Por José Carlos Gómez BorreroPhoto credit–Foto: Unknown (Associated Press). Public Domain.
Responsable de la evaluación de “La Teoría General” de Keynes -
Los primeros años en que se concedieron los premios Nobel de economía se destinaron a destacar a los grandes referentes de la profesión que permanecían a la espera de su reconocimiento. 1972 es el cuarto año en el que se adjudicaba el nuevo Nobel, instituido por el Banco de Suecia para conmemorar el 300 aniversario de su fundación, y lo recibieron dos de los más grandes economistas del siglo XX: Kenneth Arrow y John Hicks.
John Hicks, desde 1966 Sir John Hicks al ser ennoblecido por la reina Isabel II de Inglaterra, ya disfrutaba de un enorme prestigio intelectual que la concesión del Nobel no hizo más que corroborar. Sin embargo, él mismo comentaba que había escogido los estudios de economía porque pretendía ganarse la vida ejerciendo la profesión y en esa época eran muy pocos los que elegían esta carrera. Supongo, concluía, que por este camino tendré menos competencia que si me dedico a la abogacía o a las matemáticas. Un criterio economicista que anticipaba las grandes contribuciones que aportó a una ciencia que todavía estaba en mantillas y en la que había muchas cosas pendientes de que llegase el señor Hicks para descubrirlas.
Las curvas IS – LM
Aunque la justificación del premio decía que su concesión se debía a “sus contribuciones a la teoría del equilibrio general y a la economía del bienestar”, su notoriedad se debe sobre todo al modelo IS-LM, que ha tenido que aprenderse cualquier estudiante que quisiera aprobar la asignatura de Macroeconomía, que cuando me tocó a mí era el “hueso” del tercer curso de la licenciatura.
El origen de este modelo estuvo en el encargo que se le encomendó a Hicks para que diese su opinión sobre un libro que había escrito John Maynard Keynes. Se lo propusieron a él porque no querían que fuese evaluado por ninguno de los componentes del “circo”, que es como se conocía a los seguidores del autor de la “Teoría General del Empleo, el lnterés y el Dinero”.
El resultado fue la más famosa de sus publicaciones: “Valor y Capital”, donde en 1939 recogía las tesis keynesianas y les daba forma gráfica con su conocidísimo modelo. En él establece la relación entre la oferta y la demanda monetarias por un lado, y entre el ahorro y la inversión por otro. Las curvas IS, de Investment y Saving (Inversión y Ahorro) y LM de Liquidity y Money (Oferta y Demanda de dinero) dibujan sus relaciones en un esquema cartesiano donde en un eje figura la Renta Nacional (Y) y en el otro el tipo de interés (i). De esta forma consiguió juntar en un solo gráfico el mercado de bienes y el monetario.
Las modificaciones de estas curvas, ya sean reales o estimadas, han permitido amplias especulaciones teóricas y han contribuido a lo que se ha dado en llamar la síntesis neoclásica. Debido a ello, a Hicks también se le ha llamado a veces como el primer postkeynesiano. Algo más tarde, Franco Modigliani introdujo algunos retoques en el modelo de Hicks, que no impidieron que éste mantuviese la paternidad de su nombre.
La teoría de la demanda, los efectos renta y sustitución y el excedente del consumidor
El modelo IS-LM ha ensombrecido los notables descubrimientos que se deben a un Hicks, que lejos de permanecer anclado en la explotación de su esquema macroeconómico, abordó otros campos, como el de los salarios, el crecimiento, los ciclos, la historia económica o la teoría marginalista desde el punto de vista del cálculo diferencial y en todos los casos desde una óptica moderna.
Por mencionar solo algunas de las aportaciones más significativas de su abundante contribución académica, destacaremos en primer lugar la distinción que realiza sobre los efectos que se producen sobre la cantidad demandada cuando cambia el precio de un producto. Es evidente que si sube el precio de un bien se demandará menos de él, y que si baja se solicitará más; salvo si se trata de un bien inferior, de lo que no nos ocuparemos en este momento. Sin embargo, lo que distingue Hicks en el resultado observado finalmente es que éste se debe a la combinación de dos causas. La primera se corresponde con las consideraciones generales que no es preciso remarcar y que llamamos efecto sustitución, ya que al subir el precio deseamos consumir menos, o sustituirlo por otro producto que se haya abaratado relativamente. De la misma forma una bajada de precio operaría en sentido contrario.
La novedad de su análisis consiste en que la modificación de un precio, supuesto que deseamos una cantidad dada, ha modificado nuestra renta disponible, con lo que, si el precio bajase, habrá aumentado el presupuesto que teníamos para poder comprar cualquier cosa. Una bajada del precio de la gasolina, por ejemplo, considerando un consumo habitual constante, liberará una cantidad de fondos que se podrán destinar a otros bienes y servicios, entre los que cabe incluir una mayor utilización del automóvil y un mayor consumo de gasolina. Este último aumento del consumo es el que atribuimos al efecto renta. Como siempre, estos descubrimientos, después de desvelados parecen banales, pero se le tienen que haber ocurrido a alguien primero.
Otro de estos hallazgos teóricos de apariencia elemental es el concepto del excedente del consumidor, en el que, dado un precio de mercado, obtenido por la intersección de las curvas de oferta y de demanda, resulta que alguien que estaría dispuesto a pagar bastante más que ese precio de equilibrio, se encuentra con la agradable sorpresa de que consigue lo que quiere por mucho menos de lo que esperaba. Un excedente que el mercado le regala a los consumidores más ricos o a los más deseosos de ese producto.
Análogamente, por el lado de la oferta, el precio de equilibrio se situará al nivel que permita atraer a los productores necesarios para que suministren la cantidad que corresponde a ese precio de equilibrio. Pero aquí los que se aprovechan son los productores más eficientes, que obtendrán grandes beneficios gracias a la elevación de precios provocada para que acudan al mercado los que producen con mayores costes. Al equivalente del excedente del consumidor se le llama renta económica de los productores. Unos y otros tratarán de captar estos excedentes, diferenciando el producto, segmentando el mercado, o trasladando su oferta o su demanda hacia otros mercados. Hasta el modesto tomate admite ser seleccionado por tamaño, color o nivel de maduración, puede ser ofrecido con diferentes elaboraciones añadidas, o puede ser retirado para ser exportado, liofilizado, o introducido en botes de kétchup o en latas de conservas vegetales.
Estas y muchas otras aportaciones de Hicks no le son explícitamente reconocidas por estar asumidas como paradigmas indiscutidos de la teoría económica, pero conceptos como las curvas de indiferencia, las elasticidades de las curvas de oferta y demanda y en general los conceptos que afectan a la demanda del consumidor, deben buena parte de su paternidad a Sir John Hicks, que modestamente no se preocupó por reivindicar la autoría de sus aportaciones y que como una prueba más de su generosidad donó la totalidad del montante de su premio a la biblioteca de la London School of Economics, donde había impartido sus clases durante los últimos años de su prolongada vida docente.
Wikipedia
John Richard Hicks (Warwick, 8 de abril de 1904 - 20 de mayo de 1989), fue un economista inglés.
Fue uno de los economistas más influyentes del siglo XX. Recibió el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel en 1972. Hicks es uno de los principales contribuidores de la síntesis neoclásica.
Biografía
Estudió en el Colegio Clifton y en el Colegio Balliol, y fue profesor en Mánchester (1938-46) y en Oxford (1946-52). Más tarde fue lector en el London School of Economics, donde conoce a Friedrich Hayek. Recibe el Premio en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel en 1972, juntamente a Kenneth Arrow por sus estudios pioneros sobre el equilibrio general de la economía.
Situado en la óptica de la escuela neoclásica, reelabora la exposición del equilibrio general de Léon Walras y expresa las condiciones teóricas necesarias para mantenerlo estable, que resultan, pero, muy ayudadas del comportamiento real del mercado. En la obra Value and Capital (1939), se recogen las principales aportaciones teóricas, basadas en las de John Maynard Keynes.
Aportes a la teoría económica
Su obra principal es "Value and Capital" publicada en 1939. En microeconomía construye sobre la teoría de la utilidad ordinal y distingue entre el efecto sustitución y el efecto renta para un individuo, en la teoría de la demanda, para el caso de dos bienes alternativos. Generalizó el análisis al caso de un bien y el resto de los bienes. También desarrolló el famoso criterio de "compensación" llamado Kaldor-Hicks, la eficiencia para las comparaciones del bienestar de las políticas públicas o estados económicos (ver Economía del bienestar). Desarrolla la Demanda Hicksiana o compensada definida como una combinación mínima de cantidades (x,y) que logra alcanzar un nivel establecido de utilidad U al nivel de precios P.
Su contribución más importante a la macroeconomía es el modelo de Hicks-Hansen IS-LM, que formalizó la teoría de Keynes (véase Keynesianismo). El modelo describe a la economía como un equilibrio entre tres mercados: el de dinero, el de bienes y el de bonos. Antes de morir, Hicks criticó su propio modelo en un artículo publicado en el año 1980, afirmando que había omitido algunos componentes cruciales de las discusiones de Keynes, especialmente las relacionadas con la incertidumbre. Hicks utiliza durante su vida profesional modelos keynesianos y modelos matemáticos de Ragnar Frisch y Michal Kalecki.
Modelos y trabajos
Hicks analiza las inversiones con progreso tecnológico y distingue entre inversión autónoma, aquella que no depende de la producción e inversión inducida, relacionada con la producción. La previsión económica, según Hicks, permite que la inversión se realice en el momento más adecuado del ciclo económico, estabilizando la economía. Señala que si la inversión autónoma crece demasiado, la inducida tenderá a ser irregular y poco organizada. Los modelos de Hicks hacen uso de las ecuaciones diferenciales al tomar períodos de tiempo no continuos, método de diferencias finitas y variables de estadística matemática. Considera que pueden encontrarse unas condiciones establecidas que nos llevan a una convergencia hacia el equilibrio. En 1973, Hicks reconoce la invalidez del modelo macroeconómico neoclásico que él construyó. En modelos de economía abierta intenta maximizar la renta nacional fomentando la capacidad de un sector predefinido. Para ello, utiliza funciones y Ley de Engel, precios fijos, coeficientes de Leontieff o coeficientes técnicos del método input-output, retardos en el período de producción, tasas de ahorro y propensiones marginales al consumo. Estos trabajos dieron lugar al modelo keynesiano del ciclo económico conocido como Samuelson-Hicks basados en el modelo Harrod-Domar de crecimiento y al modelo IS-LM o de Hicks-Hansen.
Obras
- Theory of Wages (1932)
- Value and Capital (1939)
- Taxation and War Wealth (1941)
- The Social Framework: An introduction to economics (1942)
- The Problem of Budgetary Reform (1949)
- Contribution to the Theory of the Trade Cycle (1950)
- A Revision of Demand Theory (1956)
- Capital and Growth (1965)
- A Theory of Economic History (1969)
- Capital and Time (1973)
- The Crisis in Keynesian Economics (1974)
- Economic Perspectives (1977)
- Casuality in Economics (1979)
- Collected Essays in Economic Theory (3 vols, 1981-83).
- A Market Theory of Money (1989)
Véase también
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