El acuerdo de corresponsalía con el BICSA amplía una labor iniciada por el Stonegate Bank cuando aceptó ocuparse de las operaciones bancarias de la Sección de Intereses que se convertiría luego en Embajada de Cuba en Washington.
SUCESOS Redacción IPS Cuba 30 julio, 2015
Los bancos de EEUU y de Cuba firmaron un convenio de corresponsalía que comienza a enlazar a ambos países en un actividad que constituye sostén imprescindible para el comercio. Foto: Tomada de aldia.cu
El Banco Internacional de Comercio S.A. (BICSA), de Cuba, y el Stonegate Bank, radicado en la Florida, confirmaron un acuerdo que afloja una de las ataduras más tenaces del bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba en los últimos años. El pacto de corresponsalías lo anunciaron ambas partes el 21 de julio pasado, un día después del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países y la correspondiente reapertura de embajadas.
El entendimiento bancario, primero desde que ambos países anunciaron el restablecimiento de lazos diplomáticos el 17 de diciembre, permitirá la gestión de pagos y transacciones directamente entre las dos naciones a través de sus respectivas sucursales. Y se convierte de hecho en una nueva ventana para el acercamiento comercial y financiero.
En un comunicado, el banco de la Florida lo definió como “un paso más en la normalización de las relaciones comerciales entre EEUU y Cuba”. Y sin dudas, un paso clave porque por sus funciones se convertirá en puente para viajes y conexiones empresariales desde el país donde se encuentra radicado ese banco, orientado a la gestión de inversiones y patrimonios.
“La capacidad de mover dinero fácilmente entre los dos países permitirá aumentar el comercio y beneficiará a las empresas estadounidenses que desean hacer negocios en Cuba”, dijo Dave Seleski, presidente del Stonegate, en el comunicado.
El ejecutivo agregó que “las cuentas de corresponsalía permiten operar a través de fronteras internacionales y mover el dinero en nombre de sus clientes”.
A su vez, el diario cubano Granma advirtió que “se trata de un entendimiento de corresponsalía, muy usual entre bancos para la tramitación de operaciones”.
El Stonegate había dado un paso previo hace dos meses. Aunque no faltaron comentarios de sorpresa esta vez por el convenio con el BICSA, ya el Stonegate había firmado en mayo pasado un acuerdo con la Sección de Intereses de Cuba en Washington, convertida el 20 de Julio en Embajada. Ese pacto eliminó uno de los tantos obstáculos existentes en el camino para normalizar las relaciones entre los dos países. La misión cubana llevaba más de un año sin una entidad bancaria en tierra estadounidenses para realizar operaciones habituales, desde que el M&T Bank Corp. rescindió los servicios que le prestaba.
En los años recientes, el bloqueo económico estadounidense se ha ensañado en particular con el área de las actividades bancarias de Cuba con el exterior. Grandes bancos de terceros países han recibido fuertes sanciones de Washington por sostener relaciones financieras, comerciales o crediticias con La Habana.
Hace apenas cuatro meses, la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro informaron que el segundo mayor banco alemán, el Commerzbank, aceptó pagar una multa de 1.710 millones de dólares por violar la prohibición establecida por Estados Unidos a las transacciones con Cuba, Irán o Sudán y operaciones de lavado de dinero. Esta sanción, la número 41 impuesta a bancos durante el gobierno de Barack Obama, la supera solo la multa impuesta en 2014 al banco francés BNP Paribas por 8.970 millones de USD por participar en operaciones financieras de Cuba.
Ante ese panorama, el acuerdo de corresponsalía entre el Stonegate y el BICSA abre una primera puerta. (2015)
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