Por José Luis Rodríguez, Cubaperiodista
III
Hoy el mundo se enfrenta a un conflicto entre Rusia y Ucrania, que puede conducir a una guerra de incalculables consecuencias para la humanidad y que todo indica que marcará un antes y un después en la geopolítica mundial.
Al parecer, consciente de esta realidad y del poderío militar ruso, la OTAN se ha contenido para no tener una participación directa en el conflicto, aunque EE.UU. y sus socios de la OTAN han acelerado la entrega de armamentos a Ucrania, al tiempo que la guerra económica y mediática ha ganado el principal protagonismo en el conflicto, al menos hasta el presente. Todo indica que la prolongación de la guerra –que se perfila como la estrategia occidental- apunta a lograr un desgaste irreversible de Rusia en lo militar, lo económico y lo político.
Como parte de la estrategia seguida por Estados Unidos y sus aliados, se han puesto en práctica miles de sanciones contra Rusia. Hasta el momento en que se escribe este trabajo, se ha hablado de 7 100 sanciones que resultan de sumar las existentes desde el conflicto con Ucrania en el 2014, con 4 350 nuevas penalizaciones. No obstante, declaraciones más recientes de fuentes rusas, plantean la existencia ya de 10 000 sanciones, aunque no se ha ofrecido el detalle de las mismas.
En cualquier caso, se trata de un número inédito de medidas aplicadas después de finalizada la segunda guerra mundial contra un estado de las características e importancia en el mundo de un país como Rusia.
Un primer elemento que no puede pasarse por alto es que el régimen de sanciones que ha impuesto Estados Unidos y sus aliados no tiene un respaldo unánime en el mundo ya que existe un grupo de países que no se han sumado a estas sanciones económicas unilaterales y que incluye, a veces por motivos muy diferentes, a China, India, Irán, Arabia Saudita, Israel, Venezuela, Nicaragua, Brasil, Kasajstan, Pakistan, Vietnam y Suráfrica, así como otros países africanos. De hecho, 35 naciones se abstuvieron y no votaron a favor de la condena a Rusia en la Asamblea General de Naciones Unidas celebrada el 2 de marzo.[1]
Las sanciones que tienen un mayor impacto y que se han implementado hasta el momento se concentran en:
- La prohibición de compra del petróleo y el gas ruso,
- La congelación de reservas internacionales de Rusia –depositadas en bancos occidentales- por alrededor de 300 mil millones de dólares, aproximadamente el 50% de estas reservas.
- La exclusión de bancos rusos del sistema de mensajería financiera SWIFT.
- La retirada de más 400 firmas occidentales de Rusia y
- El bloqueo a la compra de productos de alta tecnología en el mercado internacional.
Al igual que ocurre con la evaluación de los resultados del conflicto militar, los medios controlados por Occidente se han concentrado desde hace tiempo en tratar de demostrar la validez y la efectividad de las medidas adoptadas con el objetivo de destruir la economía del gigante euroasiático.[2] Sin embargo, la realidad muestra resultados diferentes, según se observa al analizar su impacto multilateral en la actualidad.
Ante todo, resalta como la medida de mayor peso, la elevada dependencia del gas ruso en Europa, que se cifra –como promedio- en alrededor del 30% del consumo, pero al detallar los datos del gas entre los receptores más importantes, se encuentra una situación muy diferente y muy grave. Así Bosnia y Herzegovina, Macedonia del Norte y Moldava dependen en un 100% del gas ruso; Finlandia (94%), Letonia (93%), Serbia (89%), Estonia (79%), Bulgaria (77%), Eslovaquia (70%), Croacia (68%), República Checa (66%), Austria (64%), Grecia (51%), Alemania (49%), Italia (46%), Lituania (41%), Polonia, Eslovenia y Hungría (40%), Francia (24%), Países Bajos (11%) y Rumania (10%).
Como una primera contramedida frente a las sanciones, Rusia implementó una contramedida muy importante, ya que a partir del 1º de abril estableció que el pago del suministro del gas –y otros productos posteriormente- para los países calificados como hostiles, tenía que hacerse en rublos,[3] lo que elevó la demanda de esta moneda, incrementando su valor frente al USD.[4] En efecto, al iniciarse la guerra el rublo se devaluó frente al dólar, alcanzando una cotización superior a 120 rublos por dólar, pero el 17 de junio esa cotización había descendido a alrededor de 56 rublos por dólar, una posición aún mejor que antes de que estallara el conflicto bélico.
Por otro lado, la decisión inmediata de cortar el suministro de gas ruso no ha podido implementarse a pesar de las presiones de Estados Unidos, que pretende apoderarse de ese mercado mediante la venta de gas licuado (GLP) a la Unión Europea, a un precio muy superior al que vende Rusia. Este es un elemento que los medios occidentales no destacan y es que la venta del gas norteamericano –a precios que se señala pueden ser alrededor de tres veces más caros que el gas ruso-,[5] brindaría ganancias multimillonarias a las corporaciones de Estados Unidos, pero también colocaría a los países europeos en un nivel de dependencia energética de Washington aun peor y más costoso del que hoy tienen del combustible ruso
En relación a los energéticos, las sanciones más recientes también abarcan los suministros de petróleo de Rusia a Europa, que alcanzaban 2.3 millones de barriles diarios. Luego de intensos debates, se acordó que este corte de los suministros no afectará a aquellos países que –como Hungría- no pueden recibir el combustible por vía marítima, por lo que continuarán recibiendo alrededor de 751 mil barriles diarios a través del oleoducto Druzhba.[6]
Como se ha reconocido claramente “La realidad actual es que la UE paga el gas a un precio mayor que el previo a la crisis, porque no puede pasar sin él ni sustituir la fuente como quisiera, y que las reservas de dinero rusas canalizadas a través de las ventas de dicho gas no han hecho más que aumentar.”[7]
En resumen, las medidas energéticas adoptadas por Occidente no han resultado de acuerdo a lo previsto, ya que, por un lado, han sido aplicadas parcialmente por imperativos de la realidad de una red de suministros que no puede romperse súbitamente. Por otra parte, Rusia no se ha visto afectada económicamente como se esperaba, ya que estas sanciones dispararon los precios del petróleo, el gas y el carbón, por lo que aun con un volumen menor de exportaciones, las empresas rusas han tenido ingresos mayores. A esto se añade, que los portadores energéticos que produce el gigante euroasiático han encontrado otros mercados –como China y la India- donde han aumentado las ventas.[8]
La congelación de una parte de las reservas internacionales de Rusia tampoco ha tenido los efectos esperados, ya que el total de estas reservas supera los 640 mil millones de dólares y aún cuando ciertamente la sanción impacta en la economía rusa, no ha provocado que el país incumpla sus compromisos financieros internacionales, que era uno de sus objetivos principales.
La exclusión de un gran número de instituciones bancarias rusas del sistema SWIFT[9] de mensajería financiera, si bien crea trastornos a corto plazo, ya desde las sanciones del 2014 contra Rusia en ese país se creó un sistema alternativo conocido como el Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros” conocido por sus siglas en ruso como SPFS. Por su parte, en 2016 China creó el “China International Payments System” conocido por CIPS por sus siglas en inglés. Todos estos sistemas alternativos se inscribieron –en ambos casos- en una política de eliminación del USD de las transacciones internacionales de ambos países por los riesgos que las mismas suponían.
También se conoce que el empleo del rublo ruso y la rupia india en el intercambio comercial ha llevado a un sistema de pagos alternativo que sustituye el sistema SWIFT.[10]
De tal modo, muchos especialistas piensan que la fractura del SWIFT apunta a favor del proceso de desdolarización de la economía mundial y será perjudicial a la larga para el dominio del dólar en el mundo.
Por su parte, la retirada de la economía rusa de más de 400 firmas de Estados Unidos y sus aliados no ha transcurrido sin fuertes impactos en esas entidades, pues muchas de estas empresas han tenido que liquidar sus negocios en condiciones difíciles y los mismos han ido a parar a propietarios rusos. En este sentido vale la pena mencionar que la corporación petrolera SHELL, perdió 5 000 millones de dólares en la liquidación de sus negocios en Rusia.
Finalmente, en relación al bloqueo de la compra de productos de alta tecnología por parte de Rusia la información disponible no revela hasta el momento impactos significativos, aunque esta medida puede tener consecuencias negativas de importancia para la economía del país.
La aplicación de sanciones económicas contra Rusia puede afirmarse que no ha provocado los resultados esperados como medidas punitivas contra ese país y múltiples especialistas afirman que su empleo ha sido contraproducente.
Así se afirma que las sanciones “Lejos de obligar a Rusia a salir de Ucrania, están causando un gran sufrimiento en todo el mundo a medida que se disparan los precios de los alimentos y la energía.”[11] Igualmente se reconoce que “Las sanciones pueden haber dañado la solvencia de Rusia, pero solo el aumento del 70% en los precios mundiales del gas ha sobrealimentado su balanza de pagos. Su superávit comercial en cuenta corriente, según su banco central, es ahora más de tres veces el nivel anterior a la invasión. Al mismo tiempo, las sanciones están perjudicando claramente a los países de Europa occidental y central que las imponen.”[12]
Sobre este tema y según palabras recientes de Vladimir Putin, el costo para la Unión Europea de las medidas punitivas tomadas contra Rusia podría alcanzar más de 400 mil millones de dólares.[13]
(Continuará).
[1] Ver de Roberto Yepe “La posición de Cuba sobre la guerra en Ucrania: Entre el realismo político y el derecho internacional” Marzo 7 del 2022 www.redint.isri.cu
[2] Un trabajo que ilustra claramente el triunfalismo de los sectores más reaccionarios de EE.UU. en relación a la efectividad del régimen de sanciones impuestos a Rusia desde el 2014, es el artículo del Atlantic Council publicado el pasado año bajo de título “The Impact of Western Sanctions on Russia and how they can be made even more effective” May 3, 2021 www.atlanticcouncil.org Según este artículo, el efecto de esas sanciones se calculaba en 350 mil millones de dólares para Rusia, pero no se hablaba del impacto de las penalizaciones en los países que las impusieron.
[3] Cabe señalar que Polonia y Bulgaria declararon que no pagarían en la moneda rusa, lo que inmediatamente llevó a que se cortara el suministro por parte de Rusia.
[4] Ver “¿Por qué los pagos en rublos por el gas ruso quebraron la unidad de la UE” Abril 28 2022 www.actualidad.rt.com
[5] Otros estimados consideran precios de EE.UU. un 40% mayores, pero en cualquier caso, se conoce que los precios norteamericanos serían mayores que los de Rusia, a lo que hay que añadir que para recibir los embarques marítimos de GLP provenientes de EE.UU., se necesitan construir terminales especializadas que hoy no existen y que costarían miles de millones de dólares a los europeos en nuevas inversiones.
[6] Ver “La UE acuerda el embargo parcial del petróleo ruso y desconectar del SWIFT al mayor banco de Rusia, entre otras medidas” Mayo 26 de 2022 www.actualidad.rt.ru
[7] Ver “Guerra económica contra Rusia” Junio 13 de 2022 www.ieee.es
[8] Ver “Unión Europea aprobó el sexto paquete de sanciones antirrusas y expertos aseguran que no surten el efecto deseado” Junio 4 del 2022 www.cubadebate.cu
[9] La Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication (SWIFT) es una sociedad creada en 1973 que integra 11.000 establecimientos bancarios a lo largo y ancho del mundo, a los que permite realizar operaciones financieras de transmisión de órdenes de pago. Se considera un sistema muy cercano a la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos y al USD.
[10] Ver “Rusia y la India completan la creación de un sistema de pagos en rublos y rupias esquivando el SWIFT” Marzo 31 de 2022 www.actualidad.rt.ru
[11] Ver “The EU should forget about sanctions, they are doing more harm than good” May 30 2022 www.theguardian.com
[12] El superávit comercial alcanzó 96 000 millones de dólares. Ver “Russia is winning the economic war and Putin is no closer to withdrawing troops” June 2 2022 www.theguardian.com
[13] Ver “Putin: Es erróneo considerar que la época de cambios turbulentos pasará y que todo volverá a la normalidad, no lo hará” Junio 17 2022 www.actualidad.rt.com
Asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM). Fue Ministro de Economía de Cuba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario