Cubadebate, 23 de julio 2021
La directora nacional de Ciencia e Innovación Tecnológica y el director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, junto al decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, comparecen este viernes en la Mesa Redonda para actualizar información sobre la situación epidemiológica del país con la COVID-19, los pronósticos matemáticos, los actuales protocolos de actuación y la marcha del proceso de vacunación.
En video, la Mesa Redonda
¿Cuál es la situación en el mundo?
El doctor Francisco Durán García, director Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), al inicio del espacio televisivo remarcó que ya llevamos un año y medio enfrentando la pandemia de la covid-19. “Muchas investigaciones, aplicación de vacunas en todo el mundo con las diferencias que conocemos entre países en correspondencia con el poder adquisitivo, y un escenario donde las cifras no bajan”, dijo el experto.
Para ilustrar cómo se comporta la enfermedad en el mundo, el doctor ejemplificó que ayer 22 de julio, Estados Unidos, un país que ha estado vacunando, aportó el mayor número de casos de covid-19 en un solo día, con 71 844 contagios, seguido de la India con más de 69 000, Brasil con más de 54 000, Indonesia —que ha estado varios días en primer lugar con más de 49 000— y Francia con una cifra superior a los 43 000.
A pesar de la existencia de nuevos medicamentos y tratamientos, esta enfermedad aún no tiene cura y el número de fallecidos es elevado. En Indonesia 1 449 personas murieron en un solo día, en Brasil 1 388, en India 848, en Rusia 796 y en Sudáfrica 516. “Ello traduce lo complejo que se ha vuelto el control de la enfermedad, a lo cual se adiciona la circulación de nuevas variantes del virus”, señaló el doctor Durán.
Si se observa la situación en las Américas, en cuanto al número de casos, fallecidos y letalidad, los países más afectados son Estados Unidos, Brasil, Argentina, Colombia, México, Perú, Canadá y Chile, todos con miles de contagios en el acumulado.
Durán García explicó que Cuba ocupa en la región la posición número 17 de acuerdo al número de casos acumulados, con 316 383 contagios; solo Venezuela queda por debajo de este número. En cuanto a la letalidad, “si bien estamos inconformes, el país acumula un indicador de 0.7%, mientras que en el resto de los países del área esta cifra es muy elevada. Por ejemplo, Perú 9.22%, México 8.81, Ecuador 6.43, Paraguay 3.23, entre otros”
Aunque las tasas de la isla son más bajas que las del resto de estas naciones, “para nosotros son indicadores elevados”, subrayó el experto.
¿Por qué se incrementa la morbilidad y la letalidad?
¿Qué ha pasado en el mundo y en Cuba, para un incremento de la morbilidad y la letalidad? El director Nacional de Epidemiología del Minsap se refirió a la introducción de nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 en nuestro país, que ya venían circulando en el mundo desde el segundo semestre del pasado año, con énfasis en el último trimestre.
La variante Beta, dijo, se incrementó entre abril y junio, mientras que Delta también ha aumentado por meses. Por ejemplo, en el mes de julio ha predominado más esta última sobre la variante Beta (notificada en Sudáfrica), siendo ambas las que más circulan en el país.
En cuanto a Delta, insistió en que es la más contagiosa de todas las variantes reportadas hasta la fecha. “Es más fácil la transmisión y se ha podido identificar que la carga viral en las personas es elevada. Si antes en un lugar determinado se contagiaban dos o tres personas, ante Delta —y lo hemos visto ocurrir en nuestras familias y centros de trabajo—, a partir de una persona pueden contagiarse todos los miembros del hogar o un número importante de compañeros de trabajo”.
La variante Beta, prosiguió, empezó a circular en Cuba a partir del mes de febrero de 2021 e implica un mayor riesgo de gravedad de la enfermedad. “Esto hace que a diario disminuyan el porcentaje de personas asintomáticas en el momento del diagnóstico, que llegó a estar cercano al 80% (en la actualidad está entre un 8-10 %). Ante la variante Beta, los síntomas comienzan inicialmente y muchas veces evolucionan hacia la gravedad de la enfermedad, incluso hacia el estado crítico y el fallecimiento”.
Covid-19 en Cuba: Cuatro provincias aportan el mayor número de casos
El comportamiento del número de casos diagnosticados en Cuba por meses en el año 2021, evidencia lo anterior. “De 15 536 casos en el mes de enero, en los primeros 23 días de julio esa cifra se incrementó a 122 438. Ello tiene mucho que ver con la contagiosidad de varias variantes detectadas circulando en nuestro país”.
Si se evalúa por semanas el comportamiento es similar, siendo en la semana 28 (la anterior a esta que está transcurriendo) en la que se reportó la mayor cifra de casos ( 43 396).
El año pasado, desde el reporte de los primeros casos en el país y hasta el 31 de diciembre, se diagnosticaron 12 056 contagios y se lamentaron 145 fallecidos. “Sin embargo, a partir de enero de 2021, con la introducción y el incremento de la circulación de nuevas variantes en diferentes provincias del país, esta cifra ha aumentado por meses.
“El mes de julio, en solo 22 días con 122 438 contagios, triplica prácticamente la cifra del mes anterior; y lo que es aún más lamentable y también está relacionado con el comportamiento de las nuevas variantes del virus, se acumulan 901 fallecidos hasta el día de ayer. Hasta el mes de junio se acumulaban 337 fallecidos; por lo que los datos ilustran lo complejo de la transmisión”.
Durán García refirió que si se analiza el promedio de casos por meses, sobresale el mes de julio que está promediando 5 565 casos de covid-19 todos los días, y lamentablemente el fallecimiento de 41 personas cada jornada. “Ello provoca que la tasa de incidencia del país se incremente diariamente. Hasta el día de ayer Cuba mostraba una tasa de incidencia de 869.6 por 100 000 habitantes en los últimos 15 días”.
Cuatro provincias aportan el mayor número de casos y las tasas más elevadas: Matanzas, Ciego de Ávila, Cienfuegos y Guantánamo. “Estos son territorios con una gran complejidad epidemiológica donde se adopta un importante grupo de medidas, pero se necesita de una participación de la población más autorresponsable. Por muchas acciones y restricciones que se adopten, si las personas no interiorizan lo que se debe cumplir, se hace muy difícil el control de esta situación”, dijo.
Subrayó que entre test de antígenos y PCR hoy se superan las 50 000 pruebas diarias realizadas, lo cual permite encontrar mayor número de casos si bien los contagios son superiores a lo que se logra detectar.
Respecto a La Habana, Durán García mencionó que de ocupar el primer puesto en el país en cuanto a la incidencia de la enfermedad, ya se ha ido desplazando al lugar nueve, expresión de múltiples acciones que se vienen realizando.
Modelos matemáticos tienen en cuenta vacunación en el país
La evolución de los modelos, los parámetros que se han tenido en cuenta y las particularidades utilizadas para hacer predicciones fueron explicadas por el Dr. Raúl Guinovart Díaz, decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana.
Además, valoró la relación existente entre la vacunación y el cuidado a seguir tras este proceso para vencer la pandemia definitivamente, y dio un pronóstico cercano y otro a más largo plazo.
Guinovart Díaz presentó el diseño de un “modelo compartimental con vacunación”. “Como en la mayoría de los modelos matemáticos, lo que hacemos es dividir a la población en estados, en una posición con respecto a la epidemia. Para simplificar hemos considerado a los casos susceptibles (sería toda la población), como aquellas personas que ya han adquirido el virus, o los que se recuperaron y están ahora convalecientes y también adicionamos tres parámetros que permiten hacer un mejor análisis de la situación y para poder evaluar el impacto de la vacunación”.
Por ejemplo, se introdujo un parámetro Alfa que representa la velocidad o la capacidad de las personas de autoprotegerse y mantener las medidas de protección como el uso del nasobuco, el lavado de las manos, el distanciamiento e incluso permanecer en la vivienda de ser posible.
Otro parámetro es la velocidad de la vacunación. “Hay otro grupo de personas que también podemos proteger vacunando”, lo cual se desarrolla en Cuba mediante un programa de vacunación que permite darle a las personas una protección contra este virus.
“Mientras más rápida sea la vacunación, tendremos mejores resultados y más rápido lograremos la inmunización de la población. Lo que una cosa es lo que queremos y otra es la realidad, porque hay que desarrollar las vacunas, evaluarlas, tener la certeza de que realmente tienen una alta eficacia y luego producirlas y vacunar a toda la población”.
¿Qué podemos ver en ese esquema? “Vemos que las personas se autoprotegen y se vacunan, pero aquí hay un detalle, la forma fundamental en que se transmite la pandemia es por el contacto de las personas infectadas, y por supuesto a través de superficies que una persona haya tocado”.
El decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana comentó que en el nuevo grupo denominado en el esquema “protegidos y vacunados” las personas tienen probabilidad de enfermarse.
Esa probabilidad está dada, argumentó, porque la vacuna no es 100% eficaz, incluso la respuesta inmune varía entre una persona y otra, en dependencia de la edad y las comorbilidades que padezca.
Precisó que el parámetro beta que aparece en el esquema es el de transmisión. “Por muy baja que sea la ineficacia de la vacuna, por mucho que nos protejamos, si hay mucha transmisión, la probabilidad de que enfermemos o que nos contagiemos cuando nos pongamos en contacto con una persona enferma, aumenta también”.
Este esquema, agregó, se traduce en sistemas de ecuaciones diferenciales y los modelos tienen varios pasos, pero los fundamentales son la formulación del problema, la estimación de los parámetros —realizada por determinados procesos de optimización, estadísticos y probabilísticos— y la solución de esas ecuaciones.
Una de las variables más importantes es el coeficiente de transmisión. “Es el que nos va diciendo con qué velocidad se transmite el virus y está muy relacionado con el número reproductivo. Hemos introducido tres nuevas variables, que no son estimadas: parámetro alfa (la velocidad de protección), la vacunación y la eficacia de la vacuna que aparece en la última ecuación”.
“Lo que queremos es ilustrar cómo esas variables actúan y cómo tenemos que protegernos independientemente de que haya un proceso de vacunación, con un ritmo determinado”.
En el peor de los escenarios, Cuba podría reportar un pico de 9 500 casos diarios
El experto explicó una de las gráficas, en la cual los matemáticos hacen simulaciones, pero con datos reales. “La situación que ahí estamos presentando podría ocurrir en la realidad, aunque no quiere decir que sea lo que nosotros esperamos que ocurra”.
Primeramente, explicó, consideramos que no hay protección (la variable alfa es casi cero), mientras la gráfica roja con línea sólida representa que no se ha vacunado, “por lo que se podría llegar a unos 90 000 casos confirmados, bajo las condiciones de transmisión que tenemos ahora”.
En cambio, prosiguió, cuando se introduce la vacunación hay una disminución del número de casos confirmados, no así en el de fallecidos. “A medida que crece la velocidad de la vacunación, se obtiene un mejor control, pero este dibujo nos está diciendo que es insuficiente lo que estamos haciendo, porque prácticamente estamos teniendo en el caso más desfavorable cinco veces lo que tenemos ahora, lo cual sería bastante complejo para nuestro país. Esto nos informa la necesidad de tener en cuenta la protección como un elemento que acompaña a la vacunación”.
En otra figura presentada, en la que se aumentó el parámetro de protección (como si el 10% de la población estuviera protegiéndose), “las mejoras son muy notables, aunque todavía insatisfactorias”, porque si bien disminuye el número de casos confirmados y el de fallecidos, los gráficos permanecen creciendo, “lo que indica que en ese periodo de tiempo ocurriría un mayor número de casos.
Por otra parte, también se evaluaron situaciones extremas, donde hay una alta protección (el 90% de las personas mantiene el nasobuco, el distanciamiento, se protegen). “En este punto se ve como prácticamente los esquemas de vacunación están unos encima del otro y además de eso hay un decrecimiento del número de casos confirmados y el número de fallecidos se aplana, permanece horizontal”.
El experto resumió, tras evaluar esos tres esquemas, que no basta con una acción, “hay que combinar la vacunación con el mantenimiento de las medidas de protección, para que la vacunación tenga el impacto requerido y se logre disminuir la tasa de incidencia a niveles convenientes, para avanzar hacia el control del virus en nuestro país”.
El decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana también expuso varios esquemas que muestran los diferentes escenarios diseñados “sobre la base de lo que pensamos que puede ocurrir y tomando datos de los últimos 30 días, así como considerando distintos valores de eficacia”.
¿Qué puede pasar a corto plazo?
Guinovart Díaz pronosticó que a corto plazo —al menos hasta fines de este mes— el número de casos confirmados permanezca en crecimiento. El pico, en el mejor escenario, sería a finales de julio y en los otros a principios de agosto. Pudiera llegar hasta los 9 500 casos confirmados, de ahí la importancia de los esquemas de vacunación”.
Para hacer este análisis, dijo, se tomó en cuenta la velocidad de vacunación según lo publicado por el Minsap durante estos meses y lo propuesto para los meses siguientes.
“El mayor impacto de la vacunación se va a notar en el mes de agosto, el que será decisivo. Si logramos que las personas comprendan después de vacunadas, la necesidad de protegerse, mientras se continúe la campaña de vacunación, podríamos llegar a finales de agosto o principios de septiembre con una mejor situación de la COVID-19 en nuestro país.
“Podríamos estar hablando de unos 500 casos, una cifra bastante comprometida, pero eso nos permitiría ir creando condiciones para que disminuya la incidencia”.
El experto afirmó que, por lo general, la predicción que se cumple es la más próxima. “Las proyecciones más alejadas tienen más incertidumbres, además estamos hablando de una epidemia en la que influye el comportamiento y las variantes que aparecen”.
“Para diferentes eficacias de la vacuna, entre 60 y 90, podemos obtener resultados relativamente aceptables”.
Otra gráfica expuesta muestra una situación “un poco más dura” y “nos está diciendo que todavía estaríamos creciendo en el número de fallecidos hasta finales de agosto. Es decir que a partir de agosto es que tendríamos la estabilidad, pero, además, la cifra es bastante llamativa, porque en el mejor escenario, estamos hablando de 3 500 casos, 1 500 fallecidos más de los que tenemos ahora.
“Por lo tanto, es importante que la gente tenga conciencia de la necesidad de protegerse y de continuar buscando la forma de no contagiarse y de cuidar a su familia”.
La última gráfica presentada tiene que ver con el número de casos activos, un parámetro que está relacionado con la hospitalización. “Podríamos llegar a alcanzar hasta los 60 000 casos activos y hubo un momento en que llegamos a 45 000. Lo que esperamos es que en el mes de agosto se pueda encontrar una solución definitiva a este problema con la intensificación de la vacunación y la protección de las personas, porque la eficacia de la vacuna ya está garantizada”.
El experto reiteró que todos los días el equipo de matemáticos sigue trabajando, no solo en los pronósticos sino en análisis de otros puntos de vista y que cada semana actualizan a la dirección del país.
Ileana Morales: A las vacunas cubanas hay que ayudarlas
También se ha podido contar con pruebas —test rápidos, PCR para los kits diagnósticos— y ya hay vacunas. “Además existen herramientas sociales y sanitarias para enfrentar la pandemia, sin embargo aún no es suficiente debido a las altas cifras de contagio registradas en el mundo”.
En el caso de Cuba, especificó, el desafío es saber combinar todas esas herramientas. “Lo sabemos hacer, nuestro pueblo es disciplinado y con los pronósticos que da Guinovart (decano de la Facultad de Matemática y Computación) de cómo matemáticamente está probado el impacto de la responsabilidad y el comportamiento, podemos tener un camino más certero, así como un protocolo más contextualizado”, destacó.
Para la covid-19 hay quizás más herramientas que las existentes para otras enfermedades, por lo tanto deben aprovecharse. “Tenemos más que para el alzheimer, la tuberculosis o el VIH. Lo que hace falta es la combinación y la inteligencia colectiva de los sistemas sanitarios de todas las organizaciones y de la población en general para poder articularlos”.
A las vacunas cubanas, reiteró, hay que ayudarlas, “solas no van a resolver la pandemia”, sino acompañadas de las normas sanitarias y sociales.
Morales Suárez dijo que los protocolos son el corazón de las medidas sanitarias; el de Cuba ha tenido ya seis versiones. “En estos momentos se le está haciendo una modificación, es decir el protocolo 1.6 se mantiene vigente. En agosto pensamos que con los avances que tenemos podamos divulgar la versión 1.7”.
¿Cuáles son los protocolos sanitarios contra la Covid-19 en Cuba?
Sobre el protocolo diagnóstico Durán García refirió que las personas han ido adquiriendo una cultura importante ante la enfermedad. “Exigen su PCR, su test de antígeno… Las modificaciones que se han implementado dentro del protocolo no podemos verlas aisladas de lo que ya explicamos respecto a la situación epidemiológica, y están en consonancia con lo que se conoce de la enfermedad en el mundo”, dijo el epidemiólogo.
“Siempre ha existido un componente necesario de autorresponsabilidad, pero si bien en una primera etapa el Estado tenía un papel preponderante en un grupo de medidas, rol que hoy se mantiene, las personas tienen que poner más de su parte en este sentido”, consideró el director nacional de Epidemiología del Minsap.
A juicio del especialista, hay que tener en cuenta varios aspectos, como la forma de transmisión: entre el 95 y el 98% de todos los casos que se diagnostican en nuestro país son contactos de un caso ya diagnosticado previamente, por lo que se evidencia el riesgo del contacto entre las personas, ejemplificó.
Mencionó como un segundo elemento las características de los fallecidos: “personas jóvenes menores de 50 años de edad o en el grupo de 50-60 años, personas de 90 años y más ante las cuáles muchas veces nos preguntamos cómo adquirió la enfermedad, quién le llevó el virus, porque no son personas que están en la calle cotidianamente”, dijo.
Igual de relevante, sostuvo Durán García, es el incremento en el grupo pediátrico, incluyendo lactantes y recién nacidos, donde en los últimos 15 días en cada jornada se reportan alrededor de 1 000 casos.
“Tenemos que tener una responsabilidad mayor a la que hasta ahora estamos teniendo en los hogares, porque no todo lo va a resolver la vacuna, como hemos reiterado”, dijo.
Enfatizó en que todas las personas que tengan un síntoma de la enfermedad, no solo cuadros respiratorios —pues han ido cambiando en el tiempo—, sino también diarrea, trastornos digestivos, decaimiento, pérdida del olfato, del gusto, son casos sospechosos.
“Inmediatamente deben acudir al policlínico u hospital a realizarse un test de antígeno. Si este resulta positivo, se le toma inmediatamente muestra para el PCR y poder confirmar el diagnóstico. Si esa persona sintomática tiene un test de antígeno negativo se vuelve a evaluar a las 48 horas con test de antígeno. Si resultara positivo, se confirma mediante PCR”.
En relación a los contactos, el experto señaló que “se exige y presiona para que las personas confirmadas aporten el mayor número de contactos que podamos estudiar. En un momento anterior a esos contactos se les aislaba en centros para contactos, pero el número elevado que existe no permite que continúe siendo así, por lo que se pasa al aislamiento domiciliario durante 14 días, en los cuales se evoluciona para vigilar si aparece algún síntoma.
“De presentar alguno, inmediatamente pasa a ser caso sospechoso y si no se le da el alta pasado este tiempo, que es el periodo de incubación máximo de la enfermedad; es decir el tiempo entre que un individuo se pone en contacto con el virus y aparecen los primeros síntomas”.
Durán García se refirió, además, a los estudios poblacionales y explicó que son más efectivos cuando se realizan de manera estratificada. “Cuando en un territorio se decide hacer un estudio poblacional siempre se consulta previamente con el grupo técnico nacional del Minsap. Estos se realizan utilizando test de antígeno, en tanto los diferentes test existentes en el mundo y en Cuba han demostrado que es extremadamente efectivo en cuanto a su sensibilidad y el número de positivos: entre un 90-95%”.
Sobre los viajeros, el director nacional de Epidemiología dijo que se mantiene vigente el protocolo de que deben arribar al país con un PCR realizado en las últimas 72 horas. “Independientemente de que vengan con el esquema de vacunación del país de procedencia o traigan su PCR negativo, se le toma una muestra de test de antígeno en el momento del arribo”, detalló.
“Si el resultado es negativo, igual se mantiene el viajero en aislamiento, y al final de esa cuarentena a todos se les toma una muestra de PCR que confirma que no hay riesgo de que se incorpore a la actividad que venía a realizar. Si en el curso de esos 14 días o siete, para algunos casos, aparece algún síntoma, el viajero pasa a ser sospechoso”, explicó.
Otro elemento que se ha modificado, dijo Durán García es el alta hospitalaria. “Ya está la persona confirmada e ingresada en un hospital. Antiguamente, al quinto día se le realizaba un PCR evolutivo, que de ser positivo continuaba ingresado. Ahora al quinto día se realiza un test de antígeno, y de este ser negativo, y clínicamente ha evolucionado (un elemento fundamental) se le da el alta a la persona. Si el test resulta positivo, se reevalúa a las 48 horas con otro test de antígeno y de persistir siendo positivo se confirma con PCR”.
“Hay personas que se mantienen 14 días dando positivo, en esos casos pasado este tiempo se les da el alta, pues se ha demostrado que la capacidad de transmisión desaparece a partir de este tiempo”, explicó.
Insistió en que el aislamiento domiciliario implica una mayor responsabilidad para todas las personas, pues no necesariamente siempre un caso confirmado requiere hospitalización en un centro de salud. Sí tenemos muy claro quiénes no pueden estar nunca ingresados en el hogar, apuntó el experto.
En ese caso, dijo, se encuentran aquellas personas en que la estructura de la vivienda no permite el ingreso del hogar; que la distancia y el acceso al consultorio no permita la evaluación médica diaria; familias disfuncionales; niños menores de 12 años, embarazadas y puérperas; niños de 12-18 años de edad con enfermedades crónicas asociadas; y pacientes con enfermedades crónicas descompensadas o condiciones clínicas predictoras de gravedad (hipertensión arterial, diabetes mellitus, enfermedad renal crónica, cardiopatía isquémica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, obesidad mórbida y cáncer).
El mejor protocolo es el que mejor se implemente
¿Hacia dónde apuntan las modificaciones al protocolo 1.6? La directora nacional de Ciencia e Innovación Tecnológica del Minsap detalló que son tres grandes cambios, uno de ellos relacionado con el aislamiento de los contactos de casos confirmados.
Con los pacientes sospechosos se establecen dos posibilidades, tomando en cuenta que en esta categoría entran las personas que acuden a los cuerpos de guardias de los policlínicos y los hospitales con síntomas. “El núcleo del cambio es que toma una vital importancia la clasificación del paciente, porque si usted es de bajo riesgo y además tiene síntomas leves —falta del olfato, un poco de coriza—, entonces lleva un ingreso domiciliario. Como usted todavía es sospechoso, si el antígeno da positivo usted va a un ingreso domiciliario a esperar la confirmación por PCR”.
La persona con test de antígeno positivo y con síntomas va a tener tratamiento con medidas terapéuticas propias de esa condición, medicamentos probados para la enfermedad. “Quienes den test de antigeno negativo y de poco riesgo, también va para la casa y se le repetirá la prueba en 48 horas”.
En ambos casos, si tiene síntomas y el estado de salud se ve afectado, tiene comorbilidades y una edad avanzada, entonces debe ingresar en una institución.
“Desde el punto de vista médico y de salud pública es un reto”, subrayó y destacó el papel de los médicos de la familia para mantener la vigilancia a estos pacientes. “Hay que hacerlo bien, hubo que hacer un procedimiento para adecuar qué sería lo que deben cumplirse en ese ingreso domiciliario, porque a diferencia de los contactos —que llevan vigilancia—, este ingreso lleva un grupo de requisitos que se acaban de adecuar, revisar y discutir con todas las estructuras, porque de ahí depende el éxito.”
“Si una persona de bajo riesgo que tiene síntomas leves y es joven, en el transcurso de ese ingreso domiciliario llega a dar síntomas de alarma —fiebre mayor de 38 grados, cefalea, dolor de cabeza profundo, falta de aire—, el médico debe tener la rapidez para ingresarlo en una institución porque cambia el tratamiento. Porque el tratamiento de base para una persona que está en esas condiciones es interferón, lleva otras evaluaciones”.
En el caso de los confirmados, explicó, los pacientes de bajo riesgo asintomático o sintomático leve, sin patologías asociadas, los niños de 12 a 18 años sin patologías, entre otras, pueden quedarse en el hogar.
Pero, “si usted es de mediano riesgo o de riesgo alto, de síntomas moderados, entonces debe ir al hospital con su tratamiento ”
Resumiendo, existen varias categorías: el de muy bajo riesgo se queda en su casa con ingreso domiciliario; el de mediano riesgo debe estar en un hospital en sala covid-19; el de alto riesgo debe estar en las salas de vigilancia intensiva, y los pacientes graves o críticos en UCI.
“El mejor protocolo es el que mejor se implemente. La forma de implementación y de cumplirlo es lo que da el éxito”, agregó.
La semana próxima comienza la intervención en el resto de las cabeceras provinciales
La doctora Ileana Morales Suárez agregó que en la producción de las vacunas la industria sigue trabajando intensamente, con una labor que debe ser reconocida por toda la población.
Los propósitos de la OMS relacionados con la cobertura de las vacunas plantean que se necesitan 11 millones de vacunas para inmunizar al 70% de la población mundial. “Proponen que en septiembre del 2021, al menos el 10% de la población de cada país esté vacunado con una dosis. En diciembre, al menos el 40% y en el verano del 2022, el 70% de la población de cada país”.
Sitúan a Cuba junto con un grupo de países de norteamérica y Europa que tienen un sistema de vacunación universal. “Lo que se ve en carmelita, amarillo y verde claro quiere decir que están vacunando en un grupo de población vulnerables y el que está en azul es el que tiene una estrategia de vacunación universal, que es donde está Cuba”.
Morales Suárez detalló que hay grandes municipios de La Habana que empezaron ya con la tercera dosis. “Esto va variando, porque cuando hay muchos municipios que entran en tercera dosis nos disparamos en esquema completo; cuando hay municipios que entran en primera nos disparamos en velocidad de vacunación. Eso tiene que ver con la estrategia, y superamos en creces a la media mundial. Hoy debemos estar superando el 20%”.
Recordó que la intervención sanitaria empezó el 12 de mayo, pues anteriormente se desarrolló un grupo de ensayos clínicos y el estudio con trabajadores de la Salud, que incluyó 160 000 personas.
“La próxima semana arranca un grupo grande de municipios a vacunarse, entonces la velocidad de vacunación diaria se incrementa”. La doctora informó que hasta el 21 de julio se han aplicado 8 546 995 dosis, “son dosis en el hombro de los cubanos que han tenido una confianza tremenda en nuestros candidatos y la vacuna Abdala”.
“La Habana va avanzada con más de 1 millón de personas con tres dosis, Matanzas y Santiago de Cuba también avanza, Ciego de Ávila y Camagüey ya también con varios municipios y se va acumulando un número importante”.
“Hemos comenzado paralelamente la intervención en grupos de riesgo, los nefrópatas, pacientes muy vulnerables, los hogares de ancianos, centros médicos, psicopedagógicos, centros de protección social, hospitales psiquiátricos. La próxima semana arrancan otros municipios y en ellos se van a intervenir las embarazadas de segundo y tercer trimestre y las mujeres que están lactando, cerca de 72 000. Son grupos que tenemos mucho interés de proteger y vamos también a ir ampliando esos municipios, cuyo situación epidemiológica nos interesa ir cubriendo”.
La semana próxima comienza la intervención en el resto de las cabeceras provinciales que hasta ahora no habían comenzado. “A eso se le suman otros municipios, debido al interés epidemiológico. A finales de julio cierra La Habana, así como cuatro municipios de Santiago de Cuba.
“La semana próxima es muy importante para nosotros y el mes de agosto es imprescindible para los números de vacunación porque hará varios municipios y grupos vulnerables interviniéndose”.
Morales Suárez concluyó que la vacunación y los nuevos protocolos significan que seguimos dando la batalla por la vida, que es nuestra misión fundamental. “Tengan la confianza que vamos a triunfar”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario