En la industria agrícola cubana, la avicultura es uno de los aspectos más neurálgicos dada su gran implicación en la dieta básica de la población y la elevada demanda de sus derivados.
Siendo parte esencial de la alimentación ciudadana, el adecuado y creciente desarrollo de la producción aviar constituye una necesidad impostergable. Sin embargo, hoy el rubro no goza de la salud que debiera. Con respecto a lo que representa para el país el Combinado Avícola Nacional conversamos con Arnaldo Vidal Pavón, especialista en reproducción, plantas de incubación y convenios científicos en dicha entidad.
-¿Qué ha definido la historia del Combinado Avícola a lo largo de estos años?
-Primero que todo es importante señalar que la institución fue creada el 22 de mayo de 1964 como una empresa diseñada para la obtención de huevos destinados a la población y por esa fecha llegó a tener el compromiso de producir 60 millones de unidades y cumplió cabalmente. A partir de ese momento la avicultura fue avanzando en sentido creciente y dando mayores producciones para satisfacer al pueblo ya que se trata de una proteína de alto valor biológico.
"Así, los retos que se han tenido año por año han sido cada vez mayores. Pero, a partir del período especial hubo una gran depresión en el sector, principalmente en lo concerniente a carne de pollos de engorde, que no se ha podido recuperar todavía. Sí hemos mantenido la producción de huevos pero se encuentra aún deprimida. El efecto del bloqueo estadounidense también es un hecho, sobre todo con el incremento de los precios de las materias primas que importamos y los piensos cada vez más costosos".
-¿Qué sucede hoy? ¿Cuáles son las principales líneas de trabajo que asume el Combinado?
-Hoy el Combinado Avícola está solo enfrascado en la producción de huevos. No tenemos carne de pollo de engorde, y justamente por ello estamos abiertos a la inversión extranjera, para impulsar la industria de forma definitiva.
-¿En qué sentido se promueven estas inversiones?
-Estamos haciendo mayor hincapié en la producción de carne de pollo, ya que toda la que consume nuestro país debemos importarla. Fundamentalmente necesitamos inyección de equipamiento y de un capital extranjero para poder avanzar. De nuestro lado contamos con una indiscutible preparación científico-técnica y también una base tecnológica pero es indispensable entrar en contacto con nuevas tecnologías para poder competir en el mundo moderno. La agricultura es un sector muy dinámico que constantemente necesita de nuevos recursos.
-Entonces, ¿cómo se implican en el tema de la sustitución de importaciones y la economía nacional?
-Asumimos fundamentalmente la producción de huevos y también la de aves semirústicas para la avicultura familiar. Esto último forma parte del trabajo de nuestras granjas especializadas, distribuidas a todo lo largo y ancho del país para un autoabastecimiento doméstico. Asimismo ofrecemos asistencia técnica a los criadores, aspecto esencial para sostener dicha producción.
"La existencia y servicio científico-técnico de dos laboratorios ayuda a contar con especies propias capaces de impulsar los rendimientos. Tanto el Instituto de Investigaciones Aví-colas, especializado en el diagnóstico de enfermedades aviares, el laboratorio de bromatología para examinar todos los piensos y su calidad antes de llevarlo a los animales y nuestro fondo genético nacional son cardinales en este sentido.
"En la actualidad nuestras producciones se destinan fundamentalmente a la canasta básica, que es uno de nuestros objetivos, además de suministrarle insumos a algunos organismos priorizados del Estado. La venta libre se lleva adelante cuando los rendimientos van por encima de lo previsto".
-No obstante, esto no siempre sucede así. De hecho ha habido recientemente algunos problemas con el suministro, ¿a qué se ha debido esta carencia?
-En muchas ocasiones ha sucedido que los abastecimientos de alimentos destinados a las producciones no han llegado a tiempo. Esta es una de las causas principales. También las situaciones climatológicas, en particular las altas temperaturas influyen mucho. Por otra parte el retraso en insumos y materia prima igual perjudica. Sin embargo, la falta de tecnología adecuada para la producción de piensos de alta calidad y el trabajo con los animales tiene una gran repercusión en esta situación.
-¿Qué se está haciendo para revertir dicho panorama?
-En las fábricas de alimento se están ejecutando mejorías o estructurando otras nuevas como en Camagüey y existen otros proyectos asociados. A medida que la economía y la infraestructura vayan avanzando se le irá dando respuesta a las necesidades que tenemos.
"En el caso de los piensos, la fábrica de alimentos no solo cubre lo que es avicultura, surte a otras ramas ganaderas pero es un hecho que el mayor peso de consumo de pienso industrial corresponde a la industria aviar.
"Actualmente se importa materia prima de distintos lugares: Argentina, Brasil y otros países. Con la elaboración nacional se cubre una parte, en lo concerniente al maíz pero fundamentalmente está dedicada a la alimentación del cerdo y otros animales.
"Además, nuestro país no es un productor de dicho grano, por tanto no podemos aspirar a que nos vamos a autoabastecer. Siempre tendremos que importar algo, incluso otros componentes como la soya, el trigo, de conjunto con los complementos vitamínicos. Así pues, solo en función de cómo avance la industria y la posibilidad de obtención de materia prima, avanzará la producción nacional y con ello la satisfacción del cliente".
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