Suecia en la actualidad recicla o reutiliza un increíble 99 % de sus residuos, una cifra que mejora la récord de 2012 que fue del 96 %. El país utiliza un sistema jerárquico en la gestión de residuos, el cual se centra en la prevención, la reutilización, el reciclaje, las alternativas al reciclado, y como último recurso, la eliminación en vertedero. Mientras que sólo el 1 % del promedio anual de 461 kg de residuos que cada sueco produce, todavía está causando controversia, ya que implica la incineración de alrededor de dos millones de toneladas de basura año.
Los noruegos y los suecos tienen obsesión por cuidar la naturaleza, su bien más preciado.
Suecia y Noruega comparten modelo.
Mientras Suecia se centra como punto fundamental en no producir residuos como piedra angular de su sistema, 32 estaciones WTE (plantas incineradoras productoras de energía) del país queman casi tanta basura como el país recicla. Pero tiene truco, porque alrededor de 800.000 toneladas de basura se importan desde el Reino Unido, Italia, Noruega e Irlanda, ya que los suecos son tan eficientes y recicladores, que necesitan importar basura. El sistema WTE trabaja desde el principio de que tres toneladas de basura quemada contiene tanta energía como una tonelada de fuel oil. 950.000 hogares suecos se calientan con la energía producida por el sistema, y 260.000 hogares se abastecen totalmente por ella.
¿Cómo ha logrado Suecia la que llaman revolución de reciclaje?
Con trabajo colectivo y la educación de sus habitantes.
Por ley, en Suecia deben existir estaciones de reciclaje en cada zona residencial. La mayor parte de los suecos separan todos los residuos reciclables en sus casas, los depositan en los contenedores especiales de sus residenciales para después llevarlo a las estaciones de reciclaje.
Todo se recicla, se reutiliza o abona. El agua se purifica hasta ser potable. También se tiene especial cuidado en la recogida y reciclaje de basura electrónica y residuos peligrosos.
Un ejemplo, tal y como nos comenta Pal Mikkelsen, director general de la agencia municipal:
El 12% de los residuos que utilizamos para hacer funcionar nuestra planta de Klemetsrud, en Oslo, es importada.
Esta ciudad noruega ha superado la capacidad de procesar los residuos de sus 1,4 millones de habitantes y ahora tiene que importar basura de otros países para alimentar las plantas que generan calefacción y electricidad a la ciudad.
Cómo se convierte la basura en electricidad.
A pesar de las críticas al programa de incineración, sus defensores se apresuran a defenderla. Anna-Carin Gripwall, responsable en el Sistema de Gestión de Residuos sueco explica,
“Cuando los residuos se encuentran en los vertederos, con fugas de gas metano y otros gases de efecto invernadero, es obvio que no es bueno para el medio ambiente. Waste-to-energía (WTE: basura a energía) es una alternativa inteligente, con un menor impacto ambiental, teniendo en cuenta tanto los subproductos de la incineración y las emisiones del transporte. Además, la recuperación de energía a partir de residuos explota un recurso que de otro modo se perdería.
Los suecos saben que un programa de este tipo sólo es viable en un país con un buen sistema de separación de residuos, para asegurarse de que los materiales reciclables, alimentos y otros residuos peligrosos como pilas, bombillas y residuos eléctricos no son incinerados. También tienen claro que la mejor solución a largo plazo para la gestión de los residuos es producir menos residuos en el primer lugar.
El proceso que se sigue para convertir la basura en electricidad es muy sencillo. Primero, un lector óptico separa las bolsas por color (en estos países separan los residuos por bolsas de colores). Las azules, con plásticos, se envían a plantas de reciclaje para aprovechar el material. Las verdes, con restos de alimentos, se usan para obtener fertilizantes, compost y el biogás que usan de combustible los autobuses. Las blancas van a incineración a un horno de 850°C.
El calor producido hierve agua y su vapor tiene dos funciones: mueve una turbina para generar electricidad que se aprovecha en las escuelas y alimenta la red de calefacción municipal.
Después de la incineración, el 20% de la basura ingresada se convierte en cenizas las cuales son enterradas.
En realidad, importar basura es un buen negocio. Los noruegos por ejemplo cobran a los ingleses entre 30 y 40 $ por tonelada por importar su basura lista para incinerar (sin plásticos, metales ni vidrios).
Para Göran Skoglund de la empresa WTE Öresundskraft:
“El mundo tiene un problema con la basura, nadie duda de eso, pero mientras tanto, la incineración para producir energía de los residuos es una buena solución. Además ayuda a reducir la dependencia del país a los combustibles fósiles”
Lo que también está claro es que o reducimos nuestra producción de basura a nivel mundial drásticamente o el problema en poco tiempo no va a tener solución, el planeta tierra será un vertedero de proporciones mundiales.
Algunos datos del reciclaje Sueco:
- El 96% de la basura se recicla o se deriva a las plantas de incineración.
- 250 mil hogares se abastecen de electricidad generada por la basura y el 20% de los hogares gozan de calefacción proveniente del tratamiento de basura.
- Finalmente, los basureros públicos de Suecia solo reciben el 4% de sus desechos.
- En las casas separan: orgánicos, metales, pilas, vidrios de color, vidrios transparentes, plástico duro, plástico blando, cartón y Tetra Pak, papeles, periódicos y revistas.
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