Citó como argumento las décadas de precedentes legales y lo que considera señales de que el país se está moviendo en la dirección contraria bajo el mando de Xi Jinping
Por SHAWN DONNAN
La administración Trump se opone a que China sea reconocido como una "economía de mercado" en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y citó como argumento las décadas de precedentes legales y lo que considera señales de que el país se está moviendo en la dirección contraria bajo el mando de Xi Jinping.
El rechazo de Estados Unidos a los esfuerzos de China llegó en una presentación legal vinculada con un caso que inició Beijing contra la Unión Europea.
Si el país asiático consigue el status de economía de mercado, para Estados Unidos será más difícil defender sus resoluciones antidumping contra las compañías chinas en la OMC.
La iniciativa llega en un momento en que la administración Trump intensifica la presión comercial sobre Beijing y en que Washington enfrenta un creciente aislamiento internacional debido a lo que los críticos temen sea un ataque impulsado por populismo contra el sistema comercial global.
EE.UU. rechaza el argumento de Beijing de que en 2001 bajo las condiciones del acceso de China a la OMC automáticamente debería ser considerado una economía de mercado 15 años después de incorporarse a la organización, cuando enfrentaba casos de antidumping iniciados por socios miembros.
Estados Unidos también afirma que independientemente de esas condiciones, China sigue rigiéndose por las mismas normas de la OMC al igual que los otros miembros e hizo mención del tratamiento que reciben los países de Europa del este como Polonia cuando se unieron al precursor de la OMC aún bajo el régimen comunista en los sesenta y setenta.
Esas normas, asegura la EE.UU., permiten a los países usar precios de terceros países cuando tratan con economías que no son de mercado para determinar si los productos se están exportando a un menor costo para obtener una ventaja injusta.
"Es abrumadora la evidencia que indica que los miembros de la OMC no renunciaron a su antiguo derecho a rechazar precios o costos que no estén fijados de acuerdo a las condiciones de economía de mercado", escribieron los abogados norteamericanos.
Los funcionarios estadounidenses sostienen que su interpretación es igual a la de los países de la UE y a otras naciones como Canadá, Japón y México. Pero un alto funcionario de EE.UU. dijo a Financial Times que el caso de China contra la UE es un ejemplo de algunas de las preocupaciones de Washington sobre la OMC y su sistema de solución de diferencias.
La principal es que la OMC no se creó para tratar con una economía centralizada como la que tiene China. Los funcionarios norteamericanos mencionan el plan "Hecho en China 2025" de Xi, apuntado a liderar el mundo en ciertas industrias estratégicas, para demostrar que el acercamiento de China hacia los principios del libre mercado ha sido en la dirección opuesta.
Si China quiere ser tratado como una economía de mercado en la OMC debería comportarse como tal, aseguran los funcionarios de EE.UU.
El caso en el que China desafía la negativa de la UE a otorgarle el estatus de economía de mercado es considerado por la administración Trump como una prueba importante que está atravesando el sistema de solución de diferencias de la OMC.
Washington expresó su escepticismo en cuanto a la manera en que la OMC resuelve disputas y fue acusado de intentar sabotear el sistema. China ha avanzado con más lentitud en un caso similar en la OMC contra EE.UU.
El alto funcionario norteamericano también expresó su frustración ante el hecho de que cuando se opuso al pedido de China de ser considerado economía de mercado, EE.UU. se vio obligado a lidiar al menos con una anterior resolución del órgano de apelación de la OMC que Washington consideraba inapropiado.
En esa resolución de 2011, de un caso iniciado por China contra la UE por aranceles antidumping, los jueces de apelación respaldaron a China.
El órgano de apelación en cuanto a esa resolución también señaló que no estaba avanzando más allá de los límites de la queja de China, que era una de las principales críticas de Estados Unidos al organismo. Los funcionarios estadounidenses aseguran que el panel de siete miembros compuesto por expertos legales de todo el mundo demasiado a menudo busca "legislar" en vez de interpretar las normas vigentes.
El caso de China contra la UE también refleja el lento proceso de resolución de diferencias en la OMC. China tomó el primer paso para registrar la denuncia en diciembre de 2016. Los funcionarios norteamericanos dudan que haya alguna decisión inicial antes de 2019. El caso paralelo entre EE.UU. y China avanza aún más lento, si bien los norteamericanos sostienen que Beijing otra vez solicitó consultas en ese caso después de la resolución de octubre emitida por el Departamento de Comercio de EE.UU. y que indica que China no es una economía de mercado.
Ambos casos podrían incluirse en lo que los críticos temen es un intento de la administración Trump de desmantelar todo el sistema de solución de diferencias de la OMC.
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