De acuerdo con lo estimado, la economía cubana honrará al cierre de diciembre el compromiso de crecer el 4 % en su Producto Interno Bruto, como se había previsto, pero quedaron reservas de eficiencia que —de aprovecharse— le hubiesen permitido mejores números, aseveró ante la Comisión el miembro del Buró Político, vicepresidente del Consejo de Ministros y titular de Economía y Planificación, Marino Murillo Jorge.
Ese crecimiento económico se sustenta, sobre todo, en la industria manufacturera, explicó Murillo Jorge, al informar acerca de la ejecución del Plan de la Economía 2015 —a partir de las estimaciones— y la propuesta concebida para el 2016. Según dijo, “le va quedando una asignatura pendiente a nuestra economía: administrar eficientemente los portadores energéticos” e instó a desterrar el consumo de un volumen significativo de combustibles sin respaldo productivo.
Con el 2016 a la vuelta de la esquina, uno de los temas destacados por el ministro de Economía y Planificación resultó ser la proyección para ese año en cuanto a inversiones. En ese acápite está previsto un monto superior a los 7 800 millones de pesos, que sobrepasa el estimado con que debe concluir el periodo actual.
En respuesta a inquietudes de diputados, explicó que, dada la coexistencia de dualidades monetaria y cambiaria, se complejiza la gestión y conlleva varios pasos. Estos —comentó— son planes de un año y las proyecciones, de mediano y largo plazos.
En contacto con la prensa puntualizó que el plan de inversiones para el 2016 está muy bien organizado. Estas tienen sus propias fuentes de financiamiento, en su mayoría externas. Y si bien su solicitud significa una deuda, al lograr honrarla mediante el rendimiento de la inversión ocurre lo que en términos económicos se conoce como endeudamiento sostenible. Eso es algo que debemos tener en cuenta y a lo que no se le puede tener miedo, resaltó. “No hay manera de pensar en el desarrollo si tú no inviertes”.
Lo planificado en este tema para el calendario siguiente posee aproximadamente un 33 % de componente importado —comunicó Murillo—, cifra que generalmente ronda el 27 %, pero el incremento planteado responde a una mayor importación de equipos.
“Creo que es muy importante entender que el 58 % de esas inversiones están asociadas a programas de desarrollo; es decir, hay unos 1 300 millones en el turismo, después está el desarrollo del petróleo, las fuentes renovables de energía, y hay unos 600 millones para el sector agropecuario que apuntan al incremento de la producción de alimentos y a la sustitución de importaciones”, explicitó.
Y mencionó, asimismo, que en ese 58 % de las inversiones, hay una parte importante asociada a la creación de capacidades para producir materiales de la construcción.
“Creo que nos va quedando pendiente hacer un proceso inversionista eficiente, y no tenemos más remedio que hacerlo en dos etapas: en el proceso inversionista y en el proceso de post-inversión; (…) con los costos y en los plazos que se previeron, y después, hay que hacerla producir para que dé ingresos. Y ese ingreso puede ser por una exportación, o un ahorro efectivo por sustitución de importaciones. Esas dos fuentes son las que te permiten devolver entonces el financiamiento externo”.
Al referirse a la Resolución No.17, inherente al sistema de pago por rendimiento, dijo que se le va a quitar la penalización del salario mínimo para favorecer a los productores. La Resolución No. 100, referida a la distribución de utilidades, está sujeta a modificaciones.
En este sentido, los parlamentarios inquirieron por la estrategia en estas formas de pago para el sistema presupuestado y empresarial e insistieron en la necesidad de poner en igualdad de condiciones a trabajadores estatales respecto a los de otras formas de gestión, donde se devengan salarios más atractivos.
PRESUPUESTOS PARA UN SALTO
Uno de los temas que propició los debates en la sesión vespertina, fue el análisis sobre la ejecución del Presupuesto del Estado en el 2015 y la presentación del Anteproyecto dirigido al 2016, específicamente la utilización del 1 % de la Contribución Territorial para el desarrollo local en los municipios.
Sobre ese particular, el diputado Ernesto Barreto —presidente de la Asamblea Provincial en Pinar del Río— planteó que se evaluaran los casos puntuales para que esa utilización no se viera afectada cuando la responsabilidad del incumplimiento de los ingresos cedidos no corresponda al municipio, atendiendo a que depende de actores externos en muchos casos.
Su homóloga en Mayabeque, Tamara Valido Benítez, abogó porque se estudie y extienda el límite de tiempo establecido, de modo que no se pierda al concluir el año la utilización del sobrecumplimiento, dado que este se determina por lo general en los meses más avanzados, cuando aún no hay certeza absoluta de cuánto se obtendrá, más allá de lo planificado.
El presidente de ese órgano provincial en Holguín, Julio César Estupiñán, se interesó en conocer cuáles son las perspectivas de la definición de dicha política para utilizar la contribución del 1% para el desarrollo local, ya que hasta hoy se ingresa como presupuesto cedido y se ejecuta por el presupuesto municipal para sufragar gastos de los organismos presupuestados y no para el desarrollo local. Y ventiló el caso puntual del municipio de Mayarí, el cual posee actualmente unos 156 000 CUC en cuenta bancaria, esperando por esa definición.
De manera general, la ministra de Finanzas y Precios, Lina Pedraza, ofreció coordenadas de los aspectos en los que se trabaja para ir perfeccionando la gestión del presupuesto. Entre los elementos más significativos que conocieron los parlamentarios se encuentra una serie de exoneraciones de impuestos, que deberán entrar en marcha a partir del 2016.
El sector agropecuario en particular, por su peso para la economía nacional y la prioridad de incentivar la producción y seguridad alimentaria de nuestro pueblo, está entre los mayores beneficiados de esas nuevas variantes a través de las que el Presupuesto del Estado dará un impulso vital a los agricultores cubanos.
Dentro de las medidas tributarias se incluyen la exoneración del pago del impuesto sobre las utilidades para las UBPC no cañeras y las CCS, toda vez que más de la mitad de sus ingresos provengan de sus producciones agropecuarias.
También, los propietarios y usufructuarios de tierras del sector no cañero quedan libres del gravamen anual sobre los ingresos personales. Y se exenta del pago del impuesto por la utilización de la fuerza de trabajo al personal contratado directamente a la producción.
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