El Gobierno pondrá en marcha así un proyecto que puede expandirse a otras islas y, finalmente, a toda Cuba. Podría ser una alternativa a la dependencia del petróleo según el empresario de Gran Cayman que los ha vendido.
Una pequeña flota de autos eléctricos comenzará a operar en Cuba en los próximos dos meses. En concreto se trata de cinco a diez vehículos que la empresa Cayman Automotive de Gran Cayman enviará a Cayo Largo, al sur de la isla.
El Gobierno cubano ha escogido esta pequeña isla turística para poner en marcha un proyecto que dará servicio a los siete complejos turísticos que alberga, trasladando a sus visitantes a través de la carretera pavimentada que existe.
De acuerdo al propietario de esta empresa, John Felder, en declaraciones al diario Cayman Compass, "todos los autos se enviarán de una vez para ahorrar costes" y se tratará de vehículos eléctricos de baja velocidad, con un límite de 40 kilómetros por hora". El plan, según indicó, es "transportar turistas del hotel a las playas y viceversa".
Aunque el uso de estos vehículos sea meramente turístico, Felder indicó a este diario caimanés que también está previsto que los funcionarios del Gobierno cubano puedan usarlos cuando se encuentren en Cayo Largo.
Si el proyecto es exitoso, aseguró, se ampliaría a otras tres islas más y finalmente a todo el país.
Coches eléctricos para ahorrar en petróleo
La empresa piensa, sin embargo, en dar el salto a La Habana, lo que supondría un verdadero negocio para la compañía que se beneficiaría de un parque automovilístico muy obsoleto y que necesita renovarse. Cuba cuenta actualmente con unos 60.000 kilómetros de carreteras(entre las pavimentadas y los caminos) y alrededor de 173.000 autos, de los que casi la mitad (60.000) son viejos "almendrones" estadounidenses de la década de 1950.
Imagen aérea de Cayo Largo.
El resto, se reparte entre algunos más modernos como los Peugeot o Kia, pero sobre todo muchos Lada rusos y otras marcas de países del antiguo Bloque del Este europeo.
El acuerdo entre Cuba y la compañía tuvo lugar en marzo de 2014 tras seis meses de negociaciones según Cayman Compass, y se produjo "gracias a Google" explica John Felder. Debido a la exposición mediática de su empresa en internet, donde han aparecido cientos de noticias que le han dado a conocer. Eso le ha proporcionado ventas en otras ocho islas del Caribe, entre ellas Bermudas o Bahamas.
Aunque no han trascendido más detalles sobre las características de los autos, se sabe que serán cuatro modelos diferentes que cuestan entre $19.000 y $25.000 y que tendrán una autonomía de 30 a 35 millas (48 a 56 kilómetros) gracias a su batería de litio.
La duda que surge es cómo se instalarán los puntos de carga para estos autos eléctricos. De momento, se sabe que se va a construir uno en Cayo Largo, más otros dos que están previstos, todos ellos con paneles de energía solar para producir la electricidad. La idea es crear una red similar a la que esta empresa ha construido en Canadá, donde existen 1.000 puntos de carga que costaron $1.200 cada uno.
Según el propietario de Cayman Automotive es de esperar que éste sea sólo el primer paso para que Cuba se adapte a los nuevos tiempos y deje de depender del petróleo como combustible. Afirma que "el Gobierno cubano es muy vulnerable en este momento y totalmente dependiente de Venezuela para la mayor parte de su petróleo". Por eso asegura que "la energía renovable (en Cuba) es la solución y existe un plan de acción para reducir su dependencia".
Tal y como afirma el dueño de la compañía, los vehículos llegarán a Cayo Largo durante el verano y tanto los vehículos eléctricos como las estaciones de carga "se pagarán en efectivo por parte del Gobierno cubano".
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