Los vuelos comerciales entre ambos países fueron suspendidos hace 53 años y algún flujo se restableció con chárteres a partir de los 70 del siglo XX.
La Habana, 17 feb.- El anuncio del establecimiento de vuelos regulares directos desde Estados Unidos hacia Cuba suscrito la víspera,genera reacciones encontradas en la población cubana, que van desde alegría hasta reflexiones sobre las consecuencias de la medida que entrará en vigor el próximo otoño.
El acuerdo fue firmado en esta capital por el secretario estadounidense de Transporte, Anthony R. Foxx, el ministro de Transporte de Cuba, Adel Yzquierdo; el secretario adjunto para Asuntos Económicos y Negocios del Departamento de Estado, Charles H. Rivkin; y el presidente del Instituto de Aeronáutica Civil de la nación caribeña, Alfredo Cordero.
“Estamos firmando este memorando de entendimiento para que por primera vez en más de cinco décadas, EE.UU. y Cuba tengan un servicio de transporte aéreo regular”, dijo Foxx.
En tanto, Consuelo Urquiza, trabajadora de una entidad estatal, indicó a la Redacción IPS Cuba que tal vez el establecimiento de vuelos regulares traiga precios más económicos de los boletos aéreos,para que sus parientes puedan visitar más a la familia en la isla.
El hecho fue calificado por observadores como uno de los más efectivos pasos en el acercamiento entre los dos países después de medio siglo de ruptura
Nuevas posibilidades
“Estamos felices de anunciar nuevas oportunidades para el servicio regular aéreo a transportistas y viajeros y conduciremos los procedimientos de manera que puedan maximizarse los beneficios públicos”, dijo Foxx, según un comunicado de prensa.
“Al restablecer el servicio aéreo regular entre los dos países, nuestros gobiernos están creando más oportunidades para que cubanos y estadounidenses se involucren unos con otros en los años por venir”, valoró Rivkin.
El acuerdo, rubricado luego de un año de negociaciones de los otrora enemigos por 50 años, prevé la autorización de vuelos regulares “entre cualquier ciudad de Estados Unidos y cualquier ciudad en Cuba”, siempre que cuente con infraestructura para vuelos internacionales.
Inicialmente, las empresas estadounidenses serán autorizadas a volar veinte frecuencias regulares diarias a La Habana y diez a cualquier otra ciudadcon aeropuerto internacional, entre ellas Camagüey, Cayo Coco, Cayo Largo, Cienfuegos, Holguín, Manzanillo, Matanzas, Santa Clara y Santiago de Cuba.
Tras la firma del documento queda abierto el proceso de licitación para que las aerolíneas estadounidenses presenten sus solicitudes al Departamento de Transporte sobre las rutas que les gustaría operar.
Hasta ahora, los viajes solo podían hacerse a través de 22 aeropuertos, entre ellos el Internacional de Miami (Florida), el Internacional de Washington-Dulles (Virginia) y el Internacional de Austin-Bergstrom (Texas).
Las partes establecieron que las autoridades cubanas analizarán “futuros pedidos de Estados Unidos para aumentar este nivel de servicio. Los dos gobiernos reafirman así su compromiso de fortalecer su cooperación en cuestiones de seguridad aeronáutica”.
De acuerdo con Yzquierdo, además definir un servicio aéreo regular, el memorando permite que las aerolíneas de ambos países concreten acuerdos comerciales de colaboración, como códigos compartidos y contratos de arrendamientos de aeronaves.
Bueno y malo
El restablecimiento de los vuelos regulares facilitará los viajes para los estadounidenses que clasifiquen dentro de las categorías en las que se permiten las visitas a Cuba, adonde todavía no pueden entrar como turistas.
Al respecto, Reina, profesional de un centro de investigación, opinó: “para mí, en lo personal, no tiene ninguna repercusión, creo que será de beneficio para quienes alquilen apartamentos o cuartos, tengan una paladar o un carro americano para la pasear a los turistas”.
Clara Lipton, jubilada de 69 años, cree que será una medida favorable para el país y para quienes están ávidos por visitar Cuba. Sin embargo, expresó que tiene sus reservas.
“¿Esta Cuba preparada para afrontar lo que se avecina, no solo en materia de infraestructura, sino en alimentación, avituallamiento, transporte, e incluso, profesionales para responder a esa demanda, calculada en millones?”, compartió.
Por su parte, la médica Magalys García, especialista en medicina general integral, centra sus preocupaciones en las consecuencias de un incremento de los viajes.
“Aquí ya hay dificultades con la alimentación, por la escasez de productos y sus elevados precios. Como el turismo es prioridad, me preocupa qué quedará para las familias cubanas y cuánto más deberemos pagar por la comida”, cuestionó.
Para otros, uno de los peligros radica en la absorción cultural.
“Somos una nación de 11,2 millones de personas que, pese a su cultura y tradiciones, puede ser absorbida por una potencia de más de 200 millones de habitantes, sobre todo por una creciente americanofilia presente en la sociedad cubana de hoy”, reflexionó una profesora de arte.
De acuerdo con una fuente cercana a la embajada británica en La Habana, en las últimas semanas se observa un notable incremento de los viajes de ciudadanos de esa nacionalidad desde Estados Unidos, mientras otros esperan por el inicio de los vuelos comerciales para visitar la nación caribeña.
Después de más de un año de negociaciones para restaurar sus vínculos, ambos países han logrado acuerdos en cooperación medioambiental y para el restablecimiento del correo postal directo, aunque La Habana sostiene que la diferencia principal, el bloqueo económico impuesto desde 1962, continúa intacto.(2016)
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