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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

lunes, 30 de junio de 2025

Para que no se «apague» la producción tabacalera. Comentario HHC

 En 2025 Cuba prevé la producción de 80 millones de tabacos para la exportación, una meta que sería imposible sin el programa para el cambio de matriz energética


El primer paso fue la electrificación, con paneles solares, de las 36 fábricas del país que tributan a la exportación. Foto: Ismael Batista Ramírez

Pinar del Río.- Cuba dejó de producir alrededor de nueve millones de tabacos para la exportación en el año 2023, debido a la inestabilidad del suministro eléctrico.

María Teresa Sánchez, directora de la fábrica Francisco Donatién, ubicada en la ciudad de Pinar del Río, recuerda que la falta de electricidad obligaba, casi a diario, a interrumpir las jornadas de trabajo, por lo que no se podían cumplir las entregas pactadas.

Ante esa realidad, el Grupo Empresarial Tabacuba inició un ambicioso programa para el cambio de matriz energética, a fin de evitar la dependencia del Sistema Eléctrico Nacional y asegurar que la producción no se detuviera en medio de un apagón.

El primer paso fue la electrificación, con paneles solares, de las 36 fábricas del país que tributan a la exportación.

«Si no hubiésemos tomado esta decisión, hoy no estaríamos haciendo tabacos», advierte Marino Murillo Jorge, presidente del Grupo.

«Hay quienes han dicho que ubiquemos a los torcedores junto a las ventanas, pero eso no es profesional. Ese tipo de trabajo lleva un alto grado de especialización y requiere una iluminación adecuada».

Tras completar el montaje de sistemas fotovoltaicos en la industria, el directivo apunta que se ha trabajado por lograr lo mismo en la preindustria. O sea, en los cientos de despalillos y escogidas en los que se procesan y clasifican las hojas que llegan del campo, según la textura y el color.

En ese sentido, explica que ya se completó el cambio de matriz en las escogidas que procesan el tabaco tapado y se avanza en las demás.

En Pinar del Río, por ejemplo, un territorio que aporta alrededor del 65 % de las hojas que se cosechan en el país, para el cierre de 2025 todas las instalaciones (unas 160 en total) deberán tener autonomía energética como resultado de este programa.

Con ello, se garantiza la producción del principal rubro exportable de la agricultura cubana, que reporta más de 350 millones de dólares anuales.

Murillo comenta que, precisamente, gracias al esquema de financiamiento aprobado por el Gobierno central para el sector tabacalero, teniendo en cuenta el peso económico tan grande que posee, es que se puede disponer de fertilizantes, plaguicidas, combustible y otros insumos necesarios para las plantaciones y, además, emprender proyectos estratégicos como el cambio de matriz energética.

«Ese esquema no solo nos ha permitido cubrir los costos de una campaña, sino invertir en el desarrollo», dice. 

EL RESULTADO TANGIBLE

A poco más de un año del montaje de un sistema fotovoltaico en la fábrica que dirige María Teresa, asegura que el impacto es enorme. «El proceso productivo se ha podido garantizar al 100 % y, por tanto, las entregas planificadas».

La entrevista tiene lugar al filo del mediodía y en la zona donde está enclavada la industria hay apagón. Pero en la instalación se trabaja con normalidad.

Las labores no han vuelto a detenerse por falta de fluido eléctrico en el salón en el que manos expertas asumen el reto de elaborar más de un millón de puros; en el área de terminación, donde se colocan los anillos y se hace la selección por colores, ni en las máquinas de tiro, en las cuales se comprueba la totalidad de la producción.

«Ahora mismo estamos utilizando la energía de los paneles», explica.

El programa para extender el uso de fuentes renovables de energía también comprende la fase agrícola. En este sentido, se han electrificado decenas de posiciones de riego mediante sistemas fotovoltaicos.

No obstante, el Presidente de Tabacuba comenta que, en este caso, las inversiones son mucho más costosas.

«Hasta ahora nos han estado saliendo entre 4 000 y 5 000 dólares por hectárea, y son más de 20 000 las que debemos llegar a plantar.

«Entonces, en el riego iremos dando pasos. Este año vamos a montar el doble de posiciones que el año pasado, pero no lo podemos resolver todo de un golpe».

La prioridad, según el directivo, estará en las vegas que dependen de la electricidad para regar, ya que, con las que poseen motores a diésel, existe la opción de suministrarles combustible.

La búsqueda de alternativas en medio de la contingencia energética que enfrenta el país ha permitido sostener la actividad tabacalera, e incluso, incrementar la producción.

En lo que va de 2025, precisa el Presidente de Tabacuba, se han confeccionado unos cinco millones de tabacos más que en el mismo periodo del año anterior.

Por tanto, afirma que un buen camino para el desarrollo está en seguir incrementando el uso de fuentes renovables de energía, para no depender del Sistema Eléctrico Nacional ni de la importación de combustible. HHC: Negritas nuestras


Comentario HHC: El Periodico Guerrilero de Pinar del Rio, tiene otros datos. 

https://cubayeconomia.blogspot.com/2025/06/informan-afectaciones-al-tabaco-en.html  Pero hay un plan.


Políticas económicas en Cuba: ¿Se escucha realmente a los expertos?.Transcripción . Comentario HHC

 Por: Oscar Figueredo Reinaldo

 




Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Hola, muy buenas noches. Un placer volver a saludarles en Cuadrando la Caja, su espacio para debatir y reflexionar sobre la economía cubana.

Hace solo unos días concluyó en La Habana el IX Congreso de la Asociación
Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), en el que se abordaron temas de actualidad. La población nos acercó, en sus comentarios, a las expectativas que tenía sobre este evento. ¿Qué papel juega hoy la Asociación Nacional de Economistas en el país? ¿Se tiene en cuenta realmente la opinión de los economistas y contadores al tomar las decisiones? ¿Qué consecuencias tiene la descapitalización de este sector?

Sobre estas y otras cuestiones estaremos conversando hoy con el doctor en Ciencias José Carlos del Toro Ríos, nuevo presidente de la ANEC; el doctor en Ciencias Ayuban Gutiérrez Quintanilla, y Marisleidys Fernández Corrales, vicepresidenta de la ANEC.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Cuando publicábamos las noticias acerca del congreso, en muchos comentarios se expresaba la expectativa. La gente decía: “En un congreso de economistas, tienen que hablar de economía, de la contabilidad y de todos estos temas cardinales que sabemos que están en el día a día en la boca de la población”. Y siempre había una pregunta: ¿cuál es hoy el rol de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba. ¿Cuál es el papel que puede tener a nivel social? Empecemos por definir qué es la ANEC, porque no creo que todos conozcan los detalles de esta organización.

Dr. C. José Carlos del Toro Ríos: La Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba es una organización que acaba de cumplir 46 años y agrupa a los profesionales de las ciencias económicas: economistas, contadores, auditores… Además, agrupa a profesionales de otras especialidades que ejercen dentro de la actividad económica del país. Tiene una estructura cuya célula principal es la sección de base y está localizada en nuestras organizaciones económicas.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Muchas veces, cuando escuchábamos los debates en el congreso, se insistía en la necesidad de que el contador, el economista o el auditor tengan mayor preponderancia a nivel de base en la entidad, que es realmente donde se materializa el hecho económico.

Dr. C. José Carlos del Toro Ríos: Por supuesto, y llegamos al congreso con la recopilación y la participación de los asociados. Los documentos que fueron la base de las discusiones en el congreso nacieron de debates en la base, siguiendo la estructura de la organización: de las secciones de base a la estructura municipal y luego las asambleas provinciales, hasta llegar al congreso, al que llega un resumen de dos temas cardinales para la ANEC: uno, las contribuciones de la organización al programa de gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía, y, dos, vida interna, porque indiscutiblemente los tiempos van cambiando y hay que reajustarse.

En la primera comisión, que abordó las contribuciones, hubo una caracterización de la situación económica del país, la identificación de retos y desafíos, propuestas de soluciones y cómo implementarlas. Son elementos que además, están concebidos dentro del plan de gobierno que se implementa en el país. Sobre vida interna, se discutieron elementos que tienen que ver con la capacitación, el papel que tienen que jugar las estructuras de base en la cultura económica y cambios en las maneras de hacer y en nuestros documentos rectores que nos permitan dinamizar el trabajo de la asociación.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Me llama la atención una pregunta que se repetía en los comentarios de muchas personas: ¿cuál es el papel real que tiene hoy la ANEC? Es pertinente, sobre todo, en el contexto de un país donde se están viviendo tantas transformaciones en el modelo económico y social.

Lic. Marisleidys Fernández Corrales: La organización es fundamental. En primer lugar, nace desde la base, y qué instancia mejor que la base para conocer y dar solución a los problemas económicos que tenemos. No solo estamos presentes para acompañar el programa económico, sino también para contribuir a la capacitación y la divulgación de los aportes científicos en materia de economía. Los miembros de la ANEC son profesionales con un alto prestigio y rigor científico, no solamente son graduados de estas ciencias, sean contadores o economistas, sino que se encargan de divulgar todo el conocimiento científico que emana desde las universidades, en un proceso de capacitación de la población general que contribuye a que se pueda entender lo relacionado con la cultura económica, acercando a la gente, con un lenguaje más asequible, los fenómenos económicos que tienen lugar.

Dr. C. Ayuban Gutiérrez Quintanilla: La ANEC tiene un valor inmenso. Primero, por lo que decía Marisleidys, acompañando las propuestas del programa de gobierno para enfrentar las distorsiones. También hay una amplia labor de la organización en la capacitación. En muchas ocasiones decimos que en la economía está la batalla fundamental. De hecho, recuerden que el General de Ejército Raúl Castro planteaba que había tres batallas importantes, y la primera era la económica. Pero esa batalla económica se hace con capacitación, y la actividad profesional no es una actividad en la que se detenga la capacitación, en ninguna de las profesiones. Generalmente, se dice que los médicos se pasan la vida estudiando. Pero también otros profesionales, incluidos economistas, contadores, auditores, tienen que pasarse la vida estudiando.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Se habla mucho de transformaciones en el modelo económico y siento que no estamos a la par en la capacitación o la preparación en temas económicos. Creo que la ANEC tiene que ser fundamental en esto.

Dr. C. Ayuban Gutiérrez Quintanilla: Sí, hay dos niveles en ese sentido. Un nivel es la función de capacitación de los especialistas, de los técnicos, del personal que trabaja asociado a la actividad económica, y el otro es la cultura económica desde un enfoque más general hacia el resto de la población. Es importante desde el punto de visto de la trascendencia social que puede tener la ANEC. Incluso, en el congreso se habló de rescatar los círculos de interés económicos, porque hace falta una altísima cultura económica en una situación como la que vivimos hoy, que hace necesario contar con mayores herramientas para comprender los fenómenos en nuestra economía, las políticas, las estrategias para enfrentar esta situación.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Del Toro, ¿estamos mejor capacitados que en tiempos anteriores, o cree que todavía tenemos muchas deudas en cuanto a preparación profesional?

Dr. C. José Carlos del Toro Ríos: La capacitación siempre va a ser una necesidad. De hecho, hemos estado participando en un proyecto que lidera el Banco Central de Cuba, que es la estrategia nacional de educación financiera, porque hay que empezar a articular todos los esfuerzos, no solo los de la organización, sino los de organismos que tienen responsabilidad en trasladar, en preparar, en capacitar a los actores de la economía y a la población. La ANEC siempre ha tenido la posibilidad de hacerlo y hay nichos que son naturales dentro de la organización. Un nicho natural dentro de la organización es el ejercicio, por ejemplo, de la contabilidad en sus diferentes niveles. La apertura del país a los nuevos actores de la economía ha demandado, por ejemplo, un ejercicio de teneduría de libro, que fue abordado críticamente en el congreso.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Y que lo vamos a abordar más adelante.

Dr. C. José Carlos del Toro Ríos: Sí, este ejercicio implica un proceso de capacitación, tanto de los que brindan el servicio como de los nuevos actores que se insertan en la economía.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Yo he consultado en varias ocasiones la página web de la asociación, he visto que tienen un programa bien articulado de cursos de pregrado y posgrado, y creo que a veces esos cursos no se conocen. Creo que falta divulgación para que los interesados puedan llegar y entrenarse, no solamente tiene que ser para los miembros asociados, sino para todos los actores económicos. Y aquí hay un elemento fundamental sobre el que se insistió durante las jornadas del congreso, que es la responsabilidad social de la ANEC.

Dr. C. José Carlos del Toro Ríos: En su estructura de funcionamiento, la organización creó el centro de superación de posgrado, que durante el congreso recibió la acreditación para incursionar en la superación profesional en esa área. Ya tenía una autorización del Ministerio de Educación y, para satisfacción nuestra, en el congreso logramos que el ministro de Educación Superior otorgara esa categoría al centro.

El centro tiene estructuras en todos los consejos ejecutivos provinciales, en todas las sedes de los consejos ejecutivos, porque la idea es aglutinar, bajo la estructura de la organización, todos los esfuerzos de capacitación, y, como te decía, no solamente para el gremio, sino para los actores de la economía que lo están demandando. Y no hablo solamente de los nuevos actores, hablo también de los tradicionales, porque lo relativo a costo, formación de precios, regulaciones fiscales, es común a todos, aun con particularidades. En el centro, hemos logrado convocar a profesores, a asociados que puedan transmitir su experiencia y contribuir con estos procesos de formación.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Ya hemos conocido cómo es la organización, algunos temas tratados en el reciente congreso. Sin embargo, hay preguntas que nos hacían en los comentarios de nuestra página web; por ejemplo, ¿se tiene en cuenta realmente lo que dicen los economistas, los contadores a la hora de tomar decisiones en el país? ¿Qué consecuenciasd pueden tener en este sector fenómenos como la migración o la descapitalización?

Durante el congreso, se expresó preocupación sobre todo con la contabilidad, y sabemos que tiene un peso cardinal en el ejercicio económico diario en una entidad. Se advirtió de que hay una descapitalización y que también se ha perdido el valor que puede tener ese profesional dentro de las instituciones. ¿Ustedes coinciden con este punto? ¿Está sucediendo eso en las instituciones? ¿Qué consecuencias puede tener tanto para una entidad estatal como para una no estatal? Porque creo que es algo general.

Lic. Marisleidys Fernández Corrales: Durante el congreso se subrayó el papel de la contabilidad como una herramienta para la toma de decisiones cuyo uso acertado puede contribuir a mejorar políticas. Hablábamos de que el proceso que está viviendo la contabilidad no es ajeno a las tendencias sociales que se han venido desarrollando. También el éxodo hacia otras fuentes de ingresos o diferentes profesiones está afectando el papel del contador. El contador es un ente fundamental dentro de cualquier organización, ya que contribuye y da a los diferentes directivos las herramientas de cómo está el proceso en materia económica, financiera. Estamos en tiempos complejos para el desarrollo de la contabilidad, en los que el papel que jugamos es fundamental: un mal contador puede afectar el desarrollo propio de la organización en la cual trabaja. Me refiero, por ejemplo, a un mal registro de los hechos económicos, y al efecto que puede tener, pues esa información contiene o sustenta las bases de corte fiscal. Un mal registro afecta no solo las bases de corte fiscal, sino la información que se reporta como país.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Eso es un elemento fundamental, porque a veces se dice que el municipio tiene que ser el eslabón fundamental del desarrollo económico, del potencial económico del país, pero cuando se mira a los municipios, allí es donde más plazas de contadores y economistas están vacantes. ¿Qué apreciación tienen ustedes y qué puede pasar cuando no se registra, como dice Marisleidys, el hecho económico como debe ser, cuando no se lleva con argumentos la economía de una empresa?

Dr. C. Ayuban Gutiérrez Quintanilla: Me gustaría agregar algo, Oscar, y es que el fin de semana pasado se cumplió el aniversario 46 de la ANEC y en varias intervenciones durante el congreso se destacó el papel de los economistas, contadores y auditores. Es una heroicidad lo que hacen hoy en Cuba los contadores, los economistas, los auditores, porque en esta guerra económica en la que vivimos el elemento empresarial es muy importante, pero no solo lo empresarial, también las entidades presupuestadas. Ahí juegan un papel esencial estas especialidades, y quienes las ejercen lo hacen con mucho sacrificio. Hay que ser contador para saber lo que es un cierre contable y la exigencia, el estrés en que se hace. Y en las actuales condiciones, incluidos los problemas energéticos, se complejiza aún más esa actividad. Por tanto, primero hay que felicitar a todos los contadores, economistas y auditores por este aniversario, pero, además, por el esfuerzo tan grande que hacen todos. No somos los únicos, también lo hacen los médicos, los profesores, otros profesionales. Y está claro, el sector sufre, como sufren todas las dimensiones en nuestra vida social, la desprofesionalización, la migración. A veces se suele poner el énfasis en la migración hacia fuera de Cuba, pero hay una fuerte migración a lo interno del país entre sectores, entre actividades. Ese es un problema que hay que enfrentar con medidas desde la economía. Siempre que vengo al programa, hablo de que hay una ley de empresa que está en proceso, en pausa, que tiene que estar llamada a abrir posibilidades para que estas especialidades se crezcan con la importancia que tienen.

Dr. C. José Carlos del Toro Ríos: Hay una voluntad de gobierno, porque se ha reconocido la necesidad de fortalecer el ejercicio de la profesión, y hay un acuerdo del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, el 9041, que estableció pautas para que se desarrollara un proceso de fortalecimiento de la actividad dentro de las organizaciones. Es un acuerdo que responsabiliza a cada estructura de dirección para ejecutar lo que está concebido. En este acuerdo hay medidas que tienen que ver con el reconocimiento de la actividad dentro del esquema de dirección; medidas que tienen que ver con la capacitación tanto de profesionales como de dirigentes; medidas relativas a reconocimientos salariales; otras sobre reconocimientos morales en el ejercicio de la profesión. Y dentro del acuerdo está una deuda que tenemos con estas especialidades, a las que hace algunos años se les retiró el premio estatal. Ante esa ausencia, la ANEC decidió empezar a otorgar los premios por la obra de la vida Carlos Rafael Rodríguez en las tres especialidades. Hay una voluntad de Gobierno de recuperar el premio estatal, que reconoce a contadores, auditores y economistas desde la base. Es un movimiento de reconocimiento desde la base y sentimos que debemos acompañar al Gobierno en la restauración de esta estimulación. El esfuerzo de fortalecimiento se gana en la base.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Exactamente.

Dr. C. José Carlos del Toro Ríos: Si las direcciones de empresas, de unidades empresariales de base, de órganos de gobiernos locales, no jerarquizan ese mandato de estos profesionales, tendremos los efectos que hoy estamos sufriendo, los movimientos de esos profesionales fuera de sus actividades, por no cumplir con estas estrategias.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Y sobre el mandato, el papel, la relevancia de economistas, contadores, auditores… En reiteradas ocasiones, la gente se pregunta si a los economistas cubanos los tienen o no en cuenta a la hora de diseñar las políticas públicas, las políticas económicas a nivel de país. Pero no vamos a irnos solamente a nivel de país, porque siempre pensamos en lo grande; pensemos también en las decisiones empresariales. ¿Es así? ¿Qué ha pasado en los últimos años? El país también ha implementado un grupo de medidas y poco a poco se han ido sumando voces de estos profesionales. Fue un tema bastante comentado en el congreso. ¿Se toma en cuenta o no la opinión de los economistas a la hora de diseñar e implementar políticas públicas en Cuba?

Dr. C. Ayuban Gutiérrez Quintanilla: Yo creo que sí. Incluso en mi doble condición, he participado mucho en varias de estas actividades. Primero, a nivel de la base probablemente no hay una sola estrategia municipal de desarrollo en la que no hayan participado economistas, académicos más cercanos a la actividad económica concreta. Y desde el 2011 para acá recordamos todo el proceso de los lineamientos. Creo que ha habido un incremento importante de la participación de los economistas, y no solo economistas, porque recuerden que esos documentos, los lineamientos, tuvieron un enfoque también más social, integral, en cuya conformación participaron filósofos, sociólogos. Después, el pueblo participó de manera general. Ha habido muchos grupos de trabajo, los ministerios con sus CTA (consejos técnicos asesores), en los que participan muchos economistas, especialistas. Incluso, participamos en la elaboración de documentos de políticas. Hemos alcanzado un nivel, pero hay que seguir trabajando en solidificar esa participación. En el congreso se hacía un planteamiento que yo creo que es muy importante: esa participación tiene que ir en los dos sentidos; es decir, poder participar, aportar, pero que también haya una retroalimentación de lo que se planteó, qué conclusión se sacó. Porque a veces uno participa en una actividad de este tipo y dice: “Lo que yo dije aparece en la política”. ¿Pero debería ser así o quizás tiene que haber un momento previo antes donde haya un poco más de discusión, de intercambio sobre cómo quedó en la política específicamente? Nosotros hemos planteado en algunos momentos que hay que lograr espacios más integrales de decisión donde esté, por supuesto, el decisor, que es el que tiene el encargo, pero también actores como la academia, los técnicos, los profesionales, y que participen en el proceso de manera más integral, no solo aportando ideas, sino también en el proceso completo.

Lic. Marisleidys Fernández Corrales: Los contadores y economistas están presentes en el aporte, pero también tenemos que estar a la hora de ver cuál es el destino final o el camino que vayan a tomar estas políticas. Tenemos que estar desde la creación o la formulación de la idea hasta la puesta en práctica y el análisis del efecto social que puede generar, ya que las decisiones económicas siempre tienen un gran peso social. Es lo que caracteriza a la economía como un fenómeno social, una ciencia social.

Dr. C. José Carlos del Toro Ríos: Es verdad que hemos logrado todos estos espacios, que hay un reconocimiento, pero hay que reconocer también que una de las causas del movimiento de economistas y contadores de sus actividades está precisamente en el reconocimientos de su papel, de su función, en la base. Si yo tengo la función de asesorar, de alertar sobre determinados fenómenos económicos en la organización y el decisor no me toma en cuenta, y si yo no me quiero comprometer con una decisión inadecuada, sencillamente lo que hago es salir del ejercicio de la profesión. Y de eso tenemos casos.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Por eso mismo traigo el tema, porque se señala a nivel de país, pero también muchas veces no se tiene en cuenta en las entidades donde se da el hecho económico.

Ahora vamos a escuchar al cuarto panelista del programa, El Gurú de Jatibonico, y enseguida regresamos a la mesa.

El Gurú de Jatibonico:


Tiene la ANEC como meta,
tras terminar su congreso,
que no termine el suceso
olvidado en la gaveta.
Una realidad que aprieta
exige sabiduría.
Gran esfuerzo, día tras día,
sin desmayar un momento;
lo mejor del pensamiento
en pos de la economía.


Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Interesantes las palabras del gurú, que como siempre le pone sazón al debate del programa. ¿Ustedes creen que predomine el enfoque economicista a la hora de tomar ciertas decisiones en política económica y social o todavía prevalece el carácter humanista que ha tenido una tradición de décadas en el país? A veces se hace ese cuestionamiento, y qué mejor que preguntar a los economistas y a los contadores, que muchas veces, como ustedes decían, participan a la hora de elaborar esas políticas.

Dr. C. José Carlos del Toro Ríos: Se ha reconocido, inclusive por la dirección del país, la necesidad de integrar las especialidades. El presidente en persona ha hecho alertas. De hecho, en la composición de los consejos técnicos asesores, en los equipos de trabajo, se ha señalado ver las soluciones en varias dimensiones, entre las que no puede faltar la social, la evaluación del efecto social de lo que vayamos a implementar. Hay decisiones que están pendientes de implementación, porque en las evaluaciones de impacto no están todavía todas las medidas de mitigación de los riesgos. Estamos en un momento en que la mirada social tiene un peso importante en el proceso de toma de decisiones. Es lo que hemos percibido y es a lo que se nos está llamando. En el congreso, el presidente nos convocaba a la alianza no solamente con la facultades de ciencias económicas, o sea, contabilidad, economía, etcétera, sino a atraer también a nuestra forma de evaluación y de análisis a los sociólogos o a otros especialistas de ciencias sociales para incorporar la mirada desde esas especialidades. Y, además, no descuidar los pilares de la Revolución, la transformación digital, la comunicación social adecuada de todos estos elementos, que nos permitan un más sólido proceso de formulación o creación de políticas públicas.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: El propio presidente decía, como usted bien mencionaba, en el congreso, que a estas medidas o políticas públicas muchas veces les falta integralidad y a veces tienen malos resultados porque no alcanzan realmente el valor social que podrían tener. Muchos de los economistas que estaban en el congreso decían: “Es que la economía es una ciencia social”. O sea, la economía no es solamente números.

Dr. C. Ayuban Gutiérrez Quintanilla: No. Es verdad que en la historia del desarrollo de la política económica ha habido posiciones muy economicistas, menosprecio de la importancia que tienen las políticas económicas, los efectos que tiene a nivel social, y eso es innegable. Nosotros siempre decimos que cuando se hace una política, desde el momento del diseño tiene que estar claro que va con dos jabitas: una en la que están los costos y otra con los beneficios. No hay ninguna política que beneficie al 100% de un país, siempre tiene determinados costos. Lo que uno tiene que lograr es que los beneficios de la política y los costos estén alineados con el objetivo de la política. Si usted está en un país en transición al socialismo, usted tiene que hacer políticas que realmente se alineen con ese sentido. En una situación como en la que nosotros estamos, es más compleja la elaboración de políticas. Por lo tanto, puede haber errores en la política, eso pasa, no hay ningún proceso de elaboración, de implementación de políticas en que no haya errores. Yo coincido con José Carlos en que hay un interés marcado. Lo dijo explícitamente el primer secretario del Comité Central del PCC y presidente, ser más integrales en la formación de los análisis sobre economía. En ocasiones, cuando un economista plantea que hay que respetar las leyes económicas, se dice que está siendo economicista. Y no es así, es que eso es parte de la realidad de nuestra ciencia. Eso es muy importante.

Quería referirme también a las universidades y los jóvenes, que a lo mejor nuestra vicepresidenta puede ahondar un poquito más, porque está más cercana.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Ese era el tema que venía ahora, hablar de ese potencial que tienen las universidades. A lo largo de la historia cubana, las universidades han aportado al desarrollo del país. En los últimos años, se ha tratado de integrar más a la universidad con las empresas, con las entidades, en el aporte de soluciones concretas. Muchas veces pensamos que la academia es la nube, pero ha quedado demostrado que la academia también tiene aportes reales y concretos a los problemas a nivel de país y los que hay en las comunidades.

Dr. C. Ayuban Gutiérrez Quintanilla: A mí me sirvió mucho el congreso como delegado y como miembro de la ANEC. Uno siempre tiene la percepción de la participación de la universidad como académico y de los estudiantes con lo que siempre se ha llamado tareas de impacto, el control interno, etcétera. Pero hay un ámbito de la participación de la academia junto con los estudiantes que es mucho más rico que ese ámbito tradicional en el cual siempre hemos participado. Yo creo que ese es un salto que se está exigiendo a los miembros de la ANEC que de la organización en ese ámbito.

Lic. Marisleidys Fernández Corrales: La ANEC, como uno de sus pilares fundamentales, tiene que fomentar, inclusive hacerla más visible, su vinculación con las universidades, ya que en la universidad está la fuente fundamental, el nicho donde se genera el mayor volumen de cantidad de ideas, esas ideas que permiten la reproducción de políticas económicas con un marcado corte social, donde encontramos el talento, profesores, investigadores, estudiantes que se involucran en estas políticas. Son los actores fundamentales de todo este desarrollo. En el caso de las universidades, no solamente son la institución encargada de la generación de conocimiento, sino el espacio para fomentar el desarrollo de estas políticas, que puede influir a la hora de tomar decisiones, en escenarios en que nosotros los jóvenes y los universitarios seamos escuchados, ya que tenemos un mayor alcance de estas políticas por encontrarnos más cercanos a los problemas cotidianos. Entonces, la formulación de estas ideas permite la reproducción de políticas económicas con un marcado corte social, donde la presencia y el interés del desarrollo de los jóvenes por seguir en el avance de estas políticas es fundamental.

Dr. C. José Carlos del Toro Ríos: Para nosotros, es vital fortalecer el sistema de relaciones con las universidades. Entre las proyecciones de trabajo está la renovación de todos los convenios de colaboración con este sector. Uno de los retos que tenemos es avanzar en el fortalecimiento del diseño de las estrategias de desarrollo municipal. Como establece la Constitución, debemos hacer un municipio sustentable, y ese diseño lo hemos soportado sobre una estrategia de desarrollo local fuerte. El acompañamiento de la organización de las universidades en cada municipio tiene que ser vital, porque ahí tenemos la capacidad para generar nuevas capacidades en los gestores y en los decisores de política en los municipios.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Y esto tiene que ver también con el reemplazo natural que tiene que haber en un momento en que hay éxodo, también hay desprofesionalización. La desprofesionalización y el intrusismo profesional también fueron abordados en el congreso, sobre todo con una figura, el tenedor de libros. ¿Por qué es tan problemático? ¿Qué pueden generar personas que no tienen una formación en economía, en contabilidad, en finanzas, que no son auditores y estén ejerciendo esta actividad?

Dr. C. José Carlos del Toro Ríos: Hoy tenemos brecha en la legislación. La teneduría de libro es el registro diario de las operaciones económicas de cualquier sujeto. Y esta actividad, al no tener una regulación, está siendo ejercida por personas que no tienen los conocimientos. Por eso señalábamos las dos aristas: buscar un área de preparación para esas personas que lo están ejerciendo , y fortalecer los mecanismos de control del ejercicio de la teneduría del libro. Esa actividad ha evolucionado mucho en el mundo y hoy la contabilidad se lleva básicamente bajo sistemas informatizados que cierran todos los procesos. La teneduría de libro como actividad no cierra proceso.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: Ya nos quedan prácticamente dos minutos de programa. ¿Cómo seguir fortaleciendo la labor de todos estos profesionales y cómo superar los problemas?

Lic. Marisleidys Fernández Corrales: El papel fundamental que va a jugar la ANEC después del cierre del IX Congreso consiste en eso, en el acompañamiento a las políticas económicas y que sea vea visible el carácter social; en la capacitación de cualquier actor, no solamente los nuevos actores económicos, sino todos, incluidos contadores que ejercen la profesión y quienes ejercen el oficio de la teneduría de libro. Incrementar la capacitación para enaltecer el papel del contador.

Dr. C. Ayuban Gutiérrez Quintanilla: Hay un tema también que se tocó en el Congreso y creo que es muy importante: la unidad de este colectivo: los economistas, contadores y auditores. La unidad, porque es mediante ella que nosotros podemos, con recursos que no son ilimitados, cumplir nuestra función como organización, en la capacitación, la asesoría, la participación en todos los espacios de desarrollo de la vida económica del país. Creo que es un elemento en el que se hizo mucho hincapié en el congreso y al que damos importancia vital en nuestra organización.

Dr. C. José Carlos del Toro Ríos: A mí solamente me queda ratificar el compromiso de contadores, economistas y auditores y demás asociados de la ANEC para seguir acompañando al Gobierno en hacer de Cuba un país más sustentable.

Lic. Oscar Reinaldo Figueredo: ¿Cómo seguir fortaleciendo esta labor de los economistas, contadores y auditores en nuestro país? ¿Cómo pueden seguir influyendo en la aplicación de políticas públicas, pero también en el quehacer diario de nuestras entidades? De eso hemos estado comentando hoy en Cuadrando la Caja, que no es solamente sobre el congreso de ANEC, sino de la labor diaria que tienen estos profesionales en cada uno de los territorios y en cada una de las empresas. Si le interesó el tema, como siempre decimos, comparta nuestro contenido en redes sociales y acompáñenos cada domingo a las 7 de la noche por el canal Caribe para hacer juntos un cuadro diferente.

Transcripción: Ileana Reyes Sánchez, Yusleydis Seuret Gómez/ IDEAS Multimedios.

Comentario HHC:   Pues circunscribir el termino de expertos solo a los miembros de la ANEC, puede ser limitante.  Habría que ver del total de economistas que hay en el país, ¿ cuántos pertenecen a la ANEC?.

Por otra parte, creo que, para tantos problemas existentes, y la cantidad de propuestas que han realizado, sobre todo economistas que ocuparon cargos en organismos centrales y sacaron al país de la crisis del 90, por poner un ejemplo, y no han sido tomados en cuentas.  Hay además propuestas de profesores universitarios, y profesionales dentro y fuera del país, de vías para salir del entuerto en que estamos, en temas medulares. Es decir, hay un abanico de propuestas que no se han tenido en cuenta y no estamos mejor.

Seguimos " entretenidos" con la capacitación, como si ese fuera el problema fundamental, aunque sea importante. La carrera de economía en la UH, ha sido la que más ha graduado profesionales desde la década del 80 y 90 del siglo pasado.  Economistas que han abandonado su profesión, eso sería interesante sacar una estadística y las causas.

Por otro lado, para dirigir la economía de un país, mi criterio es que hay que ser economista, o tener muy buenos asesores, en macroeconomía, finanzas con amplios conocimientos en mercados bancarios, en el uso de incentivos para aprovechar los amplios recursos naturales que tenemos, y las oportunidades económicas , para garantizar las proporciones de esta y evitar las distorsiones, que su solución después, es muchas veces más dolorosa. Detrás de cada distorsión hay alguien o algunos, que no tomaron una medida (s) a tiempo para corregirla o evitarla. 

Tener una información real de la Economía en tiempo real como está haciendo la ONEI en los últimos meses , y garantizar entre otros aspectos, el incremento sostenido de la productividad del trabajo, UNICA  vía, para desarrollar el país, etc y de esta, no se habla cuando de economía se trata  en cualquier tribuna, es  mas, no creo que se conozca a profundidad de las implicaciones de no tener en cuenta la misma.

En el mundo predomina mayoritariamente una economía de mercado, y  lo más descentralizada posible, dentro de la necesaria dirección a nivel de nación , y muchos de nuestros aliados políticos y económicos la emplean, y de paso nos pueden ayudar con sus errores,  y aclaro que no es libre mercado, es el regulado por el estado y el gobierno, lo cual nos permita integrarnos más plenamente a la economía mundial y evadir el bloqueo de los EEUU, y poder desarrollarnos, y de esto hay bastante experiencias exitosas documentadas, y adecuarlas a nuestro proyecto de nación socialista.

domingo, 29 de junio de 2025

¿RENACERA LA INDUSTRIA AZUCARERA CUBANA? II

Por Joaquín Benavides Rodríguez* 

Renacerá, pero tendrá que ser sobre otras bases. Las bases sobre las cuales estuvo produciendo normalmente hasta 1990 y maltrechamente, hasta el 2003, dejaron de ser posibles una vez desaparecida la URSS y el campo socialista. Con ello desaparece la posibilidad de poder producir y comercializar grandes volúmenes de azúcar a precios muy por encima a los del mercado mundial. En 2003 se decidió por la dirección del país una racionalización de los centrales azucareros y de sus estructuras de administración y dirección; pero a pesar de que Fidel había proclamado en el 2000, de que Revolución es cambiar todo lo que deba ser cambiado, no nos dimos cuenta de que el cambio no podía ser solo administrativo y de estructuras. Que el cambio que era imprescindible llevar a cabo para construir el socialismo en las nuevas condiciones, nos llevaría, mas tarde o más temprano, como llevo a la RPChina y a Vietnam, a aceptar que, en la producción y comercialización, las empresas propiedad del estado así como las cooperativas y las privadas, no pueden prescindir del mercado. Y en mi opinión, la causa fundamental de que la industria azucarera y el cultivo de la caña de azúcar hayan dejado de existir como la principal industria del país, se debió a la resistencia, a partir de 1991, pero sobre todo a partir del 2003, a aceptar que el mercado tenía que operar en las empresas y en su relación entre ellas y la población, pero principalmente en el caso de las empresas de la industria azucarera en su relación con el comercio exterior. 

En el 2003, cuando se aprobó la Tarea Alvaro Reynoso para racionalizar la industria azucarera, se decidió que quedaran instalaciones industriales para producir azúcar y tierras suficientes para producir caña, vinculadas territorialmente a las fábricas de azucar, con capacidades para producir anualmente entre 3 y 4 millones de toneladas de azúcar. No puedo asegurar que esas capacidades de tierras aptas para sembrar y cosechar caña existan aun sin utilizar, pues no pocas están infestadas de marabú, pero en cualquier caso serian recuperables. No hay en Cuba, en general, cultivo más económico y rentable en términos internacionales que la caña de azúcar. 

Tres millones de toneladas de azúcar, que a los precios actuales en el mercado internacional, que en la bolsa de Nueva York, se cotizan hoy a $426 dólares la tonelada, le permitiría a la industria azucarera cubana, y al país, obtener no menos de Mil millones de dólares anuales, como mínimo, y entre Mil quinientos y Mil ochocientos millones de dólares, como promedios anuales. Esos niveles de ventas de  entre 5000 y 6500 millones de dólares en 5 años, de un producto que siempre tiene mercado, permitirían obtener créditos internacionales para financiar no solo el desarrollo de la propia industria azucarera, sino otros objetivos estratégicos para el desarrollo de la economía del país., Esos cálculos me los enseñaron a hacer hace décadas, incluyendo la costumbre de seguir diariamente la evolución del mercado azucarero, dos compañeros que conocían mucho el mercado azucarero y además la banca internacional, Raúl León Torras y Alfredo Menéndez Cruz, de los  que fui compañero y además amigo de ambos, hasta que fallecieron, uno siendo Ministro Presidente del Banco Nacional de Cuba y el otro  que falleció años después, fue en la década de los 70 y 80, Jefe del Dpto. Azucarero del Comite Central. 

El esquema de AZCUBA en la forma y principios en que fue concebido ha demostrado su inoperancia como instrumento idóneo para recuperar y desarrollar la industria azucarera cubana. Yo sugeriria, reorganizarlo sobre las siguientes bases: 

1. Convertir cada central azucarero en una empresa totalmente autofinanciada y que opere bajo los principios del mercado. 

2. El Ministerio de Economía y Planificación, podría examinar y aprobar una propuesta de AZCUBA y del Ministerio de la Agricultura, recogiendo las opiniones del Sindicato Agropecuario y de la ANAP, de las áreas agrícolas estatales, cooperativas y privadas, con las cuales la empresa azucarera vinculada a ellas, firmaría contratos para que le entreguen caña de azúcar, en las fechas pactadas para la zafra y a los precios negociados a partir de los  que oficialmente fije el Gobierno. 

3. El Ministerio de Finanzas y Precios podría proponer al Gobierno,  los precios de la caña de la zafra para las campañas azucareras para periodos de entre 3 y 5 años. Los cálculos para fijar el precio de la caña en Pesos cubanos, podrían tener en cuenta el pronóstico del mercado internacional del azúcar, y los precios que se cotizan en las bolsas de los principales mercados de venta del azúcar cubano. Podrían tomar en cuenta también una proyección estimada del tipo de cambio del peso cubano en relación con las monedas de los principales países con los cuales se negocia nuestro azúcar. Esos precios el Gobierno los aprobaría para un periodo de tiempo entre 3 y 5 años, y serviría de referencia a los participantes en la actividad (negocio) azucarero para sus inversiones. El Ministerio de Finanzas y Precios, antes de proponerle al Gobierno los precios que afecten a los actores que participan en la zafra, debería solicitar las opiniones de todos los actores, incluidos los sindicatos correspondientes, y presentaría la propuesta suficientemente conciliada. 

4. Las Empresas Azucareras, tanto industriales, de Transporte azucarero y las Agrícolas, estatales, cooperativas y privadas incluidos los agricultores pequeños, que cultiven caña de azúcar podrían operar cuentas bancarias, y tendrían derecho a acceder al Comercio Exterior para negociar y vender sus exportaciones las industriales azucareras, y para negociar y adquirir sus importaciones, incluido combustibles, maquinarias y equipos para la producción todas las empresas que participen en la Zafra. Para realizar sus operaciones de importación, las empresas comprarían divisas en el mercado oficial establecido por el Banco Central y respetando los procedimientos bancarios establecidos, pagarían sus importaciones. 

5. Las Empresas Azucareras industriales exportadoras, deberían tener derecho a cuentas bancarias en divisas para ingresar el cobro de sus exportaciones. No deberían tener derecho a efectuar pagos en divisas al interior de la economía nacional. Los pagos de salarios de los obreros industriales, de la caña para ser molida y demás insumos que adquieran en el mercado nacional, deben ser pagadas en Pesos cubanos, comprados a la tasa oficial de cambio. Las divisas depositadas en cuentas bancarias de las empresas industriales exportadoras, solo deberían ser utilizadas para inversiones e importaciones relacionadas con la producción azucarera, que podría incluir la importación de combustible para las actividades de la zafra. 

6. Cada Central azucarero (Empresa) decidiría la fecha de comienzo de su zafra, en dependencia de los rendimientos agrícolas alcanzados, que incluye el POL de azúcar, oyendo las opiniones de los productores vinculados y tomando en cuenta los pronósticos de lluvia. También tendría el derecho a decidir la fecha en que termina la zafra. Si en razón de intereses estatales, AZCUBA decidiera prolongar la fecha de terminación, estaría obligada a indemnizar en lo que correspondiera a la empresa azucarera y a través de ella a los demás actores afectados por la decisión. 

7. Las empresas estatales agrícolas, y también las cooperativas, cuyo cultivo principal fuera la caña de azúcar, deberían ser reorganizadas para que comiencen a operar como entidades totalmente autofinanciadas y bajo los principios del mercado. A las que estuviesen subsidiadas y con deudas con el Presupuesto, habría que sanearles totalmente la contabilidad y buscarles una solución a largo plazo a la deuda que puedan tener. La burocracia no deberia imponer sus formulas. 

8. El Ministerio de Trabajo, en consulta con la CTC y los Sindicatos podría proponerle al Gobierno un salario mínimo obligatorio para todas las empresas y actores económicos participantes en la zafra azucarera. A su vez podría trabajar con AZCUBA para confeccionar esquemas típicos de salarios para las empresas azucareras en dependencia de sus tecnologías, capacidades industriales y factores específicos de la industria. Cada empresa industrial debería ser capaz de ajustar esos esquemas a sus características tecnológicas en busca de lograr reducir sus costos operacionales y lograr índices óptimos de eficiencia en las molidas, a partir de sus capacidades instaladas. Especial énfasis debería hacerse en el área química, de importancia decisiva en el logro de la eficiencia industrial. 

9. Sería aconsejable que el Banco Central creara un Banco especializado en la Industria azucarera. Puede comenzar a partir de un préstamo, que incluso debiera ser presupuestario, que podría ser pagado en 5 años, y quizás antes. No hay industria como la azucarera cubana en ninguna parte del mundo, que carezca de un banco que la financie. Tanto la agricultura cañera, desde que se siembra la caña, se le dan atenciones culturales y se entrega al central, requiere financiamiento bancario especializado, como la industria, para sus reparaciones entre zafras, adquirir los insumos necesarios para llevar a cabo la zafra, pagar la caña que entrega la agricultura, el combustible etc, requiere crédito corriente del banco en que deposita los ingresos que recibe por la venta del azúcar que ha producido. Es lo eficiente. Así lo hace el mundo, y así se hacía en la industria azucarera cubana antes del triunfo de la Revolución. Es mucho más eficiente que el mecanismo que se basa en el dinero del Presupuesto nacional. Si alguna de las empresas que participan en la zafra tiene perdidas, tiene que ir al banco a negociar las pérdidas y ofrecer garantías por el préstamo que le permita asumir el pago de las perdidas. No es el Presupuesto, ni el país el que se debe encargar de resolver las deudas de las empresas azucareras, agrícolas e industriales. Cada una que cargue con ellas, que las pague con intereses y si quiebra que asuma sus responsabilidades. No es el Presupuesto, ni la población cubana quien debe asumirlas. El Presupuesto de la nación no debe  y mucho menos la población  pagar los fracasos de sus empresas, en especial las de la Industria azucarera, que debe dar utilidades a partir de sus exportaciones e ingresar al Presupuesto de la nación para que el país se desarrolle en beneficio del Pueblo cubano, que es el propietario real de esa industria. 

Hasta aquí, el esquema básico que yo propondría para hacer Renacer la Industria Azucarera Cubana sobre las bases del mercado en las condiciones de Cuba 2025. No pretendo cuestionar que no se haya llevado a cabo ese cambio antes. Se puede entender las dificultades que, para algunos, educados durante más de 50 años en la concepción de que aceptar el mercado en la economía era negar el socialismo, pueda haber tenido una determinada influencia en la comprensión teórica de la necesidad de su utilización inteligente y regulada por el Estado Socialista. Yo mismo durante muchos años pensé que podría haber formas de evadirlo en la construcción socialista. Hasta que, en los años 90, en medio del Periodo Especial tuve la oportunidad de ir varias veces en viajes de trabajo, a la República Popular China y a Vietnam. En Vietnam tuve la oportunidad de estar en Hanoi el día que decidieron establecer su Tasa de cambio oficial, lo que les permitió superar las distorsiones que hasta ese momento tenían en su economía. En esas visitas, que la última a Vietnam fue en el 2001, me convencí que era posible la construcción socialista con mercado. 

Me queda un tercer artículo sobre la Industria Azucarera y su necesario e imprescindible renacimiento, como parte de que nuestra economía salga de la crisis. El centro del próximo articulo será AZCUBA con propuestas para modificar su accionar. 

6/29/25

*Joaquín Benavides Rodríguez.   Ocupó el cargo de Jefe del Departamento económico del Comité Central (1977- 1980). El de Ministro- Presidente del Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (1980-1986). Fue Ministro de Gobierno y Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Dirección de la Economía (1986-1991). Entre 1991 y 2003 ocupó el cargo de Viceministro de Economía del Ministerio de Transporte.

Cómo surgió Trump

Por James K. Galbraith

27/06/2025



Según la mayoría de las opiniones, los salarios influyen en cierta medida en la desilusión de la clase trabajadora que impulsó el auge de Donald Trump como una fuerza política singularmente destructiva. Pero para acertar en el diagnóstico es necesario comprender adecuadamente lo que hay detrás de la evolución salarial de los últimos cincuenta años.

Las guerras arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump han puesto nerviosos a los mercados financieros y a cualquiera que esté comprometido con el concepto de globalización. Pero la agitación del mercado también pone de relieve una pregunta que lleva esperando respuesta desde que Trump ganó las elecciones presidenciales en noviembre de 2016: ¿Cómo y cuándo surgieron las fuerzas que eligieron a este hombre?

Según la mayoría de las opiniones, los salarios desempeñan algún papel en esta historia. En su columna del New York Times, David Brooks hizo recientemente esta notable declaración: «Los salarios realmente se estancaron, pero lo hicieron principalmente en los años setenta y ochenta, no en la supuesta era del neoliberalismo global». Por supuesto, Brooks no menciona que, entre 1979 y 1987, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos fue Paul Volcker, ni que, entre 1981 y 1989, el presidente fue Ronald Reagan. Sin embargo, es posible que los conservadores pre-Trump de hoy en día estén tan ansiosos por defender la globalización frente a Trump, el vicepresidente J. D. Vance, el senador Bernie Sanders y la representante Alexandria Ocasio-Cortez que estén incluso dispuestos a sacrificar a Reagan y Volcker.

El comentarista económico Noah Smith, al que cita Brooks, también omite mencionar a Reagan y Volcker. Atribuye «parte» de la «era de estancamiento salarial» a una «desaceleración de la productividad», afirmando: «Nadie sabe exactamente por qué la productividad se desaceleró durante dos décadas, pero en mi opinión, la explicación más plausible es que la crisis del petróleo de 1973 inauguró una era de escasez energética». Como punto de partida, es razonable, aunque se puede discutir el momento en que se produjo.

Al fin y al cabo, la producción convencional de petróleo en el territorio continental de Estados Unidos (excluyendo Alaska y Hawái) alcanzó su máximo en 1970, el sistema de Bretton Woods se derrumbó en 1971 y la «crisis del petróleo» de 1973, provocada por el embargo árabe —a su vez una respuesta a la guerra árabe-israelí de octubre de 1973—, fue consecuencia de esos acontecimientos anteriores. Pero se trata de cuestiones tangenciales. Lo que importa es que, en 1977, el presidente Jimmy Carter heredó un problema de «inflación» que no pudo resolver. En 1979, nombró a Volcker para cortar el nudo gordiano, y eso es lo que hizo Volcker: aplastar a los trabajadores, los sindicatos y la industria manufacturera.

Sin embargo, la conexión con los salarios es sutil. Los salarios reales medios (ajustados a la inflación), es decir, los ingresos por hora en dólares divididos por el nivel de precios, comenzaron a estancarse, junto con la productividad, alrededor de 1973. Pero el crecimiento de la productividad se reanudó más tarde, como se refleja en un gráfico de Lawrence Mishel y Josh Bivens, del Economic Policy Institute, que se ha reproducido tantas veces que ha alcanzado un estatus icónico. De hecho, toda la tesis del «estancamiento de los salarios reales» debe su existencia en gran medida a esta cifra.

Cuidado con la mediana

Un elemento de esta historia es que los ingresos nominales se impulsaron al alza y se controlaron los precios para facilitar la reelección del presidente Richard Nixon en 1972. Cuando se relajaron los controles de precios a mediados de la década de 1970, la inflación resultante erosionó esos aumentos salariales. Al final, el pico salarial de la era Nixon no se volvió a superar hasta la década de 1990. Pero esto no explica por qué los salarios reales medianos siguieron estancados después de que desapareciera la inflación, se reanudara el crecimiento y disminuyera el desempleo en la década de 1980.

En un libro publicado en 1998, mostré que los salarios en nómina en Estados Unidos seguían dos patrones principales: uno relacionado con la industria manufacturera y otro con los servicios básicos. Los salarios de la industria manufacturera y los servicios relacionados con ella (como los concesionarios y talleres de reparación de automóviles) tienden a reflejar el poder de negociación de los trabajadores, mientras que los servicios básicos (como el comercio minorista en general) siguen las costumbres sociales, incluido el salario mínimo. Los salarios de los servicios básicos tienden a aumentar cuando el crecimiento general es fuerte, pero solo muy lentamente.

La mediana muestra lo que ocurre en el percentil 50 de la distribución. Mientras el salario del trabajador mediano se fije en línea con el de la industria manufacturera, la mediana seguirá el poder de negociación de los trabajadores de las fábricas. Pero cuando los servicios básicos, como porcentaje del empleo, crecen y superan el percentil 50, la mediana deja de reflejar los salarios de la industria manufacturera y empieza a reflejar los de los servicios. O, más precisamente, a medida que la mediana se desplaza hacia servicios con salarios más bajos, la mediana tenderá a estancarse.

Entonces, ¿cuál fue la proporción de los salarios alineados con la industria manufacturera en el empleo total durante este período? Sabemos que la proporción del empleo en la industria manufacturera, en el sentido más estricto, comenzó a descender drásticamente con la recesión de 1970 y siguió cayendo a partir de entonces, pasando de casi una cuarta parte a alrededor del 8 % en la actualidad. Aunque no sabemos con exactitud cuántos empleos con salarios del sector servicios estaban vinculados a la industria manufacturera, no es descabellado suponer que, por cada empleo en la industria manufacturera (en el sentido más estricto), había otro cuyo salario se ajustaba aproximadamente al de ese sector.

También sabemos que la proporción de servicios con salarios bajos en el empleo total y de mujeres en la población activa (que eran las que ocupaban los empleos con salarios bajos) aumentó de forma continua desde la década de 1940. Aunque esta tendencia habría tenido poco efecto en la mediana mientras la proporción de mujeres en el empleo total se mantuviera relativamente baja, la serie de recesiones que comenzó en 1970 obligó a un gran número de mujeres (y jóvenes) a incorporarse a la mano de obra con salarios bajos.

Este cambio en la composición hacia los servicios ofrece una explicación sencilla para el estancamiento del salario medio tras las crisis petroleras de la década de 1970. En los periodos en los que la composición del empleo se aleja de la industria manufacturera, como en la década de 1980 y de nuevo en la de 2000, la mediana se estanca. De hecho, el estancamiento de la mediana puede producirse incluso aunque los salarios reales de casi todos los trabajadores (incluidas las mujeres y las personas de color) estén aumentando, como ha ocurrido en la mayoría de los casos. Cuando la cuota de la industria manufacturera se estabiliza, como ocurrió a finales de la década de 1990 y de nuevo después de 2010, el efecto de la composición se detiene y el salario medio vuelve a subir.

Cuando se analizan todos los factores y grupos de trabajadores, lo más importante no es lo que le ha ocurrido a un «trabajador medio» bien definido. Al fin y al cabo, ese «trabajador típico» es una ficción estadística. Lo que realmente importa a los trabajadores es la naturaleza de sus puestos de trabajo, incluyendo el salario, pero también las condiciones laborales y la seguridad en el empleo. La historia principal, por lo tanto, es la estructura cambiante de la economía estadounidense. Durante las décadas en cuestión, Estados Unidos, un país con una clase trabajadora organizada y bien remunerada capaz de impulsar el progreso social democrático, se transformó debido a la desindustrialización, el estancamiento de los salarios y la precariedad económica.

Corderos sacrificados

La clase trabajadora como fuerza política era lo que Reagan y Volcker se propusieron destruir. Para Reagan, se trataba de una política deliberada, como demostró el despido masivo de controladores aéreos en huelga en 1981; para Volcker, la clase trabajadora era un daño colateral en sus esfuerzos por eliminar la inflación y las expectativas inflacionistas de la economía. Después de eso, los presidentes Bill Clinton y Barack Obama —y desde luego no los presidentes George H. W. Bush y George W. Bush— no hicieron ningún esfuerzo por restaurar lo que se había perdido, y aunque el presidente Joe Biden parecía reconocer el problema, estaba fuera de su alcance resolverlo.

La era Reagan/Volcker fue una época de desempleo masivo, aumento de la desigualdad, inseguridad laboral y destrucción de los sindicatos y del sector manufacturero en el norte del Medio Oeste. Todo ello se achacó posteriormente a México y China, a pesar de que el vaciamiento de la industria manufacturera estadounidense se produjo mucho antes de que China se incorporara a la Organización Mundial del Comercio en 2001. La era posterior de la globalización neoliberal, que se extendió desde la presidencia de George H. W. Bush hasta la de Obama, transformó un país definido por su espíritu emprendedor, su competencia en ingeniería y una clase trabajadora bastante progresista en una oligarquía financiera y tecnológica excesivamente militarizada, dependiente de los trabajadores de las fábricas de China, México y otros lugares, y de los inmigrantes, de los que los estadounidenses dependían cada vez más para realizar trabajos de baja cualificación.

Volvamos a la opinión de Brooks sobre el tema. Brooks sostiene que Clinton y Obama fueron liberales decentes que aliviaron la pobreza, por ejemplo, ampliando los créditos fiscales por ingresos del trabajo y por hijos. Pero la verdad más amplia es que los hogares estadounidenses se adaptaron a la inseguridad trabajando más horas y en más empleos. Por eso hay tanta gente estresada y por eso tantos dejaron sus trabajos cuando los fondos de ayuda por la COVID les dieron un respiro.

Brooks concluye su defensa del globalismo neoliberal con estadísticas resumidas, como la tasa de crecimiento del PIB per cápita de la era Clinton/Bush/Obama en relación con la de Alemania, Francia y el Reino Unido. Supongo que tiene derecho a creer que dividir el PIB por la población es una buena medida del bienestar social. Pero el hecho es que el PIB de Estados Unidos incluye el gasto en seguros médicos, matrículas universitarias, armas nucleares, portaaviones, bonificaciones para banqueros y todos los placeres de la «plutonomía» (el enorme gasto de los más ricos).

Por el contrario, Europa tiene —o tenía— un modelo social diferente, con menos horas de trabajo, vacaciones más largas, mejor salud y jubilaciones más largas. Ninguno de esos indicadores de progreso influye directamente en el PIB. Además, hasta hace poco, Europa no ha tenido que mantener un ejército inflado, un imperio en el extranjero ni «guerras eternas» en lugares como Afganistán e Irak.

No es descabellado suponer que una vida agradable con asistencia sanitaria, guarderías, educación superior, transporte público y (a menudo) vivienda proporcionados por el Estado a un coste modesto compensa a muchos europeos por sus ingresos relativamente más bajos. O al menos así era antes de que el neoliberalismo también les afectara.

Se puede reconocer a Brooks y a sus compañeros globalistas el mérito de haber desinflado los tópicos sobre México y China. Si lo consiguen, pueden contribuir a evitar que las guerras comerciales se conviertan en conflictos armados. Pero harían bien en mirar atrás, al punto de inflexión clave de la historia económica de la posguerra. El verdadero amanecer de la era neoliberal llegó con la Revolución Reagan en Estados Unidos (y la de la primera ministra Margaret Thatcher en el Reino Unido) y el triunfo de la economía monetarista de Milton Friedman en los bancos centrales del mundo.

Una lección que podemos extraer de esta historia es que la urgencia por «combatir la inflación» endureciendo el crédito ante los problemas de suministro energético —sello distintivo de los años de Reagan y Volcker, y también el error fatal de la política macroeconómica de Biden— desató las fuerzas que acabarían llevando al poder a Trump. Pero no esperen que Brooks y sus compañeros neoliberales lo reconozcan. Eso significaría unirse a un debate que han evitado con ahínco durante casi 50 años.

 
Es profesor de Gobierno y catedrático de Relaciones Gubernamentales y Empresariales en la Universidad de Texas, en Austin. Fue también economista del Comité Bancario de la Cámara de Representantes y director ejecutivo del Comité Económico Conjunto del Congreso. De 1993 a 1997, fue asesor técnico jefe para la reforma macroeconómica de la Comisión Estatal de Planificación de China. Es coautor (junto con Jing Chen) de 'Entropy Economics: The Living Basis of Value and Production' (University of Chicago Press, 2025).
Fuente:
https://www.project-syndicate.org/onpoint/roots-of-trump-destruction-of-organized-working-class-manufacturing-by-james-k-galbraith-2025-06
Traducción:
Antoni Soy Casals