La implementación práctica del ordenamiento como escuela. Primeras lecciones.
En el aula primero te dan una lección y después te ponen una prueba. En la vida primero te ponen una prueba y después aprendes la lección.
Aforismo pedagógico.
Por Ricardo J. Machado , Segunda Cita
El ordenamiento no es precisamente un caldo de pollo para la sociedad cubana, sino mas bien un medicamento un tanto amargo que no queda otra alternativa que tomarlo antes de que se agraven nuestros males. Claro que el equilibrio entre su grado de amargura y su capacidad de sanación depende de las habilidades de los alquimistas.
Pienso que los procesos semicaóticos que ha estado generando en alguna medida el llamado ordenamiento eran inevitables. Otros países realizan sus cambios de moneda con cierta frecuencia con arreglo a los principios que rigen sus sistemas. Cuba no tiene mucha experiencia en ese campo. El ordenamiento es un intento de cambiar la realidad, o una parte de ella. El desorden relativo que contemplamos –en especial con los precios y otros aspectos– evidencia que los recursos metodológicos y operativos de los diseñadores no han sido suficientes. Faltaron muchas preguntas que nadie hizo y por lo tanto nadie respondió. No se ha asumido la complejidad en el nivel deseado. Deben realizase reparaciones en los mecanismos conceptuales que han fundamentado ciertas decisiones.
La primera de todas en mi opinión se refiere al concepto de realidad. Hay que actualizarlo. Parece que de manera implícita se la ha considerado como una colección de elementos aislados y separados. Por ejemplo, el desmadre de precios y el capricho de algunos organismos de la red comercial de no aceptar cuc lo demuestra. Este último capricho es responsable de saturar los servicios bancarios, sobrecargar el proceso de trabajo de sus empleados y dañar el clima sociopolítico del país. Da la impresión de que en el puesto de mando hay dos entidades diferentes cada una por su lado, como si hubiera un par de gobiernos. Si de mi dependiera ese sería el primer asunto para discutir en el próximo congreso de nuestro partido. Un país con dos entidades directivas paralelas sin la adecuada coordinación no puede aspirar a un destino seguro.
Ante todo hay que tener claro que la realidad es un espacio multidimensional, indivisible, con un tejido social compuesto por una red de interconexiones casi ilimitadas. Si en la cabeza de los decisores no existen métodos capaces de entender la realidad como un todo unificado en las soluciones, va a faltar objetividad. Y aparecerán los reventones.
Lo que está pasando ahora en Cuba es una gran oportunidad de aprendizaje para la dirección cubana, la que evidencia una voluntad de monitoreo continuo, montando un servicio de quejas exprés. Es preciso reconocerlo.
Debe servirle de entrenamiento para emprendimientos mayores. Tareas decisivas para el apalancamiento de nuestro socialismo como es el de las reformas en el campo de las relaciones de propiedad, que es el pollo del arroz con pollo. El impulso a las pymes, la flexibilización en la gestión cooperativa y la ansiada autonomía de las empresas estatales que la burocracia intentará sabotear bajo cuerda. Reformarlas en ese orden.
Murillo afirma que el número de empresas estales que podrían quebrar son una 450. Según mi experiencia serían el doble, casi llegando a mil. La falta de preparación gerencial y el adormecimiento mental de muchos de nuestros empresarios, como resultado de casi 60 años de estructura vertical autoritaria, es muy difícil de superar a corto plazo. Solo la creación previa de las pymes y el impulso a las nuevas cooperativas con mayores espacios de acción podrían crear el refugio de acogida para una gran parte de los miles de trabajadores y dirigentes que quedarían disponibles.
Algunos países capitalistas mas serios –porque los hay– antes de reducir plantillas ofrecen entrenamiento y preparación previa a los que van a despedir, para que tengan mas posibilidades de sobrevivir. Todo a costa del presupuesto de las empresas. En esa esfera está ubicada la rampa de lanzamiento del socialismo cubano, la que podría generar prosperidad y reducir significativamente las escaseces crónicas del sistema.
Esa es la realidad donde se encuentran los factores que determinan de manera segura nuestro futuro. Ahí no se puede fallar. Hay que atarle las manos a la burocracia y no permitir que un gobierno paralelo haga de las suyas.
El 8vo Congreso del PCC tendrá la palabra. Podría ser la última.
No hay dos gobiernos lo que no hay es gobernanza.
ResponderEliminarToda la burocracia arrogante debatiendo tareas entre ellos de forma que nunca se dañan.
Yo oriente como esta establecido.
Yo recibí la orientación pero no me precisaron.
Como dice la canción: la culpa no la tiene nadie.
Pero el malestar lo tiene todo el pueblo.
Alguien puede pensar que los precios mal puesto fueron errores de algún técnico o funcionario. No eso no es posible, aquí nadie se manda. Fue producto de cálculo aprobados. Lo que pasa es que bajar unos pesitos insignificantes no afecta mucho y así nos burlarnos un poco del pueblo.
En tareas como esta los administradores pícaros se sienten como pez en el agua. Se burlan de los niveles superiores, de los inferiores y del pueblo. Son los dirigentes a todos los niveles que dan respuesta en todas direcciones y sin ningún escrúpulo, lo importante es dar una explicación y una posible solución. Como aquel que cuando Fidel le preguntó por la cantidad de bombillos ahorradores dio un número con decimales y siguió en su cargo por mucho tiempo más, pues lo importante es responder rápido, sin titubeos.
Y de ese tipo de dirigentes esta lleno este proceso.
No sé van a complicar la vida aceptando el CUC si alguien no viene a decirle explícitamente. Y cuando se lo planteen dirá : si como no claro que se puede.
Estos son los engendros que hemos formado y tienen la tarea de ordenar lo que ellos mismos desordenados.
Para que las cosas salgan medianamente bien Oremos y no soy creyente.
Rogelio Castro Muñiz
Es ya evidente que el reordenamiento ha sido mal calculado, en un país después de 60 años de la declaración de su carácter socialista, ni siquiera se ha iniciado su construcción, y todo lo que estamos pasando es una consecuencia directa de ese gran error. Por más que lo digan y lo repitan, en nuestro país no hay Socialismo, porque el Socialismo, quedó muy claro, por sus fundadores, que es un modo de producción, no un modo de distribución. Esa enorme burocracia no existiría si tuviéramos Socialismo, esos más de 36.000 jubilados que necesitan asistencia social para sobrevivir es una prueba de que sus pensiones son miserables, esa ineficiencia generalizada de las empresas estatales se debe a la dirección centralizada de las mismas y a la una enorme burocracia creada para tratar de controlarlas, las grandes diferencias entre los salarios y los precios se debe a que todo este proceso ha sido diseñado por esa burocracia sin contar con la participación del pueblo trabajador. Aumentan los precios por cinco y hasta 20 veces mientras que los salarios en la inmensa mayoría de los casos no se aumentan más de tres veces. De hecho, imponer el "ordenamiento" en medio de una agudización de la crisis económica que estamos padeciendo debido a los efectos de la pandemia del Covid-19 sobre nuestra economía, es, al menos una decisión temeraria. Este año pasará a la historia como el año del desordenamiento de nuestra economía que, por supuesto, generará un desordenamiento de la política. Solo la socialización de los medios de producción con su entrega efectiva a los trabajadores, para que sean ellos los que dirijan todas la empresas, como cooperativas o como autogestión obrera, podrá en breve tiempo restaurar las capacidades productivas de todas nuestras fábricas, de nuestras tierras de cultivo, de nuestros servicios de salud, educación, electricidad, agua, comercio, comunicaciones, etc. ¡El Socialismo es un nuevo modo de producción, no un modo de distribución como está tratando de hacerlo la burocracia con el ordenamiento!
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