Publicado: 22 ene 2016 01:21 GMT
El economista Paul Krugman evaluó los motivos por los que hay sectores muy adinerados y otros en la pobreza en EE.UU. y abogó por una redistribución sin detener el crecimiento.
REUTERS/Yuriko Nakao
Con las variaciones del nivel de productividad, la suerte y el poder como factores fundamentales que influyen en el nivel de ingresos de los individuos, el economista laureado con el Premio Nobel en el 2008, Paul Krugman, analizó las causas de la desigualdad y si es posible revertir ese estado.
Uno de los posibles cambios se basa en la aplicación de una mayor carga impositiva a los estratos más ricos, pero los sectores conservadores advierten que esa política podría derivar en una pérdida del nivel de productividad. Por el contrario, el autor considera que la economía puede seguir creciendo "si se da una concentración mucho menor de la riqueza".
Los tres motivos de la desigualdad
En el artículo publicado en 'The New York Times' desgrana los tres motivos de la desigualdad y considera que las "variaciones en los niveles de productividad de diferentes individuos podrían ser responsables de los altos niveles de desigualdad", que también "podría deberse, en gran medida, a la suerte". El último factor es el "poder", es decir, "la fuerza que se encuentra tras niveles de desigualdad tan grandes". La economía real, agrega Krugman, contiene algo de los tres y sería "tonto negarlo".
Sin embargo, más allá de evaluar las causas, lo que realmente interesa al economista es la posibilidad de redistribuir parte de esos ingresos dominados por las élites. Y su respuesta vuelve hacia los impuestos que deberían pagar esos sectores, con los que se podría "fortalecer a la sociedad en general".
El único reparo que podría haber para aplicar esta política es el peligro de la eliminación de los incentivos para generar riqueza. Para descartar esta hipótesis, recuerda que el período en el que EE.UU. tuvo más crecimiento y avance tecnológico fue durante las décadas de 1950 y 1960, cuando las clases altas pagaban impuestos más elevados. Por consiguiente, la desigualdad era "mucho menor".
En conclusión, el economista expresa que es "inevitable" que la desigualdad exista, no obstante, no hay razón que justifique que sea tan grande como es en la actualidad en EE.UU.
Hoy en día, las 62 personas más ricas del mundo poseen la misma cantidad de dinero que la mitad pobre de la humanidad, según ha revelado la investigación 'Economía para el 1 % ('An Economy for the 1 %', en inglés) de Oxfam.
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