Por Guru Huky
Cumbre petrolera en Doha este fin de semana en la que se reúnen países que representan cerca del 60% de la producción mundial petrolera para debatir si congelan su producción en los niveles de enero para así intentar estabilizar los precios del petróleo. A la cumbre asisten, países OPEP y no OPEP entre ellos Rusia, Arabia Saudita, Qatar, Venezuela Angola, Argelia, Azerbaiyán, Colombia, Ecuador, Indonesia, Irán, Irak, Kazajstán, Kuwait, México, Nigeria, Omán y los Emiratos Árabes Unidos.
Si pensáis que el acuerdo para llegar congelar la producción de petróleo será fácil. De hecho, hoy mismo, 24 horas antes de la cumbre Arabia Saudí ha lanzado un torpedo.
Según declaraciones del príncipe Saudí Mohammed bin Salam, su país bombeó 10,2 millones de barriles diarios de petróleo el mes pasado y tiene capacidad de aumentar de forma inmediata la producción hasta los 11,5 millones de barriles diarios y en caso de ser necesario lograr, en un periodo de 6 a 9 meses, aumentar la producción de petróleo hasta los 12,5 millones de barriles. Irán tampoco parece estar muy por la labor en aceptar congelar su producción de petróleo ahora que tras años de embargo por fin puede vender su petróleo en los mercados internacionales y recuperar cuota de mercado.
De todos modos, aunque participantes en la reunión de Doha alcancen un acuerdo, tampoco queda nada claro que puedan lugar una subida de los precios del petróleo que vaya más vaya de ser puntual. A la que el precio del crudo vuelva a subir por encima de los $55 el barril los productores de shale de los EEUU que pueden trabajar a esos precios volverán a enchufar sus pozos añadiendo de nuevo más oferta al mercado que volverá a presionar a la baja los precios.
Para entender un poco la batalla que se está librando os dejamos un gráfico elaborado por el WSJ donde podéis ver el desglose del coste de producir un barril de petróleo entre los principales países:
En verde tenéis los costes de producción directos, lo que cuesta sacar un barril, en gris la suma de todos los costes que soporta un barril de petróleo (producción, costes de transporte, amortización inversión e impuestos).
Viendo el gráfico es más fácil entender la postura que están teniendo Arabia Saudí, Irán e Iraq. Están aprovechando la ventaja competitiva que les da sus bajos costes de producción para ganar cuota de mercado y así expulsar a los competidores con costes más elevados y sobretodo evitar la entrada de nuevos participantes o aumentos de la capacidad productiva.
Falta de confianza:
Por si la diferencia de intereses o visión estratégica de los países petroleros no ayuda precisamente a alcanzar un acuerdo, la falta de confianza en la fiabilidad entre los diferentes países para mantener los pactos acordados es patente. La última vez que se firmó un acuerdo entre proveedores rivales fue finales de 2001 cuando Rusia, México, Omán, Angola y Noruega prometieron reducir el suministro 50 mil barriles diarios. Medio año después Rusia seguía aumentando su producción y las únicas reducciones se dieron en México y Noruega y fueron más bien porque son dos países que han llegado a su peak oil y el rendimiento de sus pozos ya entrado en fase descendente.
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