Nobel de Economía en 1998, el profesor indio destaca por sus investigaciones sobre la pobreza y la desigualdad
Por LUIS DONCEL
Madrid - 26 MAY 2021 - 08:27 CDT
Amartya Sen, en una intervención en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Complutense en Somosaguas (Madrid).CLAUDIO ÁLVAREZ
Hace ya 40 años que Amartya Sen presentó una tesis que entonces parecía revolucionaria: el hambre que padecían —y aún padecen— amplias capas de la población mundial no se explica por la falta de alimentos, sino por sus deficientes sistemas de distribución. Por libros como Pobreza y Hambruna: un ensayo sobre el derecho y la privación, este economista y filósofo indio de etnia bengalí fue galardonado ayer, a sus 87 años, con el Premio Princesa de Asturias de las Ciencias Sociales. Sen es, en palabras del profesor de Historia en Cambridge Tim Rogan, “el gran crítico del capitalismo de nuestro siglo”.
Nacido en Santiniketan —en la universidad bengalí creada por el Nobel de Literatura Rabindranath Tagore— obtuvo el Nobel de Economía en 1998. Entonces, la Academia de las Ciencias de Estocolmo justificó su decisión por su contribución al “análisis del bienestar económico”. Con el dinero logrado con ese premio, creó la fundación Pratichi Trust, de ayuda a la alfabetización, la salud básica y la igualdad de género en la India y Bangladés.
A Sen le afectó profundamente la hambruna que en 1943, cuando tenía 10 años, sacudió Bengala, con un número de víctimas mortales que los investigadores cifran entre 1,5 y tres millones de personas. “Ninguna hambruna ha tenido nunca lugar en la historia del mundo en una democracia funcional”, escribió en 1999 en Desarrollo y Libertad, una frase que se ha convertido en una de las piedras angulares de su pensamiento. Esto ocurre porque los gobiernos democráticos deben ganar elecciones y enfrentarse a la crítica pública, y por lo tanto tienen un fuerte incentivo para evitar las hambrunas y otras catástrofes.
Su trabajo en el desarrollo económico influyó en la formulación del índice de desarrollo humano (IDH) de las Naciones Unidas. Sen además ha entrado en la batalla política al emerger como una voz crítica ante el auge en la India de un fuerte nacionalismo hindú encarnado por el primer ministro, Narendra Modi. “Atacando la democracia desde el interior, el Gobierno ha demostrado una sorprendente ignorancia sobre la historia india en su separación de hindúes y musulmanes”, afirmó, según recoge Efe, en una reciente intervención en la universidad estadounidense de Cornell.
Irene Gómez Franco, filósofa y economista que lleva más de 20 años estudiando el pensamiento de Sen, destaca que su obra ha demostrado la necesidad de que economía y ética vayan de la mano, un rasgo que se encuentra ya en sus sus primeros libros. “Aparte de las aportaciones en torno a la hambruna, ha investigado sobre la desigualdad y la justicia. Su aproximación a la corrección de las injusticias no es buscar un modelo de justicia perfecta sino algo mucho más pragmático, aplicar un método comparativo; comparar alternativas o estados factibles reconociendo que diversas ideas de justicia pueden convivir al mismo tiempo”, asegura en conversación telefónica Gómez Franco, profesora de Filosofía en la Universidad Autónoma de Barcelona. En su obra, la desigualdad que sufren las mujeres ha sido objeto de especial atención. También ha insistido en el concepto de libertad positiva, la capacidad real de una persona de hacer algo, al contrario que otros economistas que solo se fijan en la libertad negativa, que se centra en no interferir para que esa persona ejecute una acción determinada.
India, EE UU y Reino Unido Por segundo año consecutivo, el Princesa de Asturias de Ciencias Sociales vuelve a homenajear a un economista. Si el año pasado fue a parar al turco Dani Rodrik por su análisis crítico de la globalización, en 2021 cae al final de la carrera de un hombre que ha enseñado Economía en las Universidades indias de Calcuta y Delhi, en la London School of Economics y en Oxford (Reino Unido) y Harvard (EE UU). Dirigió el Trinity College de Cambridge y la Universidad india de Nalanda. En 2014 volvió a Harvard.
“Desde una perspectiva cosmopolita e interdisciplinar, las múltiples investigaciones de Sen incluyen aportaciones a las teorías de la elección pública y del desarrollo, la economía del bienestar y otras dirigidas a descubrir las raíces de la pobreza y las hambrunas. Su enfoque de las capacidades de las personas se ha extendido al conjunto de las ciencias sociales”, argumentó en su fallo el jurado del Princesa de Asturias, presidido por la historiadora Carmen Iglesias. “Su continuada y excelente labor ha influido de manera decisiva en los planes de desarrollo y en las políticas de las más relevantes instituciones mundiales”, añadía.
Sen destaca entre los economistas del siglo XX por alejarse de una concepción meramente técnica, profundizando en otros valores tradicionalmente alejados de la economía. “Creo que los economistas tienden a obviar la filosofía en general y la idea de bienestar en particular”, señalaba en una reciente conversación publicada en el Annual Review of Economics.
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