REUTERS/Andrew Cullen
En 2004, el destacado analista político y exasesor económico de Ronald Reagan, Paul Craig Roberts, predijo que la 'deslocalización' de trabajos en EE.UU. llevaría a que el país llegara a formar parte "del tercer mundo" en 20 años. Pasaron solo 11 años, pero la nación ya "está en curso para descender al estatus del tercer mundo".
Las evidencias de este proceso se observan "en todas partes", escribió el analista en su sitio web. En septiembre, la Oficina del Censo publicó un informe sobre los ingresos de los hogares en EE.UU. que mostró que todas las clases de la sociedad "han experimentado una disminución en el ingreso real del hogar". Algunas estimaciones también muestran que ahora "el índice anual medio del ingreso familiar real es inferior a los niveles de los índices de finales de 1960 y principios de 1970".
Craig Roberts cree que hay que recordar que este descenso "se ha producido durante una supuesta recuperación económica de seis años desde el 2009 hasta el momento actual", y además durante un período en el que "la fuerza laboral se estaba reduciendo debido a una disminución sostenida de la tasa de participación en la fuerza laboral", a pesar de que "normalmente la recuperación económica se caracteriza por un aumento de esa tasa".
La infraestructura económica y social se está derrumbando en EE.UU.
"La escasez de puestos de trabajo y los bajos salarios son consecuencias directas de la deslocalización de empleos", considera Craig Roberts y explica que "bajo la presión de Wall Street y los grandes minoristas, las compañías estadounidenses movieron su fabricación al extranjero, a los países donde la mano de obra barata conduce al aumento de los beneficios empresariales".
"La salida de los empleos manufactureros estadounidenses fue seguida por la de la ingeniería del 'software', tecnología informática y otros servicios profesionales", asegura el experto. Al mismo tiempo, no han aparecido "los prometidos mejores puestos de trabajo" que podrían reemplazar los empleos ofrecidos a los extranjeros.
Craig Roberts advierte que "la ausencia de crecimiento de los ingresos reales de los consumidores significa que no hay crecimiento de la demanda agregada para impulsar la economía". Además, el Gobierno "está sobreendeudado en todos los niveles". El analista concluye que debido a este fenómeno "la infraestructura económica y social se está derrumbando, incluida la propia familia, el Estado de derecho, y la responsabilidad del Gobierno".
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