólares (algo más de 240.000 millones de euros) en, además de mejorar el sistema educativo y el acceso a tal sistema por parte de las clases populares, mejorar también las infraestructuras del país (que incluyen carreteras, puertos, transporte ferroviario, transformación energética, la estructura de internet de alta velocidad, y otras que se consideran necesarias), y cuyas deficiencias son, en parte, causa del enlentecimiento de la productividad del país. Y el Sr. Trump ha prometido, predeciblemente, gastarse el doble de lo que ha prometido la Sra. Clinton en la infraestructura física.

El Sr. Trump, como era de prever, no indica cómo lo financiará. La Sra. Clinton sí que lo hace: lo programa, en parte, con un impuesto añadido de sociedades sobre las compañías estadounidenses que tienen parte de su producción en el extranjero. Hoy las políticas de apoyo a la globalización económica están desacreditadas en EEUU, y se apoyan medidas que en la UE se definirían y denunciarían como proteccionistas. Es interesante notar, en este aspecto, el cambio de 180º que ha experimentado el Sr. Lawrence Summers, que fue en su día el equivalente al Ministro de Fianzas del presidente Clinton (y arquitecto de la desregulación financiera en EEUU, una de las causas de la crisis financiera). De ser un gran entusiasta de la desregulación y la movilidad de capitales, ha pasado a favorecer hoy la regulación, siendo, a la vez, uno de los mayores defensores de la inversión pública masiva. Y a aquellos conservadores y liberales que protestan por tal incremento del gasto público, subrayando (como siempre hacen) que estaríamos creando una deuda que recaería sobre nuestros hijos y nietos (uno de los argumentos más utilizados por un gurú economista neoliberal de gran visibilidad mediática en Catalunya, miembro del Consejo de Gobierno del Banco de España), Summers responde indicando que sería imperdonable no invertir para dejar a nuestros hijos y nietos una infraestructura mucho mejor de la que hoy existe. Es más, por fin el Sr. Summers reconoce que el gobierno federal puede pedir prestado tanto dinero como quiera, a unos intereses bajísimos (un 1%), que serían más que pagables, pues tales inversiones provocarían un crecimiento de la productividad que originaría un aumento de un 3% de los ingresos al Estado federal, lo que permitiría pagar fácilmente esta deuda.

Tal argumento aplica también, por cierto, al Estado español y a sus CCAA. He indicado en repetidas ocasiones que España tiene uno de los sistemas bancarios privados más grandes, y uno de los sistemas bancarios públicos més pequeños en la OCDE, el grupo de países más ricos del mundo capitalista desarrollado. Sería de desear que ello se revertiera. Por paradójico que parezca, el problema de España no es la falta de dinero, sino los canales privados (la banca privada) en los que circula. Es probable que ello cambie, sobre todo consecuencia de cambios en la cultura política y económica del país, hoy extraordinariamente conservadora que ha estado dañando el bienestar de las clases populares, y que está originando, como respuesta, una protesta generalizada que terminará transformando este país en caso de que las nuevas fuerzas políticas sean capaces de canalizarla. Es extraordinario, en este sentido, lo que se ha conseguido ya en un periodo muy corto. Pero los lentos cambios en la vía parlamentaria deberían ir acompañados con amplias movilizaciones en defensa de los intereses de las clases populares presionando para que se realicen aquellos cambios necesarios. En realidad, el hecho de que el BCE hoy pida un aumento de los salarios es una respuesta directa al temor de que los movimientos de protesta (a los dos lados del espectro político) se vayan expandiendo por todo el territorio europeo. Una vez más, aparece claro el dicho de que detrás de todo cambio de política económica, monetaria y/o financiera, hay cambios y presiones políticas. Son las variables políticas las que determinan los fenómenos económicos, y no al revés. Así de claro.

¿Quiénes ganan con la privatización de Petrobras en Brasil?


7 de octubre de 2016


Un proyecto de ley en Brasil derriba la exclusividad que la petrolera estatal Petrobras tenía sobre el presal, los gigantescos yacimientos de crudo descubiertos por Brasil en aguas muy profundas del Atlántico.

Los grandes beneficiarios de la ley 4567 que derriba la exclusividad que la petrolera estatal Petrobras tenía sobre la explotación de crudo en Brasil son las transnacionales como Chevron y Royal Dutch Shell.

Esta nueva ley, aprobada con 292 votos a favor, 101 en contra y una abstención, permite que cualquier compañía, incluso extranjera, pueda adjudicarse licencias para explotar el presal y ser su propio operador.

El periodista y analista de medios brasileño, Juan Francisco Leite, afirmó a teleSUR que esta ley es el primer cobro de la factura que el gobierno de Michel Temer paga por el golpe de Estado parlamentario a la presidenta Dilma Rousseff.

“Esta movida de partidos golpistas brasileños hace parte de una estrategia para disminuir o liquidar el papel de Petrobras en el proceso económico brasileño (…) Esta campaña ‘Lava Jato’ bajo la bandera de anticorrupción es la responsable de que un millón y medio de trabajadores estén desempleados”, sostuvo.

Los diputados de partidos de izquierda como el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) intentaron obstaculizar la votación con recursos reglamentarios.

El impacto de esta ley en el pueblo brasileño

El proyecto de ley 4567 de 2016 impulsado por Michel Temer le quita a Petrobras la garantía de ser la única operadora de la cuenca del presal.

La enmienda 241 establece además el congelamiento salarial, así como los gastos e inversiones de Petrobras durante 20 años.

Los expertos aseguran que estas modificaciones afectarán las inversiones en la educación, salud y otros servicios fundamentales en ese país, ya que los recursos serían destinados al mercado internacional y otras áreas.

La reforma fue impulsada por el presidente de Petrobras, Pedro Parente (exdirector del FMI), quien alega que las dificultades financieras de la empresa estatal le impiden ser el operador único en el presal.

En entrevista para teleSUR, el economista Theotonio Dos Santos criticó el argumento esgrimido en Brasil sobre “problemas en el funcionamiento de empresas estatales” con el fin de venderlas al sector privado.

Dos Santos asegura que el argumento usado por Temer sobre el mal funcionamiento de las empresas estatales para otorgárselas al sector privado es falso. “Mal funcionamiento hay es en las empresas privadas, todas ellas con problemas gravísimos y sin ayuda del Gobierno no consiguen funcionar”.

A su juicio, las empresas privadas del sector financiero nunca han sido tocadas, ni de lejos, por esas expresiones de moralismo jurídico.

En la Cámara Baja fue propuesta por el senador José Serra, que actualmente ejerce como ministro de Relaciones Exteriores, y ya fue aprobado por el Senado, por lo que pasará a sanción del presidente brasileño, Michel Temer.

Temer, que asumió la presidencia tras la destitución de Dilma Rousseff el pasado 31 de agosto con un juicio político considerado “golpe parlamentario”, ha defendido la privatización de varias estatales.

El primer millón de barriles de petróleo producidos por Petrobras se logró en 1998. Después de 45 años de creación, contribuyó con más de 8 mil pozos y este nuevo registro se logró con el aporte de solo 52 pozos de producción.

Telesur

El capitalismo a la uruguaya, ¿“triunfo” de la macroeconomía?


Le ganamos al CIADI, en la dura lucha contra una tabacalera, la ONU nos premia, con una silla en el Consejo de Seguridad, nos felicitan por la labor de nuestras FFAA en las “misiones de paz” mientras que diversos informes no señalan como los que mejor distribuimos la riqueza en América Latina, nos sugieren firmar tratados de libre comercio con el mundo entero, tenemos apreciados índices de desarrollo que nada debemos de envidiar al Primer Mundo.

Tenemos calidad de vida entre los primeros lugares del planeta según el New York Times, somos quintos a nivel mundial en fibra óptica, plan Ceibal, leyes de vanguardia; matrimonios gay, liberalización de la marihuana, convenios laborales, dialogo social, civismo, una Central Sindical ejemplo de unidad donde algunos sectores pasaron del marxismo -leninismo ha abanderarse con Kausky, “como tiene que ser”, mientras que otros se subieron al carro de la “democracia” y se han transformados en diputados, senadores o ministros.

En fin, quienes se quejan es porque nunca están contentos con nada, que lo que está mal la violencia callejera, cárceles deplorables, salarios sumergidos , violencia de género, carencias en la salud, y en la educación de la gente más humilde etc. son factores coyunturales que se están resolviendo, en la dinámica actual.

El progreso económico fomentado por el “primer ministro” Danilo Astori se hizo carne y el orden nacido del mismo, nos dio como resultado más tangible, la evidencia del “éxito”. Pero aun así cuando dudamos del mejor de los mundos posibles, algunos intelectuales, comunicadores y académicos nos enseñan con su dialéctica de la autoayuda, de que hay países que están peor, lo que sin lugar a dudas es cierto.

Los vaivenes ocasionados por las diferentes corrientes de pensamiento en el seno del gobierno uruguayo originados por sus actuales orientaciones económicas o mejor dicho por el equipo económico que lleva tres gobiernos de “izquierdas” bajo la batuta del Contador Danilo Astori, no es más que un ejercicio dialéctico cuyo final está escrito de avance. Eso sí, bueno es recordarlo, bajo el beneplácito de los organismos internacionales, FMI, BM, BID etc.

Profundizando un poco más en el tema, diremos que este avance conservador no puede explicarse por conspiraciones particulares, pues emana de la dinámica propia de la reproducción capitalista, como necesidad sistémica y no como políticas coyunturales que puedan cambiar sin modificar la naturaleza del capitalismo en su fase histórica actual.

Los retrocesos actuales en algunos rubros de la economía (inflación, crecimiento inocuo) vienen a reforzar las confusiones teóricas que se fueron gestando durante estos años de bonanza globalizadora. Es decir, la nueva fase del desarrollo de la economía mundial imperialista llamada globalización que define un perfil nuevo de la acumulación mundial en general y la acumulación capitalista subordinada en particular.

Escribía Lenin en 1916: “El capitalismo se ha transformado en un sistema universal de opresión colonial y de estrangulación financiera de la inmensa mayoría de la población del planeta por un puñado de países “avanzados”. Este “botín” se reparte entre dos o tres potencias rapaces de poderío mundial, armadas hasta los dientes (Estados Unidos, Inglaterra, Japón) que, por el reparto de su botín arrastran a su guerra a todo el mundo” (El imperialismo…Prólogo a las ediciones francesa y alemana de julio de 1920, párrafo II).

Se nos dirá una vez más que nuestras referencias son arcaicas, propias de nostálgicos trasnochados … pero, ¿quien puede negar que lo que este texto esboza, tiene una vigencia extraordinaria?.

La facilidad de acceso de los capitales extranjeros como la apertura comercial no representa ninguna innovación, sino más bien una resurrección de las tesis más liberales. Para ello, estos organismos se centran en el progresivo desmantelamiento de los monopolios estatales, la eliminación de aranceles y otras medidas proteccionista, la persecución de las ayudas a la exportación, el fenómeno de las privatizaciones el adelgazamiento del sector público entre otros objetivos.

Hasta ahora la OMC dicta las normas sobre los intercambios de bienes y servicios en el mundo, incluso puede declarar contrarias a la libertad comercial las leyes que un Estado promulgue sobre Derecho laboral, ambiental, cultural o de asistencia sanitaria pública. Recordamos además que todos estos mecanismos se potencializan en las negociaciones secretas de los Tratados de Libre Comercio (TLC) .

Las derivas de la izquierda posmoderna, la que si entiende el mundo, la que se ha aggiornado, la que descalifica a sus oponentes cuando no se piensa igual, aquellos que ven en el pensamiento crítico a los nostálgicos de antaño, le advertimos con mucho respeto que su camino nos lleva a un callejón sin salida. En tanto no consiga cuestionar los fundamentos del sistema, “la izquierda” post modernista del progresismo seguirá desorientada, y si se aprovecha del carro de la administración estatista de la crisis para proponer sus reformas sociales, descarrilará con él.

El filósofo alemán Robert Kurz, autor de varias obras sobre Marx no hace concesiones al respeto, al comparar el pensamiento posmoderno con la ideología neoliberal. Ahora, dice él,” la izquierda posmoderna se encuentra con los destrozos de sus ilusiones y es confrontada con la dura realidad de una crisis monumental, la que desde el comienzo no quiso admitir y para la que ella, por eso mismo, no está preparada. Incapaz de captar la dialéctica sujeto-objeto del fetichismo moderno, la izquierda cayó en un objetivismo tosco con un subjetivismo igualmente tosco.

En todas las formaciones históricas fetichistas, la ética no pasó de una tentativa de convivir socialmente con las condiciones de reproducción dada, presupuestas a ciegas, sin superarlas. Incluso la ética burguesa moderna pretende resolver contradicciones y crisis sin tocar las causas constitutivas. En ella, el lugar de la crítica radical debe ser asumido por un canon de normas de conducta moral para los individuos, a fin de que, dentro de las formas existentes, una persona pueda ser agradable para las otras. Lo que puede fallar no es el sistema, sino sólo la moral de los individuos. La crisis actual, por cierto, también ha sido atribuida a los déficits éticos de banqueros y ejecutivos. No es casualidad que el paquete de rescate de mayor volumen está en la ética, que, para variar, va en aumento. Lamentablemente, ese paquete es totalmente hueco.”

Todos los países latinoamericanos han aplicado tarde o temprano las reformas económicas propuestas por el Consenso de Washington y han tenido avances diversos y consecuencias más o menos parecidas. Los avances tienen que ver con la apertura comercial y financiera, la desregulación de los mercados en general, las privatizaciones etc. Ahora bien la pregunta que planteamos ¿Cómo es posible establecer el libre comercio entre un país altamente desarrollado y países de economías débiles y dependientes como las nuestras?

(*) Periodista uruguayo, fue director del semanario Siete sobre Siete y colaboró en otras publicaciones uruguayas y de America Latina. Corresponsal en Naciones Unidas y miembro de la Asociacion de Coresponsales de prensa de la ONU. Redactor Jefe Internacional del Hebdolatino en Ginebra. Miembro de la Plataforma Descam de Uruguay para los Derechos Economicos sociales y medio ambientales. Docente en periodismo especializado sobre Organismos Internacionales

jueves, 6 de octubre de 2016

Informatización en Cuba, ¿por dónde va?

Nery Ferreira • 6 de octubre, 2016

LA HABANA. La informatización de la sociedad es todavía un estado deseado en Cuba, pese a que resulte, desde hace varios años, tema recurrente en discursos de autoridades del país, en declaraciones de funcionarios de ETECSA —única empresa de telecomunicaciones en la Isla—, y también en el debate popular, ese que se cocina a nivel de pasillo, en las paradas de guagua, en las colas…

Para que el pueblo se halle informatizado se requiere, en un mero principio, garantizar servicios con mejor calidad y a precios justos —dígase en correspondencia con el salario real del pueblo cubano—. Pero sobre esto solo se perciben buenas intenciones.

Uno de los primeros pasos en favor de la conectividad en Cuba se dio en 2008, cuando comenzó la comercialización de la telefonía móvil a personas naturales. En ese entonces se cuantificaron 331 736 líneas; hoy sobrepasan los tres millones de usuarios. Y la meta es crecer anualmente desde 2015 y hasta 2018 en unas 800 000 nuevas líneas celulares, según consta en la Resolución 64 del Ministerio de las Comunicaciones (MINCOM), de 2015.

La cuota de activación del servicio empezó a 120 CUC, ahora son 90 CUC menos. Mientras, la llamada de un minuto costaba 65 centavos, hoy es 35 y paga quien llame —siempre y cuando sea desde otro celular y no venga con *99—, y de 11:00 p.m. a 6:59 a.m. cuesta 10 centavos. Además, el SMS local disminuyó de 16 a nueve centavos.

También hay promociones de recarga de doble saldo desde el exterior o con tarjetas de 20 CUC en territorio nacional; ampliación del ciclo de vida de la línea, y apertura de prestaciones exclusivas para celulares.


Hasta aquí todo se traduciría en progreso —obviando que las tarifas continúan fuera del alcance de muchos cubanos—, si las afectaciones en el servicio no fuesen reiteradas. De SMS retrasados y llamadas fallidas conocen de sobra los clientes de ETECSA, y con ello de tiempo y dinero perdido. Es una historia donde la víctima —nombrada usuario— nunca abandona su papel: paga la ineficiencia y sin devoluciones.

Pero cierto es que el monopolio de las telecomunicaciones en Cuba ha avanzado en ese proceso de informatizar a todos. Y lo demostró a finales de mayo de 2013 con la ampliación del servicio público de acceso a Internet que, bajo la marca Nauta, incluyó las modalidades de navegación por la red de redes, correo electrónico internacional o navegación nacional.

En sus inicios solo se podía acceder a esas ofertas desde las salas habilitadas por ETECSA (118 en todo el país). Ya en marzo de 2014 se permitió utilizar los correos nauta.cu desde cualquier móvil que tuviera como requisito la transmisión de datos y alguna aplicación de correo electrónico.

El número de cuentas nautas creció y ya alcanzan los 10 millones en su modalidad temporal y un millón 200 mil de manera permanente, según informó el viceministro del MINCOM, Wilfredo González Vidal, en una de las sesiones previas a la Asamblea Nacional, efectuada en julio último.

En contraste con esa evidente evolución afloran, otra vez, la inestabilidad, las fallas constantes. Contrario a toda lógica, este es un servicio que se paga, pero no para utilizarlo cuando quieras. Unable to connect es una alerta perenne.

“Solo por la madrugada es que puedo usar el correo porque después me da “sin conexión” y aun así me siguen cobrando sin recibir ni poder enviar”, se queja una usuaria —lamento que es archiconocido— en un foro organizado por el MINCOM.

Welcome, wifi

Para un país bloqueado como Cuba es un reto el acceso público a la Banda Ancha —léase navegación con mayor rapidez y prestaciones—. En el caso del sector residencial lo frecuente son las cuentas conmutadas a Internet (conexión por módem), esas que ahora migran, de forma muy restringida y poco divulgada, a la tecnología ADSL*. Vale aclarar que lo anterior solo se oferta a algunos profesionales cubanos.

“No hay limitantes políticas para el acceso a Internet. Sí reconocemos que se limita el acceso por la cuestión económica, porque las tarifas todavía son altas, aun cuando han tenido un decrecimiento que debe tender a continuar en la medida en que logremos masificar más el servicio”, comentó la directora de Informatización del MINCOM, Magda Brito D’Toste.

Al principio, para subir y descargar archivos, y sobre todo comunicarse, los interesados debían acudir estrictamente a una sala de navegación y pagar 4,50 CUC por cada hora. Luego —julio de 2015— surgen los famosos puntos públicos de wifi, donde la conexión se cotizaba a igual precio. Actualmente es a 2 CUC.

“¿Por qué mantener a la gente bajo sol, sereno, agua, malas condiciones, en las aceras, perdiendo la privacidad del contacto personal, en ciudades con ruido ambiental que impide a veces el diálogo?”, se cuestiona un forista en Cubadebate. Por otra parte, tampoco hay indemnizaciones concebidas.

Sobre el enlace a Internet desde los hogares Wilfredo González Vidal advirtió: “Por el momento estamos priorizando las salas colectivas y las áreas públicas de conexión. Cuando estén las condiciones creadas desde el punto de vista de acceso en lo que nosotros llamamos la última milla, el cual tiene en estos momentos un nivel importante de obsolescencia, avanzaremos”.

“Es cierto que hoy hay tecnologías como el ADSL que nos permite llegar con el mismo par de cobre con una velocidad medianamente decente, pero ETECSA aspira a dar un servicio con mejores condiciones, como el que se encuentra en prueba en algunas partes de La Habana”, aduce.

Y un internauta responde: “Decirnos que en materia de conexión desde los hogares se quiere comenzar por la tecnología más avanzada, es como decirnos que, para aliviar nuestras penas con relación al transporte, tenemos que esperar a que se pueda disponer de trenes de alta velocidad”.

De los servicios online…

“La informatización de una sociedad trasciende al hecho de conectarse a Internet. Está relacionada con la automatización de los procesos”. “No se trata de digitalizar procedimientos en una entidad, sino todo lo que esta haga para interactuar con sus pares y el pueblo”, asegura Brito D’Toste.

Muchas de las transformaciones que en ese sentido se han ejecutado en la Isla tienen su origen en el sector financiero bancario. Sin embargo, las bondades carecen de atractivo, incluso se desconocen.

Por ejemplo, “aún las personas usan en su mayoría el efectivo, al existir muy pocas posibilidades para que una tarjeta magnética pueda hacer una transacción rápida y segura”, dijo a la ACN Alberto Quiñones, director general de Servicios Informáticos del Banco Central de Cuba.

También la adopción de las nuevas tecnologías ha incluido generar productos online que propicien el intercambio y el desarrollo del conocimiento. De factura nacional-estatal emergen Redcuba, Ofertas, Andariego, EstanquilloCubaeduca.

Hoy distan de ser preferidas, o incluso conocidas en un gran por ciento de la población, y saltémonos la calidad de sus contenidos. Por ahora, IMO y Facebook son las aplicaciones de mayor popularidad, basta con prestar un poco de atención en las zonas wifi. Tras tantos años offline, el desenlace no podía ser diferente.

Los pasos hacia la informatización son cada vez más innegables; aunque también la lista de insatisfacciones. Afortunadamente, la mira es en beneficio del usuario, como lo reafirma el titular del MINCOM Maymir Mesa Ramos: “a pesar de que hay avances en esta materia, no estamos satisfechos porque este pueblo necesita más”.


*ADSL, siglas en inglés de Asymmetric Digital Subscriber Line o en español Línea de Suscripción Digital Asimétrica. Se utiliza en el mundo ya desde hace un tiempo, haciendo del teléfono un transmisor y receptor de datos, sin por ello interrumpir su función tradicional de permitir la comunicación entre las personas.

Imagen de portada: Centro Recreativo Tecnológico, en proyecto, en la Isla de la Juventud.

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FAO trae a Cuba tilapias mejoradas genéticamente

Son peces de agua dulce mejorados, que luego entidades cubanas reproducen para con destino a la alimentación.

El proyecto busca fortalecer las capacidades en genética y reproducción selectiva en actores claves: productores, personal técnico y de la investigación.
El proyecto busca fortalecer las capacidades en genética y reproducción selectiva en actores claves: productores, personal técnico y de la investigación.
Foto: Archivo IPS-Cuba
La Habana, 6 oct.- La posibilidad de lograr progresivamente tilapias de mayor talla en menor tiempo, está al alcance de la acuicultura cubana gracias al proyecto Establecimiento e implementación de un programa de mejoramiento genético para peces de agua dulce, firmado entre la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y Cuba.
Presentada la víspera en La Habana durante un taller con personas e instituciones implicadas, la iniciativa persigue establecer el programa en el país y fortalecer las capacidades en genética y reproducción selectiva en actores claves: productores, personal técnico y de la investigación.
Según la coordinadora nacional del proyecto, Zenaida Arboleya, de la estatal Empresa de Desarrollo de Tecnologías Acuícolas (EDTA), este permitirá desarrollar el cultivo en el país, sobre todo del linaje GIFT (Genetically Improved Farm Tilapy, por sus siglas en inglés), para incrementar la producción intensiva 50 por ciento y avanzar hacia la seguridad alimentaria.
“El crecimiento en la producción se puede lograr a través de dos vías: aumentar el área de cultivo o incrementar la productividad, que pueden alcanzarse con la introducción de nuevas especies o variedades mejoradas genéticamente, nuevas tecnologías, asistencia técnica y la capacitación del personal técnico y de las productoras y productores”, explicó.
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Con un financiamiento de 297.000 dólares, el proyecto tendrá una duración de dos años y para lograr su sostenibilidad se propone fortalecer las capacidades e infraestructura de la Unidad de Desarrollo e Innovación El Dique, de la EDTA, en la periferia de La Habana y capacitar en genética de peces de agua dulce a 30 técnicas y técnicos y 400 productores.
De acuerdo con Arboleya, en Cuba algo se ha hecho en genética, pero queda mucho por avanzar.
Theodor Friedrich, representante de la FAO en la isla caribeña, dijo a la Redacción IPS Cuba que este proyecto está enfocado al sector pesquero acuícola por ser una esfera muy importante para la alimentación proteica de la población cubana.
A juicio del consultor internacional en genética de peces Raúl Ponzoni, son realizables las mejoras en la infraestructura que debe hacer Cuba para introducir esta tecnología.
Remarcó que la incorporación de nuevas familias ya mejoradas genéticamente como parte del proyecto, ahorraría 20 años de trabajo a la parte cubana.
En término de prioridades, instó a manejar de manera adecuada estos ejemplares, evitar que se deterioren ni haya consanguinidad en la reproducción.
“Este proyecto puede tener mucho impacto en el país porque esa la tecnología es aplicable a otras especies”, dijo.
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Con esa idea coincidió Carlos Pulgarín, oficial técnico de FAO y líder del proyecto, quien valoró positivamente el hecho de que en Cuba la acuicultura sea una estrategia para la seguridad alimentaria y una fuente de ingresos por la vía del turismo.
“En el país están muy desarrolladas las capacidades de las personas pero es necesario hacer uso de nuevas tecnologías que permiten que los sistemas productivos tengan mejor desempeño y eficiencia”, destacó el consultor, quien impartió clases en un curso comprendido dentro del proyecto.
Para Pulgarín, “el primer paso que se está dando con la tilapia va a permitir aprender sobre estas nuevas tecnologías para, en el futuro y en la medida de lo posible, aplicarlas en otros peces”.
Las  especies acuícolas, aparte de ser mucho más eficientes que cualquier otra terrestre, aportan proteínas y ácidos grasos de cadena larga como omega 3 y 6, que tienen una importante contribución en el desarrollo embrionario y neuronal y previenen enfermedades coronarias en personas de la tercera edad, indicó el experto.
Según FAO en Cuba, el proyecto se inserta en el área de cooperación Seguridad alimentaria y nutricional del Marco de Asistencia de Naciones Unidas para el Desarrollo, acordado entre el gobierno cubano y el Sistema de Naciones Unidas para el periodo 2014-2018. (2016)

miércoles, 5 de octubre de 2016

La economía mundial registra un movimiento lateral

Publicado en October 4, 2016


(Versión en English)

La reanudación del crecimiento sólido, sostenible, equilibrado e inclusivo que los líderes del Grupo de los Veinte solicitaron en Hangzhou en septiembre aún es esquiva. El crecimiento mundial sigue siendo débil, aun cuando no se observa una desaceleración apreciable en el último trimestre. En el nuevo informe sobre las Perspectivas de la economía mundial (informe WEO) se prevé una desaceleración en el grupo de economías avanzadas en 2016, que se compensa con un repunte en las economías emergentes y desarrollo. En conjunto, la economía mundial ha registrado un movimiento lateral. Si no se adoptan políticas enérgicas para respaldar la actividad económica a corto y largo plazo, existe el riesgo de que se perpetúe un crecimiento magro en torno a los niveles recientes, debido a las fuerzas económicas y políticas negativas que está desencadenando.

Proyectamos un crecimiento del producto mundial de 3,1% en 2016 y 3,4% en 2017, como a principios de julio, poco después del voto en el Reino Unido a favor de abandonar la Unión Europea, el denominado “brexit”. Sin embargo, dentro de este panorama general, hemos revisado ligeramente a la baja las proyecciones para 2016 con respecto a las economías avanzadas, mientras que hemos revisado al alza las del resto del mundo. Las perspectivas para 2017 para ambos grupos de países no muestran cambios. A mediano plazo, si bien esperamos que en las economías avanzadas el crecimiento siga una trayectoria decepcionantemente baja, en las economías de mercados emergentes y en desarrollo se registraría una aceleración a medida que los principales países cuya economía se está contrayendo se estabilicen y retomen sus trayectorias de crecimiento a largo plazo.

Incluso este panorama más detallado oculta importantes diferencias dentro de los grupos de países. En Estados Unidos la tasa de crecimiento ha sido menor de lo esperado en 2016, pero se compensó en parte con tasas ligeramente más altas de lo esperado en Europa y Japón. Fuera de las economías avanzadas, a las economías emergentes de Asia les ha ido mejor, en tanto que en su conjunto la economía de África subsahariana se ha visto afectada negativamente por la situación en los grandes exportadores de materias primas, pese a que una serie de países más pequeños se ven beneficiados por el abaratamiento de las materias primas.

¿Por qué no podemos darnos por satisfechos con las tasas de crecimiento recientes? Si no hay cambios en otros aspectos, la tendencia a que el producto mundial se desplace de las economías maduras y de crecimiento relativamente lento hacia las economías emergentes y en desarrollo debería elevar la tasa de crecimiento mundial a lo largo del tiempo. Pero no es eso lo que ha ocurrido.

En comparación con los promedios de 1998-2007, actualmente se proyecta que el crecimiento potencial a largo plazo será menor en todas las regiones, y las tasas de crecimiento actuales son aún más bajas en gran parte del mundo, sobre todo en las economías de mercados emergentes y en desarrollo. Es cierto que parte de este declive del crecimiento a largo plazo obedece a las tendencias demográficas y a fenómenos del período anterior imposibles de sostener: la explosión inicial de la productividad debido a la revolución de la tecnología de la información y las comunicaciones, el fuerte crecimiento de China y un ciclo de expansión financiera mundial que culminó en una grave recesión de alcance internacional. Aun así, persisten brechas del producto negativas generalizadas, y la crisis ha dejado como legado un cóctel de factores (fuerte sobreendeudamiento, préstamos en mora en los libros de los bancos, presiones deflacionarias, baja inversión y erosión del capital humano) que interactúan entre sí y siguen deprimiendo los niveles de crecimiento potencial. Debido a que los inversores y los consumidores pueden actuar con mayor cautela cuando temen que el crecimiento del ingreso se estanque por más tiempo, el crecimiento efectivo también puede disminuir.

Estos mecanismos autovalidantes podrían revertirse si la demanda mundial fuera mayor. Pero hasta ahora la respuesta a través de las políticas ha sido desequilibrada y se ha basado en exceso en los bancos centrales. Los mercados temen que no haya margen para que las políticas contrarresten el próximo gran shock económico negativo.

A esto se suman las repercusiones políticas de un crecimiento persistentemente bajo. El hecho de que la recuperación de la crisis haya sido lenta e incompleta afecta especialmente a aquellos países donde la distribución del ingreso sigue favoreciendo en gran medida a los grupos de ingresos más altos, lo cual deja poco margen para que progresen los grupos de menores ingresos. La consecuencia en algunos países más ricos ha sido un movimiento político que culpabiliza a la globalización de todos los males y de alguna manera busca amurallar la economía frente a las tendencias mundiales en lugar de entablar un diálogo en cooperación con las naciones extranjeras. El brexit es solo uno de los ejemplos de esta tendencia.

En resumen, el crecimiento ha sido demasiado bajo durante demasiado tiempo, y en muchos países los beneficios de ese crecimiento se han concentrado en muy pocos, generando repercusiones políticas que probablemente depriman aún más el crecimiento mundial.

Estas inquietudes ponen de relieve los riesgos a que están sujetas nuestras proyecciones, que siguen inclinándose a la baja. La recuperación que se presume a partir de 2017 podría verse desbaratada por varios factores que podrían interactuar: una transición en China con sobresaltos, nuevas caídas pronunciadas de los precios de las materias primas, un endurecimiento de las condiciones financieras mundiales o un fuerte aumento de las barreras comerciales. Podrían avivarse las tensiones geopolíticas, agravando las crisis humanitarias que ya se observan en Oriente Medio y África y complicando aún más la formulación de políticas.

Integral, coherente y coordinado

Un factor positivo sería que muchos países adoptaran políticas integrales, coherentes y coordinadas que aprovechen las sinergias entre los instrumentos, plazos y países para lograr que el crecimiento sea más alto y más inclusivo. Esta estrategia se explica en el Documento de Análisis del Personal Técnico del FMI que se publicó la semana pasada. Las políticas integrales se basan en tres pilares: políticas estructurales y fiscales que respalden la política monetaria; a su vez, una política monetaria que potencie al máximo los efectos expansivos de las reformas estructurales, y una política fiscal activa. Si las políticas son coherentes y se comunican correctamente se potencia el efecto de la estabilización de las expectativas. La coordinación entre los países, como en el Plan de Acción de Brisbane de 2014 sobre medidas estructurales, genera efectos secundarios beneficiosos, con lo cual el todo resulta mayor que la suma de las partes. Si se adopta ampliamente este enfoque general de tres pilares que recomienda el FMI, es posible elevar el crecimiento ahora. También podría servir como defensa frente a un shock mundial negativo, limitando el consiguiente daño a las finanzas públicas, si se lo implementa a mayor escala.

En lo que respecta a las políticas estructurales, es especialmente importante renovar el compromiso de reducir las barreras comerciales, contrariando las tendencias actuales. Al mismo tiempo, los gobiernos deben reconocer la necesidad de fortalecer la resiliencia de los mercados de trabajo, eliminar obstáculos que traban el ingreso a los mercados de productos y servicios y facilitar la adaptación en el caso de los más vulnerables a los cambios generados por la tecnología, el comercio y las reformas estructurales. También a este respecto las autoridades de política económica pueden transmitir una señal muy clara y lograr mayor impacto actuando de manera coordinada.

La familia Trump va de cacería

Alejandro Nadal, La Jornada

Ayer un viento frío recorrió la sabana y los bosques de África. El mundo decidió no brindar a los elefantes y leones la máxima protección que es capaz de otorgar la Convención sobre Comercio de Especies Amenazadas (Cites, por sus siglas en inglés). La masacre de estos animales continuará y dentro de poco podría ser demasiado tarde para evitar su extinción.

La población de elefantes en África está declinando a un ritmo alarmante en la gran mayoría de los territorios de distribución. A pesar de ese dato, los delegados de la Cites decidieron que los elefantes deben seguir estando sujetos a un régimen de doble listado, que contradice los principios biológicos de la convención. Las poblaciones que se encuentran en la mayor parte del territorio africano seguirán estando en el Apéndice I, que prohíbe todo tipo de comercio de estos animales y sus productos (o sea, el marfil principalmente). Pero las poblaciones de elefantes en Namibia, Zimbabue y Sudáfrica permanecerán en el Apéndice II, que permite un comercio regulado.

Se afirma que las poblaciones de elefantes en estos tres países están en aumento y que por esa razón no deben estar en el Apéndice I. Pero eso es falso. Muchas poblaciones de elefantes en Namibia cruzan la frontera con Angola frecuentemente y no se puede afirmar que están en aumento. Además, los datos desagregados del censo de elefantes para Sudáfrica y Zimbabue no indican que exista un crecimiento constante. Las poblaciones de estos tres países siguen afectadas de una anotación que por el momento impide la reanudación del comercio. Pero la perspectiva de legalizar el comercio internacional permanece abierta mientras no se coloque a todas las poblaciones bajo el amparo del Apéndice I.

Los leones, por su parte, también sufrieron un descalabro. A pesar de estar gravemente amenazados permanecerán en el Apéndice II, sujetos a comercio regulado. De este modo se ha consagrado el apoyo a la terrible práctica de la crianza para la cacería (sobre todo en Sudáfrica) y el comercio de huesos de león (para una supuesta demanda de medicina tradicional en Asia). La cacería de leones es uno de los más terribles aspectos del tráfico de animales en lo que se ha dado en llamar la industria de vida silvestre.

La votación en estos dos casos se fue por el lado negativo a causa del voto en bloque de la Unión Europea. Es la temible Comisión en Bruselas la que dicta cómo se ha de votar en este foro. Sí, leyó usted bien, la misma Comisión Europea que hundió a Grecia y que ha destruido el proyecto de una Europa republicana y democrática. La misma que está capturada por intereses corporativos y financieros que viene a Sudáfrica a cambiar votos a favor de la industria de vida silvestre por favores en el mundo de los negocios. Por cierto, para los curiosos, México también votó en contra de la protección máxima para los elefantes.

A la familia de Donald Trump le gusta la cacería de piezas mayores en África. Elefantes, leones, búfalos, leopardos y cocodrilos son algunas de las especies que han sido cazadas por los vástagos del magnate, que hoy pretende ocupar la Casa Blanca. Las fotografías de los hijitos de Trump con sus trofeos de caza están disponibles para quien quiera verlas en Internet.

La sonrisa del cazador con su víctima siempre me ha impresionado. ¿De qué rayos se están riendo? ¿Será que experimentaron por un momento el miedo a ser devorados o aplastados por estos animales? El miedo a la muerte podría desencadenar la estúpida sonrisa que caracteriza esas fotografías del cazador. Pero en la mayoría de los casos el deporte de la cacería ya no representa ningún peligro para el cazador armado con rifles de alto poder y mira telescópica. Además, por si acaso, un cazador profesional siempre acompaña a los turistas que quieren matar por diversión.

Entonces, ¿por qué la sonrisa? En verdad, matar a un animal por diversión está cargado de una simbología que nos remite a la ideología del dominio y el poder sobre la vida y la muerte. En su acepción original la palabra trofeo se refiere a un premio por haber dominado a un enemigo o por haberlo vencido en una batalla. Es una palabra que reenvía a las hazañas en una guerra y nos habla de conquista y de las formas más extremas de explotación.

Hoy la cacería de trofeo en el mundo es una industria que atiende los caprichos de una minoría elitista que encuentra gratificación para su machismo matando animales incapaces de defenderse. La diversión derivada de destruir a un animal se acompaña de arrebatarle sus colmillos, cornamenta o melena. Son los despojos de una guerra en contra del mundo animal que todavía tiene sus connotaciones coloniales.

Sudáfrica ocupa probablemente el primer lugar en el mundo cuando hablamos de cacería de trofeos. Es hasta cierto punto entendible. Los propietarios de las tierras en las que se practica este deporte son los mismos que las ocupaban en la época del apartheid. Y si antes no tenían el menor respeto por los derechos humanos ¿cómo se puede esperar que harían el salto conceptual para respetar los derechos de los animales?